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Quinto Curso Básico de Viveros y Producción de Planta EL MANEJO DE AGUA EN LOS CULTIVOS Y EL ENDURECIMIENTO DE LAS PLANTAS CULTIVADAS EN VIVERO Pedro Villar Salvador Centro Nacional de Mejora Forestal " El Serranillo" D.G.CO.NA.- Ministerio de Medio Ambiente Apdo 249 19080 Guadalajara C.E. : serranillo@dgcn.mma.es 1) Importancia del agua en el cultivo de plantas. El agua es uno de los factores más importantes en el cultivo ya que influye directamente en el crecimiento de las plantas. Es el vehículo por el que la planta toma las sales minerales, es esencial para que los tejidos y órganos puedan crecer y elongarse, permite la refrigeración de las hojas a través de la transpiración y es la matriz donde se producen todas las reacciones químicas de las células. Durante el día la planta toma el agua contenida en el sustrato gracias a la evaporación del agua en las hojas al abrirse los estomas. Esta agua perdida por evaporación debe ser repuesta y la planta lo hace tomándola del suelo a través de las raíces y subiéndola por el interior del tallo. En este proceso de absorción de agua se produce la toma de nutrientes del suelo. Por lo tanto cuanto más activa sea la toma de agua más activa será la toma de nutrientes minerales. Por otro lado si la planta encuentra el suelo seco tenderá a ahorrar agua a base de cerrar los estomas, lo que redundará en perjuicio de la fotosíntesis, que es el medio por el cual las plantas producen su sustento. El crecimiento de los vegetales también está estrechamente ligado a su contenido hídrico. Cuando un órgano (tallo, hojas) crece es debido a que las células que se han formado por división se expanden hasta alcanzar su tamaño final. Esta expansión, que más bien podemos hablar de hinchado, se produce gracias a que el agua entra en el interior de las células recién divididas y las hincha causando su elongación, como si llenáramos un globo de aire. Cuanto mayor sea el contenido de agua de una planta, mayor será la fuerza con la que las células se expanden y mayor será el crecimiento del órgano. Cuando a la planta le falta agua, por ejemplo porque el cultivo está seco, dispondrá de menos agua y, por tanto, la fuerza de expansión de las células será menor siendo la consecuencia la formación órganos más pequeños (plantas más pequeñas). Esto no debe producirse en el cultivo. Otra función del agua en la planta es la de refrigeración de las hojas. Cuando hace mucho calor y/o la planta está a plena insolación, las hojas se pueden recalentar mucho y su maquinaria fisiológica verse dañada, repercutiendo negativamente en su crecimiento. Para ello los vegetales mantienen la temperatura de sus hojas por medio de la transpiración hace que las hojas se enfríen debido al proceso de evaporación de agua. En la Figura 1 se recoge de manera esquemática la importancia del agua en los cultivos y el efecto negativo de su falta sobre las plantas. 1 Pedro Villar Salvador Quinto Curso Básico de Viveros y Producción de Planta Afecta a : Consecuencia Fotosíntesis Crecimiento y reservas de azúcares Elongación células Crecimiento : plantas pequeñas Transpiración Sobrecalentamiento foliar Absorción de nutrientes Deficiencia nutrientes : plantas pequeñas Falta de agua en el cultivo Figura 1. Intervención del agua en los procesos vitales de la planta y el efecto de su falta en las plantas. Otra función del agua en los cultivos es la que se le puede dar para amortiguar el efecto de las heladas sobre las plantas. El riego se aplica en estos casos desde que la temperatura baja del punto de congelación hasta que el hielo ha quedado fundido. La capa de hielo que se forma proporciona un cierto aislamiento a las plantas. Esta práctica no puede emplearse con heladas muy severas, pero se han logrado salvar cultivos con temperaturas de hasta -8ºC. La cantidad de agua a aplicar varía con la temperatura que se ha de superar y la velocidad del viento. 2) Cantidad y calidad del agua de riego. La cantidad y la calidad del agua de riego son factores muy importantes para la calidad del cultivo. Por tanto, la posibilidad de disponer de agua en cantidad suficiente y de calidad adecuada son criterios muy importantes a la hora de decidir donde vamos a instalar nuestro vivero. En general, para satisfacer todas las necesidades del vivero se precisa de gran cantidad de agua. Además del riego de las plantas propiamente dicho, el agua es necesaria para otras actividades como el lavado de los sustratos, la refrigeración de los invernaderos (si los hay), para hacer tratamientos fitosanitarios, etc. La necesidad de agua es siempre máxima durante el verano y depende mucho de las especies cultivadas y el clima en el que se ubica el vivero. Como referencia del uso de agua Landis et al (1989) citan que para el cultivo de 1000 coníferas el gasto de agua puede variar entre 42 y 95 litros de agua por semana. 2 Pedro Villar Salvador Quinto Curso Básico de Viveros y Producción de Planta ¿De dónde podemos obtener el agua para las necesidades del vivero? Se puede extraer de un río, lago o pantano próximo (con los permisos correspondientes) y que podemos almacenar en depósitos para ir aprovechándola paulatinamente, o bien extraerla de pozos. La ventaja de estos últimos es que el agua es más limpia desde el punto de vista del contenido de esporas de hongos patógenos o semillas de malas hierbas que pueden infestar nuestro cultivo. Importancia de la calidad del agua. Además de tener garantizada la cantidad suficiente de agua, ésta debe de ser de suficiente calidad y si no la es deberemos de tratarla para que pueda tener un mínimo de calidad. La calidad del agua tiene dos componentes. Una química, que se refiere sobretodo al grado de salinidad, es decir, a la cantidad y el tipo de sales disueltas, pero que también puede referirse a otros compuestos químicos no deseables como son pesticidas y metales pesados. La segunda componente de calidad del agua es la calidad biológica, que en esencia hace referencia a la cantidad de esporas de microorganismos patógenos, algas y de semillas de malas hierbas presentes. La salinidad del agua es la resultante del conjunto de sales disuelta en ella. Cuando una sal se disuelven en el agua se liberan iones que son los responsables de la mayor o menor conductividad eléctrica del agua de riego. Estos iones pueden ser absorbidos por las plantas y la mayoría de estos iones en cantidades no elevadas son beneficiosos para las plantas, ya que la mayoría constituyen los nutrientes minerales que necesitan para su crecimiento. Sin embargo, cuando algunos de estos iones están presentes en cantidades muy elevadas, la planta puede sufrir daños o incluso morirse (aguas muy salinas). La salinidad del agua se puede medir de dos formas: 1) Midiendo su electroconductividad, se mide en unidades de conductancia, a una temperatura prefijada que suele ser de 25ºC. Las unidades utilizadas son los Siemens por centímetro (S cm-1) o bien mhos por centímetro, siendo esta última una unidad de medida más antigua y que los electroconductivímetros actuales no emplean. Cuanto mayor sea la salinidad del agua mayor será su elelectroconductividad. Es aconsejable que la electroconductividad del agua de riego mezclada con la solución fertilizante que recibe una planta no exceda de 2.700 microSiemens (µS cm-1). La diferencia de electroconductividad entre el agua de riego o fertirrigación y el agua que se libera por el fondo de los contenedores después del riego (lixiviado) no debe exceder de 300-400 µS cm-1. Lo contrario indicaría un exceso de concentración de sales en el substrato y sería necesario proceder a riegos hasta llegar a valores normales. 2) Los sólidos totales disueltos: se determinan pesando una cantidad determinada de agua, evaporándola y volviendo a pesar el depósito de sales resultante. Una estimación de los sólidos totales disueltos en ppm se puede obtener multiplicando la electroconductividad medida en microsiemens por cm. por 0,64. 3 Pedro Villar Salvador Quinto Curso Básico de Viveros y Producción de Planta Cuando se decide la instalación de un vivero, es esencial conocer la calidad del agua que vamos a disponer. Para ello debemos de recoger una muestra de agua y llevarla a un laboratorio que nos la pueda analizar. Es recomendable, en la medida de los posible, que se hagan análisis a lo largo del año ya que la calidad fluctúa en el tiempo. En la Tabla 1 se refleja qué aspectos y componentes de la calidad del agua deben ser conocidos. Tabla 1. Componentes y aspectos de la calidad del agua que deben ser pedidos en un análisis de agua para un futuro vivero de contenedor. Parámetros Conductividad eléctrica pH Concentraciones de Amonio Bicarbonatos Boro Calcio (Ca) Carbonatos Cloruros Fósforo (P) Magnesio (Mg) Micronutrientes Nitratos Potasio (K) Sodio (Na) Sulfatos Unidades µS /cm No tiene ppm, mg/l, meq/l Como ejemplo, en la Figura 2 se representa un análisis de agua estándar. En la figura aparecen los umbrales de toxicidad de determinados iones. En dicho análisis, se observa que la salinidad (EC) es muy elevada, entorno a 2060 µS cm-1. Teniendo en cuenta que debe desecharse la utilización de aguas con EC>1500 µS cm-1, siendo deseable que la EC sea inferior a 500 µS cm-1. En los viveros de contenedor los problemas de salinidad pueden acentuarse cuando se fertiliza mucho y cuando no se riega suficientemente el cultivo. No obstante, si se llevan los controles adecuados de medición regular de la electroconductividad tanto en el agua de riego o fertirrigación como en el agua del lixiviado no debe haber problemas con ninguna de las especies normalmente cultivadas. 4 Pedro Villar Salvador Quinto Curso Básico de Viveros y Producción de Planta Maximo 70 250 60 50 50 100 Figura 2. Resultado de un análisis de agua pedido a un laboratorio especializado en analítica de agua. El exceso de sales en el agua de riego conlleva dos grandes problemas. De un lado afecta a las plantas reduciendo su crecimiento, quemando las hojas e incluso causando la muerte de las plantas en los casos más agudos. Por otro lado, el exceso de sales produce la obturación de las boquillas de riego, disminuyendo su eficacia y la homogeneidad de la distribución del agua, tan necesaria para el buen desarrollo del cultivo. El exceso de salinidad en un agua es costoso de controlar, pero existen procedimientos físico que lo permiten. En concreto, las osmosis inversa y la desionización, desalinizan el agua de manera muy eficiente, pero con un costo muy elevado que les hace resultar poco aconsejables en viveros comerciales. El pH del agua indica la acidez o basicidad de la misma. En la España caliza dicho pH normalmente estará entorno a 7 o por encima de dicho valor. Esto debe tenerse en cuenta a la hora de cultivar ciertas especies cuyos requerimientos de pH sean especiales. El exceso de Ca (>100 ppm), que suele ir asociado con pH elevados, puede originar problemas de absorción de Mg y Fe, causando deficiencias de estos elementos, solventables aumentando la dosis de estos elementos en la fertilización. De la misma manera, un exceso de Mg (> 50 ppm) puede causar una dificultad de absorción del Ca. Las deficiencias de pH pueden ser parcialmente corregidas. Si el agua es muy básica, su pH se puede rebajar con ácidos que, además, pueden aportar 5 Pedro Villar Salvador Quinto Curso Básico de Viveros y Producción de Planta nutrientes, como es el caso de los ácidos fosfórico, nítrico y sulfúrico. La alcalinización del agua es mucho más difícil y si interesa es frecuente añadir algún corrector al sustrato, como polvo de dolomía. La acidificación del agua no conlleva un aumento apreciable de la salinidad. El exceso de carbonatos y bicarbonatos, más que originar toxicidad, producen un blanqueamiento de las superficies de las plantas que las afean y hacen poco atractivas de cara a su comercialización. El control de estos compuestos se puede hacer acidificando el agua. El control de la calidad de las aguas debe ser bastante continuo y realizarse al menos cada estación ya que la concentración de sales en el agua puede variar sensiblemente a lo largo del año. Las prácticas culturales para evitar acumulación de sales pasan generalmente por usar sustratos con buena porosidad y por la aplicación de riegos frecuentes que permitan la lixiviación de las sales sobrantes provenientes de la fertilización. Tampoco es bueno que se riegue con agua muy pura (EC<200 µS cm-1) ya que lavan muy intensamente las sales que introducimos en la fertilización, originando deficiencias de calcio y magnesio en las plantas. Se recomienda no regar con aguas con menos de 500 µS cm-1. Para controlar la población de patógenos y otros organismos no deseables es muy recomendable la cloración del agua. Las semillas de las malas hierbas y algunos organismos patógenos pueden ser eliminadas con filtros especiales. 3) ¿Cómo controlar la cantidad de riegos y el momento de efectuarlo? No existe una receta magistral que permita decir cuánta agua debemos de echar a nuestro cultivo. La cantidad de agua dependerá de los tipos de contenedores, substratos, de las especies que estemos cultivando, de la época del año, del clima en el que está enclavado el vivero, etc. Al final es la práctica y la experiencia la que dictamina la cantidad de riego. Es importante mantener un nivel adecuado de humedad en todo momento. No es bueno que los sustratos estén muy encharcados porque si no se produce un lavado excesivo de nutrientes y se reduce la cantidad de aire disponible para que las raíces puedan respirar. Tampoco es bueno la situación contraria, es decir, que el sustrato se seque mucho porque como ya hemos visto anteriormente afectará al crecimiento y nutrición de las plantas. En el caso de utilizarse turba como sustrato si ésta se seca demasiado volver a empaparse con el riego es muy difícil. Cuanto mayor sea el volumen de los contenedores mayor será la cantidad de agua almacenada en el sustrato y, por tanto, menor será la frecuencia de riego. Cuanto más poroso sea nuestro sustrato más tendremos que regar. Cuanto más grandes sean las plantas, más hojas tengan y, por tanto, su capacidad de transpiración sea más elevada, mayor será la cantidad de agua que habrá que aportar. Un modo de determinar cuando regar es determinar humedad contenida en los cepellones. Ello se hace ojeando los cepellones, pero para ello se necesita de una cierta experiencia. Hasta que se adquiera, existen otros métodos como son: 6 Pedro Villar Salvador Quinto Curso Básico de Viveros y Producción de Planta -La medida del peso de un grupo de contenedores de modo que cuando se alcance una pérdida de peso de las bandejas se vuelva a regar. Es una vía con mucho futuro porque es simple, fácil de automatizar y relativamente barato. -Control directo del estado hídrico de las plantas con un aparato llamado cámara de presión o cámara de Scholander. Es el mejor método pero es un tanto incómodo de utilizar en el vivero y caro. -Utilización de unos aparatos denominados TDR: estiman directamente la humedad del suelo. Son muy eficaces pero actualmente son muy caros, pero se están desarrollando modelos que en el futuro serán muy asequibles. Es muy importante decidir qué cantidad agua es necesaria para regar. Es preciso que la cantidad de agua sea suficiente para que se sature todo el substrato del contenedor e incluso se produzca una pequeña lixiviación, es decir, que percole un poco de agua por los agujeros de drenaje de los contenedores. Si no se expulsa todo el aire del contenedor se forma una capa seca bajo la primera capa húmeda que puede llegar a dificultar la humidificación de la parte baja del contenedor. Si esto llega a ocurrir las raíces crecerán mal y en vez de crecer hacia abajo tenderán a hacerlo hacia arriba, dando conformaciones de raíces muy defectuosas que después en campo impedirán a la planta desarrollarse adecuadamente. Además, puede producir concentraciones indeseables de sales. Las necesidades de riego son diferentes en cada fase de cultivo. Al realizar la siembra, al comienzo de la fase de establecimiento, el substrato debe saturarse completamente. Antes de la germinación, y en general durante toda esta fase, la principal pérdida de agua del sistema es por evaporación a través de la parte superior del contenedor. El riego debe realizarse en pequeñas cantidades y con alta frecuencia para ir reponiendo el agua en la capa de substrato superior del contenedor, en la que, además, estará contenida la semilla. La frecuencia es importante, ya que riegos excesivamente distanciados dejarán la semilla seca durante algún tiempo, lo que provocará una disminución de su germinación, y riegos excesivamente frecuentes, con un estado de encharcamiento en la zona donde se sitúa la semilla pueden favorecer el desarrollo de hongos que las pudran. Una vez que las semillas han germinado y ya se ha formado una pequeña plantita cuyas raíces han empezado a colonizar el alveolo del contenedor, comienza la fase de rápido crecimiento de las plantas. A partir de este momento la manera de regar debe de cambiar ya que ahora la nueva plantita empieza a evaporar el agua del sustrato, es decir, las pérdidas de agua de los contenedores no se producen solamente por evaporación sino también por transpiración de las plantas. Se recomienda mantener siempre los sustratos bien humedecidos (que no encharcados) para mantener las condiciones ideales de crecimiento de las plantas. En los cultivos de especies de hoja ancha (robles, castaños, nogales, cerezos) es importante tener en cuenta que sus hojas crean una capa que es difícil de rebasar por el agua del riego por lo que la cantidad de agua que se les debe aportar es mayor. En la fase de endurecimiento, cuando las plantas ya han alcanzado su tamaño final deseado, hecho que ocurrirá hacia finales del verano, la manipulación del riego es una de las 7 Pedro Villar Salvador Quinto Curso Básico de Viveros y Producción de Planta maneras más efectivas de iniciar la parada del crecimiento de las plantas antes de almacenarlas o transportarlas. Ya hemos dicho previamente que si las plantas no están bien regadas su crecimiento se frena o incluso se puede anular. Así, si en el vivero espaciamos los riego o regamos un poco menos para que las plantas puedan disponer de menos agua de manera que experimentan una ligera sequía (es muy importante que sea muy suave) la planta frenará su crecimiento. Este periodo deberá de llevarnos un par de meses hasta que los fríos invernales se echen encima y las plantas ya frenen su crecimiento por las bajas temperaturas. No obstante la eficacia de este proceso debe comprobarse para cada especie antes de generalizar su uso. Durante el periodo invernal los riegos se espacian más ya que las bajas temperaturas hacen que las plantas transpiren muy poco. No obstante, es importante que los capellanes permanezcan húmedos para que las plantas no sufran nunca deficiencias de agua y porque resisten mejor las heladas que si están secas. Es también importante evitar excesos porque de lo contrario el riesgo de pudrición es elevado. Cuando la planta sea vendida debe de ir muy bien regada para que durante el viaje y las tareas de plantación nunca llegue a secarse. 4) Tipos de sistemas de riegos. El método de riego que se debe seleccionar va a depender del tamaño del vivero. Se pueden emplear métodos automatizados de riego pero solo serán rentables en viveros grandes. En los viveros pequeños, que es el caso de la inmensa mayoría de los españoles convienen los manuales, en los que el operario enciende y apaga a voluntad. La forma habitual de regar en viveros de contenedor es por medio de sistemas que aportan el agua por encima de la planta. Dentro de estos tipos podemos distinguir varios tipos. Los difusores y aspersores están situados sobre una estructura móvil, que denominamos corrientemente carros, y que van moviéndose cultivo arriba y cultivo abajo regando las plantas. Otros sistemas son fijos y consisten en difusores colgados de un entramado de conducciones suspendido por encima del cultivo o bien en aspersores de rotación que van unidos a conducciones a ras de tierra. El sistema de riego debe de poder distribuir el agua uniformemente de modo que a cada planta le llegue más o menos la misma cantidad. La uniformidad de riego depende de cinco factores: - El diseño del difusor El orificio del difusor La presión del agua El espaciado y disposición del difusor El viento En cualquier sistema de riego, es importante que la gota de agua sea lo grande suficiente como para atravesar el follaje de la planta y reduzca en lo posible la deriva ocasionada por el 8 Pedro Villar Salvador Quinto Curso Básico de Viveros y Producción de Planta viento; pero a la vez que sea lo suficientemente pequeña para no causar salpicaduras que puedan levantar el sustrato o dañar a los germinados. La distancia de colocación de las boquillas de riego en las líneas de riego es un aspecto de gran importancia ya que determinará en gran medida la homogeneidad del riego. Es básico que estén a una distancia tal que se produzca un cierto solapamiento en los abanicos de agua difundido por cada boquilla tal como se indica en el siguiente dibujo. Es importante indicar que se debe controlar y comprobar la homogeneidad del riego ya que condiciona la regularidad de las partidas de planta. Debemos de darnos cuenta que muchas veces en el agua de riego introducimos fertilizante y pesticidas con lo que sí el riego no es uniforme se acentuarán las diferencias entre unas zonas y otras del cultivo. ¿Cómo comprobar la uniformidad y chequear nuestro sistema de riego? Material necesario: - Recipientes para recolectar agua: Hasta 50 o más recipientes pueden ser necesarios dependiendo de nuestro sistema de riego. Se pueden emplear vasitos de plástico o papel. Es fundamental que los recipientes sean idénticos. - Cinta métrica - Reloj, para cronometrar - Una probeta - Una calculadora o una hoja de cálculo Procedimiento Elegir un día o una hora sin viento, por ejemplo de madrugada. 1) Diseñar un retículo imaginario entre dos difusores en el que la distancia entre nudos sea de entre 15 y 25 cm (Figura 3). Sitúe los recipientes en dicha malla manteniendo la distancia entre recipientes de manera exacta. Dibuja la malla en un estadillo de tal manera que cada celda constituya un recipiente. 9 Pedro Villar Salvador Quinto Curso Básico de Viveros y Producción de Planta Difusor Recipientes Figura 3. Esquema de disposición en malla de los recipientes para la recogida de agua 2) Regar durante un cierto tiempo y mide la duración. Posteriormente mide la cantidad de agua caída en cada recipiente con la probeta y anótalo en el estadillo 3) Analizar los datos: Variabilidad de la distribución del riego. Para ello debemos de calcular el coeficiente de uniformidad de acuerdo con la siguiente fórmula CU= 100 * [ 1 – (B / A)], donde A= es la media aritmética de las determinaciones de volúmenes ([V1+V2+V3+....Vn] / nº de recipientes) y B= a la desviación típica de las mediciones de agua caída en los recipientes. En una calculadora con operaciones estadísticas viene representada por la tecla σ. Si no tienes calculadora se puede calcular con la fórmula ΣV 2 i - (Σ Vi)2 n donde Vi es el volumen de cada recipiente Patrones de distribución del riego. Al dato de volumen promedio de agua caído en nuestros recipientes, debemos de restarle el volumen individual de cada uno de nuestros recipientes. De este modo obtendremos una serie de valores positivos y negativos, tantos como recipientes tengamos y que podemos representar en nuestro estadillo de celdas para así tener una visión espacial e identificar puntos secos y más húmedos en nuestro sistema con respecto a los difusores. Tasa de riego. Podemos conocer que volumen de agua cae sobre las plantas por unidad de tiempo sumando el volumen de agua que ha caído en nuestros recipientes y dividiendo dicha cifra por la suma de la superficie total del conjunto de recipientes. Imaginar que hemos usado 50 recipientes, da unos de 40 cm2 de boca. La suma total de superficie es 50 * 40 = 2000 cm2 (0,2 10 Pedro Villar Salvador Quinto Curso Básico de Viveros y Producción de Planta m2). Si el volumen total de agua recogido en los 50 recipientes es 5 litros en un periodo de 0,5 h, la tasa de riego será 5/0,2 = 25 l / m2 y por lo tanto en una hora será de 50 l / m2 h. Conocer este valor es importante para realizar los cálculos de fertilización en el vivero. 5) El endurecimiento en las plantas cultivadas en contenedor. Objetivos del endurecimiento y su enmarcado dentro del ciclo productivo de la planta. El endurecimiento es la fase del cultivo en vivero forestal en que se potencian determinados mecanismos de la biología de las plantas relacionados con la resistencia a situaciones o factores de estrés: estrés hídrico, térmico y mecánico. Otros formas frecuentes en la literatura de denominarse al proceso de endurecimiento son “preacondicionamiento” o “acondicionamiento” a de las plantas a situaciones de estrés. El endurecimiento se aplica durante las últimas fases del cultivo, coincidiendo con el final del periodo de crecimiento de las plantas hacia el final del verano o principios del otoño y cuando las plantas ya han alcanzado más o menos los tamaños deseados. Hasta entonces y tal como hemos dicho hasta ahora, durante las fases de enraizamiento y de crecimiento las plantas han de ser cultivadas con una disponibilidad de agua y nutrientes óptimas. Sin embargo, la planta producida en dichas condiciones puede disponer de una calidad morfológica, sanitaria y de unos contenidos en nutrientes adecuada, pero es vulnerable a factores de estrés. Son plantas que pueden desecarse rápidamente o sufrir daños inducidos por bajas temperaturas o manipulaciones indebidas. Es en este momento cuando la planta debe de ser “endurecida” para que sus mecanismos fisiológicos de resistencia a situaciones difíciles sean potenciados. El endurecimiento no debe considerarse aisladamente del resto de los procesos de cultivo sino como una parte complementaria en la que la resistencia de una planta y su capacidad de medra en campo va a depender de una serie de actuaciones globales de cultivo. De nada sirve endurecer una planta que no presenta buenos niveles de nutrientes por no haber sido bien fertilizada, o se encuentra morfológicamente desequilibrada por no haberse empleado un contenedor de volumen y diseño apropiado o densidades de cultivo adecuadas. 5-a) El endurecimiento de las plantas ocurre espontáneamente en ambientes naturales. El endurecimiento que aplicamos en el vivero de un modo controlado no hace mas que imitar lo que ocurre de un modo espontáneo y continuo en la naturaleza. Un par de ejemplos de ello pueden ilustrar muy bien el sentido del endurecimiento practicado en vivero. Un ejemplo clásico es el que experimentan algunas plantas durante el final del verano 11 Pedro Villar Salvador Quinto Curso Básico de Viveros y Producción de Planta y a comienzos del otoño como preparación para los rigores invernales. En la Figura 4 se reproduce los cambios que experimentan numerosas coníferas como Pinus sylvestris, P. uncinata o P. nigra que crecen en latitudes altas o en zonas de alta montaña. En dichas especies, durante los meses de primavera y hasta mediados del verano el crecimiento de la planta es activo y rápido. En esa época la resistencia a la helada y en general a otras situaciones de estrés es baja. Sin embargo, a medida que se va aproximando el final del verano el crecimiento de las plantas se ralentiza hasta detenerse entrando la planta en dormancia o letargo. Esta detención es debida al estímulo de los días más cortos (acortamiento de la duración de los días) y de la reducción de la temperatura nocturna. Paralelamente, la capacidad de resistencia de las plantas a factores de estrés se incrementa hasta alcanzar un máximo a mediados del otoño y que se mantiene a lo largo de buena parte del invierno. A medida que va acabando el invierno y los días se van alargando de nuevo y la temperatura asciende, las plantas se vuelven a relajar, incrementándose su susceptibilidad a situaciones de estrés. En este ejemplo, la reducción del fotoperiodo y la disminución de la temperatura actúan como estímulos para que los mecanismos fisiológicos de resistencia de la planta se desencadenen + + - Temperatura Crecimiento Marzo Sept Capacidad de formación de raíces baja alta Crecimiento de tallos rápida dis minuye Resistencia a estrés baja baja Marzo Nov Junio Resistencia a las heladas - Fotoperiodo me dia Dormancia baja alta baja me dia alta me dia alta me dia Figura 4. Cambios experimentados en algunas variables fisiológicas en especies típicas de latitudes altas o de alta montaña a medida que varía la longitud de los días y la temperatura. Otro ejemplo interesante de endurecimiento en ambientes naturales es el que experimentan algunas plantas del bosque esclerófilo mediterráneo ante la llegada del verano. Esta época del año es el periodo más limitante para el desarrollo de las plantas de estos 12 Pedro Villar Salvador Quinto Curso Básico de Viveros y Producción de Planta bosques ya que deja de llover y las temperaturas son muy elevadas, sometiendo a las plantas a una fuerte sequía. En una de las especies más características de este bosque, la encina, los árboles realizan una serie de cambios fisiológicos que reciben el nombre de ajustes osmóticos al llegar el verano. El ajuste osmótico consiste en el acumulo de azúcares y sales minerales en las células de la planta que produce una reducción del potencial osmótico de la planta permitiéndola absorber con más intensidad el agua del suelo y mantenerse hidratadas y en funcionamiento a pesar de la sequía. Estos dos casos constituyen ejemplos de como determinados estímulos en ambientes naturales (duración del día, la temperatura y la sequía) son capaces de incrementar la resistencia de las plantas a situaciones de estrés. Cuando endurecemos en el vivero lo que hacemos es reproducir dichas situaciones para que nuestras plantas se vuelvan muy resistentes. 5-b) Métodos más habituales de endurecer las plantas en viveros en contenedor Existen varios procedimientos para endurecer las plantas crecidas en viveros de contenedor. 3a) Endurecimiento por acortamiento de la duración del día. Este método se basa la influencia que tiene la duración de los días (fotoperiodo) como estímulo que dispara la entrada de las plantas en letargo y la activación de los mecanismos fisiológicos de resistencia a estrés. Para ello las plantas son sometidas a condiciones de días cortos (reducción del fotoperiodo) imitando lo que sucede en condiciones naturales al avanzar el fin del verano y principios del otoño. Esta forma de endurecimiento se emplea para plantas que han sido producidas en invernadero a lo largo del invierno y la primavera y van a ser plantadas a finales de la primavera y comienzos del verano. También se emplea para endurecer plantas destinadas a repoblaciones otoñales muy tempranas. ¿Cómo se someten las plantas a condiciones de día corto? La forma de reducir el fotoperiodo es impidiendo la entrada de luz en los invernaderos por medio de lonas opacas durante algunas horas al día. La utilización del acortamiento de fotoperiodo no es empleada en España ya que la mayoría de las especies utilizadas son plantadas en mitad del otoño, invierno y principios de la primavera y la mayoría de los viveros producen sus plantas al aire libre. Solo sería aplicable a plantas de alta montaña (Pinus sylvestris y P. uncinata) crecidas en invernadero. 3b) Endurecimiento por cambios en el régimen de fertilización. Durante la fase de crecimiento rápido se prima el crecimiento de las plantas por medio de elevadas dosis de nitrógeno en la fertilización. Una vez que la planta ha alcanzado el tamaño deseado, durante la fase de endurecimiento, debe de frenarse el crecimiento de la parte aérea y estimularse el crecimiento de las raíces y el diámetro del tallo. Para ello se reduce el aporte de nitrógeno y se incrementa el de potasio. La reducción de nitrógeno produce un mayor freno del crecimiento de la parte aérea que el de la parte radical, mientras que el incremento de potasio facilita la 13 Pedro Villar Salvador Quinto Curso Básico de Viveros y Producción de Planta realización de ajustes osmóticos por parte de la planta y, por tanto, la adquisición de resistencia a la helada y a la sequía. 3c) Endurecimiento por reducción de la temperatura. Se basa en reducir la temperatura en la que crecen las plantas con el fin de frenar su crecimiento y activar la entrada en dormancia de las plantas, imitando el descenso de temperatura otoñal. La utilización de la temperatura de una forma controlada para endurecer solamente ha sido empleada en el ámbito experimental y a pequeña escala. A pesar de haberse mostrado muy eficaz, su viabilidad como método de endurecimiento es muy limitada ya que se precisa de una infraestructura compleja y costosa que no hacen atractivo su uso. No obstante, la aplicación del frío se realiza de manera automática en los viveros al llegar el otoño. El enfriamiento de la temperatura al acabar el otoño endurece a las plantas. 3d) Endurecimiento por sequía moderada. Tiene por objeto someter al cultivo a una sequía moderada que fuerce a las plantas a frenar su crecimiento, sobre todo en altura, y a activar sus mecanismos de resistencia a la falta de agua. Dado que la sequía es el principal freno del desarrollo y el éxito de las repoblaciones y teniendo en cuenta la biología de las especies del bosque mediterráneo, el control del riego junto con la fertilización se configuran como las formas más factibles de endurecimiento en los viveros instalados en zonas mediterráneas. No obstante, dado que la fase de endurecimiento es practicada durante el otoño las plantas, además, benefician automáticamente de la reducción de modo natural de las temperaturas y del fotoperiodo. Es fundamental hacer hincapié que el endurecimiento por estrés hídrico no consiste en someter a las plantas a situaciones extremas de desecación sino simplemente someterla a niveles de desecación moderados que sirvan de estímulo para que los mecanismos de tolerancia a la sequía se activen. De hecho si son sometidas a endurecimiento fuerte las plantas no se endurecen. 5-c) Efectos del endurecimiento por sequía moderada en la calidad de planta y su resistencia a factores de estrés a) Efecto sobre el crecimiento y morfología de la planta. Un efecto inmediato del endurecimiento por estrés hídrico es la ralentización o parada del crecimiento de la planta. Como muestra de este hecho se ilustra un ejemplo del pino piñonero (Pinus pinea) (Figura 5). En dicho cultivo se endurecieron plantas que habían sido altamente fertilizadas (líneas discontinuas y símbolos cerrados) y plantas poco fertilizadas (líneas continuas y símbolos abiertos). Al comenzar la fase de endurecimiento (indicado con una flecha), las plantas más fertilizadas lógicamente habían crecido más que las menos fertilizadas. Al someterse a las plantas a dos niveles endurecimiento por sequía (bajo=A y moderado=B), se observa que tanto las plantas altamente fertilizadas como las poco fertilizadas sufren una reducción de su 14 Pedro Villar Salvador Quinto Curso Básico de Viveros y Producción de Planta crecimiento con respecto de los dos controles (control N1 y control N2, es decir, plantas bien regadas). El efecto final es que las plantas altamente fertilizadas y endurecidas (A N2 y B N2) alcanzan tamaños iguales que las plantas control poco fertilizadas (control N1). M asa d e la parte aérea (g) 3,5 3 2,5 2 Control N1 A N1 B N1 Control N2 A N2 B N2 comienzo endurecimiento 1,5 1 0,5 0 19-feb 31-mar 10-may 19-jun 29-jul 7-sep 17-oct 26-nov Tiempo Figura 5. Evolución del crecimiento de la parte aérea en plantas de Pinus pinea altamente fertilizadas (N2= nitrógeno por planta = 100mg; línea discontinua y símbolos cerrados) y poco fertilizadas (N1= nitrógeno por planta =6mg; línea continua y símbolos abiertos). La flecha indica el momento de aplicación del endurecimiento por estrés hídrico. b) Efecto sobre la concentración de nutrientes y carbohidratos de reserva. Un aspecto muy importante para determina el que la planta sea de calidad es su estado nutricional. El desarrollo de las plantas en campo está a menudo directamente relacionado con el contenido de nutrientes de azúcares de reserva. Tal y como explicamos en la parte primera del capítulo, cuando las plantas son sometidas a sequía pueden ralentizar la absorción de nutrientes y, por tanto, presentar deficiencias. Sin embargo, experiencias de endurecimiento por sequía realizadas con Pinus halepensis y P. pinea demuestran que si el endurecimiento por sequía aplicado en las últimas fases del cultivo es suave o moderado no reduce la concentración de nutrientes minerales en las plantas. En algunos casos incluso se puede incrementar. La explicación a dicho fenómeno se basa en que el crecimiento es más sensible a la sequía que la absorción de nutrientes, es decir, que a determinados niveles de déficit hídrico, el crecimiento se detiene antes que la absorción de minerales. Cuando el crecimiento de las 15 Pedro Villar Salvador Quinto Curso Básico de Viveros y Producción de Planta plantas es mayor que la tasa con la que absorben nutrientes, la concentración de los mismos en la planta disminuye. En el caso del endurecimiento por sequía al disminuir el crecimiento la concentración de nutrientes no se ve afectado ya que la asimilación de nutrientes iguala a la de crecimiento. Si el crecimiento se detiene completamente incluso se producirá una ligera concentración de los nutrientes minerales ya que, aunque fuertemente disminuida, la absorción de nutrientes proseguirá. En algunas especies se produce también un aumento de las reservas de azúcares con el endurecimiento. Los azúcares son básicos para que las plantas puedan mantenerse y crecer, especialmente durante los periodos más difíciles (periodos de sequía, durante el invierno) c) Efecto sobre la resistencia a la helada. El endurecimiento puede incrementar la resistencia de las plantas a las heladas. En P. pinea se sabe que el daño experimentado por las plantas al ser sometido a una helada de -8º C es menor en las plantas endurecidas que en las no endurecidas por estrés hídrico. d) Efecto sobre la economía del agua de las plantas. El endurecimiento por sequía puede producir a una serie de modificaciones en la economía hídrica de las plantas, que pueden influir en el desarrollo de las mismas en campo bajo condiciones limitantes. Es importante resaltar que los cambios inducidos no tienen porque afectar por igual a todas las especies. El tipo de modificación y su magnitud dependerá de cada especie. En general los aspectos de la economía del agua que más se modifican son la tasa de transpiración y la capacidad de realizar ajustes osmóticos. Hay especies como el pino carrasco (Pinus halepensis) y el pino piñonero (Pinus pinea) que cuando experimentan sequía suave reducen su capacidad de transpiración durante algún tiempo cuando de nuevo se les vuelve a regar óptimamente. Esto tiene la ventaja de que las plantas endurecidas de dichas especies al ser plantadas en lugares que en ese momento estén un poco secos gastarán poca agua y, por tanto, las reservas de agua del suelo se mantendrán más tiempo a la espera de mejores momentos. Hay otras especies que no hacen ajustes en su capacidad de transpirar sino lo que hacen son ajustes osmóticos. Ya hemos dicho antes que este proceso consiste en la acumulación por parte de las plantas de sales minerales y azúcares en el interior de sus células, lo que les permite absorber más agua del suelo y mantenerse turgentes en situaciones de sequía, algo fundamental para que la planta pueda funcionar con normalidad. Los dos pinos mencionados anteriormente no son capaces de realizar estos ajustes pero si lo son las encinas, el olivo, el algarrobo, la coscoja, etc. Como ejemplo de la importancia del ajuste osmótico en la Figura 6 se presenta el comportamiento de la fotosíntesis en plantas de olivo endurecidas y sin endurecer. Lo que se observa en dicha figura es que cuando aumenta el nivel de sequía que padecen las plantas, las plantas de olivo que ya antes habían sido sometidas a endurecimiento por sequía, ahora son capaces de mantener su fotosíntesis más alta que las plantas que no habían sido endurecidas. Esta respuesta permitirá a las plantas de olivo endurecidas crecer o llenar sus reservas de azúcares en condiciones de sequía cosa que no podrán hacer las no endurecidas. 16 Pedro Villar Salvador Quinto Curso Básico de Viveros y Producción de Planta e) Efecto sobre la capacidad de regeneración radical El establecimiento de las plantas en campo después de la plantación está a menudo estrechamente relacionado con la rápida formación de una buena cantidad de nuevas raíces. Algunos trabajos antiguos demostraron que el endurecimiento por estrés hídrico podía incrementar la capacidad de formación de nuevas raíces. Sin embargo, nuestras experiencias indican que hay especies que no muestran respuesta alguna e incluso si el nivel de sequía es pronunciado puede disminuir la formación de nuevas raíces causado por daños a la planta. Endurecimiento y fotosíntesis en Olea europaea T a sa d e fo to sí n te si s 12 10 8 Ψπo= -1,80 MPa ENDURECIDA 6 Ψ πo= -1,42 MPa SIN ENDURECER 4 2 0 0 1 2 3 4 5 6 Potencial base (-MPa) + Estrés hídrico Figura 6. Evolución de la fotosíntesis en plantas de Olea europaea endurecidas por sequía (línea discontinua) y no endurecidas (línea continua) al producirse un nuevo periodo de sequía. 5-d) Aplicación del endurecimiento por estrés hídrico en vivero: ciclos de sequía y consejos prácticos. El endurecimiento de las plantas por estrés hídrico se realiza por medio de ciclos de sequía. El modo más sencillo y económico de controlar los ciclos de sequía y su intensidad es a través del grado de pérdida de agua que experimentan las bandejas de plantas con respecto a su peso en saturación. El control del peso de las bandejas se realiza a través de una balanza sencilla con una precisión de entre 250-500 g. El viverista puede elegir al azar una población de bandejas de su cultivo y controlar su peso en saturación (peso máximo que tienen las bandejas cuando las plantas acaban de ser bien regadas). Por medio de pesadas periódicas y relativizando el peso de las bandejas en cada momento con respecto a su peso máximo se puede conocer el porcentaje de pérdida de peso en cada instante. Cuando el peso de las 17 Pedro Villar Salvador Quinto Curso Básico de Viveros y Producción de Planta bandejas alcanza un valor de pérdida determinado se riega abundantemente el cultivo, comenzándose de nuevo otro ciclo de sequía. Para contenedores rígidos de 300 ml. (Arnabat, Forest Pot) hemos constatado que los valores de pérdida de peso que mejores resultados son del 40-43% de pérdida de peso. La duración del periodo de endurecimiento puede ser de alrededor de 2 meses, comenzándose a mediados-finales de septiembre. La combinación con un régimen de fertilización de endurecimiento es muy conveniente. Por último es importante resaltar que para que el endurecimiento por sequía sea efectivo es necesario disponer de algún sistema de toldos de plástico transparente que cubra el cultivo durante los episodios de lluvia con el fin de conseguir que las plantas completen los ciclos de sequía. La rehidratación del cepellón una vez alcanzado el nivel de estrés hídrico deseado se ve muy favorecida si en la mezcla del sustrato se ha incorporado una pequeña fracción de vermiculita (20%) junto con la turba. La consecución de los mejores resultados en cuanto al incremento de la tolerancia a la sequía de las plantas se consigue con ciclos lentos de sequía. Por ello es recomendable e empleo de contenedores de mayor volumen, los cuales, además, permiten producir plantas de mejor calidad morfológica. 6) Bibliografía y direcciones de internet relevantes * Landis, T.D., Tinus, R.W., McDonald, S.E., Barnett, J.P. 1989. Seedling nutrition and irrigation. Vol 4. The container tree nursery manual. Agric. Handbook 674, USDA, Forest Service, Washington (USA). Esta obra y los restantes volumenes de cultivo en contenedor está accesible de manera gratuita en internet en la dirección: http://www.rngr.fs.fed.us/nurseries/containermanual.html 18 Pedro Villar Salvador