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24 MIÉRCOLES, 4 DE ENERO DE 2017 EL ECONOMISTA Web: www.eleconomista.es E-mail: economia@eleconomista.es Economía España supera a Grecia y ya cuenta con el déficit más alto de toda Europa La economía española acumula ocho años bajo vigilancia europea por su desvío presupuestario Nuestra economía persiste en el saldo primario negativo frente al superávit sin intereses heleno José Luis Bajo Benayas MADRID. España comienza 2017 con el déficit público más alto de la Unión Europea, aunque habrá que esperar a marzo para conocer con exactitud los datos de cierre de los Veintiocho. Sin embargo, la Comisión Europea da por descontado que el déficit griego, hasta ahora más elevado que el español, ha sido inferior al 4,6 por ciento con el que nuestro país previsiblemente cerró 2016, gracias a la tutela de las autoridades europeas y a las fuertes medidas de ajuste impulsadas por el Gobierno de Alexis Tsipras. El trasfondo es que España mantiene déficit primario (previsto en el -1,8 por ciento en los objetivos enviados por el Gobierno a Bruselas), frente al superávit primario heleno, logrado por primera vez tras el rescate en 2014. Es decir, el saldo entre ingresos y gastos excluidos los intereses es en nuestro caso desfavorable y demanda más medidas de convergencia entre la recaudación y los desembolsos. Nuestro país se queda, así, en lo más alto de la tabla, seguido ya de lejos por la citada Grecia, Reino Unido y Francia, los otros dos únicos socios que aún incumplen el Pacto de Estabilidad y el déficit del 3 por ciento. Con el 4,6 por ciento, España suma un año más en procedimiento abierto por déficit excesivo, medida correctora que recoge el artículo 126 del Tratado de Funcionamiento de la UE y que activa la Comisión cuando detecta que un socio excede ese desvío del 3 por ciento. Cuando eso sucede, Bruselas consulta al Consejo Europeo, quien, si procede, dirige al incumplidor una serie de recomendaciones de obligado Evolución del déficit público por países europeos Datos en porcentaje PAÍS Incumplimiento del límite del -3% 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 Bélgica -4,0 -4,1 -4,2 -3,0 -3,1 -2,6 -3,0 Bulgaria -3,2 -2,0 -0,3 -0,4 -5,4 -2,1 -0,9 Rep. Checa -4,4 -2,7 -3,9 -1,3 -1,9 -0,4 -0,2 Dinamarca -2,7 -2,1 -3,5 -1,1 1,5 -2,1 -0,9 Alemania -4,2 -1,0 -0,1 -0,1 0,3 0,7 0,6 Estonia 0,2 1,2 -0,3 -0,2 0,8 0,4 0,5 Irlanda -32,3 -12,6 -8,0 -5,7 -3,8 -2,3 -0,9 Grecia -11,2 -10,2 -8,8 -13,0 -3,6 -7,2 -2,5 España -9,4 -9,6 -10,4 -6,9 -5,9 -5,1 -4,6 Francia -6,8 -5,1 -4,8 -4,0 -4,0 -3,5 -3,3 Croacia -6,2 -7,8 -5,3 -5,3 -5,5 -3,2 -2,1 Italia -4,2 -3,5 -2,9 -2,9 -3,0 -2,6 -2,4 Chipre -4,8 -5,7 -5,8 -4,9 -8,9 -1,0 -0,3 Letonia -8,5 -3,4 -0,8 -0,9 -1,6 -1,3 -0,8 Lituania -6,9 -8,9 -3,1 -2,6 -0,7 -0,2 -0,6 Luxemburgo -0,7 0,5 0,3 0,8 1,7 1,2 1,3 Hungria -4,5 -5,5 -2,3 -2,6 -2,3 -2,0 -1,5 Malta -3,2 -2,6 -3,5 -2,6 -2,0 -1,5 -0,7 Holanda -5,0 -4,3 -3,9 -2,4 -2,4 -1,8 -0,8 Austria -4,4 -2,6 -2,2 -1,3 -2,7 -1,2 -1,5 Polonia -7,5 -4,9 -3,7 -4,0 -3,3 -2,6 -2,4 Portugal -11,2 -7,4 -5,7 -4,8 -7,2 -4,4 -2,7 Rumanía -6,9 -5,4 -3,7 -2,1 -0,9 -0,7 -2,8 Eslovenia -5,6 -6,7 -4,1 -1,5 -5,0 -2,9 -2,4 Eslovaquia -7,5 -4,1 -4,3 -2,7 -2,7 -3,0 -2,2 Finlandia -2,6 -1,0 -2,2 -2,6 -3,2 -2,7 -2,4 0,0 -0,1 -0,9 -1,4 -1,6 0,0 0 -9,6 -7,7 -8,3 -5,6 -5,6 -4,4 -3,5 Suecia Reino Unido Fuente: Eurostat. Un esfuerzo del 0,1% que bien merece la pena Análisis José Luis Bajo Benayas Redactor sección Economía España se ha comprometido con Bruselas a cerrar el ejercicio 2017 con un déficit del 3,1 por ciento. Está por ver que lo consiga, más aún después de la poca fiabilidad que han de- mostrado nuestros sucesivos Gobiernos a la hora de ceñirse a los mandatos europeos. En esta ocasión, sin embargo, el Ejecutivo ha ofrecido síntomas de voluntad de cumplimiento, aprobando un severo Decreto Tributario de ajustes e incremento de impuestos por valor de 7.500 millones de euros que, en principio, debería servir para reducir nuestro desfase hasta ese punto. Moncloa cuenta, además, con el beneplácito del Banco de Es- elEconomista paña y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), quienes han valorado el ‘esfuerzo’ diseñado por el Ministerio de Hacienda y auguran una fuerte reducción del déficit público. Ahora bien: la Comisión Europea reconoce que, una vez que un incumplidor vuelve a la senda del déficit del 3 por ciento que exige el Pacto de Estabilidad, relaja su vigilancia y otorga mucha menos importancia al desvío presupuestario, sea del 2,9 o del 2,5 por ciento. Teniendo en cuenta este aspecto y el hecho de que España acumula nada menos que ocho años con un procedimiento sancionador por déficit excesivo y que nos hemos comprometido con el 3,1 por ciento, ¿no convendría hacer un último esfuerzo más, por valor de cumplimiento. Si el Estado persiste en su desobediencia, la UE puede imponer una multa como la que esquivó España el último verano. En nuestro caso, 2008 fue el año en el que el déficit se encaramó por encima del 3 por ciento, aunque no fue hasta 2009 cuando la Comisión abrió el procedimiento sancionador y estrechó su vigilancia sobre nuestras finanzas. Desde entonces, España ha pasado de un desfase de más del 11 por ciento a otro del 4,6 por ciento que, pese a su intensidad, ha resultado insuficiente. Con Reino Unido a punto de salir del club de los Veintiocho, se prevé que esta primavera la Comisión recomendará al Consejo que abandonen el procedimiento Bélgica, Sólo Francia y Reino Unido incumplen también el Pacto de Estabilidad y el déficit del 3% Portugal, Rumanía y, posiblemente, Grecia. Si las previsiones europeas se cumplen, España abandonará la estricta vigilancia en 2018, al tiempo que Francia, que hoy exhibe un desvío del 3,3 por ciento. No obstante, Bruselas ha flexibilizado en repetidas ocasiones los objetivos a gobiernos que llevan años sumando incumplimientos y podría retrasar la perspectiva de bajar el déficit al 2,2 por ciento en 2018. Cuando por fin España evite la tutela, habrán pasado nada menos que diez años para bajar un desfase originado sólo en el bienio 2008 y 2009. 1.000 millones, y cerrar el año 2017 con un 2,9 o un 3 por ciento de déficit? Salir de la tutela efectiva de la Comisión sería algo así como el fin de una tortura de la gota que en nuestro caso se prolonga desde el año 2009. Y 1.000 millones, que efectivamente son muchos, apenas suponen una ‘migaja’ para un país que aún tiene mucho por recortar en la burbuja política sin tocar Sanidad, Educación y otros servicios básicos. Con la facilidad que ha mostrado el ministro Montoro para ‘arrear’ a las grandes empresas a través del restablecimiento de tipos en Sociedades –algo que va a dejar en las arcas 8.000 millones adicionales– sería ‘prodigioso’ que dibujara un extra de 1.000 millones que nos ahorrara un año más con Bruselas soplándonos al cuello.