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Factótum 8, 2011, pp. 1-7 ISSN 1989-9092 http://www.revistafactotum.com Charles Sanders Peirce como lógico modal Guillermo Badía Hernández Universidad de La Habana (Cuba) E-mail: imh@infomed.sld.cu Resumen: Este artículo recoge algunas ideas de Charles Sanders Peirce que son de interés para la lógica modal contemporánea, especialmente la idea de que los juicios condicionales y los categóricos son en realidad del mismo tipo, y por tanto ameritan la misma especie de cuantificación. Se dan los conceptos generales de posibilidad y necesidad que defendió Peirce en alguna etapa de su vida. Tratamos de dar una idea detallada del método que ideó Peirce para la cuantificación de los condicionales sobre posibles estados de cosas. Palabras clave: Charles Sanders Peirce, lógica modal, semántica de mundos posibles, proposición condicional, estado posible de cosas. Abstract: This paper offers a brief survey of some ideas of Charles Sanders Peirce that are of interest for contemporary modal logic, specially his claim that conditional and categorical propositions are of the same kind and that they require, therefore, the same kind of quantification. Some of the concepts of necessity and possibility which Peirce stood for are given. We study the method given by Peirce for quantification over possible states of things to analyze conditional propositions. Keywords: Charles Sanders Peirce, modal logic, possible worlds semantics, conditional proposition, possible state of things. 1. Introducción La lógica modal ha sido tradicionalmente la parte de la lógica que estudiaba los modos de verdad o falsedad de las proposiciones. Si φ es una proposición, estudiaba los operadores del tipo “es necesario que φ”, en símbolos “□φ”, y “es posible que φ”, en símbolos “◊φ”. Sin embargo, el nombre tiene hoy día un uso más flexible entre los especialistas, siendo empleado para denominar una amplia familia de lógicas con estructuras semánticas muy similares, e.g. lógica temporal, espacial, deóntica, doxástica, epistémica, etc. Desde esta perspectiva amplia, la lógica modal clásica se ocupa de las llamadas modalidades aléticas, que principalmente son las tres modalidades de necesidad, posibilidad y contingencia. En este trabajo abordaremos algunas de las ideas fundamentales del lógico y filósofo norteamericano Charles Sanders Peirce (18391914) sobre este tema, en particular sobre la lógica modal proposicional, cuyo lenguaje es una extensión del lenguaje proposicional clásico mediante los operadores monarios {□, ◊}. Siguiendo la costumbre, abreviamos The Collected Papers of Charles Sanders Peirce mediante CP y The Essential Peirce: Selected Philosophical Writings mediante EP. Citamos la fecha de una fuente entre corchetes [...] si queremos referirnos al año de edición original y entre paréntesis (...) si queremos referirnos a la edición más reciente manejada. 2. La lógica modal hasta Lewis Aristóteles fue el primero en advertir los diferentes modos en que puede ser verdad un enunciado. En su De Interpretatione, 12, señala en primer lugar la dualidad entre los conceptos de posibilidad y necesidad. Descubre que “no es posible que no φ” es equivalente a “es necesario que φ”, y que “no es necesario que no φ” es equivalente a “es posible que φ”. Este hecho es un fundamento básico de la lógica modal en su forma clásica. Por otra parte, postula principios como el esquema de axioma T (por Tarski) □φ → φ, i.e. si φ es necesario, entonces φ es verdadero, y CC: Creative Commons License, 2011 2 su conversa dual φ → ◊φ, i.e. si φ es verdadero, entonces φ es posible.1 También señala que de las posibilidades aisladas de dos hechos no se sigue la posibilidad de la conjunción de ambos. Por ejemplo, del hecho de que es posible para un estudiante obtener la máxima calificación y de que también le es posible no obtener la máxima calificación, no se infiere que le sea posible obtener ambas. Entre los estoicos y los peripatéticos (de los segundos resalta en particular el nombre de Teofrasto) también se obtuvieron algunos resultados y en cualquier caso se siguió considerando el estudio de las modalidades un fragmento importante de la lógica. De la escuela de los lógicos megáricos heredamos cuatro modos de comprender la implicación [Bochenski, 1951: 136], de los cuales son especialmente importantes los dos primeros: 1) El primero se debe a Filón de Megara, para quien “una (proposición) condicional es verdadera si y sólo si no tiene un antecedente verdadero y un consecuente falso”. Esta implicación será llamada “implicación material” por Bertrand Russell y es como se entiende el condicional φ → ψ en lógica clásica desde Gottlob Frege hasta nuestros días. 2) El segundo se debe a Diodoro Crono, para quien un condicional verdadero es aquél “que no es y nunca es capaz de tener un antecedente verdadero y un consecuente falso”. Peirce se inspirará en esta implicación para cuantificar sobre estados de cosas. 3) El tercero es el llamado punto de vista “conectivo”, según el cual una implicación es verdadera si y solo si la negación de su consecuente es incompatible con su antecedente. Esta implicación puede interpretarse como la “implicación estricta” de Lewis. 4) El cuarto es el llamado punto de vista “sugestivo”, según el cual una implicación es verdadera si y solo si su consecuente se incluye potencialmente en su antecedente. No obstante, durante los primeros tiempos del desarrollo de la lógica matemática moderna, la teoría de las modalidades no parecía una rama seria de investigación. Gottlob Frege había sugerido 1 Para una discusión general y actualizada del tema de la dualidad, cf. Chellas (1980: 39-40). Guillermo Badía Hernández que no existía diferencia alguna entre la proposición “es verdadero que φ” y “es necesario que φ”, atacando así la tabla de las categorías de Kant como un reducto metafísico que debía ser extirpado de la lógica. No es sino hasta que Clarence Irving Lewis intenta desarrollar en Lewis (1918) un sistema2 de la “implicación estricta”, en oposición a la “implicación material” del sistema de Principia Mathematica, que el estudio de la lógica modal comienza a hacer aparición en contextos formales. Lewis era un filósofo, por supuesto, y no un matemático. De hecho, se trata de una figura bastante notable dentro del pragmatismo (del que recordemos que Peirce es fundador) y uno de los primeros estudiosos de los papeles de Peirce en Harvard. Comoquiera, lo que Lewis pretende eliminar con la introducción de su “implicación estricta” son los efectos de un tipo de relación que él encuentra problemática en los sistemas clásicos. Por ejemplo, la oración condicional “Si la Luna está hecha de queso, entonces 2 + 2 = 4” es verdadera de acuerdo a la semántica tradicional de la implicación “si… entonces…” (implicación material), pues el antecedente es falso y el consecuente es verdadero. Pero esa no es, según Lewis, la forma en que entendemos la implicación en el lenguaje ordinario. Algunas “paradojas de implicación material” son: φ → (ψ → φ) Una proposición verdadera es implicada por cualquier proposición. ¬φ → (φ → ψ) Una proposición falsa implica cualquier proposición. Un ejemplo interesante es la siguiente versión de una deducción que aparece en Edgington (1991: 187) y originalmente viene de W. D. Hart., donde φ representa “Dios existe”, ψ representa “Yo rezo”, y χ representa la oración “Mis plegarias son contestadas”): 2 Un “sistema” puede ser definido como una teoría formal axiomatizada. Una teoría es cualquier conjunto Γ deductivamente cerrado de proposiciones, i.e. tal que si de Γ es deducible φ, entonces φ es un miembro de Γ (e.g. la Teoría de la Aritmética es el conjunto de proposiciones verdaderas sobre los números naturales). Una teoría T es una teoría formal axiomatizada si y solo si T cuenta con un lenguaje formal L, un conjunto decidible X de axiomas sobre L y un conjunto decidible R de reglas sobre L tal que podemos decidir si una determinada secuencia de fórmulas de L es o no es una prueba en T a partir de X y R. CC: Creative Commons License, 2011 Factótum 8, 2011, pp. 1-7 1. ¬φ → ¬(ψ → χ) Premisa 2. ¬ψ Premisa 3. (ψ → χ) → φ Contraponiendo (1) 4. ¬ψ → (ψ → χ) Teorema de la lógica proposicional 5. ψ → χ Modus Ponens en (2) y (4) 6. φ Modus Ponens en (3) y (5) Lo anterior es una demostración en la lógica proposicional de que “Dios existe”, partiendo de dos premisas bastante plausibles para cualquiera: (1) “Dios no existe solo si no es el caso que si yo rezo, entonces mis plegarias son contestadas” y (2) “Yo no rezo”.3 Ahora bien, lo que esperamos que diga un enunciado condicional, al menos en el plano intuitivo, es que en cierta forma existe una relación necesaria entre su antecedente y su consecuente, i.e. “es necesario que si φ entonces ψ”, a lo cual Lewis denomina “implicación estricta”,4 que en realidad no es sino la implicación tradicional modalizada. Por desgracia el trabajo de Lewis no consiguió su objetivo original pues en el contexto de la implicación estricta también surgen paradojas, similares a las del condicional material. Respecto a esto, resulta útil citar el siguiente pasaje: “En la implicación material las paradojas centrales que implican todas las otras son: una proposición falsa implica cualquier proposición; una proposición verdadera es implicada por cualquier otra; dos proposiciones falsas cualesquiera son equivalentes; dos proposiciones verdaderas cualesquiera son equivalentes. De modo correspondiente, las paradojas centrales de la implicación estricta son: una proposición contradictoria (inconsistente) implica cualquier proposición; una proposición analítica es implicada por cualquier otra proposición; dos proposiciones contradictorias cualesquiera son equivalentes; dos proposiciones analíticas cualesquiera son equivalentes.” [Lewis y Langford, 1932: 511] 3 En realidad lo que hemos presentado es un “esquema deductivo”, de ahí el empleo que hemos hecho de metavariables como “φ” y “ψ”. Este esquema es también una prueba de cualquier otro argumento cuya estructura lógica sea la misma. 4 La implicación estricta φ £ ψ es definida por Lewis (1918: 293) como ¬◊(φ ∧ ¬ψ), que equivale a □(φ → ψ). 3 No obstante, Lewis aportó una serie de sistemas imprescindibles en el estudio actual de la teoría de las modalidades, como los famosos S4 y S5 [Lewis y Langford, 1932]. 3. La lógica modal de Peirce El problema que Lewis intenta atacar había sido advertido con anterioridad por Peirce en su estudio de la cópula (el ergo de los argumentos). Puede comprobarse con facilidad (Lewis, 1918: 84-85) que Peirce es una de las influencias nada despreciables de Lewis en su intento por corregir nuestro empleo de la implicación. Cuando Peirce reconstruye con sus modificaciones el álgebra booleana se detiene sobre el problema del tipo de implicación que sea justo introducir en el sistema. Según su concepción, todas las proposiciones son condicionales, aunque la relación ilativa del juicio aparezca oculta (CP 3.440). Esto es lo mismo que decir que todo enunciado es de la forma de un condicional, incluso si no nos percatamos a simple vista de ello. ¿Pero qué tipo de implicación expresa dicho condicional? Peirce prefiere utilizar en su sistema la implicación material, i.e. la versión de Filón, aunque advierte perfectamente las paradojas que pueden surgir de este hecho: “A pesar de que el punto de vista filónico conduce a tales inconvenientes como que es verdadero, como consecuencia de inesse, que si el Diablo fuera electo presidente de los Estados Unidos sería de gran provecho para el bienestar espiritual del pueblo (porque él nunca saldría electo), a pesar de esto, ambos, el Profesor Schröder y yo hemos preferido construir el álgebra de las relaciones sobre esta concepción de la proposición condicional.” (Peirce, CP 3.442) Sostiene que la dificultad puede superarse expresando la implicación que utilizamos normalmente en términos de una proposición compuesta de condicionales y negaciones de condicionales. Pese a todo, Peirce está convencido de que una formulación más clara de la implicación diodórica sería probablemente más provechosa que la formulación filónica. Por otra parte, cuando discute (CP 3.437) el tema de la necesidad lógica, pone el ejemplo de los condicionales lógicamente necesarios en lo que sería hoy la lógica de primer orden. Señala que, si la relación es necesaria, entonces, para cualquiera que sea la distribución de los objetos de un universo CC: Creative Commons License, 2011 4 Guillermo Badía Hernández del discurso dado, la implicación seguirá siendo verdadera. Esto se halla vinculado de manera evidente a la búsqueda de contramodelos (interpretaciones de un lenguaje L que falsifiquen alguna fórmula de L). Es un hecho bien conocido que si de un conjunto de premisas Γ se deduce una fórmula φ, entonces ΛΓ → φ (donde ΛΓ es la conjunción de todas las fórmulas en Γ) es una fórmula lógicamente válida. Peirce pone el ejemplo de un argumento, y lo interpreta como una implicación para demostrar que esta implicación siempre es verdadera y habla entonces de necesidad lógica. Por el Teorema de Completitud de la lógica clásica (si φ es fórmula válida entonces φ es teorema), junto con la Regla de Necesidad de la lógica modal (si φ es teorema entonces □φ es teorema), toda fórmula clásica φ → ψ que sea válida es necesaria, i.e. se trata de una “implicación estricta” en el sentido de Lewis. En un lugar distinto, Peirce reflexiona sobre la noción de posibilidad y llama la atención sobre un hecho importante: “[U]n estado de cosas tiene la Modalidad de lo posible –eso es, de lo meramente posible– solo en caso de que el estado de cosas contradictorio sea igual de posible […] Uno que sabe que la Universidad de Harvard tiene una oficina en State Street, y tiene la impresión de que se encuentra en el No. 30, pero de todos modos sospecha que el número podría ser el 50, diría «Creo que está en el No. 30, pero podría estar en el No. 50», por lo cual «posiblemente está en el No. 50».” (Peirce, EP2, 354) En este tipo de afirmaciones en que se trata de proposiciones que bajo el signo de modalidad afirman algo y su contradictorio se halla el origen de las lógicas trivalentes de Alfred Tarski y Jan Łukasiewicz. Estos sistemas surgen con el objetivo principal de dar cuenta de la verdad de enunciados de la forma ◊φ ∧ ◊¬φ (relacionados con el problema aristotélico de los “futuros contingentes”). Houser (1998: xxix) apunta el hecho de que Peirce trabajó en uno de estos sistemas buen tiempo antes de que aparecieran las investigaciones de dichos lógicos.5 Una idea fundamental en la lógica de Peirce, como veremos en el apartado 5, es que las proposiciones categóricas y los condicionales deben tratarse del mismo 5 Sobre este tema se han encontrado tres páginas entre los manuscritos de Peirce. Cf. Shin y Hammer (2011). modo, puesto que comparten la misma estructura lógica. Las implicaciones de esta propuesta son sorprendentes y anticipan una de las ideas más originales de la lógica modal moderna: la semántica basada en la cuantificación sobre mundos posibles. Peirce propone que en el caso de las proposiciones hipotéticas (i.e. los condicionales, a los efectos de este trabajo, aunque para Peirce sean también proposiciones hipotéticas las conjunciones y las disyunciones) la cuantificación, en vez de ser sobre individuos, tiene que ser sobre posibilidades, casos posibles, estados posibles de cosas. Esto también supone una anticipación al hecho de que la lógica modal actual pueda verse (por el Teorema de Van Benthem) como un fragmento restringido de la lógica de primer orden, siendo posible la traducción de todas las fórmulas modales al lenguaje de esta lógica, y la transformación de los “modelos” de la semántica de mundos posibles a “interpretaciones” de la lógica de primer orden. 4. Modelos de Kripke Siguiendo el camino abierto por Lewis, se publicaron varios trabajos que intentaban construir una semántica apropiada para los nuevos términos modales.6 La opción más generalizada era la de construir lógicas polivalentes, pero pronto esta vía se mostraría como poco atractiva en comparación con los sorprendentes resultados obtenidos por la tradición que empleó estructuras de la teoría de conjuntos (cf. Copeland, 2002). Entre las primeras versiones de una semántica modal que utilizaba los desarrollos de la teoría de modelos, estuvo la de Rudolf Carnap, elaborando una adaptación de la famosa noción de Ludwig Wittgenstein de estados (posibles) de cosas, y hablando de descripciones (posibles) de estados [cf. Wittgenstein, 1922; Carnap, 1947]. En la idea original de Wittgenstein [1922: 2.202] “la figura representa un posible estado de cosas en el espacio lógico”, i.e. el signo, el enunciado, nos habla de la existencia o no de determinados hechos atómicos. El mundo podría ser descrito para Wittgenstein, en cierta forma, 6 De acuerdo a Carnap (1942: 22): “entender una oración, conocer lo que es aseverado en ella, es lo mismo que conocer bajo cuales condiciones sería verdadera”. Esta idea es el presupuesto de la teoría semántica, al menos en lógica. Como sostiene Kleene [1967: 33], en la semántica (de la cual la teoría de los modelos es una rama) tratamos de obtener “modelos” o “réplicas concretas” de lo que la oración en cuestión expresa. CC: Creative Commons License, 2011 Factótum 8, 2011, pp. 1-7 mediante la conjunción de todas las proposiciones atómicas verdaderas, pues se compone de la totalidad de los hechos atómicos [Wittgenstein, 1922: 1.11, 1.12]. De acuerdo a Carnap: “Una clase de oraciones en SI [el sistema de Carnap] que contenga para cada oración atómica esa oración o su negación, pero no ambas, y ninguna otra oración, es llamada una descripción de estado en SI porque es obvio que da una completa descripción de un estado posible del universo de individuos con respecto a todas las propiedades y relaciones expresadas por los predicados del sistema.” [Carnap, 1947: 9] Así pues, Carnap está en condiciones de considerar una oración como L-verdadera (i.e. lógicamente necesaria) en una descripción de estado si y sólo si es verdadera en todas las descripciones de estado. En semejante semántica es válida la fórmula □□φ ↔ □φ (es necesario que sea necesario que φ si y solo si es necesario que φ),7 lo cual es problemático. Tal tipo de oraciones (con modalidades iteradas) se vuelven equivalentes a oraciones sin iteración. Esto nos impide estudiar lógicas modales más débiles que S5 ó S4, como K, cuya importancia resulta extraordinaria. Por suerte para nosotros, Saul Kripke formuló en Kripke (1959; 1963) una semántica más flexible al introducir una relación de accesibilidad R entre las descripciones de estado, que él llamó “mundos posibles”.8 La idea básica de Kripke es que una fórmula □φ es verdadera en un mundo w si y solo si, para todo mundo v tal que Rwv (leído “v es accesible desde w”) se cumple que φ es verdadera en v. Alternativamente, ◊φ es verdadera en un mundo w si y solo si existe algún mundo v tal que Rwv y en el cual es verdadera φ. El resto de conectivas se definen respecto de w (o de cualquier otro mundo) como en lógica clásica. 7 Demostración: (De izquierda a derecha) Supongamos que “es necesario que sea necesario que p” en la descripción de estado D, entonces de acuerdo a la semántica de Carnap, “es necesario que p” en toda descripción de estado, de modo que “es necesario que p” en D. (De derecha a izquierda) Supongamos que “es necesario que p” en la descripción de estado D, así pues siguiendo a Carnap, “p” es verdadera en cualquier descripción de estado, por tanto “es necesario que p” en cualquier descripción de estado, y entonces, “es necesario que sea necesario que p” en cualquier descripción de estado, por lo que también en D. 8 La introducción de esta noción por Kripke (1959: 2) está inspirada en la Teodicea de Leibniz, donde se formula la idea de una infinidad de mundos posibles, de entre los cuales Dios ha escogido solo uno (el mejor) para que fuese actual. 5 De este modo podemos introducir muchas sutilezas en la semántica de acuerdo a las restricciones que impongamos sobre R. Dicha relación puede ser interpretada como una relación de compatibilidad entre mundos. Dado un mundo w, R dictamina qué mundos v, v', v''... son compatibles con él desde una perspectiva interna, i.e. qué mundos considerarían compatibles los habitantes de w. Un marco de Kripke es un sistema F = (W, R) donde W es un conjunto no vacío y R una relación binaria sobre W. Un modelo de Kripke para un lenguaje modal L* es un sistema M = (F, V) donde V es una función V: AT ℘(W) donde AT es el conjunto de fórmulas atómicas de L* y ℘(W) el conjunto potencia de W o conjunto de todos los subconjuntos de A. Desde el punto de vista intuitivo, W es el conjunto de “mundos posibles”. Sin connotaciones metafísicas, los elementos de W pueden ser “puntos” de un grafo, “estados de información” de un autómata, “momentos” de una línea temporal, etc. La semántica formal no lo especifica. R es una relación de accesibilidad entre estos mundos. V es una evaluación que hace a cada variable proposicional p (de AT) verdadera o falsa en cada mundo w (de W).9 5. Las proposiciones hipotéticas como proposiciones cuantificacionales Ya en CP 3.444 aparece claramente expresada la idea de cuantificación sobre estados posibles de cosas mucho antes de la aparición del Tractatus de Wittgenstein, por no hablar del trabajo de Kripke. Y en otro sitio (EP2: 283), Peirce sostiene que de acuerdo a si una proposición “asevera algo como verdadero o falso en todo el rango de posibilidades, es necesaria (llamada por Kant apodíctica) o imposible. De acuerdo a si asevera la verdad o falsedad de algo dentro del rango de posibilidades (no incluyendo o excluyendo explícitamente el estado de cosas existente), es posible (llamada por Kant problemática) o contingente”. También en CP 3.444, aclara el verdadero sentido de la implicación material, referida al estado de cosas actual, i.e. todo lo que dice “φ implica materialmente a ψ” es que no es el caso, dado el actual estado de cosas, que φ sea verdadero y ψ falso. Propone el simbolismo φ[i], donde φ es una proposición e i es un índice representando al 9 También puede formularse V como una función binaria que a cada par (p, w), donde p es una variable proposicional de AT y w un mundo de W, le asigna un elemento del conjunto {V, F}. CC: Creative Commons License, 2011 6 Guillermo Badía Hernández estado de cosas donde la proposición es verdadera, con lo que tendríamos que no es el caso que φ[i] sea verdadero y ψ[i] sea falso. La cuestión residía en utilizar un universo del discurso no compuesto por individuos sino por estados de cosas. Peirce escribe: “El universo es el de los determinados estados de cosas que son admisibles hipotéticamente […] De modo que decir «El podría no ser capaz voluntariamente de actuar diferente a como lo fuerzan las causas físicas, ya sea que trate o no» es lo mismo que decir que existe un estado de cosas hipotéticamente admisible en el cual un hombre puede intentar actuar de un modo y voluntariamente actuar de otro a consecuencia de las causas físicas.” (Peirce, CP 3.621) La forma de entender la posibilidad en este fragmento, cuantificando sobre estados de cosas admisibles, es a todas luces la misma que en la semántica actual de los modelos de Kripke: algo es posible en w si y sólo si es verdadero en alguno de los mundos posibles accesibles desde w. En otro pasaje, Peirce se vale del mismo método de cuantificación pero esta vez sobre individuos y no estados de cosas para mostrar que la forma de los juicios condicionales y los categóricos (aquellos que afirman pertenencia de un predicado a un sujeto y por tanto son el objeto de la teoría de cuantificación clásica) es la misma. Peirce lo pone del siguiente modo: “Ahora, tomemos la proposición categórica «Todo hombre es sabio». Aquí h[i] significa que el objeto individual i es un hombre y s[i] que es sabio. Entonces, podemos decir que «tomando cualquier individuo del universo i, sin importar nada más de ese objeto i, no es un hombre o es sabio» […] La proposición condicional y la categórica se expresan exactamente en la misma forma.” (Peirce, CP 3.445) Otras veces distingue entre lo que sería la implicación material (consequentia de inesse, como le llama Peirce siguiendo la tradición medieval) y la implicación formal del siguiente modo: “La consequentia de inesse es, por supuesto, el caso extremo donde la proposición condicional pierde todo su correcto significado, debido a la ausencia del rango de posibilidades. El modo correcto de entender el condicional es «En cualquier posible caso i, A[i] es falso o B[i] es verdadero». En la consequentia de inesse el significado viene a ser «En el estado de cosas verdadero i, A[i] es falso o B[i] es verdadero».” (Peirce, CP 3.446) La consequentia de inesse es un operador veritativo-funcional en relación a un mundo dado de antemano, i.e. el valor de verdad de un enunciado de la forma φ → ψ depende de los valores de verdad de su antecedente φ y de su consecuente ψ en el contexto de un mismo mundo w en un modelo M. Por otro lado, el valor de verdad de la implicación modalizada □(φ → ψ), que abrevia el operador de Lewis φ £ ψ, no es veritativo-funcional. Para determinarlo es necesario recorrer antes todos los mundos accesibles desde w por medio de R. Como sugiere Peirce: “Una proposición de inesse contempla solo el estado de cosas existente […] en el universo lógico del discurso. Una proposición modal da cuenta de un completo rango de posibilidades.” (Peirce, EP2, 283) Como dice en CP 3.375, si el rango de posibilidades se circunscribe al estado actual, entonces estamos frente al sentido en que se entiende la implicación material en la lógica tradicional, pero si descubrimos que alguna de estas fórmulas es necesariamente verdadera, entonces “se vuelve aplicable a cualquier estado de cosas en el rango de posibilidades lógicas”. Es decir, la idea de cuantificación sobre estados de cosas aparece indisolublemente relacionada al problema de la necesidad. Más adelante (CP 3.473) vuelve a insistir sobre el hecho de que la cuantificación en los argumentos condicionales debe ser interpretada en la misma forma que interpretamos “todo A es un B”, i.e. tendríamos que “A necesariamente implica B si y solo si de la verdad de A, en cualquier modo en que pueda aparecer, se sigue la verdad de B”. En CP 3.366 dice que una proposición hipotética general no dice lo que actualmente ocurre, sino más bien lo que de ocurre a través de un universo de posibilidades. Se retoma esta idea en CP 3.374, donde Peirce sostiene que la particularidad de las proposiciones hipotéticas reside en que “van más allá del actual estado de cosas y declaran lo que sucedería si las cosas fuesen diferentes a como son”. CC: Creative Commons License, 2011 Factótum 8, 2011, pp. 1-7 Por último, uno de los aportes más controvertidos de Peirce a la lógica contemporánea son los llamados “gráficos existenciales”. Dentro de estos, Peirce concibió el sistema Gamma (justo después de su sistema proposicional Alpha y el cuantificacional Beta), destinado al análisis de las proposiciones modales (Ramharter y Gottschal, 2011). En la presentación de Gamma podemos encontrar una regla equivalente a la Regla de Necesidad (o Regla de Gödel de los sistemas modales actuales), según la cual de φ se deduce □φ, así como una regla que equivale al actual esquema de axioma T, que es □φ → φ. 7 6. Conclusión Charles Sanders Peirce, sin lugar a dudas, estuvo un paso más allá en la concepción moderna de la lógica modal, si bien quizá sus resultados no contaban con el suficiente nivel de sistematización como para que la tradición lógica los hubiese continuado. No obstante, la importancia de Peirce en este ámbito merece ser resaltada y estudiada minuciosamente, contribuyendo así a juzgar de modo adecuado el genio polifacético del fundador del pragmatismo. Referencias Bochenski, I. M. (1977) [1951] Lógica formal antigua. La Habana: Ed. Ciencias Sociales. Carnap, R. (1942) Introduction to Semantics. Cambridge, MA: Harvard University Press. Carnap, R. (1948) [1947] Meaning and Necessity. 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