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REPÚBLICA ROMANA BATALLA DE FILIPOS – AÑO 42 A.C. ANTECEDENTES Después de la muerte de Crase y debido a las victorias sobre Pompeyo, Julio César había conseguido tanto poder como cónsul que opacaba a todo el Senado romano, por el cual fue asesinado en el año 44 a.C. Marco Antonio había conseguido bastante influencia, además de Octavio, el sobrino de César, al cual éste había nombrado su sucesor. Al dirigirse a Roma para reclamar el cargo heredado de su tío, el Senado le otorga dicho requerimiento, para contrarrestar el poder cada vez mayor de Antonio. En Módena, se produce una reunión entre los tres hombres más influyentes por fuera del parlamento: Antonio, Octavio y Lépido, otro caudillo con el cual conformaron una alianza en contra del Senado. El objetivo era enfrentar a los senadores, vengando la muerte de César y repartiéndose el territorio. SACRO IMPERIO ROMANO Batalla de Filipos. En noviembre del 43 a.C., los tres regresan a Roma buscando la manera de juntar el dinero necesario para su campaña, que incluía eliminar a los principales asesinos de César: Bruto y Casio. Para conseguir los recursos, decidieron asesinar a toda la nobleza, ganando el apoyo del pueblo y los fondos buscados. Lépido no apoyó la iniciativa, pero era el menos influyente del triunvirato, por lo que el plan fue ejecutado por los ejércitos comandados por Antonio y Octavio. En total, fueron asesinados unos 300 senadores y más de 2000 caballeros. Los bienes de las víctimas fueron repartidos, con lo que se logró juntar los fondos para comenzar una nueva y cruenta guerra civil que duraría 15 años. GRANDES BATALLAS DE LA HISTORIA 289 LA PERSECUCIÓN El próximo objetivo de Octavio y Antonio era eliminar a los asesinos de César, aumentando su propio poderío. Ambos reúnen sus ejércitos y se dirigen a Macedonia, donde Bruto y Casio habían conformado sus ejércitos, y habían jurado suicidarse antes de ser hechos prisioneros. Sus fuerzas eran muy numerosas, y sus recursos provenían de todas las regiones cercanas, exceptuando Egipto, en donde Cleopatra se había negado a mandar tropas y víveres y había apoyado al triunvirato. Las fuerzas leales a Bruto y Casio, los “republicanos”, se centraron en su superioridad naval para cortar las comunicaciones y el abastecimiento entre el triunvirato e Italia. Además, parte de sus legiones tomaron posiciones defensivas en los márgenes de la vía Egnatia, cerca de la ciudad de Filipos, resguardados por marismas al sur y colinas al norte. Hacia allí se dirigió Marco Antonio, situándose al sur de la vía, y Octavio, emplazando sus tropas al norte. BATALLA DE FILIPOS Ubicación de Batalla BATALLA Marco Antonio comenzó el enfrentamiento avanzando por un flanco, al tiempo que Bruto avanzó sobre las tropas de Octavio, que huyeron desorganizados. Octavio tuvo que esconderse, y los contraataques republicanos comenzaron a ganar terreno en todos los frentes, exceptuando un sector del sur donde Antonio logró capturar el campamento de Casio, quien se suicida pensando que la batalla estaba perdida. El principal enfrentamiento se dio cuando Antonio intentó sorprender a los republicanos por un flanco, cruzando las marismas, maniobra que fue advertida por lo que se comenzó la construcción de un dique para frenar el avance de las tropas del triunvirato. A pesar de estos intentos, las tropas de Bruto fueron repelidas reiteradas veces. A pesar de no haberse impuesto en el combate, las fuerzas republicanas iniciaron saqueos y acopio de elementos del botín, lo que los alejó del objetivo de obtener la victoria. El otro frente de batalla se dio en el mar, donde Bruto tenía superioridad. En tanto, Antonio y Octavio intentaron rodear al unificado ejército republicano, el cual respondió extendiendo sus filas, confiando en el abastecimiento a través de sus buques. Ante la pérdida de Casio, Bruto había tenido que tomar el mando, cediendo ante la presión de sus generales que le exigían un accionar rápido y directo. GRANDES BATALLAS DE LA HISTORIA 290 TRACIA nia o ced a M Dorisco Filipos Abdera Maronea Alejandrópolis Cardia Lisimachia Acontisma Neápolis Tasos Anfípolis Samotracia Sestos CAMPAÑA DE FILIPOS Ejército de Bruto y Casio Ejército de Marco Antonio y Octavio Con las operaciones navales republicanas realizadas en el mar Jónico, los buques del triunvirato habían sido totalmente destruidos, haciendo que la posición estratégica que habían logrado mantener con esfuerzos Antonio y Octavio, tambaleara por la futura falta de suministros. Desde Macedonia y Tesalia, los víveres para sus ejércitos no podían embarcarse, debido a que el mar se encontraba infestado de naves enemigas. Por su parte, Bruto se encontraba bastante confiado, ya que al haberse asegurado la superioridad marítima, los suministros para sus tropas no corrían ningún peligro. Debido a la baja moral de las huestes del triunvirato, Octavio y Antonio prometieron una gran suma de dinero extra para cada uno de sus soldados, y movilizaron a parte de ellos hacia Acaya, más al sur, para que puedan acercar suministros. Bruto temía que, de no ceder a la presión de sus generales, éstos desertaran o cambiaran de bando, por lo que se vio obligado por las circunstancias a ordenar un ataque hacia las tropas de Marco Antonio, generándose una encarnizada lucha cuerpo a cuerpo entre las legiones más entrenadas de todo el Imperio. La batalla en formaciones cerradas se prolongó durante varias horas, luego de las cuales, Octavio con sus huestes que se habían sumado a la contienda, lograron hacer retroceder a los diezmados hombres de Bruto. Su campamento fue capturado, y sin haber logrado tomar posiciones defensivas, huyó hacia unas colinas cercanas con unas cuatro legiones de soldados. La reorganización del ejército se hacía muy difícil, ya que poseía pocos hombres agotados, se encontraba desabastecido y no pasaría mucho tiempo antes de que lo capturen o tuviera que rendirse, por lo que su final fue el mismo que el de Casio: el suicidio. GRANDES BATALLAS DE LA HISTORIA 291 MUERTE JULIO CESAR El 15 de marzo del año 44 a.C. CONSECUENCIAS Con el fin de la batalla de Filipos, habían finalizado también las venganzas por la muerte de César, además del poder de los republicanos, el Senado y otros enemigos del triunvirato. Pero los conflictos no terminarían allí, ya que todo el territorio romano fue dividido, generando resistencias internas que llevaron a la realización de campañas de pacificación, las cuales fueron reduciéndose paulatinamente desde la coronación de Octavio como emperador. A pesar de su investidura política obtenida por Octavio, los verdaderos honores fueron para Marco Antonio, quien había demostrado ser mejor estratega frente a los constantes ataques republicanos en el campo de batalla. Es por eso que a él se le atribuyen prácticamente la totalidad de los triunfos y victorias, convirtiéndolo en un general muy respetado y con importantes influencias. Muchos de los miles de hombres de las fuerzas republicanas que habían sobrevivido, fueron reagrupados y enrolados en el ejército contra el cual se habían enfrentado. Otra parte huiría a otras tierras, en tanto que un grupo reducido quedaría en Filipos, que constituía una colonia de Roma. Por otra parte, entre los hombres que se destacaron en la campaña se repartieron extensas tierras expropiadas en Italia. Además de haber eliminado a Casio y a Bruto, las fuerzas del triunvirato mataron también a miles de sus más fieles defensores. La gran mayoría de los prisioneros tomados luego de los combates, fueron ejecutados bajo las órdenes de Octavio, quien se encargó personalmente de controlar que las matanzas fueran realizadas. Las nuevas tareas de Lépido fueron las de encargarse meramente de aspectos religiosos en Roma. Marco Antonio ganó aún mayor influencia, al pasar a gobernar también toda la parte oriental de los territorios. Octavio, en tanto, poseía el nuevo desafío de tener que hacerse cargo de Roma y de algunos territorios anteriormente gobernados por Lépido, además de planificar la manera de desestabilizar el gobierno de Sicilia, en el cual ya se había instalado Sexto Pompeyo. La derrota sufrida por los republicanos terminó con los ideales de este partido, generando además que muchos de sus adeptos lograran huir y alistarse en alguno de los ejércitos de Sexto Pompeyo, uno de los hijos del Gran Pompeyo, que había comenzado a formar un importante ejército con el cual había obtenido algunas conquistas en los territorios occidentales. El triunvirato se aseguró su supremacía política, castigando a los desertores y disolviendo los partidos republicano y senatorial.Su dominio sobre Roma era total, y cuando se aseguraron el aniquilamiento de todas las organizaciones contrarias, decidieron separarse los territorios, dejando a Octavio en Roma, y adjudicándose Lépido los territorios del Oeste y Antonio los del Este. La nueva etapa política en la que se encontraba sumido el imperio romano no significaba una cohesión total entre sus líderes, quienes señalaban a Lépido, el menos influyente del triunvirato, como un cómplice de Sexto Pompeyo, por lo que a aquel se le fue retirado el derecho al gobierno ante esas sospechas. GRANDES BATALLAS DE LA HISTORIA 292