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Aportes Benemérita Universidad Autónoma de Puebla aportes@siu.buap.mx ISSN (Versión impresa): 1665-1219 MÉXICO 2002 Arturo Quan Kiu NUEVOS ENFOQUES DE UTILIZACIÓN DE LA MATRIZ DE INSUMO PRODUCTO Aportes, enero-abril, año/vol. VII, número 019 Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Puebla, México pp. 145-152 APORTES: REVISTA DE LA FACULTAD DE E CONOMÍA-BUAP. AÑO VII NÚM . 19 FORO ECONÓMICO Nuevos enfoques de utilización de la Matriz de insumo producto Arturo Quan Kiu 1 Introducción La matriz de insumo producto tiene su origen en los ensayos que hacia 1750 realizó Francois Quesnay en Francia con el fin de medir los flujos e interrelaciones de la actividad económica, pero es recientemente, en las décadas de 1940-50, cuando Vasilly Leontieff, junto con Richard Stonne y el grupo de Oslo, diseña y perfecciona un sistema de cuentas globales para medir la actividad económica de una nación; estos modelos fueron aceptados y adoptados por la Organización de las Naciones Unidas y se han venido perfeccionando a través de reuniones y acuerdos internacionales, el último de los cuales se realizó en el año de 1993 en Aguascalientes, México, para unificar los criterios de presentación del nuevo sistema de cuentas nacionales a través del “Sistema de Sectores Institucionales”; es así que los diferentes países miembros de esta Organización han venido implantando, desarrollando y perfeccionando los sistemas de medición de sus economías, uno de los cuales es la matriz de insumo-producto. En términos muy generales, como instrumento de análisis económico de un país, la matriz de insumo-producto permite cono- cer su estructura de costos; es decir, para cada rama y/o sector de la economía, así como para la economía total, los datos anotados en forma vertical, o de columna, nos indican la cantidad de compras o insumos que ha requerido cada rama o sector para producir lo que a su vez será su oferta parcial o total; estos insumos pueden ser físicos, humanos o de capital (agropecuarios, industriales, de servicios, salarios, beneficios impuestos o depreciación) lo que nos permite apreciar rápidamente qué sectores o ramas económicas utilizan una mayor proporción de determinado tipo de insumos. Por otro lado nos permite observar la estructura de demanda, o sea la parte de la producción que se vende a otros establecimientos productivos, a los consumidores y a la exportación; estos son los datos que están anotados horizontalmente y representan la oferta o ventas para sí misma y para otras ramas o sectores de la economía, lo que nos permite, de manera rápida y simple, comparar qué ramas de la economía 1 Profesor Investigador de la Facultad de Economía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla [ 145 ] ARTURO QUAN KIU 146 producen en mayor o menor proporción para el consumo nacional o para el internacional; finalmente, la matriz de insumoproducto aporta información sobre cómo se reparte el ingreso entre los factores de la producción. Desde el punto de vista de la planeación, la matriz nos permite contestar y proyectar ciertas respuestas como: ¿Cuáles son las repercusiones que se esperan en la producción de todas las ramas de la economía como resultado de un aumento de la demanda en una industria en particular? ¿cuáles serán los requerimientos de importaciones conforme se expanden las exportaciones de una rama o un sector determinado? ¿cuál es el efecto sobre el empleo en la economía? y otras muchas más. La matriz de insumo-producto se obtiene o deriva como resultado final del sistema de cuentas consolidadas o cuentas nacionales de un país. Es un esquema constituido de tres grandes apartados: a) las transaccio- nes intersectoriales, o utilización intermedia; b) el destino de la producción, o utilización final; y c) el reparto del ingreso, o valor agregado. (ver Cuadro 1) I. Utilización de la matriz de insumo-producto en el ámbito de la microeconomía. Las formas de utilización de los datos que nos proporciona la matriz de insumo-producto son infinitas y van de acuerdo al tipo y enfoque que cada investigador demanda de ellos, pero con la finalidad de ilustrar la utilización de este formidable instrumento estadístico en el análisis del ambito microeconómico, presentamos a continuación tres casos. Si se toman los datos de la matriz y se correlacionan o dividen con otros datos que debemos extraer de otras fuentes del sistema de cuentas nacionales —por ejemplo sí se hiciera entre el número de trabajadores por rama o sector con la finalidad de formular y/o evaluar proyectos de inver- CUADRO1 MATRIZ DE I NSUMO PRODUCTO Insumos agrop. Ind. Serv. M subtotal VAB Ret. a Trab. Ret. a Cap Dep. II-s Total Utilización intermedia 1 20 15 55 10 100 86 26 40 10 10 186 2 80 200 180 50 510 218 79 109 15 15 728 Fuente: Quan Kiu [1996; 70] 3 6 120 90 40 256 289 120 99 40 30 545 Utilización Final interna. Σ1 106 335 325 100 866 593 225 248 65 55 1459 CP CG 60 120 60 10 250 Σ2 IB 10 48 70 15 143 -35 35 80 40 120 35 203 210 65 513 Utiliz. Final Ext. Demanda Final X DBT Σ3 45 80 186 190 393 728 10 220 545 —— 65 165 245 758 1624 NUEVOS ENFOQUES DE UTILIZACIÓN DE LA MATRIZ INSUMO - PRODUCTO sión—, se obtendrían infinidad de datos entre ellos los siguientes: a) Monto total y promedio anual mensual o diario de salarios por trabajador ocupado en las diferentes ramas de la economía, cuyo objetivo sería una primera discriminación al comparar varios niveles de costos que por este concepto presentarían los diferentes proyectos de inversión. b) Capital o inversión bruta promedio por hombre ocupado en diferentes ramas o sectores, para tener un parámetro de las necesidades de recursos financieros cuando se pretenda o trate de implantar una nueva unidad productiva según sea ésta —pequeña, mediana o gran empresa—, lo que nos permitiría asignar los recursos financieros en los proyectos de mayor eficacia, ya sea en el empleo de los recursos humanos o de rentabilidad del capital. c) Ventas totales promedio por hombre al mes o año, a las que, deducidas las compras intermedias y el valor de agregado, nos dan un indicador de rentabilidad por rama, el cual, además, permite analizar su evolución al compararlo en diferentes periodos de tiempo. Para verlo más concretamente, si ocupamos los datos del Cuadro 1, y al atribuirle al sector primario y terciario un monto de mil trabajadores a cada uno mientras que al sector secundario le atribuimos quinientos trabajadores e, igualmente, concediendo que las cifras de la matriz representan millones de pesos, el salario promedio anual de un trabajador del sector primario sería de 26 mil pesos, mientras que el de un trabajador 147 del sector secundario sería de 158 mil y el del terciario 120 mil, lo que en principio permite apreciar que: Por unidad de capital invertido, el monto de ocupación de la mano de obra es 6 y 1.3 veces, respectivamente, en el sector primario y terciario si se le equipara al sector industrial o, dicho de otra manera, un proyecto de inversión en el sector agropecuario produce 6 veces mas ocupación que en la industria y las posibilidades de apalancamiento financiero son más viables por la reducción de costos que significa la mano de obra. Por otra parte, al correlacionar los datos de número de trabajadores con las otras muchas variables de la misma matriz, nos aportan otros indicadores y coeficientes como producción, consumo privado y consumo del gobierno, importaciones, impuestos pagados por hombre ocupado, etc. Todas estas variables y datos obtenidos pueden ser correlacionados, promediados o divididos con otros parámetros como número de establecimientos totales; o número de establecimientos pequeños, medianos y grandes; por municipio, entidad o región económica, etc.; el análisis de las diferentes variables nos permitirá ir discriminando o seleccionando en una primera fase los proyectos de inversión de mayor viabilidad. Ya específicamente, en el terreno de la evaluación de proyectos, la matriz nos permite un segundo nivel de discriminación al poder ir eliminando los proyectos que rebasen o sobrepasen los estándares o medias de las ramas a las que pertenecen; es decir, los proyectos que presentan montos superiores de salarios al salario promedio de su rama, o muy superior inversión por hombre ocupado que el promedio de inversión por hombre de su rama o sector, o que las 148 ventas promedio por unidad de capital son menores al promedio de la rama etc. etc. Dichos proyectos pueden ir siendo discriminados sin necesidad de tener que acudir a otros indicadores más especializados como la tasa interna de retorno (TIR), el valor actualizado neto (VAN), el ROA, y otras muchas más, pues está probado que cuando los principales indicadores del proyecto sobrepasan las medias de las ramas no resisten los otros indicadores más específicos. Una última utilización de los datos que nos aporta la matriz de insumo producto (sin considerar que se han agotado los métodos y, considerando, por el contrario que apenas comienzan implementarse las nuevas formas de utilidad de los datos de la matriz en el ámbito microeconómico) sería el siguiente: el análisis más profundo de los datos nos permite obtener lo que sintéticamente denominaremos «cocoes», con lo que tratamos de sintetizar lo que son los coeficientes de correlación en evaluación de proyectos de inversión; éstos nos indican, con cifras porcentuales, los mismos datos que hemos obtenido anteriormente pero, además, ahora comparados proporcionalmente al total de la producción de cada rama o sector; el método es muy similar a los que se usa en el análisis de los estados financieros de las empresas llamados razones y proporciones unido al de porcentajes integrales, en él la disponibilidad bruta total se iguala a 100 por ciento y todos sus componentes representan una parte proporcional de este total, lo que nos arrojaría datos como los siguientes: mientras que el salario promedio de la industria alimenticia es de 25 pesos diarios por hombre ocupado, su monto total representa el 12 por ciento del total de la producción; en ARTURO QUAN KIU cambio, en la industria metalmecánica, el salario es de 50 pesos pero su monto total solo representa el 6 por ciento. Este mismo razonamiento y calculo se puede aplicar para las compras intermedias, la inversión, el consumo, las exportaciones, el consumo de capital fijo, etcétera, etcétera, II. Utilización de la matriz en el ámbito macroeconómico y de Planificación. Para poder utilizar la matriz de insumoproducto en forma dinámica y como instrumento de planificación es necesario darle un enfoque prospectivo a través de su proyección en el futuro, esto es posible realizando ocho pasos que a continuación describimos sintéticamente; en este caso utilizamos la matriz hipotética de un país X del Cuadro 1, la cual proyectaremos a cinco años con un crecimiento medio anual de 5 por ciento, por lo que en el periodo seleccionado para nuestra economía su producto interno bruto = valor agregado bruto, al que identificaremos con Y, crecerá por el redondeo de las cifras un poco más 25 por ciento; así mismo, la producción bruta total, a la que identificaremos con la letra X, crecerá un 24,5 por ciento al pasar de mil 624 unidades monetarias a 2 mil 22.Los pasos seguir son: 1. Reducimos y construimos nuestra matriz de transacciones intermedias, asignándole al total de la utilización final = valor agregado bruto la letra Y, y a la disponibilidad bruta total le asignamos la letra Z. 2. Se obtiene la matriz [A] de coeficientes técnicos intermedios nacionales e importados dividiendo cada una de las cifras de los renglones entre X; es importante remarcar que las divisiones se deben hacer en forma vertical exclusivamente. NUEVOS ENFOQUES DE UTILIZACIÓN DE LA MATRIZ INSUMO - PRODUCTO 149 CUADRO 2 PASOS PARA PROYECTAR LA MATRIZ 1. Matriz hipotética de transacciones intermedias 1 1 2 3 M VAB X 2 20 15 55 10 86 186 3 80 200 180 50 218 728 Y 6 120 90 40 289 545 80 393 220 65 X 186 728 545 165 2. Coeficientes técnicos de Insumos intermedios nacionales y externos 20 / 186 [A] = 15 / 186 55 / 186 [M ] = [10 / 186 3. Matriz de Leontieff 80 / 728 6 / 545 0.108 0 .110 200 / 728 120 / 545 = 0 .081 0.275 180 / 728 90 / 545 0.296 0 .247 50 / 728 0 .011 0 .220 0 .165 40 / 545 ] = [0 .053 0.068 0 .073] [1 − A] 1 0 0 0. 108 0 .110 0 .011 0 .893 − 0.109 − 0. 11 − 0.22 1 0 = 0 .081 0 .275 0.220 = − 0 .08 0.726 0 0 1 0.296 0 .247 0.165 − 0. 295 0.247 − 0 .835 [1− A] = 0 4. Matriz [R] 1.158 0.196 0 .066 1.559 0 .413 0 .491 0 .531 1 .344 [R ] = [1 − A]−1 = 0.275 ARTURO QUAN KIU 150 5. Aumento del 25 por ciento para el periodo planificado Y 1=86 Y 2=492.5 Y 3=289 6. Matriz planeada X • [R] = [Xˆ ] X 1 86 1 .158 0.196 0.066 = X 2 492.5 • 0.275 1.559 0 .413 = X 3 289 0.491 0.531 1.344 215 .92 910.81 692 .16 7. Nuevas magnitudes de las transacciones intersectoriales de bienes intermedios 0 0 23.03 99.2 7.61 0.108 0.110 0.011 215.9 X = [A]• [X̂ ] = 0.081 0.275 0.220 • 0 910.8 0 = 17.22 249.56 152.3 0 692.2 63.48 224.97 114.21 0.296 0.247 0.165 0 0 0 215.2 ˆ ˆ M = [M ]• [X ] = [0.053 0.068 0.073]• 0 910.8 0 = [11.4 61.93 50.53] 0 0 692.2 8. Matriz de transacciones intersectoriales correspondientes a la planificación. 1 2 3 M VAB X 1 23.03 17.22 63.48 11.4 100.07 215.2 2 99.2 249.6 224.9 61.93 275.17 910.8 3 7.61 152.3 114.2 50.53 367.56 692.2 Y X 86 215.2 492.5 910.8 289 692.2 80 203.86 2022 NUEVOS ENFOQUES DE UTILIZACIÓN DE LA MATRIZ INSUMO - PRODUCTO 3. Como siguiente paso se saca la matriz de Leontieff [1-A] al restar a la matriz unitaria, la matriz de coeficiente anteriormente lograda. 4. En este paso se invierte la matriz de Leontieff al elevarla a la potencia –1 [1-A] -1 obteniendo una matriz que denominaremos [R] 5. Se determinan los incrementos de Y para que la suma de ellos represente un incremento del 25 por ciento de incremento del producto interno bruto en el período que hemos seleccionado. 6. Los incrementos seleccionados, dispuestos en forma de matriz, se multiplican por la matriz inversa [R] de donde se obtiene la matriz planeada [ X^ ]. 7. La matriz [ X^] la multiplicamos por la matriz [A] de coeficientes técnicos de insumos nacionales, y lo mismo hacemos con los coeficientes técnicos importados. 8. Al final se obtiene la nueva matriz proyectada en la que se observan los incrementos necesarios de transacciones intersectoriales que deben sufrir los sectores para poder llegar a un producto y una producción bruta total de 25 por ciento en el periodo planificado. Con la utilización de los «cocoes» podemos determinar el monto de inversiones en unidades monetarias que requerirá cada sector; de igual manera obtendremos los montos de consumo, número de obreros, las importaciones y todas las demás variables que le son necesarias para alcanzar las metas anuales de cada rama y cada sector 151 con el fin de lograr, al final del periodo seleccionado, el objetivo de crecimiento planeado, que en este ejemplo fue de 25 por ciento. Así mismo, otra utilidad de esta nueva matriz incrementada es que nos permite hacer predicciones de cuánto será el crecimiento total de la economía, de un sector o una rama especifica, ya sea en un año o en un periodo dado al haber obtenido un resultado concreto en cualquier de las ramas de actividad; es decir, si para que la economía en general crezca un 5 por ciento anual se necesita que el sector agropecuario (o cualquier otro) pase de 50 a 75, pero si ya obtuvimos el dato de que por problemas climáticos sólo alcanzó en el presente ciclo agrícola una producción de 60, volvemos a correr nuestro programa con esta nueva cifra y así obtendremos el efecto en el crecimiento total de la economía, con lo cual sabremos que en lugar del 5, por decir algo, sólo se crecerá al 4.3 por ciento. Para finalizar diremos que es sumamente importante no olvidar las limitaciones que presenta el modelo, las cuales se deben de tomar en cuenta para corregir estimaciones y desviaciones en la medida de lo posible Las dos principales limitaciones que se presentan son: a) la linealidad, que es la que considera que los coeficientes son idénticos a cualquier nivel de producción sin tomar en cuenta las economías de escala, y b) la estática tecnológica que no toma en cuenta la velocidad con que en la actualidad cambia la tecnología. ARTURO QUAN KIU 152 BIBLIOGRAFÍA: Ascues, Magda y Van Tongeren, (1996) La implementación de cuentas nacionales 1993. Ejercicios prácticos de conversión de datos básicos al SCN. CEMLA. Breich, Juan M, (1998) Bases para la economía descriptiva. CEMLA. México. Ibarra, Roberto, (1993) Un Sistema integral de Contabilidad Nacional. Ed. Diana México. INEGI, (2000) Sistema de Cuentas Nacionales de México, Cuentas por Sectores Institucionales, 1993-1998. 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