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BOLIVIA PRODUCTIVA Bolivia, del 29 de junio al 5 de julio de 2010 11 350 departamentos son construidos en Sucre Careaga, el señor de los edificios en Chuquisaca Nueva Economía Los potosinos Careaga Alurralde expanden sus empresas hasta Chuquisaca. Hace once años la madre, Yolanda Alurralde, junto a uno de los hijos menores, Rolando, llegó a la ciudad de los cuatro nombres para instalar una constructora: Royal. Construyeron el primer edificio de la Capital al que bautizaron con su apellido. En 2010 Royal entregará cuatro edificios más, un hotel de cinco estrellas y un supermercado. E l arribo a la ciudad de Sucre, capital de la República, ya no es el mismo desde hace unos años. En la planicie plagada de construcciones ahora comienzan a destacar gigantes de hormigón. Son los edificios que desde 2004 comenzó a edificar la constructora Royal gerentada por Rolando Careaga Alurralde. Rolando Careaga Alurralde es el quinto hijo de la fallecida Yolanda Alurralde que, en Potosí, trabajando en la minería, construyó un imperio que sus hijos mantienen diversificando emprendimientos empresariales. El potosino llegó con su madre hace once años a Chuquisaca para invertir en Santa o Cochabamba el metro construido llega a los $us 700 ó 800. Nosotros nos acomodamos al bolsillo de la gente”, señala Rolando Careaga. ¿La demanda? “Excelente”, responde el empresario. La población sucrense ha respondido muy bien ante esta nueva oferta de vivienda. Los departamentos de Royal se comienzan a vender cuando están concluidos, así todos los clientes quedan contentos porque saben lo que compran. Supermercado líder Al fondo el edificio Royal “El ojo del amo engorda al caballo”, afirma Rolando Careaga al ser consultado sobre su secreto para ser un empresario emprendedor y exitoso. la construcción y creó Royal. Al desaparecer su progenitora continuó con un negocio al que pocos se han animado en Sucre: construir edificios de departamentos. Por sus características históricas y razones arquitectónicas y turísticas, Sucre es una ciudad en la que no se pueden realizar construcciones horizontales. Las normas municipales impiden este tipo de trabajos, por eso Royal lleva adelante sus obras fuera del casco histórico. 2010: 350 departamentos El Gerente General de la constructora Royal anuncia que hasta noviembre de 2010 su empresa entregará al menos cuatro edificios con 350 departamentos para atender la creciente demanda de vivienda en Sucre. La inversión en las propiedades asciende a los $us 25 millones. El más caro, Las Torres El edificio Las Torres está ubicado en la avenida Canadá y costó ocho millones de dólares. Es el que requirió de la mayor inversión de Royal. En julio estará listo junto a sus 128 departamentos de tres dormitorios, cada uno. “Los acabados son de primera con productos de alta calidad. Las habitaciones tienen alfombra americana, la cocina y los baños están forrados con porcelanato y granito, además, cuenta con gas natural. Nosotros vendemos cada metro construido en $us 320, mientras que en La Paz, Rolando Careaga también construye un supermercado que está ubicado en la calle Emilio Mendizabal de la ciudad de Sucre. El nuevo centro de abasto, denominado Líder, contará con todas las comodidades, comercializará productos netamente argentinos y, además, tendrá los precios más bajos porque – asegura el empresario - “las ganancias serán mínimas”. Hotel de cinco estrellas Careaga también construye un hotel de cinco estrellas para la Capital de la República. Será entregado en 2011. Sus cimientos ya costaron $us 350 mil, “y no se moverán ni un milímetro”, garantiza. Estas obras se suman al primer edificio de 16 pisos construido por los Careaga en Sucre. Lo bautizaron con su apellido y está ubicado a una cuadra y media de la Terminal de buses. La Estrella en la mente de los clientes La fábrica de alimentos La Estrella fue fundada en 1921 por Fernando López Palacios, un visionario emprendedor de origen español. En sus inicios, La Estrella fue un característico taller artesanal donde se elaboraba “a mano” pan, fideos, galletas, chocolates y caramelos. El legado más importante que dejó su fundador, y que hasta hoy siguen transmitiendo sus hijos, son los valores en los que se cimienta la empresa y estos son: Honestidad, es decir, se espera que los trabajadores den lo me- jor de sí mismos, se utilice los mejores insumos y se actúe con total transparencia; comunicación, practicada de forma bilateral, abierta y franca para que los trabajadores comprendan qué tienen que hacer y cuándo deben hacerlo, además de fomentar un alto sentido de pertenencia. Por último, el compartir tanto las responsabilidades del trabajo como los frutos que se generan, explica Fernando Mirabal, gerente de la empresa. Nueva Economía (NE).¿A partir de qué año se ha fortalecido la planta industrial invirtiendo en maquinaria y tecnología? Fernando Mirabal (FM).A partir de 1965, La Estrella empezó a ser mecanizada, lo que la convirtió en una verdadera industria. Se montaron varias líneas automáticas de producción para la fabricación de fideos. Posteriormente se adquirieron líneas de alta capacidad para elaboración de caramelos. En 1990 La Estrella amplió sus actividades a la producción de snacks, principalmente de maíz expandido. En 1991 puso en funcionamiento un molino dotado de más alta tecnología de procedencia Suiza, lo que le permite producir harina de trigo y molienda de otros cereales y mezclas especiales. N.E.- ¿Cuáles son los proyectos a corto y largo plazo? F.M.- A corto plazo, además de reforzar la marca La Estrella, nos concentraremos en desarrollar nuevos formatos y tamaños de envases que el mercado demanda. Tenemos un proyecto para incrementar la capacidad productiva para fabricar snacks. Por otro lado, mejorar la dinámica de innovación de nuestra línea de dulces respecto a sabores, colores y diseños que se ponen de moda, así como de los utilitarios como son las calcomanías, tatuajes, pegatinas coleccionables, etc. En el largo plazo consolidar a la empresa como una marca líder a nivel regional, conquistar mayores espacios en el mercado nacional y conquistar otros mercados en el exterior.
