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SALUD PUBliCA de MEXICO EVOCA V. VOLUMEN XVI. NÚ:o,(ERO 3 •. MAYO-JUNIO DE 1974 Patología fI patogenia FRANCISCO SALIDO RENGELl., LA relación existente entre los síntomas tempranos de la enfermedad y el sitio de entrada del virus al organismo. tanto en el hombre como en )0, animales, pone de manifiesto que la invasión al sistema nervioso central ocurre al través de los nervios que pasan cerca de la puerta de entrada, hasta el sistema nervioso central donde se multiplica. La inoculación intracerebral de ratones con virus fijo de rabia ha demostrado la existencia de un periodo de eclipse. al cabo del cual en el segmento correspondiente del sistema nervioso central se encuentra el virus neoformado. No existen evidencias de que el virus pase por una fase de viremia. La inoculación periférica por vía no venosa siempre está relacionada con la aparición de virus en el segmento del sistema nervioso central correspondiente a la metámefa donde se hizo la inoculación. Observaciones diversas han puesto de relieve q uc no sólo puedc entrar el virus al organismo por una herida, sino que la vía respiratoria y tal vez también la digestiva pueden servir de puerta de entrada. Constantinc en 1962 informó de varias personas que fallecieron de rabia después de entrar en cuevas donde pululan murciélagos de la especie Tadárida mexicana, sin que se pudiera encontrar en ellas evidencia de mordedura. Este mismo autor mantuvo en dichas cuevas co- 1\1. C., 1\1. Se. yotes y zorros durante una semana en jaulas a prueba de insectos. Tales animales enfermaron y murieron de rabia. Con el uso de ratones lactantes para el diagnóstico de la rabia, se observó que las hembras enfermaban si se comían los cadáveres de los ratones muertos a consecuencia de la infección. No se ha comprobado, sin embargo. si el virus penetra al través del epitelio gastrointestinal o si, en cambio, lo hace por la nasofaringe pasando al epitelio respiratorio. Información no publicada indica también la susceptibilidad de los zorros a la inmunización oral con vacuna preparada con la cepa ERA. Hay diversos factores que influyen en forma importante en el desarrollo de infecciones inaparentes y latentes con el virus de la rabia. La temperatura ambiente contribuye en este sentido, particularmente en los quirópteros. Los corticosteroides y la adrenocorticotropina han servido para activar infecciones latentes con el virus de la rabia. Desde el punto de vista anatomopatológico es frecuente observar edema y congestión vascular en el encéfalo. Las leptomenínges muestran también signos de congestión sanguínea }' algunas veces infiltración moderada con linfocitos, particularmente en sitios próximos a las lesiones parenquimatosas. Cuando el lugar de la exposición está localizado en alguna de las extremidades, el 361 asta posterior correspondiente a la médula espinal muestra hiperemia, neuronofagia y signos de infiltración celular con leucocitos rnononucleares. En los casos de rabia paralítica transmitida por quirópteros, los ganglios paravertebralcs se encuentran seriamente afectados. De ocurrir la muerte poco después de iniciada la sintomatologia se dificulta encontrar signos de lesión neuronal. En general, los cambios histopatológicos se encuentran en focos distribuidos en la sustancia gris, particularmente en la protuberancia, el mesencéfalo y, frecuentemente, el tálamo. La porción más afectada de la corteza es siempre la correspondiente a la circunvolución del hipocampo. Los cambios histopatológicos descritos carecen de especificidad y pueden confundirse con los que se encucntran en otras encefalitis virales. Sin embargo, la presencia de inclusiones citoplasmaricas en las neuronas es característica de la enfermedad. Tales inclusiones son conocidas como cuerpos de Negri; son esféricos u ovales, acidófi los, se m uestran rodeados de un halo claro y conticnen una estructura basó fila granular. Vartan considerablemente en tamaño y pueden encontrarse como inclusiones únicas o múltiples. El examen de miles de especímenes procedentes de dí versas especies animales ha mostrado que existen diferencias no solamente en tamaño sino también en la forma de los cuerpos de Negri, según la especie de que proceden. Observaciones hechas en el Instituto Nacional de Virología permiten diferenciar, particularmente, los de felinos, quirópteros y cánidos entre sí. Los primeros suelen presentar, por lo general, forma esférica de mucho menor tamaño que los habitualmente encontrados en los cánidos, los cuales rienden a la forma oval o alargada; se han encontrado frecuentemente formas que recuerdan las salchichas. En los quirópteros hay tendencia a las formas niangularcs u ovales con orillas recor- SALIDO RENGELL, F.: PATOLOGlA ladas. Puesto que sólo en los cuerpos de Negri de mayor tamaño es posible observar la estructura interna al microscopio fotóptico, es en ésta en las que se han observado, además de las imágenes granulares basófilas envueltas en la matriz, otras estructuras de aspecto reticular que parecen constituir un armazón para la matriz acidófila. frecuentemente distribuidas tanto en el cuerpo neuronal como en las dendritas. Con la neurólisis los cuerpos de Negri pueden encontrarse libres en el tejido de sostén. Estos cuerpos de inclusión se hallan en la mayor parte de los casos en las neuronas del asta de Aman, en las células piramidales de otras porciones de la corteza cerebral y en las células de Purkinje del cerebelo. En las zonas en las que se producen cambios histopatológicos se observan fenómenos de degeneración neuronal entre los que se destaca la disolución de los cuerpos de Nissl. Los cuerpos de Negri pueden encontrarse en neuronas que aparecen relativamente bien conservadas y aun en ausencia de cambios inflamatorios. Conforme progresan los cambios degenerativos en las neuronas se aprecian fenómenos de neuronofagia, inicialmente a base de polimorfonucleares, rápidamente sustituidos por neuroglia. En las glándulas salivales infectadas puede encontrarse degeneración en los acinos del epitelio glandular e infiltración con células mononucleares en el tejido intersticial. Las glándulas lacrimales, el epitelio exocrina del páncreas y los túbulos renales, pueden también mostrar focos degenerativos. Ocasionalmente, estos mismos fenómenos se encueruran en la médula de las cápsulas suprarrenales. En los centros germinales los ganglios linfáticos puedcn mostrar signos degenerativos de tipo tóxico. La ausencia de cuerpos de Negri en las neuronas del sistema nervioso central no descarta el diagnóstico de rabia. Y PATOGENIA. SAL. PÜ8L. :\1ÉX .. XVI, N"0 3, pág. 361, 1974. RESUMEN La evidencia existente sugiere que el virus de la rabia llega al Sistema Nervioso Central por los nervios periféricos. 362 No se ha demostrado la existencia de viremia. Se ha comprobado la participación de las vías respiratoria)' digestiva como puertas de entrada. SALUD PúBLICA Los cambios en la temperatura ambiente, los corticosteriodes y la adrenocorticotropina act ivan las infecciones latentes con el virus de la rabia. Los cambios anatomopatológicos consisten en alteraciones comunes a las encefalitis virales; no obstante, hay peculiaridades como la relativa conservación de las neuronas}' la presencia dentro de su citoplasma de corpúsculos de Negri, SALIDO RENGELL, DE ~IÉXICO que después de la neurólisis quedan libres en el tejido de sostén. Suelen encontrarse con más frecuencia en el asta de Aman, en las neuronas del cerebelo }'. con menos frecuencia, en las neuronas de la corteza cerebral. En otros órganos suelen encontrarse fenómenos degenerativos con infiltración inflamatoria, particularmente, en las glándulas salivales, en el páncreas. en los riñones )' en las cápsulas suprarrenales. F.: PATHOLOGY AND PATHOGENICITY. N° 3, pág. 361, 1974. SAL. PÜBL. MtX., XVI, ABSTRACT Evidence suggests that rabies virus reaches the Central Nervous Systern by way of peripheral nerves. Viremia has not been demonstrated, but the irnportance of the digestive and respiratory tracts as portals of entry is currently accepted. A change in temperature, corticosteroids and adrenocorticotropin activare latent infections hy rabies virus. Anatomopathologic observations reveal changes similar to those in viral encephalitis alrhough SALIDO RENGELL, F.: PATHOLOGIE there are so me particular aspccts as ncurons preservcd and the existance of Ncgr¡ bodies within its citcplasm, that after the neurolisis remain Iree in the connective tissue. They are commonly Iound in Ammon's horn, and in cethere are sorne particular aspecls as neurons 01' de cerebellar conexo Degencrative alrerations with inf'lamatorv infiltra tes can be found in other organs, spccially in the salivar)' glands, in the pancreas, in the kidncys and in the suprarrenal capsules, ET PATHOGtNIE. pág. 361, 1914. SAL. PÜBL. ~ltX., XVI, N0 3, RÉSUMÉ L'évidence actuel le suggere que le virus de la rage arrive au S.N.e. par les nerfs périphér-iques. L'existence de virémie n'a pas été démontrée, On a prouvé la participation des voies respiratoircs et digesti ves comme portes d' entrée. Les changements de température arnbian;e, les corticostéroides et l'adrénocorticotrophine (ACTH) activent les infections latentes du virus rabi que. Les altérations anatomo-pathologiqucs sont communes aux encéphalites virales; cependant on note des particularités comme la conserva- tion relative des ncurones er la présence de corps de Negri dans leur cytoplasme, qui aprés neurolyse, restcnt libres dans la néuroglie. On les rencorure principalement surtout dans la corne d' Ammon, les neurones cérébelleux, et moins souvent dans les neurones corticaux. Dans d'autres organes il est fréquent cl'observcr des phénomenes de dégénérescence avec infiltration leucocytaire, "en particulier dans les glandes salivalres, le pancréas, les reins et les capsules surrénales. 363