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Seminario
Antropología Visual
Susana Morales
RESEÑA:
El cine Insurgente de Pablo Reyero
Documental “Dársena Sur”
1997
PABLO REYERO: EL CINE LIBERACIÓN
Mostrar a la sociedad otra realidad, la excluida social y políticamente significa para Pablo
Reyero comenzar a manifestar mediante las cámaras y romper un estilo realista, así como el “Tire
dié” de F. Birri o La hora de los hornos de F. Pino Solana, innova con documentales políticas y
con el lenguaje de las imágenes. Pablo Reyero pertenece al grupo de Cine Liberación, no sólo
muestra las imágenes sino que las imágenes denuncian y reivindican una ideología y el discurso
político pasa a ser un discurso estético.
Un trabajo de campo signado en el escuchar, observar y dejarse influir por esa realidad
compleja que se transmite mediante el documental. Una nueva mirada parecida al cine ficción
argentino, “pizza, birra, faso, Mundo, grúa “, esta mirada se transforma en construcción del otro a
partir de conocerlo diariamente. Los personajes entrevistados atraviesan contextos históricos,
sociales y políticos, frente a esto planteo lo siguiente: ¿qué cine necesitamos los pueblos
latinoamericanos?
F. Birri dirá que sea un cine que revolucione, que debilite la mala conciencia, que sea un
cine que inquiete, asuste, que defina perfiles o identidades y por sobre todo que sea
antioligárquico y antiburgués tanto en el orden nacional y antiimperialista en el internacional, que
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sea un cine que ayude a emerger del subdesarrollo al desarrollo, de una subcultura a la cultura o
de la subfelicidad a la felicidad.
Dársena Sur describe, sin relatos de un locutor, el paisaje de familias totalmente excluidas
y dentro de ella la preocupación por su inclusión al paisaje, la tierra, ese espacio que los contiene
a pesar de su contaminación. Vale más el pertenecer al lugar, considerar lo económico como lo
que les tocó ser y naturalizar esa forma de violencia que viven día a día sobreviviendo en el lugar,
ellos dicen ser muy pobres pero dignos frente a la degradación de valores humanos que los
funcionarios no tienen en cuenta. Todos queremos vivir bien, tener una vida digna y ser felices;
pero las condiciones de vida llevan a que todo se pervierta. Pablo Reyero se pone en esa posición
y desde la mirada de los protagonistas filma esas necesidades, esa realidad no solo de los
argentinos sino también de otras poblaciones del mundo que atraviesan por iguales situaciones de
marginalidad, pobreza y exclusión social.
La propuesta del documental social y político de Reyero con Dársena Sur (1997) se da en
el marco de la crisis social y económica que pasa nuestro país, las privatizaciones, cierre de
industrias, etc., generaron conflictos sociales, las cámaras de televisión, el periodismo y cineastas
van a mostrar cada cual su estilo poniéndolo en primer plano. Es el caso de Reyero, en su
juventud fue músico, luego llevado por el solo hecho de sobrevivir incursiona en la fotografía y
luego en el cine, tenía una influencia por parte de su abuelo, quien fue distribuidor de películas en
La Pampa, más tarde estudió Ciencias de la Comunicación en la UBA donde vinculó sus estudios
con el periodismo. Esta etapa lo lleva a salir, a vivenciar realidades, personas con diferentes
modos de vivir. Trabajando en Página 12 se especializa en temas urbanos, y desde allí comienza a
vincular el periodismo con el audiovisual, viviendo un tipo de cine mucho más libre.
Más allá del documental etnográfico y haciendo referencia a Jorge Prelorán, quien tiene
una cine muy particular destacando historias de vidas, Dársena Sur presenta entrevistas que son
relatadas por los entrevistados que cuentan sus necesidades e inquietudes y la forma de vida de la
gente excluida, pero ¿qué cosas importan al transmitir subculturas? ¿Cuál es la función del cine en
la reproducción de formas de vida de grupos excluidos?
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Para Birri el cine documental y social es el punto de partida que permite construir una
historia nueva, una sociedad nueva y una nueva forma de militancia, Reyero documenta los
problemas sociales en vivo y en directo, habla a través de los ojos de la cámara y el audiovisual.
Está dentro de los fundadores del tercer cine “Cine Liberación” pensado en ser voceros de la
verdad, concebida al servicio de la liberación de un hombre alienado y sometido, un cine
revolucionarios, que descontruye y construye imágenes e imaginarios, dejando al espectador no
solo el debate sino la práctica revolucionaria.
Descubrir los lazos secretos que expliquen la manera en que operan los mecanismos de
exclusión, el relato visible que ofrecen las imágenes y es el grito de los que no forman parte de
una clase privilegiada es el mensaje de este cine “Liberación” y al estilo de Reyero de trabajar con
personas que no son actores que son ellos mismos actores en la sociedad, en la exclusión. Todo o
no dicho está en el paisaje que muestra, en los rostros de las personas y en las voces acalladas de
los días hasta la construcción de una sociedad más justa de la cual aspiramos todos los argentinos.
Susana Morales
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