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DOMINGO 1 DE JULIO DE 2007 No. 266 Vaso del Sol mexica procedente de Cuernavaca ◆ Bárbara Konieczna Zawadzka ◆ E n las numerosas fuentes escritas del siglo XVI, así como en los códices indígenas, está documentada la presencia mexica en la mayor parte del territorio de Morelos en la época prehispánica. Este dominio se remonta a mediados del siglo XIV y culmina con la conquistas de Itzcoatl en el año 1438. Los hallazgos arqueológicos confirman estos datos históricos. La arquitectura de semblanza mexica la tenemos presente en el sitio de Teopanzolco, en Yautepec, en Tepozteco y otros lugares más del territorio de Morelos. En Teopanzolco se conservan todavía los vestigios que tienen una disposición y apariencia casi igual a la arquitectura religiosa del Templo Mayor de Tenochtitlan. Podemos pensar, que la población que habitaba en estas tierras compartía las deidades y las ceremonias religiosas de origen mexica. No hay que olvidarse que los Tlahuicas junto con los mexicas pertenecían al mismo grupo de habla nahua que abandonó el mítico Aztlan y peregrinó con otras tribus nahuas hacia los valles del Altiplano Central. Los mexicas se asentaron en el Valle de México, mientras que los Tlahuicas, escogieron los fértiles y cálidos valles de gran parte del antiguo territorio de Morelos. Las excavaciones arqueológicas en los sitios que se fechan para posclásico tardío aportan abundante cerámica de tipo mexica, así como otros objetos que nos hablan sobre su presencia e influencia cultural. Entre los objetos de tipo mexica encontrados en territorio de Morelos, destaca una pieza de sumo interés, llamada Vaso del Sol. Pocos se acuerdan de ella, mas aún, pocos saben que la pieza que esta actualmente exhibida en el Museo Nacional de Antropología e Historia en la ciudad de México, D.F., procede de Cuernavaca. En el año 1886, cuando el Museo Nacional de Antropología se encontraba bajo la dirección del Sr. Jesús Sánchez, se adquirió para el Museo un objeto procedente de Foto.1 Dibujo de Vaso del Sol, tomado de Anales del Museo, tomo III, p. 129, año 1886 Cuernavaca, llamado Vaso del Sol. Es un cilindro hecho en roca volcánica denominada traquita, de 33 cm. de diámetro y 24 cm. de altura. La descripción de este objeto la debemos al Sr. Sánchez, que al hacerlo, trata de comparar esta pieza con la piedra de Tizoc, uno de los ejemplares mas preciados del Museo Nacional de aquella época. Ambas piedras pertenecen a grupo de objetos rituales mexicas, llamados cuauhxicalli, que eran recipientes para contener sangre de sacrificios. Los ritos de sacrificio formaban parte de la religiosidad mexica. Se sacrificaban todo tipo de animales como guajolotes, venados, perros, pero lo más apreciado por los dioses era el sacrificio de los humanos. Los cronistas españoles, narran como se desarrollaban las festividades de cada deidad y qué tipo de ritos, entre ellos sacrificios, se hacían en honor al dios que se festejaba. Yolota González Torres, 1995, sintetiza que había diferentes maneras de sacrificio (degollar o flechar la víctima), pero el mas común era por medio de quitar el corazón. El sacrificio lo hacían los sacerdotes especialmente destinados para aquellos rituales. Colocaban a la víctima sobre la piedra de sacrificios (techcatl) y los sacerdotes que ayudaban, agarraban los brazos y piernas del sacrificado, mientras otro más le inmovilizaba el cuello y el sacerdote principal procedía a abrir el pecho con un cuchillo de pedernal (tecpatl) y sacar el corazón. El corazón ensangrentado se elevaba primero hacia el Sol, luego se ofrendaba a la deidad a la que se hacía el sacrificio, depositándolo en una vasija especial llamada quauhxicalli. El llamado Vaso del Sol, descrito por el Sr. Sánchez es uno de estos vasos que se usaba para contener el corazón de la víctima sacrificada. La sangre de las victimas se vertía en una escudilla y con un papel remojado en ella se mojaban los labios de los ídolos. El Vaso del Sol, cilindro de piedra, en su base superior tiene grabado en relieve reproducción de la figura del sol, igual a como se presenta en la piedra de Tizoc. En su centro hay una excavación, a manera de jícara, destinada para contener la ofrenda. Lo que no se encuentra en la piedra de Cuernavaca es el canal lateral, que se observa en la piedra de Tizoc. Sobre estos canales laterales existe controversia, ya que según parece, son de una hechura reciente y no como se ha considerado (Orozco y Berra) que son canaletas para que escurra la sangre del recipiente. Pese a ello, el cronista Duran, al describir el sacrificio, narra que la sangre escurría por la piedra por este canal. Jesús Sánchez compara Vaso del Sol con la piedra de Tizoc. Considera que la orla de la piedra de Tizoc es casi idéntica a la del vaso, pero con una colocación al revés. Siguiendo la descripción del autor: “…en el Vaso de Cuernavaca se ven, claramente dibujados unos rostros humanos fantásticos y adornados en su contorno con los pedernales que caracterizan al dios del fuego; tres de estos rostros forman la orla inferior y están separados entre sí por un extraño signo compuesto de un círculo dividido en dos partes iguales por un diámetro horizontal y suspendido a un apéndice que se prolonga hacia arriba. En pinturas y esculturas hemos visto representar a las estrellas con la forma de estos círculos, y las prolongaciones que llevan no pueden indicar sino luz que de ellas emana. La relación que pueda existir entre estos cuerpos celestes y el dios del fuego, la tenemos explicada en el pasaje siguiente de Sahagún (Libro 7, capitulo III): ..hacia esta gente particular reverencia y también particulares saA página 2 Foto 2 Sacrificio humano. Lámina 22 del Códice Duran II DOMINGO 1 DE JULIO DE 2007 Foto 3 Piedra de Tizoc. Tomado de Arqueología Mexicana Edición Especial No. 13, p.12, INAHRaíces Foto 4 Altar del Planeta Venus, pieza del Museo Nacional de Antropología, tomado de Arqueología Mexicana, Edición Especial No. 13, p. 44, INAH-Raíces DE PAGINA Vaso del Sol mexica... crificios a los masteleros del cielo, que andan cerca de las cabrillas, que es el signo del toro. Ejecutábanlos con varias ceremonias cuando nuevamente parecían por el Oriente acabada la fiesta del sol…. Llaman a estas estrellas mamalhoaztli, y por este mismo nombre llaman a los palos con que sacan lumbre, porque les parece que tienen cierta semejanza con ellos y que de allí les vino esta manera de sacar fuego…” Concluye entonces Jesús Sánchez que con estos datos podemos asegurar que en el cuauhxicalli de Cuernavaca esta representado el sol, el dios del fuego con sus símbolos correspondientes, el tecpatl, silex o pedernal que produce chispas, y el mamalhuaztli o los maderos con que se encendía la lumbre. Los círculos de la parte superior son signos numerales relativos a las fiestas que se dedicaban al dios o a la cuenta del tiempo. En la edición especial de la Revista de Arqueología que incluye fotografías de varias piezas mexicas que se encuentran en el Museo Nacional de Antropología, hay una fotografía de un altar en piedra, dedicado a Venus, que presenta relieves semejantes al del Vaso de Sol de Cuernavaca ( Foto 4). En este caso, la franja con borlas, se encuentra en la parte inferior, al igual como en la piedra de Tizoc. En la posición invertida, el vaso, al igual que el altar, muestran en relieve la típica representación de la bigotera y dientes de Tlaloc, dios de la lluvia. Sería interesante volver a reconsiderar las interpretaciones de los relieves de estas piezas que comparten elementos iconográficos similares. Desgraciadamente no sabemos la pro- cedencia exacta del Vaso de Sol. Solamente se menciona que proviene de Cuernavaca. En el año 1886 el sitio de Teopanzolco era conocido como El Mogote y se encontraba en las afueras de la ciudad. Los edificios prehispánicos estaban ocultos bajo los escombros y vegetación. Todavía no se hacían trabajos de exploración, así que todo este antiguo asentamiento estaba expuesto a saqueo. Podría ser, que el vaso que se ha descrito y vendiera al Museo procediera de este lugar. Como base de esta hipótesis se puede citar el hecho que en las excavaciones de los años sesentas del siglo XX se descubrió dentro de la plataforma ubicada en el extremo suroeste de la plaza, un entierro colectivo de 92 individuos. Los restos óseos de ellos, depositados en una fosa común junto con las ofrendas, evidenciaban que su muerte era debido al sacrificio. Los objetos antiguos, al desprenderlos de su contexto cultural original y venderlos como piezas de apreciación estética, pierden mucho en cuanto a su valor científico. Se convierten en objetos que solo se representan a si mismos. La interpretación de su significado se puede sustentar únicamente en base a compararlos con otros objetos, como en este caso, el Sr. Sánchez lo hizo con la piedra de Tizoc. Actualmente existen otras piezas que presentan relieves parecidos al Vaso del Sol y no necesariamente comparables con la piedra de Tizoc, cuyos relieves, mucho mas elaborados, representan datos históricos y políticos. Referencias bibliográficas: González Torres, Yolotl: “El sacrificio humano entre los mexicas” en Arqueología Mexicana No. 15, pp. 4-11, INAH- ed. Raíces, 1995. Konieczna, Barbara: “Morelos en re- lación con el imperio mexica” en Antropología No. 37, pp. 8-17, INAH, 1992. Sánchez, Jesús: “Notas arqueológicas I. El Cuauhxicalli de Tizoc”. Anales del Museo Nacional de México, época I, tomo III, 1886 Los intelectuales y el campo... gunas tomadas por fotógrafos latinoamericanos, y otras enviadas por la Wide World en avión, cuando se trataba de retratar noticias internacionales. Invitamos al lector del Tlacuache a imaginar lo que implicaba que aquellas fotos llegaran a su destino, el prestigio y la importancia que adquiría la revista al ilustrar gráficamente los sucesos del mundo. Hoy día es fácil conseguir una foto o mantenernos informados, pues el internet y la televisión son medios de comunicación accesibles y que muestran las noticias al momento y de manera gráfica. Sin embargo, en la década de los treinta lograr conseguir una imagen de la nota seguramente resultaba diametralmente más complicado que hacer una consulta por google. Lo más curioso es que sin importar el paso del tiempo y el conocimiento histórico, las fotografías siguen siendo impactantes para el lector. Iconografías, dibujos y cartas de personajes como Trotski y Rolland, nos hacen sentir la Revolución Rusa, imágenes impactantes de la Guerra Civil Española nos llevan a vivirla y las crónicas sobre Hitler causan serias impresiones en el lector. Son efectos de 1 Viene de la página III asombro y que por momentos nos hacen olvidar que conocemos el desarrollo de la historia, inyectándonos las ganas de seguir las noticias a través y en el tiempo de Ercilla. Ercilla proyecta incertidumbre en el lector, siempre queremos saber más, lo buscamos en el próximo número y lo encontramos. Las noticias son seguidas y en este sentido el lector se siente satisfecho. Ercilla, es una revista que comunica, que entretiene y que polemiza a la sociedad Americana y Europea de la segunda mitad de los años treinta. Notas al pie 1 ERCILLA, Semanario Ilustrado para toda América, Santiago de Chile, Lunes 23 de noviembre de 1936, Año II No.81. 2 Sánchez, Luis Alberto, Visto y vivido en Chile. Bitácora chilena 1930-1970, Lima, Editoriales Unidas, 1975, p. 41. 3 ERCILLA, Semanario Ilustrado para toda América, “SONRISAS EN LA PLAYA “LAS SALINAS”” Santiago de Chile, 25 de enero de 1937, Año III No.90. 4 ERCILLA, Semanario Ilustrado para toda América, Santiago de Chile, Lunes 21 de diciembre de 1936, Año II No.85 III DOMINGO 1 DE JULIO DE 2007 Los intelectuales y el campo cultural: la editorial y revista Ercilla ◆ Ricardo Melgar Bao y Lucía Ortiz Domínguez ◆ Segunda parte Ercilla y el lector P ara Ercilla, como para el resto de las revistas culturales, el lector constituía el personaje más importante en el proceso dialéctico que se pretendía mostrar, pues el público era quien criticaba y otorgaba un valor, positivo o negativo, a la posición política de la revista con respecto a las notas que presentaba. El público intelectual, letrado y latinoamericano era el destino indiscutible de Ercilla, sin embargo sus contenidos permitían que fuera leída, no solo por el sector masculino de la sociedad intelectual de los años treinta, sino también incluía a las mujeres y los niños a través de secciones dedicadas a ellos. Pero comencemos a repasar la revista, cuando la abrimos lo primero que nos encontramos es un panorama sintetizado de los acontecimientos mundiales en un apartado bien llamado: Así va el mundo. Esta sección nos introduce panorámicamente al caos y nos embate de curiosidad para buscar una explicación en las páginas siguientes. Así que continuamos hojeándola para hallar una serie de noticias que tienen que ver con alguna nota trascendental de corte mundial o americano. Ejemplo de ello y que por obvias razones nos interesa rescatar, es un artículo sobre nuestro país publicado en el número 90 de la revista, titulada: Cárdenas da realidad en la Región Lagunera, a los postulados agrarios de la revolución mexicana1. Las líneas exponen de manera positiva la política agrarista del presidente Cárdenas en México. Una época clave en la historia de nuestro país y cuya orientación política constituía un vivo ejemplo para el resto de América Latina, pues representábamos un México que hacía realidad su revolución, una revolución agrarista que décadas más tardes se capitalizó. Ya que entramos en el tema de las realidades revolucionarias, una de las publicaciones que nos ubican en ella es una carta publicada en 1936 en el número 99 de la revista Ercilla, escrita por Roamain Rolland en contra de André Gide, reclamándole su traición hacia los ideales comunistas de la Revolución Rusa, movimiento antifascista cuyo plan tenía que ser ejemplar para el resto del mundo. La traición, además de ser la peor ofensa, desprestigiaba la revolución y dividía las opiniones. En este sentido, la carta indiscutiblemente impactaba y causaba controversia entre los intelectuales latinoamericanos y sus orientaciones revolucionarias o fascistas, causando efectos y dividiendo aún más una Latinoamérica que buscaba una integración continental. Es imposible detenernos a reflexionar en cada una de las notas que Ercilla nos ofrece, carecemos de espacio y quitaríamos al lector el deseo de conocerla mejor. Así que con la intención de imprimir curiosidad diremos que cuenta con una serie de secciones clasificadas en: La página de los deportes, La página de los niños, Entretenimiento y juegos diversos, Una página de buen humor para los ratos desafortunados y la Página de la mujer. En este sentido Ercilla se define, como una revista ecléctica, que satisface la ansiedad informativa y que además entretiene y define la sociedad intelectual latinoamericana. En la página de los niños se publican cuentos e historias que describen mundos maravillosos y alimentan la lectura de los próximos intelectuales latinoamericanos. Los estilos, las modas, las recetas de cocina y los espacios sociales pertenecen a las mujeres, en una época en donde ellas -a excepción de Gabriela Mistral- aparecen escondidas dentro de la vida política e intelectual latinoamericana. Una revista para el Continente Americano Las notas, relatos imágenes y el imaginario latinoamericanista definen la revista. Esto se demuestra el título completo: ERCILLA, Semanario Ilustrado para toda América, una América que recorre un camino territorial desde Estados Unidos hasta Argentina. Sus notas periodistas y literarias, así como sus autores, vinculan América con Europa y Europa con América, recorren el Atlántico ya sea por mar o aire y todo es posible a una red de relaciones políticas e intelectuales, entre estos dos continentes. Ubiquémonos en el contexto en que se desarrolla la revista, en Chile se vivía una dictadura fascista con motivo del golpe de Ibáñez en el país, las izquierdas y algunos sectores liberales comenzaron a llamarlo experimento fascista a partir de 1927. El régimen de Ibáñez duró hasta 1931. Años antes las Ligas Patrióticas que tenían un discurso muy conservador y además antiboliviano y antiperuano, devinieron en base social del fascismo chileno. Una de estas Ligas, la de Iquique sirvió de sostén para la fundación del primer partido fascista. Admiraban a Mussolini y sus métodos duros, también sus desbordes ultranacionalistas y reaccionarios. Entre 1931 y 1936 se formaron otros contingentes denominados Guardias Cívicas y Milicias Republicanas con el apoyo del ejército y de los carabineros (policía), reprimían a huelguistas, a estudiantes, eran grupos realmente ‘pesados’ y violentos. En 1932 apareció en escena el Movimiento Nacional Socialista que era filo nazi. El director de Ercilla, Manuel Seoane, al decir del escritor Luis Alberto Sánchez fue simpatizante de esta organización. Lo que nos dice Sánchez es que él se mostró vacilante, entre sus amistades nazis y filonazis en un primer momento. El encendido discurso y proyecto nacionalista, así como un publicitado programa modernizador, pareció atraerlos. En un segundo momento, Sánchez prefirió alinearse bajo las banderas antifascistas, que eran hegemónicas en los medios intelectuales latinoamericanos y Seoane ubicarse en una postura oscilante. En síntesis, aunque el tenor antifascista sobresalía en las páginas de Ercilla, hubo heterogeneidad de posiciones, incluyendo la más distante, de Manuel Seoane2. El panorama mundial corresponde a un mundo bastante agitado: la Guerra Civil Española, la llegada de una ‘próxima’ o segunda guerra mundial y la problemática Revolución Rusa. Los acontecimientos expresan el alborotado movimiento de los fascistas y sus muchas simpatías entre las capas medias urbanas y las élites conservadoras. El término fascismo gravita con fuerza en el imaginario y en el habla política de la intelectualidad y clase política chilena y latinoamericana durante el periodo de entreguerras del siglo pasado, y se proyecta con más fuerza durante la segunda guerra mundial. El eje nazi-fascista era objeto de preocupación de los sectores democráticos y de izquierda en el mundo. Ni México ni Chile eran ajenos a este proceso. Hemos de subrayar el hecho, de que el fascismo fue un término que sustantivaba a la forma de estado burgués más autoritaria que ha registrado la historia mundial del siglo XX. El fascismo burgués usaba su monopolio de la violencia política, militar y simbólica para disciplinar o literalmente excluir de la vida pública o eliminar a sus oponentes, disidentes y adversarios. Las veces que el término fue motivo de abuso semántico, venía cargado de pasional respuesta verbal y a veces física para enfrentar o rechazar a personas o entidades, tildadas de ultraconservadoras y reaccionarias. Este abuso o uso ligero del término fascismo, ha generado muchas confusiones, ya que no todo reaccionario o autoritario o violento necesariamente era fascista. En el caso que nos interesa, las imágenes en torno al fascismo y sus diversos usos, poblaron las páginas de la revista Ercilla. El caso de la República Española, acosada por los embates del rebelde Francisco Franco respaldado por la ayuda militar y financiera de Hitler y Mussolini, son harto conocidos en nuestro medio mexicano. Recordemos que fuimos receptores de uno de los principales contingentes de exiliados republicanos españoles, y proveedores, al igual que otros países latinoamericanos, de voluntarios integrados a las filas de las Brigadas Internacionales. Entre los voluntarios latinoamericanos, los intelectuales tuvieron un papel destacado. Ercilla testimonia parcialmente estas adhesiones. El mundo y Latinoamérica se desenvolvía dentro de un ambiente tenso, represor y conflictivo, prueba de ello es que cuando nos acercamos a leer la revista las notas aún causan miedo e incertidumbre en el lector. El caso de la noticia que se presenta a continuación, escrita por el historiador italiano Guglielmo Ferrero, anunció la llegada de la segunda guerra que sacudiría al mundo: Francia e Inglaterra son la esperanza de Europa. Europa dividida en dos sectores “Una parte comprende a Suiza, Francia, Gran Bretaña, Bélgica, Holanda y los países escandinavos y tal vez también Che- coslovaquia. Esta parte tiene todavía libertad, gobiernos regulares, una riqueza considerable, los medios de vivir relativamente bien en suma, y gozar de lo que queda de la vieja civilización de Europa. Todo el resto esta arruinado y con camino a la anarquía, pues la dictadura no es más que la anarquía cristalizada3” (Ferrero, 1936:14) Hoy en día tenemos la virtud temporal de la noticia, pero imaginemos el impacto de la nota en la sociedad latinoamericana de mediados de los años treinta, una sociedad que ha vivido la experiencia de una guerra anterior y que se encuentra inmersa entre la lucha fascista y antifascista, que además alberga en sus territorios refugiados de la primera guerra mundial y de los nuevos conflictos que sacuden al continente europeo. El terror, la incertidumbre y olor a muerte seguramente dibujaban las expresiones en los rostros de los lectores, ¿qué futuro habría para Europa? ¿qué consecuencias para América? Ercilla informa a través de sus números los ‘peligros’ y preocupaciones que impactan de manera directa o indirecta al imaginario de la “América Unida”. Si embargo para la revista la situación política le fue conveniente, le permitió crear espacios de expresión latinoamericana y albergar en sus páginas secciones para aquellos inválidos de expresarse libremente en su país. Impulsó a escritores e intelectuales latinoamericanos y europeos, se convirtió en una arena ideal que imprimía discusión entre reaccionarios y fascistas. Ercilla encontró el momento ideal para marcar tendencias, publicó libros de renombre internacional y de autores latinoamericanos, fue pretenciosa al dirigir sus lecturas hacia autores como Eca de Queiroz, Stefan Sweig, Victor D. Silva, H. G. Wells, Romain Roland y Gallardo González. Fue tan ideal el contexto político en el que se desenvolvió la revista, que el concepto editorial de América para americanos fue clave para la creación e incentivación de escritores latinoamericanos y europeos exiliados. Muestra de ellos es una nota que la revista publica en sus primeros números titulado Ni Roma ni Moscú. América y una doctrina para América4, en donde se expone la ‘necesidad’ de la sociedad latinoamericana de caracterizar su propia realidad y frenar el proceso de importación de ideales, que muchas veces no correspondían a las utopías americanistas de los años treinta. La otra lectura de Ercilla Las fotos que ilustran las notas, además de ser complementos importantes en ellas, impactan al lector, tal es el caso de la Guerra Civil Española, donde las imágenes que la retratan se caracterizan por ser trágicas y suelen mostrar las desgracias de un país en guerra. Es así que Ercilla, en sí misma, adquiere valor trascendental por su iconografía expresada en dibujos y fotografías, alPasa a la página II EL YAUHTLI E n los puestos de hierbas medicinales que se localizan en los mercados mexicanos y en farmacias, supermercados y tiendas naturistas, se venden las semillas o productos elaborados a base de la planta conocida comúnmente como zaragatona. Se trata de una planta que es considerada como un laxante suave inofensivo que estimula los movimientos intestinales. Es una hierba anual de 20 a 40 cm de altura, vellosa y glandulosa, de tallo simple o un poco ramificado, erguido, con las hojas enfrentadas, angostas, lineares, y sin pecíolo. Las flores se agrupan en cabezuelas redondeadas u ovoides que nacen en las axilas de las hojas superiores. Las corolas son membranosas y de color blanquecino. Cada fruto tiene un par de semillas pardas, brillantes, de unos 3mm, con una concavidad en uno de sus costados. La zaragatona es originaria de Europa y Sur Oeste de Asia. También se le conoce popularmente como psillum, pan del camino y pulga - éste último nombre se debe por la semejanza de las semillas con las pulgas -. Su nombre se deriva de Psyla que en griego significa pulga. En Europa existía la creencia que en la casa donde tuvieran la zaragatona verde no se engendrarán jamás pulgas. Estudios científicos se han realizado en diversas partes de la planta, principalmente en las semillas. La semilla está constituida por polisácaridos, principalmente celulosa y un 10-20% de mucíla- ZARAGATONA Plantago Psyllum L.( Plantago afra L.) FAMILIA: PLANTAGINACEAE ◆ Margarita Avilés Flores y Macrina Fuentes Mata ◆ gos (formado principalmente por xilosa, ácido galacturónico. Aceite, preteínas, triterpenos, esteroles, pequeñas cantidades de iridoides y trazas de alcaloides (plantagonina e indicaina). Por otra parte, se ha reportado que las semillas producen gran cantidad de mucílago, estas, cuando se ponen en contacto con el agua, son hidrosolubles y se desdoblan en galactosa, xilosa y ácido galacturónico. Este mucílago tiene acción de laxante mecánico por aumentar el volumen del bolo fecal y a su vez es protector de las mucosas (emoliente y antinflamatorio). Al formar una película protectora a lo largo de todo el tracto gastrointestinal, disminuye la capacidad asimilativa del intestino, por lo que también se recomienda en casos de diabéticos e hipercolesterolemias. En ellas también se encuentran alcaloides del tipo de la noscapina que le confiere acción antiespasmódica y la colina, aucubósido, oligoelementos y sales de potasio, las cuales le proporcionan una ligera acción diurética. Desde la antigüedad se ha empleado Semillas de Plantago psillum. Archivo fotográfico Fuentes-Avilés la planta fresca, las semillas enteras o en polvo o la cascarilla. Como desinflamante, en dolores de las articulaciones, dolor de cabeza, en postemillas, en ombligos salidos, en el fuego de San Antón, llagas, para el sabor amargo de la boca, asperezas de la lengua, ablandar el pecho y templar los ardores del estómago. El uso de la zaragatona como laxante es relativamente moderno, ya que se recurría a laxantes más potentes. Actualmente se recomienda para estreñimiento, en situaciones en las que se requiere una defecación suave: fisura anal, hemorroides, cirugía rectal, embarazo, diarrea, gastritis, enterocolitis, úlceras gástricas. Problemas respiratorios: faringitis, tos y bronquitis. En uso externo en caso de abscesos, forúnculos, heridas, picaduras de abejas y eczemas. En investigaciones farmacológicas se reporta su efecto laxante formador de masa, debido a la celulosa y los mucílagos. La capacidad de absorber líquidos conduce a un aumento del volumen del contenido intestinal y del peso de las heces, lo cual provoca una distensión de la pared intestinal y, como consecuencia, un incremento del peristaltismo y una aceleración del tránsito en la región del colón. También, se menciona su efecto como antidiarréico, reducción significativa de los niveles de colesterol por unión de sales biliares e incremento de su excreción fecal. Reduce asimismo el nivel sérico de glucosa al retardar su absorción intestinal. Se han descrito reducciones significativas de los niveles de colesterol total. Diversos especialistas mencionan que el empleo constante de laxantes suaves debe evitarse, ya que el intestino se acostumbra a depender de ellos y se vuelve perezoso. Se recomienda en casos de estreñimiento crónico, seguir una dieta rica en fibras, ingerir líquidos y fortalecer los músculos abdominales con el ejercicio. Contraindicada en caso de estenosis del tracto gastrointestinal y en pacientes diabéticos con dificultades de ajuste de dosis de insulina. En dolor abdominal, náuseas, vómitos, obstrucción intestinal. Puede disminuir la absorción de minerales, vitamina, carbohidratos y algunos medicamentos. Efectos secundarios: raras ocasiones provoca reacciones de hipersensibilidad, y a veces flatulencia o pesadez de estómago. Si no se ingiere suficiente líquido durante la administración, pueden dar lugar a obstrucción esofágica. La instalación del polvo puede desencadenar reacciones alérgicas. La fibra de la cáscara preparada en polvo, se emplea como suplemento en la alimentación. Consejo Editorial: Ricardo Melgar Bao, Lizandra Patricia Salazar Goroztieta, Jesús Monjarás-Ruiz, Luis Miguel Morayta Mendoza y Barbara Konieczna Zawadzka Coordinación: María del Carmen Mañón Pazos Formación: Arturo Mendoza Vázquez Matamoros 14, Acapantzingo, difusion.mor@inah.gob.mx Plantago psillium, Font Quer (original de Sierra)