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Renovación Carismática Católica en España Material de Formación LA PALABRA DE DIOS SE HACE LIBRO Objetivos Reconocer que la Biblia es la Palabra de Dios que nos comunica la vida. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la recibieron. Jn 1, 1-5 En el principio, cuando Dios creó los cielos y la tierra, todo era confusión y no había nada en la tierra. Las tinieblas cubrían los abismos mientras el espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas. Dijo Dios: «Haya luz», y hubo luz. Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de las tiniebla. (Gn, 1-4) Jesús es el Verbo eterno de Dios, la Palabra del Padre, que creó los cielos y la tierra, que fue enviado al mundo, para comunicar a los hombres la verdad sobre Dios, y la verdad sobre el hombre. Su misión fue darnos a conocer la voluntad del Padre: “Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a tu enviado Jesucristo" (Jn 17,3). "Dijo Dios", y todo fue hecho por su Palabra. Antes de la palabra nada existía, sino el caos, el silencio. Por la Palabra creadora de Dios todo fue hecho. Este es el principio de la creación del mundo, en que el hombre tiene un lugar privilegiado, por ser "imagen y semejanza de Dios", y la dignidad del ser humano viene de Dios, cuya vocación es la de estar en comunión permanente con su Creador. No existe por sí mismo, sino creado por el amor de Dios y conservado siempre por amor; y no vive plenamente según la verdad si no reconoce libremente aquel amor y se entrega a su Creador» (GS 19,1). EL HOMBRE NECESITA DE SU CREADOR El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado por Dios y para Dios; y Dios no cesa de atraer al hombre hacia sí, sólo en Dios encontrará el hombre la verdad y la dicha que no cesa de buscar. Es importante conocer lo que decimos creer cuando hacemos nuestra profesión de fe. “Entender para conocer, sin conocer no se ama. Mientras mejor entendemos, mejor creemos.” (San Agustín) EL VERBO SE HIZO CARNE Y HABITÓ ENTRE NOSOTROS En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio junto a Dios. Todo se hizo por él, y sin él no se hizo nada de cuanto ha sido hecho. LA PALABRA SE HACE LIBRO Y Dios en su condescendencia y bondad se revela a los hombre: "La Palabra de Dios, expresada en lenguas humanas, se hace semejante al lenguaje humano, como la Palabra del eterno Padre que asumiendo nuestra débil condición humana, se hizo semejante a los hombres" (DV 13). A lo largo de muchos siglos, hombres inspirados por el Espíritu Santo fueron poniendo por escrito las palabras dirigidas por Dios a su pueblo. Esos escritos puestos en libros con diferentes estilos y géneros literarios constituyen lo que llamamos Biblia, que más que un libro es una pequeña biblioteca. La Escritura por excelencia, se ha ido elaborando en el seno de la comunidad judía y la comunidad cristiana, y es para los miembros de estas comunidades norma de fe y fuente de vida. En el libro de la Biblia encontramos la palabra de Dios, viva y eficaz, más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón. Hbr 4, 12 En la carta a los Romanos, Pablo, manifiesta la importancia y necesidad que tiene el hombre de conocer y poner en práctica las Sagradas Escrituras: La Palabra de Dios se hace libro LO PRIMERO QUE CONOCEMOS DE DIOS ES SU PALABRA Por este conocimiento de la Palabra, el hombre encuentra su plena realización temporal, y con esperanza, de alcanzar por GRACIA la vida ETERNA. Jesús nos indica el camino: "Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y en él haremos morada. Jn 14, 23 1 Renovación Carismática Católica en España Material de Formación “Nos sirven de consuelo y para que no nos falte la esperanza”. Rm 15, 4 . En Timoteo, observamos que toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar, rebatir, corregir y guiar en el bien. (2 Tim 3,16-17). Cuando Dios habla, lo hace por medio del Espíritu Santo, para poner el pensamiento del hombre en comunicación con su propio pensamiento. Su palabra es ley y regla de vida, revelación del sentido de las cosas y de los acontecimientos, promesa y anuncio del porvenir. La concepción de la palabra divina como ley y regla de vida se remonta a los orígenes mismos de Israel. La palabra de Dios es más que un mensaje perceptible dirigido a los hombres. Es una realidad orientada para actuar de forma infalible, según los designios trazados por Dios, que envía su palabra, como un mensajero eficaz, para hablar al corazón de su pueblo Israel. El mandato es abrir el camino a Yavé, trazar sendas para Dios. (Is 40, 1-3) LA PALABRA DE DIOS ES PARA TODOS La palabra de Dios no es para unos pocos privilegiados, está dirigida a todos los mortales. Cuando Juan vio venir a Jesús exclamó: "Ahí viene el Cordero de Dios, el que carga con el pecado del mundo”. (Jn 1,29). Es un mensaje que hay que transmitir, al mundo entero, porque la salvación es para todos los hombres de todos los tiempos, de todas las razas y culturas. Dios quiere que todos se salven. LIBRO INSPIRADO DEL ESPÍRITU SANTO» Dios es el autor de la Sagrada Escritura. «Las verdades reveladas por Dios que se contienen y manifiestan en la Sagrada Escritura se consignaron por inspiración del Espíritu Santo», que habló por los profetas, como decimos en el Credo. «La santa madre Iglesia, según la fe de los Apóstoles, reconoce que todos los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento, con todas sus partes, son sagrados y canónicos, en cuanto que, escritos por inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios como autor, y como tales han sido confiados a la Iglesia« (DV 11). Los libros inspirados enseñan la verdad. "Como todo lo que afirman los hagiógrafos, o autores inspirados, lo afirma el Espíritu Santo, se sigue que los libros sagrados enseñan sólidamente, fielmente y sin error la verdad que Dios hizo consignar en dichos libros para salvación nuestra" (DV 11). Por esta razón, la Iglesia ha venerado siempre las divinas Escrituras como venera también el Cuerpo del Señor. No cesa de presentar a los fieles el Pan de vida que se distribuye en la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo (cf. DV 21). En la sagrada Escritura, la Iglesia encuentra sin cesar su alimento y su fuerza (cf. DV 24), porque en ella no recibe solamente una palabra humana, sino lo que es realmente: la Palabra de Dios (cf. 1 Ts 2,13). «En los libros sagrados, el Padre que está en el cielo sale amorosamente al encuentro de sus hijos para conversar con ellos» (DV 21). LA PALABRA DE DIOS TRASCIENDE LOS CORAZONES N La Palabra de Dios se hace libro 2 Con su palabra Jesús, realiza los milagros que son los signos del reino de Dios Mt 8,8. 16 Produce en los corazones los efectos espirituales, como el perdón de los pecados Mt 9, 1-7. Con una palabra instituye los signos de la nueva alianza: Mientras comían, Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: «Tomad y comed; esto es mi cuerpo. Después tomó una copa, dio gracias y se la pasó diciendo: «Bebed todos de ella: esta es mi sangre, la sangre de la Alianza, que es derramada por muchos, para el perdón de sus pecados. Y os digo que desde ahora no volveré a beber del fruto de la vid, hasta el día en que lo beba nuevo con vosotros en el Reino de mi Padre.» Mt 26, 26-29. LA REVELACIÓN A TRAVÉS DE LA HISTORIA El designio divino de la revelación se realiza a la vez "mediante acciones y palabras", íntimamente ligadas entre sí y que se esclarecen mutuamente (DV 2). Este designio comporta una "pedagogía divina" particular: Dios se comunica gradualmente al hombre, lo prepara por etapas para acoger la Revelación sobrenatural que hace de sí mismo y que culminará en la Persona y la misión del Verbo encarnado, Jesucristo. San Ireneo de Lyon habla en varias ocasiones de esta pedagogía divina bajo la imagen de un mutuo acostumbrarse entre Dios y el hombre: "El Verbo de Dios ha habitado en el hombre y se ha hecho Hijo del hombre para acostumbrar al hombre a comprender a Dios y para acostumbrar a Dios a habitar en el hombre, según la voluntad del Padre" Renovación Carismática Católica en España Material de Formación ANTIGUO TESTAMENTO NUEVO TESTAMENTO Desde el origen, Dios se da a conocer "Dios, creándolo todo y conservándolo por su Verbo, da a los hombres testimonio perenne de sí en las cosas creadas, y, queriendo abrir el camino de la salvación sobrenatural, se manifestó, además, personalmente a nuestros primeros padres ya desde el principio" (DV 3). Dios ha dicho todo en su Verbo "Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por su Hijo" (Hb 1,1-2). Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre, es la Palabra única, perfecta e insuperable del Padre. En Él lo dice todo, no habrá otra palabra más que ésta. San Juan de la Cruz, después de otros muchos, lo expresa de manera luminosa, comentando Hb 1,1-2: Dios elige a Abraham Para reunir a la humanidad dispersa, Dios elige a Abram llamándolo "fuera de su tierra, de su patria y de su casa" (Gn 12,1), para hacer de él "Abraham", es decir, "el padre de una multitud de naciones" (Gn 17,5): "En ti serán benditas todas las naciones de la tierra" (Gn 12,3; cf. Ga 3,8). El pueblo nacido de Abraham será el depositario de la promesa hecha a los patriarcas, el pueblo de la elección (cf. Rm 11,28), llamado a preparar la reunión un día de todos los hijos de Dios en la unidad de la Iglesia (cf. Jn 11,52; 10,16. Dios forma a su pueblo Israel Después de la etapa de los patriarcas, Dios constituyó a Israel como su pueblo salvándolo de la esclavitud de Egipto. Estableció con él la alianza del Sinaí y le dio por medio de Moisés su Ley, para que lo reconociese y le sirviera como al único Dios vivo y verdadero, Padre providente y juez justo, y para que esperase al Salvador prometido (cf. DV 3). Los profetas Por los profetas, Dios forma a su pueblo en la esperanza de la salvación, en la espera de una Alianza nueva y eterna destinada a todos los hombres (cf. Is 2,2-4), y que será grabada en los corazones (cf. Jr 31,31-34; Hb 10,16). Los profetas anuncian una redención radical del pueblo de Dios, la purificación de todas sus infidelidades (cf. Ez 36), una salvación que incluirá a todas las naciones (cf. Is 49,5-6; 53,11). Serán sobre todo los pobres y los humildes del Señor (cf. So 2,3) quienes mantendrán esta esperanza. "Porque en darnos, como nos dio a su Hijo, que es una Palabra suya, que no tiene otra, todo nos lo habló junto y de una vez en esta sola Palabra; porque lo que hablaba antes en partes a los profetas ya lo ha hablado todo en Él, dándonos al Todo, que es su Hijo. " Solamente una parte de la Palabra de Dios, proclamada oralmente, fue puesta por escrito por los mismos apóstoles y otros evangelistas de su generación. Estos escritos, inspirados por el Espíritu Santo, dan origen al Nuevo Testamento, que es la parte más importante de toda la Biblia. Está claro que al escribir el NT, no se puso por escrito «todo» el Evangelio de Jesús. «Jesús hizo muchas otras cosas. Si se escribieran una por una, creo que no habría lugar en el mundo para tantos libros», nos dice el apóstol Juan (Jn. 21,25). La Sagrada Escritura, y especialmente el NT, es la Palabra de Dios, que nos manifiesta al Hijo en quien expresó Dios el resplandor de su gloria (Heb.1,3). No toda la Tradición Apostólica se puso por escrito. LA TRADICIÓN DE LA IGLESIA Para llevar el Evangelio por todo el mundo, Jesús encargó a los apóstoles y a sus sucesores, como pastores de la Iglesia que El fundó personalmente: Id y haced que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautizadlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y enseñadles a cumplir todo lo que yo os he encomendado. Yo estoy con vosotros todos los días hasta que se termine este mundo» (Mt. 28,1820). La Tradición Apostólica tiene por objeto transmitir el Evangelio de Jesús. Jesús, además de enseñar a sus apóstoles con discursos y ejemplos, les enseñó una manera de orar, de actuar y de convivir. El apóstol Pablo en su carta a los Corintios se refiere a esta Tradición Apostólica: «Yo mismo recibí esta tradición que, a su vez, os he transmitido» (1 Cor. 11, 23). La Palabra de Dios se hace libro Los invitó a una comunión íntima con Él revistiéndolos de una gracia y de una justicia resplandeciente. Esta revelación no fue interrumpida por el pecado de nuestros primeros padres después de su caída, sino que Dios alentó en ellos la esperanza de la salvación con la promesa de la redención, “cuando por desobediencia perdió tu amistad, no lo abandonaste al poder de la muerte”. 3 Renovación Carismática Católica en España Material de Formación La Sagrada Escritura presenta la Tradición como base de la fe del creyente: «Todo lo que han aprendido, recibido y oído de mí, todo lo que me han visto hacer, háganlo» (Fil.4,9). «Lo que aprendiste de mí, confirmado por muchos testigos, confíalo a hombres que merezcan confianza, capaces de instruir después a otros» (2. Tim. 2,2). No habrá otra revelación "La economía cristiana, como alianza nueva y definitiva, nunca pasará; ni hay que esperar otra revelación pública antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo" (DV 4). Sin embargo, aunque la Revelación esté acabada, no está completamente explicitada; corresponderá a la fe cristiana comprender gradualmente todo su contenido en el transcurso de los siglos. El Magisterio no está por encima de la Revelación Divina, sino que está a su servicio, para enseñar puramente lo transmitido. Por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo, el Magisterio de la Iglesia lo escucha devotamente, lo guarda celosamente y lo explica fielmente. Ministerio de Formación BIBLIOGRAFIA Catecismo de la Iglesia católica Vocabulario de teología bíblica. Xavier LeonDufour La Palabra. SERECA mercaba.org PREGUNTAS PARA EL COMPARTIR 1. N La Palabra de Dios se hace libro 2. 3. 4 4. 5. 6. ¿Quién era la Palabra que dio lugar a la creación del mundo? ¿Por quién fue inspirada la Biblia? ¿Qué pretende Dios cuando manda poner por escrito su Palabra? ¿En qué está fundamentada la tradición de Iglesia? ¿Cuál es la misión más importante de la Iglesia? ¿Y la de los cristianos?