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EXPORTACIONES DESDE EL ZULIA PARA EL MUNDO ANÁLISIS SITUACIONAL Y RETOS HACIA EL FUTURO Junio 2015 Investigación realizada para Cámara de Comercio de Maracaibo orientado a evaluar las condiciones actuales en el proceso de exportación del empresariado zuliano. La información contenida en este trabajo de investigación no puede ser utilizada sin el consentimiento o notificación a Cámara de Comercio de Maracaibo. La Junta Directiva de Cámara de Comercio, agradecen el tiempo y profesionalismo invertido por el equipo del profesor Román Domínguez para el desarrollo de esta investigación. Maracaibo, abril 2015 © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 2 CONTENIDO PROLOGO........................................................................................................................... 4 INTRODUCCIÓN ................................................................................................................. 5 1. LAS EXPORTACIONES VENEZOLANAS DESDE DIVERSAS PERSPECTIVAS........ 9 1.1. LAS EXPORTACIONES NO PETROLERAS VENEZOLANAS. ........................................ 9 1.2. EXPORTACIONES, PRODUCTO, INVERSIÓN, RESERVAS Y DEUDA. ....................... 12 2. EXPORTACIONES NO PETROLERAS ZULIANAS.................................................... 16 2.1. EXPORTACIONES ZULIANAS NO PETROLERAS POR ORIGEN ADUANERO ........... 17 2.2. EXPORTACIONES ZULIANAS NO PETROLERAS POR CAPÍTULO ADUANERO........ 21 3. REFLEXIONES EN TORNO A LA CAPACIDAD EXPORTADORA ZULIANA, SU APROVECHAMIENTO Y POTENCIACIÓN. ............................................................... 25 4. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES. ............................................................. 28 5. ANEXO I: LA ECONOMÍA VENEZOLANA DE LOS ÚLTIMOS 60 AÑOS ................... 29 © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 3 PROLOGO Este informe aborda en forma resumida la situación actual del panorama exportador no petrolero zuliano, su evolución reciente y sus perspectivas de futuro. Utiliza como principal orientación el conjunto de condiciones naturales y sociales que permite el aprovechamiento de oportunidades competitivas, para luego abordar las condiciones formales vinculadas con la exportación (procesos involucrados y sus requisitos legales) y anticipar así los cambios que faciliten y promuevan la recuperación de la economía zuliana, especialmente su industria exportadora. El informe incluye, en su primera parte, la data oficial sobre las principales categorías y variables que caracterizan el empeño exportador de la economía zuliana y venezolana. También anticipa algunas de las principales relaciones que podrían servir de marco a una explicación sobre las problemáticas que enfrentan los agentes económicos y los gobiernos para mejorar el desempeño exportador, partiendo de una descripción sobre los requerimientos actuales vinculados al proceso. Ha sido elaborado para su lectura y análisis por parte del público general interesado en este tema, pero pretende fundamentar con cierta rigurosidad económica la información abordada, así como las relaciones causales identificadas, las conclusiones anticipadas y las recomendaciones consecuentes, para que tenga suficiente validez como marco inicial a una discusión entre técnicos, empresarios y gobierno sobre el potencial competitivo externo de la industria no tradicional zuliana. De este modo, aunque aspira a servir de base a una discusión amplia, su lectura será más sencilla para aquellos familiarizados con los términos generales de la producción y la economía. Exportar no debería ser simplemente una vía de escapa a una crisis de abastecimiento y desequilibrios macroeconómicos acentuados. Exportar debería ser la culminación lógica y creativa a un proceso de inserción competitiva bien diseñado y conducido, en el que las capacidades de un territorio y su gente son potenciadas al máximo para ofrecer al resto del Mundo nuestro valor agregado, accediendo del resto del Mundo a las cosas que, eventualmente, ellos hagan de manera más efectiva y con mayor calidad que nosotros, construyendo alianzas, redes de confianza, encadenamientos productivos y de innovación. Los Autores © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 4 INTRODUCCIÓN Las exportaciones venezolanas al resto del mundo han venido cobrando protagonismo en el discurso político venezolano reciente (2013-2015), en la medida que se debilitaban las capacidades económicas de acumulación y reproducción de la última variante del modelo rentista venezolano: El Socialismo Petrolero1. El gobierno había tomado una línea de trabajo que difícilmente podría considerarse parte de una política de estímulo a la inversión privada, porque exponía públicamente, a través de discursos generalizadores, la actividad empresarial como parte de un proceso histórico de lucha de clases, basado en la expoliación de ricos hacia pobres como causa de los problemas del país y del Mundo. Al mismo tiempo se facilitó el incremento de las presiones fiscalizadoras hacia la industria desde diferentes perspectivas e instituciones, que solían tener como amenaza final las estatizaciones, incluyendo formas diversas de expropiación, confiscación, ocupación forzosa, acompañadas a veces de penas de prisión para directivos y gerentes empresariales. Esto generó una pérdida sistemática de confianza, haciendo de la actividad empresarial productiva un proceso tremendamente complejo y la diversidad de instrumentos jurídicos que, con altísima discrecionalidad funcionarial, afectaban la producción, limitaban los flujos de inversión autóctona y el acceso a inversionistas privados internacionales interesados en arriesgar recursos en el país. Esto ha venido siendo así incluso antes del desplome de la cotización internacional del petróleo, porque el régimen de controles en los flujos de divisas y controles simultáneos en los precios finales de los productos que genera la industria venezolana, generó escasez de insumos y productos, al mismo tiempo que se agudizaba la escasez de divisas. En la medida que el gobierno observó que el nivel de divisas se convertía en un aspecto crítico de su desempeño económico, sin contrapartidas productivas desde el aparato industrial estatizado, se fue generando una disposición positiva en algunos voceros y responsables de la gestión económica estatal para promover la capacidad exportadora venezolana formal y esta posición se integra casi sistemáticamente al discurso de más alto nivel del gobierno en la medida que se produjo la transición de Hugo Chávez hacia Nicolás Maduro. Venezuela siempre tuvo vocación exportadora, porque su surgimiento como nación ya estuvo previamente condicionado por el aprovechamiento mercantilista que la metrópolis colonial española hacía de los latifundios agrícolas en este territorio. El conuco y sus variantes sirvieron de sostén para el consumo interno, orientado a la subsistencia, mientras la mano de obra, muchas 1 Este término fue acuñado por el Ex Ministro de Energía y Minas, Alí Rodríguez Araque, para referirse al modelo políticoeconómico venezolano que estaba promoviendo Hugo Chávez y sus organizaciones políticas de apoyo. Lo asumiría más adelante Hugo Chávez refiriéndose a ello en varias alocuciones y llegó ser parte de los mensajes institucionales de PDVSA en algunos de sus programas (http://www.pdvsa.com/interface.sp/database/fichero/publicacion/4705/530.PDF) © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 5 veces en condiciones de esclavitud o cercanas a la esclavitud, sostenía un régimen de explotaciones agrícolas, artesanales y semi-industriales orientado a la exportación. Otros productos accesibles para la época, de mayor valor agregado, incluso productos de cierta complejidad tecnológica, solían ser importados, en un mercado regulado por la metrópolis y canalizado por los comerciantes españoles y criollos. Este sistema de economía agroexportadora de bajo nivel agregado y complemento importador para suplir las necesidades de bienes y servicios que no se alcanzaban a producir en el país, condicionará en gran medida el desenvolvimiento histórico de la economía venezolana, aunque el petróleo habría de crear condiciones para nuevas formas de acumulación e industrialización, especialmente en la segunda mitad del siglo XX. También trajo nuevos problemas, como la sobrevaluación forzada de la divisa nacional y las dificultades de inserción competitiva de otros sectores y proyectos ajenos a la industria petrolera, dado el margen rentístico incomparable que generaba ésta (síndrome económico que se ha resumido en economía bajo el concepto “enfermedad holandesa”). El Zulia ha ocupado un lugar protagónico en este desempeño exportador, porque ha tenido grandes capacidades vinculadas a los productos agrícolas tradicionales (por ejemplo café y cacao) y no tradicionales (por ejemplo carne, leche y derivados de bovinos, banano, oleaginosas, entre otros). Luego del surgimiento del petróleo se incrementó aún más este protagonismo, porque los principales campos de crudos livianos se identificaron y explotaron en la cuenca del Lago de Maracaibo y el proceso de industrialización en el Zulia tuvo un momento álgido con la instalación de un gran complejo petroquímico y toda una gran red de industrias conectadas aguas abajo a este complejo. El proceso de industrialización en Venezuela (tardío con respecto al resto de Latinoamérica) y en el Zulia (algo tardío también, aunque mucho más próximo, con respecto a la región central del país) no logró concatenar políticas de estabilización macroeconómica e incentivos adecuados a la producción para consolidar y desarrollar sistemáticamente capacidades competitivas globales. La gran ambición de los procesos de industrialización forzada, la creación gradual de un mercado interno suficientemente potente para sostener la base productiva de una industria crecientemente competitiva a nivel internacional, fue cediendo espacio a la realidad de mercados limitados, salarios envilecidos y competitividad comprometida en casi todas las economías nacionales pequeñas, aunque la situación tuvo ciertos avances en economías medianas (Argentina, Chile, Venezuela, Perú, Colombia) y grandes (Brasil y México). En Venezuela, el fin de una larga tendencia de capitalización creciente y el brusco estancamiento en la formación bruta de capital fijo (inversión), con un punto de inflexión clave a inicios de la década de los 70 del siglo pasado, propiciaron un acomodamiento del tejido industrial existente a las dinámicas de crecimiento dirigido desde la industria petrolera. Los ciclos y vaivenes de la © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 6 industria petrolera condicionaron la producción, la productividad y la competitividad general de todo el aparato productivo zuliano y venezolano. Rara vez otros sectores lograron complementar y compensar esta relación, por ejemplo la agroindustria (más dependiente de ciclos de consumo impulsados por el crecimiento demográfico) o la construcción, normalmente vinculada a planes de inversión pública en grandes infraestructuras o en nuevas viviendas. Se fortaleció el sector terciario, con un sistema financiero que canalizaba flujos estables a partir de la transmisión de renta desde el Estado hacia la sociedad y una actividad comercial y de servicios que crecía al amparo de la cultura de consumo fácil, amén de sus facilidades de informalización, frente a un aparato institucional creciente que imitaba las condiciones de protección estatal de las economías avanzadas. No es que desapareciesen los incentivos para la exportación. Así los incrementos de precios del petróleo, además de sostener una moneda local sobrevaluada, enemiga de la exportación, conducían a períodos de expansión fiscal, incrementos del consumo local y también incrementos en los flujos de financiamiento cómodo --en muchas ocasiones a tasas reales negativas-aumentando las presiones inflacionarias y generando condiciones que desestimulaban el ahorro. Caídas bruscas de precios del petróleo provocaban ajustes fiscales más o menos severos que, lejos de hacerse protegiendo la inversión, encontraban un rígido aparato estatal privilegiando relaciones clientelares y propiciando pérdidas de calidad en la gestión de lo público, cada vez más desprovista de inversión e innovación. Sin embargo, estas medidas de ajuste solían venir acompañadas de fuertes procesos de devaluación y también de disminuciones netas del salario real, ambos factores estimulantes para la competitividad externa de la industria. No todos los sectores recibieron igual estos impactos, pero los indicadores de capitalización general no muestran signos de recuperación sostenida desde ese entonces, señal de que la economía venezolana no funcionaba sanamente. Hoy en día, el panorama exportador está condicionado, principalmente, por la política macroeconómica y por su impacto en la capacidad industrial. ¿Cómo pueden promoverse exportaciones en medio de estos ciclos? O, aún más claramente ¿cómo pueden promoverse exportaciones sin una política industrial integral coherente y una política macroeconómica de estabilización? No aborda este documento en profundidad la explicación situacional de la industria venezolana y por ello no podremos ahondar en sugerencias para la acción dado este contexto, pero también es cierto que los industriales zulianos tienen vocación externa, al menos en determinados rubros y destinos. El Zulia, aparte de sus recursos (naturales, humanos, infraestructurales y materiales) y la cultura emprendedora de su gente, es un espacio volcado a interacciones terrestres con Colombia y marítimas con primera vecindad hacia Colombia, el Caribe y USA. En esa primera vecindad está también Panamá, que gracias a su posición geográfica, su © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 7 disposición institucional y su Canal, ofrece conexiones globales y ello abre enormes posibilidades de interacción con muchos otros mercados, incluidos mercados exóticos. Negar las potencialidades a partir de esas premisas es limitar el análisis del problema al marco institucional, importante de cualquier modo. En tiempos de máxima competitividad en el Mundo por el surgimiento de naciones-fábricas globales (China e India) y por un incremento notorio de la capacidad productiva y las políticas de inserción competitiva latinoamericanas (especialmente en Brasil, México, Chile, Perú y Colombia), la recuperación de la capacidad de las industrias zulianas y venezolanas está condicionada por múltiples aspectos que urge estudiar y considerar a la hora de formular las políticas públicas. © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 8 1. LAS EXPORTACIONES VENEZOLANAS DESDE DIVERSAS PERSPECTIVAS. 1.1. LAS EXPORTACIONES NO PETROLERAS VENEZOLANAS. Venezuela exporta petróleo y otros minerales como parte de una estructura económica vinculada, por añadidura o por defecto, a la evolución del mercado petrolero mundial. Aunque ya a mediados del siglo pasado varios políticos de alta valía intelectual se planteaban en Venezuela las limitaciones derivadas de la dependencia petrolera, lo cierto es que hemos sido, somos y todo parece indicar, seguiremos siendo algunos años más, una economía vinculada estrechamente al petróleo. De los venezolanos depende que, además, sigamos siendo altamente dependientes del componente rentístico de ese ingreso, con una economía escasamente industrializada, limitada en su capacidad de innovar y competir en mercados externos a través de exportaciones diferentes al petróleo y limitada también en su capacidad de generar estabilidad macroeconómica para fortalecer la divisa, el salario y el ahorro nacionales (ver en Anexo I una breve descripción histórica de las relaciones macroeconómicas que explican la evolución ligada al petróleo de la economía venezolana) o que, nos organicemos y actuemos para revertir este círculo vicioso y promover el saneamiento de nuestra economía. Superar esta situación exige, entre otras cosas, desarrollar una industria no petrolera con capacidad para insertarse competitivamente en los mercados externos. Exportaciones que incorporen cada vez mayor valor agregado nacional, que establezcan relaciones insumo-productivas más saludables, que participen en circuitos de calidad e innovación, suelen implicar reinversiones constantes, capacitación y alto nivel de exigencia técnica sobre la mano de obra y, en condiciones de estabilidad macroeconómica, incrementos en los niveles generales de capitalización de la economía. Todo un proceso que rara vez puede darse sin una política industrial coherente, en la que se regule en consonancia con las regulaciones de nuestros competidores, apoyando al industrial para aprovechar racionalmente nuestros recursos naturales y convertirlos en ventajas competitivas, en un marco monetario, financiero, cambiario y fiscal razonable y estable. Las exportaciones no petroleras venezolanas han tenido en los últimos años una marcada tendencia a la baja. Como se puede observar en los gráficos, en los dieciséis años que van desde 1998 hasta 2013, ambos incluidos, las exportaciones venezolanas, medidas tanto en dólares como en bolívares constantes (base 1997) reflejan un descenso más o menos continuo, aunque no necesariamente homogéneo en todo el período y en todos los aspectos © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 9 susceptibles de análisis. Es más marcado luego de 2005, porque el comportamiento entre 1999 y 2005 fue moderadamente creciente (ver Gráfico 1). El cambio a partir de ese punto de inflexión se explica en gran medida por el comportamiento de las exportaciones privadas no petroleras, que eran las que sostenían ese empuje y cambian de tendencia para mermar sistemáticamente hasta nuestros días (ver Gráfico 2). © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 10 Así, por ejemplo, con respecto al destino de este esfuerzo exportador, solo Estados Unidos de Norteamérica se presenta de manera continua en todo el período como el principal destino de las exportaciones no petroleras venezolanas (ver Gráfico 3), con registros muy superiores a la de cualquier destino alternativo (23,6 mil millones de dólares corrientes es la sumatoria de todo el período, comparados con los 12,2 mil millones de Colombia o los 4,6 mil millones de México). En cuanto a los productos que están siendo exportados, la mayor parte corresponde a los capítulos vinculados a la industria pesada guayanesa (hierro, acero y aluminio) y lo siguen líneas de productos químicos (orgánicos e inorgánicos) y plásticos. Entre los primeros diez rubros entran, con cantidades relativamente menores, los vehículos, embarcaciones y productos de industria metalmecánica (ver Gráfico 4). © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 11 La exportación por aduanas principales (Gráfico 5) resulta cónsona con la composición de los principales componentes exportadores y así la aduana de Matanza (Municipio Caroní del Estado Bolívar) está por encima de otras más diversificadas (por ejemplo Puerto Cabello, La Guaira o incluso Maiquetía). Matanza, Puerto Ordaz y Guanta (Puerto La Cruz) son tres de las cuatro aduanas con mayor emisión exportadora no petrolera en este período. 1.2. EXPORTACIONES, PRODUCTO, INVERSIÓN, RESERVAS Y DEUDA. Las exportaciones venezolanas en el período 1997-2013 presentan un comportamiento difícil de explicar en términos de las interacciones macroeconómicas básicas, por lo que cabe buscar otro tipo de explicaciones (por ejemplo, político institucionales). Tienen un comportamiento anticíclico negativo con respecto a la inversión y con respecto al producto territorial bruto, entendido por su desenvolvimiento total y sectorial (ver gráficos 6 al 9). Más regular y comprensible parece su evolución en torno a las reservas internacionales disponibles en el país y el servicio de deuda externa, mostrando dos períodos históricos muy diferentes entre sí (1997-2007 vs 2008-hoy) (Ver gráfico 10). Este comportamiento contracíclico negativo (en la medida que la economía crecía y la producción industrial aumentaba, disminuían las exportaciones) puede dar pie a confirmar varios rumores con respecto a la situación de la economía venezolana, especialmente durante los últimos años (caracterizados por un diferencial cambiario cada vez mayor y por un incremento de la escasez en los expendios formales y un © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 12 incremento simultáneo de la actividad contrabandista interna y externa), tal y como podemos observar en los gráficos 6 y 7. La primera explicación guarda relación con la composición del PIB venezolano y con el rol de la industria en este producto, dada la relación directa que suele tener el incremento de la actividad industrial y la capacidad exportadora. El PIB venezolano crece durante el período 98-13 apalancado en los precios petroleros, pero afianzando además la economía de comercio y servicios (obsérvese el diferencial de crecimiento entre el sector manufactura (gráfico No. 8) y el sector banca y seguros, el sector transporte o el sector comunicaciones (gráfico No. 9). © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 13 Que la actividad industrial se sostenga durante el período, a pesar de crecer a tasas inferiores a la media del producto, refleja recomposición de la estructura económica en detrimento de la capacidad industrial, aún sin analizar la composición de la formación bruta de capital fijo. Pero que dicho sostenimiento no se refleje en la capacidad exportadora, refleja otros problemas más allá de la carga industrializada de nuestra producción territorial. La segunda posible explicación, guarda relación con las políticas de regulación de la actividad productiva formal que dieron pie a dificultar el proceso exportador. En el capítulo 4 se hace una somera presentación de los pasos, procesos y requisitos para © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 14 exportar y todo pareciera indicar que es casi milagroso que aún tengamos ciertas exportaciones no petroleras activas. Estos desincentivos (o incentivos negativos) podrían no resultar compensados con otros aspectos más positivos de la situación, como los episodios de devaluación o el financiamiento a tasas reales negativas en diversas áreas de la actividad productiva, que durante algún tiempo pudo estar impulsando el reciclaje de inversión local hacia el mercado de divisas. La tercera explicación, surgida de las diatribas políticas ante la falta de explicaciones oficiales, está relacionada con el hecho de que la formación bruta de capital fijo incluya un componente importado que no siempre fue realmente aplicado a los procesos productivos (de este modo crecería la inversión sin expresión de contrapartida en la capacidad exportadora). Por último, también podría explicarse que el contrabando de extracción (sin cifras oficiales) ha sustituido la exportación formal, en un circuito vicioso de precios y despachos controlados a la industria, especialmente en el área de alimentos (por múltiples organismos, pero especialmente por SUNDDE y SADA-SICA) y por otro lado un diferencial cambiario que hace de los precios internacionales de referencia un enorme atractivo para el contrabando. Así, parte de la mercancía que hace años tenía potencial de exportación formal, es posible que se haya trasladado, a través de canales informales, hacia nuestros mercados vecinos. Esto explicaría en parte por qué la exportación formal es contracíclica con respecto a la inversión y el producto. © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 15 2. EXPORTACIONES NO PETROLERAS ZULIANAS Analizando las coyunturas más recientes, las exportaciones zulianas no tradicionales han venido declinando de manera significativa en los últimos 15 años y resulta inevitable vincular esta merma a las condiciones generales del desenvolvimiento económico en el país, aún antes de presentar los indicadores e indagar en sus causas. La economía zuliana no tiene un seguimiento exhaustivo delimitado en el Sistema de Cuentas Nacionales, por lo que no es posible conocer la composición del PIB zuliano en términos de demanda agregada, valor agregado ni remuneraciones factoriales. Tampoco se presentan datos sobre algunos componentes esenciales como formación bruta de capital fijo pública y privada. El BCV publica desde hace algunos años unos índices de valor y precios, vinculados con la actividad industrial privada y con las ventas al mayor y al menor, discriminando de estas ventas los vehículos y repuestos. El índice de valor y precios en el área industrial se ve compensado con un índice de volumen, que contriibuye, quizá mejor, a percibir la evolución de la actividad industrial no petrolera en el Zulia, toda vez que los índices de valor están claramente contaminados por las variaciones en los precios. En la presentación de este documento, los índices de valor al menor y al mayor se ajustan previamente con un índice general de precios. En el gráfico No. 11 se puede observar la evolución de los índices de valor de la producción industrial privada, ventas de vehículos y repuestos, ventas al mayor y ventas al detal sin vehículos, en contraste la evolución de las exportaciones desde aduanas zulianas (en el gráfico en línea discontinua). El concepto de exportaciones zulianas centrado en los movimientos a través de las aduanas ubicadas en el Estado Zulia (Puerto de Maracaibo, Paraguachón, Aeropuerto La Chinita y El Tablazo) no se corresponde plenamente con el concepto general de exportaciones dentro del PIB, más vinculado a la producción dentro de un territorio (en este caso el Zulia) que tiene como destino final un país extranjero. En las aduanas zulianas podría haber mercancías cuyo origen manufacturero es ajeno al Estado Zulia (por ejemplo, proveniente de Estados vecinos, andinos, Lara o Falcón) y también puede haber exportación zuliana que es canalizada hasta una aduana diferente a las zulianas (por ejemplo Puerto Cabello o Maiquetía). En el gráfico No. 11, la actividad exportadora zuliana, al igual que la venezolana, es contracíclica con respecto al producto (tanto medido en términos de actividad industrial, como comercial) especialmente durante el período 1998-2007, aunque de manera menos acentuada que el caso de la economía venezolana (gráficos No. 8 y 9). © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 16 En el período 2007-2013 el comportamiento de las exportaciones pareciera alineado más claramente con el comportamiento de tres de los cuatro índices (el único que parece evolucionar de manera ajena a las exportaciones y al resto de la economía zuliana –tendencia descendente más o menos regular- es el índice de ventas al menor, claramente creciente durante todo el período). 2.1. EXPORTACIONES ZULIANAS NO PETROLERAS POR ORIGEN ADUANERO Las exportaciones zulianas no petroleras, según se aclaraba en la introducción a este apartado, y referida a exportaciones zulianas de origen aduanero, no necesariamente de origen productivo, tal como se puede observar en la gráfica No.12. © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 17 Al revisar estas exportaciones, es posible observar que las mismas tienen un comportamiento claramente descendente durante el período 1998-2014, pasando de 885 millones de dólares al inicio del período a 284 millones en 2013. Este comportamiento pareciera acorde con el comportamiento general del panorama exportador venezolano (ver para ello el gráfico No. 13, en el que se comparan, en su propia perspectiva evolutiva, las exportaciones venezolanas y las zulianas, teniendo ambas un comportamiento similar). En el comportamiento por aduana, las principales, Maracaibo y Paraguachón, determinan el comportamiento general de las exportaciones del estado Zulia, al marcar los puntos de referencia tal y como se observa en las gráficas 14 y 15. © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 18 El resto del comportamiento de las exportaciones del Zulia, son observados en los resultados de las aduanas de El Tablazo y La Chinita, que parecieran tener un comportamiento más irregular, incluso errático, condición esta que es observable en los resultados mostrados para la aduana de El Tablazo los años 1998 al 2013 en las gráficas 16 . Por otro lado, e igualmente errático, es el comportamiento de la Aduna La Chinita, la cual muestra data a partir del año 2002, con un comportamiento muy por debajo de los valores de importaciones observados en el resto de las embajadas del estado Zulia, llegando a un promedio en la última década de 14.6 millones de dólares, con un © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 19 comportamiento normal para el mismo periodo, tal y como se observa en la Gráfica No. 17. Una vez revisado este comportamiento por cada aduana del Zulia, y consolidando la información, pero en forma individual, es decir por aduana, se observa claramente, la disminución presente en los últimos siete años, y específicamente la abrupta caída de las importaciones en los años 2012 al 2014. © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 20 2.2. EXPORTACIONES ADUANERO. ZULIANAS NO PETROLERAS POR CAPÍTULO En cuanto al tipo de exportaciones que salen de las aduanas zulianas, los principales rubros corresponden a las categorías de minerales y productos químicos. Una relación más amplia, ordenada a partir de la suma simple de las cantidades exportadas en el período 1998-2014 puede verse en los tablas siguientes, que resumen la información de las aduanas del Puerto de Maracaibo (tabla N° 1) y la aduana de Paraguachón (Tabla N° 2) TIPO DE EXPORTACIONES ADUANA DE MARACAIBO (Valores totales expresados en dólares) (1998 – 2014) CAPITULO DESCRIPCIÓN MONTO US$ 26 Minerales metalíferos, escorias y cenizas. 2.389.547.883,00 38 Productos diversos de industrias químicas 517.632.824,00 28 Productos químicos inorgánicos; compuestos inorgánicos u orgánicos de los metales preciosos, de los elementos radioactivos, de los metales de las tierras raras o de isotopos. 502.018.738,00 03 Pescados, Crustáceos, Moluscos y demás invertebrados acuáticos 479.960.481,00 27 Combustibles minerales, aceites minerales y productos de su destilación, materias bituminosas, ceras minerales 231.274.044,00 29 Productos Químicos Orgánicos 159.976.537,00 81 Los demás metales comunes, “cermets”, manufacturas de estas materias 148.423.341,00 30 Productos Farmacéuticos 136.528.907,00 23 Residuos y desperdicios de la industria alimentaria, alimentos preparados para animales 97.487.647,00 37 Productos Fotográficos o cinematográficos 88.472.005,00 09 Café, Té, Yerba Mate y Especias 86.500.879,00 86 Vehículos y materiales para vías férreas o similares y sus partes; aparatos mecánicos (incluso electromecánicos) de señalización para vías de comunicación 79.366.277,00 TABLA N° 1: TIPO DE EXPORTACIONES POR ADUANA DE MARACAIBO EXPRESADA EN DÓLARES (PERIODO 1988 - 2014) © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 21 TIPO DE EXPORTACIONES ADUANA DE PARAGUACHÓN (VALORES TOTALES EXPRESADOS EN DOLARES) (1998 – 2014) CAPITULO DESCRIPCIÓN MONTO US$ 38 Productos diversos de industrias químicas 463.690.259,00 37 Productos Fotográficos o cinematográficos 368.458.284,00 72 Fundición, hierro y acero 75 Níquel y sus manufacturas 138.693.123,00 31 Abonos 123.559.753,00 29 Productos Químicos Orgánicos 113.017.326,00 39 Plásticos y sus manufacturas 110.823.907,00 28 84 141.983.72,00 Productos químicos inorgánicos; compuestos inorgánicos u orgánicos de los metales preciosos, de los elementos radioactivos, de los metales de las tierras raras o de isotopos. Reactores nucleares, calderas, máquinas, aparatos y artefactos mecánicos, partes de estas máquinas y aparatos 103.761.280,00 101.653.114,00 10 Cereales 74.562.836,00 33 Aceites esenciales y resinoides, preparaciones perfumería, de tocador o de cosmética 76 Aluminio y manufacturas de aluminio 62.189.981,00 22 Bebidas, líquidos alcohólicos y vinagre 45.323.990,00 de 69.679.067,00 TABLA N° 2: TIPO DE EXPORTACIONES POR ADUANA DE PARAGUACHÓN EXPRESADA EN DÓLARES (PERIODO 1988 - 2014) La evolución de estas exportaciones, en las dos aduanas más importantes, por su movimiento en la última década, puede ser observada en las siguientes graficas (gráficas 19 y 20) © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 22 La evolución de los principales rubros exportados desde el Estado Zulia permite observar la relación entre estas categorías y el proceso de industrialización venezolana de mediados del siglo pasado. La industria zuliana procesa y exporta productos químicos, metálicos y metalmecánicos y agroindustriales (camarones). También se observa una disminución más o menos sistemática en casi todos los capítulos aduaneros, aunque durante algunos períodos llegó a ser creciente en algunos rubros, por ejemplo en minerales metálicos y escorias metálicas desde 1999 hasta 2006 o en productos cinematográficos desde 1998 al 2008. © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 23 Como ya se observó en el gráfico 13, esta disminución es bastante proporcional a la sufrida por todo el circuito exportador venezolano, por lo que cabe suponer que sus causas no obedecieron a una coyuntura específica de los sectores zulianos involucrados y más bien guardan relación con las condiciones generales (incentivos positivos y negativos) del desenvolvimiento de la economía venezolana, siendo además la exportación privada una alternativa obvia para la generación de divisas que se han venido constituyendo, en sí mismas, en un bien sujeto a presiones inflacionarias, dada su escasez. © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 24 3. REFLEXIONES EN TORNO A LA CAPACIDAD EXPORTADORA ZULIANA, SU APROVECHAMIENTO Y POTENCIACIÓN. Las exportaciones son una forma de comercio y, en ese sentido, reflejan una característica cultural intrínseca a los pueblos y sus relaciones con su entorno. Un territorio, una cultura, un conjunto de relaciones con el entorno, con las tecnologías disponibles, con los cambios que se presentan en el entorno y la capacidad de generar innovación para atender estos cambios, son algunas de las facetas que definen el alcance y desenvolvimiento de este comercio. Se exportan bienes y servicios. Los bienes, aún los más básicos (agrícolas y mineros) requieren cumplir ciertos estándares de calidad y formas de presentación, por lo que no resulta extraño que la capacidad exportadora esté relacionada, más o menos estrechamente, con capacidades técnicas que complementan los recursos naturales disponibles. Las exportaciones suelen requerir una industria exportadora. Para que exista una industria exportadora, se requiere que sus capacidades competitivas les permitan captar y sostener cuotas de mercado con competidores regionales y globales. Sin entrar en el tema de cómo se constituye esa capacidad industrial –un tema que ha ocupado a teóricos y gobiernos y que provocó en América Latina políticas de sustitución de importaciones y de industrialización forzada- lo cierto es que sostener esa competitividad requiere la confluencia de varios factores, incluyendo: Estabilidad institucional, con garantías sobre la propiedad privada y la inversión. El capital vinculado a la industria exportadora suele establecer delicados equilibrios con los territorios y recursos en los que se desarrolla, por lo que se requiere un marco jurídico institucional que ofrezca garantías sobre la vida de la gente y los bienes y derechos involucrados en los procesos productivos. En caso contrario el capital huye o rehúsa desarrollar el esfuerzo que implica sostener la competitividad, dejando toda la carga de inversión e innovación en manos del Estado, que rara vez logra sostener esa capacidad mucho tiempo (en buena medida porque la gestión de un proceso de industrialización competitiva compite claramente en el Estado con sus funciones más intrínsecas y vinculadas con lo público, proveer seguridad, justicia, defensa, grandes infraestructuras, servicios educativos socializadores, servicios de salud preventiva y curativa, servicios públicos en las ciudades, conexiones viales, entre otras). Una infraestructura que sea capaz de servir a la producción. Sistemas de almacenamiento de agua, diques y drenajes, sistemas de canalización y tratamiento de aguas servidas, sistemas de riego, redes eléctricas, redes de telecomunicaciones, sistemas viales (puertos, © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 25 aeropuertos, redes ferroviarias, carreteras, túneles, puentes), sistemas de almacenamiento (incluyendo depósitos refrigerados), entre otras áreas. Una red de servicios públicos vinculados a esas infraestructuras con equipamientos modernos y sistemas de gestión eficaces. Estabilidad macroeconómica y moneda competitiva. Aunque una moneda estable y fuerte es parte de la pretensión permanente de cualquier ciudadanía, lo cierto es que el industrial exportador se enfrenta a conflictos relacionados con la sobrevaluación de su moneda, porque ello incrementa la capacidad del consumidor local para acceder a bienes competitivos importados y, por otro lado, limita la capacidad propia para acceder en condiciones competitivas al mercado externo. De cualquier modo, la estabilidad de macro precios (tipos de interés, tipos cambiarios, tasas impositivas, tasas arancelarias) y micro precios (bienes y servicios) suele ser un paso importante hacia la consolidación de una industria con capacidad competitiva global. Disponibilidad de recursos humanos con capacidades técnicas consolidadas, actualizadas y crecientes. Los países con capacidades competitivas suelen tener gente preparada, que se inserta en las industrias y contribuyen agregando valor para consolidar la capacidad competitiva. Las limitaciones para el acceso a mano de obra calificada, suelen reflejarse más temprano que tarde en las limitaciones para sostener e impulsar capacidad exportadora. En la medida que las presiones inflacionarias (por pérdida de estabilidad macroeconómica) golpean los salarios, es más probable que las personas más calificadas consideren la opción de emigrar en busca de oportunidades en otros países/mercados. El industrial exportador construye una mezcla de capacidades propias (suyas como emprendedor) de su gente (capacidades técnicas de gestión e innovación) y de su entorno natural (agua, energía, recursos minerales), de su entorno institucional (reglas, impuestos, incentivos desde el Estado para adquirir en condiciones privilegiadas ciertos bienes y servicios vinculados al proceso productivo) y de su entorno social general (proveedores, aliados comerciales, clientes y relacionados) que proyecta como un todo unitario la producción y la productividad local con respecto a la producción y productividad de los competidores directos. El Zulia tiene mucho potencial en términos de esta mezcla de aspectos, porque su posición geográfica, las infraestructuras portuarias vinculadas con un territorio tropical lluvioso, con una buena combinación de áreas de planicie y áreas de piedemonte, con tierras fértiles en áreas de inundación, con ríos y lago navegables, con las características de su gente, entre otros © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 26 aspectos, lo proyectan positivamente con respecto a la construcción de esta mezcla virtuosa de emprendimiento tecnificado para la exportación. Pero por otro lado, las dificultades crecientes para acceder a mano de obra calificada en algunas áreas, la rigidez burocrática, las ineficiencias del Estado, la sobrecarga de discrecionalidad en las fiscalizaciones y otras formas de presión sobre la producción industrial formal, se constituyen en uno de los limitantes más importantes para aprovechar más agresivamente estas condiciones. Adicionalmente las restricciones para acceder libre y legalmente a divisas y a los insumos y repuestos que resultan clave adquirir en el proceso de interacción global para la construcción de los productos competitivos locales, puede terminar cercenando gravemente cualquier margen de ventajas naturales, institucionales y sociales del que se disponga. © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 27 4. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES. Las Exportaciones Venezolanas No Petroleras sufren una caída sistemática desde hace varios años y urge replantearse las políticas públicas de estímulo a la producción industrial competitiva. Las exportaciones zulianas han sufrido un comportamiento similar al de las del resto del país y cuanto antes las organizaciones y ciudadanos del Zulia deben abordar las respuestas de índole técnica, social y política que faciliten las decisiones necesarias de nuestros gobernantes para aprovechar nuestras ventajas competitivas naturales y sociales, así como potenciarlas a mediano y largo plazo con estímulos a la formación y la innovación. El proceso exportador está lleno de trabas burocráticas y alcabalas llenas de discrecionalidad, que dificultan la continuidad de cualquier esfuerzo exportador y encarecen sus procesos, limitando la gestión competitiva implícita en el hecho exportador. Un cambio de tendencia requiere una nueva articulación político institucional que, para que sea realizable, demanda esfuerzos previos de concienciación general dirigidos hacia la dirigencia política, en todos los espacios y condiciones, para construir bases de largo plazo que permitan luego diseñar los incentivos específicos a cada encadenamiento productivo (en el área agroindustrial, en el área metalmecánica, en el área de plásticos y otros derivados petroquímicos y, más en general, en las áreas en las que las condiciones naturales y sociales, dispongan bases para impulsar un esfuerzo competitivo con ambición exportadora). En este sentido, podemos aseverar, fundamentado a estadísticas históricas mostradas, que el Zulia, como agente exportador, generó y contribuyo en forma importante al ingreso de divisas no petroleras al estado venezolano, situación que fue consistente has finales del siglo XX y primera década del XXI, no obstante, el excesivo control y constante disminución del apoyo y promoción del parte del estado venezolano hacia el empresario, contribuyo en forma fundamental a la caída de los niveles de exportación no petrolera en el estado Zulia, ubicándonos en el 2015 en posiciones donde el nivel de exportación es inobservable, lo que requiere de una intervención inmediata a nivel de reajustes en procedimientos, permisologia y estímulos al empresariado venezolano, quien a diferencia de cualquier comentario siempre se ha mostrado abierto a negociar y establecer canales de comunicación bilaterales con el firme propósito de contribuir al éxito de la gestión económica de la región y el país. © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 28 5. ANEXO I: LA ECONOMÍA VENEZOLANA DE LOS ÚLTIMOS 60 AÑOS La economía venezolana de los últimos años, ha estado marcada por un fundamental precio del crudo, y de hecho , en los últimos quince (15) años, los marcadores económicos han mostrado como aun cuando el PIB desde 2003 mostro favorable condición de crecimiento, el mismo no ha llegado a ubicarse en nuestro mejor escenario alcanzado en 1997, y de hecho se ha visto altamente afectado en los dos últimos años, es decir, desde 2013, (Gráfica No. 20). Al realizar un análisis de la economía de los últimos cinco (5) años, se observa que el PIB venezolano ha sido afectado por un incremento importante y prácticamente exclusivo de las exportaciones petroleras, quien desde 2014 como consecuencia de la caída de los precios petroleros, se ha visto durante golpeado a disminuir a puntos relevantes, hasta llegar a ser una de las economías más críticas en Latinoamérica, y ser mostrada como el país con más baja proyección del 2015 según información den Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. (Ver Gráfica No. 22) . © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 29 Informe de Investigación realizado para Cámara de Comercio de Maracaibo con el apoyo y respaldo de la Junta Directiva. Edición y Montaje Cámara de Comercio de Maracaibo www.ccm.org.ve Junio 2015 © Cámara de Comercio de Maracaibo – Junio 2015 30