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V Lo que los católicos deben saber acerca del Islam VERITAS por Sandra Toenies Keating Caballeros de Colón presenta La Serie Veritas “Proclamando la fe en el tercer milenio” Lo que los católicos deben saber acerca del Islam por S ANDRA T OENIES K EATING Editor General Padre Juan-Diego Brunetta, O.P. Director del Servicio de Información Católica Consejo Supremo de los Caballeros de Colón ©2009 del Consejo Supremo de Caballeros de Colón. Todos los derechos reservados. Portada: Diseñado cerca Gail E. Williams © 2009 del Consejo Supremo de Caballeros de Colón Este folleto no puede ser reproducido o transmitido ni total ni parcialmente en ninguna forma ni en ningún medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias, grabaciones ni registrado por ningún sistema de recuperación de información sin la autorización escrita del editor. Escriba a: Catholic Information Service Knights of Columbus Supreme Council PO Box 1971 New Haven, CT 06521-1971 www.kofc.org/sic cis@kofc.org 203-752-4267 203-752-4018 fax Impreso en Estados Unidos de América CONTENIDO ABREVIATURAS....................................................................................4 INTRODUCCIÓN ...................................................................................5 LOS ORÍGENES DEL ISLAM Y SU CONTEXTO ............................................8 LA VIDA DE MUHAMMAD.....................................................................9 EL CRISTIANISMO Y LAS ENSEÑANZAS BÁSICAS DEL ISLAM.....................15 LOS PRINCIPALES TEMAS DEL CORÁN...................................................18 EL SURGIMIENTO DEL IMPERIO ISLÁMICO ............................................28 EL ISLAM EN EL MUNDO MODERNO .....................................................35 LEY ISLÁMICA Y LA SOCIEDAD .............................................................38 OTRAS PRÁCTICAS .............................................................................44 COOPERACIÓN ENTRE CATÓLICOS Y MUSULMANES HOY ........................46 CONCLUSIÓN.....................................................................................49 LECTURAS RECOMENDADAS ................................................................50 GLOSARIO .........................................................................................51 ACERCA DEL AUTOR ..........................................................................52 ABREVIATURAS AG Ad Gentes. Decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia. Vaticano II, 1965. CCC CCatecismo de la Iglesia Católica, USCC (Comisión Cristiana de Estados Unidos por sus siglas en inglés) DI Dominus Iesus. Declaración sobre la Unicidad y la Universalidad Salvífica de Jesucristo y de la Iglesia. Congregación para la Doctrina de la Fe, 2000. DV Dei Verbum. Constitución Dogmática sobre la Divina Revelación. Vaticano II, 1965. NA Nostra Aetate. Declaración sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas, Vaticano II, 1965. -4- La experiencia del pasado nos enseña que el respeto mutuo y la comprensión, por desgracia, no siempre han caracterizado las relaciones entre cristianos y musulmanes. Cuántas páginas de historia dedicadas a las batallas y las guerras emprendidas invocando, de una parte y de otra, el nombre de Dios, como si combatir al enemigo y matar al adversario pudiera agradarle. El recuerdo de estos tristes acontecimientos debería llenarnos de vergüenza, sabiendo bien cuántas atrocidades se han cometido en nombre de la religión. Las lecciones del pasado han de servirnos para evitar caer en los mismos errores. Nosotros queremos buscar las vías de la reconciliación y aprender a vivir respetando cada uno la identidad del otro. La defensa de la libertad religiosa, en este sentido, es un imperativo constante, y el respeto de las minorías una señal indiscutible de verdadera civilización.1 Papa Benedicto XVI INTRODUCCIÓN En tiempos recientes, especialmente después de los ataques terroristas al Pentágono y al World Trade Center en 2001, el mundo islámico se convirtió en un foco de atención mundial. La mayoría de los no musulmanes saben poco acerca de la religión del Islam, y las declaraciones contradictorias provenientes de los medios convencionales y de la misma comunidad islámica no han ayudado mucho. El propósito de este fascículo es proporcionar una visión general de los orígenes de la religión del Islam y de su historia antigua, así como de algunas de las principales creencias y prácticas de los musulmanes. Además, se presentan aquí algunas de las muchas declaraciones recientes hechas por la Iglesia Católica Romana relativas a su relación con los musulmanes. Este fascículo no pretende abarcar todos los aspectos de las creencias islámicas, de la doctrina católica o de otras religiones. Pretende más bien ser una introducción a lo que todo católico debe saber acerca del Islam con el fin de de vivir más 1 Discurso de su Santidad Benedicto XVI, Encuentro con los representantes de comunidades musulmanas, Viaje Apostólico a Colonia con motivo de la XX Jornada Mundial de la Juventud (Colonia, Alemania, 20 de agosto de 2005). Disponible en línea en español: http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/speeches/2005/august/documents/hf_benxvi_spe_20050820_meeting-muslims_sp.html -5- plenamente la enseñanza de la Iglesia y de comprender los sucesos que ocurren en el mundo actual. El Concilio Vaticano Segundo La historia de la relación entre musulmanes y cristianos es larga y compleja. Mientras que en muchos lugares de oriente los cristianos vivieron bajo el dominio musulmán desde el Siglo VII, en occidente se tenía poco contacto con los musulmanes a no ser por las Cruzadas (que iniciaron en 1095) y después a través de la colonización europea. Sin embargo, el periodo moderno acercó al mundo y dio surgimiento a una nueva percepción de las relaciones entre miembros de diferentes religiones. Por esta razón los Padres del Concilio Vaticano Segundo eligieron consagrar un documento separado a las religiones no cristianas, intitulado Nostra Aetate (En nuestro tiempo). Después de una introducción general mediante la que se enfatizan los orígenes comunes de todos los pueblos y nuestra búsqueda de la verdad, Nostra Aetate se dirige de manera individual a las principales religiones del mundo. Cada sección destaca creencias de los seguidores de la religión que pueden identificarse como “semillas del mundo”: aquellas verdades parciales que se encuentran en todos lados y que son signo del trabajo del Espíritu Santo. Puesto que el Islam es una religión monoteísta con gran respeto por los profetas judíos, los Padres del Consejo reconocieron que tiene una relación particular con el Cristianismo. Los siguientes pasajes extraídos de Nostra Aetate se dirigen especialmente al Islam. La Iglesia mira también con aprecio a los musulmanes que adoran al único Dios, viviente y subsistente, misericordioso y todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, que habló a los hombres, a cuyos ocultos designios procuran someterse con toda el alma como se sometió a Dios Abraham, a quien la fe islámica mira con complacencia. Veneran a Jesús como profeta, aunque no lo reconocen como Dios; honran a María, su Madre virginal, y a veces también la invocan devotamente. Esperan, además, el día del juicio, cuando Dios remunerará a todos los hombres resucitados. Por tanto, valoran la vida moral, y honran a Dios sobre todo con la oración, las limosnas y el ayuno. -6- Si en el transcurso de los siglos surgieron no pocas desavenencias y enemistades entre cristianos y musulmanes, el Sagrado Concilio exhorta a todos a que, olvidando lo pasado, procuren y promuevan unidos la justicia social, los bienes morales, la paz y la libertad para todos los hombres. (NA 3).2 Con esta declaración, los Padres del Concilio intentaban establecer los cimientos para construir mejores relaciones con los musulmanes a través de diversas formas de diálogo. Sin embargo, Nostra Aetate, en ningún momento desvió la atención de la misión evangelizadora de la Iglesia. Ad Gentes, el documento del Concilio sobre la actividad misionera de la Iglesia, enfatiza que, mientras la Iglesia Católica continúe conservando la absoluta unicidad y el papel salvífico de Jesucristo, Dios puede conducir “por caminos que Él sabe” la vida de los no cristianos (AG 7). La verdad central de la fe católica sigue siendo “que Cristo abrazó voluntariamente y movido por inmensa caridad, su pasión y muerte, por los pecados de todos los hombres, para que todos consigan la salvación. Es, pues, deber de la Iglesia en su predicación el anunciar la cruz de Cristo como signo del amor universal de Dios y como fuente de toda gracia” (NA 4). Ciertamente, Dios llama a sí a todos los pueblos queriendo comunicarles la plenitud de la salvación y “no deja de hacerse presente de muchas maneras, no solo en cada individuo sino también en los pueblos mediante sus riquezas espirituales, cuya expresión principal y esencial son las religiones, aunque contengan ‘lagunas, insuficiencias y errores’”3 A través de las diversas formas de diálogo, descubrimos cómo Dios conduce las vidas de aquellos que no profesan la fe en Jesucristo y deseamos descubrir aquel “destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres” (NA 2) Parecería que existe tensión entre la evangelización y el diálogo. A pesar de todo, la Iglesia llama a todos los católicos a que en sus encuentros con no cristianos continúen manteniendo ambas 2 Todas las citas de los documentos conciliares se tomaron de http://www.vatican.va/archive/ hist_councils/ii_vatican_council/ (En el documento original en inglés se tomaron de The Documents of Vatican II, Walter M. Abbott, ed. Joseph Gallagher, trans. ed. (New Jersey: America Press, 1966). 3 Redemptoris Missio, 55 -7- instrucciones en primer plano. En el año 2000, la declaración Dominus Iesus reafirmó el compromiso del Concilio Vaticano Segundo para proclamar el Evangelio y para establecer diálogos abiertos y respetuosos con los pueblos de otras religiones. “Dicho diálogo, que forma parte de la misión evangelizadora de la Iglesia, comporta una actitud de comprensión y una relación de conocimiento recíproco y de mutuo enriquecimiento, en la obediencia a la verdad y en el respeto de la libertad” (DI2).4 De este modo, todos somos llamados a ser testigos del Evangelio y a crecer al mismo tiempo en entendimiento de nuestra propia fe y las creencias de los demás. El primer paso en este peregrinaje hacia el entendimiento mutuo es profundizar el conocimiento de las similitudes y diferencias entre las enseñanzas de la iglesia Católica y las de otras religiones. Así, hoy nos volvemos al Islam con ojos informados por la fe en Jesucristo. LOS ORÍGENES DEL ISLAM Y SU CONTEXTO Los Siglos VI y VII vieron el inicio de grandiosos cambios en el mundo Mediterráneo. El gran Imperio Romano estaba en declive después de las invasiones de tribus del norte. Al oriente, el Imperio Bizantino se había comprometido en una larga y agotadora guerra con el Imperio Sasánida (Persa), dejando debilitados a ambos ejércitos. Mucha de la infraestructura que proveía alimentos y mercancías se encontraba en muy malas condiciones, el comercio había disminuido y en muchos centros culturales se había establecido la decadencia. En esa época, el Cristianismo se había expandido a lo largo de estas zonas reemplazando a las religiones politeístas locales. Sin embargo, las controversias sobre la forma apropiada de definir la unión entre lo humano y lo divino en la Persona de Jesucristo condujeron a divisiones significativas dentro de la Iglesia. Generalmente, los de la iglesia de occidente aceptaron las conclusiones del Concilio de Calcedonia en el año 451. Por diferentes razones, los nestorianos y los monofisitas, así como algunos de los concilios ecuménicos más 4 “Dominus Iesus: Declaración sobre la unicidad y la universalidad salvífica de Jesucristo y de la Iglesia” (6 de agosto de 2000), también en la Congregación para la Doctrina de la Fe (septiembre de 2000), [1]. -8- antiguos, rechazaron la definición de Calcedonia. Estas iglesias dominaron el Imperio Bizantino, África del Norte y Persia. Todos estos grupos cristianos estaban bien representados en la Península Arábiga. Compartieron la península con florecientes comunidades judías y grandes poblaciones de nómadas politeístas. Pero gran parte de este paisaje religioso, político y cultural cambió inesperadamente en el Siglo VII con la llegada de la dominación árabe. LA VIDA DE MUHAMMAD Infancia y matrimonio En algún momento cerca del año 570 A.D. nació Muhammad, hijo de Abdallah y Amina, miembros prominentes de la poderosa tribu árabe nómada conocida como Quraishíes. Cuando Muhammad tenía seis años murieron sus padres, dejándolo huérfano primero bajo la tutela de sus familiares. En todos los aspectos se ocuparon bien de él, pero sus experiencias como huérfano tendrían un profundo efecto en las reformas sociales que más tarde promovió. El tío de Muhammad, Abu Talib, era un próspero comerciante, que en caravanas de camellos llevaba bienes del Este hasta la Meca, por Yemen y hasta Damasco. En su juventud, Muhammad acompañó con frecuencia a su tío en estas expediciones por tierras cristianas. Con el tiempo se casó con una acaudalada viuda llamara Khadija. Tuvieron seis hijos, dos hijos que murieron en la infancia y cuatro hijas. Después de la muerte de Khadija, Muhammad contrajo matrimonio once veces más, en la mayoría de los casos para crear alianzas políticas o con viudas de sus seguidores muertos en el campo de batalla. Su esposa favorita era Aisa. Era la más joven y en el momento de su muerte aún estaba a su lado. Más tarde, desempeñaría un importante papel en la antigua comunidad musulmana. Las primeras experiencias religiosas Durante la vida de Muhammad, La Meca era un centro urbano próspero. Era un lugar de reunión para gente de cualquier religión y cultura, pero también era muy difícil para aquellos que habían perdido -9- su medio de sustento. Los indigentes vendían a sus familias como esclavas y las viudas y huérfanos a menudo eran forzados a la prostitución o a la servidumbre cuando les robaban su herencia. De acuerdo con los relatos islámicos de su vida, Muhammad estaba muy perturbado por este caos social y adquirió el hábito de visitar una gruta en las afueras de la ciudad para meditar y orar. Fue durante uno de estos retiros en el mes de Ramadán del año 610 cuando tuvo su primera experiencia religiosa. Mientras oraba, Muhammad tuvo la visión de un mensajero (a quien después identificó como Gabriel) que le ordenaba que recitara palabras que le serían entregadas. Algunas de las primeras palabras que escuchó se encuentran en el Corán en la Sura (capítulo) 96: “¡Recita en el nombre de tu Señor, que ha creado, ha creado al hombre de sangre coagulada! ¡Recita! Tu Señor es el Munífico, que ha enseñado el uso del cálamo, ha enseñado al hombre lo que no sabía!”.5 Muhammad estaba asustado por las visiones, así que Khadija le sugirió que hablara con su primo Waraqa, que era cristiano. Después de escuchar las experiencias de Muhammad, Waraqa le dijo que recordara las palabras que escuchaba, ya que sonaban como las de los profetas del Antiguo Testamento. Muhammad tuvo dichas experiencias durante 22 años hasta el día de muerte. Pronto empezó a reunir a un pequeño grupo de seguidores que estaban interesados en los mensajes que ordenaban creer en el Único Dios, Alá. Eran principalmente aquellos que habían creído en los muchos dioses y deidades árabes locales. Para ellos era especialmente importante que Dios se comunicara en su propia lengua árabe. Rápidamente Muhammad se convenció de que las visiones que tenía lo llamaban a seguir los pasos de los profetas del monoteísmo que estaban ante él – Moisés, Abraham, Jesús y muchos otros – y llevar el mensaje de Dios a las tribus politeístas que hablaban árabe. 5 Sura 96:1-3, Todas las citas en inglés de Qur’an fueron tomadas de: An Interpretation of the Qur’an. English Translation of the Meanings: A Bilingual Edition (Una interpretación del Qur’an. Traducción al inglés del significado: edición bilingüe). Traduc. Majid Fakhry (Nueva York, New York University Press, 2004). En la mayoría de las traducciones modernas la numeración sigue el método egipcio, a pesar de que existen numerosos métodos usados en todo el mundo. Para la versión en español ver: http://www.coran.org.ar/Sura_096_Pag.htm - 10 - La primera comunidad musulmana El grupo de los seguidores de Muhammad permaneció pequeño, pero creció de modo estable, atrayendo principalmente a árabes que habían pertenecido a las religiones tribales tradicionales. Esto causó alarma entre los mercaderes que dependían del dinero que ganaban con los peregrinajes que hacían las tribus a los numerosos santuarios de La Meca cada año. Estos comerciantes empezaron a temer que la expansión de una nueva religión que adorara a un solo dios terminaría con los peregrinajes. En el año 619, Muhammad tomó la decisión de abandonar La Meca para ir en busca de un mejor lugar. Los musulmanes consideran el día de la Hijrah (“migración”) en 622 como la fecha del la fundación de la ummah (“comunidad”) del Islam, y los musulmanes la consideran como el inicio del calendario Islámico. En esta época el pequeño grupo viajó a un oasis al norte de La Meca llamado Yatrib. Ahí, las tribus locales aceptaron a Muhammad como árbrito, una especie de juez designado para decidir disputas intertribales tanto para musulmanes como para no musulmanes. Muy pronto la ciudad se conoció como Madinat-an-Nabi (“la ciudad del profeta”), hoy llamada simplemente Medina. A lo largo de los siguientes diez años, la influencia de Muhammad creció. Hizo nuevas alianzas (muchas de las cuales se sellaron mediante el matrimonio) y se incrementó el número de sus seguidores. En Medina, Muhammad pudo crear un sistema de gobierno de acuerdo con sus visiones. Incluía reglas acerca de la herencia, el matrimonio y la dote, la ayuda a los pobres, las viudas y los huérfanos, así como las formas en que se manejaban las disputas. En ese tiempo se desarrollaron las costumbres en torno a la adoración, especialmente la enseñanza de la plegaria y el aseo ritual. Fue también en Medina donde se formuló gran parte de las enseñanzas sobre los no musulmanes. Mientras vivió en La Meca, Muhammad seguramente conoció tanto a cristianos como a judíos y entonces estableció relaciones significativas con una gran tribu judía nativa de la zona de Medina. Reconocieron la autoridad política de Muhammad como condición para un tratado de paz, a cambio de autonomía religiosa y la condición de - 11 - aliados, lo que estableció los cimientos para una posterior relación legal entre musulmanes y no musulmanes en los grandes imperios islámicos. También durante esta época Muhammad obtuvo poder militar. Uno de sus primeros beneficios llegó con un conflicto con las tribus judías locales, lo que llevó a numerosas batallas en que éstas fueron aniquiladas por Muhammad y sus seguidores. Entonces Muhammad volvió a la ciudad de La Meca. Consideraba que Dios lo guiaba para recuperar la Kabba como santuario monoteísta de La Meca. Contenía la “Piedra Negra”, que durante siglos había sido un objeto de peregrinaje y adoración para las tribus politeístas. Sin embargo, según las visiones de Muhammad, la Kabba (alquibla) era el altar original construido por Abraham y su hijo Ismael (Sura 2:124127). Los musulmanes empezaron a orar en dirección de la Kabba (alquibla)6 y pronto se tomó la decisión de intentar obtener el control del sitio de peregrinaje y purificarlo de los ídolos paganos. Se reunió un ejército y se luchó un gran número de importantes batallas hasta que los mecanos se rindieron en el año 630. Medina siguió siendo el hogar Muhammad hasta su muerte y desde ahí administró el creciente territorio bajo su control. La mayoría de los tratados realizados con diversas tribus y ciudades eran alianzas con la obligación del pago de tributo que finalmente se convirtió en un sistema impositivo. En algunos casos (especialmente los relacionados con politeístas), el acuerdo también incluía la aceptación del Islam y el reconocimiento de Muhammad como su profeta. Dentro de los límites del nuevo Dar al-Islam (“la Casa del Islam”), reinaba la paz y generalmente los musulmanes observaban estrictamente la prohibición de Muhammad de matar a otro musulmán, además del castigo por la culpabilidad criminal. En consecuencia, los antiguos conflictos tribales quedaron de lado y en la Península Arábiga se forjaron nuevas alianzas. La creciente fuerza de los ejércitos árabes, resultante de su unificación bajo una sola ideología 6 De hecho se trata de la segunda alquibla. Muhammad y sus primeros seguidores oraban en dirección a Jerusalén, como lo hacía la mayoría de los judíos y los cristianos de la época. La dirección cambió después de las tensiones surgidas entre Muhammad y las tribus judías de la zona y que tuvieron como resultado la expulsión de una tribu judía y la ejecución de los hombres de otra. - 12 - religiosa, les permitió expandirse más allá de Arabia y en el interior de otros antiguos imperios, llevando un cambio sin precedentes al mundo mediterráneo. La muerte de Muhammad y el inicio del califato La muerte de Muhammad, probablemente debida a una intoxicación por alimentos, tuvo lugar de manera inesperada en el verano del año 632. Para ese tiempo había alcanzado su mayor poder y era venerado en la creciente comunidad musulmana como profeta de Dios, exitoso reformador social y brillante líder militar. Poco después de su muerte, sus compañeros más cercanos se reunieron para elegir a un sucesor (califa) que guiaría a sus seguidores. Muchos estaban de acuerdo en que debía elegirse a quien mejor pudiera cumplir con el papel militar, religioso y de líder comunitario de Muhammad. Sin embargo, algunos de los Compañeros sostenían que la tradición tribal debía continuar y que Alí, primo de Muhammad y esposo de su hija Fátima, como su descendiente varón más cercano, debería recibir el honor. En su lugar eligieron a Abu Bakr (632-634), que era una de los primeros conversos y padre de Aisa, la más joven de las esposas de Muhammad y su favorita. Lo sucedieron Omar (634644), Otman (644-656) y finalmente Alí (656-661). Los cuatro primeros líderes desde Abu Bakr hasta Alí son conocidos como los “califas rectamente guiados”, los Rashidun, y la mayoría de los musulmanes, los sunitas, los consideran los líderes rectos del ideal de la comunidad. Los musulmanes creen que bajo ellos la ummah (comunidad) siguió más fielmente el ejemplo de Muhammad. Normalmente, este periodo antiguo se considera el modelo puro para la reforma y tienen por él la misma alta estima que los cristianos por el periodo apostólico. Sin embargo, durante dicho periodo antiguo (del 632 al 661 A.D.), existía una gran cantidad de conflictos en la comunidad musulmana. Después del reinado de Abu Bakr, numerosos califas fueron asesinados por musulmanes debido a que varios parientes de Muhammad intentaban obtener la posición de liderazgo. El más largo de estos conflictos tuvo como centro a Alí, yerno de Muhammad. - 13 - El chiismo Aunque Alí fue elegido como el cuarto califa, en ese tiempo había muchas tensiones entre la mayoría de la comunidad (la sunita) y aquellos que apoyaban a Alí (la Chiat Alí o seguidores de Alí). A raíz de una complicada lucha iniciada por Aisa, la esposa más joven de Muhammad, Alí fue asesinado y le sucedió Muawiya, el primer califa de la dinastía Omeya (661-680). A partir de este punto, la minoría chiita empezó a desarrollar sus propias costumbres teológicas, políticas y legales que hoy se mantienen. Según el chiismo, solo puede legitimarse a un califa elegido entre los descendientes de Muhammad.7 Al contrario de los sunitas, que enfatizan la autoridad de la comunidad colectiva en unión con la tradición, el chiismo sostiene que el sucesor de Alí es designado por Dios. Este líder recibe el título de Imán y posee autoridad tanto civil como religiosa. Los chiitas creen que Dios envió un Imán para cada generación, aunque puedan estar “ocultos”. Los diversos grupos de chiitas (twelver, zaidí, ismaelita, etc.), se distinguen por su número de Imanes “visibles” que reconocen antes de que la sucesión se haga oculta. Pero todos los chiitas creen que Alí y los Imanes que le sucedieron poseen en parte un carácter divino y en parte poderes especiales de interpretación.8 Los chiitas esperan el regreso del Imán Oculto hasta el fin de los tiempos. Junto con Jesús, creen que peleará una batalla con el anticristo antes del Juicio Final. En décadas recientes, algunos chiitas identificaron al Ayatola Khomeni como el esperado Imán, creencia que contribuyó al surgimiento de una teocracia en Irán. Teológicamente, muchas de las diferencias entre los sunitas y los chiitas son profundas, aunque las prácticas religiosas generales siguen siendo las mismas. Hoy, aproximadamente el 15% de los musulmanes son chiitas y la mayoría vive en Irán e Irak. Debido a que en 1979 fue 7 Los dos hijos de Alí y Fátima, Hasan y Husein, son reconocidos como los sucesores de Alí. El martirio de Husein en el año 680 en Karbala, se conmemora como un suceso central de la historia chiita. 8 Como tradicionalmente no se suele decir que Muhammad tiene carácter divino, se considera que los Imanes poseen mayor autoridad. Se trata de un particular punto de controversia entre los chiitas y los sunitas, quienes no consideran nada divino en la creación. - 14 - depuesto el Cha de Irán, también hay una significativa población de chiitas que reside en Estados Unidos. EL CRISTIANISMO Y LAS ENSEÑANZAS BÁSICAS DEL ISLAM9 Desde el principio Muhammad creía que sus experiencias eran revelaciones de Dios que habían sido reveladas en la Torá y en los Evangelios. Identificó dicha revelación particularmente con Abraham y el mensaje de que Dios es Uno. Por esta razón, el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam se identifican a veces como las Religiones Abrahámicas y a sus adherentes se les designa como el “Pueblo del Libro” en el Corán. Sin embargo, con el paso del tiempo, Muhammad reconoció que existían diferencias significativas entre sus propios mensajes y lo que se encontraba en la Biblia, lo que lo condujo a concluir que todo lo que se apartaban del Corán era un error, y como consecuencia, a los judíos y a los cristianos no se les otorga una condición equivalente de acuerdo con la ley del Islam. Existen numerosas diferencias teológicas entre los musulmanes y los cristianos, de las que solo podemos describir unas cuantas. El Corán como la “Palabra Literal de Dios” A pesar de que pueden encontrarse muchas creencias comunes en las tres religiones, el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam, una diferencia importante entre éstas es el entendimiento de cómo Dios se ha comunicado con los pueblos a lo largo de la historia humana. Los musulmanes creen que las revelaciones son la palabra literal de Dios enviada a través de profetas elegidos. Los mensajes no están inspirados sencillamente en palabras humanas, sino que son una copia real de la “Madre del Libro”, preservado de manera divina en el cielo. Esto significa que los musulmanes consideran sagradas las palabras particulares e incluso el lenguaje del Corán. Más aún, los musulmanes creen que los mensajes enviados a cada profeta son el mismo. 9 En las siguientes secciones, las creencias y las prácticas islámicas que se abordan, corresponden a las de la mayoría sunita, a menos que se indique otra cosa. - 15 - El punto central del Islam es la creencia de que las visiones que Muhammad experimentó durante su vida son mensajes enviados directamente por Dios y destinados a toda la humanidad. Al igual que los cristianos y los judíos, los musulmanes creen que el Único Dios es el Creador de toda la Creación. Dios es “El Dios” (“Alá”) y no puede haber ninguno además de Él. Según el Corán, este único Dios envió a los profetas su mensaje y su ley para todos los pueblos. Los musulmanes entienden que Muhammad es el último de estos profetas y que el Corán es la revelación final entregada por Dios a la humanidad. La tradición islámica afirma que los mensajes fueron memorizados por los seguidores de Muhammad y que solo después de su muerte el Califa Otman los compiló en el libro que se conoce hoy.10 Algunos eruditos actuales muestran su desacuerdo, argumentando que existen pruebas de que muchos de estos versos fueron añadidos más tarde, y solo unos pocos pueden relacionarse directamente con Muhammad. La visión islámica tradicional de la revelación es que no estaba sujeta a ninguna influencia humana o histórica y, por lo tanto, no podía ser modificada o interpretada a la luz de las ideas contemporáneas. De acuerdo con lo anterior, los profetas que recibieron mensajes no emplearon sus propias palabras para describir sus experiencias. Por el contrario, como escribió un musulmán de la Edad media, la revelación se transmitió a través de ellos como agua a través de los tubos de una fuente. Así como el tubo no transforma el agua, así también la transmisión humana no altera la revelación. Muchos versos del Corán empiezan con mandamientos a Muhammad solo para decir lo que se le otorgará.11 10 Los mensajes están organizados de acuerdo a su longitud, no cronológicamente. Cada grupo de versos se organiza en una sura (capítulo) con un título que se refiere al término o tópico encontrado en él, por ejemplo, de la Vaca, de las Mujeres, del Coágulo, etc. Obedece a prácticas comunes para ayudar a recordar la información transmitida de manera oral 11 En el Corán encontramos que se refiere a Dios en plural. Al igual que en el Antiguo Testamento, dicha referencia en plural es un signo de honor y respeto, no de la pluralidad de la existencia de Dios. Por lo tanto, muchos versos empiezan así: “Diga: ‘Dijimos...’” Los musulmanes consideran un milagro la aparición del Corán a través de Muhammad. Es el único milagro asociado con él que acepta la mayoría de los sunnitas musulmanes. - 16 - Una excepción a lo anterior son los mensajes llamados asbab al-nuzul (“circunstancias de la revelación”), sobreentendiendo que se superponen a los dados anteriormente. Existen muy pocos de estos mensajes, a pesar de que casi siempre tienen gran importancia para comprender el desarrollo de la comunidad islámica antigua.12 Por ejemplo, los eruditos modernos han identificado un cambio en las actitudes hacia los judíos y los cristianos en los versos asociados con el inicio de la vida de Muhammad en La Meca en relación con aquellos vinculados con Medina. En La Meca, los mensajes se centran principalmente en una oposición al paganismo y en el establecimiento de relaciones con otros monoteístas. Los textos medinos, por otro lado, son más antagónicos y críticos de los judíos y cristianos que no aceptan la condición de profeta de Muhammad. Por esta razón, en el Corán se encuentran declaraciones contradictorias que generalmente los musulmanes han resuelto aceptando la revelación posterior. Esta visión de la revelación es muy diferente de la cristiana, que sostiene que la autorrevelación de Dios se encuentra en la Persona de Jesucristo. Se cree que las Santas Escrituras son inspiradas y libres de todo error respecto a los aspectos necesarios para la salvación.13 No obstante, la Iglesia Católica reconoce que Dios usa a los seres humanos (con todas sus limitaciones) y los sucesos de la historia para comunicar Su divina voluntad. La revelación es una relación dinámica establecida entre Dios y la humanidad en la Encarnación, no un código moral escrito que debe sencillamente aplicarse en una situación dada.14 Los musulmanes señalan a menudo las variaciones entre los Evangelios en el Nuevo Testamento, así como el papel de San Pablo en la iglesia antigua, como prueba de que hoy el Cristianismo no proviene de las auténticas enseñanzas de Jesús. Esto es una mala interpretación de la naturaleza de las escrituras y pasa por alto la compleja relación entre la tradición oral y la escritura inspirada de la Biblia. La Iglesia 12 Uno de los ejemplos más conocidos se refiere a la concesión temporal de adorar a tres deidades paganas en los llamados versos satánicos. Posteriormente dichos versos fueron eliminados del Corán. 13 Ver CCC §§ 101-108 14 “Sin embargo, la fe cristiana no es una ‘religión del Libro’. El cristianismo es la religión de la "Palabra" de Dios, "no de un verbo escrito y mudo, sino del Verbo encarnado y vivo’”. CCC §108. - 17 - Católica enseña que “...Dios se valió de hombres elegidos, que usaban de todas sus facultades y talentos; de este modo obrando Dios en ellos y por ellos, como verdaderos autores, pusieron por escrito todo y sólo lo que Dios quería”.15 De este modo, cada uno de los libros de las Sagradas Escrituras, aunque refleja el contexto y personalidad de su autor, es realmente Palabra de Dios. LOS PRINCIPALES TEMAS DEL CORÁN El Corán desempeña un papel primordial en la vida religiosa de los musulmanes. Muchos lo aprenden de memoria, los practicantes musulmanes recitan algunas partes en las plegarias diarias, y su contenido es la base de la ley islámica. Así como la Biblia, contiene una multitud de temas. Aquí veremos tres temas centrales. Dos de ellos se resumen en la creencia que repite constantemente la plegaria musulmana: “No hay más dios que Dios y Muhammad es su Profeta”. Un tercer tema importante es el castigo por actos de maldad y la recompensa por el bien. Cada uno de estos temas se fundamenta en los otros y juntos forman los cimientos de la creencia musulmana en Dios. Otros dos temas de importancia para los cristianos son el retrato de Jesús y María que se encuentra en el Corán, así como la relación entre los musulmanes, los cristianos y los judíos. Esto se tratará a la luz de su significado para comprender las actuales relaciones entre las tres religiones. La Santísima Trinidad y el Monoteísmo Absoluto El artículo de fe más importante de los musulmanes es la declaración de que “no hay más dios que Dios”. Aparece de diversas formas prácticamente en cada sura (capítulo) del Corán y fue la base de la misión de Muhammad a lo largo de su carrera profética. Muhammad fue educado entre tribus politeístas que parecen haber tenido solo un vago conocimiento del monoteísmo de los cristianos y los judíos. Cuando empezó a tener visiones, creyó firmemente que había sido 15 CCC §106 y Dei Verbum 11. - 18 - elegido para llevar el mensaje del Único Dios a los politeístas y esto fue probablemente lo que impulsó su predicación. El monoteísmo absoluto destaca la unidad y unicidad de Dios, el único creador y sustentador de vida. De acuerdo con el Corán, Dios es una existencia personal que vive y sabe, todopoderoso y único. En las plegarias, los musulmanes repiten noventa y nueve nombres que han sido asociados con Dios, incluyendo misericordioso, compasivo, justo, caritativo, sabio. En esto, el Islam comparte mucho con el Cristianismo y el Judaísmo. Sin embargo, los musulmanes también creen que Dios es completa y absolutamente diferente de la creación. La teología islámica tradicional enfatiza la separación radical entre Dios, a quien solo puede conocerse a partir de la revelación, y la creación, que puede conocerse a partir de la razón humana. De este modo, mientras puede reconocerse la existencia de Dios a partir de la belleza y la grandeza de la creación, solo las leyes basadas en la revelación pueden reflejar la voluntad de Dios. Históricamente, los teólogos musulmanes han rechazado la posibilidad de la ley natural. Los católicos consideran que este concepto de la separación entre Dios y la creación es contrario a la Biblia. Dios se revela en las Sagradas Escrituras y en la Persona de Jesucristo como una Trinidad, es decir, Un Dios en Tres Personas. En el corazón de la revelación de Dios se encuentra la Perfecta Comunión de Personas a la que todos estamos invitados. Toda persona bautizada es llamada a compartir la vida de la Santa Trinidad de manera real... “...toda la vida cristiana es comunión con cada una de las personas divinas, sin separarlas de ningún modo... El fin último de toda la economía divina es la entrada de las criaturas en la unidad perfecta de la Bienaventurada Trinidad”.16 Los seres humanos son atraídos hacia esta relación de manera especial porque fuimos creados a imagen de Dios. Los católicos reconocen que es nuestra capacidad para la razón la que nos coloca en una relación única con Dios y que exige una particular responsabilidad de actuar de acuerdo con la voluntad de Dios, así como cuidar de toda la creación. De este modo, a través de la actividad del Espíritu Santo, 16 CCC §§259-260. - 19 - nuestra comunión con Dios y la creación es un reflejo de la Santísima Trinidad. Aquí nuevamente, existe una diferencia fundamental entre el Cristianismo y el Islam. En el centro de la teología musulmana se encuentra un rechazo hacia todo lo que pueda conducir a la idolatría, puesto que nada es como Dios, ni siquiera la razón humana o el orden de la creación. De acuerdo con el Corán, los humanos fueron creados para servir a Dios y someterse a la voluntad de Dios. En su narración de la creación de los seres humanos, el Corán relata que Dios posee una especial relación con la humanidad. Se ha comunicado con ella a través de las revelaciones, e incluso ordenó a los ángeles que se inclinaran ante el hombre que creó a partir de arcilla. A pesar de todo, los musulmanes niegan la noción de que los humanos hayan sido creados a imagen de Dios y en su lugar enfatizan su condición de criaturas. El Islam es la religión de la “sumisión” a Dios. La palabra “musulmán” significa “el que se somete”17 En su plegaria diaria, los musulmanes reafirman su compromiso de no colocar nada a nivel igual o por encima de Dios y someterse a sus mandamientos. En numerosos versos del Corán, se exhorta a los cristianos a abandonar doctrinas que conduzcan a creer en la Trinidad, la Reencarnación o en cualquier otra cosa que pueda implicar que Dios es como la creación.18 Esta enseñanza del Islam es muy importante para comprender la relación entre Dios y los profetas. La sucesión de los Profetas Aún cuando los musulmanes crean que Dios es completamente diferente de su creación, saben que continuamente la sustenta y la cuida. Una señal de la preocupación de Dios por la humanidad son los profetas que envió a lo largo de la historia para comunicar su voluntad. El Corán enfatiza que Dios no dejó a ninguna generación sin una 17 La raíz de la palabra árabe Islam es s-l-m, lo que significa estar a salvo, preservar, rendirse o ser libre de culpa. Cuando alguien se somete a Dios, encuentra seguridad y está libre de culpa a sus ojos. La palabra relacionada, salam, se refiere en primer lugar, a la paz y la seguridad que se encuentran en la sumisión a Dios, y en segundo lugar, a la paz que surge con la sumisión. No es correcto decir que la palabra islam en sí significa “paz”, en el sentido general en que hoy se usa. - 20 - revelación para que todos los pueblos tuvieran la oportunidad de cumplir la ley de Dios. El Islam reconoce a muchas de las figuras de la Torá como profetas enviados por Dios con un mensaje. Éstos incluyen a Adán, Noe, Abraham, Isaac, Ismael, Elías, Jonás, Lot, Jacob, Aarón, Salomón, José, Zacarías y muchos otros. A algunos se les menciona específicamente por haber recibido una revelación: la Torá entregada a Moisés, los Salmos entregados a David, el Evangelio a Jesús. Al final de esta larga línea de profetas, Dios envió al profeta definitivo, Muhammad, con el mensaje del Corán. Como consecuencia, los musulmanes, al igual que los cristianos, no esperan ningún nuevo profeta o revelaciones hasta el Fin de los Tiempos.19 A pesar de que en el Corán se señala a algunos de los profetas como excepcionales (Dios le habló directamente a Moisés, Jesús fue concebido a través del Espíritu de Dios), enfatiza que eran sencillamente hombre buenos y honestos, seres humanos que comían, bebían y morían de muerte humana. De ninguna forma debe mirárseles como divinos o incluso capaces de realizar milagros por sí mismos. Toda obra milagrosa asociada con los profetas se realizó con el permiso de Dios. Como se mencionó antes, la teología islámica sostiene que las revelaciones que fueron enviadas por Dios a los profetas son copias de la Palabra Original de Dios preservada en el cielo. Sin embargo, a medida que el tiempo pasa, a través de la perversidad y los errores de los seres humanos, los mensajes se distorsionaron y se olvidaron. Por lo tanto, Dios envió diversas partes de la revelación para corregir, restaurar y confirmar lo que se hizo antes. El Corán ordena que las revelaciones que difieran de él sean rechazadas, puesto que los mensajes para los verdaderos profetas son siempre los mismos.20 18 Ver por ejemplo suras 4:171, 5:116-118, 9:30, etc. Por esta razón los musulmanes ortodoxos rechazan las afirmaciones de las sectas islámicas que han aceptado las visiones de profetas posteriores autoproclamados. Entre los más difundidos se encuentra la Nación del Islam (popular entre los afroamericanos), los Bahais y diversas religiones sincretistas afroislámicas. 20 Ejemplo, Sura 42:13-15 19 - 21 - Con el envío del Corán, los musulmanes creen que la revelación final fue entregada al último y más grande de los profetas. Por esta razón, otorgan a Muhammad el título de “Sello de los Profetas”, reflejando la creencia de que ninguno vendrá después de él. De acuerdo con la tradición, esto se verificó mediante una experiencia conocida a menudo como el Viaje Nocturno de Muhammad. Un tiempo después de empezar a recibir mensajes, Muhammad tuvo otra visión en la que durante la noche era transportado a Jerusalén por un caballo alado. Ahí se encontró con otros profetas (incluyendo a Jesús) y un ángel lo puso a prueba. Logró demostrar su mérito y los otros reconocieron su superioridad. Después, fue llevado a través de los cielos hasta ser acogido por Abraham, a quien Muhammad reconocía como alguien como él. Aunque esta visión no se considera parte de la revelación del Corán, para los musulmanes es fundamental. Establece la supremacía de Muhammad como el último y más grande de los profetas, quien es reconocido por todos los otros profetas, incluyendo a Abraham y a Jesús. Es también la base de la reivindicación musulmana de Jerusalén como la tercera Ciudad más Santa para el Islam. La Mezquita de Omar (el Domo de la Roca) se construyó en lo que se cree que fue el lugar de la experiencia de Muhammad ahí. Su posición en el Monte del Templo simboliza la creencia de que el Islam ha superado al Judaísmo y al Cristianismo.21 Aquí es importante reconocer que los musulmanes no consideran que su religión sea joven o nueva, sino por el contrario un regreso a la religión original. La enseñanza central del Corán es que Dios es Uno y ordena veneración solo para Él, así como la observancia de ciertas leyes. Este mismo mensaje fue enviado por diferentes profetas en varios momentos, pero el propósito es siempre el mismo: un llamado a los seres humanos para que regresen a una relación apropiada con Dios. De este modo, de acuerdo con la teología musulmana, todo aquel que la 21 También en el Monte del Templo se encuentra la Mezquita Al-Aqsa (la Mezquita Lejana), construida en el lugar donde se cree que estaba el Templo de Salomón. Los musulmanes la veneran como el lugar en el que Dios hizo su pacto con Abraham. - 22 - busque en la revelación, puede conocer la voluntad de Dios, y aquellos que la rechacen serán juzgados el Último Día. El Juicio Final, Recompensa y Castigo Al igual que los cristianos y los judíos, los musulmanes esperan la llegada del fin del mundo y el juicio final. En ese momento, Dios resucitará a todos de entre los muertos y reunirá sus cuerpos con sus almas. Entonces estarán ante el trono de Dios para ser juzgados de acuerdo con sus actos malos y buenos y serán justamente recompensados o castigados. El Corán sostiene que en ese momento nadie podrá ocultar lo que ha hecho. Sin embargo, Dios es supremamente justo y benévolo. Para los musulmanes, entre los nombres más importantes que se dan a Dios están “misericordioso” y “compasivo”. De hecho, cada sura (excepto la Sura 9) empieza con la plegaria “En el nombre de Dios, el Misericordioso, el Compasivo”. Como el omnisciente y omnipotente Creador de todas las cosas, nada puede ocurrir si no es por la voluntad de Dios. En consecuencia, el Islam tiene una aceptación mucho más limitada del libre albedrío de la que se encuentra en el Cristianismo o el Judaísmo. La teología islámica ortodoxa ha sostenido tradicionalmente que Dios creó a los seres humanos como criaturas con limitaciones y un libre albedrío limitado. Los musulmanes rechazan la noción de una “caída” de la perfección y el pecado original. La Creación (con el bien y el mal que en ella se encuentran) es como Dios la concibió, aún cuando para nosotros sea misteriosa. Está en armonía con la visión del Corán de que los seres humanos no fueron hechos ni a imagen de Dios (lo que podría conducir a la idolatría), ni a semejanza de Dios de cualquier otro modo. Por el contrario, el Corán enfatiza que el poder absoluto de Dios sobre la creación permite a los seres humanos elegir si siguen su voluntad o no lo hacen. Quizás en la teología y la filosofía islámicas, el problema del libre albedrío es el más difícil y existen muchas opiniones diferentes acerca de cómo debe entenderse. Sin embargo, los puntos de vista más ortodoxos se inclinan por la total sabiduría y control de Dios sobre la - 23 - historia humana y por lo tanto, a favor de cierta forma de predestinación. No obstante, esto no limita de ningún modo la misericordia y la justicia de Dios. Se conoce a Dios como el caritativo y el que perdona a aquellos que se arrepienten. El hecho de creer significa una confianza total en Dios, quien recompensa y castiga con justicia. Para los musulmanes devotos, dicha confianza adquiere la forma de obediencia a la voluntad de Dios revelada divinamente. Generalmente, para los musulmanes la recompensa y el castigo por los actos buenos y malos son mucho más concretos que lo que esperan los cristianos. El Corán no describe el cielo y el infierno como estados, sino como lugares reales donde los deseos humanos serán cumplidos o negados. Se enfatiza la recompensa o el castigo de Dios para las criaturas como criaturas. Por esta razón, se describe el cielo como un hermoso oasis lleno de fabulosos alimentos, bebidas y otros placeres sensuales, mientras que el infierno es un lugar de maldad y tortura. Aquellos que rechazaron a Dios y a sus profetas sufrirán la pena eterna, aquellos que obedecen la voluntad de Dios, recibirán la recompensa justa que merecen. Jesús y María en el Corán Para los musulmanes, Muhammad fue el último y más grande de los profetas. Sin embargo, muchos otros profetas juegan un papel fundamental en la creencia islámica. Se considera a Abraham como el padre de los árabes, Moisés es la única persona que habló directamente con Dios. Pero se reconoce a Jesús (Isa en árabe), el profeta que precedió a Muhammad, por tener una relación especial con Dios. De acuerdo con el Corán, Jesús, el hijo de María, es el Mesías que esperaban lo judíos. Su historia empieza con la vida de su madre. María es el tema de una sura completa y en el Corán es la única mujer que se menciona por su nombre. Cuando nació, Imran,22 su padre, la dedica a Dios y en algún momento es enviada a ayudar Zacarías, su pariente, quien es el guardián del santuario. Ahí, Dios la 22 De acuerdo con los comentaristas, es el padre de Moisés y Aarón. Aparentemente identifican a María con Miriam del Antiguo Testamento. - 24 - elige para ser la madre de su profeta, Jesús, y funde su “espíritu” en ella. Al nacer Jesús, María huye al desierto, donde Dios la cuida, enviándole alimento y bebida para sustentarla a ella y a su hijo. Debido a que no se conoce al padre de Jesús, María es acusada de inmoralidad. En uno de los relatos de los milagros de la infancia de Jesús, él habla desde la cuna defendiendo su honor, diciendo que él es un profeta que ha venido con el Evangelio.23 Dios lo ha bendecido y ordenado honrar a su madre, ser firme en la plegaria y dar limosna a los pobres. En otra sura, Jesús subraya que tanto él como su madre son honorables y puros, a pesar de que no ser más que siervos humanos de Dios. Por todo el Corán se encuentran otras historias de Jesús. Lo describe como el que realiza milagros con el permiso de Dios, cuyos discípulos solicitan una señal en forma de una mesa con alimentos (quizás una referencia al alimento eucarístico), y como profeta que confirma la Torá, pero corrige distorsiones que se encuentran en la misma. Junto con otros muchos profetas del Antiguo Testamento, Jesús predice la llegada de Muhammad después de Él. Jesús también ordena que los cristianos dejen de decir que Dios es tres y que él es divino. Considera estas enseñanzas cristianas como violaciones directas de la prohibición del politeísmo y la idolatría. En el Juicio Final, se espera que rinda testimonio contra aquellos que dicen que Él es Dios. Quizás la diferencia más significativa entre los relatos del Corán acerca de la vida de Jesús y los del Nuevo Testamento es la negación de su muerte en la cruz y por lo tanto de la resurrección. De acuerdo con el Corán, los judíos que deseaban matar a Jesús no lo lograron, sino que “solo les pareció que lo hacían”. La tradición ha propuesto diversas interpretaciones de estos difíciles versos, pero el más ampliamente aceptado es que Dios hizo que alguien más (otro discípulo o Judas) parecido a Jesús fuera crucificado en su lugar. Porque Dios amaba a Jesús, lo salvó de la muerte llevándolo inmediatamente al cielo. Una diferencia adicional es la afirmación de que Jesús prometió que después de Él sería enviado otro profeta cuyo nombre sería 23 Muchos de los milagros asociados con Jesús en el Corán son similares a los que se encuentran en los evangelios apócrifos, lo que podría indicar la creencia de los cristianos que vivían en Arabia en la época de Muhammad. - 25 - Ahmad.24 La declaración, que se encuentra en la sura 51:6, fundamenta el argumento de que Muhammad es el último y final profeta. En la devoción musulmana se tiene en muy alta estima tanto a Jesús como María: María fue elegida por Dios para ser la honorable madre de Jesús, el esperado Mesías judío y profeta de Dios. Los judíos calumniaron a María y rechazaron a Jesús, e incluso intentaron matarlo. Por otro lado, según su descripción, los cristianos exageraron su religión convirtiendo en dioses a Jesús y a su madre, rechazando al mismo tiempo restricciones alimenticias y otras órdenes divinas. Estas suposiciones subyacen en el entendimiento islámico de los lazos entre las tres religiones y han influido directamente en la ley islámica sobre otros temas. El ejemplo más obvio de lo anterior se encuentra en la segunda declaración enviada al “Pueblo del Libro” en la Sharia (“vía” o “senda” en la ley musulmana). Aunque se reconoce que recibieron una revelación de Dios, los que ellos perciben como errores en la interpretación y las prácticas se usan para justificar la preferencia otorgada a los musulmanes ante la ley. De este modo, judíos y cristianos pueden continuar practicando su religión de manera limitada, pero no ganar conversos o incrementar su influencia en la sociedad islámica. El Pueblo del Libro En el Corán, la relación entre musulmanes, cristianos y judíos no es un tema fundamental, pero en el mundo moderno el tema ha crecido en importancia, así que es de gran interés actual para los católicos. De hecho, ciertas zonas del mundo musulmán siempre han sido el hogar de grandes poblaciones de cristianos (y de significativas comunidades judías) que cayeron bajo la jurisdicción de la ley islámica hasta ser colonizadas por Europa. Su continua presencia condujo al desarrollo teológico de las relaciones entre las tres religiones. 24 Aparentemente esto se basa en la palabra siriaca para paracleto encontrada en el Evangelio de Juan, aceptando el significado tradicional de la palabra como “consolador” o “defensor”. En la época de Muhammad, los cristianos desecharon la afirmación, pero después los escritores musulmanes siguieron argumentando que el Evangelio fue corrompido y que se relaciona con el nombre de “Muhammad”. - 26 - Como se vio anteriormente, los musulmanes creen que Muhammad es el último de una larga línea de profetas que fueron instrumentos de Dios, mediadores de la Palabra de Dios a través de sus experiencias de éxtasis. Estas comunidades religiosas que recibieron dichos mensajes se reconocen en el Corán como “Pueblo del Libro”, es decir, pueblos que han poseído una copia auténtica de la escritura divina. Entre los que se mencionan específicamente se encuentran los judíos y los cristianos (así como un grupo indefinido llamado los Sabeos). Debido a su especial relación con Dios y su profeta Abraham, a estos monoteístas se les conceden derechos y privilegios especiales en el Corán y en la Ley Islámica. Mientras el Pueblo del Libro pagó sus impuestos y se mantuvo dentro de los límites descritos para ellos por la ley, vivieron en paz con sus vecinos musulmanes, practicando sus religiones con algunas restricciones.25 En general, los cristianos y los judíos continuaron floreciendo en partes del imperio árabe, a veces logrando posiciones de gran influencia y acumulando riqueza a través del comercio. En comparación con el destino de las minorías religiosas de Europa, las del mundo musulmán vivieron bien bajo la protección de la ley. Sin embargo, debe notarse que los celos, la guerra por el poder y el fervor religioso condujeron a la destrucción de la propiedad, la esclavitud y a la aniquilación de los pueblos conquistados incluso en el mejor de los tiempos. Tuvieron lugar incidentes de violencia y persecución de cristianos y judíos, a menudo justificados por la condena del Pueblo del Libro en el Corán. La protección garantizada al Pueblo del Libro se basa en una suposición de la preferencia otorgada a los musulmanes. A pesar de que en el Corán y en la ley se conceden ciertos derechos a los monoteístas, ni a los cristianos ni a los judíos se les garantiza igualdad con los musulmanes. El Corán retrata a ambas comunidades religiosas como 25 Aunque generalmente la ley islámica solo prescribe duras penas para los no musulmanes por crímenes como insultar al Profeta o a su familia, el asesinato de un musulmán, el proselitismo de musulmanes, el matrimonio con mujeres musulmanas y otras violaciones serias, a lo largo de los siglos otras restricciones se han aplicado en diversos grados. Esto incluye las limitaciones para la exhibición pública de símbolos religiosos y ceremoniales, construcción o reparación de edificios religiosos e incluso restricciones sobre el dominio de propiedades y vestimentas. Los últimos de éstos no se prescriben el Corán pero tienen sus raíces en las costumbres antiguas de la comunidad islámica. - 27 - aquellas que alteraron sus escrituras y se desviaron del mensaje original enviado por Dios. Como consecuencia, se cree que han perdido algún privilegio otorgado a los monoteístas. Se dice que particularmente los judíos manipularon las leyes alimenticias y rechazaron a los profetas (Jesús y Muhammad), mientras que los cristianos agregaron enseñanzas (la Trinidad y la divinidad de Jesús) y ocultaron las futuras predicciones de Muhammad. Los musulmanes entienden que el Corán ha corregido dichas distorsiones. Cuando los cristianos y los judíos se rehusaron a aceptarlo, perdieron algunos de los derechos garantizados a los verdaderos creyentes. La ley islámica ordena que debe permitírseles practicar sus propias religiones con algunos límites con la esperanza de que algún día vuelvan a la “apropiada” veneración musulmana del Único Dios. Dichos sistemas de privilegio para clases particulares dentro de la sociedad fueron comunes y aceptados durante siglos. Pero actualmente esta estructura ha entrado en conflicto con las expectativas contemporáneas de democracia y libertad religiosa. El problema de las minorías religiosas en el mundo musulmán es en gran medida un símbolo de la multitud de dificultades que enfrentan aquellos que hoy desearían reestablecer la ley islámica en sus países y reside en el centro de las preocupaciones de muchos musulmanes radicales. EL SURGIMIENTO DEL IMPERIO ISLÁMICO Las Primeras Conquistas En tiempos de Muhammad, ya había iniciado la conquista árabe del mundo mediterráneo. Bajo su liderazgo militar, cayó bajo su control la Península Arábiga y los ejércitos empezaron a avanzar al norte hacia Siria y las fronteras del Imperio Sasiano (Persa). Después de su muerte la expansión continuó y los ejércitos árabes rápidamente invadieron Siria, Egipto, Palestina, Irak y Persia. En pocas décadas habían llegado a España al occidente, y al borde del Imperio Persa al oriente. Solo en la Batalla de Poitiers en el año 732, Charles Martel pudo vencer a los ejércitos árabes y detener su avance sobre Europa. Llevaría más de siete siglos recuperar toda Francia y España del control musulmán. - 28 - De este modo, un siglo después de la muerte de Muhammad, el Imperio Árabe se extendió de Francia al río Indo. Los antiguos musulmanes vieron este fabuloso éxito militar como una señal de Dios de que las revelaciones de Muhammad eran verdaderas; consideraban que una pequeña tribu del desierto solo podía haber heredado el mundo civilizado conocido con la ayuda de Dios. Sistema de tributación religiosa Los musulmanes no veían la antigua expansión del Imperio Árabe como una forma de propagar el Islam. Por el contrario, la intención era extender el control político sobre un gran territorio. De acuerdo con el Corán, la conversión forzada está estrictamente prohibida (“No cabe coacción en religión. La buena dirección se distingue claramente del descarrío”. Sura: 2:256) y muchos de los primeros califas tomaron esto muy seriamente.26 En consecuencia, al principio los ejércitos árabes ofrecían a los ciudadanos de las ciudades conquistadas la opción de convertirse al Islam o bien de pagar una tributación especial llamada jizyah (impuestos), a cambio de ciertos privilegios que incluían el derecho a la veneración como cristiano o judío. De esto se desprende la costumbre árabe tribal del clientelismo, mediante el cual una tribu cliente subyugada o débil pagaba tributo a una tribu más fuerte para obtener su protección. Ambas partes poseían ciertos derechos y deberes reconocidos y el acuerdo se veía como una ventaja para todos. De este modo, quedaba entendido que la tribu dominante (en este caso la que se convertía al Islam), recibía beneficios que no se garantizaban a los clientes. Para aquellos que se resistían a la conquista árabe, los castigos eran duros. Se sabe que se destruyeron numerosos monasterios e iglesias, y los habitantes de las ciudades que se resistían eran asesinados 26 Es importante señalar que a lo largo de los siglos este mandato se ha interpretado de diversos modos. Existen diversos hadith (dichos del Profeta) considerados auténticos que imponen duros castigos a aquellos que han abandonado el Islam por otra religión. Dicha conversión, incluso a otra fe monoteísta, se considera apostasía y se castiga con la muerte. Aunque a los judíos y a los cristianos se les garantizaba una seguridad limitada, las infracciones legales (como el despliegue público de símbolos religiosos) podían usarse para revocar dicha protección. Esto explica el frecuente encarcelamiento y ejecución de quienes eran acusados de “difamar al Islam o al Profeta”. Estos límites de la libertad religiosa constituyen una gran preocupación para la Iglesia Católica. - 29 - o tomados como esclavos. A las ciudades que aceptaban el sistema de tributación generalmente se les dejaba intactas y se establecía una estructura de gobierno mínima para recaudar los impuestos, dando fuertes incentivos para que se rindieran inmediatamente. Normalmente se rendía tributo a los conquistadores. Como parte del tratado, a los monoteístas (particularmente cristianos y judíos) se les permitía practicar su religión siempre y cuando no interfiriera directamente con el Islam; por otro lado no se esperaba que cumplieran con sus tareas militares y algunas otras obligaciones requeridas de los musulmanes. Posteriormente esta estructura llegó a formar parte de la ley islámica como una forma de lidiar con las minorías no musulmanas que vivían en el imperio. La Edad de Oro del Islam Los ejércitos árabes se dispersaron a través del Imperio Sasiano, Romano y Bizantino. En toda ciudad importante dejaban un mínimo de personal de gobierno y normalmente lo vinculaban a la infraestructura ya existente. Esto significa que, durante algún tiempo después de la conquista, las lenguas, religiones y culturas locales permanecían relativamente inafectadas. Fue con la llegada al poder del califato Abasí cuando empezaron a sentirse cambios significativos. La dinastía Abasí obtuvo el control del califato en el año 750 y lo mantuvo hasta la invasión mongol en 1258. Bajo su conducción, el imperio empezó a reflejar con mayor claridad la sociedad ideal vislumbrada por Muhammad. Entre las muchas políticas que desarrolló y fortaleció, quizás la más significativa fue la insistencia de que el árabe se reconociera como la lengua oficial del imperio y que se observara la Ley Islámica, (la Shariah). Los Abasí también fortalecieron la igualdad entre todos los musulmanes, sin importar la raza o clase social, y les garantizaron una amplia gama de privilegios. Además, ciertas ocupaciones, especialmente los cargos en el gobierno, ahora se reservaron a los musulmanes, motivando a los no musulmanes a convertirse. La estabilidad general de la sociedad bajo el califato Abasí permitió el florecimiento de todos los aspectos culturales y religiosos. Este periodo (durante el que Europa se debatía después del colapso del - 30 - Imperio Romano), se considera la Edad de Oro del mundo islámico. Floreció el conocimiento y confluyeron las grandes tendencias culturales en las grandes ciudades de Bagdad, Kufra, Basora, Alejandría, Damasco, Isfahán y Nishapur, así como en España. En consecuencia, se realizaron grandes avances en todos los aspectos de la vida: medicina, agricultura, astronomía y astrología, matemáticas, teología, filosofía, derecho y otros. En muchos de estos campos, el conocimiento que desarrolló el mundo musulmán no fue superado en Europa sino hasta los siglos XVIII y XIX. A inicios del periodo Abasí, la gran mayoría de los habitantes del Imperio Árabe, no eran musulmanes. Pero a medida que el imperio se establecía mejor y se concedían más incentivos para la conversión, porciones significativas de la población empezaron a aceptar la nueva religión. Además, algunas de las autoridades locales aumentaron los impuestos para los no musulmanes a un nivel que forzosamente motivaba a aquellos que no deseaban convertirse a emigrar. Se trataba a menudo de terratenientes ricos que eligieron reestablecerse en el Imperio Bizantino. Para el Siglo XI, las mayores ciudades de Asia Menor contaban a musulmanes entre sus mayorías, aunque aún se encontraba una significativa población de judíos y cristianos en todas las tierras bajo dominio musulmán. Así fue hasta fines del Siglo XIX, cuando inmensas cantidades de cristianos y judíos empezaron a emigrar a Europa y Norteamérica. Las Cruzadas y las invasiones mongoles Mientras que los cristianos de oriente estaban al tanto de las creencias y prácticas de sus vecinos musulmanes, los de Europa tuvieron un mínimo contacto con el Islam después de la derrota del ejército árabe en Poitiers (una excepción era la España musulmana). Los viajeros al Imperio Bizantino y a Tierra Santa volvían con algunas noticias, pero el limitado conocimiento acerca del Islam y el Cristianismo oriental en Europa era a menudo distorsionado e inexacto. A finales del Siglo XI inició la primera de una serie de guerras del papado con fines políticos y religiosos. - 31 - Las verdaderas circunstancias que rodearon el inicio de la Primera Cruzada aún son algo misteriosas. De acuerdo con fuentes medievales, aparentemente contribuyeron diversos factores en la decisión del Papa Urbano II de alentar a los ejércitos a marchar a Jerusalén en 1095.27 En primer lugar, a pesar de que para el Siglo IX la expansión del Imperio Islámico había disminuido, continuaban librándose batallas a lo largo de sus fronteras, particularmente con el Bizancio Cristiano. Durante siglos, el objetivo de los líderes musulmanes había sido capturar Constantinopla. Numerosos emperadores cristianos habían pedido ayuda previamente a los poderes europeos, pero sus súplicas no fueron escuchadas. Ahora, la aparición de los turcos Seljuk, convertidos al Islam, volvía la situación más apremiante. En segundo lugar, los ideales feudales condujeron a los jóvenes nobles cristianos a identificar la ocupación musulmana de Tierra Santa como una deshonra hacia Jesucristo, su Señor Supremo. Como resultado, muchos vieron como su obligación hacia Dios recapturar Jerusalén. Creían firmemente que la muerte a manos de los ‘enemigos de Dios’ sería recompensada con la remisión de sus pecados. Finalmente, el interés renovado por el peregrinaje y la veneración de las reliquias de los santos en la devoción popular causó un incremento de viajes a Tierra Santa. A pesar de que las afirmaciones de violencia hacia los peregrinos pueden haber sido exageradas, el camino a Jerusalén era peligroso y mucha gente fue asesinada durante el trayecto. El Papa Urbano sostenía que los ejércitos cristianos necesitaban reconquistar Tierra Santa para que fuera segura para los peregrinos y para detener la expansión de los musulmanes en Bizancio. Probablemente el papa también esperaba que la distracción de una guerra extranjera pusiera fin a las sangrientas batallas que brotaban continuamente entre las familias nobles europeas, y que asimismo 27 El discurso del Papa urbano en Clermont no ha sido preservado y los relatos posteriores brindan información contradictoria acerca de su contenido. Esto ha vuelto difícil separar los hechos de las leyendas que rodean el inicio de las Cruzadas. - 32 - obtuviera tierras y riqueza para el papado en oriente. Sin embargo, a fin de cuentas, las Cruzadas probaron ser un desastre para todos.28 A pesar de que las Cruzadas se emprendieron con la bendición de la Iglesia, la evidencia histórica dejó claro que las autoridades eclesiásticas tenían muy poco control sobre los que emprendieron inmediatamente el viaje a Jerusalén. La Primera Cruzada llegó a Tierra Santa en 1099. Las narraciones de los testigos cuentan que los cristianos de oriente y los judíos eran masacrados en el camino por ejércitos incontrolados y campamentos de seguidores que creían que eran herejes, a pesar de los intentos de los obispos locales para detenerlos. Esta tragedia contribuyó en gran medida a la división entre los cristianos ortodoxos y los católicos romanos que hoy aún existe. En Jerusalén, cuando los Cruzados encontraban resistencia intensa, muchos eran asesinados indiscriminadamente por ambos lados. Durante los siglos siguientes se emprendieron muchas más cruzadas, pero los mínimos logros obtenidos por los ejércitos no tuvieron efectos duraderos. A lo largo de dicho periodo, muchos movimientos encabezados por misioneros (especialmente Franciscanos), intentaron convertir a los musulmanes mediante la predicación del Evangelio. Estos esfuerzos no tuvieron éxito, pero entre los intelectuales europeos dieron como resultado la propagación de información más precisa acerca del Islam. En 1187, el famoso general musulmán Salah ad-Din (Saladino), tomó las zonas ocupadas por los Cruzados y el intento europeo de recuperar Tierra Santa llegó a su fin. La magnanimidad de Saladino en la captura de Jerusalén se volvió legendaria cuando permitió a la nobleza abandonar la ciudad desarmada a cambio de un rescate. En algunas narraciones históricas, sus acciones contrastan con la brutalidad de los Cruzados. Sin embargo, esto debe considerarse en el contexto de la época. Ambos lados aceptaban y practicaban como norma la crueldad 28 Un excelente libro que describe las razones y los efectos de los primeros Cruzados es: Thomas F. Madden, Cruzadas, la verdadera historia (The new concise History of the Crusades), Ed. Lumen, 2006, Argentina. También Jonathan Phillips, La Cuarta Cruzada y el Saco de Constantinopla (The Fourth Crusade and the Sack of Constantinople), Ed. Crítica, 2005, Argentina. - 33 - de la guerra, es decir, destrucción de ciudades, violación y saqueo, esclavitud del conquistado y ejecución de prisioneros. Esto no es para disculpar o justificar las acciones de ninguno de los involucrados, sino que sirve más bien para recordarnos cuán fácilmente pueden cegarnos nuestras circunstancias culturales ante el Evangelio.29 De muchas formas, los musulmanes del Siglo XII veían las Cruzadas como un obstáculo temporal. Sin embargo después, cuando en los siglos XVII y XVII el poder europeo empezó a colonizar partes de Imperio Otomano, se identificó a los Cruzados como el inicio de las intrusiones occidentales en tierras musulmanas y los intentos para suprimir al Islam. En realidad, con la invasión del noreste por los mongoles y la destrucción que infligieron, llegó un problema más urgente para el mundo islámico. Hulaga Khan, nieto de Gengis Khan, y sus ejércitos, rápidamente capturaron el cabildo de Bagdad, acabando con el califato de Abasí en 1258. Esta fecha se considera el fin de la Edad de oro del Islam. Los periodos medieval y colonial Mientras en oriente los musulmanes luchaban con la decadencia y los invasores extranjeros, en la España Islámica tenía un lugar un breve pero importante florecimiento cultural. Fue mediante la interacción entre musulmanes, cristianos y judíos, especialmente en el área de la traducción y los comentarios de textos antiguos, como los frutos de los eruditos musulmanes entraron a Europa. Hasta 1492, con la caída de Granada y el inicio de la reconquista, el sur de España había sido el hogar de grandes poblaciones musulmanas (Moros) y de florecientes comunidades judías. Ahí nació el interés de Europa por la cultura griega, dando inicio al Renacimiento. Sin embargo, en el Siglo XVII, casi todos los musulmanes de Europa habían sido repelidos al norte de África. 29 La disculpa del Papa Juan Pablo II el 12 de marzo de 2000 por el saqueo de los Cruzados de Constantinopla en el año 1204 durante la Cuarta Cruzada es un claro recordatorio de que nuestro pecado puede nublar nuestra respuesta ante las crisis de nuestra época y conducirnos a actos contrarios a las enseñanzas de Jesucristo. - 34 - En Asia Menor, el califato fue finalmente tomado por otro grupo de invasores, los turcos otomanos, que forzaron a los mongoles a retirarse y rápidamente se convirtieron al Islam. Los otomanos por fin lograron capturar Constantinopla (ahora Estambul) en 1453 después de numerosos sitios sangrientos. Ahí establecieron un nuevo sultanato islámico, que junto con el Imperio persa Savafid y el Imperio indio Mughal, se extendieron sobre un área que abarcaba de Europa oriental a la India. La caída de Constantinopla y su subsecuente islamización debilitaron en gran medida al Cristianismo en oriente. Las iglesias se convirtieron en mezquitas, se establecieron restricciones a la veneración pública y los cristianos perdieron prácticamente toda influencia religiosa y política.30 El inicio de la disolución de los grandes imperios islámicos llegó con la derrota de los otomanes por los Habsburgo en Viena en 1683. Durante las siguientes dos décadas, extensas zonas que estaban bajo el dominio y ley islámicos se convirtieron en colonias británicas, francesas, alemanas, holandesas, italianas y portuguesas. Para muchos musulmanes, se trató de una crisis tanto política como religiosa. Anteriormente, el mundo islámico había prestado poca atención a los pueblos más allá de sus fronteras. Pero algunos se cuestionaban si el sometimiento y el gobierno por parte de los no creyentes fueron un castigo de Dios. Las respuestas a esta pregunta adquirieron diversas formas y son el origen de muchos de los actuales disturbios en Oriente Medio. EL ISLAM EN EL MUNDO MODERNO Respuestas a la modernidad: secularismo y fundamentalismo islámico La reacción moderna ante la pérdida de control sobre las zonas que habían estado bajo dominio musulmán ha sido variada. Algunos musulmanes se convencieron inmediatamente de que la modernización que consistía en imitar los europeos era la mejor respuesta a la nueva 30 Los efectos de la captura de Constantinopla aún se sienten hoy. Por esta razón, la visita del Papa Benedicto XVI a Turquía a finales de noviembre de 2006 fue observada tan cuidadosamente por el mundo. La reunión del Santo Padre con los líderes ortodoxos puso de relieve la difícil situación de muchas comunidades cristianas en Turquía, a pesar de sus antiguas raíces en ese país. - 35 - situación. Esto condujo a la institución de burocracias centralizadas y a la secularización del sistema legal. Especialmente en África del Norte, se adoptaron leyes francesas o británicas para adaptar las leyes islámicas sobre el matrimonio islámico y la sucesión. Sin embargo, el completo fracaso de las reformas solo tuvo como resultado revueltas realizadas por aquellos que estaban interesados en restaurar el dominio musulmán y volver a la ley islámica pura. A principios del Siglo XX, la comunidad musulmana sufrió otro golpe cuando en 1924 se abolió el califato con el Tratado de Lausana. Durante la década que siguió a la Primera Guerra Mundial, muchas zonas islámicas fueron ocupadas por extranjeros, mientras tenía lugar la transición de los gobiernos coloniales a los estados modernos. Pero muy pronto se vieron atrapadas en la Guerra Fría entre la Unión Soviética y Estados Unidos. Varios países se convirtieron en peones mientras las superpotencias mantenían monarquías y dictaduras. La continua interferencia de potencias extranjeras en zonas que desde el punto de vista musulmán pertenecían legítimamente a la ley islámica se vio simbolizada por el establecimiento de Israel en 1948 y el consecuente desplazamiento de los palestinos. A medida que los países musulmanes empezaban a rezagarse económica y socialmente, crecían los movimientos de reforma. Los hombres jóvenes, a menudo educados en Europa y en Estados Unidos, buscaban una solución a la funesta situación del mundo islámico que le devolviera su antigua posición como potencia líder. Algunos pensaron que el éxito de la Turquía secular podría ofrecer un modelo, pero otros sentían que solo tendría éxito una completa reforma religiosa. Rechazaban lo que identificaban como secularismo y materialismo occidental y, en su lugar, pensaron en revivir el Islam como una forma de vida total e integradora. El Fundamentalismo Islámico Los movimientos fundamentalistas adquirieron muchas formas, pero las más importantes en la actualidad tienen sus raíces en dos ideologías: el Wahhabismo y la Hermandad Musulmana. A pesar de que tienen diferentes orígenes, comparten muchas de sus soluciones para los males de la sociedad musulmana contemporánea. El - 36 - movimiento Wahhabí fue creado en Arabia en el siglo XVIII por Abd al-Wahhab como un intento para purificar el Islam y volver a la comunidad ideal instituida por Muhammad. Los Wahhabí rechazaron todas las interpretaciones legales y teológicas posteriores que no se adherían estrictamente a la práctica de Muhammad. Lo que distingue a los Wahhabí es su identificación de los musulmanes que no concuerdan con ellos como no creyentes, a pesar del hecho de que dicha idea ha recibido muy poco apoyo en la tradición islámica. A través de uno los seguidores iniciales, Muhammad Ibn Saud, los Wahhabí lograron gran influencia en Arabia con el dominio de la familia Saud. Entre los Wahhabí, Al-Qaeda es un movimiento particularmente violento que se ha extendido por toda Arabia. La Hermandad Musulmana es un movimiento egipcio moderno que logró su clímax en los años 1960 con Sayyid Qutb, quien fue ejecutado en 1966. El movimiento radical ponía de manifiesto la virtuosa minoría en una sociedad corrupta e ignorante dominada por no creyentes. De acuerdo con Qutb, para los verdaderos creyentes, la única forma de vencer a los opresores era emprender una lucha armada, la jihad, contra los represores del Islam. Las ideas de Qutb continuaron extendiéndose después de que en Egipto fuera reprimida la Hermandad Musulmana. Otros movimientos extremistas y fundamentalistas se han basado en sus textos para dar forma a una respuesta a lo que perciben como las tendencias antiislámicas del secularismo, el materialismo y el feminismo. En décadas recientes se han vivido revoluciones en zonas dominadas por musulmanes, como Irán y Afganistán, que han intentado erradicar todas las influencias extranjeras. Con gran preocupación de la comunidad internacional, desde el final de Guerra Fría, otros países han ido optando por la ley islámica. Otro notable movimiento extremista es el chiita Hezbolá. Aunque por su origen se distingue de otros movimientos, comparte con ellos una ideología extremista antijudía y antioccidental. Las interpretaciones extremistas, aunque significativas e influyentes, no son las únicas. Hay musulmanes que han iniciado la difícil tarea de llevar el Corán y la tradición a dialogar con ideas no musulmanas. Algunos pensadores contemporáneos, en particular, - 37 - buscan en la tradición formas que permitan que la distinción previa entre creyente y no creyente sea más compatible con los ideales democráticos. Dondequiera que estas actividades tienen lugar, deben motivarse y protegerse. En resumen La religión del Islam ha experimentado inmensos cambios desde su aparición en Arabia en el Siglo VII y su surgimiento como gran potencia mundial. Hoy cuenta con mil millones de adherentes. Sin embargo, a medida que otras potencias han llegado a dominar la escena mundial, los musulmanes se han visto forzados a reexaminar su historia en un esfuerzo por redefinir su identidad en el mundo moderno. Para muchos, ha sido un proceso doloroso. Es ardua la lucha por integrar aspectos de la ideología moderna que son compatibles con sus creencias y rechazar al mismo tiempo los que van en contra de ellas. Se trata de una tarea que los pueblos de todas las religiones enfrentan continuamente en el mundo moderno. Para los musulmanes, existen dos puntos que han permanecido continuamente en el centro de la reforma y la renovación: el ejemplo de Muhammad y el Corán. En el terreno práctico, Muhammad ha actuado como el líder militar modelo, reformador social y profeta religioso. Para los orígenes y propósitos de la Creación y la humanidad, los musulmanes acuden a los mensajes del Corán. Por lo tanto, volvamos ahora a las enseñanzas del Islam. LEY ISLÁMICA Y SOCIEDAD El Corán y el Sunna (conducta) como cimientos de la sociedad El Islam es una religión que enfatiza el ordenamiento de nuestra vida para adaptarse a la ley de Dios. Los musulmanes no dan mucha importancia a la adherencia a doctrinas particulares; no existe un credo establecido que se recite en la veneración (el Islam no posee un equivalente a un credo niceno o apostólico). Por el contrario, lo que identifica a una persona como musulmana es su obediencia a un conjunto particular de leyes divinas. El cuerpo de la ley islámica se - 38 - denomina Sharia, que significa “vía” o “senda”. La tradición musulmana ha sostenido que solo podemos ser juzgados por nuestra observancia externa de la ley, puesto que solo Dios sabe lo que hay en nuestro corazón.31 El propósito de la ley islámica es crear un entorno completo destinado al Islam y su sumisión a Dios. En consecuencia, en el Islam tradicional no existe un concepto de la separación entre la religión y el gobierno. Se entiende la religión como un aspecto inherente de la sociedad y no puede reducirse a un asunto privado. La ley toma en cuenta a aquellos que no son musulmanes y que viven en una zona gobernada por la Sharia, y en ciertas situaciones tienen el derecho de aplicar su propia ley religiosa (como en los contratos matrimoniales y las herencias) cuando no entren directamente en conflicto con la Sharia. Históricamente, los musulmanes han entendido que el mundo se divide en tres diferentes “espacios”: Dar al-Islam (“Casa del Islam”) incluye todos los lugares que viven bajo la Sharia; Dar al-Harb (“Casa de la Guerra”) se refiere a lo que yace más allá de las fronteras del Dar al-Islam, abierto a la conquista y finalmente, Dar al-Sulh (“Casa de la Tregua”) incluye aquellas zonas que no practican la Sharia pero que poseen tratados válidos con los gobiernos musulmanes. Aunque el mundo musulmán ha cambiado drásticamente desde el final del Imperio Otomano y la colonización europea, esta visión del mundo representa el contexto en el que se desarrolló la ley islámica y sigue ejerciendo influencia en las zonas del mundo en que se practica. Hadith (dichos del Profeta) y Sirah (vida del Profeta) La ley islámica se basa en dos fuentes importantes. La primera de éstas es el Corán. Entre los mensajes recibidos por Muhammad, aproximadamente ochenta se refieren a reglas para estructurar la sociedad. La gran mayoría de la Sharia se basa en el ejemplo de Muhammad. Aunque nunca se sostiene que Muhammad sea divino (los 31 Por esta razón, en la comunidad musulmana las persecuciones por desacuerdos doctrinales son casi insólitas. En la mayoría de los casos, en las antiguas disputas los seguidores de apóstatas finalmente desaparecían. La única escisión importante basada en diferencias doctrinales es entre chiitas y sunitas. La excepción a lo anterior son los Wahhabí, que se tratarán más adelante. - 39 - musulmanes ni siquiera le atribuyen milagros), como el último y mayor de los profetas elegidos por Dios, se cree que es el perfecto modelo para todos los seres humanos. Los primeros musulmanes recolectaban y preservaban historias muy detalladas llamadas sunnah (costumbres) de la vida de Muhammad. Éstas se transmitieron mediante tradición oral hasta finales del Siglo VIII, cuando los gobernantes se interesaron por establecer un código de ley uniforme en todo el imperio. En esa época, la sunnah se organizaba en grandes recopilaciones de hadith (informes), clasificados de acuerdo a su tipo. Cubren todos los aspectos de la vida, desde el lavado ritual y la preparación de los alimentos, hasta el cuidado y liberación de esclavos, impuestos, matrimonio, divorcio, y venta de propiedades entre otras cosas. Los sunitas reconocen ocho recopilaciones legítimas y los chiitas, una. El segundo fundamento de la ley es la biografía de Muhammad. La primera biografía fue escrita por Ibn Ishaq en el Siglo VIII, el Sirah Rasul Allah (la vida del Profeta). Posteriormente se escribieron otras cuatro biografías importantes de Muhammad. Los musulmanes consideran que ayudan a interpretar el Corán y brindan un modelo para la vida diaria de la ummah (comunidad de creyentes) y de cada persona. Los deberes de la Sharia El Islam visualiza una sociedad de creyentes unida mediante prácticas comunes y la veneración del Único Dios en contraste con las relaciones determinadas por los lazos tribales. Históricamente, la comunidad, llamada ummah, consideraba al califa (“sucesor”) como el representante de Muhammad como líder militar, social y religioso. Sin embargo, desde la disolución del califato en 1924, en la comunidad islámica no existe un solo cargo de la más alta autoridad. Esto dejó a la ummah sin un símbolo visible de unidad. Siguiendo una antigua tradición, los imanes, que son líderes locales de las mezquitas y las escuelas, dirigen a la comunidad. Los musulmanes no reconocen una estructura jerárquica de líderes religiosos; en su lugar, los imanes se elevan en importancia debido a su devoción y su habilidad para interpretar la tradición. Las decisiones - 40 - legales las toman los qadis (jueces) o los muftis (intérpretes de la ley), quienes están especialmente entrenados en la Sharia. Cuando sus decisiones son del interés de la ummah en general, pueden ser emitidas por cualquier líder de una escuela teológica en forma de sermón denominado fatwa. La Sharia puede dividirse en dos tipos de leyes: las que se refieren a los deberes con Dios y las que se refieren a los deberes con la familia y la sociedad. En zonas del mundo gobernadas por la Sharia, las dos están totalmente integradas. Para los musulmanes que viven en zonas gobernadas por una ley secular, los deberes con Dios adquieren una especial importancia como expresión de unidad con la ummah de todo el mundo. Deberes con Dios – Los Cinco Pilares Los deberes de todo musulmán con Dios se resumen en los Cinco Pilares: profesión de la fe, plegaria, ayuno, limosna y peregrinaje. En el Corán no se encuentran juntos, sino que son más bien prácticas importantes que han sido formuladas con base en el ejemplo de Muhammad. Profesión de fe (shahada) Uno se vuelve musulmán a través de la recitación de la afirmación: “No hay más dios que Dios y Muhammad es su Profeta”. Solo hace falta decirlo una vez, de preferencia ante un testigo, para convertirse en musulmán. No existe un proceso formal de catequesis. La profesión se repite en la plegaria y se considera el corazón de la creencia islámica. Plegaria (salat) Los musulmanes oran cinco veces al día en dirección a La Meca. Es un requisito para los hombres y se recomienda a las mujeres si es posible.32 La plegaria diaria está precedida del lavado de varias partes del cuerpo. El ritual de la plegaria en una mezquita o en cualquier otro lugar se realiza usando una alfombra e incluye varias 32 Se reconoce que las mujeres tienen obligaciones con la familia y el hogar que limitan su disponibilidad para cumplir con los requisitos de la plegaria. Por esta razón, ellas (así como los enfermos, las personas muy ancianas y muy jóvenes), están exentas de la plegaria diaria, aunque muchas eligen hacerlo en privado). - 41 - posturas junto con recitaciones del Corán. La plegaria del viernes es obligatoria para los hombres y normalmente incluye un sermón del imán y el estudio del Corán, así como de sus comentarios. Ayuno (sawn) Durante el mes de Ramadán, los musulmanes ayunan para conmemorar el momento en que el Corán fue revelado a Muhammad. Durante ese periodo no puede tomarse comida ni bebida entre la salida del sol y su puesta, y las noches son tiempo de celebración. Al final de mes, los musulmanes asisten a la mezquita y dan limosna en el Aid al Fitr (Festejo del Final del Ayuno). Dar limosna (zakat) Todos los musulmanes deben pagar un impuesto especial sobre la propiedad que rebase un mínimo para apoyar a los necesitados (especialmente viudas y huérfanos). Se tasa a final de año y se distribuye entre las autoridades religiosas. Se alientan las donaciones caritativas además del impuesto y muchos musulmanes las practican. Peregrinaje (hajj) Si se tienen los recursos, es un requisito el peregrinaje a La Meca al menos una vez en la vida. Hoy es posible para muchos musulmanes y se ha convertido en un importante ritual que algunos repiten numerosas veces. La Kabba, santuario de la Piedra Negra que se encuentra actualmente en la “Casa de Dios” en forma de cubo, ha sido objeto de peregrinaje desde tiempos antiguos. Hoy, solo pueden entrar a la ciudad de La Meca los musulmanes profesos. En la actualidad estos Cinco Pilares unen a los musulmanes de todo el mundo, expresando sus creencias centrales de lo que significa someterse a Dios: profesar la fe en Dios, seguir su guía depositada en el Corán, reconocer a sus profetas y ocuparse de los pobres y los necesitados. Deberes hacia la sociedad – Mujeres y minorías religiosas Los musulmanes han insistido generalmente en una sociedad en la que las leyes de Dios estén completamente integradas a la vida diaria. La mayoría de los musulmanes creen que el Corán y la Sunnah, que reflejan el ambiente patriarcal y tribal en el que surgen, son el fundamento absoluto sobre el que debe construirse la ley. Como consecuencia, la Sharia es un sistema de ley patriarcal preocupado principalmente por la preservación y la protección de la familia en la - 42 - sociedad. Por lo tanto, la ley islámica se centra mucho en los derechos de los niños y de las mujeres en el matrimonio, el sustento justo de los miembros de la familia, la protección de la herencia y la provisión para aquellos que perdieron sus medios de subsistencia (viudas y huérfanos). Las críticas modernas hacia la Sharia debido a su trato desigual de las mujeres (particularmente en relación a la poligamia y el vestido) y los no musulmanes ha oscurecido el grandioso avance que representaba siglos antes de que se desarrollaran las leyes europeas. La Sharia permite a las mujeres escoger su propio matrimonio, poseer y administrar su propiedad, recibir herencias y rechazar un matrimonio arreglado. El divorcio se permite pero se desalienta y está estrictamente regulado por la ley con obligaciones financieras prescritas para el cuidado de la mujer e hijos existentes. La poligamia también se limita mediante el requisito de proveer para cada esposa e hijos por igual. De manera similar, aunque ante la ley los no musulmanes no son iguales que los creyentes, sí reciben una protección equiparable a la que solo gozan recientemente las minorías religiosas en Europa y en otras partes del mundo. Aún así, debido a que el Corán establece explícitamente que Dios favorece a los hombres sobre las mujeres y otorga a los hombres la autoridad sobre ellas, la mayoría de los intérpretes musulmanes de la Sharia han mantenido la estricta división entre hombres y mujeres con su resultante estructura patriarcal. Hoy, más y más mujeres musulmanas empiezan a cuestionarse dicha jerarquía, junto con la validez de la poligamia, la facilidad del divorcio, el matrimonio arreglado y otras prácticas que durante mucho tiempo se han asociado con el Islam. Hasta hoy, en la ummah se han dado pocos cambios y la mayoría de los musulmanes siguen las costumbres tradicionales. Más bien, está en aumento el deseo de instituir la Sharia en zonas donde la mayoría religiosa es musulmana. Históricamente, la identidad musulmana estaba muy vinculada con la vida en un estado estructurado por la ley islámica. Esto se perdió con el dominio europeo y después con el norteamericano. Hoy, el establecimiento de la Sharia plantea difíciles problemas, en especial para los aspectos de la ley islámica que entran en conflicto directo con las nociones modernas de los derechos humanos (particularmente en el campo de la libertad religiosa y la igualdad de los sexos). - 43 - Muchas de las interpretaciones más controversiales de la Sharia reflejan costumbres locales que se han extendido, y no tienen su base en el Corán o los hadith (dichos del Profeta). Un ejemplo de lo anterior es el velo que cubre totalmente a las mujeres, que probablemente se basa en una interpretación persa de las reglas de modestia y no en precedentes establecidos por las esposas de Muhammad. Sin embargo, para muchos musulmanes se ha convertido en un símbolo de la escrupulosa observancia de la Sharia y con la ley secular se volvió el centro de los conflictos. Estas dificultades constituyen el centro de estudio de los eruditos legales que buscan una forma de adaptar la ley islámica a las situaciones y expectativas contemporáneas. Existe a menudo mucha más flexibilidad en la ley de lo que se percibe desde el exterior (y de lo que perciben algunos tradicionalistas) y muchos eruditos esperan que las interpretaciones modernas puedan hacer de la Sharia una alternativa viable para la ley europea y norteamericana. OTRAS PRÁCTICAS El Sufismo Las raíces de la tradición Sufí se remontan a las experiencias místicas atribuidas a Muhammad, pero solo empezó a formularse una disciplina sufí en el Siglo IX. Antes de esto, algunos místicos, incluyendo mujeres, se embarcaban en prácticas destinadas a motivar las experiencias místicas y a llevar a la persona más cerca de Dios. Es muy probable que el Sufismo tenga conexiones cercanas con el monacato cristiano oriental, con su énfasis en el progreso a través de etapas jerarquizadas, la mortificación de la carne, la pobreza, así como la repetición de plegarias especiales. Existen algunas diferencias importantes que hacen al Sufismo particularmente islámico. En consonancia con la condena del celibato del Corán, los sufíes normalmente se casan. Más aún, los sufíes viven en sociedad, incluso cuando buscan permanecer apartados de ella. En algunos lugares, han formado hermandades similares a los monasterios, con familias enteras consagradas a las prácticas sufíes. La disciplina sufí enfatiza el amor de Dios. De acuerdo con la enseñanza tradicional, el sufí es amigo de Dios y, en señal de su amistad, - 44 - busca cumplir ciertas obligaciones. Por medio de constantes evocaciones de Dios (expresadas mediante la repetición de plegarias cortas), los sufíes se convierten en el instrumento de Dios para hacerlo presente para otros. El mayor sistematizador del sufismo, Ibn Arabi (1240), incorporó puntos de vista neoplatónicos para describir las diversas etapas a través de las que se debe pasar para finalmente contemplar a Dios como la Realidad fundamental. Los musulmanes tradicionales a menudo han visto con desconfianza el énfasis de los sufíes en una relación mística entre lo humano o lo divino. El papel de la experiencia mística y la liberación del mundo material, en particular, han estado en el centro de los conflictos entre los sufíes y las autoridades ortodoxas. Al-Hallaj, un famoso místico persa, fue ejecutado debido a que se identificó con Dios. Su extremismo llevó a la formulación de estrictas reglas para la formación de estudiantes sufíes. El sufismo representó un papel importante en el Islam de la Turquía Otomana y en África y fue muy popular en Europa en el Siglo XIX y principios del Siglo XX. Hoy tiene menor significado en el mundo musulmán, aunque algunas órdenes están aún activas en zonas de África y Turquía. La Jihad Para los no musulmanes, el concepto musulmán de jihad es quizás el aspecto más desconcertante del Islam. El término significa “esfuerzo” o “lucha” y aparece numerosas veces en el Corán en diversos contextos. La tradición también apoya diferentes interpretaciones, algunas de las cuales han dominado las otras. Con el fin de comprender el papel de la jihad en el Islam, debe entenderse desde el principio que Muhammad siempre ha sido venerado por los musulmanes como un brillante líder militar y que la principal actividad de la comunidad musulmana durante su primer siglo de vida era la expansión militar. De hecho, la rápida conquista de tierras (predominantemente cristianas) generalmente se consideraba como la prueba que les daba Dios de la verdad de las revelaciones de Muhammad. La jihad militar continúa reconociéndose como una actividad legítima e incluso necesaria para defender al Islam contra - 45 - aquellos que desean limitarlo o destruirlo. Al mismo tiempo, deben observarse reglas relativas a los combatientes y siempre se prohíbe la aniquilación indiscriminada. Solo después el enfoque cambió de la “jihad militar” hacia el exterior a la “jihad espiritual” hacia el interior. Especialmente con el aumento del interés por el misticismo, algunos musulmanes empezaron a hacer énfasis en una tradición que relata que Muhammad decía que la jihad interior contra la falta de creencia que toda persona experimenta es más difícil que la jihad militar. Muchos sufíes hicieron de esta lucha el centro de su espiritualidad. En consecuencia, la jihad espiritual se convirtió en parte importante de la vida religiosa de muchos musulmanes. Sin embargo, en el siglo pasado, la percepción de que el Islam se encontraba bajo el ataque de fuerzas externas, especialmente secularizadoras, provocó el renacimiento del interés en la jihad militar, no para la expansión sino para la defensa. La tensión entre el deseo de muchos musulmanes de restablecer el control sobre sus propias sociedades e implementar la Sharia y las restricciones impuestas a la misma por circunstancias históricas y la comunidad internacional, ha motivado a más elementos radicales a afirmar que están comprometidos en la jihad. Existen serios cuestionamientos acerca del legítimo llamado a la jihad por grupos radicales.33 La mayoría de los legalistas está de acuerdo en que los modernos ataques suicidas en nombre del Islam no constituyen ejemplos legítimos de la jihad. Por el contrario, se alienta a los musulmanes a promover y defender el Islam mediante medios pacíficos. COOPERACIÓN ENTRE CATÓLICOS Y MUSULMANES EN LA ACTUALIDAD Actualmente, la relación entre musulmanes y católicos es de especial interés para la Iglesia. Durante treinta años la Iglesia ha mantenido un diálogo productivo con los líderes de diversas comunidades islámicas y ha cooperado en una gran variedad de esfuerzos con los musulmanes de todo el mundo. 33 Algunos de los temas más importantes se refieren a la absoluta prohibición del suicidio, quién puede llamar a la jihad en ausencia de un califa y a la aniquilación de no combatientes. - 46 - Después del Concilio Vaticano Segundo, se estableció en Roma la Secretaría para las Relaciones con los no Cristianos con el fin de supervisar las actividades interreligiosas de la Iglesia. En 1988 la Secretaría cambió su nombre por Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso (PCID por sus siglas en inglés). Entre sus objetivos se encuentra la promoción del respeto, el entendimiento mutuo y la colaboración entre católicos y miembros de otras religiones, así como el apoyo para el estudio de las religiones. El PCID cuenta con una sección especial dedicada al Islam y es organizador y participante de numerosas reuniones dedicadas a mejorar las relaciones entre musulmanes y cristianos. Pro Dialogo, una publicación regular en inglés y francés, realiza documentos, importantes discursos y disertaciones, así como informes de las actividades del Consejo disponibles para el público. El PCID también apoya y proporciona recursos para conferencias regionales de obispos con el fin de motivar el diálogo y la cooperación a nivel local. El Departamento de Asuntos Ecuménicos e Interreligiosos de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos supervisa y promueve actividades para motivar una mejor relación entre musulmanes y católicos en Estados Unidos. Formas y tópicos del diálogo con los musulmanes Debido a que la Iglesia se ha comprometido en el diálogo con miembros de otras religiones, hemos llegado a tomar conciencia de que el diálogo tiene lugar a muchos niveles. En un documento intitulado La actitud de la Iglesia frente a los seguidores de otras religiones: Reflexiones y orientaciones sobre diálogo y misión,34 se identificaron diversas formas de diálogo. Lo más importante es que reconoció que todos los cristianos son llamados al diálogo de la vida. La vida diaria es el contexto en el que se conoce más a menudo a los seguidores de otras religiones, y es aquí donde el ejemplo de Cristo exige una actitud de preocupación, respeto y hospitalidad hacia otros. A partir de este profundo sentido de misión cristiana fluyen otros dos diálogos: el de las obras (colaboración en proyectos comunes) y el de la experiencia religiosa (compartir con 34 Documento de la Secretaría para las Relaciones con los no Cristianos (10 de mayo de 1984), en: Diálogo Interreligioso - 47 - otros la propia fe). Los especialistas se interesan por el diálogo de expertos, mismo que apoya el trabajo erudito y los intercambios sobre problemas teológicos particulares (AC 28-35). No todas las personas son llamadas a todas estas formas de diálogo, pero por medio del bautismo todos los católicos son llamados a comprometerse en el diálogo de la vida. El Papa Juan Pablo II lo enfatizó en su discurso dirigido a los líderes islámicos de Senegal: Pero nuestro compromiso de cumplir con la voluntad de Dios nos conducirá más allá del deber de vivir en armonía. Los problemas de la vida moderna son múltiples. Nosotros, que creemos en la bondad de Dios, tenemos el deber especial de enfrentar los problemas de nuestro pueblo y, mediante el diálogo, buscar juntos soluciones que hagan a la sociedad moderna más justa, más humanitaria, y más respetuosa de los derechos, la dignidad y la libertad humana de cada individuo.35 Desde que el diálogo oficial entre la Iglesia Católica Romana y los musulmanes ha iniciado, se han definido numerosas áreas de desacuerdo, así como prometedoras áreas de cooperación. Sería imposible dar aquí una lista completa, pero algunas sí deben mencionarse. Para los musulmanes es de particular preocupación el conflicto entre el punto de vista cristiano sobre Jesús (como Dios encarnado) y Dios (como Trinidad) y el que se presenta en el Corán. También cuestionan la eficacia de los sacramentos y el papel de la Iglesia como sacramento y como institución. Por el otro lado, los cristianos no aceptan las restricciones alimenticias, la poligamia y muchas otras prácticas prescritas por la ley islámica. También existen serios desacuerdos acerca de la actividad misionera. Los cristianos son llamados a ser misioneros (ver Mateo 28,19 y siguientes). Asimismo, los musulmanes buscan activamente conversos al Islam, mientras que a ellos se les prohíbe convertirse a otra religión. Aquellos que se convierten, pueden ser castigados severamente. Más aún, la Sharia no concede la igualdad a las minorías religiosas. 35 Dakar, 22 de febrero de 1992, Diálogo interreligioso. - 48 - Nostra Aetate reconoció oficialmente numerosas áreas de posible acuerdo con los musulmanes sobre el concepto cristiano de Dios, que es uno, viviente, sabio, todopoderoso. Los musulmanes tienen un respeto común por las Sagradas Escrituras de los cristianos y ambos enfatizan la importancia de la comunidad y la eficacia de la oración. De numerosas formas prácticas, los musulmanes y los cristianos cooperan en actividades grandes y pequeñas para proteger la dignidad de la familia, cuidar de los pobres y los necesitados y promover la justicia económica y social. Estas áreas de cooperación continúan incrementándose a medida que los miembros de ambas religiones reconocen fundamentos comunes en sus respuestas a los problemas de la sociedad contemporánea. CONCLUSIÓN A pesar de las diferencias históricas y del énfasis reciente en las divisiones entre musulmanes y cristianos, en muchos lugares los lazos que unen a estas dos comunidades de fe se han fortalecido desde el Concilio Vaticano Segundo. Como cristianos somos llamados a continuar esta tarea, redimiendo divisiones y trabajando juntos para cumplir con el plan de amor de Dios para toda nación. El Papa Juan Pablo II lo enfatizó diciendo que son particularmente verdaderos los lazos de diálogo y confianza que se han forjado entre la Iglesia Católica y el Islam. Mediante el diálogo hemos llegado a ver más claramente los innumerables valores, prácticas y enseñanzas que contienen ambas tradiciones religiosas: por ejemplo, nuestra creencia en Dios único, omnipotente y misericordioso, el Creador del cielo y de la tierra, y la importancia que otorgamos a la oración, a la caridad y al ayuno. Elevo mis oraciones para que este entendimiento y respeto mutuos entre cristianos y musulmanes, y por supuesto entre todas las religiones, continúe y se haga más profundo, y para que encontremos aún mejores formas de cooperación y colaboración para el bien de todos.36 Hoy, ésta es verdaderamente la oración de toda la Iglesia. 36 “Al pueblo de Paquistán”, Karachi, 16 de febrero de 1981, Diálogo interreligioso. - 49 - LECTURAS RECOMENDADAS An Interpretation of the Qur’an. English Translation of the Meanings: A Bilingual Edition. Trans. Majid Fakhry. New York: New York University Press, 2002. Borrmanns, Maurice. Guidelines for Dialogue between Christians and Muslims. Trans. By R. Marston Speight. Pontifical Council for Interreligious Dialogue. Interreligious Documents I. New York: Paulist Press, 1981. Cairo Declaration of Human Rights in Islam (August 5, 1990). Esposito, John L. Islam: The Straight Path. 3rd ed. Oxford: Oxford University Press, 2004. Hourani, Albert. A History of the Arab Peoples. Cambridge, Mass.: The Belknap Press of Harvard University Press, 1991. Renard, John. 101 Questions and Answers on Islam. New York: Gramercy Books, 2002. Waines, David. An Introduction to Islam. 2nd ed. Cambridge: Cambridge University Press, 2003. - 50 - ayatollah califa dhimmi fatwa hadith imán mufti mullah sheikh Sharia Chiitas sunnah Sunitas ulama ummah GLOSARIO Líder chiita de alto rango. “Sucesor” de Muhammad; líder de los musulmanes sunitas hasta 1924. Minorías religiosas a las que se otorga protección según la ley islámica. Una decisión legal formal, generalmente emitida por un mufti (experto en la Sharia) Recopilaciones de la sunnah que se usan para interpretar el Corán y constituyen la base de la ley islámica. Director de oración; para los chiitas, el título de los sucesores de Ali. Un experto sunita en la Sharia Líder religioso local Líder tribal; para los sufíes, jefe de una orden Cuerpo de la ley islámica basada en el precedente con énfasis en el consenso de la comunidad más que en la opinión judicial de un individuo Musulmanes que creen que el líder de la ummah debe ser miembro de la familia de Muhammad descendientes de su hija, Fátima, y su yerno Ali. Los actos y dichos de Muhammad que forman la base de la ley islámica junto con el Corán. La mayoría de los musulmanes (85%) que aceptaron a un califa que no fuera de la familia de Muhammad. Eruditos religiosos o miembros del clero Comunidad islámica. - 51 - ACERCA DEL AUTOR Sandra Toenies es profesor asistente de Teología de Providence College en Providence, Rhode Island. Obtuvo una Licenciatura en Teología Sagrada en el Instituto Pontificio para Estudios Árabes e Islámicos en Roma, y un Doctorado en teología sistemática de la relación entre Musulmanes y Cristianos, con especialidad en los intercambios teológicos durante el periodo medieval. La Dra. Keating ha escrito numerosos artículos sobre aspectos de la apologética medieval y ha publicado Defending the ‘People of Truth’ in the Early Islamic Period (Brill, 2006) (En defensa del “Pueblo de la Verdad” durante el primer periodo islámico). Es consultora de la Santa Sede para la Comisión para las Relaciones Religiosas con los Musulmanes en el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso. - 52 -