Download Texto completo en pdf
Document related concepts
Transcript
1 a. LA CONSTRUCCIÓN DE LA OPINIÓN PÚBLICA EN LA COMUNIDAD MUSULMANA DE ESPAÑA Bárbara Fernández García Universidad Complutense de Madrid / Fundación Cultura y Comunicación barbara.fdez.garcia@gmail.com Resumen: Entendiendo la comunidad musulmana presente en España como un todo en el que la nacionalidad u origen de los individuos que la componen constituyen un elemento menor, el artículo pretende analizar las claves que definen la opinión pública de dicha comunidad. El estudio de la construcción de la opinión pública contribuirá a determinar el comportamiento y la participación no electoral de los musulmanes residentes en España, a nivel individual y colectivo. Palabras clave: inmigración, Islam, opinión pública, comunicación, política. Nota biográfica: Bárbara Fernández es Licenciada en Periodismo, Postgraduada en estudios de las religiones por la Université Libre de Bruxelles y Diplomada en Estudios Avanzados en Relaciones Internacionales, Unión Europea y Globalización por la Universidad Complutense de Madrid, donde realiza su tesis doctoral. Es directora de la Fundación Cultura y Comunicación, donde dirige además el semanario Panorámica Social. 2 0. INTRODUCCIÓN. HIPÓTESIS Y METODOLOGÍA DE TRABAJO El estudio de la construcción de la opinión pública en las comunidades musulmanas en España, independientemente de la nacionalidad de los individuos que la componen, nos permitirá determinar el grado de adhesión a su comunidad religiosa-cultural (vs. sociedad de acogida) y a los órganos de poder que los representan para evaluar la respuesta individual y colectiva a los principios de los mismos y, en definitiva: la participación no electoral de los musulmanes en la sociedad española. La inmigración procedente de países musulmanes no comenzó en España hasta la década de los setenta, por razones económicas. Desde entonces, el flujo de inmigrantes islámicos, sobre todo desde Marruecos, no ha dejado de crecer, hasta superar las 900.000 entradas regulares (datos oficiales para 20091); y crear una comunidad islámica compuesta por más de un millón de fieles (datos de UCIDE referentes a 20072). Los musulmanes en España constituyen una comunidad heterogénea, compuesta de sub-comunidades que difieren en cultura, prácticas religiosas e ideologías. Sería tan ambicioso como imprudente pretender en un artículo de una veintena de páginas revelar los rasgos del conjunto de la comunidad de fieles musulmanes: creencias, pertenencias y comportamientos políticos. Es por ello que se va a tomar en cuenta una muestra de dicha comunidad, sea: el colectivo de musulmanes de origen marroquí. Lo haremos en razón de la representatividad, por un lado, de los inmigrantes dentro de la umma (comunidad) española, que representan más del 80% de la comunidad musulmana3; y por otro lado, de la representatividad de los marroquíes dentro de la comunidad inmigrante en España (48%)4 y de la comunidad de inmigrantes procedentes de países islámicos (más del 80%). No obstante, en la medida de lo posible, se presentarán datos procedentes de otros “grupos” de la comunidad musulmana, que permitan matizar los extraídos de la observación participante, indirecta y bibliográfica referida a la comunidad marroquí residente en España. 1 Extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor y Extranjeros con autorización de estancia por estudios en vigor a 31 de marzo de 2009; Secretaría de Estado de Inmigración y emigración – Ministerio de Trabajo e inmigración, 2009. 2 Observatorio Andalusí: Estudio demográfico de la población musulmana. Explotación estadística del censo de ciudadanos musulmanes en España referido a fecha 31/12/2007; Ed. UCIDE, 2008. 3 Porcentaje que obtendríamos a partir de un cruce irregular basado en estadísticas oficiales de flujos migratorios y adscripción de fieles a la religión musulmana según las asociaciones y federaciones que los representan. Estos datos imperfectos, se revelan como uno de los pocos posibles teniendo en cuenta la dificultad de determinar la confesión mayoritaria en un grupo poblacional mediante encuestas o sondeos, donde la legislación española apunta que nadie podrá ser obligado a declarar sobre su religión, creencias o ideología (art. 16 Constitución Española) y de apuntar qué tipo de religiosidad se manifiesta dentro de las comunidades islámicas que constituyen las federaciones musulmanas de representación estatal. 4 El colectivo nacional con mayor presencia es el marroquí, con 729.672 individuos, que suponen el 16,26% del total de inmigrantes. Además, Marruecos es el principal país en número de nacionales nacidos y residiendo en España, con 113.273 constituyendo el 48,16% del total de extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor nacidos en España (Extranjeros con certificado de registro… op.cit). 3 Existe, más allá de la heterogeneidad, un creciente movimiento asociativo religioso al que se unen agrupaciones de distinto carácter y fines (asistencial-social, político) y las redes transnacionales (inmigrantes con sus países de origen, y entre diferentes sociedades de acogida), donde intervienen las representaciones oficiales de los musulmanes ante el Estado (UCIDE, FEERI; CIE) y las representaciones morales (centros culturales islámicos, mezquitas), que contribuyen a homogeneizar dicha comunidad. Los canales de difusión de ideas son numerosos: sermones, conferencias, cursos; medios de comunicación de masas; libros, panfletos y otras publicaciones; Internet; etc.; como también lo es el modo de vivir la religiosidad, asociarse y posicionarse como parte de un colectivo unido por las creencias mahometanas, cuyas demandas, en ocasiones, van más allá de la libertad y derecho a profesar su religión. Partiremos, así pues, de las siguientes hipótesis: - - - - Existe una comunidad musulmana en España susceptible de ser analizada como grupo o minoría nacional con características y rasgos comunes; donde la comunidad de marroquíes residentes en España constituye una muestra representativa de la misma. La opinión pública dentro de la mencionada Comunidad se forma a partir del discurso de los líderes islámicos y de medios de comunicación tanto originarios de países árabes y/o islámicos, y difundidos en territorio español; como los elaborados por los propios musulmanes, on-line o impresos. En España, los musulmanes están representados (y con ellos reflejan su posición ante diferentes cuestiones) en organismos: (a) con poder moral, dentro de la comunidad islámica española, y (b) consultivo, frente al gobierno español y ejecutivos regionales, locales, etc. Paralelamente al proceso general de integración y asimilación de elementos de la sociedad europea u occidental por parte de las comunidades islámicas asentadas en Europa, se produce un fenómeno de refuerzo de la identidad propia de estas minorías que podríamos incluir en el marco de la globalización y el surgimiento de localismos. Hemos de señalar, no obstante, que no es objeto del presente trabajo el desarrollo exhaustivo de la posible construcción de la mencionada opinión pública sino establecer las claves que aseguren la comprensión de este fenómeno de creación de opinión dentro de una comunidad de la cual, debido a su novedad y continua transformación, apenas hay estudios concluyentes. Así, para responder a la cuestión ¿cuáles son las claves para entender el proceso de construcción de la opinión pública en la comunidad musulmana de España? partimos de la afirmación de GONZÁLEZ SEARA: La formación de la opinión pública requiere estudios psicológicos y sociológicos. Hay que conocer la personalidad de los individuos que intervienen en el proceso, la naturaleza de los grupos en los que los individuos viven; la estructura social 4 del país de referencia; los sistemas educativos imperantes; la acción de los medios de comunicación de masas… y cuando conozcamos todos estos factores será preciso saber cómo se producen las interrelaciones entre los individuos que posean dichas personalidades, para que se cristalice un estado de opinión5. 1. CONTEXTO HISTÓRICO ACTUAL. ERA DE LA INFORMACIÓN Y GLOBALIZACIÓN La Unión Europea, como la sociedad mundial, ha entrado desde hace pocas décadas en una nueva era de cambios justificados, o fomentados al menos, por la evolución de las tecnologías de la información. En la llamada era de la información, los conceptos de distancia, frontera y tiempo desaparecen y la fuente principal del poder no es otra que la unión de conocimiento, educación e información. Si los gobernantes ya no pueden impedir que se filtre la información, esta última también abre nuevos espacios vulnerables a todos los enemigos potenciales 6. Se trata de un periodo que muchos autores definen a partir de conceptos como globalización, mundialización, localización/deslocalización o universalismo. La globalización es un proceso fundamentalmente económico que no se limita exclusivamente a este campo. SAHAGÚN (1998) definía el concepto como […] conjunto de procesos tecnológicos, económicos, sociales, políticos, militares, culturales y psicológicos que, cada vez con más frecuencia, superan las barreras nacionales y estatales, y generan dinámicas e interacciones nuevas a las que las concepciones y estructuras tradicionales de las relaciones internacionales no encuentran respuesta.7 Una de las críticas más importantes a la globalización deriva de la idea de su posible conspiración contra los valores tradicionales, de su implicación en la consolidación de una cultura uniformizada y de matriz occidental: Por desgracia, hasta el presente los responsables de gestionar la globalización […] demasiado a menudo han mostrado una insuficiente apreciación de ese lado negativo: la amenaza a la identidad y los valores culturales.8 De este modo, las instituciones y normas tradicionales se integran en la aldea global, pero parece necesario un proceso más gradual para que, siguiendo a STIGLITZ, no sean arrolladas sino que puedan adaptarse y 5 GONZÁLEZ SEARA, Luis: Opinión pública y comunicación de masas; Ariel, Barcelona, 1968. P. 34. 6 SAHAGÚN, Felipe: De Gutenberg a Internet. La Sociedad Internacional de la Información; Estudios Internacionales de la Complutense; Madrid, 1998. P. 27. 7 Ibid. P. 226. 8 STIGLITZ, Joseph E.: El malestar en la globalización en Taurus; Madrid, 2002. P. 308. 5 responder a los nuevos desafíos.9 De hecho, como señala Taibo, la globalización puede multiplicar las posibilidades de manifestación y expresión de las diferentes culturas, obligándolas a adaptarse a escenarios dispares. Al mismo tiempo, estimula una reacción desde dichas culturas locales llegando a propiciar fórmulas de hibridación de culturas. En cualquier caso, lo cierto es que la mayoría de los elementos culturales de los estados tradicionales –como lenguas, símbolos o códigos educativos–, son marginales en comparación con el flujo general en el que se imponen los valores y formas culturales de los poderosos, que a su vez reducen los elementos contestatarios de ciertas manifestaciones culturales10. No obstante, si antes decíamos que las distancias de tiempo y espacio tienden a anularse, característica propia de la globalización, este hecho llevará a una polarización de la condición humana, no a su homogeneización11. En este contexto de globalización, los medios de comunicación desempeñan una función decisiva en la articulación ideológica global. Así, el desarrollo de las tecnologías de la información y comunicación lejos de fomentar la pluralidad de mensajes, la ha recortado. Se procede a un proceso de concentración de medios y a la creación de auténticos emporios o conglomerados mediáticos12 como News Corporation Murdoch, dirigida por el magnate australiano Murdoch; los estadounidenses AOL- Time Warner, Disney, y Viacom; el alemán Bertelsman o el inglés Vivendi Universal. Estos soberanos de la prensa o televisión no son especialistas del mundo periodístico o de la comunicación, sino hombres de negocios con escasa voluntad de servicio al público. Si a ello unimos la consecuente reducción de medios escritos “independientes”, obtendremos en los mensajes e informaciones graves distorsiones de la realidad. Es importante señalar, siguiendo a la periodista argentina Fiol, que los efectos de la globalización afectan a las audiencias, alcanzando una “dimensión de clase”: Las clases medias y altas acceden a los nuevos medios (cable, antenas parabólicas y TV digital, Internet, telefonía celular) como consumidores y virtualmente como emisores. Las clases populares, los pobres urbanos y rurales, los que usan idiomas locales, quedan excluidos de la esfera pública de los medios de sus países y sólo ocasionalmente (tragedias, conflictos, revueltas) son representados como noticia, pero muy raramente como emisores en su propia voz.13 9 Ibid. 10 TAIBO, Carlos: Cien preguntas sobre el nuevo desorden en Punto de Lectura; Madrid, 2002. Págs. 280-281. 11 BAUMAN, Zygmunt: La globalización. Consecuencias humanas en Fondo de Cultura Económica; Buenos Aires, 1999. P. 28 12 Los conglomerados mediáticos siguen políticas de convergencia tecnológica en las que se suman los sectores de tecnologías de la información a las telecomunicaciones y a las industrias culturales. 13 FIOL, Ana: Propiedad y acceso a los medios de comunicación del mundo en Revista Latinoamericana de Comunicación Chasqui, nº 74, Quito, Junio 2001; también disponible en: 6 2. APROXIMACIÓN A LA OPINIÓN PÚBLICA No es tarea sencilla definir la Opinión Pública, cuyo debate y estudio ha sido una constante desde la aparición del término (¿debemos de decir toma de consciencia del fenómeno?), ligado hoy a la democracia y la libertad de expresión. Se trata, en cualquier caso, de un concepto pluridisciplinar, abarcable desde diferentes perspectivas14: - Psicológica, donde la opinión pública se constituye como la suma de opiniones y actitudes individuales. - Cultural, desde la cual la opinión público se alza como una serie de pensamientos, comportamientos y costumbres colectivas. - Racional, relacionada con la tradición liberal, donde el público (ilustrado y racional) debate los asuntos de la esfera pública para alcanzar el consenso. - Publicística, con la que se liga el concepto de opinión pública al hecho de publicar los asuntos públicos en un soporte (medio de comunicación de masas o no) por el que comunican élites y ciudadanos. Relacionada con ella estaría la perspectiva mediática que apunta a los medios como autores de la agenda y temas de debate de ciudadanos y políticos, limitando la acción pensante de estos primeros. - Elitista, que diferencia entre la opinión racional e ilustrada de las minorías y la superficial y manipulada de las masas. - Institucional, en la que el centro recae sobre el funcionamiento democrático. Sin entrar en debate, podemos apuntar hacia dos enfoques diferentes: el primero considera a la opinión pública como algo estático, como un compuesto de creencias y puntos de vista, un corte transversal de las opiniones de un público, las cuales, por otra parte, no necesariamente concuerdan entre sí en forma completa. El otro enfoque toma en cuenta el proceso de formación de la opinión pública; su interés se concentra en el crecimiento interactivo de la opinión, entre los miembros de un público15. En cualquier caso, el auténtico reto está en conjugar ambos aspectos; tanto los individuales como los colectivos del fenómeno. En este sentido, la opinión pública se estudia en relación con condicionantes tales como los medios de comunicación y la política; las instituciones, los grupos, los líderes de opinión y las élites. Aspectos todos ellos que serán puestos en evidencia posteriormente como claves de la construcción de la opinión pública de la comunidad musulmana en España. http://chasqui.comunica.org/fiol74.htm 14 LÓPEZ GARCÍA, Guillermo: Comunicación Electoral y Formación de la Opinión Pública: las Elecciones Generales de 2000 en la Prensa Española. Tesis doctoral leída la Universitat de València en junio de 2002. Disponible en http://www.uv.es/guilopez/documentos/indicetesis.htm. 15 YOUNG, K. y otros. La opinión pública y la propaganda; Paidós, México, 1999. Recogido en http://www.nombrefalso.com.ar/index.php?pag=78 y consultado el 20 de junio de 2009. 7 La opinión pública, como ya lo señalara Noëlle– Neumann16, se puede articular tanto como racionalidad que contribuye a la formación de la opinión y toma de decisiones democráticas; o como control social, en el ámbito irracional, que promueve la integración social, garantizando un nivel suficiente de consenso sobre el que basar acciones y decisiones. En este segundo caso interesa particularmente destacar la estructura cultural del colectivo que nos ocupa, particularmente sus elementos irracionales, de los que forman parte las creencias, religión e ideología, pero también las normas sociales de conducta. Precisamente porque es el contexto exterior, el grupo, el que determina el comportamiento mediante las normas sociales, hay quienes han preferido utilizar el concepto de clima de opinión al de opinión pública: Es un conjunto de puntos de vista, de actitudes afectivas o juicios de valor y líneas de conducta que, en un momento determinado, los miembros de una sociedad deben manifestar públicamente de algún modo, para no diferenciarse de la masa, pero que pueden manifestarse, en parte, sin que el individuo se aísle. […] Hay puntos de vista dominantes, actitudes o gustos dominantes, hábitos respecto de líneas de conductas fijas o aprobadas que, en conjunto, forman el clima de opinión17. El clima de opinión presenta, así pues, una función fundamental de integrar (impedir el aislamiento), estabilizar y conferir legitimación. Y es en este marco donde surge la espiral del silencio18 como mecanismo psicosocial por el que los miembros de un grupo no hacen públicas sus opiniones para evitar el aislamiento, adhiriéndose a la opinión [que consideran] mayoritaria. Además de la conceptualización y definición de la opinión pública, está el problema de su medición. Son las encuestas las principales herramientas para medir la opinión pública, pero la distorsión y manipulación de las mismas hacen ya no solo dudar de la representación de la muestra cuyos resultados se quieren generalizar, sino también de las propias preguntas y de las conclusiones extraídas de las respuestas, que llevaría a estudiosos reputados19 a afirmar que, bajo ese prisma reduccionista, «la opinión pública no existe» ya que ésta aparece como opiniones constituidas, movilizadas, de grupos de presión movilizados entorno a un sistema de intereses explícitamente formulados, no como respuesta a formulaciones cuyo interés puede escapar al propio encuestado. 16 NOËLLE– NEUMANN, Elisabeth: La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social; Barcelona, Paidós, 1995. P. 280. 17 NOËLLE– NEUMANN, Elisabeth: L’influence des Mass Media en Études de Radio-télévision, 26, 1980 ; citada en VALBUENA DE LA FUENTE, Felicísimo : Teoría General de la Información. Ed. Noesis, Madrid, 1997. P. 533. 18 NOËLLE– NEUMANN, E: La espiral del silencio… op.cit. 19 BOURDIEU, Pierre: L’opinion publique n’existe pas; conferencia impartida en Noroit (Arras) en enero de 1972 y recogida en Questions de sociologie, Les Éditions de Minuit, París, 1984, Págs. 222-235. 8 En este sentido y como cierre de capítulo, conviene mencionar el caso de dos estudios sobre la comunidad musulmana de España publicados con un mes de diferencia: el primero de ellos, destinado al Ministerio de Interior20, constituía una encuesta de opinión en la que la inmensa mayoría (74%) de los encuestados declaraban sentirse a gusto o muy a gusto en España, país donde consideran (70%) que se respetan las creencias religiosas y donde se encuentran (80%) bastante o totalmente integrados. El segundo, realizado por el Observatorio Europeo sobre el Racismo y la Xenofobia 21, y publicado apenas un mes antes que el precedente, se centraba en la islamofobia y marginación en materia de empleo, educación y vivienda, revelando que los musulmanes estaban expuestos a prejuicios y manifestaciones de odio de todo tipo: desde amenazas verbales a ataques físicos a sus personas y sus propiedades. 3. DEFINICIÓN DE LA COMUNIDAD MUSULMANA DE ESPAÑA La comunidad musulmana de España está compuesta por un conjunto de individuos de origen e ideología diversa pero que comparten una creencia religiosa común: el Islam. En este apartado trataremos esta minoría nacional como grupo social con rasgos delimitadores y una opinión pública particular. En este sentido, interesa señalar que los miembros de una comunidad que se sienten partes integrantes de la misma, cuando no tienen una opinión personal definida, toman la que consideran que domina en el resto del grupo. Pero cada individuo tiene una posición inicial (lo veremos en las formas de pertenencia a la comunidad) y personal que le diferencia del resto. En breve, la opinión pública no es la suma de las opiniones privadas, porque su soporte es el grupo y no el individuo22, de modo que privilegiaremos en el análisis el sentimiento, posicionamiento y referentes de la comunidad de marroquíes residentes en España, con datos susceptibles a ser generalizados a la población musulmana española. 3.1. Presencia de los musulmanes en España 3.1.1. Flujos migratorios El nacimiento de España ha estado acompañado de la presencia de árabes y/o musulmanes. Los casi ocho siglos (711-1492) en que los árabes vivieron en la península Ibérica marcaron sin duda la identidad española, dejando su impronta en el paisaje urbanístico y arquitectónico, pero también en la lengua, la literatura y las ciencias. Y más allá, porque los conquistadores procedentes del Norte de África que abanderaban el Islam se mezclaron con la población autóctona creando una fusión sociocultural tal que merece la pena preguntarse si el dorado Al-Andalus podría haber 20 La comunidad musulmana en España. Estudio de opinión realizado por Metroscopia para el Ministerio de Interior, Madrid, noviembre de 2006. 21 Musulmanes en la Unión Europea: discriminación e islamofobia. Percepciones sobre discriminación e islamofobia. Voces de miembros de las comunidades musulmanas en la UE; Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia (EUMC), diciembre de 2006. 22 GONZÁLEZ SEARA: op. cit.. P. 26. 9 surgido en algún otro lugar que no fuera la península europea más occidental. A la expulsión de los últimos musulmanes sometidos, los moriscos, durante el reinado de Felipe III (en 1611), siguió un vacío legal de los musulmanes residentes en España. No existieron oficialmente fieles mahometanos en España hasta la promulgación de la Ley de Libertad Religiosa de 1967. Las únicas excepciones proceden del Protectorado Norte de Marruecos y Tarfaya, Ifni y el Sáhara español; las ciudades de Ceuta y Melilla situadas en el norte africano; las tropas de Regulares durante la Guerra Civil, la Guardia Mora de Franco, el cuerpo diplomático de países musulmanes y algunos estudiantes originarios de países de dicha confesión. En cualquier caso: personal transeúnte23. La primera ley de libertad religiosa encuentra su primera aplicación musulmana en las ciudades españolas africanas, donde nacen las primeras asociaciones islámicas en la década de los setenta. El asociacionismo continuaría su expansión en los años siguientes, especialmente en Andalucía, Madrid y Cataluña, hasta conseguir, en julio de 1989 el reconocimiento oficial del notorio arraigo del Islam en España. Durante esta época, los flujos migratorios eran más bien débiles. España era ante todo un país exportador de mano de obra. La crisis del petróleo, la recesión económica y el cierre de fronteras de los países europeos, como elementos externos; y la llegada de la democracia a España, de la mano de la apertura de mercados y despegue económico, comenzaría a cambiar esta situación. Se establecerían los primeros inmigrantes (económicos), procedentes de Marruecos, en las regiones más desarrolladas económicamente, como Cataluña y Madrid. Sin embargo, sería la Ley de Extranjería de 1985 la que apuntaría el auténtico giro en la dinámica y evolución de los flujos migratorios hacia España, pronunciada en los noventa hasta situar a España en el año 2000 en los primeros puestos de los países europeos receptores de inmigrantes. Siempre los marroquíes, por su proximidad geográfica e histórica, constituirían las comunidades de inmigrantes más numerosas. En este sentido, la comunidad marroquí presente en España pasaría de 53.049 individuos en 1992 a 199.782 en 2000. En la actualidad (2009) existen 729.672 nacionales marroquíes con tarjeta de residencia en vigor; con mucho, se trata de la comunidad de inmigrantes mayoritaria en el territorio español, representando aproximadamente el 16,2% del total de extranjeros. Atendiendo a la nacionalidad y según los últimos datos disponibles24, en España hay un total de 916.735 extranjeros establecidos regularmente y originarios de países musulmanes, entendidos estos últimos como aquellos en los que más del 90% de su población se declara de confesión islámica. A 23 MANTECÓN, Joaquín: El status legal del Islam en España; Derecho y Religión; Vol. I, 2006. P.167. 24 Extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor y Extranjeros con autorización de estancia por estudios en vigor a 31 de marzo de 2009: op. cit. 10 ellos se podrían añadir un alto porcentaje de los 35.760 extranjeros procedentes de países donde la religión mahometana es practicada por entre el 50 y el 80% de la población. Por supuesto, estas cifras se quedan cortas al obviar los flujos migratorios irregulares. Respecto a los musulmanes españoles (de nacionalidad) apenas representan, según fuentes no oficiales resultantes de cruzar datos procedentes de federaciones islámicas nacionales y de flujos migratorios (ver introducción del presente artículo), un 10 % del total de la comunidad islámica española. El índice de conversos al Islam en España se sitúa, dependiendo de las fuentes consultadas25, entre un 2 y un 5% del total, superior desde la década de los noventa en el caso de las mujeres que en el de los hombres y en gran parte derivada del aumento de los matrimonios mixtos. 3.1.2. Nociones demográficas y geográficas Una geografía de la población inmigrante de España podría establecerse a partir de un inventario de efectivos atendiendo a la nacionalidad por comunidad autónoma, provincia, ciudad e incluso barrio; que respondería al proceso de integración progresiva de dichos inmigrantes en la sociedad española. Como en otros países europeos, la localización de las comunidades de inmigrantes es la memoria de los flujos migratorios económicos y en las ciudades son al mismo tiempo reflejo de las discriminaciones sociolaborales y de las dinámicas reticulares solidarias En marzo de 2009, España contaba con más de 900.000 individuos con nacionalidad procedente de países islámicos. De ellos, 729.672 eran marroquíes; 50.109, argelinos; 41.267, pakistaníes; 35.571, senegaleses; 20.271 gambianos; y 14.609 malíes. Geográficamente, la población inmigrante de España se concentra en la orilla Este del Mediterráneo, Madrid y Canarias. Respecto a las nacionalidades de las comunidades musulmanas, la mayoría de los marroquíes residen en las comunidades autónomas de Cataluña (principalmente, Barcelona), Andalucía (Almería, Málaga y Granada), Madrid y Navarra. Los argelinos prefieren la Comunidad Valenciana, seguido de Cataluña y Aragón (sobre todo: Zaragoza). Los pakistaníes también eligen Cataluña y la Comunidad Valenciana como lugares de residencia, pero su tercera prioridad es La Rioja. Los senegaleses se concentran en Cataluña, Andalucía y Aragón; mientras que los gambianos lo hacen en Cataluña, Aragón, Comunidad Valenciana y Madrid; y los malíes, en Cataluña, Madrid y Aragón. Es, por tanto, en Cataluña donde se localizan la mayoría de los inmigrantes de origen musulmán. Las ciudades más pobladas de inmigrantes originarios 25 Artículos de divulgación y entrevistas publicados en medios de comunicación españoles, páginas Web dedicadas al Islam y otras de comunidades musulmanas, conferencias y estudios al respecto (ninguno de carácter científico), como el presentado por la Asociación de Mujeres Musulmanas de Barcelona. 11 de países arabes y/o islámicos son en gran parte herederas de los flujos migratorios de mano de obra: Barcelona y Madrid. Sin embargo, en otras ciudades la concentración de población de confesión musulmana responde fundamentalmente a criterios histórico-geográficos: es el caso de algunas capitales de provincia andaluzas y de Ceuta y Melilla. Estas minorías nacionales se encuentran generalmente en los barrios “étnicos” de las grandes ciudades26, no siendo apropiado hablar de “barrios musulmanes”. 3.1.3. Situación social. Diversidad socio-económica, étnica, cultural y religiosa Una de las características de España, como joven país receptor de inmigración, es su pluralismo cultural. La instalación definitiva de inmigrantes, cada vez más españoles por adquisición de la nacionalidad, conduce a la diversidad de orígenes etno-culturales. Este hecho, unido a las manifestaciones de racismo, ha contribuido en cierto modo a crear una conciencia étnico-religiosa que refuerza identidades culturales derivadas de la religión. La población musulmana de España árabe o de origen arabe y/o islámico presenta una gran diversidad socio-económica, étnica, cultural e ideológica. Así, dicha comunidad musulmana mantiene diferentes relaciones sociales e individuales en lo que concierne al sentimiento de pertenencia religiosa, cultural o moral. En este sentido, es la minoría marroquí la que presenta una mayor diversidad en relación a la religión islámica. De hecho, una parte importante de dicha minoría ha comenzado ya un proceso de individualización27 y secularización28. Podríamos establecer una relación entre este proceso y el importante porcentaje de población joven (15,2% de los extranjeros de origen musulmán tiene menos de 20 años29; no es posible determinar el porcentaje de jóvenes musulmanes españoles de padres inmigrantes); ya que dicho segmento poblacional está más expuesto a los valores occidentales, reflejados tanto en los establecimientos educativos, como en el grupo de amigos o en los medios; la asimilación de dichos valores justificaría tan sólo en parte su nivel de integración en la sociedad. 26 Los inmigrantes sufren, más que otras clases sociales y especialmente en época de crisis, los problemas derivados del paro, de la inseguridad laboral y el descenso salarial, lo que les impedía acceder a barrios más periféricos. La consolidación de estos barrios étnicos es paralela a su marginalización en el seno de la ciudad: en estos barrios las posibilidades de acceso al trabajo son muy limitadas, y si las hay son trabajos poco cualificados, irregulares e inestables (KESTELOOT, Christian; PELEMAN, Katleen et ROESEMS, Truus: Terres d’exil en Belgique en COENEN, Marie-Thérèse y LEWIN, Rosine (coord.): La Belgique et ses immigrés. Les politiques manquées; De Boeck Université, Bruxelles, 1997. P. 37). 27 No debemos olvidad que el Islam es una religión que se vive en comunidad, las relaciones personales en el seno de la misma son muy importantes y en ellas se mezclan tanto los valores propios a la religión mahometana como los procedentes de la tradición de cada país en el que el Islam se ha implantado. 28 MANÇO, U : Reconnaissance et discrimination. Présence de l’islam en Europe occidentale et en Amérique du Nord ; L’Harmattan, Paris, 2004. P. 89. 29 Datos calculados a partir del Avance del Padrón municipal a 1 de enero de 2009, del Instituto Nacional de Estadística, teniendo en cuenta la edad de la población extranjera procedente de países donde más del 90% de la población es musulmana. 12 Diversos estudios muestran que las personas que, por nacimiento o ascendente, son originarias de países musulmanes sufren una situación precaria o de exclusión social en la sociedad de acogida. La discriminación, la excepcionalidad de los casos de promoción profesional, la insalubridad y precariedad de los trabajos no cualificados que ocupan así como las altos índices de paro muestran la vulnerabilidad de esta población al mercado de trabajo. En este sentido conviene hacer una distinción entre la primera generación de inmigrantes, realmente expuesta a estas relidades, y la segunda y tercera generación si no nacida al menos escolarizada en España. En este último caso, la integración tanto social como económico-profesional es evidente. 3.2. La comunidad musulmana. Sentimiento de grupo Un grupo social se define ante todo por su finalidad, intención y orientación de sus actos, por un proyecto común entorno al cual todos los miembros están unidos. Este proyecto supone al mismo tiempo el “capital comunitario” y el “aprendizaje colectivo-comunitario de la socialización”. De este modo, la comunidad islámica –dividida étnica y socialmente– se reproduce como tal a partir de dicho capital comunitario que no es sino un proyecto de referencia común, frente a otros vínculos más débiles. La elaboración de un capital comunitario es decisiva para construir una identidad reconocible y propia. Al mismo tiempo, si el Islam quiere formar un horizonte de referencias vitales dotadas de sentido, debe reproducirse estructuralmente, de ahí la importancia de las instituciones religiosas que representan a la vez la experiencia religiosa y el acontecimiento religioso fundador30. En este sentido quizás conviene diferenciar, como lo hace ALLIEVI 31, entre la comunidad islámica en un sentido general, la Umma que engloba todas las variaciones locales posibles (representada por los musulmanes que residen en un territorio concreto) y la Umma global, formada idealmente por toda la comunidad de creyente (es decir a nivel global, no restringido a un único territorio). No debemos perder de vista el hecho de que la adhesión a la religión islámica se basa en una mínima definición de pertenencia, ya que se reduce a la pronunciación de la profesión de fe 32 o Shadada. En Europa, la integración en el Islam es vivida como una decisión personal y voluntaria, a pesar de que todo musulman, según la estructura patrilineal que caracteriza a esta religión (es decir: desde una perspectiva islámica), será considerado como tal si su padre lo es, ya que es el varón quien transfiere la religión a sus hijos al nacer. 3.2.1. 30 Creencias comunes: nociones generales sobre ALLIEVI, Stefano: Les convertis L’Harmattan; Paris, P. 280- 281. 31 Ibid. P. 279 y ss. 32 à l’Islam. Les nouveaux musulmans d’Europe; MARECHAL, B.: Appartenances et critiques en DASSETO, Felice; MARECHAL, Brigitte ; y NIELSEN, Jorgen : Convergences musulmanes. Aspects contemporains dans l’Europe élargie dans L’Harmattan ; Louvain-la-Neuve, 2001.P. 21. 13 el Islam La cultura musulmana y los valores islámicos universalmente reconocidos en el Coran interfieren, existe una gran diversidad bajo el paraguas del Islam pero los rasgos específicos de la cultura musulmana se han conservado a lo largo de la historia de esta religión y son identificables en todos los lugares donde viven musulmanes. De modo que es pertiente hablar de una identidad musulmana y de rasgos distintivos de la cultura musulmana en su conjunto, incluso si en la práctica las diferencias son enormes33. MANÇO, al analizar la comunidad de musulmanes de Europa explica en el mismo sentido que las diferencias entre estos inmigrantes islámicos en cuanto a origen étnico, cultural y lingüístico así como en su actitud frente a la religion mahometana, no impiden hallar un rasgo común que une a la gran mayoría de ellos34. Este último autor se refiere, en primer lugar, a la cualificación personal de los primo-migrantes y de su estatuto social, pero más adelante no se olvida de señalar la influencia de la confesión y cultura musulmana en la actitud de estos grupos o comunidades. Así pues, hay una gran complejidad en las actitudes y prácticas religiosas o/y sociales de los musulmanes frente a la tradición islámica y frente a los textos sobre los que se basa el Islam (Corán y Tradición profética); pero es la fe en la existencia de Dios y en su Unicidad es el fundamento de la religión musulmana (monoteismo), de cuya proclamación pública depende la consideración e integración dentro de la comunidad musulmana. Aunque es el Corán el que expresa los principios fundamentales de toda la vida moral de un musulmán, éste posee escasas prescripciones, que desarrolla la Sunna35 (ejemplo de vida deseado por Dios cuya imitación forma parte de la profesión de fe). Otra fuente de normas para la vida es la que describe las anécdotas o detalles concernientes a la vida de Mohamed transmitidas de generación en generación (oralmente, y más tarde, transcritas): el Hadîth. La Ley divina, es decir la voluntad de Dios conocida gracias al Corán y a la Sunna del profeta, es denominada Sharîa. El código de conducta islámico está fuertemente influenciado por la cultura árabe, razón por la cual recoge un número importante de valores preislámicos como la dignidad, nobleza, sentido del honor, hospitalidad, perseverancia, dominio de sí mismo, valor o lealtad. Exteriormente, la fe y práctica del musulmana se manifiestan en los denominados “cinco pilares del Islam”: profesión de fe, oración, caridad obligatoria (limosna de solidaridad), ayuno y peregrinación. Estos, unidos a las recomendaciones alimenticias y vestuarios, son los que hacen visible el Islam en Occidente, una religión sin embargo conocida, solo en parte, por la 33 34 PLATTI, Emilio: L’Islam parmi nous; Fidelité/Editions Racine, Bruxelles, 2000. P. 15 MANÇO, Ural (dir.): Reconnaissance et discrimination. Présence de l’Islam en Europe occidentale et en Amérique du Nord; L’Harmattan, París, 2004. P. 18. 35 Los musulmanes que anuncian su fidelidad al modo de vida o Sunna del Profeta son llamados sunitas. Ellos son más del ochenta y cinco por ciento de los musulmanes a nivel mundial (en oposición, entre otros, a los chiitas) y son los que encontramos principalmente en España, Francia, Bélgica u Holanda. 14 sociedad de acogida, que prefiere hacerse con los estereotipos imperantes y transmitidos por los medios de comunicación generalistas. Los elementos que acabamos de describir forman parte de un Islam atemporal, y son válidos para todo periodo histórico desde su origen hasta hoy. No obstante, cada época tiene sus características propias que integran las ideologías anteriores o hacen aparecer otras nuevas. De este modo, podemos ver que el Islam de hoy o Islam contemporáneo, del cual el Islam europeo36 es una de sus facetas, añade nuevos valores a los pre-existentes. 3.2.2. Formas de pertenencia a la comunidad o Umma En primer lugar, conviene destacar el hecho de que la tradición religiosa del Islam está frecuentemente fundida con la tradición cultural de cada país árabe o islamizado. Este fenómeno tiene su relevancia en el seno de la Comunidad musulmana europea, y es necesario no perderlo de vista al analizar los diferentes tipos de pertenencias o grados de integración en dicha comunidad. Bajo el telón de fondo de las pertenencias culturales, estarán también las familiares o tribales. Podremos hablar de pertenencias de tipo jurídicoreligioso, respondiendo a las grandes ramas del Islam (en particular, sunitas y chiitas), de tendencias políticas o incluso de asociaciones y organizaciones estructuradas de musulmanes. Estas formas de participación a diferentes niveles pueden influir en los distintos grados de integración del individuo en la Umma europea, aunque nosotros consideramos que dicha influencia está lejos de ser decisiva: serán más determinantes la ideología, forma de vida o tradición cultural o familiar de cada musulmán. En cuanto a práctica religiosa37 se refiere, podemos distinguir dos niveles: (1) el de los practicantes regulares, compuesto por todos los musulmanes que asisten habitualmente a la mezquita sin cuestionarse las orientaciones teológicas, afiliaciones o tendencias políticas de los responsables de la asociación que dirige la mezquita; y (2) el nivel de los practicantes ocasionales, constituido por creyentes que interrumpen por un tiempo sus practicas religiosas. Quizás debieramos también mencionar los musulmanes que practican su religión en privado, sin acudir a las mezquitas, testigos de las inteferencias entre política y religión. 36 Diversos autores defienden el “Islam europeo” como concepto que refiere una religión integrada en Europa, que no es cuestión de inmigrantes sino de nacionales, que si en su origen procedían de países árabes y/o islámicos hoy ya son ciudadanos europeos. Así establecen una diferenciación entre “Islam en Europa” (periodo de inmigrantes no naturalizados) e “Islam de Europa” (a partir del momento en que personas de confesión musulmana tienen la nacionalidad del país europeo que les acoge o en el que residen). En este sentido se habla de Comunidad de musulmanes o Umma europea, con valores nuevos y características diferentes a las de los musulmanes que viven en países islámicos. La comunidad musulmana de Bélgica, que es nuestro objeto de estudio, formaría parte de esta Umma europea. De modo que las características generales que vemos en esta sección son compartidas por toda la comunidad europea de musulmanes, y no exclusivas a los islámicos residentes en España. 37 REEBER, Michel: Petite sociologie de l’Islam; Editions Milan, France, 2005. Pp. 29-30. 15 Las prácticas de la vida religiosa islámica cubren la totalidad de la vida y espacio cuotidiano, de tal manera que el creyente musulmán puede integrar una parte o la totalidad. Considerando el Islam como una religión de observancias38, podemos establecer otra tipología de musulmanes atendiendo al grado de integración de dichas observancias: (1) en primer lugar, está la integración simple, que no cubre más de siete dominios normativos (ayuno en Ramadán, prohibición de bebidas alcohólicas y carne de cerdo, celebración de las fiestas anuales, rituales de nacimiento y sepultura). (2) En segundo lugar, encontramos la integración sostenida, que cubre los cinco pilares del Islam y las prescripciones de lo halâl y hâram39. (3) Finalmente, en el nivel superior encontramos la estricta observancia, dentro de la cual podemos distinguir entre los espirituales o musulmanes que buscan la perfección espiritual y que viven el Islam en su integridad, y los fundamentalistas radicales o musulmanes que muestran públicamente una integridad (inclusión de todos los aspectos de la religión en su vida personal y pública) que les pueda otorgar cierta autoridad dentro del grupo. Paralelamente a los diferentes grados de integración de los elementos normativos islámicos, existen diferentes niveles de acomodación. En situación de diáspora, los musulmanes que viven en Europa tienden a adaptarse lo mejor posible en una sociedad no-musulmana en la que aspiran a integrarse. En este contexto se dan diferentes niveles de pertenencias a la Umma susceptibles de ser aplicados especialmente en el caso de la comunidad musulmana de Europa: (1) la pertenencia “en negativo”, que se caracteriza por el rechazo proclamado de adhesión a la fe o la transgresión de las prohibiciones; (2) la pertenencia cultural, que consiste en un cierta indiferencia silenciosa, o más frecuentemente, en la afirmación del Islam como hecho cultural o de civilización, que puede estar acompañado de rituales, celebración de grandes fiestas religiosas o prácticas ambivalentes en relación con las prescripciones islámicas. Esta última forma de pertenencia está presente en las élites occidentalizadas y en la segunda generación de inmigrantes musulmanes en Europa40. También es posible reunir todas estas pertenencias en función de un doble criterio: étnico-cultural y religioso41. La primera categoría, mayoritaria, está formada por los “musulmanes sociológicos” que ven el Islam como un componente cultural e integran en diferentes grados el modo de vida social europeo. Estarían enmarcados los musulmanes agnósticos, indiferentes o respectuosos. La segunda categoría corresponde a los “musulmanes religiosos”, es decir, a aquellos que afirman claramente su adhesión al 38 39 Ibid. P. 70-71. Hâram hace referencia a lo prohibido según las sentencias o decisiones judiciales islámicas. Hâlal incluye todo lo permitido o lícito. Hay cinco grados o “estatutos” que califican cada acto humano segun la ley religiosa: lo obligatorio (wadjib), lo recomendado (mandub), lo lícito (dja`iz), lo reprensible (maruh) y lo prohibido (haram). Estos conceptos, empleados en las decisiones judiciales (hukum), describen el sentido de un juicio lógico aplicado a una cosa, de un estatuto susceptible de ser fijado para cualquier cosa o persona, y de una regla de la ley religiosa, gramatical o de otras ciencias. (Encyclopédie de l’Islam. Nouvelle édition; Paris G.P., Maisonneuve et Leyde E.J. Brill, Pays Bas, 1960. Tomo I. P. 265). 40 DASSETTO, Felice (ed.) : Facettes de l’Islam belge; Academia Bruylant, Louvain-la-Neuve, 2003. P. 21. 41 MARECHAL, B. : op. cit.. P. 24-25. 16 Islam. Aquí encontraremos múltiples formas y prácticas religiosas, en razón de sus creencias personales. Estarían incluidos en esta última categoría los convertidos, los musulmanes proselitos, militantes políticos, etc. 3.2.3. Refuerzo de la unidad del grupo. Símbología y ritos La identidad, es una negación del otro, en conformidad al principio de oposición que subentiende nuestras posiciones, que no existirá sin fronteras (ya sean morales, jurídicas o geográficas); en realidad, un problema de límite grográfico es un problema de identidad espiritual, y en último caso del principio vital42.Así, en el espacio islámico, la línea delimitadora (tanto mental como política) opondra el mundo interior de la paz, Dar el-Salam, al mundo exterior de los infieles, Dar el-Gharb. Al mismo tiempo, el territorio donde se desarrolla el Islam nos permitirá establecer límites dentro de la Umma global, entre otros los que delimitan el Islam europeo dotándolo de una identidad propia. Ya hemos mencionado el sentimiento de amenaza a su identidad que sufre la comunidad musulmana europea frente a la sociedad occidental. En este sentido, la práctica de ritos, entendidos éstos como elementos simbólicos, es uno de los mecanimos de protección de la identidad, ya que el símbolo separa y preserva del mundo exterior43. Al mismo tiempo, el símbolo tiene una importante función social ya que puede unir a los hombres entorno a imágenes poderosas y llenas de sentido. Los símbolos asocian y legitiman las tradiciones, asegrando la cohesión del grupo. Ellos constituyen los vectores más visibles de la tradición. Así, la práctica de una misma simbología une fuertemente a los miembros del grupo y los separa durante un tiempo del resto de la sociedad. La religión aporta un código cuando la cultura está en crisis, permite encontrar una identidad cuando no quedan rastros de las referencias culturales44. Roy considera que los musulmanes de Europa han perdido su identidad propia, de modo que han comenzado a crear una comunidad imaginaria creada a partir de un código vacío, puramente formal. Este código estaría compuesto por un conjunto de ritos, comportamientos y preceptos que no dejan lugar a la polisemia o a la ambigüedad de sentido. Entre los elementos simbólicos o/y rituales más visibles o importantes de la religión islámica, debemos destacar la Shahada o atestación de fe, la elección del nombre del niño recién nacido o convertido dentro de la comunidad musulmana, la circuncisión masculina45, el matrimonio y los 42 REGIS, Debray : Le Feu Sacré. Fonctions du religieux; Fayard, France, 2003. P. 167, P. 191. 43 DECHARNEUX, Baudouin y NEFONTAINE, Luc.: Le symbole; Que sais-je?, Vendôme (France), 1999. P. 118. 44 ROY, Olivier: Vers un Islam européen; Esprit, Paris, 1999. P. 61. 45 La circuncisión femenina supone una práctica mutiladora (escisión del clítoris y a veces también de los labios inferiores), practicada en ciertas regiones de África, y no sólo 17 funerales. Quizás podremos incluir también como parte de la simbología las prescripciones alimenticias, ya que en algunos casos exige un ritual específico (por ejemplo: la carne animal, que debe ser sacrificado ritualmente). 4. LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA COMUNIDAD MUSULMANA DE ESPAÑA Un análisis de los medios de comunicación de masas (prensa escrita, radio y de mayor importancia hoy en día: televisión e Internet) es de gran importancia para comprender las relaciones de los miembros de la comunidad musulmana europea (o española en particular) tanto con el mundo arabo-musulmán como con sus respectivos países de origen o con la sociedad occidental. Los medios de comunicación islámicos contribuyen al mismo tiempo a la creación y mantenimiento de dicha comunidad. Los medios de comunicación determinan en gran medida las percepciones e ideologías de sus públicos y forman opinión. Los mensajes que transmiten son intencionados: incluso aquellos medios que pretendan ser objetivos e imparciales no pueden evitar un grado de subjetividad. Las informaciones que por ellos circulan han sido realizadas por personas y están asimismo dirigidas hacia personas, de modo que el componente humano con todo lo que ello supone está omnipresente. En fin, la información presiona sobre las opiniones, pero a su vez es un reflejo de esas opiniones y de las situaciones de poder46. Los medios de comunicación podrán unificar la opinión de los miembros del grupo y fomentar la construcción de una fuerte comunidad musulmana a partir de la presentación de referentes e intereses comunes, ya que una de las funciones de los medios de información es su contribución al proceso de formación de opiniones, a la clarificación y consolidación de las ideas que el individuo posee y la aparición de otras nuevas, pero no debemos olvidar que si bien dichos medios favorecen la transformación de las estructuras sociales son al mismo tiempo reflejo de dichas estructuras47. Es evidente que para que la opinión pública tenga efectos políticos o sociales es necesario que sea expresada y, en este sentido, los medios pueden ser sus portavoces. 4.1. Medios de comunicación musulmanes realizados en España Una la aproximación hacia los medios de comunicación dirigidos por musulmanes cuyo público objetivo es la propia comunidad islámica residente en España -y desde los cuales se observa la capacidad de islámicas, así como en otros países como Egipto o Sudán. Evidentemente, la ablación femenina está ausente en el Corán y no debería existir ni como práctica religiosa ni como rito. El profeta Mohamed la habría prohibido expresamente, lo que la sitúa fuera del campo de valorización y simbolismo islámicos (CHEBEL, Malek : Dictionnaire des symboles musulmans. Rites, mystique et civilisation ; Albin Michel, Paris, 1995. P. 158). 46 GONZALEZ SEARA, L.: op. cit.. P. 44. 47 Ibid. P. 70 – 71. 18 organización y transmisión masiva de mensajes dentro de la comunidad islámica española-, contribuiría a determinar el grado de influencia de dichas informaciones en la construcción de la opinión pública de los musulmanes que viven en España. Los primeros inmigrantes de origen árabe y/o musulmán que llegan a España (primera generación) suelen caracterizarse por un nivel formativo reducido y un escaso dominio de las lenguas oficial y cooficiales españolas (español, gallego, vasco, catalán). Los antiguos estudiantes extranjeros, los refugiados políticos así como otros individuos que llegaron a España en una edad baja y en el marco de la política de “reagrupación familial” (segunda o tercera generación) están generalmente alfabetizados tanto en español como en las lenguas de las comunidades autónomas en que residen. Sin embargo, los jóvenes escolarizados (independientemente del lugar de nacimiento) conocen tanto las lenguas nacionales como el árabe dialectal (o bereber, o turco, etc.) a nivel oral. Este hecho justifica el número limitado de publicaciones escritas musulmanas dirigidas a musulmanes, así como el predominio de los medios audiovisuales. Prensa escrita El primer medio de comunicación de masas en aparecer, y el primero también del que se ha estudiado su poder de persuasión sobre el público, es el que reúne el conjunto de las publicaciones escritas. Si bien muchos autores han querido subrayar la pérdida de influencia sobre los consumidores de medios de información en beneficio de los medios audiovisuales, nosotros consideramos más bien que están destinados a otro público, más selectivo y cultivado. La prensa escrita está llamada a cubrir otro tipo de noticias que no responden a la demanda de velocidad o disponibilidad inmediata de información sino a la reflexión y al análisis de situaciones. En España se venden periódicos, semanarios y otras revistas en diferentes lenguas oficiales de países musulmanes (árabe, turco, francés, inglés, etc.). Estas publicaciones no suelen tener un suplemento o rúbrica que indique que están destinados a las comunidades de inmigrantes de confesión islámica, es más: no hay medios de comunicación escrita étnicos que expresen la sensibilidad propia a la comunidad originaria de países musulmanes, incluso si existen publicaciones periódicas escritas dirigidas específicamente a la población inmigrante En este sentido, merecen mención algunos mensuales dirigidos al colectivo de magrebíes – africanos, como Raíz Marruecos (Yudur), escrita en francés y disponible on-line; Racine África; Attawasul, creado por la Asociación Ibn-Batuta; o Arab fi Esbania, publicado en árabe clásico y francés, y distribuido en mezquitas, comercios o locutorios. También es necesario citar que existen más de 40 publicaciones impresas de diferente periodicidad, generalmente de carácter gratuito, y cuyo público objetivo es la comunidad inmigrada en España, como Pueblo Nuevo, Sí se puede o Toumaï48, todas ellas con versiones electrónicas. En España, la 48 Para más información consultar el Estudio de Medios para Inmigrantes que publica la Asociación para el Conocimiento de la Población Inmigrante (ACPI) con carácter anual; y el 19 demanda de medios de comunicación no corresponde directamente con los colectivos mayoritarios de inmigrantes, es decir: aunque los marroquíes constituyen el colectivo de mayor peso, son mayoritarios los medios de comunicación destinados a los latinoamericanos (seguidos de los chinos y los rumanos). Medios audiovisuales Los medios audiovisuales se podían considerar como • • • • Actores diferenciados que participan en la sociedad internacional en defensa de sus intereses particulares. Medios de comunicación social cuyos productos afectan y, con frecuencia, determinan la paz y la guerra, la libertad o la represión. Instrumentos de poder de Estados, Organizaciones y/o Individuos. Transnacionales que actúan de acuerdo con las reglas y fines de las transnacionales.49 Y lo cierto es que serán utilizados como tales por los países árabes e islámicos, pero no por la comunidad musulmana de Europa o de España en particular, quien aun consciente de la función persuasiva que cumplen y la amplia difusión de sus mensajes, no es capaz de formar a buenos especialistas de la comunicación de modo que los pocos medios audiovisuales producidos por dicha comunidad en Europa están generalmente en manos de musulmanes inexpertos de la información y comunicación. El espacio mediático audiovisual español destinado a inmigrantes presenta un panorama similar al escrito en el sentido en que son las comunidades de latinoamericanos quienes más presencia tienen en detrimento de las emisoras radiofónicas y programación televisiva destinada a los magrebíes, africanos… que constituirían el grueso de la población musulmana en España. Algunas cadenas televisivas españolas tienen espacios dedicados a poblaciones inmigrantes, tal es el caso de los programas Con otros acentos de La 2 y Telenoticias Sin Fronteras de TeleMadrid. Internet Es en la red donde más voz tienen los musulmanes en España, con portales y sitios Web islámicos de información como Webislam, fundada en el año 1997 por el Centro de Documentación y Publicaciones de la Junta Islámica de España; o Red Mundo Árabe. Las asociaciones y comunidades españolas de musulmanes, magrebíes, pakistaníes, etc. también cuentan con páginas Web propias en las que difunden información variada a la comunidad islámica asentada en España. A la luz de lo presentado anteriormente, no podemos afirmar que la Anuario de la comunicación del inmigrante en España, editado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. 49 SAHAGÚN, F.: op. cit.. P. 54. 20 construcción de la opinión pública de la comunidad musulmana de España esté determinada por los medios de comunicación musulmanes europeos (nacionales o locales), debido a su escasez y reducida difusión. Los musulmanes de España consumen principalmente los medios de comunicación nacionales (ni árabes ni musulmanes, sino occidentales) y aquellos que proceden directamente de sus países de origen. 4.2. Medios de comunicación de países islámicos difundidos en España Muchos hogares españoles disponen de antenas parabólicas, que permiten acceder a las emisiones procedentes de países árabes y/o islámicos Los medios de comunicación de masas del mundo árabe, susceptibles de ser captados vía satélite, se clasifican al igual que sus respectivos regímenes políticos en: (a) monarquías autoritarias: como en Arabia Saudita y Marruecos, (b) regímenes islamistas: Irán, Afganistán y Sudán, (c) regímenes nacionalistas: Egipto, y (d) regímenes socialistas panarabistas: Siria, Irak y Libia. En ellos se encuentra un predominio de la información política y los rasgos del autoritarismo, dominación y coerción de la política estatal en dichos medios de comunicación son patentes50. Si bien es cierto que tanto en España como en todo el territorio europeo los ciudadanos tienen acceso a las publicaciones escritas árabes o islámicas editadas en los países de origen, dichos medios escritos tienen una difusión relativa ya que el público al que se dirige posee en general un alto grado de alfabetización, a veces, incluso perteneciendo a una clase social media-alta, lo que no es el caso de la población inmigrante masiva de origen islámico. Sin embargo, los medios audiovisuales desempeñan una función destacada, en el sentido en que admiten una difusión y penetración superior. En este sentido, la fuerte expansión de la televisión se puede explicar a partir de factores lingüísticos, tecnológicos, culturales y comerciales 51. El aspecto lingüístico-cultural es evidente por el deseo de los primo-migrantes de mantener los vínculos con el país o lenguas de origen. El factor tecnológico se refiere a la implantación de antenas parabólicas en Europa que favorece tanto la recepción de emisiones de países árabes como el nacimiento de cadenas de televisión específicas con vocación internacional. Una posible manipulación o propaganda islamista desde las televisiones árabes difundidas en Europa debería ser directamente rechazada52 debido a la diversidad de fuentes y tipos de emisiones accesibles (como las deportivas o musicales). De hecho, las televisiones en los países árabes están generalmente bajo el control del Estado (aunque exista también el sector privado) y la propaganda islamista, siempre siguiendo a Allievi, es prácticamente inexistente ya que los movimientos islamistas se encuentran, 50 ABU WARDA, Najib : Los medios de comunicación árabes, estructura y características; en Revista de estudios de comunicación num.8; mayo de 2000. Disponible en http://www.ehu.es/zer/zer8/8najib6.html. 51 ALLIEVI, S : op. cit.. P. 135. 52 Ibídem. Págs. 138 -140. 21 en muchos países islámicos, en la oposición o en la clandestinidad. 4.3. Internet Internet es una red de carácter descentralizado, abierta y no jerarquizada, que ofrece perspectivas para una democracia sin intermediarios. Los mensajes que por ella circulan tienen escasos límites y ello podría provocar una desconexión entre la opinión política y la realidad en la que ésta se plasma53. Internet tiene una vocación universal, las divisiones nacionales pierden su sentido en beneficio de las ideologías transnacionales o internacionales, o incluso de los localismos o identidades minoritarias en el seno de la “globalización”. En esta gran red de información la lengua tiene una función destacada. La mayoría de las informaciones que vehiculan por Internet están en inglés de modo que la decodificación de dichos mensajes exige un mínimo conocimiento de la lengua, y para volver a nuestro caso particular, son principalmente los musulmanes occidentales o asiáticos los que podrán acceder54. De ahí, la generalización de Allievi quien afirma que el Islam en Internet no está en árabe, peor: no es culturalmente árabe; a pesar de ser explícitamente identificado como un nuevo territorio de la predicación islámica, de la Da`wa55. Incluso si al principio la presencia en Internet del Islam no concernía más que a una élite minoritaria, hoy podemos encontrar desde el Corán (escrito, traducido, comentado, recitado y cantado) y el hadith hasta boutiques on line que venden velos islámicos y otros hábitos propios de la tradición musulmana, pasando por las páginas oficiales de organizaciones y movimientos islámicos. En el marco europeo, hallamos diferentes portales y plataformas de información de interés para los internautas musulmanes. La comunidad musulmana de cada país europeo ha creado sitios Web y plataformas con diferentes grados de organización y estructuración. Hoy en día con Internet tenemos acceso a numerosos medios de comunicación que han decidido estar presentes en la gran red y ofrecen por esta vía sus emisiones. Es decir, los musulmanes de España pueden escuchar desde su ordenador personal las emisiones radiofónicas de sus respectivos países de origen, así como visionar ciertas cadenas televisivas. De modo que podemos intuir la progresiva influencia que está adquiriendo la gran red, pero estamos lejos de poder definir con precisión sus consecuencias inmediatas y su repercusión directa sobre la opinión pública de la comunidad musulmana que nos ocupa. 5. REFLEJO 53 54 Y CREACIÓN DE LA OPINIÓN PÚBLICA EN LOS ÓRGANOS DE PODER TAIBO, C.: op. cit.. P. 287 – 288. La población de los países árabes o/ y musulmanes –muchos de los cuales pertenecen al Tercer Mundo o al menos a la categoría de países en desarrollo –está mucho menos familiarizada con las nuevas tecnologías de la información, e incluso si el estudio de la lengua inglesa puede ser tenido en cuenta, la población que aquí nos interesa procede en su mayor parte del Maghreb de modo que se centran en el francés (segunda lengua oficial, debido al hecho de haber formado parte de las colonias francesas). 55 ALLIEVI, S : op. cit.. P. 141. 22 MUSULMANES DE ESPAÑA Los órganos de poder de un grupo social representan generalmente la opinión pública del conjunto de sus miembros, y defienden sus intereses. Pero al mismo tiempo en el seno de dichos órganos se crean corrientes de opinión y un posicionamiento que a la larga será seguido por el resto de la comunidad que en ellos se sienten representados. La función de los líderes sociopolíticos y mediáticos ha sido suficientemente resaltada en los estudios sobre la opinión pública, la manipulación y la propaganda. No consideramos necesario insistir en la capacidad de estas personas carismáticas, que son tomadas en muchos casos como ejemplo y cuyos discursos sociales, políticos, religiosos o de cualquier otro tipo serán los referentes del grupo, especialmente para aquellos miembros que estén desorientados y no hayan tomado un posicionamiento firme ante una determinada cuestión. En el caso de la comunidad de musulmanes de España encontraremos como núcleo principal que forma opinión (junto con la sociedad en su totalidad, los medios de comunicación que en ella existen y las instituciones académicas) las mezquitas o centros islámicos. También los discursos de los líderes religiosos islámicos. En España, la opinión de la comunidad musulmana se verá reflejada oficialmente en un órgano de poder: la Comisión Islámica de España (CIE), compuesta a su vez de dos asociaciones: la Federación de Entidades Religiosas Islámicas de España (FEERI) y la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE). Para comprender la capacidad de los musulmanes religiosamente activos (y residentes en Europa, o en España en nuestro caso) para dotarse de una autoridad, es necesario tratar dos cuestiones relacionadas con la autoridad musulmana en el Islam: (a) la inexistencia de una jerarquía de derecho en el Islam sunita ya que “todos los hombres son iguales ante Allah” y (b) la existencia de un poder de hecho, legitimado a partir de tres fuentes: el poder religioso se legitima por el saber y la tradición del conocimiento (sabios religiosos) que pueden ser el resultado del carisma o de una delegación por el poder de los soberanos o del Estado. En Europa, con la llegada de los flujos migratorios procedentes de países musulmanes, hubo tentativas infructuosas para transferir los poderes establecidos islámicos a partir, por ejemplo, de Embajadas o de la Liga del mundo musulmán. Las primeras décadas de la inmigración arabo-musulmana en Europa, a partir de la década de los sesenta y setenta, vieron desarrollarse una Umma en la que los practicantes musulmanes se orientaban, tanto desde el punto de vista de la fe como de las prácticas religiosas, según sus propios criterios o los de la familia en un sentido amplio, así como del grupo de amigos. En torno a la década de los ochenta y más en la década de los noventa la vida islámica comienza a estructurarse. Su proceso de regularización tiene lugar principalmente a partir de dos fuentes: el sermón de los imanes en las mezquitas y las fatwas emitidas por los doctores del Islam. Así, la normalización del Islam podrá producirse a partir del discurso de los líderes de la comunidad enmarcados tanto en los lugares de culto (mezquitas o centros islámicos) como en instituciones o organizaciones representativas de los musulmanes (ante el poder público o como autoridad moral ante la comunidad islámica del país) o bien independientemente, 23 como ciudadanos musulmanes carismáticos o de reputación demostrada, procedentes mayormente del mundo universitario o bien con funciones públicas, sociales o políticas importantes. 5.1. Mezquitas Desde su llegada al país de acogida, los inmigrantes musulmanes comienzan a establecer lugares de culto, siendo al principio las propias casas de los inmigrantes y más adelante locales en los que se reunían los creyentes para orar. Hoy existen mezquitas instituidas como organizaciones locales de gran capacidad administrativa, si no total, en las que sus responsables, elegidos generalmente por consenso de los miembros, son casi exclusivamente masculinos y pertenecen a la primera generación de inmigrantes. No obstante, en nuestro país sólo existen mezquitas en uso dignas de ese nombre56 en Madrid, Valencia, Córdoba, Granada, Ceuta, Melilla, Fuengirola, Marbella y Málaga. En otras ciudades españolas las mezquitas constituyen más bien oratorios menores instalados precariamente en locales, garajes o incluso en pisos particulares; por lo que es muy difícil determinar el número de centros religiosos mahometanos existentes en España. Cuando la mezquita comienza a adquirir importancia aumenta sus actividades: clases de religión y lengua árabe, informaciones o consejos profesionales, creación de bibliotecas, etc. Si la mezquita, por su extensión, está dotada de salas de conferencias o incluso colegios, y propone numerosas actividades, puede adquirir la categoría de Centro Islámico. En España existen 13 grandes centros islámicos y los cálculos más modestos apuntan que las mezquitas presentes en territorio español son más de 40057. A ellas habría que sumar los oratorios que no se inscriben en el Registro de Confesiones Minoritarias del Ministerio de Justicia y realizan sus actividades furtivamente. Por su parte, el Observatorio Andalusí –entidad fundada por UCIDE para la observación del ciudadano musulmán- apuntaba en su informe de 2006 58 la existencia de 381 entidades de confesión islámica, 12 mezquitas, 332 oratorios y 11 cementerios. También indicaba que los 332 pequeños locales habilitados para el culto eran notablemente insuficientes para la demanda y necesidades crecientes de la comunidad musulmana; ante las cuales los responsables municipales declaran públicamente que no cederán ningún terreno o propiedad para el uso como mezquita para musulmanes. 5.2. Representación ante el Estado español: Comisión Islámica de España Tras el reconocimiento del notorio arraigo del Islam en 1989, las quince comunidades musulmanas existentes entonces hubieron de federarse para que el Acuerdo de cooperación fuese firmado por un único ente representativo. Nacería así el FEERI, aunque pocos meses después de su creación la Asociación Musulmana en España promovería la constitución de una nueva federación: UCIDE. La Administración mantuvo durante un periodo conversaciones paralelas con ambas instituciones. 56 MANTECÓN, Joaquín: El status legal del Islam en España; en Derecho y Religión, Vol I, 2006. 57 Ver: Musulmanes en España. Guía de referencia; Ed. Casa Árabe, Madrid, 2009. 58 http://observatorioandalusi.blogspot.com/2007/06/observatorio-andalus-informe-anual2006.html 24 A finales de enero de 1992 la Comisión Asesora de Libertad Religiosa emitió un dictamen favorable a la propuesta del Acuerdo, pero dado que era condición sine qua non su firma por un único interlocutor, ambas federaciones se unieron el 18 de febrero de 1992 para constituir la Comunidad Islámica de España. El Acuerdo sería aprobado mediante la Ley 26/1992. Las funciones principales de la CIE vienen definidas en el artículo 1 de sus Estatutos: la negociación, firma y seguimiento del Acuerdo de cooperación con el Estado; aunque también se propone impulsar y facilitar la práctica del Islam en España, de acuerdo con los preceptos del Corán y de la Sunna59. 5.3. Asociacionismo musulmán La organización de una comunidad étnica solo es posible si existe un sentimiento de pertenencia al grupo, una toma de conciencia tanto a nivel individual como colectivo de unos intereses comunes. Esta dimensión organizacional se compone de instituciones formales, de diferentes niveles, que incluyen lugares de culto, escuelas y colegios, medios de comunicación de masas, partidos políticos y sindicatos, así como asociaciones de diversa índole (deportivas, sociales, culturales, políticas, femeninas, de juventud, etc.). No obstante la comunidad étnica funciona principalmente a nivel local (barrio, ciudad, provincia o, como mucho, comunidad autónoma) y las organizaciones que realmente operan a nivel nacional o transnacional (independientemente de sus estatutos fundacionales), aunque existen excepciones (véase el caso de ATIME) son más bien raras. Entorno a las mezquitas y desde la década de los setenta 60 podemos apreciar un aumento de las entidades asociativas u organizacionales que se dicen musulmanas. Estas asociaciones tocan diversos dominios y grupos sociodemográficos. Bajo una perspectiva religiosa, los grupos musulmanes de países europeos se basan en dos modelos de estructuras de organización de culto: (1) el reconocido a nivel nacional, donde las autoridades religiosas pueden ser remuneradas y el culto subvencionado, y (2) la asociación religiosa local o regional61. En la actualidad existen al menos 425 agrupaciones islámicas en España62, constituidas como asociaciones, centros culturales, centros islámicos, centros religiosos islámicos, comunidades islámicas, comunidades musulmanas, consejos religiosos, mezquitas y oratorios. A ellas se suman otras asociaciones de carácter no religioso, sino 59 MANTECÓN, J: op. cit. P.173. 60 La primera asociación islámica inscrita en el Registro de Entidades Religiosas de la Dirección General de Asuntos Religiosos (Ministerio de Justicia) fue la Asociación Musulmana de Melilla, en 1968. Las siguientes se inscribirían en 1971 y en adelante. 61 REEBER: op. cit. P. 126. 62 Datos obtenidos del Registro de Confesiones Minoritarias y de la Junta Islámica, recopilados por Sánchez Nogales, José Luis en El Islam en la España actual; Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 2008. 25 sociocultural y asistencial, e incluso ONG creadas por y para inmigrantes, donde la religión es un aspecto menor frente a la integración social y política. Por otra parte, los propios grupos de inmigrantes se suelen asociar informalmente creando redes solidarias que traspasan fronteras y mantienen los lazos con los países de origen. Estas dinámicas reticulares contribuyen a la integración del recién llegado (a veces incluyo apoyan el viaje hacia el país de acogida), al sentirse arropado en un país desconocido y del que en ocasiones no se conoce ni la lengua oficial. 5.4. Líderes de grupo La aparición y ascenso de un líder étnico puede explicarse por (a) sus rasgos o características personales: ambiciosos, responsables y deseosos de movilidad social, y (b) por su integración o éxito económicos y profesionales dentro de la sociedad mayoritaria: al mejor aceptados por el grupo mayoritario adquieren un estatuto superior, de modo que están llamados a guiar al grupo minoritario del que aspiran salir. Hay autores que han sabido encontrar una relación entre el lugar ocupado por el líder en su país de origen y el que ocupa en el país de acogida, tanto dentro de la comunidad étnica como en la sociedad en general63. Los líderes son considerados como legítimos y representativos de su comunidad cuando han sido elegidos por una amplia base electoral, si no han tenido lugar elecciones entonces los líderes étnicos será aquel que esté en armonía cultural, ideológica y socialmente con la gente a la que conducen64. 5.4.1. Líderes tradicionales. Imán, ulema, doctor Imanes El principal oficio del imán es el de dirigir la oración y asegurar el sermón durante las oraciones del viernes, pero también son los responsables de contratar y supervisar al personal religioso. En Europa, el problema de dichas funciones deriva de la falta de formación disponible en territorio europeo para los imanes. Así, los miembros de las diferentes mezquitas tienen tres opciones65: (1) la primera es la decisión de la mezquita de proclamarse autónoma de tal modo que sus miembros designarán a alguien con cierta notoriedad local o a uno de los ancianos de la comunidad, o incluso –si la mezquita dispone de los medios financieros suficientes – harán venir a una persona procedente de un país musulmán, generalmente árabe. (b)La segunda opción es la de recurrir a las autoridades políticas o religiosas del país de origen, y (3) en tercer lugar, los miembros de la mezquita pueden apelar a las grandes organizaciones islámicas internacionales66. Hoy en día, la mayoría de los imanes europeos proceden de países musulmanes67. 63 MARTINIELLO, Marco: Leadership et pouvoir dans les communautés d’origine immigrée; L’Harmattan, Paris, 1992. P. 58 – 59. 64 Ibid. P. 61. 65 66 MARECHAL, B.: op. cit. P. 32 – 35. La Liga Islámica Mundial, en este sentido, ha fundado en 1882 el Consejo Superior de las Mezquitas en Europa con el objetivo de financiar la construcción o restauración de las mezquitas europeas, estimular sus actividades y formar a los predicadores. 67 MARECHAL, B : op. cit P.. 33. 26 Como hemos dicho, los imanes se ocupan de la predicación, llamada khutba, siguiendo el ritual prescrito68. Hasta el año 1975, la temática desarrollada por los imanes en su oratoria se centraba principalmente en la fe musulmana, la iniciación a la vida islámica y la actualidad del mundo arabo-musulmán; siendo importante evitar los temas susceptibles de dividir a los fieles. Una censura efectuada en las mezquitas por todo tipo de vigilancia disuadía a los imanes pertenecientes al movimiento islamista de exponer predicaciones políticas. Esta tendencia ha cambiado a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y el surgimiento de grupos pertenecientes a Al-Qâeda y de la corriente salafista, existiendo hoy una cohabitación entre los discursos “espiritualizantes” y “radicalizantes”. En este último tipo de sermón, los sujetos – presentados en pares opuestos – predominantes son “el amigo y el enemigo”, “lo permitido o lícito y lo prohibido” y “el aquí y el más allá”69. Ulemas y doctores del Islam Los teólogos juristas del Islam son llamados ulemas, doctores o sabios. Su función consiste en establecer opiniones jurídicas de naturaleza consultiva denominadas fatwas y que responden a las cuestiones sobre el “vivir” y “creer” islámico. Algunos de estos teólogos que enseñan en Siria y en Egipto expiden fatwas sobre las observancias islámicas en contexto de diáspora (como es el caso de la inmigración en Europa) que son traducidas a diversas lenguas y circulan por Internet70. Ya hemos tenido la ocasión de tratar la importancia de los medios de comunicación de masas en la expansión de las ideologías islámicas, sobre todo aquellos procedentes de los países árabes cuyos mensajes son reproducidos y tomados en cuenta por los miembros de la comunidad musulmana europea. 5.4.1. Nuevos líderes para la comunidad musulmana Hoy, y fuera de las jerarquías ortodoxas, surgen nuevos líderes de la comunidad islámica cuya característica fundamental es su carisma personal. Estos líderes son principalmente intermediarios que, siendo un referente para los jóvenes ante diversas cuestiones relacionadas con su integración dentro de la sociedad global o sobre la conciliación entre ciudadanía y culto, refuerzan el proceso de re-islamización. Sus discursos son pragmáticos, exhortativos, intelectuales y de racionalismo71. Si en los países europeos la figura central del Islam como líder religioso parece ser el imán, en España también es recurrente la demanda del 68 El ritual de la predicación comienza con un himno de alabanza a Dios, al que sigue la recitación de un verso coránico elegido por el propio imán, quien a continuación desarrollará su tema. La oratoria tiene dos partes, separadas por un silencio y que terminan una doxología. Si bien la introducción y la conclusión deben ser pronunciadas en lengua árabe clásica (arabe literario o coránico), el cuerpo de la predicación puede efectuarse tanto en árabe clásico como en dialectal (o turco). A veces los estudiantes, en las mezquitas europeas, aseguran una traducción casi simultánea. Como REEBER (op. cit.. P. 66) explicaba : el recurso a las lenguas europeas se extiende cada vez más. 69 REEBER: op. cit. P. 66 – 67. 70 Ibid. P. 67 – 68. 71 MARECHAL, B.: op. cit. P. 36. 27 profesor de religión musulmana72. Según Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo (BOE de 4 de mayo de 2006), la enseñanza religiosa del Islam en el sistema educativo se realizará según lo acordado en el acuerdo de cooperación: se garantiza a los alumnos musulmanes, a sus padres y a los órganos escolares de gobierno que lo soliciten, el ejercicio del derecho de los primeros a recibir enseñanza religiosa islámica en los centros docentes públicos. El Estado tan sólo se comprometía a aceptar a los profesores designados por las comunidades integradas en la CIE y a ceder los locales precisos para impartir las clases73. En el mismo sentido, en marzo de 1996 los ministros de Justicia y Educación y los representantes de la CIE firmaron un Convenio sobre la designación y régimen económico de los profesores de enseñanza religiosa islámica, aunque su aplicación tardó en llevarse a cabo por el desentendimiento entre los miembros de la CIE para designar por unanimidad una lista de profesores. 6. CONCLUSIONES Las claves para responder a nuestra pregunta inicial sobre la formación de la opinión pública en la comunidad musulmana de España han sido esbozadas a lo largo del presente trabajo: La minoría social musulmana en España es consciente de su heterogeneidad y de la necesidad de constituirse como un grupo fuerte para defender sus intereses, de modo que más allá de sus diferencias étnicas, políticas o incluso culturales ha sabido crear una unidad en torno a elementos puramente formales (simbología, ritos, prescripciones), de índole religiosa. El Islam y la tradición coránica han sido abrazados por la comunidad originaria de países islámicos, priorizando la defensa de la identidad (más que religión) musulmana frente a las amenazas exteriores procedentes de la sociedad occidental, lo que ha justificado la creación y cohesión de la umma. Sin embargo, los miembros de esta comunidad, especialmente los miembros más jóvenes e integrados en la sociedad de acogida, viven una doble pertenencia o identidad, que repercute en su posicionamiento dentro de la misma, en sus demandas y en sus percepciones respecto del exterior. No se movilizan sobre los mismos hechos que sus padres y tampoco comparten una misma participación religiosa ni relación con su país de origen y de residencia. - La opinión pública de la comunidad musulmana de España tiene como base el respeto de unos principios comunes a todo el Islam. A partir de este momento diferentes corrientes de opinión se localizan en los centros religiosos (mezquitas), y asociaciones, donde la religión mahometana actúa como aglomerante aunque los objetivos perseguidos varían en unos casos (proselitismo) y otros (asistencia, apoyo jurídico, integración y promoción religiosa en una sociedad que no comparte sus creencias y valores, etc.) - - Los líderes islámicos tradicionales (imanes, doctores, ulemas) ofrecen 72 EL BATTIUI y KANMAZ: op. cit. P. 12. 73 MANTECÓN, J.: op. cit. P.188 y ss. 28 un referente común para toda la comunidad y evitan los temas controvertidos que puedan separar al conjunto de musulmanes. Surgen nuevos líderes sociales de los medios universitarios e incluso políticos cuyos discursos intentan integrar los valores occidentales siempre reivindicando el origen y la identidad islámica. Los medios de comunicación de masas locales o nacionales dentro de la comunidad musulmana de España tienen una influencia relativa en la construcción de la opinión pública fundamentada en la religión, derivada de su escasa difusión entre el colectivo, que no se ve identificado en las secciones nacionales y sociales y donde los apartados de internacional también se alejan de sus intereses prioritarios. Los medios de comunicación árabes difundidos en Europa tienen más éxito en el seno de la comunidad, pero parecen atraer fundamentalmente a la primera generación de inmigrantes. Aun así, contribuyen al mantenimiento de la unidad en la comunidad musulmana. Internet se revela como una fuente inagotable de información (y manipulación), donde los mensajes circulan libremente y llegan a todos los navegantes. - La opinión pública del conjunto de musulmanes de España está reflejada a nivel político-consultivo (frente al estado español) en la Comisión Islámica de España, y a nivel moral (frente a la propia comunidad islámica) en los centros islámicos y mezquitas mayores. A un nivel inferior, encontramos otros modos de jerarquía ya sea en el seno de asociaciones o de oratorios. - 7. BREVE BIBLIOGRAFÍA Principales obras bibliográficas consultadas • • • • • • • • • ALLIENI, Stefano : Les convertis à l’Islam. Les nouveaux musulmans d’Europe ; L’Harmattan, Paris, 1998. ALLIEVI, Stefano ; BASTENIER, Albert ; BATTEGAY, Alain et BOUBEKER, Ahmed : Médias et minorités ethniques. Le cas de la guerre du Golfe ; Sybidi Papers n°13, Academia, Louvain-la-Neuve, 1992. CHEBEL, Malek : Dictionnaire des symboles musulmans. Rites, mystique et civilisation ; Albin Michel, Paris, 1995. DASSETTO, Felice ; MARECHAL, Brigitte ; et NIELSEN, Jorgen (eds.) : Convergences musulmanes. Aspects contemporains de l’Islam ans l’Europe élargie ; L’Harmattan, Louvain-la-Neuve, 2001. GATUGU, J. ; AMORANITIS, S. ; MANCO, A. : La vie associative de migrants : quelles (re)connaissances ? ; L’Harmattan, Paris, 2004. GONZÁLEZ SEARA, Luis: Opinión pública y comunicación de masas; Ariel, Barcelona, 1968. MANCO, Ural : Reconnaissance et discrimination. Présence de l’Islam en Europe occidentale et en Amérique du Nord ; L’Harmattan, Paris, 2004. MARTINIELLO, Marco : Leadership et pouvoir dans les communautés d’origine immigrée; L’Harmattan, Paris, 1992. PLATTI, Emilio : L’Islam parmi nous ; Editions Fidélité/ Racine, Bruxelles, 2000. 29 • • • • • • REEBER, Michel : Petite sociologie de l’Islam ; Editions Milan, France, 2005. ROY, Olivier : Vers un Islam européen ; Esprit, Paris, 1999. SAHAGÚN, Felipe: De Gutenberg a Internet. La Sociedad Internacional de la Información; Estudios Internacionales de la Complutense; Madrid, 1998. SÁNCHEZ NOGALES, José Luis: El islam en la España actual; Ed. Biblioteca de Estudios Cristianos, Madrid, 2008. TAIBO, Carlos: Cien preguntas sobre el nuevo desorden. Una mirada lúcida sobre la globalización y sus consecuencias; Punto de lectura, Madrid, 2001. VALBUENA DE LA FUENTE, Felicísimo: Teoría General de la Información. Ed. Noesis, Madrid, 1997.