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Vistazos Hitos sobre las infecciones virales: tensión entre la ciencia y las creencias populares M a r ía Fer n a n d a G u t ié r r e z Profesora Titular. Departamento de Micro biología. Universidad laveriana, Bogotá. mfgutier@javeriana.edu.co ¿Conduce la sabiduría popular, vista desde los ojos de “nuestras abuelas”, a un desarrollo saludable, o conlleva riesgos que desde la medicina moder na debemos evitara toda costa? Recuerdo que varias veces mi abuelita me llevó a casa de sus amigas a que visitara alguna de sus hijas que estaba enferma. Nunca fue al médico a ver que tenía, y por eso no supimos de qué enfermedad se trataba; solo sabíamos que estaba en cama, con fie bre y brotada. Tanto mi abuelita como sus amigas le habían diagnosticado rubéola, y el motivo de mi visita era que me arrimara bastante a ella para que me contagiara y me enfermara en ese momento de mi vida, en el que yo aún era pequeña pues era conocido que la rubéola era muy peligrosa en la edad adulta. Esas son las experiencias que quie ro compartir en este documento, los mitos que la sociedad ha tejido a lo largo de la vida con respecto a algunas infecciones virales. Pero no quisiera quedarme solo allí, desearía tratar de interpretar el origen del mito y, si es posible, contribuirá desmitificarlo. nos han colocado desde hace más de cincuenta años, ha llevado a una im nifiesta como una lesión en piel, que en algunos casos toma una forma de portante disminución de su presencia entre nosotros. Esta vacuna, conocida culebra, extendiéndose desde la es palda hacia la cintura. Dice la sabi duría popular que, en el momento como la triple viral, está constituida por sarampión, rubéola y paperas, se aplica de manera obligatoria a todos los niños entre los 9 y los 12 meses de edad, y su segunda dosis se adminis tra seis meses más tarde. Sin embar go, mi abuelita y sus amigas tenían razón. Era importante que no me diera rubéola en edad adulta y, más espe cíficamente, en el embarazo. Este vi rus es capaz de atravesar la placenta y producir malformaciones en el feto que pueden llevar hasta el aborto. Dentro de los virus que se deben evitar en el embarazo, este es el más impor tante; y es por esto que toda mujer, en “edad de merecer” —dicho muy popu lar en épocas pasadas que significaba merecer un buen marido, pero que yo prefiero interpretar como merecer una buena calidad de vida, una buena pro fesión, unos hijos sanos, un buen de en que los dos extremos de esa “cu lebra” se unen, la persona se muere. Pues mi abuela padeció de ese mal y, efectivamente, casi se muere, ¡pero del dolor!! Esta enfermedad conocida como zoster, o herpes zoster, es cau sada por el mismo virus de la varicela que nos da cuando pequeños; pero una vez desaparecen las pústulas tí picas de la infección y el resto de la sintomatología, el virus se localiza en células del sistema nervioso que dando latente por mucho tiempo. En la edad adulta, se activa y se localiza en piel en las regiones que compro meten las terminaciones nerviosas. La presencia del virus en estas zonas de alta sensibilidad, sumada a un componente de reactivación inmunológica, convierte a la culebrilla en una de las infecciones más dolorosas que podemos sufrir. Cuenta la gente que sarrollo integral— antes de quedar en embarazo, debe estar segura de haber sido vacunada o de tener protección contra él. Esta protección se obtiene bien sea por la vacunación o por ha ber tenido la enfermedad. Lo que mi cho malestar, pocas ganas de comer, pero lo que más me entristeció fue abuelita no calculó era que yo ya esta ba vacunada y, por más de que me lle vara a donde todas sus amigas, a mí ver a mi abuelita deprimida. No está muy reportado el síntoma depresión en esta enfermedad, pero, al revisar ya no me iba a dar rubéola, pues tanto más abuelitas, he visto que a ellas les la vacunación como el haber tenido la infección inducen una respuesta pro tectora de por vida. pasa lo mismo y que además se que dan con dolores, de esos llamados neuralgias, por mucho tiempo. Estos dos ejemplos, el de la rubéola y el del herpes zoster, muestran los dos grandes grupos virales, el de los virus cuyo ácido nucleico es RNA, que, como la rubéola, la influenza, el rotavirus, el dengue y otros, hacen infecciones agudas que no repiten a lo largo de la Herpes zoster R U u 0 Oi3 Para seguir mi relato, mantengo a mi Este caso de la rubéola, infección erup tiva de etiología viral que afecta más frecuentemente niños que adultos, ya abuelita y sus amigas, pues son las poco vale la pena, pues la vacuna que enfermedad viral, eruptiva que se ma personas mayores quienes con más frecuencia sufren de “la culebrilla”, la ha padecido que se siente como si le colocaran una plancha caliente en la zona de la lesión. Mucho dolor, mu .ida; y el de los virus DNA, que pueden quedarse en el individuo de por vida, como ia varicela, los otros virus her pes, el virus de la hepatitis B y el virus del papiloma, entre otros. En esta gran ilasificadón de virus DNA o RNA, no in cluí a los retrovirus que, siendo RNA, al entrar a la célula se transcriben a DNA y permanecen de por vida en el indivi duo, como le sucede al HIV. la gripa y los virus asociados con la infección : ü¡; No dejemos descansar a mi abuelita, c-es solía decirme: Mija, si se en- fría, si se moja o si sale tarde sin sué ter, le da gripa”. Yo crecí pensando que el frío era un virus; o que entre el frío y ia numedad estaba el virus. Lo peor de :odo era que salía de noche, me moaoa o me daba frío y al otro día en el desayuno tenia mocos, estornudaba y a veces me veía algo congestionada. Ya como profesora de virología en tendí varias cosas: los virus no están en el frío, pues de ser así los nórdicos vivirían siempre enfermos y creo que morirían en el invierno; y, si bien el vi- digestivos causando infecciones que se manifiestan de manera más agre siva en la comunidad pediátrica. Aún sabiendo esto, no habrá abuelita, ni 'us sí puede estar en el agua, los res miembro de familia, que no asocíe ia friados, que son distintos a la gripa, gripa con el frió y la lluvia. Es una lástima que un mis© genere ese fiaeile impacto económico y que logre quebrar empresas productoras de pollo o cerdo. Es que ni en el cer no entran por la ropa mojada. El frío Este tema no lo podemos dejar pa do, ni en las aves deliciosamente co cinadas, que forman parte de nuestra dieta, que entran por nuestra boca y y ía humedad se asocian más a proce sar sin asociar al virus de la influenza son digeridas en nuestro intestino, sos de alergia, o sea a una respuesta con el pollo. Este mito es reciente, está el “espantoso virus del pollo”. Sí :nmunológica que se manifiesta con algo de mocos y estornudos. Por su pues mí abuelita nunca me dijo lo que s í me insistió mi mamá, que no podía el virus, y que generalmente el cerdo parte, tos virus de la gripa —e inclusive comer pollo porque estos transmitían es el que sirve para brindar el espacio tos del resfriado común— se asocian con el invierno en el caso de países la “gripa aviar”. ¡Cómo han sufrido los gremios avícolas y en algunos años ios porcicultores por culpa de la gripa del chancho o por la gripa del pollo! Me acuerdo que hace muchos años le tocó al mismo Presidente de la República de ese entonces salir por la TV infor mándole a la gente que el virus no se transmitía por ingestión de polio o de cerdo, pero creo que nadie le creyó. Por lo menos en mí casa, la cuarentena de ese par de animatitos fue total con estaciones, o con el cambio brus co de clima en los países sin ellas. Antes del popular “calentamiento glo bal”, los virus respiratorios aumenta ban en nuestro país en épocas lluvio sas, mientras que los virus digestivos aumentaban en épocas secas. Ahora, con este fenómeno, las cosas han cambiado un poco y tenemos de ma nera simultánea virus respiratorios y bien es cierto que algunas aves portan para que se generen las nuevas cepas de influenza que aparecen año a año, este vimus no entra por ingestión y es muy lábil ai proceso de cocción. Otra cosa importante es que una vez el cer do permite que se genere el virus de la epidemia anual, este no se queda allí, así que el pobre cerdo no debería ser estigmatizado. £1 virus puede ir direc tamente al hombre y causar la epide mia o puede regresar a las aves gene rando problemas infecciosos en ellas. Ahora bien, el virus que es peligroso para el hombre es el que sale de las aves o del cerdo y es capaz de ingresar en el hombre quien logra transmitirlo a otros hombres. Es por esto que las aves tampoco deberían ser estigmatizadas. No obstante, existe la vacuna con tra la gripa, la cual también tiene su mito. Resulta que la gente que se va cuna se queja, porque dice que la va cuna causa muchas gripas. Este mito Una amiga mía dejó de ir varios días al colegio y yo fui a su casa a visitarla. Es taba entre blanca y amarilla, la comida le sentaba mal, se rascaba por todas partes, pues decía que la piel le pica ba y la mamá le estaba dando cuajada con melado. Mi amiga tenía hepatitis. Yo me antojé de ese delicioso postre, pero la mamá de mi amiga me dijo que tenía que dejarle o la cuajada o el sí debemos desmitificarlo. Lo que le sucede a esta vacuna es que protege sólo contra el virus de la influenza que causa la epidemia anual, pero no lo gra proteger contra otros virus de la melado para que se mejorara. En qué problema me vi si tenía que entender por qué comía postre para mejorarse y cuál de las dos cosas que formaban influenza que co-circulan con el virus epidémico, ni contra los otros muchos do qué pasó en ese momento, solo sé que la pregunta me quedó rondando: ¿el remedio era la cuajada o era el me lado? Ya en los ambientes académicos de la universidad resolví desmitificar virus asociados a problemas respira torios, con los cuales tenemos contac to frecuentemente. el postre era el remedio. No me acuer Una realidad en el tema de las in ese mito. Pues lo que el conocimien fecciones virales es la dificultad para ser tratadas con drogas cuya activi dad no se convierta en tóxica para el to popular ha demostrado es que a pacientes con hepatitis el melado les hombre. Ante la dificultad de tener antivirales selectivos y no tóxicos, lo que recomienda mi abuela para dis minuir los síntomas de la gripa es inhalar vapor de agua con hojas de eucalipto o colocar de manera tópica ayuda a activar la función hepática. Esto puede ser atribuido a que el hí gado, por ser el órgano de excelencia en el proceso metabólico, es activado con esa moderada cantidad de azúcar que tiene el melado. Eso no quiere de cir que mañana le demos morcillita o longaniza a una persona con hepatitis para que con esa grasa se le estimule aún más el hígado. Son las pequeñas porciones de azúcar las que ayudan al hígado a mantenerse activo ante la infección viral. Antes de entrar en una discusión importante para la salud pública con respecto a la vacunación, no quiero dejar de recordar tres mitos famosos: el tratamiento del sarampión con una luz roja, el problema de que las pa peras se bajan y el tomar “Gatorade” cuando tenemos diarrea. Si bien el sarampión, al igual que la rubéola, ha perdido popularidad por estar bastante controlado gracias a la vacunación, era en la época de mi abuelita cuando utilizaban una luz roja para su tratamiento. A la habitación del niño enfermo le cambiaban los bombi llos por luz roja para que se mejorara el famoso “Vick Vaporub” en el pe cho. Muchos niños se quejan de que eso pica, pero sus mamás —dejando descansar a las abuelitas— han visto a lo largo de la vida que las sustan más rápido. En mi curso de virología tanto la luz roja en el sarampión como la ropa roja para disminuir la diarrea al bebé no tienen una explicación vá cias mentoladas, tanto en inhalación como de forma tópica, contribuyen con descongestionar al niño. Esa ex que la luz roja estorba menos al ojo en caso de una conjuntivitis, síntoma bastante probable en las personas con lida. Sin embargo, podríamos asumir periencia empírica, propia del senti sarampión, lo que no haría que su en do común, podría ser incluida en un protocolo de investigación buscando fermedad se curara más rápido pero sí que fuera más llevadera. Si al niño no le molesta la luz, no hace el esfuerzo que necesita para acomodarse al dia rio vivir de una personita enferma. En convertir este conocimiento popular en un conocimiento científico. Con esos resultados podríamos explotar muy bien nuestros recursos naturales, aprovechando la gran cantidad de eu calipto que tenemos en la sabana de Bogotá y en todas las regiones frías y hermosas de nuestro país. cuanto a la ropita roja del niño, no ten go ninguna premisa para convencerlos que es un mito, quizás cuando tengan oportunidad traten de disminuir la dia rrea con este tipo de indumentaria. eras siguiente problema, que también más a los niños que a los adul es el de las paperas, infección viral se manifiesta por agrandamiento las glándulas parótidas, que se muy evidente en los pacientes la aparición súbita de unas “pelon el cuello” y que rápidamente haque el paciente se dirija a su cama ndo quietud para una mejor reación. Hasta acá, todo parece al, excepto cuando le ordenan al que se quede acostado y con los levantados “no vaya y sea que se n las paperas”. Yo me pregun¿serán los virus susceptibles a la ad y por su peso se bajan de la ula parótida a los testículos? ¿Y que el tener las piernas levantaevita que los virus “bajen”? ¿Bajapor el ascensor o por las escaleras? De esta historia, lo cierto es que cercel 30% de los hombres a quienes dan paperas, hacen una inflamatesticularque puede producir pro as de fertilidad. El motivo es que virus también tiene tropismo por el o testicular y allí puede causar nfermedad conocida como orquiPero eso no se debe a que el virus ¡je”, por más que nosotros interpres nuestra cabeza arriba y nuestros abajo. Igual, el virus podría subir, cuyo caso tendríamos que colocarde cabeza para evitar que el virus la rabia, que generalmente entra mordedura en un miembro inferior, a al sistema nervioso donde causa lesión mortal conocida como rabia. :La diarrea y los virus ■ asociados con la enfermedad ne un origen asociativo muy claro. Los deportistas, para evitar la pérdida de agua causada durante su actividad física, toman Gatorade, energizante e hidratante bebida constituida por un exceso de glucosa que busca dar energía al cansado deportista y le ayuda a mantener su nivel de agua en la sangre. Esta bebida, con un sabor atractivo para niños y adultos, tiene un color muy parecido al famoso Pedialite, medicamento recomendado por los pediatras para evitar la deshidratación de los niños durante la diarrea, carac terizado por un anft'pa'frco saibor entre salado, azucarado e insípido pero del mismo color del Gatorade. Y resulta que los dos sirven para lo mismo, para evitar la deshidratación. Pero cuidado, señores lectores, la gran cantidad de azúcar del Gatorade ayuda a que las bacterias del intestino continúen sus procesos metabólicos y, con esto, a que perdure la diarrea; así que, a pe sar de que se ven igual y los dos evitan la deshidratación, sus mecanismos de acción son tan distintos que, ante una infección viral, uno mejora y el otro em peora la sintomatología. ¡Ni hablemos de la Coca Cola como hidratante! Este artículo debería incluir una lis ta larga de bibliografía. Sin embargo, haber tenido aventuras, amigas y una abuelita llena de vida, sumado a mi experiencia como docente de virolo gía, donde he oído por muchos años las preguntas que con respecto a los mitos hacen los estudiantes de mane ra repetida, me ha permitido contarles los mitos más famosos y las alterna tivas empíricas más clásicas que las familias utilizan para curar a sus pe CATALOGOS^® LIBROS P U B L , C O M E R Í ) m TA S queños. Son quizás estos los motivos por los cuales este artículo no tiene referencias bibliográficas. Uno de los mitos más clásicos, que es "iportante desmitificar, es el de tomar “Gatorade” —o, en su defecto, “Coca ila”— cuando tenemos diarrea, para ir la desh¡dratación. Este mito tie D a m o s la m e jo r im presión