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VIGILIA MARIANA 18 de julio, 2014 LA MEDALLA MILAGROSA UN MENSAJE DE AMOR AMBIENTACIÓN Se puede preparar un lugar para colocar luego velas, el globo terráqueo, la Biblia, y una representación gráfica del anverso y reverso de la Medalla. La Capilla en semioscuridad. MONICIÓN INICIAL Si la Madre llama: ¿Qué hijo no responde? Hoy escuchamos la misma llamada de Santa Catalina: “Ven a la capilla, la Virgen te espera”. Y estamos aquí gozosos de verla y escucharla. Que sea ésta celebración una fiesta de fe y de amor. ¡Qué María nos enseñe a vivir como sus hijos, como buenos seguidores de Jesucristo. CANTO JUNTO A TÍ, MARÍA, como un niño quiero estar, tómame en tus brazos, guíame en mi caminar, quiero que me eduques, que me enseñes a rezar, hazme transparente lléname de paz. MADRE, MADRE, MADRE, MADRE (bis). 2.- Gracias Madre mía por llevarnos a Jesús, haznos más humildes tan sencillos como tú. Gracias Madre mía por abrir tu corazón, porque nos congregas y nos das tu amor. MADRE (8). MONICIÓN Queremos en esta celebración estar junto a ella. Como Catalina no queremos perder un solo minuto. Tiene ella mucho que decirnos. Imaginemos que estamos de rodillas junto a ella y nuestras manos en las suyas. Dejemos que ella nos hable. Es verdad que prefiere escuchar: ¡Cómo valoraba la palabra y la guardaba en su corazón como un tesoro! María nos habla mejor con su silencio contemplativo. Pero tenemos la suerte de que Santa Catalina nos narrara su experiencia. Dejemos que nos hable hoy el lenguaje de los acontecimientos de ayer. (Dejemos un espacio de silencio entre cada expresión.) Lector 1 Lector 2 De noche, Catalina Dios sale al encuentro del hombre, lo llama y le da la escucha a alguien que le capacidad de escuchar la llamada. Catalina acepta la llama por su nombre… invitación. Dios nos llama, como a Catalina, por nuestro nombre. Es Él quien nos elige y nos da una tarea en su viña. Depende de nosotros escucharlo o no para aceptar o rechazar su plan. El ángel la acompaña La presencia misma de Dios nos conduce y guía hacia el hacia la capilla encuentro. Ella descubre un camino de luz. El lugar del encuentro está iluminado. María deja a Catalina el tiempo de espera para prepararse al encuentro. Dios pone en nuestro camino personas y acontecimientos que nos guían, aunque sea de noche... aunque los demás estén dormidos y nos parezca que somos los únicos que avanzamos. Después vendrá el encuentro, la fiesta, las luces encendidas… Se colocan velas, según se haya organizado, en el lugar de la ambientación El ángel le dice: ¡He ahí a la Virgen! Catalina vacila para creer, “yo no veo a la Santísima Virgen…” El mensaje me parece, es este: saber ver más allá de las apariencias. Es preciso ajustar la mirada y situarse en otro nivel, el nivel del corazón de Dios. Con la mirada del corazón será capaz de ver “lo invisible”. Para Catalina había un mensaje y una misión. ¿Qué me quiere decir hoy a mí?. Se ilumina la imagen de la Virgen María me dijo cómo debía María nos forma en la escuela de Jesús, nos indica el conducirme… camino. Es un diálogo sencillo y familiar, Catalina habla con sencillez de su vida, de sus dificultades, de sus decepciones; María escucha y le habla. Dios quiere darte una misión y ésta tendrá contradicciones…Toda llamada implica una tarea y ésta no se hace sino aceptando pagar un precio, cargar una cruz. Los tiempos serán malos, el mundo entero será turbado por males de todas clases… María tiene la mirada puesta en el mundo tal como es. María invita a Catalina a mirar los acontecimientos de muerte, que degradan el mundo, no para culparla, sino para recordarle su misión en la construcción de un mundo de justicia y de paz. A través de María, Dios invita a Catalina a comprometerse en lo cotidiano para ayudar a toda clase de necesitados. María camina con la humanidad. Se coloca el globo terráqueo Venid al pie de este altar, aquí las gracias serán extendidas sobre las personas que las pidan, grandes y pequeños. María nos invita a hacer de Cristo el Centro de nuestra vida. Nos invita a la oración y a sacrificar en el altar nuestra vida al servicio de los pobres. Así, María indica a Catalina, como Centro de la vida cristiana a Cristo, quien con su sacrificio en la cruz ofrece la salvación a la humanidad y se propone para nosotros como único Camino, única Verdad y única Vida. EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO MONICIÓN Jesucristo se manifiesta entre nosotros en la sencilla presencia de la Eucaristía, allí donde él mismo quiso quedare para siempre. Nos ponemos de pie para celebrar la presencia de Jesús, nuestro gran amigo, que sale a nuestro encuentro. CANTO DE EXPOSICIÓN ¡CUÁNTO HE ESPERADO ESTE MOMENTO, cuánto he esperado que estuvieras así, cuánto he esperado que me hablaras, cuánto he esperado que vinieras a mí. 1.- Yo sé bien lo que has vivido, Yo sé bien por qué has llorado, Yo sé bien lo que has sufrido, pues de tu lado no me he ido. PUES NADIE TE AMA COMO YO, PUES NADIE TE AMA COMO YO. MIRA LA CRUZ ESA ES MI MAS GRANDE PRUEBA, NADIE TE AMA COMO YO. PUES NADIE TE AMA COMO YO, PUES NADIE TE AMA COMO YO. MIRA LA CRUZ, FUE POR TI, FUE PORQUE TE AMO. NADIE TE AMA COMO YO. 2.- Yo sé bien lo que me dices, aunque a veces no me hablas, Yo sé bien lo que tu sientes, aunque nunca lo compartas. Yo a tu lado he caminado, junto a TÍ Yo siempre he ido, aún a veces te he cargado, Yo he sido tu mejor Amigo. PUES NADIE TE AMA… ORACIÓN EN SILENCIO MONICIÓN: María deja un signo, una señal sencilla, inolvidable, con la que quiere que nos familiaricemos: La Medalla. Ella es el “Catecismo de los pobres”. En el Evangelio, no es María quien más habla, pero ella nos trae la Palaba, Jesús. Ella nos conduce a lo esencial del Evangelio: Las Bienaventuranzas, y nos invita a vivir en este espíritu: (Se coloca en el lugar de la ambientación la representación gráfica de la medalla) LECTURA DEL EVANGELIO Escuchemos a Jesús: Mt. 5, 1-10 “Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios, Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. (Se coloca la Biblia en el lugar de la ambientación). Todos: Bienaventurados los de corazón pobre. Una voz: Bienaventurados los de corazón pobre, humilde y sencillo, ellos verán a Dios. Todos: Bienaventurados los que saben tener confianza. Una voz: La Medalla es un signo en el que María nos invita a la fe y la absoluta confianza en Dios. Nos invita a creer en el amor como la única fuerza capaz de transformarlo todo. Todos: Bienaventurados los de corazón puro. Una voz: La Medalla en la invitación a vivir con el corazón orientado a Dios en rectitud y honestidad, en transparencia y fidelidad. María nos invita a superar las apariencias, a saber mirar más allá de lo que se ve. Nos lleva a descubrir que siempre hay en cada persona, sea quien sea, un corazón capaz de amar. Todos: Bienaventurados los que trabajan por la paz. Una voz: La Virgen de la Medalla Milagrosa se aparece en momento de revoluciones, crisis políticas y religiosas. Le pide a Santa Catalina que confiemos en Ella y no perdamos la paz y dejemos que Cristo, su Hijo, sea nuestra paz y luchemos todos por construir la paz. MOMENTO DE ORACIÓN (se puede poner una música de fondo adecuada) ¿Qué es lo que Dios ha puesto en nuestro corazón en este tiempo de celebración y queremos compartir con los demás? Tiempo para compartir MONICIÓN María nos pide que Cristo, su Hijo sea el centro de nuestra vida y vivamos la vida orando, cultivando amistad con él. Al hacer la reserva del Santísimo Sacramento pidámosle que de verdad sea el centro de nuestra vida y que permanezcamos en su amor. QUE TODO CORAZÓN SE RINDA EN ALABANZA AL CREADOR. QUE TODO HOMBRE DESPIERTO VIVA EN ALABANZA A SU SEÑOR, QUE EL HOMBRE RESUCITADO, IRRADIE EL GOZO DE DIOS, QUE EL HOMBRE RESUCITADO, IRRADIE EL GOZO DE DIOS. 1.- Alabemos al Señor, en la profundidad del corazón, en la intrepidez de la juventud, en las horas de desierto, en la soledad, en el gozo y el dolor de la amistad, en la búsqueda y la creatividad, en el amor que procrea, en el amor de castidad. 2.- Alabemos al Señor, en la fuerza de la debilidad, en la alegría de ser pobre, en la libertad de ser veraz. En el trabajo que construye la paz, en la sabiduría de la Cruz, en el llanto que florece en canciones de eternidad. MONICIÓN Después de la reserva del Santísimo Sacramento vamos a concluir esta celebración recordando a María en la historia dela salvación, en nuestra historia. DIOS DIJO EN EL EDÉN a la serpiente: "Pondré guerra entre tÍ y la mujer, entre tu prole y la prole de ella y ésta tu cabeza aplastará". He aquí que una virgen ya está encinta del Dios entre nosotros: Emmanuel. TÚ ERES HERMOSA, TE AMAMOS CON TERNURA PORQUE ERES NUESTRA MADRE, POR SER MADRE DE CRISTO, SALVADOR. 2.- Y Dios engendra en gracia a María, la Virgen santa esposa de José, le pide que ella engendre al Mesías por obra y gracia del Espíritu. "He aquí la esclava del Señor, Yavé, hágase en mí según tu voluntad". 3.- El Verbo se hizo carne entre nosotros, en nuestro mundo para redimir y el mundo frente a la Corredentora, un Viernes Santo lo crucificó. Nos dijo "Miren, se las doy por Madre", le dijo: "Mira, Hijo, te la doy". 4.- A cuantos al Señor Jesús se entregan, el Padre les entrega el poder de convertirse en hijos como Cristo y ser la luz del mundo junto a El. María, Virgen Madre de la Iglesia ¡enséñanos a evangelizar! 5.- A cuantos a este altar confiados lleguen, las gracias abundantes se darán, pues Ella con su maternal cuidado ante el Padre intercederá. La vemos con las manos extendidas, derramando las gracias hasta el fin. SANTA MARÍA, EN GRACIA CONCEBIDA, RUEGA POR NOSOTROS, CONFIADOS RECURRIMOS ANTE TI (bis).