Document related concepts
Transcript
Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 04/06/2017. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited. 224.187 ■ CARTAS AL DIRECTOR Comentarios sobre la fisiología de los sistemas de transmisión de un único osículo Carlos S. Iranzo Lobera Departamento de Otorrinolaringología. Hospital Universitario Dr. Peset. Valencia. España. Señor director: En un reciente artículo publicado en la revista, Vallejo et al1 exponen una extraña hipótesis sobre los músculos del oído medio en los vertebrados terrestres, que antepone la mecánica a la función, hasta el punto de supeditar el número de huesecillos auditivos al número de músculos presentes. Sin embargo, esta hipótesis no explica por qué los anfibios con oído timpánico y los reptiles, que poseen un sistema columelar muy similar al de las aves, carecen en su mayor parte de músculo del oído medio. Además, la presencia de estos músculos en los mamíferos tampoco es constante. Así, los mamíferos monotremas no poseen músculo del estribo, pese a tener tres huesecillos auditivos; el pangolín (Manis) carece de músculo tensor del tímpano; los mamíferos insectívoros y los roedores que hacen vida subterránea han perdido uno de los dos músculos del oído medio y el remanente se encuentra tan reducido que se duda de si es capaz de realizar alguna función; y algunos mamíferos terrestres del grupo de los heterómidos carecen también de músculo del estribo2. El significado funcional de tales ausencias es objeto de discusión, en consonancia con el desconocimiento que hay sobre la función exacta de los músculos del oído medio. Sin embargo, dado que el músculo del estribo se contrae milisegundos antes de una vocalización, es innegable que debe ejercer una función protectora cuando el ruido de las propias vocalizaciones es excesivo. Al menos, desde un punto de vista filogenético, ésta parece ser su función más plausible. Los mamíferos tienen unos músculos del oído medio tanto más desarrollados cuanto más fuertes son sus gritos o vocalizaciones (como ocurre en los murciélagos o los odontocetos)3. En las aves, que son animales bastante ruidosos, el músculo del oído medio, compuesto por fibras de contracción muy rápida, se activa en respuesta a las vocalizaciones del propio animal con objeto de proteger su oído interno4. En los reptiles, la presencia del músculo del oído medio o extracolumelar se relaciona francamente con la vocalización, ya que de los tres morfotipos de oído medio en que se pueden clasificar, carecen de músculo extracolumelar los iguánidos y los escíncidos, y sólo lo poseen los oídos del tipo gecónido, que corresponde a los reptiles más vocalizadores5. En los pocos reptiles sin músculo del oído medio que también vocalizan, dado que en sus cuadrantes posteriores el tímpano está unido a la piel, se cree que estos animales son capaces de cambiar la tensión de la membrana timpánica y, por tanto, las características de la conducción sonora, por la variación de la tensión de los ligamentos cercanos a la articulación entre el cuadrado y el maxilar inferior. Y los anfibios, aunque carecen de músculo extracolumelar, han desarrollado un ingenioso sistema para protegerse del ruido de su croar que consiste en presurizar su oído medio (abombar el tímpano) para desconectar parcialmente los elementos de su cadena osicular, a través de una trompa de Eustaquio, que permanece siempre abierta6. De este modo se explica también la paradoja que preocupaba a los autores, ya que desde un punto de vista filogenético la protección del oído se ha encomendado primitivamente a una alteración de la tensión de la membrana timpánica, y los elementos móviles acompañantes. La actuación muscular directa sobre el estribo es una característica de los mamíferos que instaura un novedoso sistema, evolucionado independientemente de otros vertebrados. BIBLIOGRAFÍA 1. 2. 3. 4. 5. 6. Vallejo-Valdezate LA, Gil-Carcedo Sañudo E, Gil-Carcedo Sañudo MD, Pablos López M, Gil-Carcedo LM. Del oído medio de las aves (Struthio camelus). Datos para la fisiología de la transmisión en sistemas de un único osículo en la cadena. Acta Otorrinolaringol Esp. 2007;58:246-51. Mason MJ. Middle ear structures in fossorial mammals: a comparison with non-fossorial species. J Zool (Lond.). 2001;255:467-86. Fleischer G. Evolutionary principles of the mammalian middle ear. Adv Anat Embryol Cell Biol. 1978;55:1-70. Grassi S, Ottaviani F, Bambagioni D. Vocalization-related stapedius muscle activity in different age chickens (Gallus gallus), and its role in vocal development. Brain Res. 1990;529:158-64. Wever EG, Werner YL. The function of middle ear in lizards: Crotaphytus collaris (Iguanidae). J Exp Zool. 1970;175:327-42. Jaslow AP, Hetherington TE, Lombard RE. Structure and function of the amphibian middle ear. En: Fritzsch B, Ryan MJ, Wilczynski TE, Hetherington TE, Walkowiack W, editores. The evolution of the amphibian auditory system. New York: Willey Interscience; 1993. p. 69-92. Correspondencia: Carlos S. Iranzo Lobera. Pl. Mestre Ripoll, 10, 9.º, 18.ª. 46022 Valencia. España. Correo electrónico: iranzo_car@ono.com Recibido el 26-9-2007. Aceptado para su publicación el 22-10-2007. Acta Otorrinolaringol Esp. 2008;59(2):87 87