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OCI
ORGANIZACIÓN PARA LA COOPERACIÓN
ISLÁMICA
Erradicación de la Islamofobia
La islamofobia es un sentimiento de aversión, rechazo y hostilidad hacia el Islam y hacia los
musulmanes que se manifiesta en forma de prejuicios, discriminaciones, ofensas,
agresiones y violencia.
Según el Relator Oficial de la ONU, Doudou Diéne, la islamofobia es un sentimiento
de hostilidad y, principalmente, un miedo hacia el Islam, y por ende hacia los musulmanes.
También hace referencia a todas las prácticas que esta hostilidad tiene como término, como
lo son la discriminación, el trato desigual o prejuicios hacia las víctimas, excluyéndolos
incluso de asuntos políticos y sociales relevantes. El término ha sido mal utilizado con un
simple fin: la discriminación hacia la comunidad musulmana, con la idea incorrecta y
generalizada de que dicha comunidad puede ser considerada como una amenaza terrorista.
Es la misión de este comité defender los derechos de las víctimas de abusos y
discriminación de musulmanes en el mundo, así como dar una perspectiva positiva a la
comunidad internacional del Islam para terminar con crímenes de racismo e ignorancia.
INTRODUCCIÓN
El Islam es la segunda religión más practicada en el mundo y que en 2010 se tasó en 1,600
millones de creyentes en todo el mundo. La religión comenzó a mediados del siglo VII en la
región árabe. Fue fundada por el profeta Mahoma que fue enviado por Dios, conocido como
Alá para predicar su palabra. El Corán es el libro santo del Islam, contiene la palabra escrita
de Alá a Mahoma y ha permanecido inalterada. Para entender esta religión uno debe de
estar consciente de los valores que enseña.
En realidad es una religión fundada en principios de paz. Islam se deriva de la palabra griega
“Silm” que se traduce directamente como paz en inglés. También es la religión de Salam
que es una búsqueda individual por la paz y tiene tres principales componentes:
1. Paz interior y armonía: uno debe encontrar la paz interior al encontrar la fe en dios
y creer que es el creador de todo.
2. Cohesión social: se debe predicar la paz y armonía en la sociedad. Para lograr esta
conjunción social uno debe entender que todos los humanos poseen la misma
sangre y que la injusticia no debe existir entre ellos.
3. El manejo de la tensión y los conflictos: siempre existirán diferencias y conflictos
entre los seres humanos. Pero el Corán enseña que los conflictos deben ser
resueltos pacíficamente y que es mejor reconciliarse. En la última parte del Salam la
idea de una guerra justa conocida como Yihad es introducida. Es esta idea la que se
malinterpreta y busca ser explotada para fines políticos y bélicos.
El comienzo de dicha malinterpretación cae parcialmente en nuestra falta de conocimiento
o de querer entender y reconocer diferentes culturas y costumbres alrededor del mundo.
La influencia de Estados Unidos y países de la Unión Europea ha sido permeable en la región.
El petróleo del Medio Oriente así como el manejo de otros recursos naturales han hecho
que los intereses económicos internacionales se posicionen en la región. Se atribuye el
brote de la intolerancia al ataque del 11 de Septiembre de 2001 al igualar terrorismo con el
Islam, dando pauta al racismo e intolerancia religiosa.
La Organización de Cooperación Islámica (OCI) es la voz colectiva del mundo
musulmán y la garantía de salvaguardar y proteger los intereses del mundo musulmán en
el espíritu de promover la paz y la armonía internacional entre los diversos pueblos del
mundo
Los Estados Miembros de la OCI tienen muchos retos en el siglo 21 y para hacer
frente a esos desafíos hace hincapié en la buena gobernanza y la promoción de los derechos
humanos en el mundo musulmán , sobre todo en lo que respecta a los derechos de niños,
mujeres y personas de edad avanzada y los valores de la familia consagrados por el Islam.
HISTORIA DEL PROBLEMA
Los atentados del 11 de septiembre, y los de Madrid y Londres que años después les
siguieron, se han traducido en sospecha y miedo. El estereotipo ve a los musulmanes como
una potencial “arma oculta de Ben Laden”, recordando a los musulmanes su presencia
indeseada en nuestro territorio y exigiéndoles justificar su lealtad y fiabilidad.
El impacto del fenómeno terrorista ha colocado bajo sospecha global los espacios y
actores vinculados al Islam (mezquitas e imames); la visión de control y seguridad se impone
socialmente sobre la cuestión de la integración; y las políticas de integración se centran más
en la prevención del terrorismo que en la promoción de la igualdad y los derechos
fundamentales.
En consecuencia, las opiniones públicas y el sentimiento social se han centrado en
la necesidad de defenderse ‘preventivamente’ de la presencia de musulmanes en suelo
ajeno. Así, desde 2002 y de manera creciente, todas las encuestas sociológicas, nacionales
e internacionales, muestran un sentimiento de rechazo hacia los musulmanes y una
estrecha vinculación entre terrorismo e inmigración musulmana. Como esos sentimientos
se presentan en función del patriotismo y la autodefensa, los sentimientos islamófobos que
engendran encuentran legitimación y exculpabilización social. De ahí que podamos hablar
de una islamofobia inconsciente que no se entiende como discriminación, sino como
protección y autodefensa y, por lo tanto, son muchas las resistencias a llamarlo por su
nombre.
La relación histórica con el Islam ha acumulado toda una serie de percepciones
negativas dominadas por prejuicios y estereotipos. Se ha interiorizado una imagen
reductora y monolítica de “nosotros” y “ellos” (las dos “culturas”) como si se tratase de
universos cerrados, donde los millones de seres humanos que se reparten entre
“occidentales” y “musulmanes” representan respectivamente una total uniformidad
cultural, ajena, cuando no antagónica, la una de la otra.
Esta concepción de “las culturas”, cuando se trata de la relación entre el mundo
musulmán y “nosotros”, es fruto de un proceso de elaboración occidental en el que “Islam”,
y, por tanto, todos los individuos que lo integran, se ha interpretado de manera ficticia
como una etiqueta ideológica y una fuerza dominante y global que determina y uniformiza
el comportamiento y la definición cultural de todas esas poblaciones.
PUNTOS CONTROVERSIALES
Los principales puntos a tratar para esta organización son:
1. La creencia de que el Islam es un bloque monolítico, estático y refractario al cambio.
2. La creencia de que el Islam es radicalmente distinto de otras religiones y culturas, con las
que no comparte valores y/o influencias.
3. La consideración de que el Islam es inferior a la cultura occidental: primitivo, irracional,
bárbaro y sexista.
4. La idea de que el Islam es, per se, violento y hostil, propenso al racismo y al choque de
civilizaciones.
5. La idea de que en el Islam la ideología política y la religión están íntimamente unidos.
6. El rechazo global a las críticas a Occidente formuladas desde ámbitos musulmanes.
7. La justificación de prácticas discriminatorias y excluyentes hacia los musulmanes.
8. La consideración de dicha hostilidad hacia los musulmanes como algo natural y habitual.
El islam es la religión con mayor proyección de crecimiento y no parece que se vaya
a detener esta tendencia. Actualmente hay cerca de 1,600 millones de musulmanes en el
mundo pero de acuerdo al informe del Pew Research Center’s Forum on Religion & Public
Life, sitúa la población mundial en 2,200 millones para 2030, suponiendo el 26.4% de la
población mundial a un ritmo de crecimiento que duplica la tasa de las poblaciones no
musulmanas.
Por regiones, la población musulmana se concentra en la región Asia-Pacífico, con
un 60 por ciento del total, seguida por Oriente Medio y África del Norte, con un 20 por
ciento.
Población Musulmán para 2030
Asia-Pacífico
Oriente Medio
África del Norte
Otras regiones
En África hay numerosos países en lo que conviven musulmanes y cristianos. Las relaciones
entre ambas religiones varían de un Estado a otro, yendo de una pacífica convivencia a
enfrentamientos y tensiones. Los problemas más fuertes se encuentran en los países que
han adoptado el Islam como religión oficial y la Sharia como ley del Estado. En estos casos,
las actividades de la Iglesia son extremadamente limitadas: prohibición de enseñar la
religión y hacer prosélitos, persecución de los musulmanes convertidos al cristianismo, etc.
Un problema muy sentido son las infiltraciones de extremistas islámicos financiados por
estados como Arabia Saudí e Islam y que desnaturalizan la naturaleza con frecuencia
tolerante del Islam local.
Población Musulmán (actual y a futuro)
350
300
250
200
150
100
50
0
Pakistán
Indonesia
África Subsahariana
Millones hab. (2013)
Estados Unidos
Europa
Millones hab. (2030)
En Oriente Medio destaca el caso de Israel, que registrará el mayor crecimiento de
población musulmana en la región, cuyos 2,1 millones de habitantes en 2030, frente a los
actuales 1,2 millones, supondrán un 23,2 por ciento del total. De acuerdo al estudio del Pew
Center, Pakistán se convertirá en 2030 en el país con mayor número de población
musulmana del mundo, con 256 millones de personas, y sobrepasará a Indonesia, que
ocupaba hasta ahora el primer lugar, con 238 millones de personas.
En el África subsahariana también se incrementará la población musulmana notablemente,
hasta los 385 millones de habitantes, frente a los actuales 242 millones.
América y Europa continuarán siendo las regiones con menor presencia de población
musulmana, pero ésta continuará aumentando y significando una mayor parte del total,
principalmente por la inmigración y la fertilidad.
En Estados Unidos, la población musulmana casi se triplicará entre 2010 y 2030 desde 2,6
millones a 6,2 millones, convirtiendo a los musulmanes en casi tan numerosos como los
judíos y los episcopalianos en el país.
Por su parte, en Europa crecerá casi un tercio en 2030, cuando pasará de 44 millones de la
actualidad a 58 millones de musulmanes, hasta representar el 8% del total.
REFERENCIAS
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