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Posición de la CES sobre la comunicación de la Comisión Europea sobre el fortalecimiento de la dimensión social de la Unión económica y monetaria 1 Adoptada en el Comité ejecutivo del 3-4 diciembre 2013 En su Contrato Social para Europa adoptado en junio de 2012, la Confederación Europea de Sindicatos (CES), insistía en que la dimensión social de Europa debe ser una parte integral de la gobernanza económica y fiscal, y tratarse en pie de igualdad. A raíz de la petición del Consejo Europeo a la Comisión para que, entre otras cosas, desarrolle más "la dimensión social de la UEM, incluyendo el diálogo social", el Comité Ejecutivo de la CES adoptó su posición sobre la "dimensión social de la Unión Europea" (abril de 2013), aportando así una nueva contribución al debate. Las prioridades de la CES para una dimensión social de la UE son: 1. Poner fin a los recortes en los gastos públicos, la protección social y los salarios. Son injustos, aumentan el paro, las desigualdades y la pobreza y empeoran la recesión. 2. Terminar con la competencia sobre los salarios y las condiciones de trabajo. Terminar con la competencia fiscal, el fraude fiscal y la evasión fiscal. La UE no es únicamente una zona de libre comercio. Tiene como objetivo el pleno empleo, el progreso económico y social. 3. Insistir en las inversiones para un crecimiento sostenible y el empleo. 4. Promover el diálogo social y la negociación colectiva a todos los niveles. En respuesta a la petición del Consejo Europeo, la Comisión Europea adoptó el 2 de octubre, una Comunicación sobre el fortalecimiento de la dimensión social en la Unión Económica y Monetaria. Para la CES, la cuestión en juego es si la UEM puede tener una dimensión social capaz de equilibrar la política económica y los objetivos sociales de Europa. Nuestra valoración global de la comunicación es que las propuestas que se presentan contribuirán poco a este objetivo. Este documento de síntesis responde a las propuestas contenidas en la Comunicación en el marco de la UEM. Sin embargo, la CES señaló que un debate sobre la dimensión social de la UEM debería conducir al progreso social en toda Europa. La adopción por la Comisión de la Comunicación sobre un Programa para una adecuación y eficacia de la normativa (REFIT) el mismo día de la Comunicación sobre la dimensión social no se nos ha escapado. Condenamos esta nueva manifestación del enfoque desregulador de la Comisión, que se asemeja a un ataque frontal contra una serie de derechos sociales. Por ejemplo, no habrá nueva estrategia europea en materia de salud y seguridad antes de 2015, y además la Comisión también pretende debilitar la legislación en materia de información y consulta de los trabajadores. Este desprecio de las disposiciones del Tratado en materia de diálogo social es inaceptable, sobre todo el bloqueo del acuerdo marco europeo sobre la protección de la salud y la 1 Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo y al Consejo “Fortalecimiento de la dimensión social de la Unión Económica y Monetaria” seguridad en el sector de peluquería. La CES también está consternada con la actual falta de iniciativas para establecer condiciones justas para la protección de los trabajadores. La Comisión propone reforzar la dimensión social de la UEM siguiendo cuatro ejes: una vigilancia multilateral más estrecha y una mayor coordinación de las políticas en el ámbito social y de empleo, una mayor solidaridad financiera, una acción reforzada en materia laboral y de movilidad profesional y una intensificación del diálogo social. La CES apoya el objetivo de mejorar la vigilancia y de una mayor coordinación de las políticas en materia social y de empleo. La Comisión sugiere que esto se puede lograr añadiendo indicadores auxiliares en el procedimiento de desequilibrios macroeconómicos (PDM) y desarrollando un cuadro con indicadores clave de la situación social y laboral, que será utilizado en el contexto de la Estrategia Europea de Empleo. La Comisión también propone una mayor coordinación de las políticas sociales y el empleo en el contexto del Semestre Europeo mediante herramientas de control ya existentes, complementadas con el cuadro de indicadores, y basada en la evaluación comparativa y la promoción de las mejores prácticas. El cuadro de indicadores propuesto, aunque pudiera contribuir a mejorar el análisis de cuestiones sociales, no será de ninguna utilidad para corregir la política económica, incluso cuando el análisis muestre que ésta pueda tener consecuencias negativas para el empleo y la situación social. La CES sigue haciendo hincapié en la necesidad de un mecanismo que pueda corregir la política macroeconómica cuando sea necesario. La CES considera que los factores económicos y sociales están inseparablemente ligados. Los indicadores sociales se utilizan ya, pero son poco prioritarios. Sin embargo, representan puntos de referencia esenciales si queremos que la Unión Económica y Monetaria progrese de manera coherente y socialmente positiva. Los indicadores mejorados podrían conducir a un seguimiento y análisis más sistemático de las tendencias del empleo y las tendencias sociales en toda Europa. La Comisión ha propuesto cinco indicadores clave para el cuadro de indicadores: la tasa de desempleo, la tasa de paro en jóvenes y la tasa de jóvenes que no trabajan y que no siguen ni estudios ni formación (NEET) 2 ; el ingreso bruto real disponible de los hogares, la tasa de riesgo de pobreza y las desigualdades. Estos son indicadores rezagados que confirman las tendencias a largo plazo pero la CES considera que el valor analítico del marcador se podría mejorar en gran medida por la introducción de indicadores avanzados. Esto proporcionaría un mayor margen para las medidas preventivas en lugar de tratar de implementar medidas correctivas una vez que el daño está hecho. Sin embargo, hasta ahora, a pesar de nuestras peticiones, los interlocutores sociales europeos no han sido consultados en el desarrollo de estos indicadores. La CES propone que otros indicadores sean considerados para su inclusión en el cuadro de indicadores, por ejemplo: la tasa de empleo y desempleo mostrando el porcentaje de trabajadores pobres; la proporción de salarios bajos; la parte de empleos a tiempo parcial y de duración determinada en el empleo total; la parte de beneficios; el empleo a tiempo parcial o a duración determinada involuntarios; el desempleo de larga duración; el acceso a la educación y la formación; el gasto en políticas activas del mercado laboral; la brecha salarial hombres-mujeres; la salud y la seguridad en el trabajo y el gasto en protección social. Esta lista no es exhaustiva. El 2 Not in Education, Employment or Training. No Estudios, Empleo o Formación. 2 Parlamento Europeo también ha pedido la introducción de indicadores adicionales, incluyendo un "índice de trabajo decente." La Comisión debe considerar desarrollar un índice de este tipo. Todos los indicadores deben ser sensibles a la dimensión de género y los datos resultantes deben ser desglosados por género para mostrar la brecha hombre-mujer y las consecuencias ligadas al género. La CES apoya la solidaridad económica en la UE. Los fondos estructurales son un buen ejemplo y también las inversiones europeas especialmente dedicadas a los países en dificultad. En el contexto del desarrollo de una mayor solidaridad financiera basada en la responsabilidad, la Comisión vuelve a su idea de un instrumento de convergencia y competitividad (ICC) o lo que ella llama "acuerdos contractuales”. Se han puesto en marcha acuerdos contractuales de manera antidemocrática y han impuesto una serie de medidas inapropiadas. Han deteriorado los convenios colectivos, las relaciones industriales y el diálogo social. La CES se opone a estos acuerdos contractuales. La experiencia de los Estados miembros sometidos a los programas de la Troika muestra que este tipo de reformas a menudo están vinculadas a los recortes salariales, a la reducción de la protección de los trabajadores y al debilitamiento de las relaciones sociales. Los protocolos de acuerdo han vulnerado los principios y el espíritu del acervo social europeo, incluida la Carta de los Derechos Fundamentales y Convenios fundamentales de la OIT. La CES se opone a los acuerdos contractuales que pudieran introducir estas políticas en toda Europa. La CES se opone a los acuerdos contractuales que podrían suponer estas políticas en toda Europa. La CES también se preocupa porque el acceso a los fondos estructurales podría estar condicionado a la aplicación de esas reformas estructurales y se opone explícitamente. La CES apoya la movilidad para los trabajadores y ciudadanos europeos. La movilidad puede ampliar las oportunidades de empleo de un individuo, pero no resolverá la crisis social y económica en Europa. La Comisión asume que la movilidad de la mano de obra puede actuar como un mecanismo de ajuste en la UEM para responder a los choques asimétricos. La CES insiste en que la movilidad debe ser voluntaria y llevarse a cabo en un marco de respeto a los derechos laborales, incluidos los convenios colectivos, y la aplicación del principio de igualdad de trato. La CES condena sin equívocos a los empleadores que recurren a prácticas que rozan la esclavitud. La "fuga de cerebros" es un problema importante para los países en dificultad. Tiene graves consecuencias sobre su economía, sus ingresos fiscales, los servicios públicos y otros, así como en el tejido social. Debemos hacer más para garantizar las inversiones necesarias para fomentar la creación de empleo, desarrollar servicios públicos de calidad, accesibles y en general mejorar el nivel de vida, especialmente en las zonas donde el desempleo es importante. Los estabilizadores automáticos nacionales han sido sometidos a una fuerte presión a causa de la crisis. La CES continuará su reflexión sobre las implicaciones de los instrumentos de convergencia y competitividad (ICC) y de los estabilizadores automáticos. La CES opina que todos los europeos deberían tener garantizado un mínimo de protección social con acceso universal a los sistemas de salud, ayuda a la renta, la seguridad del sustento y una pensión decente sobre la base de normas mínimas. La CES apoya la introducción de una renta social mínima en cada Estado miembro sobre la base de principios comunes europeos, y pide a la Comisión que tome la iniciativa en este sentido. La CES acoge con satisfacción el énfasis puesto en la necesidad de fortalecer el papel del diálogo social a nivel europeo y nacional, y de hacer participar más a los 3 interlocutores sociales en la gobernanza económica. La Declaración conjunta sobre la participación de los interlocutores sociales en la gobernanza económica europea debería servir como una referencia en este sentido. La CES está dispuesta a discutir las propuestas de la Comisión sobre lo que se puede hacer para dar peso a los indicadores sociales. Aunque la situación aún se puede mejorar, se ha avanzado en el ámbito europeo. Los dos últimos años, los interlocutores sociales europeos fueron consultados antes de la publicación de la EAC (Encuesta Anual sobre el Crecimiento), y este año, a pesar de que no ha respondido plenamente a nuestra solicitud de adjuntar nuestras respectivas opiniones a la EAC, la Comisión, sin embargo, ha incluido enlaces a las aportaciones de los interlocutores sociales en la página principal del sitio web de la EAC 2014. También valoramos el mejor diálogo con el Comité de Empleo (EMCO) y el Comité de Protección Social y su disposición a estudiar la forma de cómo desarrollarlo aún más. La participación de los interlocutores sociales nacionales en el semestre europeo, sin embargo, sigue siendo totalmente insuficiente y debe mejorarse. Los Estados miembros deben consultar a los interlocutores sociales a nivel nacional de manera oportuna y eficaz para la preparación de sus programas nacionales de reforma (PNR) y sus planes para el empleo. Requiere el control de la Comisión para asegurarse que esto se produce. Si se solicita, la opinión de los interlocutores sociales se debe adjuntar a los PNR y, en ausencia de una posición común, las dos opiniones se deben incluir. La Comisión también debe reunirse con los interlocutores sociales, conjuntamente o por separado, durante las visitas al país para discutir las próximas recomendaciones específicas por país. La CES reconoce que se deben mejorar el diálogo macroeconómico (DME) y la Cumbre Social Tripartita (CST). Para empezar, es necesario analizar en profundidad cómo se pueden optimizar los resultados de estas reuniones. La CES considera que esta es una oportunidad para utilizar el Comité de Diálogo Social (CDS) para mejorar la participación de los interlocutores sociales en el semestre europeo. Debe, sin embargo, respetarse la autonomía de los interlocutores sociales y que el CDS no se convierta sólo en un foro de debate sobre el semestre europeo. La CES está dispuesta a discutir la forma de mejorar el diálogo social en el contexto del Semestre Europeo. Sin embargo, la situación actual con respecto a los acuerdos marco sectoriales por parte de los interlocutores sociales en materia de salud y seguridad en el sector de peluquería y de la ordenación del tiempo de trabajo en el campo de la navegación interior es una violación inaceptable de autonomía del diálogo social. Esto arroja serias dudas sobre la sinceridad de la Comisión en cuanto a su voluntad de reforzar el diálogo social en general. 4