Download Un programa de Afectividad y Sexualidad A.C.
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Un programa de Afectividad y Sexualidad A.C. Un programa de Afectividad y Sexualidad A.C. Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida por ningún medio digital, electrónico o físico, sin permiso previo de Afectividad y Sexualidad A.C. Idea original: Laila Flores Carreño. Ilustración y diseño gráfico: Eloi Blanco. Adaptación de historia: María del Rosario Alfaro Martínez. Adaptación del diseño. Jesús David Cisneros Figueroa. Colaboradores: Luis Félix Viñas Robledo. Jesús David Cisneros Figueroa. Sandra Ivette López Femat. Ana Gabriela Ruiz de la Concha. Nancy Angélica García Barajas. Copyright © Impreso en México, 2014/ printed in Mexico. Tercera Edición. El titular de los derechos patrimoniales de Filipón, Afectividad y sexualidad A.C. solamente autoriza su uso privado y doméstico. Los demás derechos quedan reservados en consecuencia, queda estrictamente prohibida cualquier forma de utilización parcial o total, prohibida la exhibición pública o explotación comercial que implique lucro, directo o indirecto, tales como la impresión, renta, canje o venta sin consentimiento del titular de los derechos. La violación de los derechos exclusivos del titular de los derechos constituye una violación a la Ley Federal del Derecho de Autor, y Código Penal Federal e implica responsabilidades para el infractor que puedan dar lugar a sanciones administrativas, civiles y penales. la Playera de filip_n INDESOL .pdf 1 8/22/14 1:33 p.m. S omos un grupo de profesionales que trabaja para prevenir el maltrato somos y el abuso sexual infantil, a través del desarrollo de habilidades para la vida en los niños y niñas, apoyando a sus padres, madres y formadores para que logren convertirse en educadores integrales de la sexualidad. Presentación A lo largo de cinco años Asexoría ha trabajado el tema de la prevención del abuso sexual con los niños, las niñas, los padres de familia y los formadores a través de talleres y pláticas que tienen el objetivo de informar y brindar algunas herramientas básicas para promover en los menores un desarrollo integral lejos del maltrato y del abuso sexual. Sabemos que esta labor se tiene que hacer de la mano de todos los participantes sociales que tienen un papel importante en la vida del niño o de la niña y de esta forma lograr hacer de la prevención una labor permanente durante los primeros años de desarrollo. Es por eso que Asexoría a través de Chiquiclub ha diseñado “La playera de Filipón”, un cuento pensado en la población de niños y niñas de 3 a 5 años quienes se encuentran en una etapa óptima para el aprendizaje de cuatro pilares básicos con los que se puede lograr una prevención efectiva: el cuidado de su cuerpo, el cuidado de sus emociones, la identificación de los adultos protectores en su entorno y la capacidad de pedir ayuda. Él es Filipón y también va a la escuela como ustedes, hoy les voy a contar su historia. Filipón es un niño muy alegre y juguetón que vive con sus papás en la Isla de Cocos. Su mamá se llama Victoria y su papá Valentín. El día de su cumpleaños le dieron un regalo muy especial. Su mamá le dijo: -Filipón, hoy por ser el día de tu cumpleaños te tenemos un regalo muy bonito. Los papás de Filipón le entregaron una linda cajita, adentro había una playera hermosa, blanca y brillante. Le dijeron que brillaba porque era: “La playera de la Autoestima” Filipón, muy emocionado, tomó la playera y se dio cuenta que al ponérsela su corazón se iluminaba y se sentía feliz y contento. Cuando nos sentimos felices y seguros de ser quienes somos y nuestro corazón brilla, a eso le llamamos: “Autoestima” ¿Quién ha sentido que su corazón brilla? ¿Qué cosas hacen brillar tu corazón? Estas son las cosas que hacen brillar el corazón de Filipón. Comer tres veces al día. Platicar con sus papás y amigos. Bañarse todos los días. Cuidar a los animales. Hacer ejercicio. Jugar con sus amigos. Convivir con su familia. Ir a la escuela y aprender cosas nuevas. Dormir calientito en su cama. No guardar secretos malos. Filipón, sabe que estas cosas las hace con ayuda de los adultos que lo aman, lo cuidan y lo protegen. Cuando nos sentimos felices y seguros por cómo nos tratan los demás y nuestro corazón brilla, le llamamos: “Buen trato”. Lo que Filipón no sabía es que así como hay personas que nos tratan bien y hacen que nuestro corazón se ilumine y se ponga contento, hay otras cosas que lo oscurecen y nos hacen sentir muy tristes y enojados. Cuando alguien nos hace daño, se mancha nuestra playera de la autoestima, nuestro corazón se apaga y nos sentimos muy mal. Filipón pronto descubrirá que hay personas que nos hacen sentir tristes y enojados. Un día Filipón salió a jugar con su bolsita de canicas. Estaba tan emocionado que comenzó a cantar y agitar muy fuerte su bolsita. La vecina verde, que vivía al lado de la casita de Filipón, al escucharlo salió muy enojada y le grito: -¡Niño tonto y escandaloso deja de hacer tanto ruido porque me molestas! ¡Lárgate de aquí y no te atrevas a decirle a tus papás que te regañe, si les dices, ya verás, me las pagarás! En ese momento Filipón se puso muy triste por lo que la vecina le dijo; se sentía muy avergonzado y temeroso, como si sus palabras le hubieran roto el corazón, notó que el brillo de su corazón disminuía, como si se estuviera apagando. Y lo peor de todo fue que a su playera de la autoestima le apareció una mancha horrible de color verde. La maestra de Filipón pregunta: ¿A ti te han dicho algo que te haga sentir triste como a Filipón? Con el corazón triste, Filipón decidió ir a la casa de su abuelo, de ese modo no haría ruido y la vecina no podría regañarlo. Estaba jugando con sus cochecitos y empezó a gritar como a veces escucha que en la calle gritan los adultos cuando manejan. -Vieja loca quítate, muévete, eres una tonta y no sabes manejar! -Decía Filipón mientras jugaba. Cuando el abuelo oyó a Filipón, le pareció que no era la forma correcta de hablar de un niño, llegó furioso y le dio una fuerte nalgada que le dolió mucho. -¡Niño malcriado, deja de decir eso! -lo regañó su abuelo. Y le dio un par de nalgadas más, mucho más fuertes que la primera. -¡Ah y te advierto, ni una palabra de esto a tus papás, porque si me buscas un problema con ellos te las verás conmigo! En ese momento Filipón sintió mucho miedo y se dio cuenta de que el brillo de su corazón se apagaba cada vez más. Además se dio cuenta de que su playera del autoestima se volvió a manchar, pero ahora de color morado. Filipón sintió tanto miedo y tanta tristeza que decidió regresar a su casa, estaba tan triste, que tuvo que sentarse bajo la sombra de un árbol que estaba a la mitad del camino, ahí sentado comenzó a llorar. Estaba llorando cuando su primo mayor Lumín llegó y le preguntó: -¿Qué te pasa Filipón? Filipón le contestó: -Estoy muy triste y no te puedo decir más. Entonces Lumín abrazó a Filipón y le dijo: -No te preocupes, yo te voy a consolar, ven a mi casa, ahí podemos jugar el juego de las cosquillas y vas a ver que así te vas a sentir mejor. -¿A tu casa? -preguntó Filipón¿por qué tenemos que ir a tu casa a jugar? ¿No podemos jugar aquí? -!No! -dijo Lumín- aquí hay mucha gente, para jugar a las cosquillas es mejor en un lugar donde nadie nos pueda ver. Al principio Filipón no quería ir, pero su corazón estaba tan apagado y se sentía tan triste que aceptó ir a jugar con su primo con la esperanza de sentirse mejor. Cuando llegaron a la casa de Lumín, Filipón vio que no había nadie, sólo estaban ellos dos. Lumín le ofreció dulces y fue muy amable con Filipón. Comenzaron a jugar y Lumín empezó a hacerle cosquillas a Filipón, los dos se rieron muy fuerte y durante un momento Filipón se sintió contento, pero de repente sintió que Lumín además de hacerle cosquillas, le tocaba partes de su cuerpo que no lo hacían sentir cómodo. Lo que estaba pasando es que Lumín estaba tocando las partes privadas de Filipón. la Playera de filip_n INDESOL .pdf 1 8/21/14 10:47 a.m. ¿Tú sabes cuáles son las partes privadas de tu cuerpo? La maestra de Filipón dice que las partes privadas del cuerpo son aquellas que ni siquiera el sol puede ver cuando vamos a nadar, son las que tapa nuestro traje de baño. Filipón se dio cuenta de que cuando Lumín tocó sus partes privadas le salió otra mancha a su playera de la autoestima, ahora de color rojo, su corazón casi se apagó. Filipón le reclamó a Lumín: -¡déjame, no me gusta que me toques! Sin embargo Lumín no le hacía caso y seguía tocándolo. -¡Ya déjame! -gritó Filipón- le voy a decir a mis papás lo que me estas haciendo. -¡Nadie te va a creer! -Le respondió Lumín-. Yo soy más grande y me van a creer a mí. Como pudo, Filipón se escapó corriendo de la casa de su primo mientras escuchaba a Lumín decir: -Filipón, ni una palabra de esto a nadie; nadie te va a creer y si lo dices, diré que fue tu culpa. Filipón lloró, lloró y lloró. Tenía el corazón muy apagado, ya no brillaba. La sonrisa se había ido de su carita y lágrimas de dolor y tristeza rodaban por sus mejillas. Nunca se había sentido tan triste. Pensaba: “Nadie me quiere, nadie me va a creer, soy un niño malo”. Así que ese día llegó a su casa, se encerró en su recámara y no quiso cenar. Le dijo a su mamá que le dolía la cabeza y decidió guardar todo lo que le pasó en su corazón. Pensaba que si decía que la vecina le había gritado y lo había insultado, tendría más problemas con ella. Si contaba que su abuelo le había pegado, seguramente sus papás sufrirían mucho y no le creerían, y por último, lo que le había hecho Lumín, eso nunca lo iba a decir, nadie le iba a creer y si Lumín decía que había sido su culpa seguramente todos le creerían a su primo y no a él. Decidió guardarse todo esto en secreto aunque sentía que su corazón estaba a punto de apagarse totalmente. Pasaron varios días y aunque el sol brillaba y todo parecía de lo más normal, el corazón de Filipón estaba tan apagado que no lograba ni siquiera sonreír. Además , Filipón tenía un problema muy grave que no podía resolver, su playera de la autoestima estaba muy manchada y aunque había intentado limpiarla, las manchas no se quitaban; al contrario, parecía que cada día estaban más grandes y feas. Por eso decidió esconder la playera cuando se la ponía, se vestía con otras cosas encima para taparla y así nadie viera las manchas. + Su mamá Victoria y su papá Valentín notaron el cambio de FIlipón y le preguntaron en varias ocasiones: -¿Estás bien? -¿Te pasa algo? -¿Estás enfermo? -¿Por qué ya no sales a jugar? -¿Por qué no comes bien? Y aunque a Filipón le hubiera gustado decirles, siempre se acordaba de las amenazas: -¡Ya verás! -¡Ni una palabra de esto a nadie! -¡Nadie te va a creer! Cuando Filipón recordaba estas palabras su corazón se apagaba más y más. Un día en la escuela a la hora del recreo, su amiga Lulubell fue a sentarse junto a Filipón, él estaba tan distraído que apenas se dio cuenta. -¿Filipón qué te pasa? - le preguntótiene varios días que no eres el mismo. -Nada -contestó Filipón- no me pasa nada, ¡déjame en paz! No me molestes. Filipón se oía enojado, pero en realidad estaba muy triste por dentro, así que sin querer una lágrima salió por sus ojitos, y después más lágrimas y lágrimas aparecieron en su cara. + -¿Filipón por qué lloras tanto? -le preguntó Lulubell. -!No te puedo decir Lulubell! -exclamó Filipón. -A ti te pasó algo Filipón, pero no es algo bueno, es algo malo, porque veo que tu corazón ya no brilla, y además estas muy raro, -dijo Lulubell. -No te puedo decir Lulubell -dijo Filipón. -Filipón -le dijo Lulubell- cuando nos sentimos muy tristes o enojados, lo mejor es platicar con alguien de lo que nos pasa. -No, yo no puedo decirte nada -insistió Filipón. -¡Ah ya sé que te pasa! -exclamó Lulubell- tienes un secreto malo y si vemos tu playera, seguramente tiene una mancha. Filipón la miró sorprendido- ¿cómo sabes que mi playera tiene manchas? -le preguntó a Lulubell. + -Porque yo también he tenido manchas en mi autoestima -respondió ella- y sé que nos hacen sentir el corazón apagado, pero también sé que cuando se habla de ellas con las personas correctas, las manchas se pueden quitar. Filipón pensaba que las manchas que ensuciaban su playera se quedarían para siempre, pero Lulubell le dijo: -Filipón, un día un adulto también manchó mi playera, entonces corrí a pedir ayuda y la mancha desapareció. Las manchas siempre se pueden limpiar. Lo que tienes que hacer cuando tu playera se manche y te sientas asustado o triste es contarle a un adulto lo que te pasa y así te pueda proteger. Filipón tenía miedo de que lo fueran a regañar y que lo dejaran de querer pero aun así se armó de valor y esa noche en su casa decidió contarle a sus papás lo que le había pasado, ellos lo escucharon con atención y lo miraron atentamente. -¿Nos estás diciendo la verdad FIlipón? le preguntó su mamá Victoria- de la vecina no me extraña, siempre ha sido una persona muy amargada, tal vez por eso tiene ese color. Pero ¿estás seguro que tu abuelito te pegó? + - Sí mamá, me dio tres golpes muy fuertes y me pidió que no dijera nada. Valentín, el papá de Filipón también le preguntó: -Filipón, de todo lo que nos contaste, lo que me cuesta más creerte es lo que nos dijiste que te hizo Lumín, ¿estás seguro que tocó tus partes privadas? -Lumín siempre ha sido un muchacho excelente, es muy agradable, sociable y buen estudiante. -Estoy seguro papá, Lumín toco mis partes privadas y eso me hace sentir sucio y avergonzado. - Tu no tienes nada de que avergonzarte Filipón -aseguró su papá -tu no hiciste nada malo. -¿Entonces me crees papá? -preguntó Filipón con la voz a punto de quebrarse en lágrimas. ¡Claro que te creemos! -exclamaron sus papás al mismo tiempo mientras lo abrazaban -¡Filipón eres un niño muy valiente, hiciste muy bien en contarnos lo que sucedió! + -Hay otra cosa que también me preocupa -dijo Filipónla playera que me regalaron se ensució y no la puedo limpiar y eso me hace sentir muy triste. Victoria, la mamá de Filipón le pregunto: -¿Por qué no miras tu playera ahora? En ese momento Filipón se dio cuenta de que su corazón se iluminaba de nuevo y que una de las manchas había desaparecido por completo, se sorprendió tanto que le preguntó a su mamá: -¿Por qué se borró la mancha?+ ¿ ¿¿ ?? ? - Filipón, -respondió ellacuando abriste tu regalo se te olvidó ver que en la caja había unos jabones que puedes usar siempre que alguien te lastime. Filipón corrió a ver la caja y adentro encontró tres jabones. Su mamá le explicó que los jabones son tres poderes que todos podemos usar para cuidarnos de las personas que manchan + nuestra autoestima y apagan nuestro corazón. - Mira Filipón -continuó su mamá- el primer poder es gritar muy fuerte ¡NOOO! a las cosas que no te gustan o que te hacen sentir mal; por ejemplo, cuando alguien te diga “tonto”, te quiera pegar o ver y tocar tus partes privadas. La maestra de Filipón le gustaría escuchar¿cómo gritarías que NOOOOO? + El segundo poder es correr hacia un lugar seguro como por ejemplo tu escuela o casa, un lugar donde haya otros adultos que te puedan proteger. La maestra de Filipón quisiera saber ¿qué otro lugar seguro le puedes recomendar? -Y el tercer poder es buscar ayuda de otro adulto que te pueda proteger -terminó de explicar la mamá de FIlipónalguien que te quiera y que también te pueda cuidar. La maestra de Filipón te quiere preguntar¿qué adulto te escucha, confías en él y te protege? -Por eso la mancha de tu playera se borró cuando nos contaste a mí y a tu papá. Y no te preocupes Filipón, tú ya hiciste lo que tenías que hacer: contarnos el secreto que apagó tu corazón a los adultos que te queremos y te podemos proteger. -Su papá lo abrazó y le dijo: -Te prometo que nadie volverá a hacerte daño, yo me voy a encargar de poner todas las cosas en su lugar. Hablaré con la vecina y le diré que no vuelva a gritarte. También enfrentaré a tu abuelo y le pediré que no vuelva a darte ningún golpe porque los niños no tienen porque recibir malos tratos. Y por último, te prometo que Lumín jamás volverá a estar cerca de ti, yo me encargaré de que jamás vuelva a hacerte daño. ¡Yo te voy a proteger! Los tres se abrazaron mientras unas lágrimas de alegría mojaban sus ojos. A partir de que Filipón comenzó a usar sus tres poderes, se dio cuenta de que nadie podía manchar nunca más su playera. Ahora Filipón sabe que nadie puede lastimarlo y junto a su maestra, les cuenta a otros niños y a otras niñas su experiencia porque quiere que a nadie le pase lo mismo. Por eso Filipón quiere recordarte a ti también que: Tienes una playera de la autoestima que cuando brilla, tu corazón se ilumina. La maestra de Filipón quiere Nadie debe insultarte o decirte recordarte que nadie debe insultarte o que decirte palabraspalabras que apaguen tu apaguen tu corazón. corazón. Nadie puede golpearte aunque diga que lo hace por tu bien o que lo hace porque te portaste mal. Nadie puede tocar tus partes privadas. ¡Vamos a decir todos juntos! ¡Yo soy valioso! ¡Merezco que me traten bien! ANEXO Recomendaciones para padres de familia y formadores La prevención del maltrato y abuso sexual infantil es una tarea que nos corresponde a todos, por ello es necesario que les brindes a tus hijos, hijas y alumnos las herramientas necesarias para que puedan desarrollarse en ambientes más seguros y protegidos. Por esta razón es importante abordar con ellos el tema de la sexualidad desde que son pequeños, así podrán sentirse con la confianza suficiente para acercarse contigo y encontrar la ayuda necesaria en caso de estar ante alguna situación de riesgo. A continuación, Asexoría te brinda unos sencillos consejos que te ayudarán a realizar esta labor de manera constante y permanente. 1.- Enséñales sobre sexualidad. Explícales que es un elemento esencial que conforma al ser humano desde su nacimiento. La sexualidad se integra de cuatro elementos que son acciones que podemos realizar con nuestro cuerpo, como amar a otras personas; cuidar de nosotros mismos y de lo que existe a nuestro alrededor; ser y pensar como hombres o como mujeres; y finalmente la capacidad de sentir placer y displacer a través de nuestros cinco sentidos. En la psicología, a estos componentes de la sexualidad se les conoce como: vínculos afectivos, reproductividad, género y erotismo. 2.- Explícales la importancia de cuidar y respetar su cuerpo. El nombrar correctamente sus genitales (pene y testículos en los niños; vulva y vagina en las niñas) será el primer paso para entender que existen partes privadas del cuerpo que nadie más les debe tocar o ver. Para lograr esto, también es importante que desde pequeños aprendan a bañarse y vestirse solos. 3.- Ayúdalos a reconocer, nombrar y compartir sus emociones. Esto les permite identificar cualquier situación de riesgo que les genere sensaciones de malestar, como tocamientos o caricias desagradables. Así será más probable que puedan comunicarse con un adulto de confianza. 4.- Enséñales a defenderse diciendo ¡No! Es importante entrenar a los niños y a las niñas para que entiendan y establezcan límites claros. 5.- Foméntales una alta autoestima. Recuerda que una niña o un niño con alta autoestima difícilmente será agredido, ya que sabrá que es merecedor de cuidado y respeto por los adultos que lo rodean. ¿Qué hacer si ya ocurrió? 1.- Mantén la calma. Recuerda que cuando un niño o una niña revela un abuso, en ocasiones lo hace con mucho miedo, por ello es necesario que puedas mostrarte como una figura cálida y empática, así logrará manifestar sus emociones con libertad y confianza. 2.- Escúchalo sin presionarlo. Es importante que durante la revelación le pongas atención para no hacerlo repetir la historia varias veces. En caso de querer realizar más preguntas, asegúrate de que sean aquellas con las que se sienta cómodo. 3.- Asegúrale que lo apoyarás. El primer paso es alejarlo de su agresor, así tendrá la certeza de que esa situación tiene solución y que recibirá tu apoyo incondicional. 4.- Hazle saber que él o ella no es culpable. Dentro de la dinámica del abuso sexual, la mayoría de las veces el agresor hace sentir culpa al niño o a la niña haciéndole creer que fue él o ella quién lo provocó. Por eso es indispensable que refuerces lo valiente que fue al pedir ayuda y asegurarle que no fue su culpa. 5.-Busca ayuda profesional. El abuso sexual deja secuelas importantes en la vida social y emocional del niño o la niña si no es tratado por un especialista, por eso es necesario buscar ayuda profesional médica, psicológica y legal en caso de ser necesario. Por último, recuerda que el maltrato y el abuso sexual es algo que se puede prevenir. Hablar de sexualidad no es quitarles su inocencia, es quitarles su ignorancia. Para mayores informes sobre nuestros talleres, pláticas y cursos: Calz. Gral. Mariano Escobedo #175, Esq. Laguna de Términos, Col. Anáhuac, C.P. 11320, México D.F. Para papás y formadores: www.asexoria.net info@asexoria.net Para niños y niñas: www.chiquiclub.net info@chiquiclub.net Tel. (0155) 36180240 Asexoria @asexoria asexoria la Playera de filip_n DIGITAL 2.pdf 1 4/29/15 4:32 p.m. Un cuento que enseña a querernos y cuidarnos Filipón es un niño muy feliz que vive en la isla de Cocos, sin embargo se dará cuenta de que hay acciones de otras personas que pueden manchar esa felicidad. En esta aventura, Filipón les enseñará a los niños y a las niñas que hay manchas del maltrato que pueden ensuciar la playera de la autoestima, pero también les demostrará que siempre habrá un adulto dispuesto a brindarle la ayuda y la protección necesarias para que su playera de la autoestima vuelva a lucir limpia y brillante. “La playera de Filipón” es una lectura clara y sencilla para que aprendan a identificar diferentes tipos de maltrato y se reconozcan como seres humanos merecedores de amor, buen trato y respeto.