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EL MUNDO/ AÑO XI, NÚMERO 487 X I V SALUD C O N F E R E N C I A SÁBADO 6 DE JULIO DE 2002 S O B R E S3 S I D A VACUNAS / En Barcelona se conocerán los últimos resultados obtenidos con la única inmunización que se está probando en grandes ensayos clínicos con humanos, fabricada por la compañía de biotecnología VaxGen C.M. A día de hoy existe más de una docena de vacunas contra el sida en experimentación. Desde 1987 se han evaluado 30. Sólo una de ellas, desarrollada por la compañía de biotecnología VaxGen, ha llegado a la fase avanzada (III) de ensayos clínicos. Los trabajos se están llevando a cabo en poblaciones de EEUU, Holanda, Canadá, Puerto Rico y Tailandia. En el resto, de todos los recursos asignados a este campo África sólo recibe un 2%. En junio comenzó a invertirse la situación con la puesta en marcha del primer Programa para una Vacuna Africana contra el Sida (AAVP), donde, según denuncian los principales organismos internacionales, la necesidad de una inmunización se ha convertido en una urgencia. Esta es, a grandes rasgos, la radiografía básica de uno de los campos que suscitan más atención en cada reunión científica sobre sida: la vacuna. Hay dos tipos: terapéutica, dirigida a potenciar el sistema inmune del enfermo para que el propio organismo pueda, en algún momento del tratamiento, controlar la enfermedad sin necesidad de tomar más fármacos (como ocurre con la mayoría de las patologías infecciosas), y preventiva (para reducir e incluso anular el riesgo de contraer la infección). «La investigación en el campo de las vacunas terapéuticas, que está más avanzada, será útil para el desarrollo de las profilácticas», explica José María Gatell, junto con el doctor Jordi Casabona copresidente de la XIV Conferencia Internacional sobre Sida que se celebrará del 7 al 12 de julio en Barcelona. En su opinión, este área será una de las claves científicas de la reunión. La vacuna de MSD Durante la IX Conferencia Anual sobre Retrovirus que se celebró en febrero en Seattle (EEUU), la farmacéutica Merck Sharp and Domme (MSD) reveló por primera vez cómo actúan en humanos sus vacunas experimentales de ADN , una de las escasas buenas noticias que dio el sida en 2001, repleto de malos augurios sobre el desarrollo de la enfermedad. Según explica la documentación que ofrece el laboratorio, la inmunización tiene tanto fines profilácticos como terapéuticos. Después de varias pruebas previas, el método ele- La esperanza de acabar con el virus para siempre LA EPIDEMIA DE VIH SE EXTIENDE Zhang Xiaqing, de ocho años, contrajo el sida a través de una transfusión de sangre que le realizaron en la provincia donde vive con sus padres, Henan (China). Es el nuevo rostro de la gido para su administración presenta dos fases. Primero, se inocula material genético del VIH en el organismo del paciente para provocar que algunas de sus células integren los genes víricos y produzcan proteínas del virus que causa el sida. En el segundo paso, se inserta un gen del VIH en otro patógeno: un adenovirus (causante de resfriados) modificado genéticamente para que no pueda provocar la enfermedad. Con las dos inyecciones se pretende potenciar la respuesta del organismo al tratamiento, de tal forma que, aunque no se logre anular el riesgo de contraer la infección, sí se pueda eliminar la terapia farmacológica una vez que la presencia del virus en la sangre sea ya mínima. En humanos, la vacuna se ha probado en ensayos en fase I (para evaluar la toxicidad de un fármaco y de- epidemia de sida. Según los últimos datos de ONUSIDA, la epidemia de VIH aún no ha tocado techo en África y se extiende por Asia (Vietnam, Camboya, India) y Europa del Este. terminar la dosis adecuada) con «resultados esperanzadores». La muestra del estudio estaba formada por personas que no habían estado expuestas al VIH. El principal problema que planteó la vacuna, la presencia de resistencias al adenovirus, se solucionó en los participantes afectados con la administración de dosis elevadas de la inmunización. En el 57% de los voluntarios de este grupo la vacuna fue capaz de inducir las respuestas del sistema inmune frente al VIH. Ahora, Merck está probando nuevas estrategias (como proporcionar dosis mayores, más inyecciones o añadir más genes del VIH en la vacuna) para incrementar el índice de pacientes que responden al medicamento. La multinacional farmacéutica presentará los últimos resultados en Barcelona. Hay que ser cautos: a pesar de que los científicos son Escasa investigación en África A finales del mes de junio, la revista británica The Lancet se hizo eco de uno de los muchos desajustes que existen en la investigación y en el tratamiento del sida. En África, donde se concentra el 70% de los 40 millones de seropositivos, hasta la fecha apenas se han realizado dos pequeños ensayos en fase iniciales (I) con inmunizaciones contra el sida. La cuestión no es ni mucho menos irrelevante: existen tres cepas del virus del sida (A, B y C, más una posible cuarta aún no confirmada), y las vacunas se tienen que fabricar y evaluar teniendo en cuenta estas circunstancias básicas. En África las variedades A y C son mayoritarias, mientras que en Europa y en EEUU predomina la B. Al mismo tiempo, el enorme territorio que limita al norte con el Monte Kenia y al sur con el Cabo de Buena Esperanza (la gigantesca área subsahariana), presenta una carencia de infraestructuras sanitarias y unas particularidades sociales que harían especialmente difícil (una complicación más) la administración masiva de una inmunización, una medida tan necesaria. El retraso, a la hora de afrontar ambas particularidades, es notable y va en contra de las advertencias realizadas por los científicos: «Cuando se procede al desarrollo de vacunas, será importante anticiparse y planear programas a gran escala que garanticen el acceso a cualquier producto en ensayos clínicos en fase III», escribe un grupo de investigadores estadounidenses y británicos en el citado estudio de The Lancet. Sin embargo, advierten los científicos, la situación está cambiando. «Planes eficaces sobre cómo obtener y distribuir vacunas contra el VIH ayudarán a evitar la situación que se ha vivido con los antirretrovirales, ampliamente distribuidos en los países desarrollados». optimistas, todavía harán falta años —en el caso de que las investigaciones progresen— para que la vacuna llegue finalmente al mercado (en el caso de que así ocurra). Compañías como Cobra Pharmaceuticals o Wyeth-Lederle también investigan en el campo de las vacunas de ADN. Las de VaxGen (con sede en San Francisco, EEUU) pertenecen a otra área de investigación, denominada inmunizaciones de proteínas re- combinantes. De las dos que tiene la compañía de biotecnología de EEUU en fase III, una de ellas se está evaluando con la participación de 17 clínicas de Bangkok (Tailandia). La segunda se está probando en un estudio multicéntrico realizado en 56 hospitales de Puerto Rico, Canadá, EEUU y Holanda. Los resultados de este trabajo se espera que estén disponibles para finales de este año; los del estudio de Tailandia, para 2003. En Barcelona se presentarán 16 investigaciones relacionados con ambos productos. Las inmunizaciones de VaxGen funcionan de forma distinta a las de MSD. En estos casos únicamente se pretende estimular una respuesta preventiva, y no terapéutica, del sistema inmune. Las vacunas, bautizadas con el nombre de AIDSVAX, constan de una copia sintética de una de las proteínas que recubren el VIH, gp120. A través de la tecnología de ADN recombinante, se clona el gen que la codifica. El material obtenido se somete a continuación a un proceso artificial de producción masiva, purificación y mezcla con hidróxido de aluminio para potenciar la respuesta del sistema inmune. Según su fabricante, el resultado es seguro y sus efectos secundarios, en la mayoría de los casos, leves. Expectativas inciertas Ahora bien: ¿Qué se puede esperar de la vacuna de VaxGen, de la de MSD y del resto que están en desarrollo? Después del entusiasmo inicial, cuando en la década de los 80 se prometió una vacuna contra el sida en dos años, del pesimismo siguiente y del relanzamiento de la iniciativa en los 90 —cuando Clinton estableció de nuevo una fecha, en este caso el año 2007, como límite para disponer de una inmunización—, los científicos vuelven a ser optimistas, aunque cautos. De momento, la vacuna contra el sida todavía no está disponible.