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Democracia y violencia económica en Haití (1970-1980) Pierre Antoine Delice1 pierre.delice@flacso.edu.mx Introducción Entre 1957 y 1986 Haití vive un período tumultuoso, ya que se encontraba bajo el régimen dictatorial del militar Duvalier padre, que fue sucedido por hijo, quien no dudo en mantener las mismas prácticas violentas que imperaron en el régimen de su padre. Haití vivo una dictadura que se prologo por 29 años, donde lo que impero fue la represión de todo tipo, dominada mas por el capricho de sus gobernantes que por la razón o lógica de Estado. Sin embargo, el 7 febrero 1986 marcó una nueva orientación en término de prácticas políticas, la que se puede explicar por el asenso al poder del hijo del dictador, Jean-Claude Duvalier; porque a pesar de que también ejerció una dictadura, fue la dio la bandera de partida a lo que seria el proceso de transición a la democracia. Paradójicamente, esta transición no logró instaurar los principios de la democracia de la búsqueda del bienestar común, sino que empeora las condiciones socioeconómicas de los ciudadanos. A este efecto, ha sido relevante indagar la democracia y la violencia económica durante las décadas indicadas. La presente ponencia aborda el fenómeno de la violencia económica en Haití a partir de su conexión con ciertas medidas económicas y políticas neoliberales. Se concentra en el primer período de la dictadura de los Duvalier y el período que va de la transición a la democracia (1986 – 1991) El objetivo es estudiar cómo y por qué estas medidas y políticas generaron violencia económica, favorecieron el deterioro de las capacidades y las potencialidades de desarrollo de sus ciudadanos y limitaron la construcción de un proyecto democrático. El trabajo será organizado de la siguiente manera. En primer lugar, definiré que voy a entender por violencia económica. En segundo lugar, haré un análisis histórico sucinto del sistema político haitiano, y luego me detendré en un análisis económico de los dos (2) sub-periodos indicados para poder entender la raíz de la crisis actual y algunos de los factores que me permiten hablar de violencia económica generada desde las políticas y decisiones estatales. El ejercicio comparativo en términos históricos, políticos y socioeconómicos de la sociedad haitiana brindará algunas de las herramientas para poder entender la pobreza y la crisis estructural que ha tenido que enfrentar Haití durante más de dos siglos. Aclaro que, para cualquier investigador social e incluso cualquier persona interesada en comprender el funcionamiento de la sociedad haitiana actual, estos dos períodos resultan fundamentales. Vale entonces recordar lo que ya algunos historiadores y economistas han dicho: “la historia de Haití es un perpetuo comienzo”. En este sentido, la reconstrucción de la memoria histórica reciente de este país caribeño, así como el análisis de su economía política, permitirán observar con mayor claridad los problemas estructurales de desarrollo y democracia, que enfrenta y ha enfrentado. 1 Estudiante de Maestría en Gobierno y Asuntos Públicos, Facultad Latinoamericana de ciencias Sociales sede México, promoción 2008-2010, Becario de CONACYT, Planificador de Centre de Techniques de Planification et d'Economie Appliquée (CTPEA) Haití, promoción 2002-2006. 1 I. Sobre el concepto de violencia económica El termino violencia ha sido estudiado y desarrollado por varios clásicos y contemporáneos de las ciencias sociales. Y aunque se ha visto su utilidad en la política, la historia, la sociología y la psicología, rara vez se le ha conectado con lo económico. Los economistas tradicionalmente se han dedicado a estudiar las crisis económicas y los efectos de la estabilización económica bajo la lógica de perdedores y ganadores. Sin embargo, para ellos los fenómenos de la violencia no han sido centrales, sino hasta hace muy poco. Una definición clásica del concepto de violencia (del Lat. violentia) la considera como toda aquella acción social deliberada, que provoca, o puede provocar, daños físicos o psíquicos a otros seres, y que puede estar asociada, aunque no necesariamente, con la agresión, ya que también puede ser psíquica o emocional, a través de amenazas u ofensas. Dada esta definición, las acciones de un individuo, institución o grupo social pueden estar orientadas a afectar a otro en su condición psicológica, moral o física, y lo más seguro es que se transformen en una agravación de su estado, o en su destrucción total. Cada nivel de manifestación de la acción (individual, grupal, institucional) refiere a un tipo de violencia específico, y aunque las medidas y las fuentes sean diferentes los fines suelen ser iguales. ¿Preguntémonos porque los fines son iguales de acuerdo a las fuentes de la violencia? Para poder contestar a esta pregunta, debemos en primer lugar aclarar de donde proviene la acción violenta y, en segundo lugar, explicar las dimensiones de su manifestación. Una característica importante de la acción violenta, es el hecho de producir una víctima. Lo mínimo que hace es provocar una molestia o una afectación en otro. Ahora bien, al analizar la violencia desde la acción individual que está dirigida hacia otro, estaríamos hablando de violencia directa o física. Esta tiene por objetivo, según Johan Galtung (1995), destruir y neutralizar al sujeto. Puede estar ligada a la agresión física (y a otras formas) y generarse por muchos factores (múltiples formas de discriminación, intolerancia, competencia, territorialidad, nacionalismos, etc). Este tipo de violencia es más tangible, visible y frecuente, razón por la cual las sociedades se han organizado con el fin de llegar a acuerdos que impidan o repriman estas prácticas de violencia a través de marcos legales por ejemplo. Sin embargo, la violencia no solo existe como agresión física directa y evidente de un individuo hacia otro u otros. La violencia también se manifiesta en y desde la estructura social y económica de una sociedad, así como desde las dinámicas y formas que esta estructura adopta en determinados contextos. En la historia del pensamiento social, fue Marx el primero en comprender que la violencia económica es producto de la lucha irreconciliable de dos clases sociales, burguesía y proletariado, que se disputan el poder. Así, la explotación económica propinada por la clase burguesa en contra de la clase proletaria genera altos índices de desigualdad entre los individuos de una misma nación, pero también la esperanza de la revolución política y social. Vendría luego Weber a mostrar cómo a los Estados nacionales les asiste la pretensión y el derecho legítimo de monopolizar el ejercicio y uso de la violencia y con ello también de asegurar el control político y social sobre la población. Charles Tilly, mucho tiempo después mostraría como la formación de los Estados – nación estuvo ligada a un equilibrio tensionante entre coerción y capital. Hoy, sin embargo, la desigualdad – germen de la violencia económica – no puede entenderse solo en términos de explotación económica, sino de políticas sociales desarrolladas e implementadas por los Estados. Así, de acuerdo con Alesina (2006), la estabilización económica 2 ocurre cuando uno de los grupos competitivos de la sociedad está en condiciones de imponer su política a otros, quien, en reacción resiste a esta imposición2. Para Alesina, la interacción no conduce necesariamente al consentimiento de las partes, en otras palabras, el hecho de tomar en cuenta las condiciones socioeconómicas (intereses) de las clases, es ya un gesto coercitivo, que impone, los intereses de la clase dominante. La consecuencia directa de esta política resultará en una clase beneficiaria y una perdedora y provocando con el tiempo violencia. Cabe mencionar que este análisis de Alesina, no hace referencia a las teorías económicas que promueven el crecimiento económico a través de las clases empresariales y la redistribución de la riqueza a través un sistema fiscal, sino a todas las políticas públicas que contribuyen al empeoramiento de las condiciones socioeconómicas de la sociedad. Ahora bien, a partir de Alesina, entenderé entonces que la violencia económica es toda aquella acción que el Estado ejerce en contra de sus ciudadanos, como resultado de la aplicación de políticas que deterioran las condiciones de vida de sus habitantes y los coloca en una situación de vulnerabilidad social y de precariedad. Recorrido histórico de Haití Haití es el primer país del continente Americano de raíz africana que logró su independencia durante el siglo diecinueve siendo el 1 de enero 1804 la fecha en que enarbolaron las banderas de libertad. Haití fue colonia francesa, la más prospera de todas las colonias de Francia de la época, siendo su principal actividad la agricultura, convirtiéndose en el principal exportador del Caribe de caña, café y tabaco. El éxito productivo de esta isla se produjo gracias a la poderosa mano de obra con la que contaba, la cúal se dio posterior al exterminio de la población nativa de la isla para ser reemplazada a través del proceso de trata de negros, por esclavos que eran traídos de diferentes tribus del África. Así la composición de la población ante la independencia fue: 100 000 europeos, principalmente de Francia que se contrapone con 500 000 de población esclava de origen africana. Santo Domingo, antiguo nombre de Haití fue considerado como un modelo en Europa, produjo consigo mismo 3/5 de la producción del Caribe3. A pesar de todos los esfuerzos de Napoleón para conservar esta provincia francesa, no lo logró, finalmente después de tantas resistencias, de batalla violenta Santo Domingo trajo consigo la independencia de esta isla que adquirió el nombre de Haití. Su independencia no obtuvo la aprobación de los países vecinos, ni mucho menos de las fuerzas imperialistas de la época. La nueva república de Haití se encontraba en constante alerta a la espera de un posible ataque francés. Haití invirtió su energía y su tiempo en busca del reconocimiento y legitimidad internacional, mientras que luchaba con la tensión que aumentaba internamente día a día entre los diferentes grupos de la sociedad. Este efecto, tanto interno como externo, nos permitirá más tarde entender el gran nivel de dependencia e influencia que tiene la comunidad internacional en el proceso de toma de decisiones en áreas de gestión pública en Haití. Esta situación se replica hasta el día de hoy, donde la legitimidad de los gobiernos haitianos no pasa por la aprobación de sus ciudadanos sino por la comunidad internacional. No 2 Alberto Alesina, Silvia Ardagna y Francesco Trebbi, Who adjusts and when? On the political economy of reforms in: National Bureau of Economic Research, Cambridge, Working Paper No. 12049, pp. 32. 3 http://membres.lycos.fr/peltierfamille/html/histoire.html 3 negamos tampoco en esta esfera política la influencia e importancia de los países vecinos, de las organizaciones internacionales en la relación o en el intercambio, además de su injerencia en los asuntos nacionales. Dos años después de la independencia asesinaron al Emperador Jean-Jacques Dessalines, fue un acto planeado por la coalición de los generales latifundistas y de la burguesía compradora (compuesta fundamentalmente de extranjeros). Dicho asesinato dio lugar a una lucha encarnizada por el poder por parte de los generales; el territorio nacional ya exiguo 27 mil 750 km2, fue divido en 4 estados: el Norte con el rey de Henri Christophe (1807-1820); el Oeste con el presidente Alexandre Pétion (1807-1818); el estado efímero del sur con el presidente de André Rigaud (1810-1811) y el de la Grand-Anse. Durante esta larguísima crisis de 13 años (18071820), el país se transformó en un verdadero volcán en con las interminables erupciones de guerras civiles y las expediciones punitivas y exterminadoras entre los Estados rivales4. En 1820, el presidente Jean-Pierre Boyer logró pacificar al país y constituir un Estado único, así como reunificar a la isla con la anexión de la parte oriental (la actual República Dominicana) en 1822, situación que perduró hasta 1844. En 1825, con la aceptación del compromiso de pagar a Francia una indemnización de 150 millones de francos por el reconocimiento de la independencia, Boyer puso el país en una situación económica catastrófica que provocó una oleada de descontento popular, de disturbios sociopolíticos y de alzamientos armados que desembocaron el derrocamiento de su gobierno después de un largo reinado de 25 años (18181843). La caída del gobierno de Boyer se convirtió en una crisis llamada por los historiadores haitianos “la crisis de 1843”. El post-boyerismo se presentó como uno de los momentos cruciales en la historia de Haití, junto con la crisis económica tuvo que enfrentar con la inestabilidad política; entre 1843 y 1847 sucedieron a la presidencia una junta presidencial y 4 presidentes que finalmente trajo como consecuencia el establecimiento la dictadura de Soulouque. Todo el periodo después de Soulouque, pasando por Nicolas Geffrad (1859-1967), Salnave (1867-1869), por Lysius Salomon (1883-1884) hasta la invasión norteamericana en 1915, fue marcado por una violenta crisis económica y política, lo que se puede ejemplificar con la ejecución de Salnave sus adversarios. La guerra civil durante la presidencia de Lysius Salomon provocó daños de 800 a 900 millones de piastres5, entre 1911 a 1915 sucedieron seis presidentes a causa de la permanente crisis política. No fue hasta la invasión americana que la crisis de 19 años pudo entrar en calma. La ocupación se hizo a través el control de las administraciones públicas tales como las aduanas, el banco central y el sistema público; así crearon el modelo político-administrativo que debería ser implementado por los haitianos después de su salida. Económicamente, el país se benefició mucho de la ocupación americana, varias compañías negociaron con el gobierno concesiones exorbitantes para la construcción de ferrocarril, desarrollaron también la plantación de bananas con los terratenientes que aspiraban a la exportación de éstos. Durante esa misma época, asistimos a la compra de una parte importante del Banco de la República de Haití cuya crítica de la parte de los haitianos era la violación del contrato por los americanos, una perdida equivalente 4 Sauveur Pierre Etienne, La crisis de 1991-1994 y la problemática de la construcción de la democracia en Haïti, FLACSO-Mexico, p. 274. 5 Ibid. p. 4. 4 a un millón de dólares, mientras que el presupuesto del gobierno durante la época se acercaba a los siete millones de dólares. El presidente Borno planteó una dictadura bicéfala que le permitió recibir apoyo económico y político de los ocupantes, en este sentido, las finanzas públicas fueron saneadas y las deudas externas reducidas. La moneda nacional “gourde” mantuvo su estabilidad con respecto al dólar, además de los beneficios económicos se dio un proceso de profesionalización de la administración pública y del ejército, la corrupción fue practicamente suprimida. La educación pública, por su parte, fue otorgada desde la primaria y basada sobre la formación profesional, y se realizaron muchas inversiones públicas en términos de infraestructuras. Por la primera vez instalaron el sistema telefónica automática, los puertos fueron equipados de muelle y faro. Un servicio de salud fue desarrollado con un sistema jerárquico con hospital especializado y centro de salud primaria, alrededor de 1 700 Km de calles fueron mantenidos. A la sorpresa de todos, 12 años después el país cayó otra vez en una profunda crisis llamada por los historiadores “la revolución de 1946”, donde los sectores más frágiles de la sociedad, estudiantes y clase obrera, se movilizaron contra el gobierno de Elie Lescot. Situación que provocó el regreso de los militares a la escena política con un golpe de Estado que lleva a Dumarsais Estimé a la presidencia. En noviembre 1949 Dumarsais fue golpeado por la misma junta militar. El poder fue dirigido hasta septiembre 1957 fecha a la cual fue elegido presidente François Duvalier, antiguo miembro del gobierno de Estimé. El régimen de Duvalier Duvalier impuso una política extremadamente represiva con interdicción de partidos oponentes e instauración del Estado de sitio el 2 de mayo 1958. El 31 de julio 1958, recibió del parlamento la autorización de gobernar por decreto, el régimen tomo como brazo armado una milicia paramilitar, los voluntarios de la seguridad nacional llamados “les tontons macoutes” siembran la consternación dentro los oponentes y llegaron a oprimir toda resistencia. Duvalier pronunció la disolución del parlamento el 8 de abril de 1961, en signo de sus desacuerdos, los Estados Unidos suspendieron la ayuda hacia Haití. En abril 1963, una parte importante del ejército y algunos exiliados de la República Dominicana intentaron dar un golpe de Estado que fracasó, situación por la cual aumenta su represión sobre la población. En 1964, se proclamó presidente perpetuo y empezó con los tontons macoutes su campaña de violencia contra los oponentes, la magnitud de la violencia ejercida por el dictador fue inconmensurable y una de la más feroz de América Latina, siendo Gerard Pierre-Charles quien la caracteriza de “un carácter marcadamente patológico”6. Por su parte Manigat, lo calificó de: “una dictadura absurda” es decir que desafía todo tipo de análisis racional. De ahí, surgió la duda de definir en ¿qué categoría de dictadura podemos clasificar el régimen de Duvalier? En general existe varios tipos de dictaduras cuyo tres (3) serán sometidos a objeto de análisis justo para poder ubicar el régimen: el totalitarismo, el autoritarismo y la tiranía. El término autoritarismo ha sido analizado como opuesto al totalitarismo en los análisis posteriores al periodo de entreguerras, sobre todo el de Juan José Linz. El autoritarismo se diferencia del totalitarismo de la manera siguiente: 6 Pierre-Charles Gerard, Radiografía de una dictadura, Editorial Nuestro Tiempo, S.A., México, D.F., 1969, p.43. 5 Un régimen autoritario es aquello donde el dictador trata de imponerse sobre la sociedad, esa imposición carece de una ideología elaborada o no, usa la propaganda como vía de comunicación, no busca el apoyo de la masa sino someterlas a su capricho. Finalmente su objetivo es imponerse y garantizar su poder en vez de realizar cambios o acercarse de la sociedad. Mientras que el régimen totalitarismo se define según Friedrich Brzezinski como un síndrome a partir del cual el dictador busca la dominación completa sobre la sociedad. Se manifiesta a través la concentración de poder en una solo persona, partido o grupo muy reducido hasta conducir al culto de la personalidad, justificación de la actuación política mediante una doctrina global que se manifieste en todas las esferas de la actuación humana (economía, cultura, familia, religión, etc.). Hace el uso sistemático del terror (de la violencia), por medio de las fuerzas nacionales y de una policía secreta para eliminar a la disidencia u oposición. De otro lado, usa los campos de concentración para aislar a la oposición y enemigos del régimen, mientras que el autoritarismo busca acallar a los disidentes y evitar sus expresiones en público, el totalitarismo en cambio buscar no solo acallar sino también extirpar las formas de pensamiento opuesto, mediante el adoctrinamiento y la remodelación de las mentalidades. En efecto, el elemento esencial que comparten las dictaduras totalitarias es la voluntad de convertir la política estatal en un mecanismo para controlar todas las esferas de la actividad humana y ocupar todo el espacio social. Este control suprema del dictador a través el aparato estatal sobre la sociedad se explica por el hecho de que el dictador está consciente de la fuerza de los grupos internos, de las ideas contrarias y la única manera de mantenerlas contra toda forma de levantamiento es a través el espionaje, la represión y el control sistemático de todas las esferas de la sociedad. De otro lado, tenemos la tiranía, viene de latín tyrannus significa “gobernantes ilegítimos” sin embargo en Grecia “tíranos” significa “jefe, soberano” este concepto fue frecuentemente usado en el mundo antiguo, la palabra tíranos no hizo referencia a censura ética y moral, pero se refirió a todas personas que consiguieron el poder para dirigir el Estado por medios no convencionales. La historia nos relató que los tiránicos fueron soportados por la clase media y los campesinos asalariados dependientes de los grandes propietarios porque prefirieron la dominación de ellos que la de los reyes o de la autocracia. Así una caracterización sistemática propuso Paul Veyne de los tiránicos es: 1.- un régimen por el cual el tirano mantiene su poder por la violencia 2.- un régimen que actúa a favor de una minoridad 3.- un régimen que imponga la esclavitud a sus súbditos. La diferencia entre los dos regímenes (totalitario y tiranía) se explique por el hecho de que al tirano no le importa el control total de la sociedad, si hace uso de la violencia, del terror como es la característica fundamental de todas las dictaduras pero se limita a tomar en cuenta la sociedad; se limita a tener comunicación con ella. En efecto, el régimen de Duvalier podía analizarse a la luz de los dos tipos de dictaduras que presentamos más arriba (la tiranía y el totalitarismo), no solamente buscó el control y la 6 dominación completa sobre la sociedad a través el uso de la violencia, de grupos armados (tontons macoutes), de campo de concentración, sino también actuó a favor de una minoría, no llevando a cabo grandes reformas en ningún área del desarrollo nacional, sino que simplemente se dedico a enriquecer su círculo más cercano de colaboradores. Eso explica el que su gobierno haya sido catalogado de ineficiente, ya que una de las fuerzas de un régimen dictatorial es la capacidad de llevar a cabo reforma sin oposición, por lo tanto las posibilidad de trasformar la economía haitiana con el fin de generar el crecimiento económico no se dieron, ni tampoco la transformación de la sociedad, como si se dio en la dictadura de Augustin Pinochet en Chile. Es por lo anterior que existen estudios que postulan la idea de que un régimen dictatorial tiene ventajas comparativas sobre un régimen democracia, en cuanto a la posibilidad de acción sin oposición. Esa reforma se manifiesta a través una burocracia que cumple los deseos del príncipe, que no tiene intereses particulares sino los del régimen, entonces resulta más eficiente la implementación de las decisiones tomadas. Lo que nos lleva a plantear la pregunta siguiente. ¿Cuáles son los efectos de la dictadura sobre la economía haitiana? La respuesta a esta pregunta nos da la oportunidad hacer una evaluación del régimen, a través del análisis de las políticas públicas ejecutadas. Durante los años 60 particularmente 70, la situación macroeconómica y social de Haití no se encontraba tan débil, eso no significa que el país podía considerarse como un país desarrollado ni menos con la base infraestructural para clasificarle como país en vía de desarrollo, pero se vislumbraba la esperanza de un eventual despliegue de la economía. El incumpliendo de este sueño debe principalmente al hecho de Duvalier aplicó políticas a favor de la oligarquía que fomentó la corruptas que impidió la modernización del estado y la eficiencia de su gestión. Durante la década de los años 70, como lo hemos presentado en los párrafos anteriores, se dio una fuerte penetración de capital extranjero, como por ejemplo, la ejecución de algunas infraestructuras de base, la expansión del sector bancario y financiero, la instalación de algunas empresas mixtas. Las nuevas inversiones durante esa época llevan a hacer de Haití, por ejemplo el primer exportador de pelotas de beisbol del mundo; algunas firmas americanas dejan Puerto Rico para invertir en Haití7, cuyo el precio de la mano de obra era muy barato en comparación a los países del Caribe. En breve, una cierta transformación de la economía basada sobre la ayuda externa y la explotación de la clase agrícola del mundo rural. A modo de ejemplo, en 1980 el Banco Interamericano para el Desarrollo reportó que el PIB nacional terminó con una bajada de 7%, lo que era un éxito del crecimiento económico de la década 70, la economía aprovechó las inversiones exteriores, del aumento del precio de los productos primarios y el desarrollo de la zona franca industrial. Charles Etzer describió este contexto usando los términos de J. Astuy “la sociedad proteccionista de las sociedades atrasadas”. En efecto, el aporte de la ayuda internacional tal como préstamo y don que alcanzó un promedio de 30 millones de gourdes durante la década 60, pasó a respectivamente de 197172 a 1979-80 de 39,7 millones de gourdes a 3,514 millones. Lo que ha provocado una participación de 60% en promedio del financiamiento externa en el presupuesto nacional, esta tendencia se conservó hasta la década 80 cuyo monto estimaba a 1 326,617 millones de gourdes. 7 Manigat, Leslie : De Duvalier a Otro, Ed. Monte Avila, Caracas 1972, p. 52. 7 Otros autores haitianos más críticos y más ásperos con respecto a la administración de Duvalier estiman que los cambios administrativos no se dieron sobre la base desarrollo, sino que más bien con el fin de persuadir a la comunidad internacional de que sus medidas iban tras el objetico de disminuir la deuda externa. En sus propios términos, Charles Etzer estipula: “los efectos contradictorios de la conjetura desarrollante marcaron la evolución del régimen de Duvalier”, nos quiere comunicar en este sentido que la distancia que ha tomado el régimen con respecto a la violencia y la implementación de políticas sociales superficiales son medidas tomadas para recibir la ayuda externa, recibir los técnicos y los cooperantes externos, por lo tanto, la necesidad de promover cierta modernización del aparato administrativo. Esta situación de dependencia de la economía haitiana con respecto a las organizaciones financieras internacionales ayuda, en cierta medida, ayudaron a reducir la dureza de la dictadura sobre la sociedad; ya que el gobierno se vio obligado a ceder un poco. Su nueva estrategia es presentar un panorama de confianza a la comunidad internacional, buscar la legitimidad nacional, a través de medidas superficiales (ya que nunca se busco la supresión de la corrupción) que aparentaran un proceso de modernización de la administración pública. Los intereses extranjeros En relación a lo anterior el boom en la implantación de las industrias internacionales y la transformación económica se dio de manera más ágil que en cualquier época de la historia haitiana, a pesar de que esta se da bajo las bases del establecimiento de monopolios empresariales comandados por inversionistas extranjeros. Un ejemplo de esto es el hecho de que dos empresas solamente compran el algodón, una explota la bauxita, otra el cobre, otra la electricidad de dos de las mayores ciudades del país, el 75% del azúcar es exportado por una sola compañía extranjera, incluyendo la exportación de carne y el cemento. El café, que representa el 55% de las exportaciones totales del país está controlando por 4 compañías comerciales extranjeras que gobiernan también el mercado de consumo interno de los textiles y de las oleaginosas. De una manera general este sector, al principio, se encontraba incómodo en un régimen que no incluía a sus habituales compañeros sociales haitianos y que no vacilaba en presionarlo. Algo de esto permanece, e impide la total identificación del régimen con el gran capital extranjero. Los grandes intereses son americanos, pero es aquí que se hace preciso distinguir, en realidad ha habido cuatro olas de inversiones americanas en Haití que responden, globalmente, a cuatro tipos de inversiones que sería injusto confundir. El primer tipo, constituido por las inversiones más antiguas, corresponde a los dinosaurios del capitalismo americano en Haití: la compañía eléctrica, la HUASCO (refinería azucarera) por ejemplo, y se ha convertido en un enclave extranjero, poco interesado en participar más activamente en el desarrollo del país, limitado a permanecer instalado en la rutina de los negocios amortizados hace largo tiempo y prolongados sin programa alguno de expansión. Ambas llenan, bien o mal, un contrato tarifa exorbitante de la energía eléctrica e irregularidad en el servicio y la otra una modesta cuota, la total de azucarera de Haití a los Estados Unidos que fue de 28 480 toneladas en 1967. Este primer tipo se ha acomodado hace tanto tiempo a la sociedad tradicional, que prefiere en el poder a su socio privilegiado, la burguesía política, antes que los hombres nuevos arrastrados por el duvalierismo. Pero como estos se han convertido en poder, se ha entendido con ellos de grado o por fuerza y está dispuesto, sin duda, a continuar estándolo con los sucesores. De todos modos, se considera 8 fuera del alcance del poder político actual pues sus intereses están protegidos por la nacionalidad americana y hay un lobby experimentado que lo defiende. Otro tipo de industria podía considerarse en este análisis, la plantación Dauphin que se consideraba en esta época como la mayor empresa de producción y de preparación de sisal del mundo, la Reynolds Mining, que explota la bauxita, la SEDREN, que explota el cobre y, por último, la fábrica de cemento de Haití, las dos primeras americanas, la tercera americanocanadiense, y la cuarta francesa. Esta fuera de duda que las simpatías políticas de este tipo de inversionista se inclinaban al adversario de Duvalier en 1957, Louis Dejoie, empresario industrial él mismo y candidato de la oligarquía tradicional. Pero Duvalier se guardó bien de atentar contra los intereses de estos empresarios y ellos le agradecen haber aprovechado la estabilidad de 14 años sin aumentos de salarios y la seguridad de 12 años sin huelgas ni reivindicaciones obreras y el poder continuar sus actividades a los menores costos. Esta idea planteada no se queda acerca de los primeros años de la nación es decir después de su independencia se puede constatar hasta los años después de la invasión americana de 1915, un relativo control de la economía en el sentido de poder beneficiar de la independencia política que sufre hace mucho tiempo este pobre país. Esta aserción acerca de un manejo de las variables macroeconómicas y el control político no tiene tanto éxito durante los años 60. La economía durante este periodo confrontó a varias crisis que tiene su fundamento en la economía mundial, se basó mucho sobre la exportación y la ayuda externa que consistieron una fuente importante de devisa para la economía. La primera fuente económica de Haití es la agricultura donde la mayoría de la población es decir 80% vive de la agricultura, para poder entender la dinámica de la producción agrícola hace falta presentar la composición tanto demográfica y económica de este sector. El análisis siguiente será basado sobre la estructura de la producción agrícola, los determinantes de esta producción y la formación de las clases alrededor de este. El termino estructura ha sido profundamente analizado en las ciencias sociales, mientras que el termino de estructura económica tiene una connotación más de economía política marxista8. Cuya definición es la relación de producción entre las clases sociales, se refiere por lo tanto a la forma, la manera de llegar a la producción de un bien, o en una perspectiva macro la riqueza nacional. En efecto, la gran pregunta que insinúa a través esta teoría es ¿la distribución de esta riqueza? En el caso de nuestro estudio, el análisis de esta relación se basara sobre la dependencia de la producción del capitalismo mercantil, de la gran propiedad rustica pre capitalista, de la propiedad rustica capitalista y del capitalismo industrial. De acuerdo a Gramsci, el reagrupamiento social, cuyo cada uno representa una posición, y cumple una función en la producción, tuvo lugar a través el desarrollo de las fuerzas materiales de producción9. Lo que nos lleva a presentar las distintas clases sociales dependientes de la relación de producción que tuvo lugar en Haití. En el cuadro siguiente hace una clasificación de las distintas clases existentes y sus composiciones. Implica un análisis en término de estructura de fuerzas productivas; hay 8 Jean Luc : Structures économiques et lutte nationale populaire en Haïti, Ed. Nouvelle Optique, Québec 1976, p. 216. 9 Gramsci, Œuvres Choisies, Ed. Sociales. Paris, p. 240. 9 ciertamente otro tipo de clasificación, pero para el fin de este estudio es mejor verlo desde una dinámica estructural. En efecto, la mayoría de los bienes producidos en Haití viene de la producción agrícola y es en general el producto de los paisanos parcelarios propietarios o arrendatarios, esa producción tuvo su valor mercantil con la interacción entre los grandes comerciantes (la burguesía compradora). Ellos constituyen la malla de la cadena de producción que permite la venta del producto sobre el mercado internacional, y también se encuentran en el circuito del mercado interno. Por consecuente, sus intereses son estrechamente ligados a los de los imperialistas internacionales. A este efecto, el problema que sustenta la relación paisano-comerciante no se explica a través una simple relación de intercambio, sino por el tipo de relación y la posición de la burguesía en el intercambio. En efecto, se explica por las condiciones impuestas por esta clase, su gran predominio es que se encuentran también en el circuito del comercio internacional, por lo tanto, son los únicos importadores. En este sentido, representan el interés del capitalismo extranjero lo que por consecuente resulta de una relación de explotación del paisano parcelario o arrendatario produzca afín de poder satisfacer a sus necesidades cotidianas. Ellos constituyen por este efecto, el agente de transmisión de la plus-value criada sobre la tierra haitiana a las compañías extranjeras, lo que nos permite en el caso haitiano hablar de una proletaria rural. Esta clase representa la gran mayoría de la población nacional, y más de 50% de la población vivían en medio rural cuya actividad principal era la agricultura. De esa población, 1,15% de los propietarios poseen 66,62% de las tierras y resulta que más de un millón de agricultores son sin tierras. Por último, fueron los más vulnerables y expuestos a todo tipo de choque tanto externos que interna como por ejemplo, las catástrofes naturales. 10 En efecto, las exportaciones conocieron dos tendencias diferentes sobre el periodo 1960-1980, Es importante entender la composición de las exportaciones y la configuración de la demanda mundial o sea de la economía mundial en esta época. Al estudiar la composición de las exportaciones, hay que entender cómo se configura la fuerza productiva de la nación para poder entender luego las tensiones o las crisis internas que generan una cierta inestabilidad sociopolítica. A modo de ejemplo, la reducción constatada en las exportaciones durante el periodo 1960-1967 fue causada por muchos factores tanto internos que externos, las exportaciones acusaron un descrecimiento en valor de 3,55% y el segundo periodo que se puede tomar como un periodo de prosperidad para la economía con un crecimiento relativo de 20,65% de las exportaciones10. Además de eso, otro factor intrínseco tiene que ver con la reducción de las exportaciones, son entre tanto: la parcelación de las propiedades rurales, los efectos de la erosión, de la débil mecanización de la agricultura, etc. son tantos factores que implican la diminución de las exportaciones y la pauperización aguda y sin precedente de los paisanos. Por otro lado, los factores externas se explican a través la diminución del precio del café sobre el mercado mundial y la crisis del petróleo. A notar que el gran problema de los bienes agrícolas destinados a la exportación es que su valor mercantil se estableció por el mercado internacional y no por las condiciones de producción interna (costos de producción). Estos factores tienen dos grandes impactos sobre las exportaciones durante este periodo una diminución en volumen a causa de los huracanes y de los ingresos. Lo que al revés tiene gran impacto sobre el balance del pago porque como somos productores de materia primaria los bienes de capital son importados aun en pequeña cuantidad pero al comparar los precios o los “valores” de los dos tipos de bienes el balance de pago siempre sale negativo. De hecho, presentamos en las siguientes líneas la estructura de las importaciones. Crecieron sobre todo el periodo, fueron compuestas principalmente de productos alimentarios, bebidas, tabaco y productos químicos en cambio a la necesidad fundamental de bienes de producción de la economía. Un análisis de la estructura de las importaciones, nos permite entender algunos problemas relativos al nivel de inversión, nivel de empleo por consecuente el nivel de producción de la economía. El esencial de las importaciones fue bienes a fin de consumo y no a fin de producción. La transición hacia la democracia A pesar de este triste cuadro presentado que describe la situación de crisis perpetua que vive Haití, siendo afectados principalmente los sectores más amplios de la sociedad como los agricultores, los obreros, los desempleados, los sindicatos, etc. Estos grupos sociales se juntaron con el fin de elaborar una serie de propuestas que promoviera un cambio de régimen, manifestando de esta manera un abierto rechazo a la dictadura. En este sentido, el 7 de febrero de 1983 fue el anuncio de la partida de Jean-Claude, hijo de Duvalier, hacia Francia. Esta ruptura con las prácticas dictatoriales a través de muchas resistencias, de luchas de todo tipo del pueblo haitiano ha sido vista como una transición hacia la democracia, siendo la manera de imponer y priorizar sus necesidades e intereses ante el aparato estatal. No obstante, esta transición tuvo 10 Yvette A. Fièvre, Chocs externes et ajustement dans une petite économie ouverte : Le cas d’Haïti (1960-1990) thèse de mémoire, novembre 1994, Université de Montréal, p. 103. 11 lugar no solamente por la presión ejercida por las fuerzas internas de resistencia, sino también, por la intervención permanente de la comunidad internacional agrupada por los países mediadores tales como: Estados-Unidos, Canadá y Francia. Después de la partida del antiguo régimen, los actores políticos, particularmente los oponentes al régimen dictatorial, se reúnen de manera a definir una nueva dirección de la política y Estado haitiano, por consecuencia, se focalizan en proponer un cambio de prácticas políticas en la elaboración de las políticas públicas. Este período de transición hacia la democracia fue protagonizado por diversos actores políticos que presentaremos a continuación. El régimen que sucedió a Duvalier fue un régimen militar autoritario que no pudo entender o no quiso entender el contexto nacional e internacional, fue un cambio de un régimen dictatorial a un régimen militar. En efecto, fue el resultado de un acuerdo entre la embajada de Estados-Unidos, el ejército, el sector duvalierista y el alto clero. Sin embargo, el gobierno de transición retomó las mismas prácticas de la dictadura, usaron la represión para frenar la movilización y las propuestas de la sociedad. El 26 de abril 1986 fue un acto claro del carácter difícil de lo que se hacía llamar el gobierno de transición a la democracia, el gobierno de transición reprimió de manera sangrante una manifestación de varios millares de personas. A este efecto, las reivindicaciones populares no pararon, mediante manifestaciones callejeras, el sector popular exigió el juicio de los criminales de las administraciones públicas y medidas concretas para extirpar la corrupción Los diferentes caminos de transición a la democracia han llevado a conclusiones importantes, establecer que el camino que sigue un país hacia la democracia está muy influido por el tipo de régimen no democrático precedente, y que la posibilidad misma de una transición a la democracia es afectada por el tipo de agentes que se oponen al régimen autoritario. Tocando a esto, y dado que los pactos pueden constituir una condición necesaria para que la transición tenga éxito en el contexto de determinados regímenes, se ha arribado a otra conclusión, a saber, que las perspectivas de la democracia son mayores cuando las demandas de la oposición se prestan a una solución negociada algo más que probable cuando los que sustentan el autoritarismo y los que se le oponen son económicamente interdependientes, vale decir, son actores de clases que cuando la oposición al autoritarismo es conducida por un movimiento analista11 Tras la imposibilidad de contener la resistencia popular, los agentes que lideraban el supuesto gobierno de transición, llegaron a la conclusión que era necesario establecer una nueva constitución organizara y contuviera las nuevas reglas que regirían a la sociedad haitiana. El 29 de marzo 1987, votaron la constitución, en efecto, esta constitución estableció un poder ejecutivo bipolar con el presidente como jefe del Estado y el Primer Ministro, responsable frente al parlamento, del gobierno. El presidente no solamente comparte el poder ejecutivo con el primer ministro, sino que también con los senadores quienes tienen la facultad de aprobar o no algunas decisiones del gobierno. En este sentido, es un régimen semi-presidencial y semi-parlamentario, que iba en busca de garantizar la libertad de expresión, el pluralismo político, el papel de la formación del gobierno, la creación de un sistema electoral independiente al poder ejecutivo, y un sistema de descentralización con la importancia de los poderes locales. 11 Ibid pp. 583. 12 “Cabe recordar que las investigaciones sobre las transiciones a la democracia forma parte del campo más amplio de la teoría democrática, que cobró su carácter singular debido a que se centró estrechamente en las elecciones o, más concretamente, en el paso critico que se da en la historia de la democracia cuando un determinado país cruza el umbral caracterizado por la adopción de elecciones competitivas, sobre la base de un sufragio ampliado, para determinar quienes ocupan los principales cargos públicos”12. Por fin, una vez aprobada la constitución por referéndum y promulgada, el proceso de transición parecía poder llevarse a cabo de manera pacífica, dado que las reglas del juego estaban muy claramente definidas en la Carta Magna, pero un analista político sagaz sabia que según la tradición política haitiana en la cual la victoria de un sector significa el aniquilamiento del otro o de los otros. Lo que lleva el resultado siguiente, los actores no iban a apegarse a las prescripciones de la constitución sino que adoptaron el famoso proverbio haitiano que estipula que las constituciones son papeles y los bayonetas son hierros13. Sin embargo, el actor principal que trató por todas las condiciones imponer la democracia fue la comunidad internacional es decir los países como Estados Unidos, Francia, Canadá, Venezuela, las instituciones internacionales. Apoyaron económicamente la transición militar para mantener la represión sobre la población, financiaron la realización de la elección facilitando el apoyo técnico, político y militar a través las organizaciones como la OEA y la ONU. En suma, fueron el órgano central por el cual la legitimización de las decisiones gubernamentales ha sido lugar. En este sentido, justo con la reforma política también el país tenía que experimentar la reforma económica, asimismo el modelo económico por el cual Haití debería alcanzar el desarrollo socioeconómico era por los programas de ajuste estructural y de estabilización macroeconómica preconizados por las organizaciones internacionales. Fue coincidido justo con el nuevo pensamiento del desarrollo económico, la idea surgió de la razón por la cual el Estado no era capaz de incitar el crecimiento económico, por consecuente, tiene que dejar libre el mercado. En el caso haitiano, con esa nueva visión de la problemática de desarrollo se implementaron una serie de reformas macroeconómicas que buscaban solucionar estas deficiencias. Estas reformas fueron principalmente: I. Contingencia y aumento de impuestos sobre las importaciones de productos de consumo, II. Instauración de impuesto interno de un aumento de 20% sobre los bienes y servicios, III. Una bajada de 20% de los gastos públicos, IV. Bloqueo de los salarios de los empleados públicos. Otro punto interesante del programa es la reducción del nivel de la inflación en la economía, esa medida debería permitir el mejoramiento del poder adquisitivo de la población y controlar por este medio las reivindicaciones salariales. Pero, esas políticas no han producido los efectos esperados, agudizaron por el contrario la crisis agraria ya que las condiciones de producción en 12 Gerardo L. Munck, Una revisión de los estudios sobre la democracia: temáticas, conclusiones, desafíos, in Desarrollo económico, vol 41, No. 164 (Jan-mar 2002) pp. 579-609. 13 Sauveur Pierre E., Ibid. P. 107 13 este sector hacen difícil concebir su reactivación a través la sola realización de un cuadro competitivo. Por consecuente, todas las actividades agrícolas fueron expuestas a la concurrencia extranjera, lo que produjo un aumento de las importaciones y una bajada de las exportaciones. Cabe recordar que no solo el comercio exterior fue afectado por esas nuevas políticas sino también el mercado interno; en este sentido el arroz es un ejemplo tangible. Al principio de la década 80, la producción de arroz llegaba a satisfacer la demanda interna, con la liberalización el sector no ha podido enfrentar la concurrencia hasta que se transformó desde luego el producto lo más importado. Esta situación implica graves consecuencias sobre los agricultores, los paisanos sin tierra y/o los arrendatarios se convierten en desempleados urbanos ya que se carecen de todo capital físico para las actividades agrícolas. Las consecuencias sobre el sector de la industrialización fueron inmediatas y de gran envergadura, la producción industrial cayó considerablemente, una de su mayor consecuencia es el desarrollo del comercio informal. En suma, los impactos produjeron un deterioro sin precedente de las condiciones socioeconómicas de la población, situación que no se detiene, ya que Haití terminó por ser clasificado como el país más pobre del hemisferio occidental, con una tasa de crecimiento poblacional de 2,3%, ochenta por ciento de la población vive por debajo de la línea de pobreza; el país de 27 398 km2 de superficie total cuenta solamente con una red de caminos de 4160 km de extensión, de los cuales, solamente una cuarta parte están pavimentados14. Haití sufre de una penuria de energía eléctrica, las instalaciones de la compañía Electricidad de Haití (EDH) obsoletas y con una capacidad reducida para suministrar energía a la población, solo cubre en promedio 12 horas de energía por día en la zona metropolitana. Con respecto al servicio de agua potable y alcantarillados la oferta de la compañía nacional del agua (CAMEP) es muy crítica ya que sólo alcanza cubrir alrededor de 1,5 millones de residencia sobre 2,5 millones que no tienen instalación para recibir este servicio15. Por otra parte, el fenómeno de la explosión demográfica en las ciudades ha traído como consecuencias la instalación de ocupaciones no autorizadas que se han ido institucionalizando como poblaciones habitacionales parecidas a las favelas brasileras que dificultan la prestación de servicios públicos con altos niveles de eficacia. La situación laboral también es crítica, las estadísticas sobre el mercado laboral son casi inexistentes por lo tanto más de diez años detrás la tasa de desempleo abierto en la zona metropolitana de Puerto-Príncipe era de 38% y una tasa de desempleo informal de 42%. En las encuestas más recientes la tasa de desocupación abierta se estimaba a 20,4% mientras que la informalidad elevó 54,7% cifras que reflejan una situación laboral critica. Cuanto a los aspectos de salud, el índice de mortalidad infantil es de setenta y dos muertes por cada mil nacimientos16, el porcentaje de adultos que padecen de SIDA es de 5,6%, Haití es el único país de América con una alta tasa de mortalidad maternal sea 630 muertos para 100 miles 14 Esta cifra por sí sola no dice mucho, pues es evidente que países pequeños tienen redes carreteras pequeñas, sin embargo, cuando comparamos con otros países de extensión territorial similar, resulta evidente el atraso, por ejemplo, Albania, con una extensión territorial de 27,398 km2, cuenta con 18,000 km de caminos de los cuales 7,020 km están pavimentados; Burundi, con 25,650 km2 de territorio, tiene una red de caminos de 14, 480 km aunque de ellos solamente 1,028 están pavimentados. 15 16 http://www.afd.fr/jahia/Jahia/home/NosProjets/DvptUrbain/FlashProjets/ConcoursFinancierHaiti http://www.indexmundi.com/fr/haiti/taux_de_mortalite_infantile.html 14 nacimientos17. Estos aspectos críticos del sistema de salud en Haití están ligados a pocas inversiones realizadas en el sector, eso tiene que ver no solamente a una falta de recursos financieros para tomar en cuenta aspectos tan importante para el bienestar de la población, sino también, una falta de políticas públicas destinadas a hacer de la salud un factor de productividad para la economía. De hecho, el sector educativo no es diferente de lo de la salud, el porcentaje de la población mayor de 15 años que sabe leer y escribir es de apenas 53%, la cubertura escolar de los que tienen menos de 5 años es de 63,66% y es de 37,7% entre los de 6 a 12 años. En general la oferta escolar es masivamente privada sea 70%, lo que resulta una tasa neta de escolarización de 60% de la población18. Anotamos igual que el sector de la salud, el sector de la educación sufre de la falta de inversión pública, por lo tanto la inaccesibilidad de los pobres a la educación resulta por otro lado la exclusión social y también la falta de productividad de la economía. El PNUD para describir este fenómeno estipuló que: “la aceleración de la degradación socioeconómica en Haití lo pone… en una situación de crisis humanitaria abierta [equiparable a la] de un desastre natural o un conflicto armado” 19. La deterioración socioeconómica del país hace referencia a una situación de conflicto interno, de violencia sistemática e inimaginable. El Banco Mundial en su evaluación de la situación económica del país responsabiliza a la falta de gobernanza, la inestabilidad política y la corrupción: “Poor governance as a major determinant of Haiti’s high poverty levels”20, no se puede imaginar que este aspecto podía transformarse en una verdadera arma de destrucción. A pesar de esta lectura del Banco mundial, las recomendaciones han tomando en cuenta solo los aspectos institucionales y sociales pero bajo las mismas condiciones económicas. En fin, resulta que siempre ocurre el mismo efecto, el poco Estado a través no solamente de la reducción de su tamaño, sino que también a través de la limitación de su papel lleva a resultado costoso para la sociedad y también el Estado “big State” ya que lo lleva por un lado a la ineficiencia, resultado muy costoso para la sociedad. Conclusión A la luz de estos análisis nos permite tomar en cuenta, la importancia que los organismos internacionales tienen en la toma de decisión que tiene que ver con el desarrollo de los países 17 18 http://www.reliefweb.int/rw/RWB.NSF/db900SID/LRON-756CAA?OpenDocument http://mirror.undp.org/haiti/francais/omd-haiti-objectif-2.shtml Statistiques tirées du ‘Panorama de l’Ecole fondamentale de base haïtienne, 1997’, Direction de la Planification et de la coopération externe du MENJS 19 Programme intégré de réponse aux besoins urgents des populations et communautés vulnérables (PIR), PNUD (avril 2003). Vease tambien Banco Mundial una opinion similar. 20 Public governance can be defined as the way power and authority are exercised in the use, distribution, allocation and management of public resources. Good governance includes limitations on bureaucratic harassment, the rule of law and the control of corruption and crime, the provision of sound regulatory structures for the promotion of a competitive private sector, and strong financial institutions. (Nicholas Stern, “Strategy for Development,” Annual Bank Conference on Development Economics, World Bank, Washington, DC, May 1-2, 2001.) Transparency and participation are also important. The World Bank first discussed governance issues in Africa in 1985, and although they were not mainstreamed in the Bank until the 1990s, Haiti is a country where it would have been reasonable to expect attention to governance by the late 1980s and early 1990s 15 pobres. Estas decisiones pueden carecer de mala fe, sin embargo carecen de prolijidad en el diseño ya que se dan las mismas recetas para los países en vía de desarrollo. De hecho, el programa de ajuste estructural y de estabilización económica que fue objeto de implementación no solamente en Haití, sino que también en muchos países de África no es la mejor opción de políticas públicas para cada una de estas sociedades. En primer lugar, entendemos que las estrategias no pueden establecer relación mecánica entre el crecimiento económico y la reducción de la pobreza bajo las condiciones de estabilidad macroeconómica. En segundo lugar, este programa ha sido presentado a los países pobres para hacerle creer que esta dinámica les permite encontrar financiamiento externa para sus programas políticos. Sin embargo, la crisis económica que tuvo lugar en Haití durante la década 80 se amplió hacia una “gran crisis” justo con la partida de la dictadura en 1986. Sus consecuencias, como lo hemos visto, fueron la decadencia de todas las actividades pertenecidas al sector moderno y por consecuente, permitió la aceleración del éxodo rural que ocasionó una fuerte extensión de la economía comercial. Por último, las consecuencias más directas de estas políticas fueron el empeoramiento de las condiciones socioeconómicas de la población haitiana, en otras palabras el crecimiento de la pobreza. En efecto, lo más sorprendente de esta situación es que se coincidió con el ejercicio de la democracia, o sabemos que la democracia como valor de la sociedad implica para el individuo las medidas de participar a la formación de la voluntad política en un Estado moderno y se construye sobre la base del interés común, por lo tanto, el respecto de este interés. En efecto, el establecimiento de la constitución, el 29 de marzo 1987 fue un acto claro de la sociedad de ruptura con las prácticas dictatoriales. Fue por otro lado, una manera de promover el diálogo entre las clases de la sociedad, por el reconocimiento de los intereses ajenos y sus derechos en el proceso político y de producción de los bienes públicos. Con respecto al concepto de derecho de los individuos, sabemos que el derecho supone que los ciudadanos comparten algo en común, es decir que el derecho se estableció en referencia a los derechos de todos los actores en un cuadro de interacción. Se supone que aun se puede hablar de democracia para todos sin hablar de derechos para todos, el Estado tiene la obligación de garantir el respeto del derecho de todos los ciudadanos. Por lo tanto, el carácter legal de las reivindicaciones populares y de la obligación de respuesta del lado del Estado. En efecto, este análisis nos permite de manera general precisar el comportamiento del Estado frente a los ciudadanos, por lo tanto, definir las herramientas que debe usar este para el bienestar de sus ciudadanos. Entonces, los hechos que hemos presentado de la situación socioeconómica de Haití a través su historia, nos presentaron claro la irresponsabilidad del Estado frente a los derechos la sociedad. Las políticas aplicadas durante los años 80 no fueron de la voluntad del pueblo haitiano, de la gran mayoría de los paisanos, de los obreros, de los desempleados, de los comerciantes, etc. sino que fueron del vacío deja por la crisis política causó la partida del dictador que permite la persuasión del Estado por la comunidad internacional a través los supuestos de la llamada democracia que terminaron por consecuente a empeorar la situación socioeconómica de la sociedad. Lo que al final explica la violencia económica causa por esas medidas y legitimadas por el Estado. 16 Bibliografía Arceo, Enrique y Basualdo, M. Eduardo (2006), Neoliberalismo y sectores dominantes, CLACSO, Buenos-Aires. p. 360. 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