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OFT. Bioética Humanista. Vol.1. Fundamentos 1 E. LA PERSONA: VALOR MÁXIMO DE REFERENCIA La profundización sobre qué es la persona humana es un asunto muy relevante para la ética . Subyacente a este concepto está la pregunta de cual es el respeto que se merecen los individuos de la especie humana. En última instancia la pregunta por la realidad de la Persona busca responder a si unos seres humanos pueden utilizar a otros individuos, como medios para fines que no sea la realización de éstos. En ese sentido surgen numerosas cuestiones que merecen ser abordadas: 1 1. ¿Qué es persona humana? ¿Cuales son las notas específicas que la diferencian de otros individuos de la escala zoológica y a su vez lo asemejan a las propiedades esenciales de su especie? 2. ¿Cuando empieza o termina? ¿Qué características debe tener un determinado sujeto para poder ser considerado persona y qué es lo realmente decisivo para que una vida biológicamente humana sea considerada “persona”? ¿Cuando se deja de tener vida humana personal? ¿Cuales son los derechos consiguientes a la realidad de la “persona” insuficientemente desarrollada o de la “persona” en sus estados terminales? Hasta qué punto debe la sociedad proteger a la persona contra el homicidio? 4. Cuando hay conflictos entre la vida humana y otros bienes personales ¿se justifica que una persona utilice a otra persona como “medio” o “instrumento” a su servicio personal, sin implicar el desarrollo del otro sino su utilización o manipulación?. ¿Cuando y en qué circunstancias -si existenes lícito que un ser humano viole la conciencia y la dignidad de una persona?. ¿Puede el Estado autorizarlo en algún caso? ¿Una persona humana merece respeto absoluto o relativo?. Sin lugar a dudas, con este tema nos introducimos en el más importante problema antropológico y ético que se haya planteado la humanidad. De ahí que pretendemos exponer en primer lugar cómo se ha planteado el concepto de persona a lo largo de la historia y luego examinaremos cómo podemos enfocarlo en la actualidad. e.1. LA PERSPECTIVA HISTORICA No se puede aplicar nada del sistema jurídico occidental sin entender el concepto persona. La Convención americana de derechos humanos (ley uruguaya 15.737) lo define de la siguiente manera: “Persona, a los efectos de esta Convención, es todo ser humano” Esta Convención de Derechos Humanos ratificada por todos los países de América es el punto final de un largo proceso intelectual que se origina en los griegos, pasa por los teólogos cristianos y finaliza con la Ilustración. Veamos los rasgos más fundamentales de este itinerario: a. Noción griega. El término latino tiene, entre sus significados, el mismo que el vocablo griego 1 J.G.CAFFARENA. Persona y ética teológica. En M.Vidal, Conceptos fundamentales de ética teológica. Madrid: Trotta, 1992,167-185; P.RICOEUR, Sí mismo como otro. Madrid: Alianza, 1996. OFT. Bioética Humanista. Vol.1. Fundamentos 2 prosopon: máscara. Era la máscara que cubría el rostro de un actor al desempeñar su papel en el teatro2. Persona era pues, el "personaje". También parece originarse este concepto persona del verbo "personare": sonar a través de algo que tenga un orificio o concavidad o amplificar la voz a través de una máscara. Se discute si los griegos tuvieron una clara idea de la persona. No obstante, el concepto -al menos-, fue usado por ellos en su sentido jurídico, como "sujeto legal". Algunos dicen que Sócrates tiene una cierta "intuición" del hombre como personalidad que trasciende su ser "parte del cosmos" o miembro del Estado. Platón, que tenía una visión dualista del ser humano, considera que lo propio de éste, es decir, lo que lo hacía ser tal, era su principio espiritual, su alma, sus "ideas", su racionalidad espiritual e inmaterial, pero no denomina como "persona" a tal realidad espiritual. b. Noción cristiana. Los primeros en elaborar la noción de persona fueron los teólogos cristianos, que en el Concilio de Nicea del 325 tuvieron la necesidad de distinguir como diferentes en Cristo, a su “naturaleza” (lo que lo hace igual a otros individuos de su misma especie) y a su “persona” (lo propio y exclusivo suyo). Contra los que le atribuían a Cristo una sola "naturaleza" (la divina o la humana) y contra los que negaban su "naturaleza humana", los Padres del Concilio de Nicea expusieron que Cristo tenía una doble naturaleza (la divina y la humana) pero una sola persona indivisible (Jesucristo, el hombre concreto e individual). La categoría persona fue para los teólogos lo que permitió unir en un individuo, lo humano y lo divino, lo inmanente y lo trascendente, lo material y lo espiritual. S. Agustín aporta un nuevo elemento que enriquece el concepto. El obispo de Hipona afirma que las personas no pueden ser consideradas como simples substancias (tal como puede ser un ropero o un león) sino que cada “persona” es un núcleo único de relaciones espirituales, culturales, intelectivas, físicas, sociales, que constituye su "experiencia" intransferible e íntima. La idea de persona en Agustín deja de tener la connotación de "exterioridad" para enfocarse a la "intimidad". Desde esa "intimidad" –absolutamente propia de cada individuo-, éste se relaciona experiencialmente con las demás -y especialmente con Dios-, de una forma tal que constituye su "modo propio" e instransferible de ser. Para S.Agustín, la persona es aquella dimensión exclusiva e irrepetible que tiene cada miembro del género humano. c. Boecio. Su definición es la más célebre que jamás se haya formulado en la historia del pensamiento occidental. Fue tomada como base por casi todos los pensadores medievales: naturae rationalis individua substantia ("la persona es una sustancia individual de naturaleza racional"). Es decir, una sustancia, un ser, que existe por derecho propio ("sui juris"), que es incognoscible en su totalidad y que tiene algo "de suyo" que le es propio y últimamente intrasferible. d. Santo Tomás de Aquino. Entre los individuos que son racionales, -es decir los que poseen el dominio de sus propios actos y la capacidad de actuar por sí mismos- la característica de ser 2 . FERRATER MORA. Diccionario. Art. Persona. Alianza Editorial. Madrid 1979. Reconstruiremos este recorrido histórico retomando la síntesis de este reconocido y prestigioso filósofo. OFT. Bioética Humanista. Vol.1. Fundamentos 3 "persona" es lo que los distingue de todas las otras "sustancias individuales", sean humanas, o animales. Para Tomás de Aquino, "persona es lo que hace que ciertos individuos dotados de libertad, se mantengan en la existencia como un todo independiente frente al mundo y frente a Dios. El define a la persona como “subsistente individual de naturaleza racional”3 e. Leibnitz. Para este autor la palabra persona trae consigo la idea de "un ser pensante e inteligente, capaz de razón y de reflexión que puede considerarse a sí mismo como él mismo; como la misma cosa que piensa en distintos tiempos y en diferentes lugares. Esto lo hace únicamente por medio del sentimiento que posee de sus propias acciones" 4 f. Kant. Se es "individuo" humano, para Kant, en tanto se está "determinado" "pre-fijado" en el ser. La persona en cambio, es "lo" libre; y su ser consiste precisamente en esa libertad. Mientras que el "individuo" sería lo prefijado, la “persona” sería lo capaz de obrar éticamente. Kant la definió como "la libertad e independencia frente al mecanismo de la Naturaleza entera consideradas a la vez como la facultad de un ser sometido a leyes propias, es decir, a leyes puras prácticas establecidas por su propia razón"(id.). "Es la libertad de un ser racional (de ponerse) bajo leyes morales"5 por el mismo hecho de ser racional. Para Kant, la persona es lo que hace que un individuo humano deba ser considerado fin en sí mismos y que no pueda ser jamás utilizado como medio...6 La “persona” es el fundamento de la ética o el valor supremo de la ética. g. Max Scheler y el personalismo. Para este autor la persona es un centro dinámico de actos y la que da unidad a esos actos que son a la vez exteriores e íntimos, racionales y emocionales. No existe persona que no se trascienda, es decir que no salga de sí hacia los valores. Esos valores pueden ser divinos (Dios) o humanos. Ese salir hacia los valores de un modo propio es lo que le da a la persona su característica individual y su trascendencia. h. Feinberg.7. La tendencia a ir reduciendo el concepto persona a sus potencialidades intelectuales es particularmente claro en este autor contemporáneo, que define a la “persona” como el individuo que tiene: 1.conciencia, 2. posesión de un concepto de sí mismo, 3. Autoconciencia, 4.capacidad de razonar y adquirir conocimiento. 5. capacidad de planificación, 6.capacidad de actuar según lo propuesto, 7. capacidad de sentir emociones, 8. Capacidad de sentir placer o dolor. Fletchner8 va más allá que Feinberg al poer ciertos criterios tales como: 1. tener una inteligencia mínima (no menor de 40 en el Test de Inteligencia Standard), tener capacidad de comunicación, tener curiosidad, un sentido de identidad, autocontrol, preocupación por los demás, 3 R.LUCAS, Antropología y problemas bioéticos. Madrid: BAC, 2001, 84. 4 . FERRATER MORA, op. cit. p.2553 5 . Id. 6 KANT, I., Fundamentación de la metafísica de las costumbres. Madrid: Tecnos, 1989. 100-103. J.FEINBERG.The problem of personhood. En BEAUCHUMP Y WALTERS, Contemporary issues in bioethics. Belmont: Wadsworth Publ.Co., 1982 8 IB., 7 OFT. Bioética Humanista. Vol.1. Fundamentos 4 etc. Con Leibnitz y Kant, la categoría “persona” queda asimilada, o se considera equivalente, a capacidad de racionalidad de un individuo. El pensamiento de la Ilustración –en general- lleva a restringir el concepto persona a uso de razón y capacidad de ejercer la libertad. e.2. LA “PERSONA” DESDE LA EXCELENCIA La conciencia de dignidad de la persona humana no se ha debilitado en la época contemporánea, sino al contrario, se ha incrementado. Puede decirse que hay un cierto consenso entre los pensadores modernos de diversas corrientes, en que una persona en sentido pleno, -desde la excelencia- posee ciertas características tales como: racionalidad, autoconciencia, responsabilidad ética, creatividad y identidad de sujeto9 Considerar a la “persona-plenamente-desarrollada” desde la excelencia significa describirla como centro de una auto posesión o libertad que le permite situarse en el mundo y en el tiempo de forma exclusivamente individual. Por el contrario las actividades de los animales no son “suyas” sino comunes a su especie, a su naturaleza, a su ambiente, a su circunstancia. La naturaleza de la especie, predetermina que un animal sea de una manera "condicionada" y actúe con un comportamiento previsible. El animal sólo es una instancia particular de su naturaleza que actúa como miembro de su especie. La “persona-plenamente-desarrollada” en cambio, es capaz de "sufrir" y "soportar" los determinismos que crea la naturaleza pero también es capaz de rebelarse contra las condicionantes de su especie. En otras palabras es capaz de aceptar ser esclavo, por no poder ser libre, pero de una forma consciente. Y eso mismo muestra que hay en la “persona-plenamente9 Pedro Laín Entralgo en su libro Teoría y Realidad del otro, expone que persona plenamente desarrollada implica que se den las siguientes características estructurales y descriptivas: - conformación: es decir la capacidad de integrar armónica y sistémicamente los elementos que conforman el "todo" (anátomo-neuro-químico, espacio-temporal, psíquico-socio-relacional-espiritual) de un sujeto. - individualidad: o irrepetibilidad, es decir, identidad diferente a los demás de su especie y forma de ser que no proviene de lo que otros también comparten dentro de su misma especie (la naturaleza) sino de algo propio que la persona va conformando por la manera como se orienta hacia los valores. - personeidad: es decir, interioridad, intimidad, conciencia de sí mismo y de tener una identidad, capacidad de auto poseerse a sí mismo de forma real y creativa - inabarcabilidad: una persona nunca puede ser explicada totalmente sino que permanece como "misterio" - inacabamiento: una persona siempre es centro de creación, de proyectos futuros, de búsqueda de la verdad, del amor, de la felicidad - impredicibilidad: una persona no actúa de forma predeterminada sino libre, es decir, su futuro no puede ser predicho como sucede con los objetos o con los seres que actúan por instintos. - apertura: una persona no es un núcleo cerrado sino lugar para el encuentro y la comunicación. Encuentra lo mejor de sí mismo en la medida que reconoce en otro, a un ser tan digno de existir como él y tan lleno de misterio como él. - indigencia: no se basta a sí mismo, necesita de los demás, necesita vivir en sociedad, de ahí que algunos lo llamen "animal político" Cfr. LAIN ENTRALGO,P. Teoría y realidad del otro. Madrid: Alianza, 1983. OFT. Bioética Humanista. Vol.1. Fundamentos 5 desarrollada” una característica propia que la hace ser única frente a su especie. Cada uno acepta para sí la dosis de determinismo que le presenta la naturaleza bio-psico social de la que forma parte; o arriesga hacer brechas de libertad y de decisión, con un estilo y forma que es característica propia de cada uno. Teniendo en cuenta esto, la nota más relevante de una “persona-plenamente-desarrollada” es el hecho de ser centro de decisión frente a cualquier determinismo; y ejercicio de esa potencialidad para hacer brechas de libertad en los determinismos, agrandando y dinamizando su autonomía frente a la realidad. Dicho de otra manera, la persona es lo opuesto al condicionamiento de la realidad. Forma parte de los caracteres esenciales de toda “persona-plenamente-desarrollada” el poder tener conciencia de ser centro de decisión que la lleva a reivindicar para sí, el ejercicio de la autonomía y de la libertad. Ninguna persona consciente y libre admitiría que es "bueno" ser manipulada como medio al servicio de otra “persona-plenamente-desarrollada”. Al haber enfocado la conceptualización de la “persona” desde la excelencia hemos puesto de relevancia los aspectos intelectivos y voluntarios del individuo humano, como notas distintivas de una “persona-plenamente-desarrollada ". Aunque esta noción de “persona-plenamente-desarrollada” –enfocada desde la excelenciatenga muchos elementos válidos, resulta insuficiente para decidir sobre los casos límites, aquellos en los que se duda de si un determinado ser con vida biológica humana deba reconocerse como capaz de tener el estatuto ontológico de persona. Tal sería el caso de los embriones antes de los 15 días, los anencefálicos, los que tienen electroencefalograma casi plano, los dementes terminales, los esquizofrénicos autistas, débiles mentales severos, etc. etc. e.3. LA “PERSONA” DESDE LA INDIGENCIA Lo realmente decisivo desde el punto de vista ético, no es situarnos únicamente frente a los individuos humanos con "plenitud" de humanidad (a esto hemos llamado “persona-plenamentedesarrollada”, fines en sí mismos, nunca medios), sino ante cualquier individuo vivo de la especie humana, independientemente del estadio de desarrollo biológico en el que se encuentre (ancianoadulto-niño-feto-embrión) a fin de preguntarnos si todo individuo de la especie humana –por el hecho de serlo- deba ser considerado, simultáneamente, “persona”. En ese sentido podremos preguntarnos si hay algún motivo, -racionalmente entendible y éticamente justificable- para que unos miembros de la especie (personas-plenamente-desarrolladas) decidan si otros individuos de la misma especie (personas-desde-la-indigencia) deban permanecer en la existencia de la “comunidad de personas”; o ser excluidos de ella. Para resolver esta dificultad hemos de comprobar –lo más objetivamente posible- cuando y cómo comienza un individuo de la especie humana. OFT. Bioética Humanista. Vol.1. Fundamentos 6 e.3.1. Los “hechos” biológicos del inicio del individuo humano Una vez fecundado el óvulo (23 cromosomas) por el espermatozoide (23 cromosomas) y producida la singamia o primera división celular (unas 36 hs., después de la relación sexual fecundante), las dos células iniciales ya cuentan con 46 cromosomas. La primera división celular es la que propiamente debería llamarse “concepción” del cigoto humano, puesto que recién ahí está completamente organizado, como un todo, el nuevo cuerpo embrional de 46 cromosomas articulados con sus respectivos genes. Lo extraordinario de esta primera división celular es que aquel lugar o sector de la membrana del óvulo que fue penetrada por el espermatozoide, marca la célula que será ubicada en la línea cabeza-pies del embrión humano. Ese sector de la membrana del óvulo conformará la célula 1ª, la que en el futuro se diferenciará para formar el cuerpo del embrión. La 2ª célula, -la que se ubica en el polo opuesto- será la que luego evolucionará para formar las membranas que envuelven el embrión en la bolsa amniótica. A partir de las dos células iniciales del embrión humano10 es decir, 48 hs después de la fusión del espermatozoide con el óvulo, comienzan a expresarse los genes propios del embrión humano, porque ya es posible reconocer los polipéptidos (proteínas exclusivas) que ellos generan. Aparecen entonces numerosos ARN con proteínas nuevas, que antes no se encontraban en las trompas de Falopio de la madre. Esas proteínas nuevas y exclusivas del embrión no son producidas por ninguna célula de la madre sino únicamente por el nuevo organismo que –por el momento- flota en las trompas de Falopio. El embrión humano tiene pues, una “fábrica” exclusiva de proteínas que no depende de la programación genética materna, sino de su propia estructura y sistema informativo. Es decir, la evolución del embrión o individuo humano ya iniciado sigue desenvolviendo el cronograma de activaciones proteicas que es siempre igual en la especie humana y que tiene mucha similitud con las demás especies de mamíferos. El sistema de información genético propio del embrión es imperturbable y coherente: una etapa sucede a la siguiente de forma concatenada y según un diseño biológico pre-establecido en los genes de las células iniciales del embrión; éste sólo necesita adquirir los solutos y nutrientes, seleccionando del ambiente materno aquellos estímulos apropiados para continuar su proceso. Y el sucesivo “encendido” de ese programa “informático” biológico se da, tanto en el ambiente materno como fuera de él, con lo cual es evidente que lo único que necesita el embrión humano inicial (sea en el estado de blastocisto, o gastrocisto) es el de tener los nutrientes y solutos adecuados para ejecutar el programa contenido en sus genes. 10 . SERRA,A. El Embrión humano, ciencia y medicina. En: AAVV. La vida humana: origen y desarrollo (Reflexiones bioéticas de científicos y moralistas). Madrid: UPCO, 1989.. A.Serra es Profesor de Genética y director del Instituto de Genética humana de la facultad de Medicina de la Universidad.S.Cuore de Milán. OFT. Bioética Humanista. Vol.1. Fundamentos 7 Los datos mencionados indican la cantidad de genes que ya están en funcionamiento en los primeros 3 días iniciales según un preciso diseño de activación y desactivación contenido en el “cuerpo” del embrión, cuya codificación está organizada en el genoma de sus células y que no son programados por la madre. Esta información permite que las células embrionarias formando un “todo” comanden su proceso de desarrollo en una vinculación, necesaria sí, pero extrínseca con el medio materno, sin lo cual tal desarrollo no puede ejecutarse. La cantidad de genes activados y proteínas generadas en la etapa previa a la implantación en las paredes del útero (antes de los 15 primeros días de vida) sugiere que no es biológicamente exacto pensar que el día 14-15 es una fecha con significado biológico preeminente sobre todas las demás “fechas” del embrión y sobre los otros fenómenos previos al fin de la implantación, recién mencionados. Lo característico del embrión humano en sus estadios iniciales es que tiene un “programa de activación de información” que, como todo sistema de comunicación, está abierto a modificarse por la interacción con el medio ambiente. Sin embargo, este programa de activación o de adquisición de información es definido y exclusivo suyo. Rechazará ciertas informaciones y, por el contrario, incorporará determinados estímulos del medio, según que éstos sean aptos para ajustarse a los mapas o redes de datos que ya dispone en sí mismo. Este “programa de activación de información” permite dirigir la embriogénesis y el proceso de diferenciación de las células, en un sentido determinado y no en otros muchos posibles; así como dirigir el proceso de incorporación de nueva información para el desarrollo. Y si en la interacción con el medio no puede llevar a cabo dicho programa, sucumbe y muere. Se ha podido comprobar que si una célula se separa de ese todo (células estaminales) su evolución se vuelve errática y puede derivar en un comportamiento tumoral. Dicho en otras palabras el proceso de diferenciación del embrión no está “comandado” por las informaciones que provienen del ambiente materno sino que los controles de desarrollo normal de este organismo “nuevo” están gobernados por la información propia del embrión. Los datos científicos antes expuestos son los que nos permiten saber que, biológicamente, el embrión humano es un individuo irrepetible (único) de la especie humana que tiene un programa de información genética concatenado y coherente, distinto del de las restantes células del ambiente materno donde se desarrolla. Y retomando las mismas palabras del Genetista Juan Ramón Lacadena11 podemos decir: “Desde el punto de vista genético, el desarrollo puede definirse como un ‘proceso regulado de crecimiento y diferenciación resultante de la interacción núcleo-citoplasmática, del ambiente celular interno y del medio externo, de tal manera que, en su conjunto, el desarrollo constituye una secuencia programada de cambios 11 . LACADENA,J.R. "Status" del embrión previo a su implantación" En: AAVV. La vida humana origen... o.c.,3540. Lacadena es profesor de Genética de la facultad de ciencias biológicas de la Universidad Complutense de Madrid y autor de un extraordinario tratado de Genética Humana que es libro de texto en numerosas facultades de España y Latinoamérica. OFT. Bioética Humanista. Vol.1. Fundamentos 8 fenotípicos (de apariencia externa), controlados espacial y temporalmente, que constituyen el ciclo vital del organismo’. Es decir, al producirse la fecundación de los gametos, se origina el cigoto, que reúne, ya desde el mismo instante de su formación, toda la información genética necesaria para programar la formación del nuevo ser, de manera que, de no mediar alteraciones de cualquier tipo que interfieran con el proceso, a partir del momento que empiece a funcionar el primer gen en dicha célula inicial única, la programación genética conducirá inexorablemente a la formación del individuo adulto” En el mismo sentido, dice C.Alonso Bedate SJ12 “El cigoto tiene la información que necesita para la generación de las moléculas que formarán la estructura de la persona que existirá en el futuro, es decir, está en posesión de la información específicamente humana. También tiene la información cromosómica indispensable para dar comienzo al proceso de diferenciación. El cigoto posee las moléculas que tienen el potencial para adquirir la capacidad informativa. Aquel potencial de capacidad informativa se adquiere con el tiempo por interacción con otras moléculas....El hecho que define con mayor precisión el carácter de inviolabilidad del cigoto humano es ser la entidad biológica que de forma automática desencadena el proceso autogénico del individuo humano. A ninguna otra célula se le puede aplicar tal significado biológico, ni se le puede aplicar el valor de relación término de individuo nacido que tiene el cigoto”. Por último, las afirmaciones de François Jacob13, -el premio nobel de Biología junto con Monod, y uno de los más célebres científicos del mundo- son categóricas: “Después de la fertilización del huevo, el desarrollo embrional tiene lugar en un orden fijo y de acuerdo a una agenda precisa determinada por el programa genético contenido en los cromosomas. Ese programa precisa cuándo y dónde van a emerger líneas de células diferenciadas, cuándo y dónde van a ser hechas, y en qué cantidad, diferentes proteínas. Tanto la calidad como la cantidad de las diferentes proteínas varían en el tiempo y en el espacio, durante el desarrollo. El programa genético se ejecuta mediante complejos circuitos reguladores, que “prenden” o “apagan” las diferentes actividades bioquímicas del organismo” Teniendo en cuenta todos estos datos que provienen de la embriología y la genética, se puede decir que –biológicamente- el embrión desde sus estadios pre-implantatorios (a partir de la primera división celular) es: 1. un nuevo sistema informativo autónomo 2. coordinado y comandado coherentemente desde sí mismo 3.continuo y 4. gradual. Esta evidencia biológica no es una “opinión”, ni una “creencia”. Es lo que “está ahí” y puede comprobarse científicamente. e.3.2. El embrión humano es “persona” desde que es individuo de la especie En consecuencia, el embrión en sus primeros días después de la concepción tiene las siguientes condiciones biológicas: 12 . ALONSO BEDATE y CEFALO,R.C. "El zigoto: ser o no ser una persona" Lab.Hosp., 1990, 217:231-233. Alonso Bedate es Profesor de biología molecular en la Universidad Autónoma de Madrid e investigador del Consejo superior de Investigaciones Científicas de España. 13 . JACOB,François. En BALABAN,M (Ed.) y AAVV. Biological foundations of human nature, The Katzir - Katchalsky Lecture Series. New York: Acad.Press New York, 1983, 19-42. OFT. Bioética Humanista. Vol.1. Fundamentos 9 1ª: Aptitud genética: se trata de un organismo individual que pertenece, desde el punto de vista de su componente genético, a la especie humana y su genoma es apto para incorporar14 1. de forma coordinada, 2. continuada, y 3. gradual, las informaciones necesarias para llegar a término el desarrollo de su especie. No hay separación clara entre una etapa y otra del desarrollo embrionario, que se presenta como un proceso continuo marcado por apariciones de funciones que se van desarrollando a partir de estructuras previamente existentes o que se van desenvolviendo a lo largo de la gestación. 2ª: Aptitud neuro-fisiológica: se trata de un individuo “vivo” de nuestra especie. Vivo significa que su sistema nervioso tiene la capacidad –en acto o en potencia15- para hacerlo respirar sin asistencia ventilatoria artificial, mientras sus restantes órganos se mantienen capaces de funcionar por sí mismos16 o de ser sustituidos artificialmente en su función. Un individuo que tenga estas aptitudes biológicas y ontológicas, tiene en sí la razón suficiente como para ser tratado de la misma manera que los restantes miembros con plenitud ontológica de la especie. Es decir, debe ser considerado “persona”. En consecuencia, un embrión de la especie humana, por sus características biológicas, tiene en sí mismo las aptitudes genética y neuro-fisiológica correspondientes a la de un individuo vivo de la especie, y pese a no tener todavía la plenitud de sus atributos ni poder ejercer autónomamente sus derechos, (como la persona-plenamente-desarrollada) merece ser protegido por la norma ética y por el estatuto legal que prohíbe el homicidio Este organismo humano (persona-desde-la-indigencia) debe ser reconocido jurídicamente como sujeto de los derechos formulados en la Declaración Universal de Derechos humanos, incluyendo el derecho a permanecer con vida. Esta postura considera que la personeidad es una realidad ya presente desde el momento que biológicamente tenemos la evidencia de que existe un organismo biológicamente humano; aunque sea indigente. En consecuencia, puede afirmarse éticamente que no hay razones basadas en lo biológico para afirmar que no está ya al principio lo que luego se desarrolla en plenitud. Recordemos que las características más reivindicadas de la especie humana, es decir, la racionalidad, autoconciencia y libertad, sólo se adquirieren después que se llega a un grado mínimo de desarrollo psicoafectivo y neurológico, bastante después del nacimiento. A diferencia de la propuesta sustentada por otros autores vemos que el derecho a permanecer en la existencia humana es un atributo que no depende de la valoración social, sino 14 A.SERRA, Identidad y estatuto del embrión humano: la contribución de la biología. En AAVV., Identidad y estatuto del embrión humano. Madrid: Ed.Internacionales Univ., 2000, 139-141. 15 En potencia estaría el embrión; en acto, un paciente en estado vegetativo persistente. 16 Esto quiere decir que, -descartando el enfriamiento o la intoxicación farmacológica- ese individuo no tiene electroencefalograma plano durante más de 6 hs. O, por el contrario, si todavía tiene ondas eléctricas cerebrales, su sistema neurológico está en proceso de desarrollo. OFT. Bioética Humanista. Vol.1. Fundamentos 10 del hecho de pertenecer biológicamente a la especie cuyos miembros tienen esos derechos. De ahí que no se vea cómo no reconocer en los estadios iniciales de la vida de un individuo de esa especie, lo que se atribuye de otro, cuando está en su plenitud ontológica. En otras palabras, la razón suficiente para ser considerado persona no es que se tenga racionalidad y capacidad de libertad, sino el hecho mismo de pertenecer corpóreamente a la especie humana. En ese sentido la Convención Americana de Derechos humanos (ley uruguaya 15.737) tiene razón al decir que: “Persona, a los efectos de esta ley, es todo ser humano” (Art.4). Según esta postura, hay una relación intrínseca (o interna) entre pertenecer a la especie cuyos miembros son centros de autonomía personal, y la de merecer el mismo respeto como personas, al igual que cualquier otro miembro de esa especie. De dicha afirmación ontológica se sigue, como consecuencia ética ineludible, que el embrión debe ser respetado siempre como fin y nunca como medio para otra cosa que no sea su pleno desarrollo como persona-plena. Esto nos situa en la larga tradición filosófica que siempre definió a la "persona" como una "sustancia individual" que pertenecía a una "naturaleza de tipo racional", tal como lo formulaba Boecio y Tomás de Aquino.