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10929485 07/04/2007 EDITORIAL 11:30 p.m. Page 5 | DOMINGO 8 DE ABRIL DE 2007 LOS DÍAS, LOS HOMBRES, LAS IDEAS FRANCISCO JOSÉ AMPARÁN Media docena de observaciones sobre “300” e de haber leído por primera vez sobre la batalla del Desfiladero de las Termópilas hace unos 38 o 39 años, cuando los libros de primaria todavía tomaban en serio a los clásicos y podían servir de entretenimiento formativo para los niños, en tiempos en que sólo había un canal de televisión. Y claro, en aquel entonces no pude sino admirar y sorprenderme por lo que la historiografía epistemológica clásica llama científicamente los güevotes de Leónidas y sus 300 espartanos, defendiendo un estrecho paso durante días ante un ejército de decenas de miles de persas, medos, babilonios, asirios y vaya uno a saber cuántas naciones sometidas al Imperio de Jerjes. (Da igual que hayan sido más de 300; en todo caso enfrente tenían a más de cien mil hombres, acostumbrados a aplastar a su paso cualquier resistencia. Tampoco los persas eran un millón, como afirma el exagerado pero amenísimo Herodoto; el caso es que eran muchototes contra poquititos). Como tampoco pude dejar de admirar los one-liners espartanos, muy dignos de ser recordados dos milenios y medio después: Un persa sangrón: “Nuestras flechas cubrirán el cielo y taparán el sol”; Leónidas: “Perfecto; así combatiremos a la sombra”. Otro persa sangrón: “Sus cuerpos serán despedazados y no quedará nada que puedan honrar sus familias”; Leónidas: “Sí”. A buen entendedor, pocas palabras. No por nada se le llama lacónico (de Laconia, la comarca de Esparta) al escueto en el uso de la palabra. De manera tal que no podía dejar de ver la película “300”, basada en el comic de Frank Miller, basado a su vez en una de las más famosas batallas de las llamadas Guerras Médicas. (Así nombradas porque pelearon griegos contra medos, que era como los helenos conocían a sus enemigos; y no, como algunos creen, porque haya sido un conflicto entre doctores, pegándose con palos de golf y blocks de recibos de honorarios, instrumentos de su profesión que al parecer nunca sueltan). Y la gocé, la verdad. El concepto visual es muy efectivo y la historia y atmósfera se apegan a lo que sabemos… salvo las digresiones Hollywoodenses que son de esperar (El que quiera precisión histórica y saber exactamente qué ocurrió, no la busque en una película; ¡lea libros!). Sin embargo, a medida que Leónidas iba hilando sus discursos a 120 decibeles, empecé a sentirme inquieto. Y no sólo por- H amantes de jovencitos”. Como si a los espartanos no les diera también por batear zurdo. Atenas era un estado totalmente distinto a Esparta: la gente votaba, se manifestaba, deponía malos gobernantes y tomaba las decisiones trascendentes para el Estado. Los gobernantes de la ciudad eran sorteados, en la creencia de que, si todos eran iguales, cualquiera podía serlo. Cada ciudadano se convertía en soldado en tiempos de guerra, dejando su profesión productiva para tomar las armas. Atenas representa la glorificación del hombre común y la confianza en que éste cumplirá con su deber por simple sentido del ídem. Por eso alcanzó las cotas que alcanzó. Por ello durante las cinco décadas posteriores a las Guerras Médicas fue un faro de cultura sin igual en la historia humana, en donde uno podía toparse con Sócrates, Esquilo, Fidias, Anaxágoras, Pericles… en la misma esquina. ¿Qué queda hoy de Esparta? Un montón de piedras en una llanura polvorienta. En cambio Atenas sigue mostrando, aún en sus ruinas, la grandeza de la cuna espiritual, civilizacional, de Occidente. Y que a la hora de los trancazos, también podía ponerse al tú por tú con los poderosos. Y ello, basado en la premisa de que cualquier ateniense podía cumplir con las funciones que le endilgaba el Estado. La mejor muestra de ello está en la trapeada que le dieron a los persas en la llanura de Maratón, en la primera etapa de las Guerras Médicas, diez años antes de las Termópilas. En 490 A. C., los persas querían no sólo controlar el Mediterráneo oriental (para lo que tenían que someter a todos los griegos), sino también castigar a Atenas, que había apoyado una revuelta en contra del Imperio Persa. Así que su poderosa flota fondeó en una ensenada situada al norte de Atenas, frente a una llanura llamada Maratón, que a su vez da a una hilera de cerros. Ahí los persas desembarcaron, compraron artesanías y organizaron pantagruélicas carnes asadas, sin la menor preocupación por la presencia del ejército ateniense que los espiaba desde las colinas… y que estaba en desventaja numérica de seis a uno. Pero cuando los persas empezaron a embarcarse para dirigirse directamente a Atenas, uno de los generales atenienses (escogido por sorteo, como todos), un carnicero llamado Milcíades, propuso aprovechar el desorden de los persas ocasionado por las operaciones de reembarque. Lo admirable es que los otros generales confiaron en el sentido común del tablajero. Y entonces, a la voz de “¡Újule!”, los atenienses cargaron sobre la llanura, agarraron a los persas con los pantalones (bombachos) abajo, y les pegaron una paliza. Una victoria increíble: el Coyotes Pardos de Tlahualilo goleando al Inter de Milán. Desde Maratón, los atenienses sintieron que estaban destinados a la grandeza. Y tenían razón. Como siempre, hubo gente que aprovechó su oportunidad. Un soldado llamado Fedípides se lanzó a la carrera a dar la noticia a sus compatriotas que aguardaban angustiados en la ciudad. Según yo, la motivación de Fedípides era el anhelo griego de ser recordado en el futuro. Mi teoría es que pensó: “Cuando cuenten la historia en los siglos por venir, dirán: ‘Y entonces llegó Fedípides y nos dijo…’ ¡y todos se acordarán de mí!” El caso es que se sopló los cuarenta y dos kilómetros sin aguador, y al llegar al ágora de Atenas se desplomó gritando: “¡Atenienses, hemos vencido!”; y ahí mismo colgó los tenis (bueno, las sandalias) por el agotamiento (no, no le pasó el chip a su hermano). ¿Qué tal? Y todavía nos acordamos y honramos a Fedípides. Por eso las historias griegas nos son tan entrañables. Y por eso me sentí obligado a poner las cosas en perspectiva. No se vaya en la finta. “300” está muy entretenida… pero ésos no eran lo mejor de la civilización griega. Oh, no, para nada. Consejo no pedido para impedir el ostracismo (castigo ateniense a los políticos peligrosos, los que organizaban Convenciones Nacionales Democráticas unánimes en el ágora): lea “La Atenas de Pericles” , de C. M. Boura, sobre los años más resplandecientes de la civilización occidental, en una ciudad con la población de Lerdo. Y sin nieve de Chepo. Provecho. LIBROS Y OTRAS COSAS DADIV HUERTA Oaxaca, en busca de sí misma os pasados días 19 y 20 de marzo estuve en la ciudad de Oaxaca para participar en un encuentro de escritores. Fue organizado, con admirables esfuerzos, por los integrantes de la editorial Almadía, un puñado de copatrocinadores y diversos apoyos. La invitación no pudo ser más clara y persuasiva: “Tienes que venir a Oaxaca después de todo lo que ha pasado”, me dijeron con una firme gentileza, utilizando ese “tienes que” cuyo tono impositivo suele desanimarme. Esta vez, al contrario, ayudó a decidirme. En el avión de ida, tomé otra decisión, conforme leía una entrevista que me conmovió profundamente. A esos entrevistados, los señores Kelly y Hardy Will, les dedicaría, como lo hice la tarde del lunes 19, la lectura de mis poemas. Ellos son los padres del periodista estadounidense Brad Will, asesinado por paramilitares a las órdenes de los poderes fácticos en Oaxaca. L ¿Qué hace falta en México para que un gobernador indigno se vaya a su casa y deje de fastidiar a la gente a la que debería servir? Es una de las preguntas deprimentes de un México que de tan nuevo ha llegado a reconocerse plenamente en el espejo del México más añejo y dizque superado. Creo que hice bien: contribuí, con un gesto mínimo, a que ese y otros crímenes cometidos en 2006 no se olvidaran. A lo largo de la mañana de ese lunes, visité el centro cultural de San Agustín Etla, lugar que no conocía y que me pareció muy hermoso. Me dio un gusto enorme saludar ahí al poeta Ernesto Lumbreras, director del centro. Conocí también a algunos escritores que me simpatizaron y con quienes me entendí de inmediato. Saludé una vez más -lo trato hace casi 30 años- al extraordinario fotógrafo Antonio Turok; estuve con mis amigos Gabriela León, Leonardo y Agar Da Jandra, Marcelo Uribe, María Baranda, Coral Bracho. Alejandra Robledo fue el espíritu tutelar de los di- versos trabajos del encuentro. Visité también el Museo de Arte Contemporáneo y saludé a Femaría Abad, a Demián Flores y a José Villalobos. Pero Oaxaca no está bien; está postrada, en crisis. ¿Qué hace falta en México para que un gobernador indigno se vaya a su casa y deje de fastidiar a la gente a la que debería servir? Es una de las preguntas deprimentes de un México que de tan nuevo ha llegado a reconocerse plenamente en el espejo del México más añejo y dizque superado. Los oaxaqueños están desalentados. Un amigo periodista me decía que el encuentro de escritores podría interpretarse como un signo de que las cosas han vuelto a la normalidad. Por eso EL SIGLO DE DURANGO | 5A El rescate del ISSSTE JORGE A. CHÁVEZ PRESA Atenas era un estado totalmente distinto a Esparta: la gente votaba, se manifestaba, deponía malos gobernantes y tomaba las decisiones trascendentes para el Estado. Los gobernantes de la ciudad eran sorteados, en la creencia de que, si todos eran iguales, cualquiera podía serlo. Cada ciudadano se convertía en soldado en tiempos de guerra, dejando su profesión productiva para tomar las armas. Atenas representa la glorificación del hombre común y la confianza en que éste cumplirá con su deber por simple sentido del ídem. Por eso alcanzó las cotas que alcanzó. que esperaba que en cualquier momento el rey espartano gritara: “¡Pelearemos por nuestra tierra, nuestras mujeres, nuestros hijos, nuestros gimnasios!”; o que arengara a sus hombres a la voz de “¡Por la gloria, el honor y el fisicoculturismo!” No, lo que me incomodaba era escuchar a Leónidas decir que aquello lo hacían en defensa de la libertad. ¿Un aristócrata espartano hablando de libertad como concepto ideal y abstracto? Sería tanto como oír a Mario Marín exaltando la decencia o a Ulises Ruiz encomiando la modernidad y el sentido de la vergüenza. Ahí sí que los libretistas se tomaron muchas, pero muchas licencias. Y es que Esparta era un estado fascista, los espartanos eran los nazis del mundo antiguo: todo el trabajo productivo lo realizaban esclavos que eran tratados de manera brutal (por algo los espartanos podían dedicarse a ser soldados y desarrollar esos abdominales de lavadero y pectorales de olla Presto); las mujeres eran vistas poco más que como fábricas de guerreros; los niños deformes o débiles eran exterminados por inútiles. La sociedad estaba rígidamente jerarquizada, organizada en función del predominio de los fuertes sobre los débiles, y basada en una disciplina… sí, espartana. Esclavitud de las mayorías, culto a la fuerza y la violencia, desprecio por los débiles, cosificación de la mujer, considerar a los seres humanos como desechables, nulo interés por las cuestiones espirituales. Nada más les faltaron desfiles con antorchas: lo dicho, los espartanos eran los nazis de su época. Y que, como los nazis, eran muy efectivos para ciertas cosas, especialmente las relacionadas con dar guamazos. Pero de eso a admirar a una civilización como la espartana, como que le cuelga. Y me temo que eso es lo que provoca la película, especialmente entre el culto público joven. Si a ésas vamos, habría que voltear a ver otra ciudad griega, bien distinta, y que en los tiempos de la batalla de las Termópilas ya había demostrado por qué la seguimos tomando como modelo: Atenas. Sí, de la que (en la película) se burla Leónidas llamándola “lugar de filósofos y de | quise recordar la represión brutal del año pasado en esas mismas calles en las que leímos nuestros poemas, nuestros cuentos. Desde luego que nada se ha normalizado en Oaxaca: los problemas están ahí, no resueltos, latentes, listos a desencadenar otra serie de estallidos sociales. Y el señor gobernador, tan campante, tan cínico, tan falto de vergüenza y tan impune como siempre. Es indignante. Lo increíble es este hecho que pude comprobar: la belleza de esta ciudad parece inextinguible. La inminencia de la primavera la hacía aún más acogedora. La tensión, empero, se siente en el aire. Está ahí, no se irá, es posible que aumente. Ayudemos a Oaxaca como podamos. omo suele suceder Simplemente las aportaciones pacon muchas de las ra pensión y saaprobaciones del lud, entre los conCongreso de la Unión, el ceptos más reprecontribuyente es el gran sentativos, de los olvidado. La nueva Ley trabajadores y del Instituto de Seguridel gobierno codad y Servicios Sociales mo patrón son inde los Trabajadores del suficientes. Para Estado (ISSSTE) repre2007 las aportasenta nada más y nada meciones previstas nos que un rescate finansuman casi 41 ciero del organismo, así commdp, y contrasmo de los 600 mil pensionatan con una nómidos y de los más de 2 millona de pensiones nes y medio de trabajadoestimada en casi res en activo del gobierno 45 mmdp más el federal (poder Legislativo, gasto de operaEjecutivo y Judicial) que ción del ISSSTE cubriremos con nuestros de 48 mmdp. Más impuestos. Por lo tanto la allá de lo finannueva ley del ISSSTE no ciero, con la aprosólo concierne a los sindibación y publicacatos de burócratas sean ción de la nueva maestros, personal médico ley de seguridad y de seguridad pública, social de la burooperativos, etcétera, sino cracia federal la a todos los contribuyentes administración mexicanos. del presidente Desde la perspectiva fiCalderón se sacó nanciera la reforma era in10. Sobresale la minente. El ISSSTE para operación polítisubsistir y cubrir la nómica efectuada tanna de pensiones requiere to antes de preun subsidio con cargo a sentar la iniciatinuestros impuestos, que va como durante para 2007 ascenderá a casi su proceso. 49 mil millones de pesos. El esquema actual de la seguridad social de la burocracia es insostenible, ya que el crecimiento del subsidio es exponencial: en el año 2000 este subsidio era de “sólo” 10 mmp y para el 2012 ascendería a más de 77 mmdp a pesos actuales. Simplemente las aportaciones para pensión y salud, entre los conceptos más representativos, de los trabajadores y del gobierno como patrón son insuficientes. Para 2007 las aportaciones previstas suman casi 41 mmdp, y contrastan con una nómina de pensiones estimada en casi 45 mmdp más el gasto de operación del ISSSTE de 48 mmdp. Más allá de lo financiero, con la aprobación y publicación de la nueva ley de seguridad social de la burocracia federal la administración del presidente Calderón se sacó 10. Sobresale la operación política efectuada tanto antes de presentar la iniciativa como durante su proceso. En la historia parlamentaria reciente de gobierno dividido destaca la velocidad con la que fluyó por las cámaras del Congreso de la Unión, desde la presentación de la iniciativa por diputados del PRI y el PAN, la aprobación del dictamen en comisiones unidas y luego su posterior votación en el pleno. También resalta la pobre discusión que se dio en el Congreso, tanto de quienes hablaron a favor como de quienes se opusieron. En otro orden de ideas el PRI y el PRD mantuvieron congruencia con sus récords de votaciones en reformas sobre este tema. En 1995 el PRI asumió en su totalidad la responsabilidad de sacar adelante la trascendental reforma del IMSS que introdujo las bases del modelo de cuentas individuales. En esa reforma el PAN votó en contra. Fue también el PRI el que promovió y logró la aprobación de la reciente modificación para acotar el régimen de jubilaciones y pensiones de los trabajadores del IMSS, y ahora apoyó esta reforma. El PAN sorprendió ahora por su disciplina en el Congreso. En cuanto al PRD, hizo lo mismo que en reformas similares: votó en contra. En lo personal creo que el PRD cometió un grave error, independientemente de que no supo o no pudo plantear una propuesta para sacar de la bancarrota al esquema de pensiones de beneficios definidos. Simplemente se olvidó que en el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2007 se aprobó una propuesta de este partido para apoyar mensualmente a los adultos mayores de 70 años que viven en poblaciones rurales menores a 2 mil 500 habitantes. Por simple cortesía política pudo haber mostrado en esta ocasión una nueva cara y actitud. Esta reforma del ISSSTE nos va a costar a todos, aunque habrá que reconocer que los trabajadores también aportarán mayores cuotas. No obstante esta reforma, el nuevo régimen de seguridad social para la burocracia federal continuará siendo más generoso que el de quienes cotizan al IMSS. Lo es porque hasta después del 2028 la edad mínima de jubilación será de 60 años para los hombres y 58 para las mujeres versus 65 años en el IMSS. Así la disminución del déficit del ISSSTE que asume el gobierno federal disminuirá gradualmente. La reforma de pensiones en el sector público seguirá siendo una asignatura pendiente. Falta la de los organismos públicos descentralizados del sector energético, banca de desarrollo, Fuerzas Armadas, la de las universidades estatales (la de UNAM, IPN, UAM quedan comprendidas en el ISSSTE), y la de la gran mayoría de los gobiernos de los estados. Asimismo desde la perspectiva de equidad falta diseñar un esquema en el que los trabajadores independientes, como trabajadores domésticos, plomeros, carpinteros, los micro y pequeños empresarios, que no cotizan a ningún sistema de seguridad sean contemplados. También, aunque en el presupuesto federal no pinta, falta resolver los regímenes de pensión de quienes lleguen a ser ex presidentes de la República y ex ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Es cuestión de principio, y así los coludos y rabones se parecerán más, aunque todavía quedarán muchos sin cola. C