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Evaluación de la patogeneicidad de Verticillium dahliae en diversas especies hortícolas y su implicación en la búsqueda de resistencia genética en pimiento (1) (1) (1) (1) Ruíz Olmos C A , Boix Ruiz A , Marín Guirao J I , García Rodríguez C , Gómez Tenorio M A (1) (2) (1) (1) (1) M , Palmero Llamas D , Díaz Pérez M , Camacho Ferre F , Tello Marquina J C (1) , De Cara García (1) Grupo de Investigación AGR-200. Departamento de Producción Vegetal. Universidad de Almería. Ctra. Sacramento s/n 04120. Almería. España. jtello@ual.es (2) Universidad Politécnica de Madrid. E.U.I.T. Agrícola. Ciudad Universitaria s/n, 28040. Madrid. España. La Verticiliosis del pimiento en España presenta cierta importancia en cultivos al aire libre de Aragón, Navarra, Galicia y País Vasco, donde aparece también en invernadero. Las variedades Del Piquillo, Morrón, De Guernica y De Padrón se han citado como susceptibles en dichas zonas. Sin embargo, la Verticiliosis en el pimiento no se presenta desde Levante hasta Málaga. Variedades tradicionales como Largo Valenciano o los híbridos de Murcia o Almería no han mostrado la enfermedad. Este hecho podría interpretarse como que dichos híbridos son resistentes al patógeno, sin embrago la situación puede ser muy diferente. Más bien podría tratarse de limitaciones térmicas para la expresión de la micosis. Por lo tanto, parecía necesario evaluar el comportamiento de aislados de Verticillium dahliae de distintos orígenes y sobre distintos hospedadores, incluyendo al pimiento. En esta comunicación se presentan los resultados correspondientes a ensayos en condiciones controladas con 6 aislados de Verticillium dahliae obtenidos de pimiento, olivo, algodón y crisantemo. Los aislados fueron inoculados sobre berenjena, tomate, pimiento, sandía y pepino, por riego al sustrato y por inmersión de raíces en suspensión de propágulos del hongo. Todos los aislados expresaron síntomas sobre berenjena, llegando a matar a las plantas. Tomate y sandía mostraron síntomas de epinastia transitorios, aunque las plantas se rehicieron y vegetaron normalmente. En pepino no hubo manifestación de síntomas, ni instalación del hongo en el xilema. En pimiento, aunque hubo colonización del xilema, no hubo manifestación de síntomas. No se pudo determinar especificidad parasitaria para ninguno de los aislados. Palabras clave: Capsicum annuum, Citrullus lanatus, Cucumis sativus, Especificidad parasitaria, Solanum melongena, Solanum lycopersicum. Introducción La Verticiliosis, uno de los problemas fitopatológicos en el cultivo del pimiento, está causada por el Ascomiceto parásito facultativo Verticillium dahliae (Kleb.). En España la Verticiliosis supone un problema en los cultivos de pimiento al aire libre en zonas productoras de Galicia y Aragón. Fue identificado por Palazón et al. (1977) sobre pimiento y por Tello (1984) sobre tomate, pimiento, alcachofa y diversas cucurbitáceas, apareciendo por primera vez sobre pimiento en Aragón sobre el cv Morrón y Navarra sobre cv del Piquillo. Este hongo telúrico permanece en los suelos infestados mediante esporas o conidias, hifas melanizadas y microesclerocios (Pegg 1974). Su control es especialmente complicado debido a la capacidad de sobrevivir de los esclerocios, incluso 10-14 años en ausencia de hospedador (Isaac 1967, Vigouroux 1971, Pegg 1974). La germinación de los propágulos es estimulada por los exudados radiculares, penetrando el micelio a través de heridas en los tejidos, puntos de formación de raíces secundarias, etc. Desde allí crece entre las células del meristemo apical hasta alcanzar los elementos inmaduros del xilema, donde se multiplica circunscrito a dicho haz vascular. La invasión sistémica se produce cuando sucesivas generaciones de conidias se transportan, a través de la corriente transpiratoria del xilema, a la parte aérea de la planta llegando a taponar el flujo de savia. Su presencia restringe el movimiento del agua, junto a las interacciones entre toxinas, enzimas y hormonas (Cooper 2000), alterando la fisiología de las plantas, acelerando su senescencia y reduciendo la producción de los cultivos. Otra característica de V. dahliae es su amplio rango de hospedadores. Engelhard (1957), citado por Palazón y Palazón (1989), realizó una lista de huéspedes que no ha dejado de aumentar, incorporando más de 200 especies dicotiledóneas (Pegg y Brady 2002, Bhat et al. 2003), entre las que se encuentran pimiento, tomate, pepino, sandía y berenjena (McCain et al. 1981). En muchos hospedadores la infección resulta en una reducción del crecimiento, epinastia, marchitamiento, clorosis foliar que puede progresar a necrosis, oscurecimiento de los vasos xilemáticos y abscisión foliar (Bhat et al. 2003). Como señalan Palazón y Palazón (1989), los síntomas visibles del síndrome de marchitamiento por V. dahliae dependen del momento de la infección, ya sea tras el transplante, deteniendo el desarrollo de las plantas, o en fases más avanzadas del cultivo produciéndose la defoliación, lo que a su vez está ligado a las condiciones climáticas, especialmente temperatura. En este sentido, se han realizado diversos estudios sobre el comportamiento de V. dahliae a distintas temperaturas y su relación con diferentes hospedadores, siendo entre 20 y 25ºC la temperatura óptima para su desarrollo (Isaac 1967). El empleo de cultivares resistentes/tolerantes es uno de los escasos medios de control, aunque su eficacia depende de los niveles de resistencia del cultivar, los patotipos de V. dahliae presentes en el terreno (Palazón y Gil 1979), así como su especificidad parasitaria. Los mecanismos genéticos de resistencia conocidos dentro del taxón Verticillium spp. varían desde poligénicos en la fresa, patata y alfalfa, a un único gen dominante en algodón, girasol y tomate (Lynch et al. 1997). Las bases de la resistencia radican en reducir el potencial del inóculo en la rizosfera, la restricción física y la inhibición química del patógeno en el hospedador (Pegg y Brady 2002). Las variedades resistentes/tolerantes a Verticillium han reducido la incidencia de la enfermedad, pero cuando la resistencia se ve comprometida Verticillium reaparece como un problema para el cultivo (Klosterman et al. 2009). Este es el caso del tomate donde Verticillium ha sido capaz de superar el gen Ve de resistencia a la raza 1 a los pocos años de su introducción (Pegg y Brady 2002), identificándose la raza 2 donde las variedades resistentes a la raza 1 fueron cultivadas (Dobinson et al. 1996). La resistencia a Verticillium en Capsicum annuum L. no es común en los cultivares comerciales y difícil de identificar en el germoplasma de pimiento, tal y como muestra Woolliams et al. (1962). Dichos autores trataron de encontrar variedades resistentes para su incorporación como parentales en un programa de mejora. Tras analizar 465 variedades, no encontraron ninguna que presentara un alto grado de resistencia, aunque algunas variedades sí la presentaron en cierta medida. La más reciente revisión bibliográfica realizada sobre los genes del género Capsicum spp. (Wang y Bosland 2006) no señalan ningún gen de resistencia a Verticillium conocido. Desde el punto de vista del manejo de la enfermedad, así como del estudio de la resistencia al patógeno, el potencial de especialización parasitaria de V. dahliae, como su ausencia, merece una importante consideración (Subbarao et al.1995). Aunque V. dahliae generalmente carece de especificidad parasitaria, formas especializadas o razas, a excepción del tomate (Baergen et al. 1993), las cepas de V. dahliae varían en patogeneicidad en los diferentes hospedadores. Aislados de un hospedador pueden causar síntomas en otros hospedadores, pero generalmente los síntomas más severos se expresan sobre el hospedador del cual se ha obtenido (Tjamos 1981). En algunos de los trabajos revisados, se ha evaluado la resistencia/susceptibilidad de varios cultivares encontrando susceptibles al cv Morrón (Palazón y Gil 1989), cv California Wonder (Chang y Eastburn 1994), cv Luesia (Pomar et al. 2004); tolerantes cv Padrón y Yolo wonder (Pomar et al. 2004). En este sentido, Vigouroux (1971) en su trabajo sobre la patogeneicidad de varias cepas de Verticillium y su relación con el hospedador de origen, obtiene resultados positivos, negativos o intermedios, lo que señala en la dirección de una polifagia no absoluta. Además, las cepas patógenas aisladas de la misma especie botánica a menudo muestran diferentes grados de parasitismo. También encontró que cepas procedentes de la rotación de cultivos eran más heterogéneas que las procedentes de monocultivo. Los resultados de varias inoculaciones artificiales, en comparación con algunos datos bibliográficos, llevaron al autor a creer que el poder patógeno de las poblaciones de V. dahliae del suelo se debe, en gran parte, a variaciones de los grados de selección, directamente relacionados con las prácticas de cultivo en estos suelos. Chang y Eastburn (1994) encuentran que los aislados de V. dahliae en rábano picante en monocultivo intensivo se comportaban más viruléntamente en rábano que los aislados de otras plantas. Subbarao et al. (1995) indican que los aislados de coliflor fueron más virulentos en crucíferas que en otras familias, comportándose los aislados de varias especies con similar virulencia en la coliflor. El pimiento, en concreto, no se ve afectado por la mayoría de las cepas de V. dahliae aisladas de sus múltiples hospedadores, siendo sensible principalmente a los aislados procedentes de pimiento (Woolliams et al. 1962, Vigouroux 1971, Matta et al. 1980, Palazón y Palazón 1989, Bhat y Subbarao 1999), lo que muestra cierta especificidad en los hospedadores. Por lo tanto constituyen hospedadores preferentes que serán muy selectivos. Por el contrario, plantas como la berenjena son sensibles a un gran número de cepas, no son selectivas y no pueden considerarse como hospederos preferentes, sino ocasionales (Vigouroux 1971). Teniendo todo esto en cuenta, el primer paso a dar en todo procedimiento de ensayo de búsqueda de resistencia en plantas consiste en la caracterización patogénica de las cepas del parásito, estableciendo su virulencia y agresividad, y una vez definidas éstas, proceder a la inoculación de los distintos patotipos caracterizados sobre los posibles genitores resistentes, tal y como hicieron Woolliams (1962) y Palazón y Gil (1979). Para optimizar esta búsqueda es necesario comprobar si existe especificidad parasitaria empleando varias especies susceptibles al hongo. Por tanto, el objetivo de este trabajo es caracterizar cepas de V. dahliae capaces de afectar a distintas variedades de pimiento, para poder así realizar estudios de resistencia varietal al patógeno. Materiales y Métodos Se evaluó, mediante dos ensayos espaciados en el tiempo, la patogeneicidad de seis aislados del hongo V. dahliae, dos aislados de plantas de crisantemo, dos aislados de plantas de olivo, un aislado de algodón y otro aislado de plantas de pimiento. Primer ensayo En un primer ensayo se pretendía evaluar la patogeneicidad y especificidad parasitaria de cuatro aislados del hongo V. dahliae, dos aislados de plantas de crisantemo y dos aislados de plantas de olivo, procedentes de la Micoteca del Departamento de Producción Vegetal de la Universidad de Almería. Los aislados se inocularon en cinco cultivares (cv) de cinco especies vegetales hortícolas: pimiento (cv Sonar), tomate, pepino, sandía y berenjena (Cuadro 1). Se sembraron 55 semillas por especie vegetal. Las semillas se desinfectaron en lejía comercial (30 g Cl L-1) durante 15 minutos en agitación, antes de sembrarse en macetas de 1L con vermiculita esterilizada en autoclave 1 hora a 120ºC. Las plantas permanecieron en cámara climática a 23-25ºC y 12.000 lux en un fotoperíodo de 16 h de luz al día. Se empleó una maceta con 6 plantas por especie vegetal, método de inoculación y aislado, incluyendo una maceta testigo sin inocular para cada especie vegetal. Un total de 45 macetas y 275 plantas conformaron el primer ensayo. La inoculación de V. dahliae se realizó en estado fenológico de 1 hoja verdadera, aproximadamente 3 semanas tras la siembra. Todos los aislados crecieron en medio de cultivo Agar-Malta a temperatura ambiente hasta alcanzar el borde de la placa Petri de 90 mm, lo que corresponde aproximadamente con una densidad de inóculo de 107propagulos ml-1. El inóculo fue preparado triturando una placa Petri en 50 ml de agua destilada. Se emplearon dos técnicas de inoculación, riego al sustrato e inmersión de raíces en suspensión del inóculo, para comprobar qué método de inoculación resultaba más idóneo para este y futuros ensayos. En la inoculación por riego se incorporaron 50 ml de la solución de inóculo a cada maceta de 1L en la que se encontraban las plantas. En la inoculación por inmersión de raíces se sacaron cuidadosamente las plántulas, se introdujeron en vasos arduamente desinfectados con 50 ml de solución de inóculo durante 30 minutos, tiempo tras el cual se volvieron a plantar en sus respectivas macetas para finalmente ser regadas con la suspensión de inóculo sobrante. Los testigos se inocularon por inmersión de raíces en 50 ml de solución de agua y 1 placa de medio de cultivo AgarMalta. Posteriormente a la inoculación se observaron los síntomas durante 6 semanas, tomando nota de las plantas que mostraban síntomas de V. dahliae semanalmente. Tras finalizar el ensayo se analizaron todas las plantas para afirmar si se encontraba el hongo presente en el xilema, disponiendo tres secciones de tallo de cada planta en placas Petri con medio de cultivo Agar-Malta. Se tomó una sección del cuello de la planta, otra sección de la zona inmediatamente superior al primer entrenudo y una tercera sección de la zona superior al último entrenudo. Las lecturas se realizaron a los 7 días, permaneciendo las placas a temperatura ambiente. Segundo ensayo En el segundo ensayo de patogeneicidad se inocularon dos aislados de V. dahliae: Vd 53 aislado de planta de pimiento y V117-12 aislado de planta de algodón (cepa defoliante). El primero fue cedido por la Dr. Dña. Fuencisla Merino (Facultad de Ciencias de la Universidad de A Coruña) y el segundo cedido por el Dr. D. José Bejarano (Ifapa “Alameda del Obispo” de Córdoba). Se empleó pimiento (cv del Piquillo). El cultivar se seleccionó por su reconocida sensibilidad al patógeno. Se dispusieron 6 semillas de pimiento por maceta de 1L, dos macetas por aislado y método de inoculación y dos macetas testigo sin inocular. Un total de 10 macetas y 60 plantas constituyeron el segundo ensayo. El procedimiento empleado respecto al cultivo de las plantas, preparación del inóculo, observación de las plantas y reaislado del hongo coincide con el del primer ensayo. Resultados y Discusión La presentación de los resultados y discusión se realiza en el orden establecido en el apartado de materiales y métodos para facilitar la lectura del trabajo. Primer ensayo En este trabajo se ha comprobado que los aislados del hongo: 10/14 pl 3, 10/14 pl 4, S2BA y S2AR, procedentes de olivo y crisantemo, fueron capaces de causar síntomas en tres de las especies ensayadas, berenjena, sandía y tomate, mientras que ningún aislado del hongo fue capaz de causar síntomas en las plantas de pimiento cv Sonar y pepino. Tal y como se esperaba, ningún testigo evidenció el síndrome de la enfermedad. El 100% de las plantas de tomate manifestaron síntomas de la presencia del hongo, amarillez y necrosis de las hojas, para todos los aislados inoculados, así como en ambos métodos de inoculación (Cuadro 2). Sin embargo, la micosis dejó de expresarse conforme las plantas siguieron creciendo. El hongo se reaisló en todas las plantas analizadas inoculadas con “10/14 pl 4” por riego (Cuadro 2). Estos resultados coinciden con las observaciones realizadas por Tello (1984), donde se valora la Verticiliosis en los cultivos de tomate de los municipios de Águilas y Mazarrón (Murcia). En dicho trabajo, V. dahliae se manifestaba en los meses primaverales pero el cultivo se rehacía y las plantas de tomate producían normalmente durante los meses de verano. En dicho trabajo el hongo no se reaislaba del xilema durante esos meses, a pesar de presentar síntomas iniciales. En sandía, la enfermedad se expresó para todos los aislados y métodos de inoculación. Sin embargo, en este caso las plantas no se rehicieron mostrando síntomas durante todo el ensayo: epinastia, amarillez, necrosis y, en algunas, finalmente la muerte. Se reaisló V. dahliae para todos los aislados inoculados, así como en ambos métodos de inoculación, destacando el 100% de las plantas analizadas inoculadas por las cepas “S2BA” (riego e inmersión), “S2AR” (riego) y “10/14 pl 4” (inmersión) (Cuadro 2). Esta misma observación fue realizada por Tello (1984) en las plantaciones de sandía que se realizaban durante la primavera en los campos de Mazarrón y Águilas (Murcia), antes de las plantaciones de pimiento, siendo la mortandad de las plantas observadas superior al 45%. Las plantas de berenjena fueron las que mostraron una mayor sensibilidad al hongo. Se pudo observar diferencia en la expresión de los síntomas respecto al método de inoculación (Cuadro 3). El 100% de las plantas inoculadas por inmersión de raíces en suspensión de inóculo murieron a las dos semanas de la inoculación, tras detener su crecimiento. Ninguna de las plantas inoculadas por riego murió, aunque todas mostraron graves síntomas a medida que discurría el tiempo de ensayo: amarillez, marchitez y necrosis. El reaislado del hongo se produjo para todos los aislados y métodos de inoculación, en mayor medida en el 83,3% de las plantas inoculadas con al cepa “10/14 pl 3” por riego al sustrato (Cuadro 3). Aunque el pepino ha sido citado como hospedador de V. dahliae (McCain et al. 1981) la ausencia de síntomas y la incapacidad de reaislar el hongo no confirman los resultados anteriores (Cuadro 3). En las plantas testigo de las cinco especies tampoco se reaisló el hongo, como era de esperar. En lo concerniente al pimiento, especie objetivo de este trabajo, la enfermedad no se expresó durante el tiempo de ensayo, sin embargo el hongo se había instalado en el xilema, a excepción del aislado “10/14 pl 3” inoculado por riego, donde no se pudo reaislar V. dahliae. El porcentaje de reaislado mas elevado se obtuvo de las plantas inoculadas con el aislado “S2BA” por inmersión de raíces con un 100% (Cuadro 4). Estos datos concuerdan con los obtenidos por Woolliams (1962), Vigouroux (1971), Matta et al. (1980), Palazón y Palazón (1989) y Bhat y Subbarao (1999), indicando que el pimiento se muestra resistente a la mayoría de las cepas de V. dahliae aisladas de sus múltiples hospedadores y principalmente se muestra sensible a los aislados procedentes de pimiento. Téngase en cuenta que se han inoculado cepas de olivo y crisantemo. Las cepas procedentes del olivo son consideradas como cepas defoliantes muy patógenas sobre dicha planta. En las plantas de este ensayo no se pudo demostrar que las cepas de olivo fueran más patógenas que las procedentes de crisantemo para ninguna de las especies vegetales. Segundo ensayo Como se indicaba en la introducción de este trabajo, el objetivo fundamental se encontraba en buscar aislados de V. dahliae capaces de causar síntomas en pimiento. Los resultados del primer ensayo han mostrado que el pimiento puede ser infectado aunque no haya mostrado síntomas. Con objeto de conocer si el pimiento cv Sonar utilizado en este ensayo no era el adecuado para permitir la expresión de los síntomas de la Verticiliosis se diseñó un segundo experimento. Se eligió una variedad de pimiento conocida por su sensibilidad a V. dahliae en los cultivos de Navarra (cv del Piquillo) (Goicoechea et al. 2010), con denominación de origen, y dos aislados, uno obtenido de pimiento y con patogeneicidad comprobada en inoculaciones artificiales (Cepa Vd53) y otro aislado obtenido de algodón (cepa defoliante V117-12) El pimiento cv del Piquillo no expresó el síndrome de la enfermedad en las condiciones de ensayo para ninguno de los dos aislados y métodos de inoculación (Cuadro 4). El reaislado del hongo del xilema fue del 0% en la inoculación con “V11712”, tanto para riego al sustrato, como en inmersión de raíces. Respecto a la cepa aislada de pimiento, “Vd 53”, esta se pudo reaislar de un 20% de las plantas inoculadas por inmersión de raíces, sin embargo no pudo reaislarse en la inoculación por riego. El porcentaje de reaislado en este caso fue menor que en el pimiento cv Sonar durante el primer ensayo (Cuadro 4). Los testigos no mostraron síntomas y no se reaisló el hongo. No se ha podido reproducir en este segundo ensayo la pretendida especialización parasitaria de los aislados de V. dahliae de pimiento, tal y como señalan Woolliams (1962), Vigouroux (1971), Matta et al. (1980), Palazón y Palazón (1989) y Bhat y Subbarao (1999). Por el contrario, algunas publicaciones coinciden al no encontrar especificidad parasitaria en los diferentes aislados ensayados (Vloutoglou et al. 2000). Fordyce y Green (1963) demuestran que aunque los aislados de menta no eran patógenos en tomate, estos podían reaislarse de las plantas inoculadas. No hay que olvidar la posibilidad de una pérdida de patogeneicidad de las cepas inoculadas sobre pimiento en el segundo ensayo durante su periodo de conservación en medio de cultivo. Este ensayo no incluía varias especies vegetales como se hizo el primero. En el primer ensayo las cepas mostraron su patogeneicidad en berenjena, tomate y sandía, aunque no lo hicieron en pimiento, por lo que queda descartada su pérdida de patogeneicidad. Bhat y Subbarao (1999) encontraron que la patogeneicidad de los aislados de V. dahliae en pimiento se iba atenuando aparentemente con el tiempo. Pomar et al. 2004, mantienen los aislados de Verticillium en medio de cultivo PDA (Patata, D-glucosa, Agar) alternándolo con Agaragua periódicamente, para evitar la pérdida de virulencia del hongo. Por otro lado, la ausencia de síntomas en algunas de las plantas inoculadas en ambos ensayos concuerda con lo obtenido por Tsror et al. (1998), indicando que la ausencia de síntomas no se debe necesariamente a la incapacidad del hongo para penetrar o colonizar los tejidos vegetales. Podemos descartar que en las condiciones de ensayo V. dahliae no disponga de suficiente tiempo para expresar síntomas, como indican Palazón y Palazón (1989) el periodo entre la infección y la exteriorización mediante síntomas en pimiento es de entre 15 y 30 días, por lo que 6 semanas de ensayo parece tiempo suficiente para que las plantas expresen en el síndrome de la enfermedad. Cabe mencionar que el fotoperíodo tiene un profundo efecto en el desarrollo de la Verticiliosis. Las plantas cultivadas en fotoperíodo largo (16 horas de luz y 8 de oscuridad) muestran síntomas menos severos que las cultivadas en fotoperíodo corto (14 horas de oscuridad y 10 horas de luz) (Pegg y Brady 2002). Este aspecto puede ser tenido en cuenta en futuros ensayos de patogeneicidad. Los similares resultados obtenidos en los dos métodos de inoculación (riego al sustrato e inmersión de raíces en solución del inóculo) no permiten seleccionar claramente uno u otro método para futuros ensayos, aunque en la bibliografía consultada se utiliza generalmente la inmersión de raíces (Tsror et al. 1998, Saavedra 2003, Pomar et al. 2004). De las variedades de pimiento empleadas en este trabajo, el cv Sonar parece más apto para ser utilizado en la evaluación de los genes de resistencia, en tanto en cuanto la valoración se haga por la invasión del xilema y no por la expresión de los síntomas. Obviamente esto dificulta el trabajo de mejoradores y patólogos, por lo que se deberá seguir buscando una cepa de V. dahliae capaz de mostrar síntomas en alguna variedad de pimiento para facilitar el trabajo en futuros ensayos de resistencia. Agradecimientos Proyecto Ministerio de Ciencia e Innovación/INIA: RTA2010-00038-C03-02 Referencias Bibliográficas Baergen KD, Hewitt JD, Clair DA. 1993. Resistance of Tomato Genotypes to four Isolates of V. dahliae race 2. HortScience 28, 833–836. Bhat RG, Smith RF, Koike ST, Wu BM, Subbarao KV. 2003. Characterization of V. dahliae isolates and wilt epidemics in pepper. Plant Disease 87, 789–797. Bhat RG, Subbarao KV. 1999. Host range specificity in V. dahliae. Phytopathology 89, 1218-1225. Chang RJ, Eastburn DM. 1994. Host range of V. dahliae from horseradish and pathogenicity of strains. Plant Disease 78, 503-506. Cooper RM. 2000. Verticillium – Host interactions: past achievements and future molecular prospects: an overview. En: Tjamos E, Rowe R, Heale J, Fravel D. (Eds) Advances in Verticillium Research and Disease Management. St Paul, MN, USA. APS Press, 144–150. Dobinson KF, Tenuta GK, Lazarovits, G. 1996. 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Especies vegetales inoculadas. Cultivar Susceptibilidad/ Resistencia a Verticillium del Piquillo Susceptible Sonar Susceptible Tomate (Solanum lycopersicum) San Pedro Susceptible Sandía (Citrullus lanatus Thunb.) Sugar baby Susceptible Alegría Susceptible Marketmore Susceptible Especies inoculadas Pimiento (Capsicum annuum L.) Berenjena (Solanum melongena L.) Pepino (Cucumis sativus L.) Cuadro 2. Porcentaje de plantas con síntomas y reaislado de V. dahliae (Vd) en tomate y sandía. % Expresión Método de inoculadas inoculación S2BA Riego 100 60 100 100 Inmersión 100 40 100 100 Riego 100 60 100 100 Inmersión 100 50 100 40 Riego 100 80 100 83,3 Inmersión 100 80 100 60 Riego 100 100 100 50 Inmersión 100 16,6 100 100 S2AR 10/14 pl 3 10/14 pl 4 enfermedad Tomate % Reaislado % Expresión Cepas Vd Tomate enfermedad Sandía % Reaislado Sandía Cuadro 3. Porcentaje de plantas con síntomas y reaislado de V. dahliae (Vd) en berenjena y pepino. Cepas Vd Método de % Expresión % Reaislado % Expresión % Reaislado inoculadas inoculación enfermedad Berenjena enfermedad Pepino Berenjena S2BA S2AR 10/14 pl 3 10/14 pl 4 Pepino Riego 100 33,3 0 Inmersión 100 80 0 0 0 Riego 100 16,6 0 0 Inmersión 100 50 0 0 Riego 100 83,3 0 0 Inmersión 100 60 0 0 Riego 100 16,6 0 0 Inmersión 100 66,6 0 0 Cuadro 4. Porcentaje de plantas con síntomas y reaislado de V. dahliae (Vd) en pimiento. Cepas Vd Método de inoculadas inoculación S2BA S2AR 10/14 pl 3 10/14 pl 4 % Expresión enfermedad P. cv Sonar % Reaislado Cepas Vd P. cv Sonar inoculadas Vd 53 Riego 0 33,3 Inmersión 0 100 Riego 0 40 Inmersión 0 66,6 Riego 0 0 Inmersión 0 33,3 Riego 0 33,3 Inmersión 0 83,3 V117-12 - % Expresión enfermedad P. cv Piquillo % Reaislado P. cv Piquillo 0 0 0 0 0 0 0 20