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Secuencias miofasciales (mf)
del tronco
El tronco comprende el tórax, los lomos y la pelvis. En
él, nosotros también comprendemos el segmento del
cuello y la cabeza. Tal asociación corresponde a la continuidad de las cadenas musculares o a secuencias mf.
En las secuencias del tronco convergen las secuencias ipsodireccionales de los miembros. Si levanto un
objeto con una mano, tensiono la sola secuencia de
antepulsión del miembro superior; entre más pesado
es el objeto, mejor será la implicación de las otras secuencias.
En el caso del lanzamiento de la jabalina (Fig. 99)
es necesario el alistamiento de todas las unidades mf
de antepulsión. La fase preparatoria consiste en el
encendido tensional de las secuencias de antepulsión
del tronco, miembro superior e inferior. El conjunto
se transforma así a lo sumo en un arco único tenso de
modo que pueda devolver de golpe toda esta energía
acumulada. El deportista piensa en el lanzamiento, la
fascia organiza entre ellos las unidades individuales
mf, el entrenamiento refuerza las conexiones miofasciales.1 Esta memoria motora de las secuencias ligada
a los tres planos del espacio se ha formado sobre todo
durante la evolución, el gesto repetido refuerza esta
memoria. La fascia que acompaña las tres secuencias
de antepulsión es el ordenador final común (servo
motor), que sincroniza, vía los estiramientos de los
husos, todas las unidades mf ipsodireccionales.2 El
lanzamiento de la jabalina es hecho sobre el plano
sagital y por tanto entran en juego las secuencias que
trabajan en este plano.
El salto de altura (Fig. 100) prevé en su paso, el
máximo impulso lateroflexorio del tronco, ayudado
por las secuencias ipsodireccionales del miembro superior y de aquel inferior. Un hemicuerpo se acorta y
el hemicuerpo opuesto pone en tensión todas las unidades mf de lateropulsión. Las secuencias, teniendo
la tarea de conectar entre las unidades mf ipsodireccionales, intervienen sobre todo en los gestos motores
de fuerza y potencia en la postura estática.
En el lanzamiento del disco (Fig. 101) son reclutadas las secuencias que actúan sobre el plano horizontal. Para poner en tensión las secuencias de extrarro­
1 Las tensiones musculares producidas, son expresiones de la or-
ganización central de los actos motores y cada tensión individual
muscular puede ser interpretada, desde el punto de vista del significado que reviste, sólo si se introdujera en el contexto dinámico global. Una tensión muscular puede representar la fuerza de
inicio, por un trayecto de movimiento (Grimaldi L., 1984).
2 Los circuitos autogenéticos son en efecto: loops (anillos) locales
Fig. 99. El lanzamiento de la jabalina es el resultado de la suma
de las secuencias antepulsorias.
de retroalimentación, que funcionan para regular las variables
mecánicas monitoreadas por los receptores musculares. Estas
variables son el largo muscular, ensayado por los receptores musculares husoriales y la fuerza muscular, ensayada por los órganos
tendinosos de Golgi. El servo motor es implicado en todos los
actos motores (Houk JC., 1981).
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Fig. 100. El salto de altura es el resultado de la suma de las
Fig. 101. El lanzamiento del disco es el resultado de la suma de
secuencias lateroflexorias.
las secuencias extrarrotatorias.
tación, el deportista tiene que atornillarse sobre él
mismo como un resorte de reloj. La intrarrotación
del miembro superior, del tronco y del miembro inferior carga las secuencias antagonistas, es decir pone
en tensión o preparación las fascias externas.
En estos esfuerzos ipsodireccionales, la organización motora de las partes con respecto del todo es
confiada a las secuencias miofasciales. Las secuencias
son desplazadas en el cuerpo en zonas específicas
para ser estiradas durante los gestos motores.3 La fascia de las secuencias es estirada en la fase preparatoria
del gesto deportivo, y junto a ella son implicadas todas
las unidades mf insertadas en ella.
La fascia es la única estructura en el cuerpo que
tiene la propiedad de los resortes: tiene un largo fijo,
pero también tiene en su interior, fibras elásticas y fibras colágeno onduladas, que le permiten alargarse
si es traccionada y volver a su posición de descanso
cuando termina el estiramiento. Esta capacidad de la
fascia de cargarse y de devolver energía sólo es posible
si las fibras colágeno y las fibras elásticas están libres
de correr dentro de la sustancia fundamental.
La fluidez de esta sustancia es debida sobre todo
a la glucosamina sulfato que es un azúcar hidrófilo y
fibronectina que es una proteína asociada a las fibras
fasciales (The Lancet, vol. 357).
3 Habíamos concluido que la unidad constitutiva de las acciones
no puede ser representada por los músculos solos, pero sí de colectivos musculares (estructuras coordinativas). Ahora queda por
ver si el desplazamiento individual del umbral de las relaciones
fuerza-longitud es capaz de transformar un colectivo muscular
en un sistema resorte-giro (mass-spring). La somacion es válida
si las fuerzas son convertidas en torques, también llamados momentos mecánicos, que son los productos de la fuerza por el brazo de palanca de cada músculo (Grimaldi L., 1984).
Fig. 102. Continuidad de la fascia del gran pectoral en la fascia braquial: expansión en la fascia braquial anterior, A); expansiones
hacia el tabique medial B).
Fig. 103. Fascia-aponeurosis de la región costal inferior.
S e cu e n ci a s mi o fa sci a l e s ( m f ) d e l t r onco
capítulo
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Secuencia miofascial (mf)
de antepulsión del tronco
ge en su desdoblamiento el esternocleidomastoideo,
que es el principal músculo de antepulsión del cuello
(an-cl). El tabique transverso del cuello conecta los
músculos profundos del cuello, (largo del cuello, largo del cabeza), a la anterior fascia.
La inserción esternal del esternocleido está a veces
unida a la inserción esternal del m. recto del abdomen, por el residuo de algunas fibras longitudinales
(Fig. 104). Estas fibras no corresponden al m. sternale,5 en cuánto este músculo es comprendido en la
fascia superficial. La antepulsión tórax (an-th), dada
la fijeza que crea el esternón, sólo está presente como
percepción motora.
La antepulsión lomos (an-lu), es efectuada por la
porción derecha e izquierda del músculo recto abdominal. La parte supra umbilical de este músculo tiene
inscripciones tendinosas; estas inscripciones se enlazan a la fascia-aponeurosis sobresaliente y llegan a ser
por tanto tensores fasciales.6
La antepulsión pelvis (an-pv) es efectuada en parte
por la inserción púbica del recto abdominal, y en parte por el ileopsoas. La fascia del iliaco continúa con la
fascia transversa, que reviste la pared interior del recto abdominal inferior,7 y con la fascia del vasto medial
del cuádriceps femoral (an-cx).
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4 El tendón intermedio del m. digástrico es fijado por un anillo
Fig. 104. Secuencia de antepulsión del tronco.
fibroso, que es una dependencia de la fascia del cuello. El vientre
anterior de este músculo, junto al m. masetero, a los pterigoideos
y al tensor del tímpano, derivan del primer arco braquial (Chiarugi G., 1975).
5 El m. esternal se encuentra delante de los orígenes esternales del
La antepulsión de la cabeza (an-cp) está formada por
tres subunidades: la primera está compuesta por el
recto inferior del ojo, la segunda del orbicular de la
boca y la tercera por el vientre anterior del músculo
digástrico.
Los músculos pequeños de la cara, que hacen referencia a este trayecto antagonista a aquella de retropulsión, unen algunas de sus fibras musculares a aquellas del platisma. Este músculo hace de puente entre
la cara y la fascia pectoral. La lámina superficial de la
fascia cervical cubre el músculo digástrico,4 que es el
principal músculo para la abertura de la boca, y aco-
m. gran pectoral. En los casos más típicos se conecta hacia arriba
con el tendón esternal del m. esternocleidomastoideo, y hacia
abajo se une a los cartílagos de las 5a, 7a costilla.
6 El músculo recto es interrumpido transversalmente por las ins-
cripciones tendinosas que están en la mitad superior. Las inscripciones tendinosas se unen íntimamente a la vaina fibrosa que
envuelve el músculo. La inserción proximal del recto puede sobresalir al final de la 3a costilla, acercándose a la fisiología normal de los simios, dónde alcanza la primera costilla (Chiarugi G.,
1975).
7 La fascia iliaca cubre el m. iliaco y es separada del peritoneo por
el conectivo laxo subperitoneal. Lateralmente la fascia continúa
con el margen posterior del ligamento inguinal y con la fascia
transversa. El iliaco se origina del foso iliaco y de los ligamentos
sacroiliacos e ileolumbares. El gran psoas y el iliaco son potentes
flexores vertebrales, como en el pasar de la posición supina a la
de sentarse (Gray H., 1993).