
Pueblo

Pueblo (del latín populus) es el conjunto de personas de una nación, aunque también puede entenderse como parte de un país, el de una región o el de una localidad, o incluso asimilarse al mismo concepto de país o de localidad (especialmente para una población rural).No obstante, la definición de pueblo es muy compleja, polémica y no exenta de ambigüedad; y lo es desde los orígenes de los sistemas jurídicos y del pensamiento político occidental:Cuidan algunos hombres que pueblo se llama a la gente menuda, así como menestrales y labradores, mas esto no es así, y antiguamente en Babilonia y en Troya, que fueron lugares muy señalados y ordenaron todas las cosas con razón y pusieron nombre a cada una según convenía, pueblo llamaron al ayuntamiento de todos los hombres comunalmente: de los mayores y de los menores y de los medianos, pues todos estos son menester y no se pueden excusar, porque se han de ayudar unos a otros para poder bien vivir y ser guardados y mantenidos.Tal definición se basa, como ese propio texto indica, en conceptos políticos de la antigüedad clásica; como el recogido por Marco Tulio Cicerón, quien definió pueblo como ""la asociación basada en el consentimiento del derecho y en la comunidad de intereses"" (año 54 a. C.).[cita requerida]. Sin embargo incluso en aquellas fechas -desde el tiempo de la República romana- se reconocía el doble uso del término, tal como es reflejado en la frase Senatvs Popvlvsqve Romanvs (SPQR, el Senado y el Pueblo Romano) para designar a la totalidad de la población constituyente del Estado, en referencia a los patricios (que formaban el Senado) y a los plebeyos.La continuidad de esa influencia tanto del derecho romano como del medieval permanece en las concepciones socio-legales actuales, en las que generalmente se entiende pueblo como el ""concepto humano del Estado en el que cada uno de los integrantes tiene la titularidad no solo de derechos y obligaciones civiles, sino que además, de derechos y obligaciones políticos"". [cita requerida]También puede entenderse como una identificación étnica (racial o cultural), sobre todo en expresiones como pueblos primitivos o pueblos indígenas de la actualidad, o pueblos antiguos en épocas históricas pasadas.En cambio, el concepto de pueblo en las naciones-estado modernas y sobre todo en las naciones de ciudadanos contemporáneas (muy plurales y heterogéneas en su composición demográfica, social, antropológica, y cultural, y que incluso ponen en valor esas diferencias) corresponde a un término propio del derecho constitucional:We, the people of the United States... Nosotros, el pueblo de los Estados Unidos...Nos los representantes de los pueblos de Colombia...Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argentina...La Nación tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas...Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República...Proteger a todos los españoles y pueblos de España...La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.Sin embargo la confusión que el mismo libro de Siete Partidas reconoce continúa hasta el presente. Una definición lexicográfica habitual de pueblo como ""todo grupo de personas que constituyen una comunidad u otro grupo en virtud de una cultura, religión o elemento similar comunes"", cubre no solo el conjunto de ciudadanos en su totalidad, sino cualquier subsección.En concreto, el concepto de lo popular vinculado a los estratos sociales bajos o pueblo llano podría ser visto como un grupo (el constituido por ""la gente menuda, así como menestrales y labradores"" que indicaban las Partidas, o la gente común y humilde que indica el DRAE); pero un grupo especial que, cuando no es ignorado o despreciado por vulgar y rústico, es idealizado y valorado al considerarlo portador de unos teóricos y perennes valores populares; elementos identificadores del conjunto social (del pueblo en sentido amplio) de una forma más genuina o menos viciada que los de las clases dirigentes, élites o clases altas (que en ocasiones son las primeras en imitar los rasgos más tradicionales de lo popular -casticismo y costumbrismo-, a veces como simple moda, a veces con el propósito de frenar el cambio social). Tales serían costumbres (costumbres populares), cultura (cultura popular) u otros elementos distintivos, incluyendo los religiosos (religiosidad popular, o la condición del cristiano viejo) y los artísticos (folclore, música popular y arte popular); incluso los lingüísticos (jerga, vulgarismo -vistos peyorativamente-), que (vistos apreciativamente) son el propio origen de las lenguas modernas como lengua vulgar o popular (caso de las lenguas romances frente al latín).Vox populi, vox Dei. - La voz del pueblo es la voz de Dios.La necesidad de confirmación por aclamación del pueblo de Roma a cada nuevo Papa elegido sigue haciéndose en la actualidad con la fórmula Habemus Papam, que debe pronunciarse ante la multitud congregada en la Plaza de San Pedro antes de que éste realice su primer acto oficial (discurso y bendición Urbi et Orbi).