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MARÍA MARTÍN R ICHARD. V ETERINARIA* Normalmente las bacterias que producen infecciones en la glándula mamaria se dividen según el modo de transmisión en productoras de m ast itis c ontagiosas o m edioa m bient ale s. De ntro de este último gr upo se encuentran los coliformes y los estreptococos ambientales (EA). En este se engloba n toda la varied ad de Streptococcus spp (excepto el St. agalactiae) y el género Enteroc occus com o por ejemplo Streptococcus uberis, St dysgalactiae o Enterococcus faecalis. Sin embar go se ha llegado a plantear que la aplicación del término medioambiental a este grupo puede no ser corr ecto ya que dentro de ellos existe un gran potencial para expandirse de forma contagiosa. Por lo tanto, las medidas preventivas a aplicar para su control no pueden reducirse a las de los gérmenes medioambientales. Son considerados como los agentes predominantes de las infecciones intramamarias clínicas y subclínicas en las ganaderías con buen manejo, donde se han conseguido eliminar las bacterias contagiosas. ¿GERMEN C ONTAGIOSO O MEDIAMBIENT AL? Para deter minar si un germen es contagioso o medioambiental se deben estudiar varios factores como son: 1. Número d e ce pas pre se ntes e n la explotación: Nor malmente si el germen es contagioso suele estar pr esenta una sóla cepa mientras que si es medioambiental suelen existir varias. En el caso de los EA y sobr e todo del St. uberis existen estudios que ra tifican las dos hipótesis: en alguna s ganaderías existen muchas cepas diferentes y en otras sólo se identifica una. Esto * ASPROLAC. asprolac@idecnet.com 112 FRISONA ESPAÑOLA Nº 136 sugier e que en alguna s explo tac ion es puede existir la infección dir ectamente del medioambiente o en otras que exista una primera infección del medioambiente y después una transmisión de vaca a vaca. 2. Presencia en el medioambiente. Otro argumento a favor que indica un origen medioambiental es que se encuen tra presente tanto en las camas como en el estiércol. A demás e xiste n inf ecc ion es durante el secado tanto en vacas como en novillas lo que haría imposible la transmisión de vaca a vaca durante el or deño. 3. Medidas preventivas. Por último y de forma más concluyente es que las medidas que se pueden tomar para prevenir la transmisión de gér menes contagiosos fallan para la prevención de todos los casos de mastitis por EA. Sin embargo, sí se ha visto que las medidas para prevenir la mastitis contagiosa r educen la prevalencia en el rebaño en un 30%. Por lo tanto también tienen un comportamiento parecido al de este tipo de bacterias. La aplicación de baños de pezones y de terapia de secado tienen gran valor a la hora de su contr ol. La eliminación de estas medidas o la aplicación de forma selectiva del tratamiento antibiótico al secado per mite un aumento de estas bacterias. Tampoco se sabe como se contamina el medioambiente. Se supone que princi- palmente por contaminación fecal y posiblemente por la eliminación de leche contaminada en las camas.Esto se agrava por la posterior multiplicación de estos gérmenes en las camas. El r eservorio primario de los patógenos medioambientales es el medioambiente de la vaca y la exposición a estas bacterias por parte de cuarterones sanos no está limitado al ordeño. Es decir que se pueden contagiar durante el ordeño pero y sobre todo se contagian durante su estancia en el medioambiente. Al contrario el r eservorio primario de los patógenos contagiosos es el cuarterón infectado y su transmisión se pr oduce sobre todo de vaca a vaca directamente. D INÁMICA DE LA INFECCIÓN POR EA Los estreptococos ambientales (EA) han sido descritos como una de las bacterias más frecuentes como causa de mastitis clínica y subclínica en el mundo. Existen muchos factores que varían su incidencia y pr evalencia en un rebaño como la estación del año, estado de la lactación, número de parto y manejo. La s infecciones m ás f re cuente s por e stas bacterias tiene n lugar durante e l verano y el otoño más que durante invierno y primavera. Se establecen pr eferentemente durante el período seco y sobre todo en las vacas más que en las novillas. El ratio de nuevas infecciones es de 5.5 veces mayor durante el período seco que durante la lactación. Suelen ser infecciones de corta duración que de forma poco frecuente se convierten en crónicas. Su duración media es de 12 días con un 40% de ellas que duran m enos de 8 días. E l r ec uento ce lular medio de estos animales es superior a 700.000 cel/ml. Durante la lactación, los casos cínicos por EA fueron precedidos por una mastitis subclínica en el 60% de las vacas duran- te una media de 15 días. Apr oxim ad am ente la m it ad de la s nuevas infecciones por estos estreptococos causan mastitis clínica durante la lactación. Nor malmente, los síntomas se limitan a una inflamación local de la glándula con menos del 10% de los casos con síntomas generales. Durante la lactación, los síntomas aparecieron de for ma mayoritaria durante la primera semana de lactación. La exposición de cuarterones no infectados a este grupo de bacterias puede tener lugar durante el ordeño, entre ordeños, durante el secado y después del parto en anima le s de pr im er a lactación. Los estreptococos ambientales sobre todo el St. uberis son aislados de las camas, suelo, r ume n, he ces, vulva, b oca, glándula mamaria y piel de los pezones. Algunos alimentos como los silos pueden ser también una fuente de estas bacterias y las infecciones del aparato reproductor pueden contrib uir a la cont am ina ción del medioambiente y de la piel. Las camas representan la fuente primaria de estreptococos ambientales para la piel del pezón. Estas bacterias se encuentran en menor concentración cuando se utilizan camas inorgánicas que en el caso de camas orgánicas. La arena representa la mejor elección En estudios realizados en camas para determinar el número de EA se apreció que las camas de arena eran las que contenían menor número y las que lo tenían en mayor númer o eran la paja y el serrín. meras semanas y en las 2 últimas. El tratamiento de secado r educe las infecciones por EA durante el primer periodo pero no durante el segundo. Incluso en animales de primer parto, las infecciones por EA son las de mayor prevalencia junto con las de S. coagulasa negativos. Muchas de estas infecciones son curadas durante el secado per o es también en e ste m ome nto cuando tie nen lugar el mayor númer o de las nuevas infecciones por estos gér menes. Así pues las estrategias para su control pasan por la r educción de las nuevas infecciones durante el secado y la identifica ción de las vacas con infecciones persistentes y la toma de decisión sobr e su futuro. En un estudio realizado en ganaderías con un buen manejo y contr ol de calidad de leche, los estr eptococos ambientales apar ecen en el 2% de los casos al secado y en 4,5% al parto y en el 16% de los casos clínicos. Son el segundo grupo más preva le nte a l parto desp ués d e los S tap hyloc occus coa gulasa n ega tivos E N EL SECADO El número de nuevas infecciones durante el período seco es 5.5 veces mayor que durante la lactación en ganaderías donde se aplica el tratam iento a ntibiótico de seca do. E l número de estas infecciones no es constante a lo largo del período seco puesto que se eleva durante las 2 pri- (SCN). Sin embargo, cuando están presentes al parto, producen más casos clínicos que cuando lo están los SCN. La media del recuento celular en vacas que paren con EA es de más de 800.000 cel/ml comparado con 350.000 cel/ml en vacas sin infección. C ONCLUSIÓN Lo s p rob lem as de gan ad erías con recuentos celulares altos y sin gérmenes contagiosos están frecuentemente asociados a EA. Normalmente son ganaderías con camas de paja y/o vacas con alta carga bacteriana. El manejo de camas poco adecuado (pocos metros cuadrados, etc) puede contribuir a aumentar el número de casos en la ganadería. Incluso en ganaderías en pastor eo, por ejemplo con escasa zona con sombra o con zonas muy húmedas pueden contr ib uir a aum ent ar la e xposición a e stos gérm enes. P or e llo en zonas de mucho pastoreo tipo Nueva Zelanda, los EA son los gér menes más frecuentemente aislados. A pesar de ser medioambientales, un ordeño incor recto (poca higiene o máquina de or deño en mal estado) pueden favorecer las mastitis por EA. Una mala rutina de ordeño o un mal uso de la máquina de ordeño pueden incrementar el número de casos de mastitis por EA pero si sólo corr egimos estos problemas de ordeño no conseguiremos eliminar estos casos de mastitis pues todavía persistirán los problemas en las camas. La utilización de baño de pezones antes del ordeño (predipping) puede disminuir el número de casos aunque en algunas ganaderías esta medida no parezca tener resultados. La aplicación de baños de pezones después del ordeño sobre todo si estos no son selladores no suele tener gran utilidad para el control de estos gérmenes. PUBLICIDAD PASTRANA Nº 136 FRISONA ESPAÑOLA 113