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Anemia ferropénica.
Autor: Fernando Martínez, MD. y Pedro Serrano, MD, PhD, FESC 2017
Modificado de: MedlinePlus, Fisterra, Mayo Clinic, Zonadiet.com, Dietitians of Canada
Es muy conveniente para los enfermos,
que sean responsables de su propia salud y aprendan a cuidarse.
¿Qué es la anemia ferropénica?
Es un trastorno común que se caracteriza por un descenso de glóbulos rojos en la
sangre por la disminución de la reserva corporal de hierro. Los glóbulos rojos son las
células encargadas de transportar el oxígeno a través de arterias y venas. La falta de
hierro se denomina ferropenia y es la causa más frecuente de anemia.
Puede producirse por: aporte insuficiente de hierro con los alimentos que consume
habitualmente, problemas intestinales en su absorción, aumento de las necesidades
corporales de hierro (embarazo, lactancia, crecimiento rápido durante la infancia y la
adolescencia) o pérdidas excesivas de sangre (menstruación y hemorragias), etc.
En pacientes de más de 50 años se debe descartar como posibles causas frecuentes:
hemorroides complicadas, cáncer de colon, angiodisplasia intestinal y úlcera
gastroduodenal especialmente en los pacientes tratados con aspirina u otros
antiinflamatorios no esteroideos.
Corregir la ferropenia en pacientes con insuficiencia cardiaca mejora la supervivencia.
Síntomas de la anemia o de la ferropenia: Debilidad, cansancio prolongado,
intolerancia al ejercicio físico, palidez, caída de cabello, grietas alrededor de los
labios, uñas frágiles o en forma de cuchara, dificultad para tragar, dolores de cabeza,
problemas de concentración y memoria, irritabilidad, cambios frecuentes de humor,
insomnio, mareos, palpitaciones, sensación de falta de aire al respirar, dolor en el
pecho, lengua engrosada o dolorosa, manos y pies fríos, deseo de consumir hielo o
cosas no comestibles, falta de apetito, dificultad para coordinar movimientos, mala
tolerancia al frío o sensaciones molestas en las piernas en reposo que se alivian al
moverlas (síndrome de piernas inquietas).
Pueden aparecer otros síntomas secundarios a la causa de la anemia: Diarrea en
enfermedad celíaca, colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn; pérdida de peso, dolor
abdominal superior en úlcera péptica; menstruación y sangrados abundantes; heces
oscuras, viscosas, con aspecto de alquitrán o con sangre visible.
Pruebas complementarias: Un análisis de sangre es suficiente para el diagnóstico.
Puede ser recomendable hacer un análisis de heces en pacientes mayores de 50
años para valorar la presencia de sangre oculta que indique pérdidas digestivas. Si
este test es positivo, se aconsejará la realización de una colonoscopia y/o
gastroscopia para descartar causas graves de sangrado.
Complicaciones: En anemias muy intensas puede haber problemas cardiacos como
aumento de su tamaño, palpitaciones o insuficiencia cardiaca. Las embarazadas que
no toman suplementos de hierro y desarrollan anemia aumentan el riesgo de parto
prematuro y bajo peso al nacer. En niños y adolescentes puede retrasar su
crecimiento y predispone a infecciones.
Tratamiento:
Se recomienda una dieta basada en alto contenido de hierro y tomar suplementos
orales de hierro con el estómago vacío para conseguir una mayor absorción
excepto si produce dolor abdominal, en cuyo caso se deberán tomar con las comidas.
En caso de intolerancia a los suplementos orales, mala respuesta al tratamiento o
anemia muy intensa, se recomendará el hierro intravenoso. En consumidores de
antiácidos, el suplemento se administrará 2 horas antes o 4 horas después con un
vaso de zumo de naranja. Los suplementos de hierro pueden producir estreñimiento,
heces negras, y test de sangre oculta en heces positivo. Para la anemia grave es
necesario transfundir sangre. Además, se investigará y tratará la causa subyacente.
Dosis recomendadas de hierro en la dieta son: 7-18 mg/día, 27 mg/día en el
embarazo. Vegetarianos estrictos y veganos requieren el doble de ingesta de hierro
porque al tomar sólo alimentos vegetales, la absorción es mucho menor.
Hierro Alimentos
Alimentos con hierro
(mg) con hierro HEMO (ferroso)
no HEMO (férrico)
por (se absorbe 20-30%).
(se absorbe 3-8%).
100 La dieta casi no influye
La dieta influye mucho en su absorción.
gr. en su absorción.
Cereales con hierro 100% CDR
60 Almeja, chirla, berberecho
Maíz frito
20 Pichón asado
Aperitivos y cortezas de trigo
15 Hígado de cerdo
Cereales con hierro 25% CDR
14 Morcilla frita
Tofu, Melocotón o albaricoque seco
7
Hígado de pollo
Semillas de calabaza y girasol
6
Pulpo
Ostras, mejillones
Hierro
(mg)
por
100
gr.
24
20
18
19
12
10
Copos de avena con hierro 100% CDR
5
8
Semilla de soja, higos secos
Salvado de trigo, almendras, pistachos
4,4
3,8
Pato
Caballo / potro / ciervo
Lentejas, espinacas
3,3
Vaca / ternera
Pan de trigo
Pasas de uva
Frijoles/judías, hervidas
Ciruelas
3,2
3
2,5
2,3
Anchoas, sardinas, boquerons
Cordero
Pechuga de pollo
Cerdo
2.4
2
1.6
1.2
Guisantes
1,8
Atún
1.2
6.8
4.6
3
Muchas especias tienen alto contenido en hierro: Tomillo (124 mg/100 gr), comino
(66), eneldo (47), orégano (44), laurel (43), albahaca (42), canela (38), guindilla (34),
curry (29), pimienta negra (28), pimentón (24), pimienta blanca (14), perejil (6).
Favorecen la absorción del hierro “vegetal”: Vitamina C, ácido cítrico, ácido láctico
y ácido málico, proteínas de la carne y vitamina A.
Dificultan la absorción del hierro si se toman junto a los alimentos ricos en
hierro: los taninos del té y café (especialmente tras las comidas), chocolate, vino,
frutos secos, orégano y soja, algunas frutas y vegetales (ej.- espinacas). Tampoco
se recomiendan los alimentos ricos en fitatos (arroz, legumbres y granos enteros) y
en calcio (lácteos y leche).