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Presentacion de Casos Imágenes en encefalitis herpética • G. Centanaro y cols. 20 Años Imágenes en encefalitis herpética Presentación de un caso y hallazgos en tomografía axial computarizada Grabriel Centanaro, Óscar E. Pinzón, Daniel Vega RESUMEN La encefalitis herpética es una infección cerebral poco frecuente, causada por el virus del Herpes simplex tipo 1 y caracterizada por un compromiso clínico agudo y muchas veces fatal. Aunque la afección puede comprometer todo el encéfalo, se conoce bien el tropismo del virus por los lóbulos temporales y frontales, y muy particularmente por las estructuras del sistema límbico, lo cual explica las manifestaciones clínicas y tomograficas, altamente sugestivas de la enfermedad. El cuadro clínico se caracteriza por cefalea, fiebre, trastornos de la conducta y alteración de la conciencia, los cuales pueden evolucionar en un periodo de horas o varios días. Pueden también presentarse crisis epilépticas focales o generalizadas con alucinaciones gustativas u olfatorias, alteraciones autonómicas y algunas veces déficit neurológico focal. La histopatología muestra una forma severa de encefalitis necrohemorrágica con gran destrucción parenquimatosa en las regiones comprometidas, usualmente bilateral y asimétrica. El diagnóstico, inicialmente fruto de la sospecha clínica, se apoya en los hallazgos imagenológicos, tanto en tomografía axial computarizada (TAC) como en resonancia magnética (RM) de cerebro, así como también en el estudio serológico del LCR, ambos son altamente sugestivos de esta patología, pero la única prueba realmente confirmatoria es la reacción de polimerasa en cadena para detectar el ADN viral. Desafortunadamente en nuestro medio no es posible realizar frecuentemente este tipo de estudio, por lo que es necesario apoyar más el diagnóstico en hallazgos clínicos e imagenológicos de fácil alcance. Se presenta un caso y especialmente la revisión de los hallazgos en la tomografía axial computarizada de cerebro, algunos de los cuales pueden considerarse casi patognomónicos (Acta Neurol Colomb 2004;20: 77-84). Palabras clave: herpes simple, encefalitis,encefalitis por herpes simple, cerebro, tomografía computarizada por rayos X. SUMMARY Herpes simplex encephalitis is an unusual cerebral infection, caused by the herpes simplex virus, characterized by an acute clinical course, frequently fatal. Even though the infection may be widespread with generalized cerebral compromise, the particular tropism of this virus, which makes its predilection for the limbic system structures, explains the highly suggestive clinical and CT imaging manifestations. The clinical picture is dominated by fever, seizures, conscious alterations, hallucinations and focal neurologic signs. Histopathologically a severe form of necrotizing and hemorrhagic encephalitis is found on damaged areas, usually in a bilateral but asymmetric fashion. The initially suspected clinical diagnosis is then backed by CT and RMI imaging findings, as also by positive serological tests for the virus in CSF, which are highly suggestive of this pathological process, but the only really confirmatory test is the polymerase chain reaction amplification assays for the detection of herpes simplex virus DNA in the CSF. Unfortunately, in our country not very often it is possible to make this type of study, thus it is necessary to support frequently our diagnosis only in clinical and neuroimaging findings. The present article is a description of a case and especially the revision of the findings in the computerized tomography of brain, some of which can be considered almost pathognomonic (Acta Neurol Colomb 2004;20: 77-84) Recibido: 04/06/2004. Revisado: 04/07/2004. Aceptado: 18/07/2004. . Dr. Gabriel Centanaro: Neurólogo Clínico Intensivista, UCI Clínica San Pedro Claver, ESE Luis Carlos Galán Sarmiento, Servicio de Neurología Hospital Militar Central, Profesor Asistente Facultad de Medicina Universidad Militar Nueva Granada, Docente Adscrito Facultad de Medicina Universidad Nacional de Colombia; Dr. Óscar E. Pinzón J.: Neurorradiólogo Departamento Imágenes Diagnósticas Clínica San Pedro Claver ISS; Dr. Daniel Vega: Neurólogo Clínico Intensivista UCI Clínica San Pedro Claver, ESE Luis Carlos Galán Sarmiento, Neurólogo Clínico Servicio de Neurología Hospital Central de la Policía, Docente Adscrito Facultad de Medicina Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. Correspondencia a. Dr. Gabriel Centanaro, e-mail: gabrielcentanaro@hotmail.com 77 Acta Neurol Colomb • Vol. 20 No. 2 Junio 2004 Key words: herpes simplex, encephalitis, encephalitis herpes symple, brain, tomography, X-ray computed. INTRODUCCIÓN La habilidad del virus del Herpes simplex (HS) para viajar de un sitio periférico de inoculación a las células del ganglio sensitivo y centralmente al encéfalo, fue reconocida desde 1923 por Goodpasture y Teague y desde 1968 se demostró la existencia de dos subtipos antigénicos: tipos 1 y 2, observándose que el primero era el responsable de las infecciones al sistema nervioso central. Desde entonces muchos han sido los adelantos en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad viral en el sistema nervioso central, en la cual se ha demostrado que la terapia iniciada a tiempo, tiene un efecto dramático en el pronóstico (1). En nuestro medio raras veces es posible contar con modernos métodos diagnósticos, por lo que la utilización de métodos a nuestro alcance en forma precoz, reviste la mayor importancia para definir el inicio de la terapia. Dentro de estos métodos, la tomografía cerebral simple de cerebro (TAC) es el más fácil y rápido de realizar, el cual puede ser también el más útil si se conocen los hallazgos imagenológicos característicos. PRESENTACIÓN DEL CASO Mujer de 66 años de edad, quien consultó a un centro privado por una clínica aguda de fiebre, cefalea, desorientación, compromiso de la memoria, alteraciones de la conducta con lenguaje algunas veces incoherente, alucinaciones olfatorias (olor a caucho quemado) y somnolencia. Tenía antecedentes de hipertensión arterial y neumopatía crónica por humo de leña. Le realizaron TAC cerebral simple (cuyo resultado no fue conocido por el paciente o por sus familiares), cuatro días después del inicio le prescribieron analgésicos y manejo ambulatorio. La paciente fue remitida a urgencias de nuestra institución hospitalaria cuatro días después de la primera TAC y con al menos siete días de evolución de la enfermedad con impresión clínica de endocarditis bacteriana y ACV cardioembólico. Se hallaba estuporosa, con muy mal manejo de secreciones, por lo cual fue trasladada a UCI en donde se realizó intubación orotraqueal y nueva TAC cerebral (y se revisó la anterior), demostrándose cuadro tomográfico muy similar y altamente sugestivo de una encefalitis herpética: compromiso bilateral temporofrontal asimétrico y extensión subinsular y límbica anterior, también asimétrica, con visualización claramente delimitada del borde lateral del putamen aparentemente bien preservado (Figuras 1 y 2). Se realizó punción cisternal (atraumática, realizada por neurocirujano) cuyo LCR, demostró ligera pleocitocis linfocitaria (49 leucocitos por campo con 55% de monocitos) con 81 hematíes por campo, con leve elevación de las proteínas (61 mg/dL) y glucosa normal 78 Figura 1. Caso. TAC simple, primer estudio, compromiso bilateral temporo-frontal asimétrico. Figura 2. Caso. TAC simple, curso clínico de al menos siete días. Extensión subinsular y límbica anterior, asimétrica. Obsérvese la extensión del proceso hacia la corteza insular y la sustancia blanca subinsular con visualización claramente delimitada del borde lateral del putamen aparentemente bien preservado (flechas gruesas). Imágenes en encefalitis herpética • G. Centanaro y cols. (52 mg/dL), sin encontrar bacterias. Fundamentados en el curso clínico observado, el LCR y los hallazgos de TAC cerebral, se instauró terapéutica con acyclovir IV y demás medidas de protección cerebral y de soporte en UCI. Durante su evolución se evidenció labilidad de la tensión arterial y la frecuencia cardíaca con fluctuaciones inexplicables de la temperatura y otros signos de compromiso de tallo cerebral como anisocoria por midriasis derecha. El siguiente TAC, hecho en nuestra clínica, evidenció claramente el típico compromiso frontotemporal, con extensión límbica (circunvoluciones del cíngulo), asimétrico, con cambios hemorrágicos y necrotizantes (Figuras 3 y 4), ya insinuados en las TAC anteriores. Los siguientes controles de TAC cerebral, realizados dentro de las dos siguientes semanas, mostraron aumento de las zonas de necrosis y hemorragia en regiones temporales mediales, frontobasales, insulares y de anillos límbicos, especialmente en el lado derecho (Figura 5), con lesiones al parecer estables en el izquierdo. Se apreció, además, dilatación compensatoria ventricular, con ensanchamiento de cisternas peritronculares y dilatación del IV ventrículo, sugiriendo compromiso adicional del tallo cerebral. Figura 3. Caso. TAC simple, dos semanas de evolución. Severos cambios necrotizantes y hemorrágicos. En este estadio evolutivo, el cuadro imagenológico estaba dominado por la severa pérdida de tejido cerebral. La paciente, sin embargo, presentó mejoría leve de su estado de conciencia y de su reacción al medio y al día 10 de su ingreso se observaba aún muy somnolienta, persistiendo intubada y ventilada con compromiso severo de la oxigenación debido a neumonía nosocomial y sepsis secundaria. En los días siguientes se deterioró mucho más su estado de conciencia presentando sepsis severa de origen pulmonar y disfunción multiorgánica, falleció en el día 15 de su ingreso. DISCUSIÓN El Herpes simplex (HS) es miembro de una familia viral que posee una cadena simple de DNA que codifica al menos 84 polipéptidos y glicoproteínas de la superficie viral, las cuales intervienen en la penetración del virus a las células y provocan la repuesta inmune del huésped (1). El virus del Herpes simplex tipo 1 usualmente causa infecciones orofaciales y encefalitis y el tipo 2 causa infecciones genitales. En el tejido cerebral pueden encontrarse cambios histopatológicos típicos en la biopsia, incluyendo necrosis hemorrágica con inclusiones intranucleares características. El virus puede demostrarse por microscopía electrónica, técnicas para detección de antígenos y cultivo viral (2). Figura 4. Caso TAC simple, dos semanas de evolución. Anillos límbicos asimétricamente lesionados, dilatación ventricular 79 Acta Neurol Colomb • Vol. 20 No. 2 Junio 2004 La primoinfección ocurre en individuos susceptibles (seronegativos) por la exposición al virus de una superficie lacerada en la mucosa o en la piel. El virus es entonces transportado por vía retrógrada desde los axones de los nervios periféricos al núcleo de las neuronas en el ganglio sensitivo (ganglio dorsal o de Gasser). El genoma viral puede permanecer en un estado latente por años. Una variedad de estímulos, incluyendo estrés físico o emocional, fiebre, menstruación o luz ultravioleta, puede causar la reactivación del virus con el desarrollo subsecuente de infecciones recurrentes usualmente cutáneas, alrededor de los 40 años de edad (1). La localización de la encefalitis en los lóbulos temporales y la corteza orbitofrontal, en parte, reflejan la ruta de entrada del virus al cerebro: vía mucosa y bulbo olfatorio a través de la lámina cribiforme y subsecuentemente extensión a la base del encéfalo o por la vía del ganglio de Gasser a las meninges y fosa craneal media. La infección cerebral causada por el Herpes simplex es una forma muy severa de proceso inflamatorio, que consiste en una meningoencefalitis necrotizante y hemorrágica, asociada con edema y luego encefalomalasia, que afecta primariamente al lóbulo temporal y áreas frontales adyacentes, por lo general en forma bilateral pero frecuentemente asimétrica (3). Recientemente se ha observado muerte celular apoptótica en las neuronas y la glia de áreas de infección viral activa, lo que se cree puede ser un factor contribuyente en la lesión cerebral causada por el herpes simple (4). El tipo más frecuentemente hallado en adultos y niños mayores de seis meses es el tipo 1, pero en el recién nacido (encefalitis congénita ó perinatal) la infección usualmente resulta de la exposición fetal al virus del herpes simple tipo 2, el cual es transmitido durante el parto vaginal por la madre afectada por herpes genital. La infección puede ser generalizada (visceral) y fatal, o afectar sólo el SNC como una meningoencefalitis neonatal en aproximadamente 30% de casos, usualmente con pobre pronóstico. El Herpes virus es una de las causas de encefalopatía neonatal quística múltiple (5). El HS tiene una distribución mundial y afecta solamente a humanos (2). La mortalidad de la encefalitis herpética es muy alta (de un 60-70%) y es la causa más común de encefalitis severa en el mundo occidental, considerándose hoy que el pronóstico depende de un diagnóstico precoz y del oportuno inicio de la terapéutica antiviral. Se han descrito varias formas de la enfermedad, desde la más leve y focal hasta las más severas que terminan en la muerte del paciente, y que pueden ser parte de un amplio espectro patológico: la forma clásica (temporal o temporofrontal), la encefalitis límbica, la encefalomielitis (difusa), y la encefalitis de tallo cerebral (6). 80 Figura 5. Caso. TAC simple, dos semanas de evolución. Severa pérdida de tejido cerebral, dilatación ventricular. Figura 6. Archivo. TAC contrastada. Lesión temporomedial unilateral. El diagnóstico se sospecha inicialmente por el cuadro clínico, caracterizado por cefalea, fiebre, trastornos de la conducta y alteración de la conciencia, que pueden evolucionar durante horas o días. La cefalea es un síntoma Imágenes en encefalitis herpética • G. Centanaro y cols. temprano y la fiebre casi siempre está presente. Las alteraciones de la conducta, presentadas como cambios de personalidad o verdaderos trastornos psicóticos, pueden ser la característica prominente y el paciente ser tratado como enfermo mental. Pueden presentarse crisis epilépticas focales o generalizadas con alucinaciones gustativas u olfatorias, alteraciones autonómicas y algunas veces déficit neurológico focal (generalmente afasia, hemiparesia y cuadrantanopsia superior homónima) (7, 8). El diagnóstico temprano es de la máxima importancia para asegurar el inicio temprano de la terapia antiviral, la cual muchas veces debe ser iniciada sólo con la sospecha clínica. El EEG puede ser útil ya que en cerca del 80% de los casos se observan ondas agudas y lentas en las regiones temporales con a veces actividad periódica o pseudoperiódica (8, 9). La punción lumbar (PL) puede mostrar una presión de apertura elevada y el examen del líquido cefalorraquídeo (LCR) muestra pleocitosis linfocítica a expensas de mononucleares con leve elevación de las proteínas y glucosa normal. Esta pleocitosis está presente en cerca del 97% de los casos, pero puede estar ausente tanto en inmunocompetentes como en inmunosuprimidos. Frecuentemente es menor de 500 células por microlitro y sólo un 10% de los casos puede presentar conteos superiores. La presencia de eritrocitos en el LCR en una PL atraumática es muy sugestiva de encefalitis, pero no es de gran valor diagnóstico para encefalitis herpética, ya que también puede encontrarse en otros tipos de encefalitis viral (8, 10). En el diagnóstico imagenológico temprano, la TAC cerebral simple es un método muy útil. Los hallazgos típicos incluyen hipodensidad en regiones orbitofrontales y temporales anteromediales, frecuentemente asociadas con efecto de masa y realce irregular de las mismas con el contraste (11-15). Se pueden observar zonas de hemorragia en las áreas afectadas. Al inicio de la enfermedad muestra sólo sutiles cambios edematosos en el lóbulo temporal (zonas medial o anteromedial) (Figura 1) y lóbulo frontal (circunvoluciones orbitofrontales, en especial giro recto) (Figuras 5, 6), sin ser claramente aparentes hasta el quinto día (aunque se han descrito hallazgos positivos a las 48-72 horas), después del cual aparecen claros signos del proceso necrotizante y hemorrágico (Figura 7) en las áreas descritas, ya sean unilaterales o bilaterales asimétricos (Figuras 8). Los focos hemorrágicos se ven hiperdensos e irregularmente distribuidos (Figura 7). Uno de los hallazgos más sugestivos en la TAC es la extensión del proceso hacia la corteza insular (Figuras 2 y 4) y la sustancia blanca subinsular (que se observan hipodensos), lo cual permite Figura 7. Archivo. TAC simple. Lesión extensa bilateral asimétrica, putámenes bien demarcados; anillos límbicos comprometidos. Figura 8. Archivo. TAC simple. Secuelas simétricas, perfecta demarcación putaminal. 81 Acta Neurol Colomb • Vol. 20 No. 2 Junio 2004 la visualización claramente delimitada del borde lateral del putamen aparentemente bien preservado (Figuras 2, 3, 9, 10). Este cuadro se demuestran aun mejor en resonancia magnética. La administración de contraste, tanto en TAC como en RM, evidencia disrupción de la barrera hematoencefálica, con realce giriforme (Figura 4), lineal (Figura 7) o irregular en la corteza de las regiones lesionadas. En los casos de compromiso progresivo de los anillos límbicos, la TAC y la RM son valiosas herramientas en el seguimiento para evaluar la respuesta al tratamiento y aún pueden ser de ayuda en predecir el posible desenlace y las secuelas en aquellos pacientes que sobrevivan. En los casos de patrón no específico, principalmente en neonatos, la TAC muestra hipodensidad de la sustancia blanca en forma difusa y grado variable, de acuerdo con la severidad del proceso, ligero realce leptomeníngeo y cambios atróficos residuales. En la fase aguda, la TAC mostrará cambios similares a los de una meningoencefalitis bacteriana (16, 17). La RM de cerebro excede a la tomografía en sensibilidad y es el método imagenológico de elección cuando se sospecha encefalitis herpética y es muy útil en el diagnóstico precoz y el seguimiento. Los hallazgos típicos en RM incluyen hipointensidad en la secuencia T1 e hiperintensidad en la secuencia T2 de zonas orbitofrontales y temporales, asociadas con un grado variable de edema y efecto masa (18-22). Nuevas técnicas de RM como FLAIR (fluid attenuated inversion recovery), que disminuye la intensidad de señal del líquido cefalorraquídeo y reduce los artificios del mismo sobre el parénquima cerebral, se utilizan cada vez más para el diagnóstico precoz de las encefalitis, ya que permiten mejor visualización de las lesiones que involucran a la sustancia gris y revelan anormalidades poco visibles en estudios convencionales de RM (23, 24). Figura 9. Archivo. TAC simple. Amplio compromiso insular y subinsular unilateral. La confirmación etiológica requiere diagnóstico serológico, aislamiento del virus (del LCR), pero en últimas podría requerirse biopsia cerebral. El diagnóstico serológico del virus no es útil clínicamente y el virus puede cultivarse sólo en un 4% de los casos. El método diagnóstico de más alta sensibilidad y especificidad es la reacción en cadena de la polimerasa para la detección del ADN viral en el LCR y éste puede ser positivo a las pocas horas de iniciado el cuadro clínico y permanecer positivo aun hasta una semana después de iniciada la terapia antiviral. La biopsia cerebral se reserva sólo para casos muy seleccionados que no respondan a la terapia antiviral (6, 8). El acyclovir intravenoso (10 mg/kg cada 8 horas) es la terapia de elección en encefalitis herpética. El acyclovir 82 Figura. 10. Archivo. TAC contrastada. Hipodensidad subinsular de margen interno bien definido. Imágenes en encefalitis herpética • G. Centanaro y cols. es un nucleósido análogo sintético con baja toxicidad que inhibe la síntesis de ADN al competir con el trifosfato de deoxiguanosina como sustrato para la polimerasa del ADN. La nefrotoxicidad con precipitación de la droga en los túbulos renales puede ser reducida por la infusión lenta e hidratación adecuada. La timidinquinasa del virus convierte el acyclovir en su derivado monofosfato y su subsecuente fosforilación es realizada por las enzimas celulares, de aquí que la droga se concentre en las células infectadas (6, 25). Con el uso de acyclovir intravenoso la mortalidad se ha reducido del 70% al 28% según varios estudios. El reconocimiento temprano de la enfermedad y el pronto inicio de la terapia llevan siempre a un más favorable pronóstico. También se ha demostrado un pronóstico más favorable en pacientes jóvenes. El pronóstico también es más favorable si el tratamiento se inicia antes del deterioro de la conciencia. La terapia debe mantenerse por 14 a 21 días para evitar la recurrencia, la cual se presenta en 5-10% de los pacientes (1). En este paciente se observaron tempranamente manifestaciones clínicas muy sugestivas de encefalitis herpética como fiebre, cefalea, compromiso de la memoria, crisis uncinadas y alteraciones de la conducta, con posterior mayor compromiso del estado de conciencia. El líquido cefalorraquídeo fue muy sugestivo de una encefalitis viral, con pleocitosis linfocitaria, ligera elevación de las proteínas, glucosa normal y presencia de escasos hematíes frescos en una punción atraumática. En el estudio imagenológico inicial se observaron lesiones temporomediales y frontobasales, bilaterales y algo asimétricas, con extensión subinsular y límbica anterior, también asimétrica, lo cual junto con el aparentemente precoz compromiso de estructuras de los anillos límbicos son, dentro del contexto clínico, altamente compatibles con encefalitis herpética necrotizante hemorrágica. Los siguientes estudios tomográficos realizados dentro de las dos siguientes semanas mostraron el típico compromiso frontotemporal, con extensión límbica (circunvoluciones del cíngulo), asimétrico, con cambios hemorrágicos y necrotizantes, aumento de las zonas de necrosis y hemorragia en regiones temporales mediales, frontobasales, insulares y de anillos límbicos. Se apreció, además, dilatación compensatoria ventricular, con ensanchamiento de cisternas peritronculares y dilatación del IV ventrículo, sugiriendo adicional compromiso del tallo cerebral. Estos hallazgos concuerdan con los descritos en la literatura. Uno de los hallazgos más sugestivos en la TAC es la extensión del proceso hacia la corteza insular y la sustancia blanca subinsular con visualización claramente delimitada del borde lateral del putamen aparentemente bien preservado, lo cual se observó claramente en la imágenes tomográficas de este paciente. La RM de cerebro es el mejor método de diagnóstico por imagen por su gran sensibilidad pero, infortunadamente, es un método menos fácilmente disponible, más costoso y que implica limitaciones de compatibilidad de los sistemas de soporte vital (sobre todo en pacientes con ventilación mecánica) con el campo magnético. Por esto, en la práctica clínica real, hay un número sustancial de casos que no pueden acceder oportunamente a esta modalidad diagnóstica, en los que la tomografía es un recurso de vital importancia. A pesar de que la terapia con acyclovir fue iniciada muy tarde para este paciente (después del deterioro de la conciencia), se observó leve mejoría clínica después de iniciada la misma; sin embargo, este hecho, la complicación con neumonía nosocomial y sepsis y su avanzada edad, probablemente influyeron en su desfavorable desenlace. En los países desarrollados el avance más importante para el diagnóstico precoz de esta entidad ha sido la reacción en cadena de la polimerasa, basada en técnicas de detección de fracciones del ADN viral, pero esta prueba en nuestro medio es de muy difícil acceso, por lo que la clínica y los estudios imagenológicos como la TAC cerebral, siguen siendo los instrumentos más importantes en el diagnóstico precoz de esta enfermedad. REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. Whitley RJ, Roizman B. Herpes simplex virus infections. Lancet 2001;357:1513-1518. Jackson AC. Herpes simplex encephalitis. Neurobase, MedLink Neurology. April 2004. Brownell B, Tomlinson AH. Viral diseases of the central nervous system. In: Adams JH, Corsellis JAN, Duchen LW eds Greenfield´s Neuropathology. New York: Wiley 1984; 260-303. DeBiasi RL, Kleinschmidt-DeMasters BK, RichardsonBurns S, Tyler KL. Central nervous system apoptosis in human herpes simplex virus and cytomegalovirus encephalitis. 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