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ISSN: 1888-9891 REVISTA DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL Rasca la zona plateada para descubrir el caso de Lucía. Revista de Psiquiatría y Salud Mental Órgano Oficial de la Sociedad Española de Psiquiatría y de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica Volumen 9, Número 2. Abril-Junio 2016 EDITORIAL ¿Por qué la necesidad de una Guía de Práctica Clínica de Patología Dual? Análisis de la evidencia A Lucía se le ha prescrito tratamiento con Selincro® tras admitir su dependencia al alcohol con el deseo de mantenerse sobria cuando disfruta de la compañía de sus nietos. ORIGINALES Adaptación española de la versión para adultos de la Escala de Placer Interpersonal Anticipatorio y Consumatorio Relaciones entre síntomas psicóticos subclínicos y rendimiento cognitivo en la población general Evaluación económica de la desvenlafaxina en el tratamiento de la depresión mayor en España Directrices prácticas para programas de apoyo entre personas con enfermedad mental Experimentó los efectos beneficiosos de Selincro® desde la primera toma. Ingiere 7 o más bebidas al día (una botella de vino a menudo seguida de cerveza o licores). CARTA CIENTÍFICA ® Selincro ayuda a reducir el consumo de alcohol,1 y mejora la calidad de vida de los pacientes con dependencia del alcohol.2 Hábitos dietéticos de una muestra de pacientes con esquizofrenia CARTAS AL DIRECTOR La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad en salud mental. Una cuestión de derechos humanos Re-análisis de la validez de constructo de la escala breve para la evaluación de la capacidad funcional (Sp-UPSA-Brief) de García-Portilla et al. ABRIL-JUNIO 2016 - VOLUMEN 9 - NÚMERO 2 ¿Qué haría en su lugar? Síntomas básicos en la esquizofrenia, su estudio clínico y relevancia en investigación Ver ¿cha técnica en página Padece obesidad, hipertensión y diabetes. Está sometida a una gran presión y responsabilidad en casa y en el trabajo. Su consumo de alcohol se inició hace varios años pero se vio incrementado tras divorciarse de su marido. REVISIÓN *Caso fictício. Lucía, 58 años. El deseo de beber ha disminuido y ahora se siente mejor y segura de sí misma. AGENDA Factor de impacto 2014: 1.622 www.elsevier.es/saludmental Indexada en Index Medicus/Medline, SCI/SSCI/JCR (Science Citation Index / Social Science Citation Index / Journal of Citation Reports) A lcanzando Metas Único antipsicótico agonista parcial de la dopamina y la serotonina de administración mensual1 t Abilify Maintena® ha demostrado eficacia en síntomas positivos y negativos.1,2 tAbilify Maintena® reduce las recaídas y las rehospitalizaciones.1,2,3 tAbilify Maintena® tiene un perfil de tolerabilidad similar a aripiprazol oral.1 tAbilify Maintena® mejora significativamente el nivel de funcionalidad y los síntomas clínicos del paciente medidos por la escala QLS (escala de calidad de vida).4 Simplificando el tratamiento de la esquizofrenia DOSIS RECOMENDADA5 Bibliografía: 1. Fleischhacker WW, Aripiprazole once-monthly for treatment of schizophrenia: double-blind, randomised, non-inferiority study. Br J Psychiatry. 2014;205(2):135-44. 2. Kane JM, Sanchez R, Perry PP, et al. Aripiprazole intramuscular depot as maintenance treatment in patients with schizophrenia: a 52-week, multicenter, randomized, double-blind, placebo-controlled study. J Clin Psychiatry. 2012;73(5):617-624. 3. Kane JM, Sanchez R, Zhao J, et al. Hospitalisation rates in patients switched from oral anti-psychotics to aripiprazole once-monthly for the management of schizophrenia. J Med Econ. 2013;16(7):917-925. 4. Kane JM, et al. Effects of Aripiprazole Once-monthly on Functioning in Patients with Schizophrenia. Poster presented at: 27th annual European College of Neuropsychopharmacology congress; October 18-21, 2014; Berlin, Germany. 5. Ficha Técnica de Abilify Maintena® OPSA/0215/MTN/1076 Ver ¿cha técnica en páginaV\ VHUILFKDWpFQLFDHQSiJLQDV\ 400mg Revista de Psiquiatría y Salud Mental Órgano Oficial de la Sociedad Española de Psiquiatría y de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica www.sepsiq.org www.sepb.es Sociedad Española de Psiquiatría Sociedad Española de Psiquiatría Biológica Junta Directiva Junta Directiva Presidente: M. Gutiérrez Fraile Presidente: M. Bernardo Arroyo Vicepresidente: J. Bobes García Vicepresidenta: A. González-Pinto Arrillaga Secretario: J.I. Eguiluz Uruchurtu Secretario: M. Urretavizcaya Sarachaga Vicesecretaria: M.P. García-Portilla González Vicesecretaria: M.J. Parellada Redondo Vocales: M. Torrens Melich J. Sáiz Ruiz M. Páramo Fernández D. Palao Vidal J. Cano Valero L. Caballero Martínez Vocal Expresidentes: C. Leal Cercós Vocal Investigadores de Referencia: B. Arranz Martí Vocal Jóvenes Investigadores Acreditados: M. Arrojo Romero Vocal Asamblea General: E. Aguilar García-Iturrospe Edición y publicidad: ELSEVIER ESPAÑA, S.L.U. Avda. Josep Tarradellas 20, 1. 08029 Barcelona - Teléfono 932 000 711. Fax: 932 091 136 Zurbano, 76, 4º izda. 28010 Madrid (España) - Teléfono 914 021 212. Fax: 914 250 423 Indexada en Index Medicus/Medline, IBECS, Science Citation Index/Social Science Citation Index® Journal Citation Reports/Social Science Edition Current Contents®/Social and Behavioral Sciences REVISTA DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL es el órgano oficial de expresión de la Sociedad Española de Psiquiatría y de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica. Publicación trimestral. Copyright 2016 Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos. Copyright 2016 Sociedad Española de Psiquiatría y Sociedad Española de Psiquiatría Biológica. Reservados todos los derechos. El contenido de la presente publicación no puede ser reproducido, ni transmitido por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética, ni registrado por ningún sistema de recuperación de información, en ninguna forma, ni por ningún medio, sin la previa autorización por escrito del titular de los derechos de explotación de la misma. ELSEVIER ESPAÑA, a los efectos previstos en el artículo 32.1 párrafo segundo del vigente TRLPI, se opone de forma expresa al uso parcial o total de las páginas de REVISTA DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL con el propósito de elaborar resúmenes de prensa con fines comerciales. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. Ni Elsevier ni la Sociedad Española de Psiquiatría ni la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica tendrán responsabilidad alguna por las lesiones y/o daños sobre personas o bienes que sean el resultado de presuntas declaraciones difamatorias, violaciones de derechos de propiedad intelectual, industrial o privacidad, responsabilidad por producto o negligencia. Tampoco asumirán responsabilidad alguna por la aplicación o utilización de los métodos, productos, instrucciones o ideas descritos en el presente material. En particular, se recomienda realizar una verificación independiente de los diagnósticos y de las dosis farmacológicas. Aunque el material publicitario se ajusta a los estándares éticos (médicos), su inclusión en esta publicación no constituye garantía ni refrendo alguno de la calidad o valor de dicho producto, ni de las afirmaciones realizadas por su fabricante. Tarifa de suscrición anual Profesionales 131,39 € Instituciones 332,63 € (IVA incluido. Precios válidos sólo para España) Suscripciones y atención al cliente Elsevier España, S.L.U. Avda. Josep Tarradellas 20, 1 08029 Barcelona Tel.: 902 888 740 Correo electrónico: suscripciones@elsevier.com Protección de datos: Elsevier España, S.L.U. declara cumplir lo dispuesto por la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal. REVISTA DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL se distribuye exclusivamente entre los profesionales de la medicina. Impreso en España. Depósito Legal: B-28877-2008 ISSN: 1888-9891 Revista de Psiquiatría y Salud Mental Órgano Oficial de la Sociedad Española de Psiquiatría y de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica COMITÉ EDITORIAL Director: J. Bobes Universidad de Oviedo. CIBERSAM. Oviedo Editores Asociados: C. Arango M. Bernardo J.M. Menchón Mª P. García-Portilla González Hospital Gregorio Marañón. CIBERSAM. Madrid. Hospital Clínic, Universidad de Barcelona IDIBAPS. CIBERSAM. Barcelona Hospital Universitari de Bellvitge. CIBERSAM. Barcelona. Universidad de Oviedo CIBERSAM.Oviedo. A. Mª González-Pinto Arrillaga A. Ibáñez Cuadrado J. Sáiz E. Vieta Hospital Santiago Apóstol, Universidad del País Vasco CIBERSAM, Vitoria Hospital Universitario Ramón y Cajal CIBERSAM, Madrid Hospital Universitario Ramón y Cajal.. CIBERSAM. Madrid. Hospital Clínic, Universidad de Barcelona, IDIBAPS. CIBERSAM. Barcelona CONSEJO EDITORIAL R. Alarcón J. Fernández J. Licinio Mayo Clinic. Rochester, MN (USA) Universidad Autónoma de Madrid. Madrid (Spain) M. Alegría Center for Multicultural Mental Health Research. Somerville, MA Boston (USA) F. Artigas J. García-Sevilla The South Australian Health and Medical Research Institute, Flinders University, Adelaida (Australia) Universitat de les Illes Balears. Palma de Mallorca, Illes Balears (Spain) J. Lieberman J. Garrabé de Lara New York State Psychiatric Institute. New York (USA) Institut d’Investigacions Biomédiques de Barcelona. Barcelona (Spain) Fondation Henry Ey. Perpignan (France) A. Lobo J.L. Ayuso Gutiérrez C. Gastó Hospital Clínico. Universitario. Zaragoza (Spain) Universidad Complutense de Madrid. Madrid (Spain) Hospital Clínico de Barcelona. Barcelona (Spain) M. Maj J.L. Ayuso M. Gaviria University of Naples SUN. Naples (Italy) Hospital Universitario de La Princesa. Madrid (Spain) University of Illinois. Chicago (USA) J. Mann E. Baca J. Gibert-Rahola New York State Psychiatric Institute. New York (USA) Universidad Autónoma de Madrid. Madrid (Spain) Universidad de Cádiz. Cádiz (Spain) J.E. Mezzich P. Bech J. Giner International Center for Mental health. New York (USA) Universidad de Sevilla. Sevilla (Spain) H.J. Möller T.E. Goldberg Psychiatry of the University of Munich (LMU). München (Germany) Zucker Hillside Hospital. Glen Oaks, NY (USA) M. Oquendo G. Goodwin Warneford Hospital. Oxford (UK) Division of Molecular Imaging and Neuropathology. Columbia University. New York (USA) P. Gorwood T. Palomo Hopital Louis Mourier. Paris (France) Hospital Doce de Octubre. Madrid (Spain) J. Guimón L. Rojo Universidad del País Vasco. Bilbao (Spain) Hospital Universitario La Fe. Valencia (Spain) M. Gutiérrez F. Rubia Universidad del País Vasco. Vitoria (Spain) Universidad Complutense de Madrid. Madrid (Spain) M. Hammon P. Ruiz Faculty du Medicine Pierre et Marie Curie Faculty Pitié-Salpétrière. Paris (France) University of Texas-Houston Medical School. Houston, TX (USA) E. Hollander D. Stein Frederiksborg General Hospital. Hillerød (Denmark) G. Berrios University of Cambridge Fellow Vitalicio, Robinson College. Cambridge (UK) A. Blanco Universidad de Sevilla. Sevilla (Spain) C. Blanco New York State Psychiatric Institute. New York (USA) A. Bulbena Hospital del Mar. Institut d’Atenció Psiquiàtrica. Barcelona (Spain) J. M. Cañive University of New Mexico. Albuquerque, NM (USA) W. Carpenter University of Maryland School of Medicine. Baltimore, MD (USA) M. Casas Mount Sinai School of Medicine. New York (USA) MRC Unit on Anxiety Disorders. Cape Town (South Africa) Hospital Universitari Vall d’Hebron. Barcelona (Spain) E. Ibáñez M. Trujillo F.X. Castellanos Universidad de Valencia. Valencia (Spain) New York University School of Medicine. New York (USA) NYU Child Study Center. New York (USA) B. Kirkpatrick J. Van Os P. Delgado Medical College of Georgia. Augusta, GA (USA) School for Mental Health and Neuroscience. Maastricht (Nederland) Cleveland (USA) A. Labad J. Vallejo J.M. Delgado HPU Institut Pere Mata. Tarragona (Spain) Universidad Central de Barcelona. Barcelona (Spain) Universidad Pablo de Olavide. Sevilla (Spain) C. Leal J.L. Vázquez-Barquero J. Escobar Hospital Clínico Universitario. Valencia (Spain) Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Santander (Spain) Robert Wood Johnson Medical School Clinical Academic Building. New Brunswick, NJ (USA) J. de León M. Weisman Eastern State Hospital. Lexington, KY (USA) NYS Psychiatric Institute. New York (USA) COMITÉ DE EXPERTOS L. Agüera (Madrid) E.J. Aguilar (Valencia) C. Álamo (Madrid) S. Al-Halabí Díaz (Oviedo) M. Alonso (Barcelona) E. Álvarez (Barcelona) F. Arias (Madrid) B. Arias (Barcelona) B. Arranz (Barcelona) M. Arrojo (Santiago Compostela) E. Baca (Madrid) M.I. Baeza (Barcelona) V. Balanzá (Valencia) J. Ballesteros (Bilbao) A. Benabarre (Barcelona) M. Bioque (Barcelona) J. Blanch (Barcelona) C. Blanco (Nueva York, EEUU) H. Blasco (Madrid) M. Bousoño (Oviedo) B. Cabrera (Barcelona) M. Camacho (Sevilla) J. Cano (Cádiz) F. Cañellas (Palma de Mallorca) N. Cardoner (Barcelona) J.L. Carrasco (Madrid) J. Castro (Barcelona) J. Cervilla (Granada) A. Ceverino (Madrid) I. Corripio (Barcelona) J.M. Crespo (Barcelona) B. Crespo (Santander) F.J. De Diego (Barcelona) C. De Dios (Madrid) R. de Frutos (Valencia) J.M. de la Fuente (Lannemezan, France) C. de las Cuevas (Tenerife) M. Desco (Madrid) M.C. Díaz (Madrid) M. Díaz-Marsá (Madrid) M. Domínguez (Londres) J.I. Eguiluz (Bilbao) E. Elizagárate (Vitoria) L. Fañanás (Barcelona) M. Farré (Barcelona) E. Fernández (Cambridge, UK) J. Fernández (Madrid) M. Ferrer (Barcelona) G. Flórez (Ourense) D. Fraguas (Albacete) M.D. Franco (Sevilla) C. García (Barcelona) M. García (Palma de Mallorca) J. García (Zaragoza) M.P. García-Portilla (Oviedo) M. Gili Planas (Palma Mallorca) L. Giner (Sevilla) J.M. Goikolea (Barcelona) T. González (Madrid) M. González (Bilbao) A.M. González-Pinto (Vitoria) I. Grande (Barcelona) M. Gurpegui (Granada) L. Gutiérrez (Granada) B. Gutiérrez (Granada) J.M. Haro (Barcelona) A. Ibáñez (Madrid) C. Iglesias (Langreo, Asturias) J.A. Ramos (Barcelona) J. Janssen (Madrid) M.A. Jiménez-Arriero (Madrid) A. Labad (Reus-Barcelona) G. Lahera (Madrid) F. Lana (Barcelona) C. López (Medellín, Colombia) P. López (Madrid) M. López (Vitoria) J. López (Madrid) P. López (Navarra) M. Roca (Palma de Mallorca) I. Madariaga (Mondragón, Guipúzcoa) A. Mané (Barcelona) J. Martí (Barcelona) M. Martín (Pamplona) A. Martínez (Barcelona) M. Martínez (Vitoria) C. Martínez (Madrid) I. Mata (Santander) F. Mayoral (Málaga) J. Meana (Bilbao) I. Menéndez (Oviedo) J. Merchán (Madrid) J.A. Micó (Cádiz) M. Miret (Madrid) R. Molina (Mallorca) V. Molina (Salamanca) A.L. Montejo (Salamanca) J.M. Montes (Madrid) M.J. Moreno (Córdoba) D. Moreno (Madrid) C.Moreno (Madrid) B. Morera (San Sebastián) M. Mur (Lleida) V. Navarro (Barcelona) R. Navinés (Barcelona) E. Ochoa (Madrid) N. Ojeda (Bilbao) J.M. Olivares (Vigo) F. Ortuño (Pamplona) D.J. Palao (Barcelona) M. Páramo (Santiago Compostela) M. Parellada (Madrid) J.C. Pascual (Barcelona) A. Pazos (Santander) A. Pérez (Salamanca) V. Pérez (Barcelona) R. Pérez (Santander) J. Pifarré (Lleida) L. Pina (Madrid) E. Pomarol (Barcelona) I. Querejeta (San Sebastián) C. Roncero (Barcelona) V. Rubio (Zaragoza) G. Rubio (Madrid) G. Safont (Tarrasa, Barcelona) P.A. Sáiz (Oviedo) M.D. Sáiz (Madrid) L. Salvador (Barcelona) L. San (Barcelona) P. Sánchez (Vitoria) J. Sanjuán (Valencia) F. Sarramea (Córdoba) R. Segarra (Bilbao) M. Serrano (A Coruña) P. Sierra (Valencia) C. Soutullo (Pamplona) R. Tabares (Valencia) M. Torrens (Barcelona) M. Urretavizcaya (Barcelona) M. Valdés (Barcelona) M. Valentí (Barcelona) F. Vaz (Badajoz) E. Vilella (Reus, Tarragona) I. Zorrilla (Vitoria) Este medicamento está sujeto a seguimiento adicional, lo que agilizará la detección de nueva información sobre su seguridad. Se invita a los profesionales sanitarios a notificar las sospechas de reacciones adversas. Ver la sección 4.8, en la que se incluye información sobre cómo notificarlas. 1. NOMBRE DEL MEDICAMENTO Selincro 18 mg comprimidos recubiertos con película. 2. COMPOSICIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA Cada comprimido recubierto con película contiene 18,06 mg de nalmefeno (como dihidrato de hidrocloruro). Excipiente con efecto conocido: cada comprimido recubierto con película contiene 60,68 mg de lactosa. Para consultar la lista completa de excipientes, ver sección 5.1. 3. FORMA FARMACÉUTICA Comprimido recubierto con película (comprimido). Comprimido recubierto con película de color blanco, ovalado, biconvexo, de 6,0 x 8,75 mm y grabado con “S” en una cara. 4. DATOS CLÍNICOS 4.1 Indicaciones terapéuticas Selincro está indicado para la reducción del consumo de alcohol en pacientes adultos con dependencia del alcohol que presentan un nivel de consumo de alcohol de alto riesgo (NCR), sin síntomas de abstinencia físicos y que no requieran una desintoxicación inmediata. Selincro solo se debe prescribir junto con apoyo psicosocial mantenido dirigido a incrementar la adherencia al tratamiento y a reducir el consumo de alcohol. El tratamiento con Selincro se debe iniciar únicamente en los pacientes que mantienen un NCR alto dos semanas después de la evaluación inicial. 4.2 Posología y forma de administración Posología En la visita inicial, se deben evaluar el estado clínico, la dependencia del alcohol y el nivel de consumo de alcohol del paciente (según el paciente). Por lo tanto, se debe solicitar al paciente que registre su consumo de alcohol durante aproximadamente dos semanas. En la siguiente visita, se puede iniciar el tratamiento con Selincro en los pacientes que mantienen un NCR alto, durante este periodo de dos semanas, junto con una intervención psicosocial dirigida a incrementar la adherencia al tratamiento y a reducir el consumo de alcohol. Durante los ensayos clínicos pivotales la principal mejoría se observó durante las 4 primeras semanas. Se debe evaluar la respuesta del paciente al tratamiento y la necesidad de mantener farmacoterapia con regularidad (p. ej., mensualmente). El médico debe seguir evaluando la evolución del paciente en cuanto a la reducción del consumo de alcohol, el funcionamiento general, la adherencia al tratamiento y los posibles efectos adversos. Se dispone de datos clínicos para el uso de Selincro en condiciones controladas y aleatorizadas para un periodo de 6 a 12 meses. Se recomienda precaución al prescribir Selincro durante más de 1 año. Selincro se toma a demanda: cada día que el paciente perciba un riesgo anticipado de consumo de alcohol debe tomar un comprimido, preferiblemente 1-2 horas antes del momento de consumo. Si el paciente ha empezado a beber alcohol sin haber tomado Selincro, el paciente debería tomar un comprimido lo antes posible. La dosis máxima de Selincro es un comprimido al día. Selincro se puede tomar con o sin alimentos. Poblaciones especiales Población de edad avanzada (≥ 65 años de edad) No se recomienda el ajuste de la dosis para este grupo de pacientes (ver sección 4.4). Insuficiencia renal No se recomienda el ajuste de la dosis para los pacientes con insuficiencia renal leve o moderada (ver sección 4.4). Insuficiencia hepática No se recomienda el ajuste de la dosis para los pacientes con insuficiencia hepática leve o moderada (ver sección 4.4). Población pediátrica No se ha establecido la seguridad y eficacia de Selincro en niños y adolescentes de < 18 años. No se dispone de datos. Forma de administración Selincro es un medicamento que se administra por vía oral. El comprimido recubierto con película se debe tragar entero. El comprimido recubierto con película no se debe dividir ni aplastar porque el nalmefeno puede provocar sensibilización cutánea en contacto directo con la piel. 4.3 Contraindicaciones Hipersensibilidad al principio activo o a alguno de los excipientes incluidos en la sección 5.1. Pacientes en tratamiento con agonistas opioides (como analgésicos opioides, opioides para terapia de sustitución con agonistas opioides (por ejemplo metadona) o agonistas parciales (por ejemplo buprenorfina)) (ver sección 4.4). Pacientes con una actual o reciente adicción a opiáceos. Pacientes con síntomas agudos de abstinencia de opiáceos. Pacientes con sospecha de uso reciente de opiáceos. Pacientes con insuficiencia hepática grave (clasificación de Child-Pugh). Pacientes con insuficiencia renal grave (eGFR < 30 ml/min por 1,73 m2). Pacientes con historia reciente de síndrome de abstinencia del alcohol agudo (incluyendo alucinaciones, convulsiones y delirium tremens). 4.4 Advertencias y precauciones especiales de empleo Selincro no está indicado en pacientes cuyo objetivo terapéutico sea la abstinencia inmediata. La reducción del consumo de alcohol es un objetivo intermedio en el camino hacia la abstinencia. Administración de opiáceos En una situación de urgencia en la que se deban administrar opiáceos a un paciente que toma Selincro, la cantidad de opiáceo requerida para lograr el efecto deseado puede ser superior a la habitual. El paciente se debe someter a un estricto control para detectar síntomas de depresión respiratoria como consecuencia de la administración de opiáceos, así como otras reacciones adversas. Si se precisan opiáceos en una urgencia, la dosis siempre se debe ajustar de forma individual. Si se requieren dosis excepcionalmente altas, será necesaria una estrecha observación. El tratamiento con Selincro se debe interrumpir temporalmente 1 semana antes del uso previsto de opiáceos (p. ej., cuando se vayan a utilizar analgésicos opioides en una intervención quirúrgica programada). El médico prescriptor deberá advertir a los pacientes de la importancia de informar a su médico de la última toma de Selincro en caso de que sea necesario el uso de opiáceos. Se debe tener precaución cuando se utilicen medicamentos que contengan opiáceos (p. ej., antitusígenos, analgésicos opioides (ver sección 4.5)). Comorbilidad Trastornos psiquiátricos Se han registrado efectos psiquiátricos en estudios clínicos (ver sección 4.8). Si los pacientes presentan síntomas psiquiátricos no asociados al inicio del tratamiento con Selincro, y/o que no son transitorios, el médico prescriptor deberá considerar otras causas de los síntomas y valorar la necesidad de continuar el tratamiento con Selincro. Selincro no se ha investigado en pacientes con enfermedad psiquiátrica inestable. Se debe proceder con precaución al prescribir Selincro a pacientes con comorbilidad psiquiátrica presente como el trastorno depresivo mayor. Trastornos convulsivos Se dispone de experiencia limitada en pacientes con antecedentes de trastornos convulsivos, incluidas las convulsiones por abstinencia de alcohol. Se recomienda precaución si se inicia un tratamiento para reducir el consumo de alcohol en estos pacientes. Insuficiencia renal o hepática Selincro se metaboliza principalmente en el hígado y se elimina predominantemente por la orina. Por lo tanto, se debe tener precaución cuando se prescriba Selincro a pacientes con insuficiencia renal o hepática leve o moderada, por ejemplo, realizando controles más frecuentes. Se debe proceder con precaución al prescribir Selincro a pacientes con valores altos de ALAT o ASAT (> 3 veces el LSN), ya que estos pacientes fueron excluidos del programa de desarrollo clínico. Pacientes de edad avanzada (≥ 65 años de edad) Se dispone de datos clínicos limitados sobre el uso de Selincro en pacientes ≥ 65 años de edad con dependencia del alcohol. Sea debe tener precaución al prescribir Selincro a pacientes ≥ 65 años de edad (ver sección 4.2). Otras Se recomienda precaución si Selincro se administra conjuntamente con un inhibidor potente de la enzima UGT2B7 (ver sección 4.5). Lactosa Los pacientes con intolerancia hereditaria a galactosa, insuficiencia de lactasa de Lapp o problemas de malabsorción de glucosa o galactosa no deben tomar este medicamento. 4.5 Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción No se han llevado a cabo estudios de interacción farmacológica in vivo. Según estudios in vitro, no se prevén interacciones clínicamente relevantes entre el nalmefeno, o sus metabolitos, y medicamentos administrados simultáneamente metabolizados por las enzimas más comunes CYP450 y UGT o transportadores de membrana. La administración conjunta con medicamentos que sean inhibidores potentes de la enzima UGT2B7 (p. ej., diclofenaco, fluconazol, acetato de medroxiprogesterona, ácido meclofenámico) puede aumentar significativamente la exposición a nalmefeno. Es improbable que esto suponga un problema con el uso ocasional, pero si se inicia un tratamiento a largo plazo simultáneo con un inhibidor potente de la UGT2B7, no se puede descartar la posibilidad de un aumento en la exposición a nalmefeno (ver sección 4.4). Por el contrario, la administración conjunta con un inductor de la UGT (p. ej., dexametasona, fenobarbital, rifampicina, omeprazol) puede dar lugar a concentraciones plasmáticas subterapéuticas de nalmefeno. Si se toma Selincro de manera simultánea con agonistas opioides (p. ej., algunos tipos de antitusígenos y antigripales, determinados antidiarreicos, y analgésicos opioides), puede que el paciente no se beneficie del agonista opioide. No existe ninguna interacción farmacocinética clínicamente relevante entre el nalmefeno y el alcohol. Se produce un pequeño deterioro en la función cognitiva y psicomotora tras la administración de nalmefeno. No obstante, el efecto de la combinación de nalmefeno y alcohol no superó la suma de los efectos de cada uno de ellos por separado. El consumo simultáneo de alcohol y Selincro no previene los efectos de la intoxicación del alcohol. 4.6 Fertilidad, embarazo y lactancia Embarazo No hay datos o estos son limitados (menos de 300 resultados en embarazos) relativos al uso de nalmefeno en mujeres embarazadas. Los estudios en animales han mostrado toxicidad en la reproducción. No se recomienda Selincro durante el embarazo. Lactancia Los datos farmacodinámicos/toxicológicos disponibles en animales muestran que nalmefeno/metabolitos se excretan en la leche. Se desconoce si nalmefeno se excreta en la leche materna. No se puede excluir el riesgo en recién nacidos/lactantes. Se debe decidir si es necesario interrumpir la lactancia o interrumpir/abstenerse de iniciar el tratamiento con Selincro tras considerar el beneficio de la lactancia para el niño y el beneficio del tratamiento para la madre. Fertilidad En estudios de fertilidad en ratas, no se observaron efectos de nalmefeno sobre la fertilidad, el apareamiento, el embarazo o los parámetros espermáticos. 4.7 Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas No se ha estudiado la influencia de nalmefeno sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas. Selincro puede provocar reacciones adversas como náuseas, mareo, insomnio y cefalea. La mayoría de estas reacciones fueron leves o moderadas, relacionadas con el inicio del tratamiento y tuvieron una corta duración. La influencia de Selincro sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas es nula o insignificante. 4.8 Reacciones adversas Resumen del perfil de seguridad Más de 3.000 pacientes han sido expuestos a nalmefeno en estudios clínicos. En general, el perfil de seguridad concuerda en todos los estudios clínicos realizados. Las frecuencias de las reacciones adversas en la Tabla 1 se calcularon basándose en tres estudios aleatorizados, a doble ciego y controlados con placebo en pacientes con dependencia del alcohol (1.144 pacientes expuestos a Selincro a demanda y 797 expuestos a placebo a demanda). Las reacciones adversas más frecuentes fueron náuseas, mareo, insomnio y cefalea. La mayoría de estas reacciones fueron leves o moderadas, estuvieron relacionadas con el inicio del tratamiento y tuvieron una corta duración. En los estudios clínicos se comunicaron estados confusionales y, en raras ocasiones, alucinaciones y disociación. La mayoría de estas reacciones fueron leves o moderadas, estuvieron relacionadas con el inicio del tratamiento y tuvieron una corta duración (de unas pocas horas a unos pocos días). La mayoría de estas reacciones Tabla 1: Frecuencias de las reacciones adversas adversas se resolvieron con el tratamiento continuo y no recurrieron con la administración repetida. Si bien estos acontecimientos tuvieron generalmente una corta duración, podrían Sistema de clasificación de órganos Frecuencia Reacción adversa tratarse de psicosis alcohólica, síndrome de abstinencia alcohólica o enfermedad Trastornos del metabolismo y de la nutrición Frecuente Apetito disminuido psiquiátrica comórbida. Tabla de reacciones adversas Las frecuencias se definen como: muy frecuentes (≥1/10), frecuentes (≥1/100 a <1/10), poco frecuentes (≥1/1.000 a Trastornos psiquiátricos Muy frecuente Insomnio <1/100), raras (≥1/10.000 a <1/1.000), muy raras (<1/10.000) o frecuencia no conocida Frecuente Trastorno del sueño (no puede estimarse a partir de los datos disponibles). Notificación de sospechas de reacciones adversas Es importante notificar sospechas de reacciones adversas al Estado confusional medicamento tras su autorización. Ello permite una supervisión continuada de la relación Inquietud beneficio/riesgo del medicamento. Se invita a los profesionales sanitarios a notificar las sospechas de reacciones adversas a través del sistema Español de Farmacovigilancia de Libido disminuida (incluida la pérdida de líbido) medicamentos de Uso Humano: https://www.notificaram.es. 4.9 Sobredosis En un estudio No conocida Alucinación (incluidas alucinaciones auditivas, alucinaciones en pacientes diagnosticados de ludopatía, se investigaron dosis de nalmefeno de hasta 90 táctiles, alucinaciones visuales y alucinaciones somáticas) mg/día durante 16 semanas. En un estudio en pacientes con cistitis intersticial, 20 pacientes recibieron 108 mg/día de nalmefeno durante más de 2 años. Se ha registrado la Disociación toma de una dosis única de 450 mg de nalmefeno sin cambios en la tensión arterial, la Trastornos del sistema nervioso Muy frecuente Mareo frecuencia cardiaca y respiratoria o la temperatura corporal. No se ha observado un patrón atípico de reacciones adversas en estos contextos, si bien la experiencia es limitada. En Cefalea caso de sobredosis, se recomienda realizar un tratamiento sintomático y someter al Frecuente Somnolencia paciente a observación. 5. DATOS FARMACÉUTICOS 5.1 Lista de excipientes Núcleo del Temblor comprimido Celulosa microcristalina Lactosa anhidra Crospovidona, tipo A Estearato de magnesio Recubrimiento del comprimido Hipromelosa Macrogol 400 Dióxido de titanio Alteración de la atención (E171) 5.2 Incompatibilidades No procede. 5.3 Periodo de validez 3 años. 5.4 Parestesia Precauciones especiales de conservación Este medicamento no requiere condiciones especiales de conservación. 5.5 Naturaleza y contenido del envase Blísters transparentes Hipoestesia de PVC/PVdC/aluminio en cajas de cartón. Tamaños de envases de 7, 14, 28, 42, 49 y 98 Trastornos cardiacos Frecuente Taquicardia comprimidos recubiertos con película. Puede que solamente estén comercializados algunos Palpitaciones tamaños de envases. 5.6 Precauciones especiales de eliminación La eliminación del medicamento no utilizado y de todos los materiales que hayan estado en contacto con él se Muy frecuente Muy frecuente Náuseas realizará de acuerdo con la normativa local. 6. TITULAR DE LA AUTORIZACIÓN DE Frecuente Vómitos COMERCIALIZACIÓN H. Lundbeck A/S Ottiliavej 9 DK-2500 Valby Dinamarca 7. NÚMERO(S) DE AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN EU/1/12/815/001 7 Boca seca comprimidos. EU/1/12/815/002 14 comprimidos. EU/1/12/815/003 28 comprimidos. Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo Frecuente Hiperhidrosis EU/1/12/815/004 42 comprimidos. EU/1/12/815/005 98 comprimidos. EU/1/12/815/006 49 comprimidos. EU/1/12/815/007 14 comprimidos, tarjeta. EU/1/12/815/008 28 Trastornos musculoesqueléticos y del tejido Frecuente Espasmos musculares comprimidos, tarjeta. 8. FECHA DE LA PRIMERA AUTORIZACIÓN/RENOVACIÓN DE LA conjuntivo AUTORIZACIÓN Fecha de la primera autorización: 25 de Febrero de 2013. Trastornos generales y alteraciones en el lugar de Frecuente Fatiga 9. PRESENTACIÓN Y PRECIO PVP (IVA) Selincro 18 mg, envase con 14 comprimidos. P.V.P administración 63,04 € P.V.P iva 65,57 €. 10. CONDICIONES DE DISPENSACIÓN POR LA SEGURIDAD Astenia SOCIAL Con receta médica. Especialidad reembolsable por el Sistema Nacional de Salud. Malestar general Con visado de inspección. Cícero de aportación reducida. 11. FECHA DE LA REVISIÓN DEL Sensación anormal TEXTO: Mayo 2015. La información detallada de este medicamento está disponible en la página web de la Agencia Europea de Medicamentos http://www.ema.europa.eu/. Exploraciones complementarias Frecuente Peso disminuido 1. Ficha Técnica de Selincro®. Lundbeck España SA. En: http://www.emea.europa.eu/ema. 2. François C, et al. PLoS One. 2015 Jun 8;10(6):e0129289. 1. NOMBRE DEL MEDICAMENTO. Abilify Maintena 300 mg polvo y disolvente para suspensión de liberación prolongada inyectable. Abilify Maintena 400 mg polvo y disolvente para suspensión de liberación prolongada inyectable. 2. COMPOSICIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA. Cada vial contiene 300 mg de aripiprazol (Abilify Maintena 300 mg) o 400 mg de aripiprazol (Abilify Maintena 400 mg). Después de reconstituir, cada ml de suspensión contiene 200 mg de aripiprazol. Para consultar la lista completa de excipientes, ver sección 6.1. 3. FORMA FARMACÉUTICA. Polvo y disolvente para suspensión de liberación prolongada inyectable. Polvo: blanco a blanquecino. Disolvente: solución transparente. 4. DATOS CLÍNICOS. 4.1 Indicaciones terapéuticas. Abilify Maintena está indicado para el tratamiento de mantenimiento de la esquizofrenia en pacientes adultos estabilizados con aripiprazol oral. 4.2 Posología y forma de administración. Posología. En pacientes que nunca han tomado aripiprazol, se debe comprobar la tolerabilidad con aripiprazol oral antes de iniciar el tratamiento con Abilify Maintena. La dosis inicial y de mantenimiento recomendada de Abilify Maintena es de 400 mg. No es necesario el ajuste de la dosis de este medicamento. Abilify Maintena se debe administrar una vez al mes como inyección única (no antes de 26 días después de la inyección previa). Después de la primera inyección, se debe continuar el tratamiento con 10 a 20 mg de aripiprazol oral durante 14 días consecutivos para mantener las concentraciones terapéuticas de aripiprazol durante el inicio del tratamiento. Si se presentan reacciones adversas con la dosis de 400 mg una vez al mes, se debe considerar una reducción de dosis a 300 mg. Dosis omitidas. Si la 2a o 3 a dosis es omitida y el período desde la última inyección es > 4 semanas y < 5 semanas: Se debe administrar la inyección lo antes posible y luego retomar el programa mensual de inyecciones. Si la 2a o 3 a dosis es omitida y el período desde la última inyección es > 5 semanas: Se debe recomenzar aripiprazol oral concomitante durante 14 días con la siguiente inyección administrada y luego reiniciar el programa de inyecciones mensuales. Si la 4a dosis o las siguientes son omitidas (ej. después de lograr un estado estacionario) y el período desde de la última inyección es > 4 semanas y < 6 semanas: La inyección debe administrarse lo antes posible y luego reiniciar el programa de inyecciones mensuales. Si la 4a dosis o las siguientes son omitidas (ej. después de lograr un estado estacionario) y el período desde de la última inyección es > 6 semanas: Se debe reiniciar el aripiprazol oral concomitantemente durante 14 días, con la siguiente inyección y, posteriormente, reanudar el tratamiento de inyecciones mensuales. Poblaciones especiales. Pacientes de edad avanzada. No se ha establecido la seguridad y eficacia de Abilify Maintena para el tratamiento de la esquizofrenia en pacientes de 65 años de edad o mayores de 65 años (ver sección 4.4). Insuficiencia Renal. No es necesario ajustar la dosis en pacientes con insuficiencia renal (ver la sección 5.2). Insuficiencia hepática. No es necesario ajustar la dosis en pacientes con insuficiencia hepática leve o moderada. En pacientes que presentan insuficiencia hepática grave, los datos disponibles son insuficientes para establecer recomendaciones. En estos pacientes, que precisan una dosificación cuidadosa, es preferible utilizar la formulación oral (ver sección 5.2). Metabolizadores lentos de la CYP2D6 conocidos. En pacientes que se sabe que son metabolizadores lentos de la CYP2D6, la dosis de inicio y mantenimiento debe ser de 300 mg. Cuando se emplea concomitantemente con inhibidores potentes de la CYP3A4, debe reducirse la dosis a 200 mg (ver sección 4.5). Ajuste de la dosis por interacciones. Los ajustes de dosis deben hacerse en pacientes que estén tomando concomitantemente inhibidores potentes de la CYP3A4 o inhibidores potentes de la CYP2D6 durante más de 14 días. Si el inhibidor de la CYP3A4 o la CYP2D6 se suspende, es posible que la dosis deba ser aumentada a la dosis anterior (ver sección 4.5). Si se producen reacciones adversas a pesar del ajuste de la dosis de Abilify Maintena, se debe reconsiderar la necesidad de utilizar inhibidores de la CYP2D6 o la CYP3A4. Se debe evitar el empleo de inductores de la CYP3A4 al mismo tiempo que Abilify Maintena durante más de 14 días, porque los niveles sanguíneos de aripiprazol están disminuidos y pueden estar por debajo del nivel en que son efectivos (ver sección 4.5). Ajuste de la dosis de Abilify Maintena en pacientes en tratamiento concomitante con inhibidores potentes de la CYP2D6, inhibidores potentes de la CYP3A4 y/o inductores de la CYP3A4 durante más de 14 días. Pacientes en tratamiento con 400 mg de Abilify Maintena. Inhibidores potentes de la CYP2D6 o de la CYP3A4: Dosis ajustada 300 mg. Inhibidores potentes de la CYP2D6 y de la CYP3A4: Dosis ajustada 200 mg. Inductores de la CYP3A4: Evite su empleo. Pacientes en tratamiento con 300 mg de Abilify Maintena. Inhibidores potentes de la CYP2D6 o de la CYP3A4: Dosis ajustada 200 mg. Inhibidores potentes de la CYP2D6 y de la CYP3A4: Dosis ajustada 160 mg. Inductores de la CYP3A4: Evite su empleo. Población pediátrica. No se ha establecido la seguridad y la eficacia de Abilify Maintena en niños y adolescentes entre 0-17 años de edad. No se dispone de datos. Forma de administración. Abilify Maintena está destinado para ser administrado únicamente por vía intramuscular, no por vía intravenosa ni subcutánea. Debe ser administrado por un profesional sanitario. La suspensión se debe inyectar inmediatamente después de ser reconstituida, pero puede conservarse en el vial a una temperatura inferior a 25 °C durante 4 horas. La suspensión debe inyectarse lentamente en el glúteo o el deltoides, en una única administración (la dosis no debe dividirse). Se debe tener cuidado y evitar inyectarla por error en un vaso sanguíneo. Se deben rotar los lugares de inyección entre ambos glúteos o deltoides. La aguja recomendada para la administración en el glúteo es de 38 mm (1,5 pulgadas), aguja hipodérmica de seguridad de calibre 22. Para pacientes obesos (índice de masa corporal > 28 kg/m2) se debe emplear una aguja hipodérmica de seguridad de 50 mm (2 pulgadas) de calibre 21. La aguja recomendada para la administración en el deltoides es una aguja hipodérmica de seguridad de 25 mm (1 pulgada) de calibre 23. Para pacientes obesos se debe emplear una aguja hipodérmica de seguridad de 38 mm (1,5 pulgadas) de calibre 22 (ver sección 6.6). Los viales con el polvo y el disolvente son de un solo uso. Para consultar las instrucciones de reconstitución del medicamento antes de la administración, ver sección 6.6. 4.3 Contraindicaciones. Hipersensibilidad al principio activo o a alguno de los excipientes incluidos en la sección 6.1. 4.4 Advertencias y precauciones especiales de empleo. La mejoría clínica del paciente durante el tratamiento antipsicótico puede tardar desde varios días a algunas semanas. Los pacientes deben estar estrechamente controlados durante este periodo. Tendencias suicidas. La aparición de comportamiento suicida es inherente a las enfermedades psicóticas y en algunos casos se han notificado al poco tiempo del inicio o el cambio de tratamiento antipsicótico, incluyendo el tratamiento con aripiprazol (ver sección 4.8). El tratamiento con antipsicóticos en pacientes de alto riesgo debe ir acompañado de una estrecha supervisión. Trastornos cardiovasculares. Abilify Maintena debe ser empleado con precaución en pacientes que presentan enfermedad cardiovascular conocida (antecedentes de infarto de miocardio o enfermedad isquémica cardiaca, fallo cardíaco, o anomalías de la conducción), enfermedad cerebrovascular, enfermedades que pueden predisponer a la hipotensión (deshidratación, hipovolemia, y tratamiento con medicamentos antihipertensivos) o a la hipertensión, incluyendo hipertensión acelerada o maligna. Se han notificado casos de tromboembolismo venoso (TEV) con medicamentos antipsicóticos. Dado que los pacientes tratados con antipsicóticos presentan a menudo factores de riesgo adquiridos para el TEV, se deben identificar todos los posibles factores de riesgo de TEV antes y durante el tratamiento con Abilify Maintena, así como tomar las correspondientes medidas preventivas (ver sección 4.8). Prolongación del intervalo QT. En estudios clínicos de tratamiento con aripiprazol oral, la incidencia de prolongación del intervalo QT fue comparable a placebo. Aripiprazol debe ser empleado con precaución en pacientes con antecedentes familiares de prolongación del intervalo QT (ver sección 4.8). Discinesia tardía. En ensayos clínicos de hasta un año de duración, se han notificado casos poco frecuentes de discinesia durante el tratamiento con aripiprazol. Si aparecen signos y síntomas de discinesia tardía en un paciente tratado con Abilify Maintena, se debe considerar una reducción de dosis o la interrupción del tratamiento (ver sección 4.8). Estos síntomas pueden empeorar temporalmente o incluso pueden manifestarse después de la interrupción del tratamiento. Síndrome Neuroléptico Maligno (SNM). El SNM es un complejo de síntomas potencialmente mortal asociado al tratamiento con fármacos antipsicóticos. En ensayos clínicos se han notificado casos raros de SNM durante el tratamiento con aripiprazol. Las manifestaciones clínicas del SNM son hipertermia, rigidez muscular, estado mental alterado y evidencia de inestabilidad autónoma (pulso o presión sanguínea irregular, taquicardia, diaforesis y disritmia cardíaca). Los signos adicionales pueden incluir una elevación de creatina fosfoquinasa, mioglobinuria (rabdomiólisis), e insuficiencia renal aguda. También se han notificado elevaciones de la creatina fosfoquinasa y rabdomiólisis no necesariamente asociadas con el SNM. Si un paciente desarrolla signos y síntomas indicativos de SNM, o presenta fiebre alta inexplicable sin manifestaciones clínicas adicionales de SNM, todos los medicamentos antipsicóticos, incluyendo aripiprazol, deben ser interrumpidos (ver sección 4.8). Convulsiones. En ensayos clínicos se han notificado casos poco frecuentes de convulsiones durante el tratamiento con aripiprazol. Por lo tanto, se debe emplear aripiprazol con precaución en pacientes epilépticos o con historia de convulsiones (ver sección 4.8). Pacientes de edad avanzada con psicosis relacionada con demencia. Aumento de mortalidad. En tres estudios controlados con placebo, con aripiprazol oral, en pacientes de edad avanzada con psicosis asociada a la enfermedad de Alzheimer (n = 938; media de edad: 82,4 años; rango: 56-99 años), los pacientes tratados con aripiprazol tienen un mayor riesgo de muerte en comparación con placebo. La tasa de muerte en pacientes tratados con aripiprazol oral fue del 3,5% en comparación con el 1,7% en el grupo placebo. Aunque las causas de muerte fueron variadas, la mayoría de las muertes parecieron ser de origen cardiovascular (ej. insuficiencia cardiaca, muerte súbita) o infecciosa (ej. neumonía) (ver sección 4.8). Reacciones adversas cerebrovasculares. En los mismos estudios con aripiprazol oral, se notificaron reacciones adversas cerebrovasculares (ej. ictus, crisis isquémica transitoria), incluyendo fallecimiento (media de edad: 84 años; rango: 78-88 años). En total en estos estudios, en un 1,3% de los pacientes tratados con aripiprazol oral se notificaron reacciones cerebrovasculares adversas en comparación con el 0,6% de los pacientes tratados con placebo. Esta diferencia no fue estadísticamente significativa. Sin embargo, en uno de estos ensayos, un estudio a dosis fijas, hubo una relación dosis respuesta significativa para las reacciones adversas cerebrovasculares, en pacientes tratados con aripiprazol (ver sección 4.8). Abilify Maintena no está indicado para el tratamiento de pacientes con psicosis relacionada con demencia. Hiperglucemia y diabetes mellitus. En algunos casos se ha notificado hiperglucemia extrema y asociada con cetoacidosis o coma hiperosmolar o muerte en pacientes tratados con medicamentos antipsicóticos atípicos, incluyendo aripiprazol. Entre los factores de riesgo que pueden predisponer a los pacientes a padecer complicaciones graves se incluye la obesidad y los antecedentes familiares de diabetes. En los ensayos clínicos con aripiprazol, no hubo diferencias significativas en la tasa de incidencia de reacciones adversas hiperglucémicas (incluyendo diabetes) o en los valores de glucemia alterados, en comparación con placebo. No se dispone de datos precisos del riesgo de reacciones adversas relacionadas con la hiperglucemia en pacientes tratados con aripiprazol y con otros medicamentos antipsicóticos atípicos, que permitan establecer comparaciones directas. Los pacientes tratados con medicamentos antipsicóticos, incluyendo aripiprazol, deben ser observados para detectar posibles signos y síntomas de hiperglucemia (como polidipsia, poliuria, polifagia y debilidad), y los pacientes con diabetes mellitus o con factores de riesgo de diabetes mellitus deben ser controlados de forma regular, para detectar un posible empeoramiento del control de la glucosa (ver sección 4.8). Hipersensibilidad. Se pueden producir reacciones de hipersensibilidad con aripiprazol, caracterizadas por síntomas alérgicos. Aumento de peso. El aumento de peso se suele dar en pacientes esquizofrénicos en tratamiento con antipsicóticos que se sabe causan aumento de peso, comorbilidades, estilo de vida poco saludable, y puede conducir a complicaciones graves. El aumento de peso ha sido notificado después de la comercialización, en pacientes a los que se les ha prescrito aripiprazol oral. Cuando ha ocurrido, ha sido habitualmente en aquellos pacientes con factores de riesgo significativos como antecedentes de diabetes, alteraciones tiroideas o adenoma pituitario. En estudios clínicos no se ha observado que aripiprazol haya inducido un aumento de peso clínicamente significativo (ver sección 4.8). Disfagia. La dismotilidad esofágica y la aspiración se han asociado al uso de medicamentos antipsicóticos, incluyendo aripiprazol. El aripiprazol debe utilizarse con precaución en pacientes con riesgo de neumonía por aspiración. Adicción patológica al juego. Se han notificado informes postcomercialización de adicción patológica al juego en pacientes tratados con aripiprazol oral, independientemente de si estos pacientes tenían antecedentes previos de adicción al juego o no. El riesgo puede ser mayor en pacientes con antecedentes de adicción al juego y por este motivo deben ser controlados cuidadosamente (ver sección 4.8). 4.5 Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción. No se han realizado estudios de interacciones con Abilify Maintena. La siguiente información fue obtenida a partir de estudios con aripiprazol oral. Dado su antagonismo al receptor _1 adrenérgico, aripiprazol tiene la capacidad de aumentar el efecto de ciertos medicamentos antihipertensivos. Dados los efectos primarios del aripiprazol sobre el SNC, se debe tener precaución al administrar aripiprazol en combinación con alcohol u otros medicamentos del SNC con efectos adversos que se solapan, como la sedación (ver sección 4.8). Se debe tener precaución cuando se administre de forma concomitante aripiprazol con otros medicamentos que produzcan prolongación del intervalo QT o trastornos electrolíticos. Interacción de otros medicamentos con Abilify Maintena. Aripiprazol se metaboliza por múltiples vías, involucrando las enzimas CYP2D6 y CYP3A4 pero no la enzima CYP1A. Por lo tanto, no es necesario un ajuste de dosis en fumadores. Quinidina y otros inhibidores potentes de la CYP2D6. En un estudio clínico de aripiprazol oral en sujetos sanos, un inhibidor potente de la CYP2D6 (quinidina) aumentó el AUC en un 107%, mientras que no produjo cambios en la Cmax. El AUC y la Cmax del dehidroaripiprazol, el metabolito activo, disminuyeron en un 32% y 47%, respectivamente. Es esperable que otros inhibidores potentes de la CYP2D6, como la fluoxetina y la paroxetina, tengan efectos similares y por lo tanto se debe aplicar una reducción de dosis considerando dichas disminuciones (ver sección 4.2). Ketoconazol y otros inhibidores potentes de la CYP3A4. En un estudio clínico de aripiprazol oral en sujetos sanos, un inhibidor potente de la CYP3A4 (ketoconazol) elevó el AUC del aripiprazol y la Cmax en un 63% y 37%, respectivamente; y aumentó el AUC y la Cmax del dehidroaripiprazol en un 77% y 43%, respectivamente. En metabolizadores lentos de la CYP2D6, el empleo concomitante de inhibidores potentes de la CYP3A4 puede dar lugar a concentraciones plasmáticas más altas de aripiprazol, en comparación con los metabolizadores rápidos de la CYP2D6 (ver sección 4.2). Cuando se considere la administración concomitante de ketoconazol u otros inhibidores potentes de la CYP3A4 con aripiprazol, los posibles beneficios deberán ser mayores que los posibles riesgos para el paciente. Cabe esperar que otros inhibidores potentes de la CYP3A4, como itraconazol y los inhibidores de la proteasa VIH, tengan efectos similares y, por lo tanto, se debe aplicar una reducción de dosis acorde con los datos anteriores (ver sección 4.2). Cuando se interrumpe el inhibidor de la CYP2D6 o la CYP3A4, se debe aumentar la dosis de Abilify Maintena a la dosis previa al inicio del tratamiento concomitante. Cuando se emplean inhibidores débiles de la CYP3A4 (ej. diltiazem) o de la CYP2D6 (ej. escitalopram) de forma concomitante con este medicamento, es esperable que se produzcan pequeños aumentos de la concentración plasmática de aripiprazol. Carbamezapina y otros inductores de la CYP3A4. Después de la administración concomitante de carbamezapina, un inductor potente de la CYP3A4, y aripiprazol oral, a pacientes con esquizofrenia o trastorno esquizoafectivo, las medias geométricas de la Cmax y el AUC para aripiprazol fueron un 68% y 73% más bajos respectivamente, en comparación con la administración de aripiprazol oral (30 mg) en monoterapia. Asimismo, las medias geométricas de la Cmax y el AUC para el dehidroaripiprazol, después de la administración concomitante de carbamazepina, fueron un 69% y 71% más bajos respectivamente, que los obtenidos después del tratamiento con aripiprazol oral en monoterapia. Cabe esperar que la administración concomitante de Abilify Maintena y otros inductores de la CYP3A4 (como rifampicina, rifabutina, fenitoína, fenobarbital, primidona, efavirenz, nevirapina y la hierba de San Juan) tengan efectos similares. Se debe evitar el empleo concomitante de inductores de la CYP3A4 con Abilify Maintena, debido a que los niveles de aripiprazol en sangre disminuyen y pueden caer por debajo de los niveles efectivos. Valproato y litio. La administración de valproato o litio de forma concomitante con aripiprazol, no produjo cambios clínicamente significativos en las concentraciones de aripiprazol, y por lo tanto no es necesario ajustar la dosis cuando se administra valproato o litio con Abilify Maintena. Interacción de Abilify Maintena con otros medicamentos. En estudios clínicos, dosis orales de 10-30 mg/día de aripiprazol no tuvieron efectos significativos sobre el metabolismo de los sustratos de la CYP2D6 (índice dextrometorfano/3-metoximorfinan) 2C9 (warfarina), 2C19 (omeprazol) y 3A4 (dextrometorfano). Además, aripiprazol y dehidroaripiprazol no parecen modificar el metabolismo mediado por la CYP1A2, según estudios in vitro. Por lo tanto, es poco probable que Abilify Maintena cause interacciones medicamentosas clínicamente importantes mediadas por estas enzimas. La administración de aripiprazol de forma concomitante con lamotrigina, dextrometorfano, warfarina, omeprazol, escitalopram o venlafaxina, no produjo cambios clínicamente significativos en la concentración de estos medicamentos. Por lo tanto, no es necesario ajustar la dosis de estos medicamentos cuando se administran concomitantemente con Abilify Maintena. Síndrome serotoninérgico. Se han notificado casos de síndrome serotoninérgico en pacientes en tratamiento con aripiprazol, se pueden producir signos y síntomas de esta alteración especialmente con el empleo concomitante con otros medicamentos serotoninérgicos, como ISRS/ISRN o con medicamentos que se sabe que aumentan la concentración de aripiprazol (ver sección 4.8). 4.6 Fertilidad, embarazo y lactancia. Embarazo. No hay estudios bien controlados y adecuados con aripiprazol en mujeres embarazadas. Aunque se han notificado anomalías congénitas, no se ha podido establecer una relación causal con aripiprazol. Los estudios realizados en animales, no pudieron excluir el potencial de toxicidad en el desarrollo (ver sección 5.3). Se aconseja a las pacientes notificar a sus médicos si están embarazadas o tienen intención de quedarse embarazadas durante el tratamiento con Abilify Maintena. Debido a la insuficiente información de seguridad en humanos y los problemas identificados en estudios de reproducción animal, este medicamento no debe utilizarse en el embarazo, a menos que el beneficio esperado justifique claramente el riesgo potencial para el feto. Los prescriptores deben ser conscientes de las propiedades de la acción prolongada de Abilify Maintena. Los recién nacidos expuestos a antipsicóticos (incluyendo aripiprazol) durante el tercer trimestre del embarazo, corren el riesgo de sufrir reacciones adversas entre las que se incluyen síntomas extrapiramidales y/o síndrome de abstinencia, que pueden variar en gravedad y duración después del nacimiento. Se han notificado casos de síntomas de agitación, hipertonía, hipotonía, temblor, somnolencia, dificultad respiratoria o trastornos alimentarios. Por lo tanto, los recién nacidos deben estar cuidadosamente controlados (ver sección 4.8). Lactancia. Aripiprazol se excreta en la leche materna. Se debe tomar la decisión de interrumpir la lactancia o de interrumpir/abstenerse del tratamiento con Abilify Maintena, teniendo en cuenta el beneficio de la lactancia para el niño y el beneficio del tratamiento para la mujer. Fertilidad. Aripiprazol no afectó a la fertilidad, según los datos de estudios de toxicidad reproductiva. 4.7 Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas. La influencia de Abilify Maintena sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas es pequeña o moderada, debido a sus posibles efectos sobre el sistema nervioso o visual, como sedación, somnolencia, síncope, visión borrosa (ver sección 4.8). Por lo tanto, se debe aconsejar a los pacientes no conducir o manejar máquinas hasta que se conozca la susceptibilidad individual a este medicamento. 4.8 Reacciones adversas. Resumen del perfil de seguridad. Las reacciones adversas medicamentosas (RAM) observadas con mayor frecuencia, notificadas en ≥ 5% de los pacientes, en dos estudios clínicos controlados, doble ciego, con Abilify Maintena fueron: aumento de peso (9,0%), acatisia (7,9%), insomnio (5,8%) y dolor en el lugar de la inyección (5,1%). Tabla de reacciones adversas. La incidencia de reacciones adversas medicamentosas (RAM) asociadas con el tratamiento con aripiprazol aparecen en la tabla siguiente. Esta tabla está basada en acontecimientos adversos notificados durante los ensayos clínicos y/o la utilización postcomercialización. Todas las RAM están incluidas según el sistema de clasificación de órganos, frecuencias: muy frecuentes (≥ 1/10), frecuentes (≥ 1/100 a <1/10), poco frecuentes (≥ 1/1.000 a < 1/100), raras (≥ 1/10.000 a < 1/1.000), muy raras (<1/10.000) y frecuencia no conocida (no puede estimarse a partir de los datos disponibles). Dentro de cada grupo de frecuencias, las reacciones adversas se presentan en orden decreciente de gravedad. La frecuen- cia de las reacciones adversas notificadas durante el uso después de la comercialización no puede ser determinada ya que se derivan de notificaciones espontáneas. Por lo tanto, la frecuencia de estos efectos adversos se califica como “no conocida”. Trastornos de la sangre y del sistema linfático. Poco frecuentes: Neutropenia; Anemia; Trombocitopenia; Recuento disminuido de neutrófilos; Recuento disminuido de glóbulos blancos. Frecuencia no conocida: Leucopenia. Trastornos del sistema inmunológico. Poco frecuentes: Hipersensibilidad. Frecuencia no conocida: Reacción alérgica (ej. reacción anafiláctica, angioedema, incluyendo inflamación de la lengua, edema de la lengua, edema del rostro, prurito o urticaria). Trastornos endocrinos. Poco frecuentes: Prolactina disminuida en sangre. Frecuencia no conocida: Coma diabético hiperosmolar; Cetoacidosis diabética. Trastornos del metabolismo y de la nutrición. Frecuentes: Peso aumentado; Diabetes mellitus; Peso disminuido. Poco frecuentes: Hiperglucemia; Hipercolesterolemia; Hiperinsulinemia; Hiperlipidemia; Hipertrigliceridemia; Trastorno del apetito. Frecuencia no conocida: Anorexia; Hiponatremia. Trastornos psiquiátricos. Frecuentes: Agitación; Ansiedad; Inquietud; Insomnio. Poco frecuentes: Ideación suicida; Trastorno psicótico; Alucinación; Trastorno delirante; Hipersexualidad; Reacción de pánico; Depresión; Labilidad afectiva; Apatía; Disforia; Trastorno del sueño; Bruxismo; Libido disminuida; Alteración del humor. Frecuencia no conocida: Suicidio consumado; Intento de suicidio; Juego patológico; Nerviosismo. Trastornos del sistema nervioso. Frecuentes: Trastorno extrapiramidal; Acatisia; Temblor; Discinesia: Sedación; Somnolencia; Mareo; Cefalea. Poco frecuentes: Distonia; Discinesia tardía; Parkinsonismo; Trastorno del movimiento; Hiperactividad psicomotora; Síndrome de piernas inquietas; Rigidez en rueda dentada; Hipertonía; Bradicinesia; Babeo; Disgeusia; Parosmia. Frecuencia no conocida: Síndrome neuroléptico maligno; Convulsión del gran mal; Síndrome serotoninérgico; Trastornos del habla. Trastornos oculares. Poco frecuentes: Crisis oculogira; Visión borrosa, Dolor ocular. Trastornos cardíacos. Poco frecuentes: Extrasístoles ventriculares; Bradicardia; Taquicardia; Disminución de la amplitud de la onda T en el electrocardiograma; Electrocardiograma anormal; Inversión de la onda T del electrocardiograma. Frecuencia no conocida: Muerte súbita inexplicable; Parada cardiaca; Torsades de pointes; Arritmia ventricular; Prolongación del intervalo QT. Trastornos vasculares. Poco frecuentes: Hipertensión; Hipotensión ortostática; Presión arterial aumentada. Frecuencia no conocida: Síncope; Tromboembolismo venoso (incluyendo embolismo pulmonar y trombosis venosa profunda). Trastornos respiratorios, torácicos y mediastínicos. Poco frecuentes: Tos. Frecuencia no conocida: Espasmo orofaríngeo; Laringoespasmo; Neumonía por aspiración. Trastornos gastrointestinales. Frecuentes: Boca seca. Poco frecuentes: Enfermedad por reflujo gastroesofágico; Dispepsia; Vómitos; Diarrea; Náuseas; Dolor abdominal superior; Molestia abdominal; Estreñimiento; Movimientos intestinales frecuentes; Hipersecreción salival. Frecuencia no conocida: Pancreatitis; Disfagia. Trastornos hepatobiliares. Poco frecuentes: Prueba anormal de función hepática; Enzimas hepáticos aumentados; Alanina aminotransferasa elevada; Gamma glutamil transferasa elevada; Bilirrubina elevada en sangre; Aspartato aminotransferasa elevada. Frecuencia no conocida: Insuficiencia hepática; Ictericia; Hepatitis; Fosfatasa alcalina elevada. Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo. Poco frecuentes: Alopecia; Acné; Rosácea; Eczema; Induración de la piel. Frecuencia no conocida: Erupción; Reacción de fotosensibilidad; Hiperhidrosis. Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo. Frecuentes: Rigidez musculoesquelética. Poco frecuentes: Rigidez muscular; Espasmos musculares; Sacudidas musculares; Tirantez muscular; Mialgia; Dolor en una extremidad; Artralgia; Dolor de espalda; Limitación de la movilidad de la articulación; Rigidez de nuca; Trismo. Frecuencia no conocida: Rabdomiolisis. Trastornos renales y urinarios. Poco frecuentes: Nefrolitiasis; Glucosuria. Frecuencia no conocida: Retención urinaria; Incontinencia urinaria. Embarazo, puerperio y enfermedades perinatales. Frecuencia no conocida: Síndrome de abstinencia de fármacos en neonatos (ver sección 4.6). Trastornos del aparato reproductor y de la mama. Frecuentes: Disfunción eréctil. Poco frecuentes: Galactorrea; Ginecomastia; Dolor mamario a la palpación; Sequedad vulvovaginal. Frecuencia no conocida: Priapismo. Trastornos generales y alteraciones en el lugar de administración. Frecuentes: Dolor en la zona de inyección; Induración de la zona de inyección; Fatiga. Poco frecuentes: Pirexia; Astenia; Alteración de la marcha; Malestar torácico; Reacción en la zona de inyección; Eritema en la zona de inyección; Hinchazón en la zona de inyección; Molestia en la zona de inyección; Prurito en la zona de inyección; Sed; Lentitud de movimiento. Frecuencia no conocida: Alteración de la regulación de la temperatura (ej. hipotermia, pirexia); Dolor torácico; Edema periférico. Exploraciones complementarias. Frecuentes: Creatinfosfoquinasa en sangre elevada. Poco frecuentes: Glucosa elevada en sangre; Glucosa disminuida en sangre; Hemoglobina glicosilada aumentada; Perímetro abdominal aumentado; Colesterol disminuido en sangre; Triglicéridos disminuidos en sangre. Frecuencia no conocida: Fluctuación de la glucosa en sangre. Descripción de reacciones adversas seleccionadas. Reacciones en el lugar de la inyección. Durante las fases controladas de doble ciego de ambos estudios, se observaron reacciones en el lugar de la inyección; que en general fueron de gravedad leve a moderada y se resolvieron con el tiempo. El dolor en el lugar de la inyección (incidencia 5,1%) tiene una media de aparición en el día 2 después de la inyección y una mediana de duración de 4 días. En un estudio abierto que comparaba la biodisponibilidad de Abilify Maintena inyectado en el glúteo o el deltoides, las reacciones relacionadas con el lugar de la inyección fueron ligeramente más frecuentes en el deltoides. La mayoría fueron leves y mejoraron en las inyecciones posteriores. Cuando se compara con los estudios en los que Abilify Maintena se inyecta en el glúteo, la reaparición del dolor en el lugar de la inyección es más frecuente en el deltoides. Leucopenia. Se ha notificado neutropenia en los ensayos clínicos con Abilify Maintena que generalmente se inicia alrededor del día 16 después de la primera inyección, y dura una media de 18 días. Síntomas extrapiramidales (SEP). En estudios en pacientes estables con esquizofrenia, Abilify Maintena se asoció con una frecuencia más alta de SEP (18,4%) en comparación con el tratamiento oral con aripiprazol (11,7%). La acatisia fue el síntoma observado con mayor frecuencia (8,2%), generalmente se inicia alrededor del día 10 después de la primera inyección, y dura una mediana de 56 días. Los sujetos con acatisia se suelen tratar con medicamentos anticolinérgicos, principalmente mesilato de benzatropina y trihexifenidilo; y con menor frecuencia, con medicamentos como propranolol y benzodiacepinas (clonazepam y diazepam), para controlar la acatisia. El parkinsonismo fue el siguiente acontecimiento observado con mayor frecuencia (6,9% en el grupo tratado con Abilify Maintena, 4,5% en el grupo tratado con comprimidos orales de 10-30 mg de aripiprazol y 3,0% en el grupo placebo, respectivamente). Distonía. Efecto de clase: En individuos susceptibles y durante los primeros días del tratamiento pueden producirse síntomas de distonía, contracciones anormales prolongadas de los músculos. Entre los síntomas de distonía se incluyen: espasmo de los músculos del cuello, progresando a veces a contracción de la garganta, dificultad para la deglución, dificultad para respirar, y/o protrusión de la lengua. Aunque estos síntomas pueden ocurrir a dosis bajas, ocurren con mayor frecuencia y son más graves, en los tratamientos con medicamentos antipsicóticos de primera generación de alta potencia, y a dosis más altas. Se ha observado un riesgo elevado de distonía aguda en los varones y en grupos de menor edad. Peso. Durante la fase doble ciego, con control activo del estudio de 38 semanas, la incidencia de aumento de peso ≥ 7% desde el inicio, hasta la última visita, fue del 9,5% en el grupo de Abilify Maintena y del 11,7% en el grupo tratado con comprimidos orales de 10-30 mg de aripiprazol. La incidencia de pérdida de peso ≥ 7% desde el inicio hasta la última visita fue del 10,2% en el grupo de Abilify Maintena y del 4,5% en el grupo tratado con comprimidos orales de 10-30 mg de aripiprazol. Durante la fase doble ciego, controlada con placebo, del estudio de 52 semanas, la incidencia de aumento de peso ≥ 7% desde el inicio hasta la última visita fue del 6,4% en el grupo de Abilify Maintena y del 5,2% en el grupo placebo. La incidencia de pérdida de peso ≥ 7% desde el inicio hasta la última visita fue del 6,4% en el grupo de Abilify Maintena y del 6,7% en el grupo placebo. Durante el tratamiento a doble ciego, el cambio medio en el peso corporal desde el inicio hasta la última visita fue de -0,2 kg en el grupo de Abilify Maintena y -0,4 kg en el grupo placebo (p = 0,812). Prolactina. En la fase doble ciego, con control activo, del estudio de 38 semanas, desde el inicio hasta la última visita, hubo una disminución media en los niveles de prolactina en el grupo de Abilify Maintena (-0,33 ng/ml) comparado con una elevación media en el grupo tratado con comprimidos orales de 10-30 mg de aripiprazol (0,79 n/ml; p < 0,01). La incidencia de pacientes tratados con Abilify Maintena, con niveles de prolactina > 1 vez el nivel tope del rango normal (ULN) en cualquier evaluación, fue del 5,4%; en comparación con el 3,5% de los pacientes tratados con comprimidos orales de 10-30 mg de aripiprazol. Los pacientes,hombres en general, presentaron una incidencia más alta que las pacientes mujeres en cada grupo de tratamiento. En la fase de doble ciego controlado con placebo del estudio de 52 semanas, desde el inicio hasta la última visita, hubo una disminución media en los niveles de prolactina en el grupo con Abilify Maintena (-0,38 ng/ml) en comparación con una elevación media en el grupo con placebo (1,67 ng/ml). La incidencia de los pacientes tratados con Abilify Maintena, con niveles de prolactina > 1 vez el nivel tope del rango normal (ULN), fue del 1,9%; en comparación con el 7,1% en los pacientes con placebo. Notificación de sospechas de reacciones adversas. Es importante notificar sospechas de reacciones adversas al medicamento tras su autorización. Ello permite una supervisión continuada de la relación beneficio/riesgo del medicamento. Se invita a los profesionales sanitarios a notificar las sospechas de reacciones adversas a través del Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano: www.notificaRAM.es. 4.9 Sobredosis. No se notificaron casos de reacciones adversas asociadas con sobredosis en estudios clínicos con Abilify Maintena. Se debe tener cuidado de no inyectar este medicamento por error en un vaso sanguíneo. Después de cualquier administración intravenosa involuntaria/accidental de una sobredosis confirmada o sospechada, es necesario un control estrecho del paciente y, si surge cualquier signo o síntoma potencialmente grave, es necesario realizar una monitorización que incluirá la realización de un electrocardiograma de forma continuada. La supervisión médica y la monitorización deben continuarse hasta que el paciente se recupere. Una simulación de descarga rápida demostró que la media esperada de la concentración de aripiprazol, alcanza un pico de 4500 ng/ml o aproximadamente 9 veces el rango terapéutico superior. En el caso de descarga rápida de la dosis, se espera que las concentraciones de aripiprazol disminuyan rápidamente al límite superior de la ventana terapéutica, después de alrededor de 3 días. El día 7, la mediana de las concentraciones de aripiprazol disminuye aún más hasta alcanzar concentraciones similares a las que se alcanzan después de la administración de una dosis IM sin descarga rápida. Mientras las sobredosis son menos probables con medicamentos parenterales que con medicamentos orales, a continuación se muestra información relativa a sobredosis con aripiprazol oral. Signos y síntomas. En estudios clínicos y experiencias post comercialización, se identificaron sobredosis agudas accidentales o intencionadas con aripiprazol sólo, en pacientes adultos, y a dosis estimadas, según notificación, de hasta 1.260 mg (41 veces mayor que la dosis diaria más alta recomendada para aripiprazol) sin que se produjeran fallecimientos. Los signos y síntomas de potencial importancia clínica observados incluyeron: letargia, elevación de la presión sanguínea, somnolencia, taquicardia, náuseas, vómitos y diarrea. Además, se han recibido notificaciones de sobredosis accidental con aripiprazol sólo (hasta 195 mg) en niños, sin que se produjera ningún desenlace mortal. Los signos y síntomas médicos potencialmente graves notificados incluyeron: somnolencia, pérdida transitoria del conocimiento y síntomas extrapiramidales. Manejo de la sobredosis. El tratamiento de la sobredosis debe concentrarse en una terapia de soporte, manteniendo una vía aérea adecuada, oxigenación y ventilación, y tratamiento sintomático. Se debe considerar la posibilidad de que haya múltiples medicamentos implicados. A continuación, se debe empezar de forma inmediata la monitorización cardiovascular y realizar una monitorización electrocardiográfica contínua para detectar posibles arritmias. Después de una sobredosis con aripiprazol, sospechada o confirmada, se debe seguir una estrecha monitorización y supervisión médica hasta la recuperación del paciente. Hemodiálisis. Aunque no hay información sobre los efectos de la hemodiálisis para tratar una sobredosis de aripiprazol, es improbable que sea útil para dicho tratamiento, dado que aripiprazol presenta una amplia unión a proteínas plasmáticas. 5. PROPIEDADES FARMACOLÓGICAS. Ver Ficha Técnica completa. 6. DATOS FARMACÉUTICOS. 6.1 Lista de excipientes. Polvo. Carmelosa sódica. Manitol. Fosfato deshidrogenado de sodio monohidrato. Hidróxido de sodio. Disolvente. Agua para preparaciones inyectables. 6.2 Incompatibilidades. No procede. 6.3 Periodo de validez. 3 años. Después de la reconstitución: Se ha demostrado estabilidad química y física durante 4 horas a 25 °C. Desde el punto de vista microbiológico, a menos que el método para abrir/reconstituir descarte el riesgo de contaminación microbiana, el producto debe emplearse de inmediato. Si no se utiliza de inmediato, el tiempo y las condiciones de conservación para utilizarlo son responsabilidad del usuario. Agitar el vial vigorosamente durante al menos 60 segundos para garantizar la resuspensión antes de la inyección. No conserve la suspensión reconstituida en la jeringa. 6.4 Precauciones especiales de conservación. No congelar. Para las condiciones de conservación tras la reconstitución del medicamento, ver sección 6.3. 6.5 Naturaleza y contenido del envase. Polvo 300 mg (Abilify Maintena 300 mg) o 400 mg (Abilify Maintena 400 mg):. Vial de vidrio tipo I, con tapón de caucho laminado y sellado con una tapa de aluminio tipo “flip-off”. Disolvente:. Vial de 2 ml de vidrio tipo I con tapón de caucho laminado y sellado con una tapa de aluminio tipo “flip-off”. Envase individual. Cada envase individual contiene un vial con polvo, un vial de 2 ml con disolvente, una jeringa de 3 ml con luer-lock con una aguja hipodérmica de seguridad ya colocada, de 38 mm (1,5 pulgadas), calibre 21, con un dispositivo de protección de la aguja, una jeringa desechable de 3 ml con punta luer-lock, un adaptador de vial, y tres agujas hipodérmicas de seguridad: una de 25 mm (1 pulgada) y calibre 23, una de 38 mm (1,5 pulgadas) y calibre 22, y una de 50 mm (2 pulgadas) y calibre 21. Envase múltiple. Lote de 3 envases individuales. Puede que solamente estén comercializados algunos tamaños de envases. 6.6 Precauciones especiales de eliminación y otras manipulaciones. La eliminación del medicamento no utilizado y de todos los materiales que hayan estado en contacto con él se realizará de acuerdo con la normativa local. Paso 1: Preparación antes de reconstituir el polvo. Saque todos los componentes del envase y confirme que están todos los que se indican en la siguiente lista: - Prospecto de Abilify Maintena e instrucciones para profesionales sanitarios. - Vial con polvo. - Vial con 2 ml de disolvente. Importante: el vial con el disolvente contiene una cantidad adicional de disolvente. - Una jeringa luer-lock de 3 ml con aguja hipodérmica de seguridad de 38 mm (1,5 pulgadas) calibre 21, ya colocada, con un dispositivo de protección para la aguja. - Una jeringa desechable con punta luer-lock de 3 ml. - Un adaptador del vial. - Una aguja hipodérmica de seguridad de 25 mm (1 pulgada) calibre 23 con dispositivo de protección para la aguja. - Una aguja hipodérmica de seguridad de 38 mm (1,5 pulgadas) calibre 22 con dispositivo de protección para la aguja. - Una aguja hipodérmica de seguridad de 50 mm (2 pulgadas) calibre 21 con dispositivo de protección para la aguja. - Instrucciones para la aguja y la jeringa. Paso 2: Reconstitución del polvo. a) Quite la tapa del vial con polvo y la del vial con disolvente y limpie el tapón de ambos viales con un hisopo estéril impregnado en alcohol. b) Utilizando la jeringa con la aguja ya colocada, extraiga el volumen de disolvente predeterminado del vial correspondiente, volcando el disolvente hacia la jeringa. Vial de 300 mg (Abilify Maintena 300 mg): Añada 1,5 ml de disolvente para reconstituir el polvo. Vial de 400 mg (Abilify Maintena 400 mg): Añada 1,9 ml de disolvente para reconstituir el polvo. Quedará una pequeña cantidad de disolvente residual en el vial después de la extracción. Cualquier exceso debe ser eliminado. c) Inyecte lentamente el disolvente en el vial que contiene el polvo. d) Saque el aire para igualar la presión en el vial tirando del émbolo levemente hacia atrás. e) Posteriormente, saque la jeringa del vial. Proceda a encajar el dispositivo de seguridad de la aguja utilizando la técnica de una mano. Presione suavemente la funda contra una superficie plana hasta que la aguja quede encajada firmemente en la funda de protección de la aguja. Compruebe visualmente que la aguja ha encajado perfectamente en la funda de protección de la aguja y deseche la jeringa. f) Agite el vial vigorosamente durante 30 segundos hasta que la suspensión se vea uniforme. g) Inspeccione visualmente la suspensión reconstituida por si hubiera partículas y decoloración antes de la administración. El medicamento reconstituido es una suspensión líquida de color blanco o blanquecino. No utilice la suspensión reconstituida si contiene partículas o presenta decoloración. h) Si no se administra la inyección inmediatamente después de la reconstitución, puede mantener el vial hasta 4 horas a una temperatura inferior a 25 °C y agitarlo vigorosamente, durante al menos 60 segundos, para garantizar la resuspensión antes de inyectarla. i) No conserve la suspensión reconstituida en la jeringa. Paso 3: Preparación antes de la inyección. a) Retire la cubierta del envase protector del adaptador del vial, pero no extraiga el adaptador del vial del envase protector. b) Sujete el envase protector del adaptador del vial, y fije la jeringa luer-lock insertándola en el adaptador del vial y girándola a continuación. c) Emplee la jeringa luer-lock para extraer el adaptador del vial del envase protector y deseche el envase protector del adaptador del vial. No toque la punta del adaptador del vial en ningún momento. d) Determine el volumen recomendado para la inyección. Abilify Maintena vial de 300 mg (Dosis/ Volumen a inyectar): 300 mg/ 1,5 ml; 200 mg/1,0 ml; 160 mg/ 0,8 ml. Abilify Maintena vial de 400 mg (Dosis/ Volumen a inyectar): 400 mg/ 2,0 ml; 300 mg/1,5 ml; 200 mg/1,0 ml; 160 mg/0,8 ml. e) Limpie la tapa del vial con la suspensión reconstituida con un hisopo estéril impregnado en alcohol. f) Coloque y sujete el vial con la suspensión reconstituida sobre una superficie dura. Encaje el adaptador del vial sujetando la parte externa del adaptador del vial y empujando la punta del adaptador del vial firmemente, a través del tapón de caucho, hasta que encaje en su lugar. g) Extraiga lentamente el volumen recomendado del vial con la jeringa luer-lock para poder inyectarlo. En el vial quedará una pequeña cantidad, un exceso de la suspensión. Paso 4: Procedimiento de inyección. a) Saque la jeringa luer-lock que contiene el volumen recomendado de la suspensión reconstituida de Abilify Maintena del vial. b) Seleccione una de las agujas hipodérmicas de seguridad descritas a continuación, en función del lugar de inyección y del peso del paciente, y una la aguja hipodérmica a la jeringa luer-lock que contiene la suspensión para inyectar. Asegúrese de que la aguja hipodérmica está firmemente unida al dispositivo protector de la aguja, presionando y girando en el sentido de las agujas del reloj, luego retire la cubierta de la aguja inmediatamente. Tipo morfológico: No obesos. Lugar de la inyección: Deltoides. Tamaño de la aguja: 25 mm (1 pulgada) calibre 23. Lugar de la inyección: Glúteo. Tamaño de la aguja: 38 mm (1,5 pulgadas) calibre 22. Tipo morfológico: Obesos. Lugar de la inyección: Deltoides. Tamaño de la aguja: 38 mm (1,5 pulgadas) calibre 22. Lugar de la inyección: Glúteo. Tamaño de la aguja: 50 mm (2 pulgadas) calibre 21. c) Inyecte lentamente el volumen recomendado mediante una inyección intramuscular de una única dosis en el glúteo o el deltoides. No masajee el sitio de la inyección. Se debe tener cuidado y evitar inyectarla por error en un vaso sanguíneo. No inyecte en zonas con signos de inflamación, piel dañada, hinchazón y/o hematomas. Sólo para inyección profunda en el glúteo o el deltoides. Recuerde rotar los sitios de inyección en ambos glúteos. Busque signos o síntomas de administración intravenosa involuntaria. Paso 5: Procedimientos después de la inyección. a) Encaje el dispositivo de seguridad de la aguja como se describe en el Paso 2 e). Deseche los viales, adaptador, agujas y jeringa, de forma adecuada, después de la inyección. Los viales con polvo y disolvente son para un solo uso. 7. TITULAR DE LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN. Otsuka Pharmaceutical Europe Ltd. Gallions, Wexham Springs, Framewood Road,. Wexham, SL3 6PJ - Reino Unido. 8. NÚMERO(S) DE AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN. Abilify Maintena vial de 300 mg: EU/1/13/882/001; EU/1/13/882/003. Abilify Maintena vial de 400 mg: EU/1/13/882/002; EU/1/13/882/004. 9. FECHA DE LA PRIMERA AUTORIZACIÓN/RENOVACIÓN DE LA AUTORIZACIÓN. Fecha de la primera autorización: 15/noviembre/2013. 10. FECHA DE LA REVISIÓN DEL TEXTO. 04/2015. 11. CONDICIONES DE PRESCRIPCIÓN Y DISPENSACIÓN. Medicamento sujeto a prescripción médica. 12. CONDICIONES DE PRESTACIÓN DEL SISTEMA NACIONAL DE SALUD. Reembolsable por el Sistema Nacional de Salud. Medicamento de aportación reducida. 13. PRESENTACIONES Y PVP. Abilify Maintena 300 mg polvo y disolvente para suspensión de liberación prolongada 1 vial + 1 vial de disolvente PVP IVA 315,49 €. Abilify Maintena 400 mg polvo y disolvente para suspensión de liberación prolongada 1 vial + 1 vial de disolvente PVP IVA 315,49 €. La información detallada de este medicamento está disponible en la página web de la Agencia Europea de Medicamentos http://www.ema.europa.eu. Sumario Volumen 9, Número 2/2016 EDITORIAL 67 ¿Por qué la necesidad de una Guía de Práctica Clínica de Patología Dual? Análisis de la evidencia L. San, B. Arranz, M. Bernardo, M. Arrojo y Grupo de Expertos de la Guía de Práctica Clínica de Patología Dual ORIGINALES 70 Adaptación española de la versión para adultos de la Escala de Placer Interpersonal Anticipatorio y Consumatorio D.C. Gooding, E. Fonseca-Pedrero, A. Pérez de Albéniz, J. Ortuño-Sierra y M. Paino 78 Relaciones entre síntomas psicóticos subclínicos y rendimiento cognitivo en la población general O. Martín-Santiago, V. Suazo, A. Rodríguez-Lorenzana, S. Ruiz de Azúa, C. Valcárcel, Á. Díez, A. Grau, C. Domínguez, R. Gallardo y V. Molina 87 Evaluación económica de la desvenlafaxina en el tratamiento de la depresión mayor en España J. Rejas Gutiérrez, M. Blanca Tamayo, J. Gascón Barrachina y B. Armada Peláez 97 Directrices prácticas para programas de apoyo entre personas con enfermedad mental F. Campos, A. Sousa, V. Rodrigues, A. Marques, C. Queirós y A. Dores REVISIÓN 111 Síntomas básicos en la esquizofrenia, su estudio clínico y relevancia en investigación S. Miret, M. Fatjó-Vilas, V. Peralta y L. Fañanás CARTA CIENTÍFICA 123 Hábitos dietéticos de una muestra de pacientes con esquizofrenia C. Iglesias-García, A. Toimil y A. Iglesias-Alonso CARTAS AL DIRECTOR 126 La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad en salud mental. Una cuestión de derechos humanos S. Ramos Pozón 127 Re-análisis de la validez de constructo de la escala breve para la evaluación de la capacidad funcional (Sp-UPSA-Brief) de García-Portilla et al. S.A. Dominguez Lara, C. Merino Soto y J.S. Navarro Loli AGENDA 129 Agenda Abril/Junio 2016 Contents Volume 9, Number 2/2016 EDITORIAL 67 Why a Dual Pathology Clinical Guideline? Analysis of the evidence L. San, B. Arranz, M. Bernardo, M. Arrojo and Grupo de Expertos de la Guía de Práctica Clínica de Patología Dual ORIGINAL ARTICLES 70 Spanish adaptation of the adult version of the Anticipatory and Consummatory Interpersonal Pleasure Scale D.C. Gooding, E. Fonseca-Pedrero, A. Pérez de Albéniz, J. Ortuño-Sierra and M. Paino 78 Relationship between subclinical psychotic symptoms and cognitive performance in the general population O. Martín-Santiago, V. Suazo, A. Rodríguez-Lorenzana, S. Ruiz de Azúa, C. Valcárcel, Á. Díez, A. Grau, C. Domínguez, R. Gallardo and V. Molina 87 Economic evaluation of desvenlafaxine in the treatment of major depressive disorder in Spain J. Rejas Gutiérrez, M. Blanca Tamayo, J. Gascón Barrachina and B. Armada Peláez 97 Practical guidelines for peer support programmes for mental health problems F. Campos, A. Sousa, V. Rodrigues, A. Marques, C. Queirós and A. Dores REVIEW ARTICLE 111 Basic symptoms in schizophrenia, their clinical study and relevance in research S. Miret, M. Fatjó-Vilas, V. Peralta and L. Fañanás SCIENTIFIC LETTER 123 Dietary habits of a sample of patients with schizophrenia C. Iglesias-García, A. Toimil and A. Iglesias-Alonso LETTERS TO THE EDITOR 126 Convention on the rights of persons with disabilities in mental health. A human rights issue S. Ramos Pozón 127 Re-analysis of construct validity of the brief-version of the University of California Performance Skills Assessment (Sp-UPSA-Brief) of García-Portilla et al. S.A. Dominguez Lara, C. Merino Soto and J.S. Navarro Loli CALENDAR 129 Calendar April/June 2016 Este medicamento está sujeto a seguimiento adicional, lo que agilizará la detección de nueva información sobre su seguridad. Se invita a los profesionales sanitarios a notificar las sospechas de reacciones adversas. Ver la sección 4.8, en la que se incluye información sobre cómo notificarlas. 1. NOMBRE DEL MEDICAMENTO Brintellix 5, 10 y 20 mg comprimidos recubiertos con película. 2. COMPOSICIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA Cada comprimido recubierto con película contiene vortioxetina hidrobromuro equivalente a 5, 10 y 20 mg de vortioxetina. Para consultar la lista completa de excipientes, ver sección 5.1. 3. FORMA FARMACÉUTICA Comprimido recubierto con película. Comprimido recubierto con película, de color rosa y forma almendrada (5 x 8,4 mm), grabado con “TL” en una cara y con “5” en la otra. Comprimido recubierto con película, de color amarillo y forma almendrada (5 x 8,4 mm), grabado con “TL” en una cara y con “10” en la otra. Comprimido recubierto con película, de color rojo y forma almendrada (5 x 8,4 mm), grabado con “TL” en una cara y con “20” en la otra. 4. DATOS CLÍNICOS 4.1 Indicaciones terapéuticas Brintellix está indicado para el tratamiento de episodios de depresión mayor en adultos. 4.2 Posología y forma de administración Posología La dosis inicial y recomendada de Brintellix es de 10 mg de vortioxetina una vez al día en adultos menores de 65 años. Según la respuesta individual del paciente, la dosis se puede incrementar hasta un máximo de 20 mg de vortioxetina una vez al día o reducir hasta un mínimo de 5 mg de vortioxetina una vez al día. Después de la resolución de los síntomas depresivos, se recomienda continuar el tratamiento durante al menos 6 meses para consolidar la respuesta antidepresiva. Interrupción del tratamiento Los pacientes tratados con Brintellix pueden interrumpir el medicamento de forma repentina sin necesidad de reducir gradualmente la dosis. Poblaciones especiales Pacientes de edad avanzada La dosis eficaz más baja de 5 mg de vortioxetina una vez al día debería siempre usarse como dosis de inicio en pacientes de ≥ 65 años de edad. Se recomienda precaución cuando se trata pacientes de≥ 65 años de edad con dosis superiores a 10 mg de vortioxetina una vez al día, para las cuales los datos son limitados (ver sección 4.4). Inhibidores del citocromo P450 Según la respuesta individual del paciente, se puede considerar una dosis más baja de vortioxetina si se añade un inhibidor potente de la CYP2D6 (por ejemplo, bupropión, quinidina, fluoxetina, paroxetina) al tratamiento con Brintellix (ver sección 4.5). Inductores del citocromo P450 Según la respuesta individual del paciente, se puede considerar un ajuste de la dosis de vortioxetina si se añade un inductor del citocromo P450 de amplio espectro (por ejemplo, rifampicina, carbamazepina, fenitoína) al tratamiento con Brintellix (ver sección 4.5). Población pediátrica No se ha establecido la seguridad y eficacia de Brintellix en niños y adolescentes menores de 18 años. No se dispone de datos (ver sección 4.4). Forma de administración Brintellix se administra por vía oral. Los comprimidos recubiertos con película se pueden tomar con o sin alimentos. 4.3 Contraindicaciones Hipersensibilidad al principio activo o a alguno de los excipientes incluidos en la sección 5.1. Uso concomitante con inhibidores no selectivos de la monoaminooxidasa (IMAOs) o inhibidores selectivos de la MAO-A (ver sección 4.5). 4.4 Advertencias y precauciones especiales de empleo Uso en población pediátrica No se recomienda Brintellix para el tratamiento de la depresión en pacientes menores de 18 años puesto que no se ha establecido la seguridad y eficacia de vortioxetina en este grupo de edad (ver sección 4.2). En estudios clínicos realizados en niños y adolescentes tratados con otros antidepresivos se observaron comportamientos suicidas (intento de suicidio y pensamientos suicidas) y hostilidad (predominantemente agresión, comportamiento oposicionista y reacción de ira) con mayor frecuencia que en los individuos tratados con placebo. Suicidio/ pensamientos suicidas o empeoramiento clínico La depresión se asocia a un incremento del riesgo de pensamientos suicidas, autolesión y suicidio (acontecimientos relacionados con el suicidio). Este riesgo persiste hasta que se produce una remisión significativa. Como puede que la mejoría no ocurra durante las primeras semanas o más de tratamiento, los pacientes deben ser estrechamente monitorizados hasta que tenga lugar dicha mejoría. Según la experiencia clínica general, el riesgo de suicidio puede aumentar durante las primeras fases de la recuperación. Se sabe que los pacientes con antecedentes de acontecimientos relacionados con el suicidio o aquellos que presentan un grado significativo de ideación suicida antes de iniciar el tratamiento tienen un mayor riesgo de pensamientos suicidas o intentos de suicidio, por lo que se deben vigilar atentamente durante el tratamiento. Un metaanálisis de estudios clínicos con antidepresivos controlados con placebo en pacientes adultos con trastornos psiquiátricos demostró un aumento del riesgo de comportamiento suicida con antidepresivos en comparación con placebo en pacientes menores de 25 años. El tratamiento se debe acompañar de una supervisión estrecha de los pacientes, y en particular de aquellos con alto riesgo, especialmente al principio del tratamiento y después de un cambio de dosis. Los pacientes (y sus cuidadores) deben ser alertados de la necesidad de monitorizar la aparición de cualquier empeoramiento clínico, comportamiento o pensamiento suicida o cambios inusuales de la conducta, y consultar inmediatamente a un médico si aparecen estos síntomas. Convulsiones Las convulsiones son un riesgo potencial de los medicamentos antidepresivos. Por lo tanto, Brintellix se debe introducir con precaución en pacientes con antecedentes de convulsiones o con epilepsia inestable (ver sección 4.5). El tratamiento se debe interrumpir en cualquier paciente que experimente convulsiones o un incremento en su frecuencia. Síndrome Serotoninérgico (SS) o Síndrome Neuroléptico Maligno (SNM) La administración de Brintellix puede dar lugar al Síndrome Serotoninérgico (SS) o al Síndrome Neuroléptico Maligno (SNM), situaciones que podrían ser potencialmente mortales. El riesgo de Síndrome Serotoninérgico (SS) o Síndrome Neuroléptico Maligno (SNM) aumenta con el uso concomitante de principios activos serotoninérgicos (incluyendo los triptanos), medicamentos que afectan al metabolismo de la serotonina (incluyendo los IMAO), antipsicóticos y otros antagonistas dopaminérgicos. Los pacientes se deben someter a monitorización para detectar la aparición de cualquier signo o síntoma de Síndrome Serotoninérgico o Síndrome Neuroléptico Maligno (ver secciones 4.3 y 4.5). Los síntomas del Síndrome Serotoninérgico incluyen: cambios en el nivel de conciencia (por ejemplo, agitación, alucinaciones, estados de coma), inestabilidad autónoma (por ejemplo, taquicardia, presión arterial lábil, hipertermia), alteraciones neuromusculares (por ejemplo, hiperreflexia, descoordinación) y/o síntomas gastrointestinales (por ejemplo, náuseas, vómitos o diarrea). Si esto sucede, se debe interrumpir inmediatamente el tratamiento con Brintellix e iniciar tratamiento sintomático. Manía/hipomanía Brintellix se debe usar con precaución en pacientes con antecedentes de manía/ hipomanía y se debe interrumpir su administración en cualquier paciente que entre en fase maníaca. Hemorragia Se han notificado de forma rara alteraciones hemorrágicas, como equimosis, púrpura u otros acontecimientos hemorrágicos, como sangrado gastrointestinal o ginecológico con el uso de antidepresivos con efecto serotoninérgico (ISRS, IRSN). Se recomienda precaución en pacientes tratados con anticoagulantes y/o medicamentos que se sabe que afectan a la función plaquetaria (por ejemplo, antipsicóticos atípicos y fenotiazinas, la mayoría de los antidepresivos tricíclicos, antiinflamatorios no esteroideos [AINE] y ácido acetilsalicílico [AAS]) (ver sección 4.5), así como en pacientes con tendencia o trastornos hemorrágicos. Hiponatremia Con el uso de antidepresivos con efecto serotoninérgico (ISRS, IRSN), se ha notificado de forma rara hiponatremia, probablemente debida a una secreción inadecuada de la hormona antidiurética (SIADH). Se debe tener precaución en pacientes de riesgo, como pacientes de edad avanzada, pacientes con cirrosis hepática o pacientes tratados de manera simultánea con medicamentos que se sabe causan hiponatremia. En pacientes con hiponatremia sintomática se debe considerar la interrupción del tratamiento con Brintellix e instaurar una intervención médica adecuada. Pacientes de edad avanzada Los datos sobre el uso de Brintellix en pacientes de edad avanzada con episodios de depresión mayores son limitados. Por lo tanto se debe tener precaución cuando se traten pacientes de ≥ 65 años de edad con dosis superiores a 10 mg de vortioxetina una vez al día (ver sección 4.8). Insuficiencia renal Se dispone de datos limitados para pacientes con insuficiencia renal grave. Se debe tener precaución. Insuficiencia hepática Vortioxetina no ha sido estudiada en pacientes con insuficiencia hepática grave, y se debe tener precaución cuando se traten estos pacientes. 4.5 Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción La vortioxetina se metaboliza ampliamente en el hígado, principalmente por oxidación catalizado por las CYP2D6 y en menor grado CYP3A4/5 y CYP2C9. Potencial de otros medicamentos para afectar a la vortioxetina IMAO irreversibles y no selectivos Debido al riesgo de Síndrome Serotoninérgico, vortioxetina está contraindicada en combinación con IMAO irreversibles y no selectivos. No se debe iniciar la administración de vortioxetina hasta por lo menos 14 días después de la interrupción del tratamiento con un IMAO irreversible y no selectivo. La administración de vortioxetina se debe interrumpir al menos 14 días antes del inicio del tratamiento con un IMAO irreversible y no selectivo (ver sección 4.3). Inhibidor de la MAO-A reversible y selectivo (moclobemida) La combinación de vortioxetina con un inhibidor de la MAO-A reversible y selectivo, como la moclobemida, está contraindicada (ver sección 4.3). Si la combinación fuera necesaria, la adición del medicamento debería darse a dosis mínima y bajo estrecha monitorización clínica para detectar la aparición de Síndrome Serotoninérgico (ver sección 4.4). IMAO reversible y no selectivo (linezolida) La combinación de vortioxetina con un IMAO reversible y no selectivo débil, tales como el antibiótico linezolida, está contraindicada (ver sección 4.3). Si la combinación fuera necesaria, el medicamento añadido debe darse a la dosis mínima y bajo una monitorización estrecha del Síndrome Serotoninérgico (ver sección 4.4). Inhibidores de la MAO-B irreversibles y selectivos (selegilina, rasagilina) Si bien con los inhibidores de la MAO-B selectivos se prevé un riesgo menor de Síndrome Serotoninérgico que con los inhibidores de la MAO-A, la combinación de vortioxetina con inhibidores de la MAO-B irreversibles, como la selegilina o la rasagilina, se debe administrar con precaución. Si se utilizan de manera simultánea, se debe estrechar la monitorización para detectar la aparición de Síndrome Serotoninérgico (ver sección 4.4). Medicamentos serotoninérgicos La administración conjunta de medicamentos con efecto serotoninérgico (por ejemplo, tramadol, sumatriptán y otros triptanos) puede provocar Síndrome Serotoninérgico (ver sección 4.4). Hierba de San Juan El uso concomitante de antidepresivos con efecto serotoninérgico y remedios fitoterápicos que contienen hierba de San Juan (Hypericum perforatum) puede aumentar la incidencia de reacciones adversas, incluido el Síndrome Serotoninérgico (ver sección 4.4). Medicamentos que disminuyen el umbral convulsivo Los antidepresivos con efecto serotoninérgico pueden disminuir el umbral convulsivo. Se recomienda precaución cuando se utilicen de manera simultánea con otros medicamentos capaces de disminuir este umbral (por ejemplo, antidepresivos [tricíclicos, ISRS, IRSN], neurolépticos [fenotiazinas, tioxantenos y butirofenonas], mefloquina, bupropión y tramadol) (ver sección 4.4). Terapia electroconvulsiva (TEC) No hay experiencia clínica sobre la administración concomitante de TEC y vortioxetina, por lo que se recomienda precaución. Inhibidores de la CYP2D6 La exposición a vortioxetina produjo un aumento de 2,3 veces del área bajo la curva (AUC) al administrar 10 mg/día de vortioxetina conjuntamente con bupropión (un inhibidor potente de la CYP2D6 150 mg dos veces al día) durante 14 días en sujetos sanos. La administración conjunta causó una mayor incidencia de reacciones adversas al añadir bupropión a vortioxetina que al añadir vortioxetina a bupropión. Según la respuesta individual del paciente, se puede considerar una dosis más baja de vortioxetina si se añade un inhibidor potente de la CYP2D6 (por ejemplo, bupropión, quinidina, fluoxetina o paroxetina) al tratamiento con vortioxetina (ver sección 4.2). Inhibidores de la CYP3A4 y de la CYP2C9 Al co-administrar vortioxetina tras 6 días de ketoconazol 400 mg/día (un inhibidor de la CYP3A4/5 y la glucoproteína P) o tras 6 días de fluconazol 200 mg/día (un inhibidor de las CYP2C9, CYP2C19 y CYP3A4/5) en sujetos sanos, se observó un aumento de 1,3 y de 1,5 veces, respectivamente, del AUC de vortioxetina. No se requiere un ajuste de la dosis. Interacciones en metabolizadores pobres de la CYP2D6 La administración conjunta de inhibidores potentes de la CYP3A4 (como el itraconazol, voriconazol, claritromicina, telitromicina, nefazodona, conivaptan, y muchos de los inhibidores de la proteasa del VIH) e inhibidores de la CYP2C9 (como fluconazol y amiodarona) en pacientes metabolizadores lentos de la CYP2D6 no se ha estudiado especificamente, pero se cree que provocará un aumento más importante de la exposición de la vortioxetina en estos pacientes comparado con el efecto moderado descrito antes. No se observó ningún efecto inhibidor de una dosis única de 40 mg de omeprazol (inhibidor de la CYP2C19) sobre la farmacocinética de dosis múltiples de vortioxetina en sujetos sanos. Inductores del citocromo P450 Al administrar conjuntamente una dosis única de 20 mg de vortioxetina tras recibir durante 10 días 600 mg/día de rifampicina (un inductor de amplio espectro de las isoenzimas CYP) en 14 sujetos sanos, se observó una disminución del 72% del AUC de vortioxetina. Según la respuesta individual del paciente, se puede considerar un ajuste de la dosis si se añade un inductor del citocromo P450 de amplio espectro (por ejemplo, rifampicina, carbamazepina o fenitoína) al tratamiento con vortioxetina (ver sección 4.2). Alcohol No se observó ningún efecto en la farmacocinética de vortioxetina o etanol y no se observó un deterioro significativo de la función cognitiva respecto placebo al administrar conjuntamente una dosis única de 20 mg o 40 mg de vortioxetina con una dosis única de etanol (0,6 g/kg) en sujetos sanos. Sin embargo, no se aconseja la ingesta de alcohol durante el tratamiento antidepresivo. Ácido acetilsalicílico Tras la administración de dosis múltiples de 150 mg/día de ácido acetilsalicílico no se observó ningún efecto sobre la farmacocinética de dosis múltiples de vortioxetina en sujetos sanos. Potencial de la vortioxetina para afectar a otros medicamentos Anticoagulantes y antiagregantes plaquetarios No se observaron efectos significativos, en comparación con placebo, en los valores de INR, protrombina o concentraciones plasmáticas de warfarina R y S, tras la administración conjunta de dosis múltiples de vortioxetina con dosis estables de warfarina en sujetos sanos. Tampoco se ha observado un efecto inhibidor significativo, en comparación con placebo, sobre la agregación plaquetaria o la farmacocinética del ácido acetilsalicílico o el ácido salicílico al administrar conjuntamente 150 mg/día de ácido acetilsalicílico tras recibir dosis múltiples de vortioxetina en sujetos sanos. Sin embargo, como con otros medicamentos serotoninérgicos, se debe tener precaución al combinar la vortioxetina con anticoagulantes o antiagregantes plaquetarios orales, debido al potencial aumento del riesgo de hemorragia atribuible a una interacción farmacodinámica (ver sección 4.4). Sustratos del citocromo P450 In vitro, la vortioxetina no mostró ningún potencial relevante para la inhibición o inducción de las isoenzimas del citocromo P450. Tras la administración de dosis múltiples de vortioxetina, no se observó un efecto inhibidor en sujetos sanos sobre las isoenzimas del citocromo P450 CYP2C19 (omeprazol, diazepam), CYP3A4/5 (etinilestradiol, midazolam), CYP2B6 (bupropión), CYP2C9 (tolbutamida, S-warfarina), CYP1A2 (cafeína) o CYP2D6 (dextrometorfano). No se observaron interacciones farmacodinámicas. No se observó deterioro significativo de la función cognitiva respecto a placebo con vortioxetina tras la administración conjunta con una dosis única de 10 mg de diazepam. No se observaron efectos significativos, respecto placebo, en los niveles de hormonas sexuales después de la administración conjunta de vortioxetina con el anticonceptivo oral combinado (etinilestradiol 30 μg/ levonorgestrel 150 μg). Litio y triptófano No se observó un efecto clínico relevante durante la exposición en estado estacionario a litio tras la administración conjunta de dosis múltiples de vortioxetina en sujetos sanos. Sin embargo, se han notificado casos de potenciación de los efectos al administrar antidepresivos con efecto serotoninérgico junto con litio o triptófano; por lo que, el uso concomitante de vortioxetina con estos medicamentos se debe realizar con precaución. 4.6 Fertilidad, embarazo y lactancia Embarazo Hay datos limitados relativos al uso de vortioxetina en mujeres embarazadas. Los estudios realizados en animales han demostrado toxicidad para la reproducción. Los siguientes síntomas pueden aparecer en recién nacidos de madres que han utilizado medicamentos serotoninérgicos en las etapas finales del embarazo: dificultad respiratoria, cianosis, apnea, convulsiones, temperatura inestable, dificultad de alimentación, vómitos, hipoglucemia, hipertonía, hipotonía, hiperreflexia, temblor, nerviosismo, irritabilidad, letargia, llanto constante, somnolencia y dificultad para dormir. Estos síntomas pueden ser debidos tanto a los efectos de la retirada como a un exceso de la actividad serotoninérgica. En la mayoría de los casos, estas complicaciones aparecieron inmediatamente o poco tiempo después (menos de 24 horas) del parto. Los datos epidemiológicos indican que el uso de ISRS durante el embarazo, especialmente al final del mismo, puede aumentar el riesgo de hipertensión pulmonar persistente (HPPN) en el recién nacido. Aunque no se han realizado estudios sobre la asociación entre HPPN y el tratamiento con vortioxetina, no se puede descartar este posible riesgo teniendo en cuenta el mecanismo de acción relacionado (aumento de las concentraciones de serotonina). No debe utilizarse Brintellix durante el embarazo, a no ser que la situación clínica de la mujer requiera tratamiento con vortioxetina. Lactancia Los datos disponibles en animales muestran excreción de vortioxetina/metabolitos de vortioxetina en leche. Se espera que la vortioxetina se excrete en la leche materna. No se puede excluir un riesgo en lactantes. Se debe decidir si es necesario interrumpir la lactancia o interrumpir/abstenerse de iniciar el tratamiento con Brintellix tras considerar el beneficio de la lactancia para el niño y el beneficio del tratamiento para la madre. Fertilidad Los estudios de fertilidad en ratas macho y hembra, no han mostrado ningún efecto de la vortioxetina sobre la fertilidad, la calidad del esperma o el apareamiento. Se han notificado casos en humanos con medicamentos de la clase farmacológica relacionada de antidepresivos (ISRSs) que han demostrado un efecto sobre la calidad del esperma que es reversible. Hasta la fecha no se ha observado un impacto en la fertilidad humana. 4.7 Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas La influencia de Brintellix sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas es nula o insignificante. Sin embargo, los pacientes deben tener precaución al conducir o utilizar máquinas peligrosas, especialmente al iniciar el tratamiento con vortioxetina o al cambiar de dosis. 4.8 Reacciones adversas Resumen del perfil de seguridad La reacción adversa más frecuente fue náuseas. Las reacciones adversas fueron en su mayoría leves o moderadas y se produjeron en las primeras dos semanas de tratamiento. Estas reacciones fueron, por lo general, transitorias y no requirieron la suspensión del tratamiento. Las reacciones adversas gastrointestinales, como náuseas, ocurrieron con más frecuencia en mujeres que en hombres. Tabla de reacciones adversas Las reacciones adversas se enumeran a continuación utilizando la siguiente convención: muy frecuentes (≥1/10); frecuentes (≥1/100 a <1/10); poco frecuentes (≥1/1.000 a <1/100); raras (≥1/10.000 a <1/1.000); muy raras (<1/10.000) o frecuencia no conocida (no se puede estimar a partir de los SISTEMA DE CLASIFICACIÓN DE ÓRGANOS FRECUENCIA REACCIÓN ADVERSA datos disponibles). Descripción de reacciones adversas seleccionadas Pacientes de edad avanzada Trastornos psiquiátricos Frecuente Sueños anormales Para dosis de vortioxetina ≥ 10 mg una vez al día, la tasa de abandono en los estudios fue mayor en pacientes ≥ 65 años. Para dosis de 20 mg de vortioxetina una vez al día, la incidencia de náusea Trastornos del sistema nervioso Frecuente Mareo y estreñimiento fue más elevada en pacientes ≥ 65 años (42% y 15% respectivamente) que en No conocida Síndrome Serotoninérgico pacientes < 65 años (27% y 4% respectivamente) (ver sección 4.4). Disfunción sexual En estudios clínicos, la disfunción sexual fue evaluada usando la escala ASEX. Dosis de 5 a 15 mg no mostraron Trastornos vasculares Poco frecuente Rubefacción diferencia respecto a placebo. De todas formas, la dosis de vortioxetina de 20 mg se asoció con un incremento en disfunción sexual emergente del tratamiento (TESD). Efecto de clase Estudios Trastornos gastrointestinales Muy frecuente Náuseas epidemiológicos, realizados principalmente en pacientes de 50 o más años de edad, mostraron un Frecuente Diarrea, Estreñimiento, Vómitos incremento del riesgo de fracturas óseas en pacientes que recibieron medicamentos de la clase farmacológica antidepresivos (ISRS o ATC). El mecanismo detrás de este riesgo es desconocido, y Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo Frecuente Prurito, incluyendo prurito generalizado se desconoce si el riesgo también es relevante para vortioxetina. Notificación de sospechas de Poco frecuente Sudores nocturnos reacciones adversas Es importante notificar sospechas de reacciones adversas al medicamento tras su autorización. Ello permite una supervisión continuada de la relación beneficio/riesgo del medicamento. Se invita a los profesionales sanitarios a notificar las sospechas de reacciones adversas a través del sistema Español de Farmacovigilancia de medicamentos de Uso Humano: https://www.notificaram.es 4.9 Sobredosis La experiencia con sobredosis de vortioxetina es limitada. La ingestión de vortioxetina en el margen de dosis de 40 a 75 mg ha provocado un empeoramiento de las siguientes reacciones adversas: náuseas, mareo postural, diarrea, molestia abdominal, prurito generalizado, somnolencia y rubefacción. En caso de sobredosis se deben tratar los síntomas clínicos y someter a una monitorización adecuada. Se recomienda seguimiento médico en un entorno especializado. 5. DATOS FARMACÉUTICOS 5.1 Lista de excipientes Núcleo del comprimido Manitol, Celulosa microcristalina, Hidroxipropilcelulosa, Almidón glicolato sódico (tipo A), Estearato de magnesio. Recubrimiento del comprimido Hipromelosa, Macrogol 400, Dióxido de titanio (E171), Óxido de hierro rojo (E172) (Brintellix 5, 20mg), Óxido de hierro amarillo (E172) (Brintellix 10mg). 5.2 Incompatibilidades No procede. 5.3 Periodo de validez 4 años. 5.4 Precauciones especiales de conservación Este medicamento no requiere condiciones especiales de conservación. 5.5 Naturaleza y contenido del envase Brintellix 5 mg: Blíster: transparente; blíster de PVC/PVdC/aluminio. Tamaños de envases de 14, 28 y 98 comprimidos recubiertos con película. Blísters unidosis perforados: PVC/PVdC/aluminio. Tamaños de envases de 56x1 y 98x1 comprimidos recubiertos con película. Envase múltiple con 126 (9x14) y 490 (5 x (98x1)) comprimidos recubiertos con película. Envase de polietileno de alta densidad (HDPE) de comprimidos. Tamaños de envases de 100 y 200 comprimidos recubiertos con película. Puede que solamente estén comercializados algunos tamaños de envases. Brintellix 10 mg: Blíster: transparente; blíster de PVC/PVdC/aluminio. Tamaños de envases de 7, 14, 28, 56 y 98 comprimidos recubiertos con película. Blísters unidosis: precortados de PVC/PVdC/aluminio. Tamaños de envases de 56x1 y 98x1 comprimidos recubiertos con película. Envase múltiple conteniendo 126 (9x14) y 490 (5 x (98x1)) comprimidos recubiertos con película. Envase de polietileno de alta densidad (HDPE) de comprimidos. Tamaños de envases de 100 y 200 comprimidos recubiertos con película. Puede que solamente estén comercializados algunos tamaños de envases. Brintellix 20 mg: Blíster: transparente; blíster de PVC/PVdC/aluminio. Tamaños de envases de 14, 28, 56 y 98 comprimidos recubiertos con película. Blísters unidosis: precortados de PVC/PVdC/aluminio. Tamaños de envases de 56x1 y 98x1 comprimidos recubiertos con película. Envase múltiple conteniendo 126 (9x14) y 490 (5 x (98x1)) comprimidos recubiertos con película. Envase de polietileno de alta densidad (HDPE) de comprimidos. Tamaños de envases de 100 y 200 comprimidos recubiertos con película. Puede que solamente estén comercializados algunos tamaños de envases. 5.6 Precauciones especiales de eliminación La eliminación del medicamento no utilizado y de todos los materiales que hayan estado en contacto con él se realizará de acuerdo con la normativa local. 6. TITULAR DE LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN H. Lundbeck A/S, Ottiliavej 9, 2500 Valby, Dinamarca. 7. NÚMERO(S) DE AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN Brintellix 5 mg comprimidos recubiertos con película: EU/1/13/891/001-007, EU/1/13/891/037, EU/1/13/891/038. Brintellix 10 mg comprimidos recubiertos con película: EU/1/13/891/008-017, EU/1/13/891/039. Brintellix 20 mg comprimidos recubiertos con película: EU/1/13/891/027-035, EU/1/13/891/040. 8. FECHA DE LA PRIMERA AUTORIZACIÓN/ RENOVACIÓN DE LA AUTORIZACIÓN Brintellix 5 mg comprimidos recubiertos con película: 18 Diciembre 2013, Brintellix 10 mg comprimidos recubiertos con película: 18 Diciembre 2013, Brintellix 20 mg comprimidos recubiertos con película: 18 Diciembre 2013. 9. PRESENTACIÓN Y PRECIO PVP (IVA) Brintellix 5 mg 28 comprimidos recubiertos con película: P.V.P. 16’39€, P.V.P. I.V.A. 17’05€; Brintellix 10 mg 28 comprimidos recubiertos con película: P.V.P. 32’78€, P.V.P. I.V.A. 34’09€; Brintellix 20 mg 28 comprimidos recubiertos con película: P.V.P. 52’45€, P.V.P. I.V.A. 54’54€. 10. CONDICIONES DE DISPENSACIÓN POR LA SEGURIDAD SOCIAL Con receta médica. Especialidad reembolsable por el Sistema Nacional de Salud. Cícero de aportación reducida. 11. FECHA DE LA REVISIÓN DEL TEXTO Junio 2015. La información detallada de este medicamento está disponible en la página web de la Agencia Europea de Medicamentos http://www.ema.europa.eu/ Referencias: 1. Augeraud E, Tassou P, Pollet C. Treating depression in 2015. 2015. Disponible en: http://www.hospitalpharmacyeurope.com/depression/treating-depression-2015. 2. Sánchez C, Asin KE, Artigas F. Vortioxetine, a novel antidepressant with multimodal activity: review of preclinical and clinical data. Pharmacol Ther. 2015;145:43-57. Cuando el objetivo es la recuperación funcional del paciente1, Brintellix® es eficaz en el tratamiento de la depresión, incluyendo la sintomatología cognitiva2 Cuando el objetivo es la recuperación erac ación llix x® es funcional del paciente1, Brintellix® epresión,, eficaz en el tratamiento de la de depresión, co ognitiva2 incluyendo la sintomatología cognitiva Este medicamento está sujeto a seguimiento adicional, lo que agilizará la detección de nueva información sobre su seguridad. Se invita a los profesionales sanitarios a notiƓcar las sospecKas de reacciones adversas. Cuando el objetivo es la recuperación era ación llix x® es funcional del paciente1, Brintellix® epresión,, eficaz en el tratamiento de la de depresión, ognitiva2 incluyendo la sintomatología co cognitiva Este medicamento está sujeto a seguimiento adicional, lo que agilizará la detección de nueva información sobre su seguridad. Se invita a los profesionales sanitarios a notiƓcar las sospecKas de reacciones adversas. Rev Psiquiatr Salud Ment (Barc.). 2016;9(2):67---69 www.elsevier.es/saludmental EDITORIAL ¿Por qué la necesidad de una Guía de Práctica Clínica de Patología Dual? Análisis de la evidencia Why a Dual Pathology Clinical Guideline? Analysis of the evidence Luis San a,b,∗ , Belén Arranz a,b , Miquel Bernardo c , Manuel Arrojo d y Grupo de Expertos de la Guía de Práctica Clínica de Patología Dual♦ a Parc Sanitari Sant Joan de Déu, Sant Boi de Llobregat, Barcelona, España Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), Barcelona, España c Unidad de Esquizofrenia, Hospital Clínic, CIBERSAM, Barcelona d Servicio de Psiquiatría. EOXI de Santiago de Compostela b En el año 2013 la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, a través de su presidente, Miguel Bernardo, planteó la posibilidad de elaborar una guía clínica de patología dual ante la falta de evidencias claras sobre cómo definir y abordar esta patología en el ámbito clínico. Los algoritmos terapéuticos utilizados actualmente no incluyen a los pacientes con trastornos psiquiátricos y consumo de sustancias, aunque sí existen árboles de decisión diferenciales para los pacientes con un trastorno psiquiátrico o para aquellos con un consumo de sustancias. Con el desarrollo en las 2 últimas décadas de los tratamientos integrados y los planes de tratamiento individualizados, cada vez es mayor la demanda de pautas de tratamiento multidisciplinares, en las que se integren simultáneamente intervenciones para los pacientes con ambos trastornos. Por otra parte, al analizar la información existente en este campo, se observó la existencia de una gran variabilidad en el abordaje y el tratamiento de los pacientes con un trastorno psiquiátrico conjuntamente con un trastorno por consumo de sustancias (patología dual), variabilidad que generaba cierta incertidumbre entre los clínicos a la hora de la toma de decisiones, fundamentalmente en relación con ∗ Autor para correspondencia. Correo electrónico: 12636lsm@comb.cat (L. San). ♦ Los nombres de los componentes del Grupo de Expertos de la Guía de Práctica Clínica de Patología Dual están relacionados por orden alfabético en el Anexo. el tratamiento. Además, en los últimos años la morbimortalidad de la patología dual ha generado un problema de salud importante. En el campo del tratamiento de las enfermedades mentales han aparecido nuevos fármacos y abordajes psicológicos que debían ser evaluados para así poder efectuar recomendaciones terapéuticas para este colectivo de pacientes, en un intento por mejorar la atención a esta afección emergente. Dado que en el campo de la patología dual se dan prácticamente todas estas condiciones1 , se tomó la decisión de seguir este procedimiento para elaborar una guía de tratamiento farmacológico y/o psicológico de los pacientes con patología dual. Dadas las características de la guía, también se consideró imprescindible la participación activa de diversas sociedades científicas implicadas en este campo, como la Sociedad Española de Psiquiatría, la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, la Sociedad Española de Toxicomanías, la Sociedad Española de Patología Dual, Socidrogalcohol y la Asociación Gallega de Psiquiatría, esta última en su condición de entidad que ha financiado la elaboración de la guía. Otras instituciones que han dado soporte a este proyecto son CIBERSAM y RTA. Formalmente, las guías de práctica clínica (GPC) son un conjunto de recomendaciones desarrolladas de forma sistemática para ayudar a los profesionales y a los pacientes a tomar decisiones sobre la atención sanitaria más apropiada, y a seleccionar las opciones diagnósticas o terapéuticas más adecuadas a la hora de abordar un problema de salud o una condición clínica específica2 . Básicamente, las GPC http://dx.doi.org/10.1016/j.rpsm.2016.01.004 1888-9891/© 2016 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados. 68 pretenden reducir la variabilidad y mejorar la práctica clínica de los profesionales. En los últimos años, y en especial desde la publicación del instrumento AGREE, han mejorado el rigor y la calidad de la elaboración de las GPC. En España, la puesta en marcha en 2006 del Programa de elaboración de guías de práctica clínica en el Sistema Nacional de Salud (SNS), coordinado por GuíaSalud, ha supuesto un salto cualitativo en el desarrollo de GPC en nuestro medio. Este programa, mediante un convenio ministerial entre la Agencia de Calidad del SNS y las agencias y unidades de evaluación de tecnologías sanitarias, se comprometió a la elaboración de una metodología común tanto para la elaboración de GPC como para su implementación y su actualización. Metodología para el desarrollo de la Guía de práctica clínica de patología dual Para la elaboración de la Guía de práctica clínica de patología dual se asumió el desarrollo de GPC del SNS como el proceso que comprende las siguientes fases: elaboración, adaptación, actualización, evaluación e implementación de la GPC2---4 . Es evidente que el campo de la patología dual es muy extenso si consideramos aspectos como la epidemiología, la etiopatogenia, la neurobiología, las manifestaciones clínicas, el diagnóstico diferencial y el tratamiento. Por esta razón se creó un grupo de expertos a nivel nacional que incluyó psiquiatras, psicólogos y farmacólogos, con el objetivo de establecer la metodología de trabajo y definir los objetivos de la guía. En la primera reunión (Madrid, 18 de junio de 2013) se tomó la decisión de que la guía se centraría exclusivamente en el tratamiento farmacológico y/o psicológico de la población adulta y también de seleccionar aquellas enfermedades psiquiátricas de mayor gravedad, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar, y aquellas más prevalentes, como los trastornos afectivos, los trastornos de ansiedad o el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. También se tomó la decisión de que para que esta guía resultara manejable y de fácil lectura para los profesionales debería acotar el número de sustancias comórbidas con los diagnósticos psiquiátricos incluidos. Por tanto, se revisó la literatura relacionada con el trastorno por uso de alcohol, cannabis, cocaína y nicotina. Preguntas PICO Siguiendo con la metodología ya mencionada, el siguiente paso consistió en la formulación de aquellas preguntas a las que debe responder la guía, lo que se conoce como preguntas PICO, siglas que corresponden a Population, Intervention, Comparison y Outcomes. Es decir, cada una de las preguntas que responde la guía debía precisar: 1) qué población se estudiaba (en nuestro caso, pacientes duales adultos); 2) qué tipo de intervenciones se llevaban a cabo (tratamiento farmacológico y/o psicológico); 3) qué vamos a comparar (distintos tratamientos farmacológicos y/o psicológicos, incluyendo los estudios frente a placebo), y 4) cuál es el resultado esperable en términos de salud (en nuestro caso, mejoría de las manifestaciones clínicas del diagnóstico psiquiátrico, mejoría del consumo de sustancias, y otros resultados de salud que se consideraron relevantes). Estas L. San, B. Arranz preguntas tuvieron que ser puntuadas por parte del panel de expertos en una escala de 1 a 9, en función de su relevancia clínica, y solo aquellas preguntas que fueron consensuadas como más relevantes fueron incluidas en la guía. Búsqueda bibliográfica Tras la elaboración de las PICO se inició una búsqueda bibliográfica por parte de una documentalista, que estableció una serie de estrategias de búsqueda en PubMed, Cochrane y TRIP utilizando terminología MeSH, lenguaje libre y distintos filtros para acotar al máximo la búsqueda de la literatura científica existente en este campo. Para facilitar la comunicación entre todos los participantes, además de las reuniones presenciales mantenidas, se trabajó utilizando las nuevas tecnologías de la comunicación (Dropbox) para poder compartir toda la documentación que se iba generando. GRADE Se seleccionaron aquellas publicaciones que eran revisiones sistemáticas, metaanálisis o ensayos clínicos aleatorizados, con una metodología que garantizara la calidad de los resultados. Durante todo el proceso de elaboración se analizaron las publicaciones seleccionadas, y los datos más relevantes de estos estudios se introdujeron en el sistema GRADE, siglas que corresponden a Grades of Recommendation, Assessment, Development and Evaluation. Esta plataforma permite evaluar la calidad de la evidencia para cada uno de los desenlaces y determinar la calidad de estos. Al final del proceso, y en función del grado o calidad de la evidencia, se plantearon una serie de recomendaciones o sugerencias a favor o en contra que permitieron responder a las preguntas PICO anteriormente formuladas. Recomendaciones y pasos futuros Tras la redacción de las recomendaciones consensuadas por el panel de expertos, la guía en su totalidad será remitida a la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitaria de Cataluña para su evaluación mediante el instrumento para la evaluación de GPC AGREE II. Esta herramienta se desarrolló para examinar la variabilidad en la calidad de las guías y evaluar el rigor metodológico y la transparencia con los cuales se elabora este documento. Paralelamente, se enviará la guía a una serie de expertos nacionales e internacionales, que en condición de expertos clínicos no implicados en su elaboración actuarán como evaluadores externos y podrán realizar sugerencias al grupo, valorando este si se hace necesaria una modificación en la redacción. Esta actividad pretende valorar la calidad de una GPC con el objeto de que los usuarios puedan tener confianza en sus recomendaciones a la hora de utilizarla en su práctica clínica diaria. Una vez finalizado todo este proceso se procederá a publicar la guía en formato papel y electrónico en el SNS, permitiendo el libre acceso de todos los profesionales interesados. Con ello, se pretende implementar la guía, es decir, trasladar las recomendaciones de la GPC a la práctica Guía de práctica clínica de patología dual en el adulto clínica. La implementación implica, por tanto, utilizar estrategias de comunicación efectivas para promover el cambio. La implementación de una GPC requiere de un proceso de planificación donde hay que prestar especial atención al contexto ---tanto institucional como social---, a las barreras y facilitadores que dificultarán o favorecerán el cambio en la práctica, y a la valoración de las estrategias de intervención que, atendiendo a lo anteriormente señalado, pueden resultar más efectivas y eficientes a la hora de culminar la implementación de la GPC de forma exitosa. 69 M. Garriga J.M. Goikolea A. González-Pinto A. López L. San P. Saiz J. Tirado M. Torrens I. Zorrilla Bibliografía Conflicto de intereses Luis San ha recibido fondos para la investigación y ha actuado como consultor o ponente para las siguientes compañías y entidades: Adamed, Eli Lilly, Ferrer, JanssenCilag, Lundbeck, Otsuka, Rovi y Servier. Belén Arranz ha actuado como consultora/ponente para las siguientes compañías y entidades: Adamed, Esteve, Janssen-Cilag, Lundbeck, Otsuka, Rovi y Servier. Anexo. Grupo de Expertos de la Guía de Práctica Clínica de Patología Dual B. Arranz M. Arrojo E. Becoña M. Bernardo G. Florez 1. Viana Zulaica C, Rotaeche del Campo R. Elaboración y diseño de una GPC. Planificación. En: González Louro A, Marín León I, coordinadores. Guías de Práctica Clínica: conceptos básicos sobre su elaboración y utilización. 2.a ed. La Coruña: Casitérides; 2007. 2. Field MJ, Lohr KN, editores. Institute of Medicine Committee to Advise the Public Health Service on Clinical Practice Guidelines. Clinical Practice Guidelines: Directions for a new program. Washington: National Academy Press; 1990. 3. Introduccción. En: Elaboración de Guías de Práctica Clínica en el Sistema Nacional de Salud. Manual metodológico. Guías de Práctica Clínica en el SNS: I+CS N.o 2006/0I [Internet]. Madrid: Plan Nacional para el SNS del MSC. Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud-I+CS; 2007. p. 10. [consultado 11 Ene 2011]. Disponible en: http://portal.guiasalud.es/emanuales/elaboracion/index-02. html 4. Fervers B, Burgers JS, Voellinger R, Brouwers M, Browman GP, Graham ID, et al., ADAPTE Collaboration. Guideline adaptation: an approach to enhance efficiency in guideline development and improve utilisation. BMJ Qual Saf. 2011;20:228---36. Rev Psiquiatr Salud Ment (Barc.). 2016;9(2):70---77 www.elsevier.es/saludmental ORIGINAL Adaptación española de la versión para adultos de la Escala de Placer Interpersonal Anticipatorio y Consumatorio Diane C. Gooding a,b , Eduardo Fonseca-Pedrero c,d,∗ , Alicia Pérez de Albéniz c , Javier Ortuño-Sierra c y Mercedes Paino e a Departamento de Psicología, Universidad de Wisconsin-Madison, Madison, Wisconsin, Estados Unidos de América Departamento de Psiquiatría, Universidad de Wisconsin-Madison, Madison, Wisconsin, Estados Unidos de América c Departamento de Ciencias de la Educación, Universidad de La Rioja, Logroño, La Rioja, España d Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), Madrid, España e Departamento de Psicología, Universidad de Oviedo, Oviedo, Asturias, España b Recibido el 8 de agosto de 2015; aceptado el 18 de octubre de 2015 Disponible en Internet el 24 de diciembre de 2015 PALABRAS CLAVE Escala de Placer Interpersonal Anticipatorio y Consumatorio; Placer interpersonal; Validación; Propiedades psicométricas; Anhedonia ∗ Resumen Introducción: Hasta la fecha hay una relativa escasez de medidas centradas en la evaluación de la anhedonia social que sean útiles para su uso, tanto en pacientes como en población general, y que al mismo tiempo sean adecuadas en cuanto a su contenido y brevedad. El objetivo de la presente investigación fue validar la adaptación española de la Anticipatory and Consummatory Interpersonal Pleasure Scale (ACIPS, «Escala de Placer Interpersonal Anticipatorio y Consumatorio»)-versión para adultos. Método: La muestra total incluyó 387 participantes no clínicos (128 hombres). La media de edad fue de 21,86 años (DT = 5,11; rango 18-46 años). Se utilizaron la ACIPS y el Inventario de Depresión de Beck-II como instrumentos de medida. Resultados: El análisis factorial exploratorio arrojó una solución de 3 factores que explicó el 79,1% de la varianza total (interacciones sociales íntimas, vinculación social en el contexto de los medios de comunicación y socialización informal). El alfa ordinal para la puntuación total de la ACIPS fue de 0,92, oscilando entre 0,76 y 0,84 para las subescalas. Los participantes que informaron de bajos niveles de síntomas depresivos tenían significativamente mayores puntuaciones en la ACIPS, en comparación con aquellos que presentaban niveles moderados-graves. La puntuación total de la ACIPS se asoció negativamente con las puntuaciones del Inventario de Depresión de Beck-II (r = −0,22; p ≤ 0,001). Los participantes con historia familiar previa de esquizofrenia mostraron puntuaciones significativamente más bajas en la ACIPS, en comparación con aquellos que no tenían antecedentes familiares. Autor para correspondencia. Correo electrónico: eduardo.fonseca@unirioja.es (E. Fonseca-Pedrero). http://dx.doi.org/10.1016/j.rpsm.2015.10.006 1888-9891/© 2015 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados. Escala de Placer Interpersonal Anticipatorio y Consumatorio (española) 71 Conclusiones: Los resultados parecen mostrar que la versión española de la ACIPS presenta unas propiedades psicométricas adecuadas. La ACIPS podría ser una herramienta útil para analizar las distintas formas en que las diferencias individuales en la capacidad hedónica de las relaciones interpersonales se relacionan con el riesgo de padecer psicopatología. © 2015 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados. KEYWORDS Anticipatory and Consummatory Interpersonal Pleasure Scale; Interpersonal pleasure; Validation; Psychometric properties; Anhedonia Spanish adaptation of the adult version of the Anticipatory and Consummatory Interpersonal Pleasure Scale Abstract Introduction: To date, there is a relative dearth of measures focusing on social anhedonia that are suitable for both patient and non-patient samples, up to date in terms of their content, and relatively brief. The goal of the present investigation was to validate the Spanish translation of the Anticipatory and Consummatory Interpersonal Pleasure Scale (ACIPS)-Adult version for use with Spanish-speaking populations. Method: The total sample included 387 nonclinical individuals from Spain (128 males). The mean age was 21.86 years (SD = 5.11; range 18-46 years). The ACIPS and the Beck Depression Inventory-II were used. Results: Exploratory factor analysis yielded a 3-factor solution which explained 79.1% of the variance (intimate social interactions, social bonding in the context of media/communications, and casual socialization). The total ACIPS showed good internal consistency, estimated with ordinal alpha; it was 0.92, ranging from 0.76 to 0.84 for the subscales. The participants who reported a minimal to low level of depressive symptoms had significantly higher total ACIPS scores than the participants who reported experiencing moderate to severe levels of depressive symptoms. Total scores on the ACIPS were negatively associated with scores on the Beck Depression Inventory-II (r = −0.22, p ≤ .001). Participants with a family history reported significantly lower total ACIPS scores than those without a family history of schizophrenia. Conclusions: The present results showed that the Spanish version of the ACIPS scores had adequate psychometric properties. The ACIPS may be useful in terms of helping to elucidate the ways in which individual differences in hedonic capacity for social and interpersonal relationships relates meaningfully to risk for various forms of psychopathology. © 2015 SEP y SEPB. Published by Elsevier España, S.L.U. All rights reserved. Introducción A pesar de la naturaleza generalmente gratificante de las relaciones sociales, la capacidad hedónica para las interacciones interpersonales se encuentra distribuida de manera continua en la población general. Es decir, aunque la mayoría de la población disfruta interactuando con otros, un pequeño grupo de individuos no clínicos no experimentan placer en las relaciones sociales. De esta manera, la anhedonia social, esto es, la reducida capacidad para experimentar placer en las relaciones sociales e interpersonales, puede considerarse distribuida en un continuo1---3 . La anhedonia social es una característica común en una amplia variedad de trastornos psiquiátricos, incluyendo la depresión mayor, la esquizofrenia y los trastornos del espectro esquizofrénico, los trastornos de estrés postraumático, el autismo y los trastornos de la conducta alimentaria. Por ejemplo, las personas con trastorno depresivo mayor experimentan frecuentemente estados relativos de anhedonia social4 . Estudios previos también indican que la anhedonia social, que a menudo caracteriza a la esquizofrenia y a los trastornos del espectro esquizofrénico, es un rasgo estable4,5 . Por lo tanto, es importante y útil disponer de instrumentos de medida adecuados para evaluar todo el continuo de la experiencia de placer social e interpersonal, es decir, desde niveles que podrían ser observados en poblaciones no clínicas hasta niveles clínicos observados en diferentes formas de psicopatología. Hasta la fecha, hay una relativa escasez de medidas centradas en la evaluación de la anhedonia social que sean adecuadas para su uso tanto en muestras clínicas como no clínicas, que al mismo tiempo estén actualizadas en cuanto a su contenido y que sean relativamente breves. La Anticipatory and Consummatory Interpersonal Pleasure Scale (ACIPS, «Escala de Placer Interpersonal Anticipatorio y Consumatorio»)6,7 satisface todos los criterios mencionados. Asimismo, la ACIPS tiene una considerable utilidad clínica. En primer lugar, proporciona una medida indirecta del constructo de anhedonia social que, en su forma más extrema, se ha observado en diversos trastornos clínicos como la depresión, los trastornos del espectro esquizofrénico y los trastornos del espectro autista. Las puntuaciones de la ACIPS distinguen entre grupos psiquiátricos y no psiquiátricos de pacientes, mostrando estos últimos puntuaciones medias 72 significativamente más altas8 . Una ventaja adicional de la ACIPS es que es aplicable tanto a poblaciones clínicas como no clínicas, permitiendo de este modo un acercamiento dimensional y, por lo tanto, ser consistente con la perspectiva de los Research Domain Criteria9 . La ACIPS ha sido originalmente desarrollada como una medida de placer interpersonal y social, presentando sus puntuaciones unas adecuadas propiedades psicométricas. Por ejemplo, la ACIPS ha demostrado una adecuada consistencia interna en diferentes contextos de Estados Unidos, en muestras diversas tales como estudiantes universitarios, voluntarios de la comunidad y pacientes ambulatorios con y sin síntomas psicóticos. Más aún, las puntuaciones totales de la ACIPS se asocian negativamente con la anhedonia social y el aislamiento social, y positivamente con medidas de conexión social, placer anticipatorio y consumatorio y reforzadores prosociales7,10---12 . Más recientemente, una investigación con la versión traducida al chino de la ACIPS13 reveló que las puntuaciones mostraban una adecuada consistencia interna, así como evidencias de validez convergente en adultos no clínicos. Tomados en conjunto, los resultados hasta la fecha evidencian que la ACIPS es una herramienta prometedora, útil y válida para medir las diferencias individuales en la capacidad para experimentar placer a nivel social e interpersonal. Existen muy pocos instrumentos de medida que se encuentren disponibles para evaluar la anhedonia en poblaciones de habla hispana14 . Las escalas de anhedonia de los Chapman, conocidas como la Escala Revisada de Anhedonia Social15 y la Escala Revisada de Anhedonia Física16 , se encuentran validadas en español, si bien han recibido algunas críticas por su extensión y por estar algo obsoletas. Por otra parte, no están diseñadas para ser utilizadas en menores de 18 años. De forma reciente, se ha desarrollado la Escala de Experiencia Temporal de Placer17 , que también se encuentra disponible en español18 ; sin embargo, esta no se centra específicamente en la evaluación de la anhedonia social, por lo que la ACIPS ha sido construida con la intención de solventar algunas de estas limitaciones del ámbito clínico y de investigación para la medida de este constructo. De igual forma, se han desarrollado versiones de la ACIPS para su uso en adolescentes sanos y de alto riesgo (por ejemplo, la versión adolescente de la ACIPS), así como una versión para su uso en niños. El objetivo del presente estudio fue validar la versión española de la ACIPS para su uso en población de habla hispana. Se hipotetiza que la ACIPS funcionará de forma semejante en la cultura española, es decir, mostrará una estructura factorial de 3 o 4 factores, así como unos adecuados niveles de fiabilidad. También se espera observar diferencias entre varones y mujeres atendiendo al placer social e interpersonal. Un objetivo secundario de este estudio fue examinar la relación entre las puntuaciones de la ACIPS y las puntuaciones de síntomas depresivos, con la finalidad de recoger evidencias de validez. En concreto, se exploró la utilidad de la ACIPS para dilucidar las formas en que estas diferencias individuales en la capacidad hedónica para las relaciones sociales e interpersonales se relacionan de manera significativa con el riesgo para diferentes formas de psicopatología. Para todo ello es imprescindible examinar la asociación entre las puntuaciones de la ACIPS y las medidas de sintomatología clínica y subclínica. Hasta el D.C. Gooding et al. momento, parece que la ACIPS es sensible a las variaciones en los niveles de rasgos esquizotípicos. En muestras de adultos no clínicos occidentales (Estados Unidos) y chinos, las puntuaciones totales de la ACIPS se asociaron inversamente con las puntuaciones en la subescala de falta de amigos íntimos del Schizotypal Personality Questionnaire19 y/o del Schizotypal Personality Questionnaire-Brief Revised20 . Estos resultados son consistentes con estudios previos21---24 que muestran una asociación entre rasgos esquizotípicos de la personalidad y anhedonia social. Hasta la fecha, la asociación entre síntomas depresivos y anhedonia social, medida mediante la ACIPS, no ha sido explorada. Por ello, había un particular interés en examinar la relación entre la sintomatología depresiva y la capacidad para experimentar placer social e interpersonal. Debido a que la anhedonia se observa a menudo en pacientes con depresión, se esperaba encontrar relación entre las puntuaciones de la ACIPS y las puntuaciones del Beck Depression Inventory-II (BDI-II, «Inventario de Depresión de Beck-II»). El último objetivo fue examinar si los individuos con antecedentes familiares de esquizofrenia diferían de aquellos que no tenían una historia familiar, atendiendo al placer autoinformado en las interacciones sociales e interpersonales. Teniendo en cuenta resultados anteriores, que mostraban una asociación entre rasgos esquizotípicos y anhedonia social1---3 , se predijo que los individuos con antecedentes familiares de esquizofrenia serían más propensos a tener rasgos esquizotípicos y, por lo tanto, también sería más probable que tuvieran puntuaciones medias más bajas en placer social e interpersonal. Método Participantes La muestra total incluyó 387 participantes no clínicos españoles. Todos ellos pertenecían a cursos de Grado o Máster de la Universidad de La Rioja, dentro del Departamento de Ciencias de la Educación. De ellos, 128 eran hombres (33%) y casi todos los demás eran mujeres, teniendo en cuenta que 3 participantes no indicaron su sexo. Las edades oscilaron entre los 18 y los 46 años; la media de edad fue de 21,86 ± 5,11 años. Los criterios de exclusión fueron: una edad menor de 18 años, un CI menor de 70 e historia previa de psicosis o problemas neurológicos, como, por ejemplo, esclerosis múltiple. Las características sociodemográficas de la muestra se recogen en la tabla 1. Instrumentos La ACIPS-versión para adultos6,7 es una medida tipo autoinforme compuesta por 17 ítems que evalúa las diferencias individuales en la capacidad para disfrutar de las interacciones interpersonales. La capacidad hedónica para la relaciones sociales e interpersonales se mide en una escala tipo Likert de 6 opciones de respuesta de 1 a 6, donde 1 = «totalmente falsa para mí» y 6 = «totalmente verdadera para mí». La traducción de la ACIPS se realizó mediante el procedimiento de back translation, de conformidad con las directrices internacionales para la traducción de instrumentos de medida25,26 . La versión original en inglés (EE. UU.) Escala de Placer Interpersonal Anticipatorio y Consumatorio (española) Tabla 1 Descripción demográfica de la muestra (n = 387) Sexoa Masculino Femenino 128 (33,1) 256 (66,1) Ocupación laborala Sí No 60 (15,5) 294 (76,0) Situación familiar Soltero Casado En pareja Divorciado Otros 73 por el investigador principal. Esta investigación fue aprobada por el Comité de Ética del Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de La Rioja, así como por el Comité de Revisión Institucional de Educación y Ciencias Sociales y del Comportamiento de la Universidad de Wisconsin-Madison. Análisis de datos a Edad (años) Puntuación total ACIPS Puntuación total BDI-II 247 (63,8) 16 (4,1) 112 (28,9) 1 (0,3) 2 (0,5) 21,86 ± 5,11 87,91 ± 10,76 8,58 ± 6,72 ACIPS: Anticipatory and Consummatory Interpersonal Pleasure Scale («Escala de Placer Interpersonal Anticipatorio y Consumatorio»); BDI-II: Beck Depression Inventory-II («Inventario de Depresión de Beck-II»). Datos expresados como n (%) o media ± desviación típica. a Algunos participantes no proporcionaron esta información. de la ACIPS6,7 fue traducida al español por un experto en la materia. Posteriormente, esta versión fue traducida al inglés por otro investigador bilingüe que estaba familiarizado con la cultura americana. Por último, un tercer investigador comparó las 2 versiones en inglés (original y traducida). La versión española final de la ACIPS que se utilizó se presenta en el Anexo. Las puntuaciones totales la ACIPS pueden variar desde 17 hasta 102, siendo las puntuaciones más bajas indicadoras de una mayor probabilidad de anhedonia social. El BDI-II27 es un instrumento tipo autoinforme de 21 ítems diseñado para evaluar la presencia y la severidad de los síntomas depresivos. Para cada uno de los ítems, los encuestados deben seleccionar una o más de las 4 afirmaciones, ordenadas de menor a mayor severidad (de 0 a 3), que mejor describe/n su experiencia del síntoma depresivo durante las 2 semanas anteriores. Esta medida se considera que presenta unas propiedades psicométricas firmes28 . Se utilizó la versión española del BDI-II29,30 . Las puntuaciones totales en el BDI-II pueden variar de 0 a 63; un aumento de las puntuaciones en el BDI-II indica un mayor nivel de la sintomatología depresiva. Procedimiento Los instrumentos de medida fueron administrados en grupos de estudiantes, siempre bajo la supervisión de un psicólogo. Se recabó información sociodemográfica, incluyendo una pregunta acerca de los antecedentes familiares de los participantes («¿Tiene algún familiar inmediato que tenga esquizofrenia?»). Los estudiantes no recibieron ningún incentivo por participar en el estudio. Una vez que se explicaron los objetivos del estudio, los participantes manifestaron su consentimiento en participar y permanecer en el aula. Se aseguró la confidencialidad mediante la asignación de un código numérico a los participantes, conocido solo En primer lugar, se calcularon los estadísticos descriptivos de las puntuaciones del BDI-II y la ACIPS atendiendo al sexo, la edad y el estado civil. Se analizó la relación entre la edad y las puntuaciones de la ACIPS utilizando correlaciones de Pearson. Asimismo, se examinaron las puntuaciones de la ACIPS en busca de evidencias de diferencias en función del sexo usando la prueba t para muestras independientes. En aquellos casos donde se encontraron diferencias estadísticamente significativas, se calculó la d de Cohen para proporcionar una estimación del tamaño del efecto de la diferencia. A continuación, se llevó a cabo un análisis factorial exploratorio sobre los ítems de la ACIPS, con el fin de explorar su estructura factorial. El método para la extracción de factores fue el análisis factorial de rango mínimo; se utilizó la matriz de correlaciones policóricas. La consistencia interna de la puntuación total de la ACIPS se calculó mediante el coeficiente alfa ordinal basado en la matriz de correlaciones policóricas. La relación entre el BDI-II y la ACIPS se estudió mediante el coeficiente de correlación lineal de Pearson. Las diferencias en las puntuaciones totales de ACIPS entre los participantes con y sin antecedentes familiares de esquizofrenia se investigaron mediante la prueba U de Mann-Whitney. Para llevar a cabo los análisis de datos se utilizaron el paquete estadístico SPSS versión 2231 y el programa FACTOR 9.232 . Resultados Variables demográficas Casi todos los participantes (353 de 387, 91%) informaron ser de origen español. Como se indica en la tabla 1, se trataba de una muestra de conveniencia de jóvenes estudiantes universitarios a tiempo completo. No se encontró relación estadísticamente significativa entre la edad y las puntuaciones totales de ACIPS (r = −0,06; p > 0,05). Sin embargo, se observaron diferencias estadísticamente significativas en función del sexo, siendo las mujeres quienes informaron de mayores puntuaciones totales de la ACIPS frente a los hombres (t(195) = 5,27; p ≤ 0,001; d = 0,60). Estructura factorial de la Escala de Placer Interpersonal Anticipatorio y Consumatorio El análisis paralelo33 basado en el método minimum rank factor analysis y utilizando la matriz de correlaciones policóricas arrojó una solución de 3 factores, que explicó el 79,1% de la varianza total. Los 3 factores evaluaban aspectos tanto de placer anticipatorio como consumatorio (ver tabla 2). Ocho de los 17 ítems cargaron en el primer factor (interacciones sociales íntimas), que representó el 44,2% 74 D.C. Gooding et al. Tabla 2 Estructura factorial y cargas factoriales estimadas para la Escala de Placer Interpersonal Anticipatorio y Consumatorio Ítem de la ACIPS Factor I Interacciones sociales íntimas Factor II Vinculación social 1 (A) 2 (C) 3 (A) 4 (C) 5 (C) 6 (C) 7 (A) 8 (A) 9 (C) 10 (A) 11 (C) 12 (C) 13 (C) 14 (A) 15 (A) 16 (C) 17 (C) 0,466 0,218 0,339 0,930 0,719 0,007 −0,006 0,210 −0,199 0,742 0,672 0,945 0,827 −0,034 0,312 −0,093 0,698 0,103 0,358 −0,033 −0,299 −0,054 0,505 0,595 0,619 0,911 0,293 0,051 0,062 −0,149 0,466 0,210 −0,020 0,028 Factor III Socialización informal 90 88 86 84 82 80 0,103 0,179 0,187 0,001 0,056 0,097 0,035 −0,165 0,039 −0,163 0,042 −0,162 0,106 0,326 0,423 0,848 0,172 78 76 74 Mínimo a bajo Moderado a severo Nivel de síntomas depresivos Puntuación total en la ACIPS Figura 1 Media de la puntuación total de los participantes en la Anticipatory and Consummatory Interpersonal Pleasure Scale (ACIPS, «Escala de Placer Interpersonal Anticipatorio y Consumatorio») atendiendo al nivel de síntomas depresivos: de mínimo a bajo (rango de 0 a18) en comparación con el nivel de moderado a severo (rango de 19 a 63). A: anticipatorio; ACIPS: Anticipatory and Consummatory Interpersonal Pleasure Scale («Escala de Placer Interpersonal Anticipatorio y Consumatorio»); C: consumatorio. Matriz de componentes rotados de la traducción española de la ACIPS. Análisis paralelo con el método de extracción del minimum rank factor; varianza total explicada = 79,1%. En negrita se especifican los ítems que cargaron en cada factor. Tabla 3 Matriz de intercorrelación de los factores de la Escala de Placer Interpersonal Anticipatorio y Consumatorio Factor I II III I II III 0,844 0,553 0,740 0,762 0,590 0,941 Los valores en negrita de la diagonal principal se corresponden con las estimaciones de fiabilidad (calculadas con el alfa ordinal) para cada uno de los factores. Todas las correlaciones fueron estadísticamente significativas (p ≤ 0,05). de la varianza común. El segundo factor, unión social (la vinculación social en el contexto de los medios de comunicación) representó el 22,5% de la varianza común. El tercer factor, la socialización informal, representó el 12,3% de la varianza común. En la tabla 3 se muestran las correlaciones entre cada uno de los factores. Consistencia interna de las puntuaciones de la Escala de Placer Interpersonal Anticipatorio y Consumatorio con los ítems de placer consumatorio de la ACIPS (r = 0,77; p ≤ 0,05). Relación entre placer social/interpersonal y síntomas depresivos La relación entre la capacidad hedónica para las interacciones sociales e interpersonales, medida por la ACIPS, y la presencia de síntomas depresivos, medida por el BDI-II, se estudió mediante el análisis de la correlación de Pearson. La tabla 1 muestra las medias y desviaciones típicas de las puntuaciones totales de la ACIPS y del BDI-II. Las puntuaciones totales en la ACIPS se asociaron negativamente con las puntuaciones en el BDI-II (r = −0,22; p ≤ 0,001). Aproximadamente el 91% (354 de 387) de los participantes obtuvo una puntuación por debajo del punto de corte para un nivel moderado de depresión en la adaptación española del BDI-II (es decir, por debajo de una puntuación total de 19). Se compararon los participantes que informaron de un nivel moderado o grave de los síntomas depresivos con el resto de la muestra en función de las puntuaciones totales de la ACIPS. Los participantes que informaron de valores mínimos y bajos de síntomas depresivos mostraron puntuaciones totales significativamente más altas en la ACIPS que aquellos participantes que informaron de haber experimentado en las últimas semanas unos niveles moderados o graves de síntomas depresivos (t(385) = 3,50; p ≤ 0,01; d = 0,65). La figura 1 muestra la diferencia de medias en la puntuación total de la ACIPS en función del nivel de sintomatología depresiva autoinformada. El efecto de la historia familiar de esquizofrenia La puntuación total de la ACIPS mostró una adecuada consistencia interna, con un valor de alfa ordinal = 0,92. Las estimaciones de consistencia interna para cada uno de los factores de la ACIPS se proporcionan en la diagonal de la tabla 3. Los ítems de placer anticipatorio correlacionaron Se solicitó a los participantes del estudio que informaran si tenían antecedentes familiares de esquizofrenia. Relativamente pocos participantes (n = 5; 1,3%) informaron de una historia familiar de esquizofrenia, y casi el 5% de la Escala de Placer Interpersonal Anticipatorio y Consumatorio (española) muestra (n = 16) optó por no responder. Se compararon los participantes con y sin antecedentes familiares de esquizofrenia en función del placer social/interpersonal medido por la ACIPS. Los participantes con antecedentes familiares mostraron unas puntuaciones totales medias significativamente más bajas en la ACIPS (70,80 ± 27,8) que aquellos sin antecedentes familiares de esquizofrenia (88,13 ± 10,35), para contraste unilateral (p = 0,023; r = 0,10). Discusión El objetivo principal de este estudio fue validar al español la ACIPS en su versión para adultos para su uso en muestras de habla española. Se identificaron 3 factores mediante análisis factorial exploratorio, a saber: interacciones íntimas sociales, vinculación social y socialización informal. Estos 3 factores se corresponden con 3 niveles diferentes de conexión social, que van desde un nivel relativamente íntimo hasta un grado más informal, lo cual es consistente con los hallazgos previos basados en muestras estadounidenses10---12 . Se encontraron diferencias en función del sexo en placer social e interpersonal, siendo las mujeres quienes presentaron mayores puntuaciones medias totales en la ACIPS en comparación con los hombres. Estas diferencias de sexo en la capacidad hedónica se observaron con anterioridad en los Estados Unidos en muestras universitarias7,10---12 , en adultos12 , así como en adultos chinos no clínicos13 . Los resultados también mostraron que la versión española de la ACIPS presentó una adecuada fiabilidad (estimada mediante al alfa ordinal), en consonancia con los hallazgos encontrados con la versión en inglés (EE. UU.) de la ACIPS. Asimismo, se exploró la forma en la que las diferencias individuales en la capacidad hedónica para las relaciones sociales e interpersonales se relacionaban de manera significativa con el riesgo de depresión, atendiendo a la asociación entre los niveles de sintomatología depresiva y las puntuaciones totales de la ACIPS. En este sentido, se encontró una asociación negativa entre las puntuaciones de la ACIPS y las puntuaciones del BDI-II. Los individuos con puntuaciones más altas en el BDI-II tienen una mayor probabilidad de presentar puntuaciones totales inferiores en la ACIPS. De hecho, cuando se dividió la muestra atendiendo a las puntuaciones del BDI-II, los individuos con niveles mínimos de síntomas depresivos informaron, de forma significativa, de un mayor disfrute de las interacciones sociales e interpersonales que las personas con niveles de moderados a severos de síntomas depresivos. El presente estudio se caracteriza por varios puntos fuertes. En primer lugar, se ha incluido la traducción española del BDI-II, una medida bien validada de la depresión, y se han utilizado criterios normativos atendiendo a la cultura30 . Sin embargo, una de las limitaciones del presente estudio es la restricción de rango. Relativamente pocos individuos de la muestra informaron de un nivel moderado o grave de síntomas depresivos en el período de 2 semanas anterior a su participación en el estudio. Futuras investigaciones podrían beneficiarse de la inclusión de un grupo de pacientes con depresión, con el fin de explorar más a fondo la asociación entre el placer social e interpersonal, medido con la ACIPS, y los síntomas depresivos. Sería especialmente interesante incluir un grupo de individuos sanos con historia pasada de 75 depresión y poder compararlo con un grupo de pacientes con depresión y un grupo sin sintomatología depresiva. Otro punto fuerte de este estudio es el hecho de que se preguntó a los participantes sobre sus antecedentes familiares de esquizofrenia. Esto ha permitido estudiar la forma en la que las diferencias individuales en la capacidad hedónica para las relaciones sociales e interpersonales se relacionan significativamente con el riesgo teórico a tener esquizofrenia. En concreto, este objetivo se ha logrado mediante la comparación de las puntuaciones totales en la ACIPS de los participantes con y sin antecedentes familiares de esquizofrenia. Dado el reducido número de participantes con antecedentes familiares de esquizofrenia, este aspecto de nuestra investigación fue de carácter exploratorio. Sin embargo, se observó que el grupo con historia familiar informó significativamente de un menor disfrute en las interacciones sociales e interpersonales que el resto de la muestra, sin antecedentes familiares de esquizofrenia. Estos resultados, aunque preliminares, son consistentes con estudios previos11 que evidencian una asociación entre rasgos esquizotípicos y un nivel reducido de placer en las interacciones sociales e interpersonales medido con la ACIPS. Una limitación del presente estudio es que la muestra no fue representativa. Los resultados se obtuvieron a partir de una muestra de conveniencia en una universidad española con un alto porcentaje de mujeres. Por ello, y como es obvio, los resultados no pueden generalizarse a todos los adultos jóvenes en la población general española. Sería conveniente replicar estos hallazgos con una muestra representativa de la población general para determinar su validez externa. Otra limitación de la presente investigación es que no se administró ninguna prueba de screening para detectar malestar o el distrés emocional actual, y no se tuvo en cuenta la historia de tratamiento pasada o presente de algún problema de salud mental. Por lo tanto, no se puede descartar la posibilidad de que la problemática de salud mental pueda haber influido en algunas de las respuestas de los participantes y, por lo tanto, en los resultados de la investigación. Por otra parte, la metodología se basó únicamente en medidas de tipo autoinforme. Este estudio se habría visto reforzado por la inclusión de información corroborativa, como entrevistas de diagnóstico. Del mismo modo, podría haber sido de ayuda incluir una escala de infrecuencia de respuesta para descartar aquellos participantes que respondiesen al azar. Sin embargo, es posible que la respuesta al azar o el sesgo de aquiescencia no haya sido un problema importante en esta investigación, teniendo en cuenta los resultados previos sobre la ACIPS, donde se observa el escaso impacto del sesgo de deseabilidad social12 . A pesar de las limitaciones mencionadas, este estudio muestra que la adaptación española de la ACIPS-versión para adultos puede resultar una herramienta adecuada y útil para la evaluación de las experiencias de placer interpersonal y social. La ACIPS puede medir un constructo que se solapa con la sintomatología depresiva, pero es independiente de esta. Mediante su enfoque en la caracterización del placer social e interpersonal, la ACIPS puede ser útil en términos de ayudar a aclarar las formas en que las diferencias individuales en la capacidad hedónica para las relaciones sociales e interpersonales se relacionan, de manera significativa, con el riesgo de padecer diferentes formas de psicopatología. Futuros estudios deberían replicar estos hallazgos en 76 nuevas muestras clínicas y no clínicas en el contexto español. La investigación también se beneficiaría del estudio de la relación entre anhedonia social y cognición social, síntomas negativos, y/o abuso de drogas. Esta línea de investigación se enriquecería aún más con la inclusión de otras metodologías, como las técnicas de imagen cerebral. Responsabilidades éticas Protección de personas y animales. Los autores declaran que los procedimientos seguidos se conformaron a las normas éticas del comité de experimentación humana responsable y de acuerdo con la Asociación Médica Mundial y la Declaración de Helsinki. Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes. Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia. Conflicto de intereses Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. Apéndice. Lee cada afirmación cuidadosamente y decide qué grado de verdad tienen para ti en general. En el caso de que nunca hayas tenido la experiencia descrita, piensa en la experiencia más parecida que hayas tenido y marque la opción que más se aproxime. No te preocupes acerca de ser totalmente coherente en todas tus respuestas. Elije entre las siguientes seis opciones de respuesta e indique su respuesta en el espacio a la derecha de cada ítem. 1 = Totalmente falsa para mí; 2 = Moderadamente falsa para mí; 3 = Ligeramente falsa para mí; 4 = Ligeramente verdadera para mí; 5 = Moderadamente verdadera para mí; 6 = Totalmente verdadera para mí. Por favor responde a todas las afirmaciones. Muchas gracias por tu colaboración. 1. Estoy deseando ver a la gente cuando voy de camino a una fiesta o a quedar con otras personas. 2. Disfruto mirando fotografías de mis amigos y familia. 3. Realmente no me gustan las reuniones familiares o las tertulias (reuniones con otras personas). 4. Disfruto bromeando y hablando con un amigo o un compañero de trabajo. 5. Una buena comida siempre tiene mejor sabor cuando comes con un amigo cercano. 6. Me gusta cuando la gente llama o manda mensajes de texto sólo para decir hola. 7. Cuando algo bueno me pasa, no puedo esperar a compartirlo con otros. D.C. Gooding et al. 8. Si conociera un grupo donde las personas compartieran los mismos intereses que yo, estaría interesado en unirme a ellos. 9. Disfruto viendo películas sobre la amistad o relaciones con mis amigos. 10. Me imagino que sería muy divertido ir de vacaciones con un amigo o alguien a quien amas. 11. Valoro mucho cuando me invitan a quedar con gente que conozco después del colegio o del trabajo. 12. Estoy feliz cuando veo un amigo o alguien a quien amo que no he visto en mucho tiempo. 13. Disfruto haciendo actividades grupales, como ir a eventos deportivos o conciertos con mis amigos. 14. Me gusta ver mis programas favoritos de televisión con mis amigos. 15. Me emociono cuando un amigo que no he visto en un tiempo me llama para hacer planes. 16. Me gusta hablar con otros mientras espero en una fila. 17. Disfruto cuando charlo con un amigo sobre cosas importantes. Bibliografía 1. Fonseca-Pedrero E, Gooding DC, Paino M, Lemos-Giráldez S, Muñiz J. Measuring anhedonia in schizophrenia spectrum disordes: A selective update. En: Ritsner MS, editor. Anhedonia: A comprehensive handbook. New York: Springer; 2014. p. 19---54. 2. Kaiser S, Heekeren K, Simon JJ. The negative symptoms of schizophrenia: Category or continuum. Psychopathology. 2011;44:345---53. 3. García-Portilla González MP, Bobes J. Ante el nuevo reto de identificar el síndrome negativo de la esquizofrenia. Rev Psiquiatr Salud Ment. 2013;6:141---3. 4. Blanchard JJ, Horan WP, Brown SA. Diagnostic differences in social anhedonia: A longitudinal study of schizophrenia and major depressive disorder. J Abnorm Psychol. 2001;110:363---71. 5. Herbener ES, Harrow M. The course of anhedonia during 10 years of schizophrenia illness. J Abnorm Psychol. 2002;111:237---48. 6. Gooding DC, Pflum MJ. The Anticipatory & Consummatory Interpersonal Pleasure Scale (ACIPS). 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Horan WP, Blanchard JJ, Clark LA, Green MF. Affective traits in schizophrenia and schizotypy. Schizophr Bull. 2008;34: 856---74. 77 24. Chan RC, Wang Y, Yan C, Zhao Q, McGrath J, Hsi X, et al. A study of trait anhedonia in non-clinical Chinese samples: Evidence from the Chapman Scales for Physical and Social Anhedonia. PLoS One. 2012;7:e34275. 25. Muñiz J, Elosua P, Hambleton RK. Directrices para la traducción y adaptación de los tests: segunda edición [International Test Commission Guidelines for test translation and adaptation: Second edition]. Psicothema. 2013;25:151---7. 26. Hambleton RK, Merenda PF, Spielberger CD. Adapting educational and psychological tests for cross-cultural assessment. London: Lawrence Erlbaum Associates, Inc.; 2005. 27. Beck AT, Steer R, Brown G. Manual for the Beck Depression Inventory-II. San Antonio, TX: Psychological Corporation; 1996. 28. Wang YP, Gorenstein C. Psychometric properties of the Beck Depression Inventory-II: A comprehensive review. 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Rev Psiquiatr Salud Ment (Barc.). 2016;9(2):78---86 www.elsevier.es/saludmental ORIGINAL Relaciones entre síntomas psicóticos subclínicos y rendimiento cognitivo en la población general Oscar Martín-Santiago a , Vanessa Suazo b , Alberto Rodríguez-Lorenzana b,c , Sonia Ruiz de Azúa d,e , César Valcárcel d,e , Álvaro Díez f , Adriana Grau b , Cristina Domínguez g , Ricardo Gallardo h y Vicente Molina b,g,i,∗ a Servicio de Psiquiatría, Hospital Universitario de Palencia, Palencia, España Instituto de Neurociencias de Castilla y León (INCYL), Universidad de Salamanca, Salamanca, España c Departamento de Psicología, Universidad de las Américas, Quito, Ecuador d Departamento de Neurociencias, Universidad del País Vasco, Leioa, Vizcaya, España e Servicio de Psiquiatría, Hospital Universitario de Álava, Osakidetza, Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), Vitoria, Álava, España f Division of Psychiatry, Faculty of Brain Sciences, University College London, Londres, Reino Unido g Servicio de Psiquiatría, Hospital Clínico Universitario de Valladolid, Valladolid, España h Centro de Salud Mental, Aranda de Duero, Burgos, España i Departamento de Psiquiatría, Facultad de Medicina, Universidad de Valladolid, Valladolid, España b Recibido el 16 de abril de 2015; aceptado el 22 de octubre de 2015 Disponible en Internet el 4 de diciembre de 2015 PALABRAS CLAVE Voluntarios sanos; Psicosis; Cognición; Función ejecutiva ∗ Resumen Introducción: En la población general, los síntomas psicóticos subclínicos se han asociado con mayores dificultades funcionales en la vida real, pero desconocemos si estos síntomas están asociados a un peor rendimiento cognitivo. El estudio de la relación entre las alteraciones cognitivas y estos síntomas puede, además, ayudarnos a comprender mejor las dificultades que presentan los pacientes con psicosis, en los que estas alteraciones cognitivas están presentes. Métodos: Realizamos evaluaciones clínicas y cognitivas en 203 sujetos de la población general mediante los instrumentos Community Assessment of Psychic Experiences, Brief Assessment of Cognition in Schizophrenia, Wechsler Adult Intelligence Scale y Wisconsin Card Sorting Test. Se evaluó la relación de los síntomas psicóticos subclínicos positivos y negativos con la edad y el rendimiento cognitivo. Además, se evaluó la influencia de los síntomas depresivos subclínicos sobre la posible relación entre síntomas positivos y negativos subclínicos y las alteraciones cognitivas. Autor para correspondencia. Correo electrónico: vicente.molina@uva.es (V. Molina). http://dx.doi.org/10.1016/j.rpsm.2015.10.004 1888-9891/© 2015 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados. Síntomas psicóticos subclínicos y cognición 79 Resultados: Encontramos una relación inversa del rendimiento en la prueba de velocidad motora tanto con la frecuencia de síntomas positivos como con el distrés y la frecuencia de los síntomas negativos. También encontramos una relación directa entre el distrés de los síntomas positivos y el rendimiento en función ejecutiva. La puntuación en síntomas depresivos subclínicos se asoció con ambas escalas subclínicas, positiva y negativa. Conclusiones: Los síntomas psicóticos subclínicos están relacionados con déficits cognitivos en la población general, similares a los observados en poblaciones clínicas. © 2015 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados. KEYWORDS Healthy volunteers; Psychosis; Cognition; Executive functions Relationship between subclinical psychotic symptoms and cognitive performance in the general population Abstract Introduction: Subclinical psychotic symptoms are associated to negative life outcomes in the general population, but their relationship with cognitive performance is still not well understood. Assessing the relationship between performance in cognitive domains and subclinical psychotic symptoms in the general population may also help understand the handicap attributed to clinical psychosis, in which these alterations are present. Methods: Subclinical and cognitive assessments were obtained in 203 participants from the general population by means of the Community Assessment of Psychic Experiences, the Brief Assessment of Cognition in Schizophrenia, the Wechsler Adults Intelligence Scale and the Wisconsin Card Sorting Test. The positive and negative subclinical symptoms and their relationship with age and cognition were examined, followed by assessing the influence of subclinical depression scores on the possible relationships between those subclinical psychotic symptoms and cognitive deficits. Results: Inverse relationships were found between frequency in the Community Assessment of Psychic Experiences positive dimension and motor speed, and frequency and distress in the Community Assessment of Psychic Experiences negative dimension and motor speed. A direct relationship was also found between distress scores of the positive dimension and executive functions. Both positive and negative subclinical symptoms were related to depression scores. Conclusions: Psychotic symptoms, similar to those in the clinical population, may be associated with cognitive deficits in the general population. © 2015 SEP y SEPB. Published by Elsevier España, S.L.U. All rights reserved. Introducción Los síntomas psicóticos subclínicos (SPS), como las experiencias delirantes o alucinatorias sin gravedad o afectación suficientes para requerir atención clínica, son prevalentes en la población general, sobre todo en sujetos jóvenes, y podrían relacionarse con el rendimiento cognitivo individual. De esta manera, su posible relación con las alteraciones cognitivas relevantes en las psicosis clínicas se ha investigado en diversos estudios. Así, en una muestra de la población general, de entre 17 y 77 años, se describió una relación inversa entre la puntuación en la escala positiva del instrumento Community Assessment of Psychic Experiences (CAPE) y la fluencia verbal1 . Posteriormente ese mismo grupo investigó la relación entre la puntuación del mismo cuestionario y las variables de memoria episódica y velocidad de procesamiento de la información, encontrando una asociación débil pero significativa entre los síntomas subclínicos negativos y la velocidad de procesamiento2 . Más recientemente, otro grupo, con una muestra más amplia y utilizando una aplicación informática, describió la asociación de la memoria de trabajo con síntomas subclínicos psicóticos (experiencias extrañas) y depresivos3 . Los estudios citados previamente se han centrado a priori en dominios cognitivos específicos para evaluar su relación con la psicosis subclínica. Sin embargo, hasta donde conocemos, pocos grupos han utilizado baterías neuropsicológicas más amplias con este objetivo. Entre estos, en un estudio en población adolescente no clínica (con y sin síntomas psicóticos) los autores encontraron una asociación entre los síntomas positivos y la velocidad de procesamiento4 . Sin embargo, los resultados de otro estudio más reciente mostraron que la puntuación en las escalas de síntomas psicóticos subclínicos positivos y negativos se relacionaba con el rendimiento cognitivo, utilizando la batería Measurement and Treatment Research to Improve Cognition in Schizophrenia. Sus autores hallaron que los sujetos con puntuaciones más altas de la escala positiva, y en menor medida también de la escala negativa, mostraron un mayor rendimiento en varios dominios cognitivos5 . La evaluación de la relación entre los SPS en la población general y el rendimiento en los diferentes dominios 80 cognitivos puede, además, contribuir a entender mejor el papel de las alteraciones cognitivas en los síntomas de los pacientes con psicosis. En este síndrome clínico la relación entre los síntomas y la disfunción cognitiva es compleja, por lo que, a priori, en la población general, sería más prometedor no centrar el estudio de su relación en una sola o en pocas dimensiones cognitivas. En este sentido, se han descrito distintas asociaciones entre síntomas y cognición en esquizofrenia. Por una parte, los síntomas negativos se han relacionado con un peor rendimiento cognitivo en fluencia verbal, memoria de trabajo6 , aprendizaje verbal, memoria visual o verbal7 , memoria a largo plazo y capacidad para el pensamiento conceptual8 . Por otro lado, los síntomas de desorganización se han asociado con fallos en la atención y memoria a corto plazo8 . Además, 2 metaanálisis revelaron que las dimensiones negativa y de desorganización tienen una mayor relación con las alteraciones cognitivas que la dimensión positiva9,10 . Finalmente, los síntomas positivos en la esquizofrenia han sido relacionados con fallos en el procesamiento auditivo11 . La exploración en la población general de la relación entre SPS y el rendimiento cognitivo en dimensiones relacionadas con la psicosis puede ayudarnos a comprender el papel del déficit cognitivo en los síntomas de los pacientes con psicosis al evitar factores como la cronicidad o la toma de antipsicóticos, que han sido asociados con diversas alteraciones cognitivas12 . Entre los posibles elementos de confusión cuya influencia debe controlarse para una correcta evaluación de la relación entre los SPS y la cognición están los síntomas depresivos subclínicos. Estos pueden contribuir a un peor rendimiento a través de un efecto directo sobre la cognición13 o como consecuencia de la falta de motivación y compromiso en el desempeño de la tarea. De hecho, los SPS se han asociado con los síntomas depresivos en la población general14,15 . La medición de estos síntomas depresivos subclínicos puede realizarse mediante el cuestionario CAPE, que conjuntamente evalúa los SPS. El objetivo de nuestro estudio ha sido determinar la relación entre los SPS y el rendimiento cognitivo en la población general. Para ello hemos valorado la asociación de los dominios cognitivos alterados en la esquizofrenia (evaluados con el instrumento Brief Assessment of Cognition in Schizophrenia--- [BACS] y el test de clasificación de cartas Wisconsin Card Sorting Test [WCST]) y la edad con la frecuencia y distrés de los SPS positivos y negativos (medidos a través del cuestionario CAPE) en la población general, controlando la posible influencia de los síntomas depresivos subclínicos sobre esta posible asociación. Métodos Participantes Se seleccionaron 203 participantes (entre 18 y 61 años) de la población general a través de carteles y anuncios en prensa. Todos los sujetos recibieron una pequeña compensación económica por su cooperación para cubrir los gastos de desplazamiento. Se excluyeron los sujetos con un CI total inferior a 70, antecedentes de enfermedad neurológica o traumatismo craneal con pérdida de conciencia, abuso de O. Martín-Santiago et al. sustancias, excepto el tabaco, así como la presencia de cualquier diagnóstico psiquiátrico, la toma de psicofármacos o antecedentes familiares de psicosis. Los datos fueron recopilados mediante autoinforme durante la entrevista inicial y se realizó un análisis de tóxicos en orina para descartar su abuso actual. Los datos sobre empleo actual se clasificaron en ocupados (actualmente trabajando/estudiando) o sin ocupación (desempleados/jubilados). Se diferenció entre participantes con y sin acceso a estudios superiores. Todos los participantes firmaron el consentimiento informado tras leer toda la información del estudio. Los comités de ética e investigación de los hospitales universitarios de Valladolid y Álava aprobaron el estudio de acuerdo con el Código de Ética de la Asociación Médica Mundial (Declaración de Helsinki de 1975, revisión de 2008). Evaluación clínica y cognitiva Las puntuaciones clínicas fueron obtenidas mediante la versión española del cuestionario CAPE-42, un instrumento autoadministrado validado y fiable16,17 . Durante el desarrollo de este los individuos responden a 42 preguntas sobre su estado psíquico habitual. Puntúan la presencia de síntomas subclínicos positivos (ideas de referencia, paranoides o alteraciones sensoperceptivas, entre otros), síntomas subclínicos negativos (como embotamiento afectivo o alogia) y síntomas subclínicos depresivos (tristeza, apatía y otros). Para cada síntoma se estima su frecuencia de presentación y su distrés. Las puntuaciones así obtenidas se utilizaron para evaluar su relación con los rendimientos en las pruebas cognitivas. Para cada cuestión, la puntuación asignada varía de 1 a 4 en frecuencia (donde 1 significa nunca, y 4, casi siempre, en la escala de frecuencia) y distrés (1 significa no molesta, y 4, muy molesto) para los síntomas subclínicos positivos, negativos y depresivos. No hay definido un punto de corte clínico. Las escalas de frecuencia y distrés de los síntomas depresivos también fueron utilizadas para el análisis estadístico. Valoramos el rendimiento cognitivo de los participantes en las dimensiones relevantes mediante la versión española de la escala Brief Assessment of Cognition in Schizophrenia (BACS)18 . Estas dimensiones fueron memoria verbal (suma de las palabras de una lista recordadas en 5 intentos consecutivos), memoria de trabajo (retención de dígitos y repetición en orden creciente), velocidad motora (fichas correctamente introducidas en un recipiente en un minuto), fluencia verbal (media de palabras generadas para una categoría y de palabras que comienzan por una letra determinada), velocidad de procesamiento y atención (clave de símbolos) y función ejecutiva/resolución de problemas (test de la Torre de Londres). Los participantes también realizaron la tarea de clasificación de cartas del Wisconsin Card Sorting Test, que evalúa aspectos como la perseveración y la flexibilidad cognitiva. Utilizamos el número de categorías completadas y el porcentaje de errores perseverativos en este test, en los cálculos estadísticos. Para estimar el CI utilizamos la versión abreviada de la tercera edición del Wechsler Adult Intelligence Scale (semejanzas, clave de números, figuras incompletas y retención de dígitos)19 . Síntomas psicóticos subclínicos y cognición Análisis estadístico La relación entre los SPS positivos y negativos y el rendimiento cognitivo fue analizada mediante regresión lineal multivariante por pasos. Se consideraron como variables dependientes las puntuaciones en distrés y la frecuencia de los SPS positivos y negativos del cuestionario CAPE, y como variables independientes los resultados de las pruebas cognitivas y la edad, analizando la normalidad y la homocedasticidad de los residuos. Utilizamos el número de categorías completadas y el porcentaje de errores perseverativos del test Wisconsin Card Sorting Test y las puntuaciones directas de las subescalas BACS y del cuestionario CAPE en los cálculos estadísticos. En una segunda etapa valoramos la influencia de los síntomas depresivos como factor de confusión sobre cualquier posible relación entre los SPS y el rendimiento cognitivo. Con este fin, repetimos los modelos de regresión lineal incluyendo entre las variables independientes la frecuencia y el distrés de la dimensión depresiva, junto con los resultados de las pruebas cognitivas. Finalmente, utilizamos los coeficientes de correlación lineal de Pearson para estudiar la asociación entre las puntuaciones de frecuencia y distrés en síntomas depresivos con el rendimiento en las pruebas cognitivas que fueron identificadas como predictoras de los SPS en los análisis previos. Resultados Entre los participantes, 96 puntuaron 1,50 o más en frecuencia en la subescala total del cuestionario CAPE (5 puntuaron 2 o más), mientras que 98 puntuaron 2 o más en distrés de la misma escala (11 puntuaron 3 o más). Los valores medios de puntuación para cada subescala se muestran en la tabla 1, y los valores individuales están representados en las figuras 1-3. Se observó una correlación significativa entre las correspondientes puntuaciones en distrés y frecuencia para las escalas de SPS positivos (r = 0,157; p = 0,029) y negativos (r = 0,292; p < 0,001). Relación entre la puntuación en la subescala positiva del Community Assessment of Psychic Experiences y el rendimiento cognitivo Regresión lineal sin incluir los síntomas depresivos La puntuación de frecuencia en la subescala de síntomas positivos CAPE se relacionó inversamente con el rendimiento en memoria de trabajo ( = −0,190; t = −2,96; p = 0,003) y en velocidad motora ( = −0,149; t = −2,09; p = 0,038), y directamente con el rendimiento en fluencia verbal de la BACS ( = 0,183; t = 2,51; p = 0,01; para el modelo R2 = 0,0783; F = 5,66; df = 3,197; p = 0,001; tabla 2). Ninguna otra variable cognitiva ni la edad se asociaron significativamente con la frecuencia o distrés en la subescala positiva. Regresión lineal incluyendo los síntomas depresivos La puntuación de frecuencia en la subescala de síntomas positivos se relacionó directamente con las puntuaciones 81 Tabla 1 Datos demográficos, clínicos y cognitivos Demográficos Edad en años Hombre/mujer, % Nivel educativo (estudios superiores/estudios primarios), % Ocupado/sin ocupación, % Total CI 27,01 (8,35) 45,32/54,68 54,18/45,82 86,56/13,44 110,08 (11,95) Clínicos (cuestionario CAPE) Frecuencia Distrés Síntomas positivos Síntomas negativos Síntomas depresivos Total 1,26 1,59 1,60 1,49 1,61 2,26 2,14 2,03 (0,18) (0,29) (0,33) (0,22) (0,56) (0,65) (0,68) (0,53) Cognitivos (escala BACS) Memoria verbal Memoria de trabajo Velocidad motora Fluencia verbal Velocidad de procesamiento Función ejecutiva 54,31 22,26 67,92 23,67 66,71 19,29 (8,63) (3,76) (14,77) (9,06) (12,44) (14,89) Los datos se expresan como media (desviación estándar), excepto donde se indica. La puntuación de memoria verbal de la BACS es la suma total de los 5 intentos, y en la prueba de fluencia verbal se muestra como promedio entre los resultados de categorías y letras. en la de síntomas depresivos para frecuencia ( = 0,370; t = 5,32; p < 0,001; fig. 1) y distrés ( = 0,155; t = 2,23; p = 0,026) y con la tarea de velocidad motora de la BACS ( = −0,166; t = −2,61; p = 0,01; fig. 2; para el modelo R2 = 0,223; F = 18,85; df = 3,196; p < 0,001; tabla 2), quedando excluidos del modelo la memoria de trabajo y la fluencia verbal de la BACS. El distrés de los síntomas positivos se asoció directamente con el distrés en los síntomas depresivos ( = 0,569; t = 9,56; p < 0,001) y el rendimiento en la tarea de resolución de problemas ( = 0,158; t = 2,62; p = 0,009; para el modelo R2 = 0,342; F = 48,34; df = 2,189; p < 0,001; tabla 2). Relación entre la escala negativa del Community Assessment of Psychic Experiences y el rendimiento cognitivo Regresión lineal excluyendo las variables de síntomas depresivos La puntuación de frecuencia en la subescala de síntomas negativos no mostró ninguna relación con la edad o las variables cognitivas. El distrés de los síntomas negativos se relacionó inversamente con la edad ( = −0,203; t = −2,95; p = 0,004) y con la velocidad motora ( = −0,176; t = −2,55; p = 0,011; R2 = 0,074; F = 7,75; df = 2,195; p = 0,001). Regresión lineal incluyendo las variables de síntomas depresivos La frecuencia de los síntomas negativos se relacionó directamente con la frecuencia ( = 0,509; t = 8,17; p < 0,001; fig. 1) 82 O. Martín-Santiago et al. 1,80 Frecuencia síntomas positivos CAPE Frecuencia síntomas positivos CAPE 2,20 2,00 1,80 1,60 1,40 1,20 R2 = 0,176 1,00 1,00 1,50 2,00 2,50 1,60 1,40 1,20 R2 = 0,021 1,00 20,00 3,00 Frecuencia síntomas negativos CAPE 3,00 Frecuencia síntomas negativos CAPE 40,00 60,00 80,00 100,00 Velocidad motora BACS Frecuencia síntomas depresivos CAPE 2,50 2,00 1,50 2,20 2,00 1,80 1,60 1,40 1,20 2 R = 0,015 1,00 2 R = 0,336 1,00 20,00 1,00 1,50 2,00 2,50 Frecuencia síntomas depresivos CAPE Figura 1 Relación entre las puntuaciones de frecuencia de los síntomas subclínicos depresivos con los síntomas positivos y negativos, respectivamente. y el distrés ( = 0,206; t = 3,32; p = 0,01) de los síntomas depresivos, e inversamente con la velocidad motora de la BACS ( = −0,159; t = −2,79; p = 0,006; fig. 2; para el modelo R2 = 0,387; F = 90,68; df = 2,196; p < 0,001; tabla 2). 40,00 60,00 80,00 100,00 Velocidad motora BACS 3,00 Figura 2 Relación entre las puntuaciones de frecuencia de los síntomas subclínicos positivos y negativos con el rendimiento de velocidad motora de la BACS. De manera similar, el distrés de los síntomas negativos se relacionó directamente con la frecuencia ( = 0,123; t = 2,24; p = 0,026) y el distrés de los síntomas depresivos ( = 0,601; t = 10,93; p < 0,001), e inversamente con la edad ( = −0,189; t = −3,68; p < 0,001) y la velocidad motora Tabla 2 Resumen de los resultados de regresión múltiple cuando se incluyeron las escalas de depresión del Community Assessment of Psychic Experience S. Pos. Frec. S. Dep. Frec. S. Dep. Dist. V. Mot.  = 0,370; t = 5,32; p < 0,001  = 0,155; t = 2,23; p = 0,026  = −0,166; t = −2,61; p = 0,01 S. Pos. Dist. S. Neg. Frec. S. Neg. Dist.  = 0,569; t = 9,56; p < 0,001  = 0,509; t = 8,17; p < 0,001  = 0,206; t = 3,32; p = 0,01  = −0,159; t = −2,79; p = 0,006  = 0,123; t = 2,24; p = 0,026  = 0,601; t = 10,93; p < 0,001  = −0,225; t = −4,37; p < 0,001 R2 = 0,387; F = 90,68; p < 0,001  = −0,189; t = −3,68; p < 0,001 R2 = 0,499; F = 47,56; p < 0,001  = 0,158; t = 2,62; p = 0,009 F. Ejec. Edad Modelo R2 = 0,223; F = 18,85; p < 0,001 R2 = 0,342; F = 48,34; p < 0,001 F. Ejec.: función ejecutiva/resolución de problemas; S. Dep. Dist.: distrés de síntomas depresivos; S. Dep. Frec.: frecuencia de síntomas depresivos; S. Neg. Dist.: distrés de síntomas negativos; S. Neg. Frec.: frecuencia de síntomas negativos; S. Pos. Frec.: frecuencia de síntomas positivos; S. Pos. Dist.: distrés de síntomas positivos; V. Mot.: velocidad motora. Cada columna representa las variables dependientes. Las filas muestran las variables independientes seleccionadas como predictores para cada variable dependiente. La última fila muestra los datos del modelo completo para cada una de las variables dependientes. Frecuencia síntomas depresivos CAPE Síntomas psicóticos subclínicos y cognición 83 se siguió asociando directamente con la frecuencia de síntomas positivos subclínicos y con la frecuencia y distrés de los negativos. El rendimiento en velocidad motora fue independiente de la frecuencia y el distrés de los síntomas depresivos. 3,00 2,50 2,00 Relación entre síntomas psicóticos subclínicos y depresivos 1,50 2 R < 0,001 1,00 20,00 40,00 60,00 80,00 100,00 Velocidad motora BACS Distrés síntomas depresivos CAPE 4,00 3,50 3,00 2,50 2,00 1,50 2 1,00 R = 0,004 20,00 40,00 60,00 80,00 100,00 Velocidad motora BACS Figura 3 Falta de asociación entre las puntuaciones de frecuencia y distrés de los síntomas subclínicos depresivos con el rendimiento de velocidad motora de la BACS. ( = −0,225; t = −4,37; p < 0,001; para el modelo R2 = 0,499; F = 47,56; df = 4,191; p < 0,001; tabla 2). Análisis de correlación entre los factores predictores La frecuencia y el distrés de los síntomas depresivos se correlacionaron moderadamente (r = 0,414; df = 201; p < 0,001). La frecuencia en síntomas depresivos se relacionó significativamente con el rendimiento en la memoria de trabajo (r = −0,163; p = 0,02), pero no con la edad (r = 0,059; p = 0,406), la velocidad motora (r = 0,026; p = 0,71; fig. 3) o la fluencia verbal (r = 0,081; p = 0,244). El distrés en los síntomas depresivos no se asoció con la edad (r = −0,033; p = 0,642), la velocidad motora (r = 0,044; p = 0,532; fig. 3), la resolución de problemas (r = 0,001; p = 0,990) ni con la fluencia verbal (r = −0,053; p = 0,446). Discusión Nuestro propósito fue evaluar en la población general la relación entre los SPS y los dominios cognitivos alterados en la esquizofrenia. Hemos observado una relación directa entre la frecuencia y el distrés de los síntomas subclínicos depresivos con los síntomas subclínicos positivos (frecuencia) y negativos (frecuencia y distrés). Después de controlar el efecto de esos síntomas depresivos, la velocidad motora La asociación entre síntomas depresivos y síntomas subclínicos positivos ha sido descrita previamente14,15,20 . Nuestros resultados muestran una fuerte asociación entre ambas dimensiones, aunque no podamos concluir que esta relación sea causal. La presencia de SPS se ha asociado a pobres relaciones sociales21 , que pueden conducir secundariamente a tristeza y otros síntomas depresivos. Una explicación alternativa sería que los sentimientos depresivos pueden contribuir a una visión amenazadora del entorno22 , pues los pensamientos autorreferenciales a veces forman parte de las distorsiones cognitivas en la depresión23,24 . Encontramos una fuerte relación entre las puntuaciones en síntomas subclínicos depresivos y negativos. Se puede interpretar que experiencias semejantes podrían haber generado respuestas similares de los participantes en ambas dimensiones del cuestionario CAPE, teniendo en cuenta su naturaleza autoadministrada: los participantes, por ejemplo, podrían haber confundido la anhedonia de las experiencias depresivas con el embotamiento afectivo de las experiencias negativas. En relación con esto, los síntomas depresivos subclínicos coinciden en el tiempo con los negativos, pero no predicen sus cambios temporales15 , lo que, con nuestros resultados, evidencia que ambas dimensiones son diferentes pero los participantes podrían no discriminarlas con un cuestionario autoadministrado. Relación entre síntomas psicóticos subclínicos y velocidad motora La relación entre la velocidad motora y los SPS positivos y negativos fue independiente de su asociación con los síntomas depresivos. Esto es coherente con datos anteriores. Una relación similar entre síntomas negativos y una velocidad de procesamiento más lenta (que incluía la tarea de velocidad motora) fue encontrada en una muestra ambulatoria de población adolescente con alto riesgo de psicosis25 . Los resultados en poblaciones clínicas también apoyan en parte nuestros hallazgos. Las alteraciones motoras han sido descritas en pacientes con esquizofrenia sin tratamiento previo26 o en el primer episodio27 . Una muestra de más de 200 pacientes con un primer episodio psicótico mostró una relación inversa entre las puntuaciones en síntomas positivos y la velocidad motora28 . Por otro lado, en la esquizofrenia, se ha relacionado una menor velocidad motora con la dilatación ventricular29 , a su vez frecuentemente asociada a síntomas negativos30 . En este mismo sentido, los síntomas negativos (valorados con el cuestionario CAPE) mostraron una relación significativa con el rendimiento cognitivo en adolescentes con esquizotipia31 y en muestras clínicas6,7 . Por lo tanto, estos datos apoyan la relación entre una menor velocidad motora y los síndromes positivo y negativo de las poblaciones clínicas. En este contexto, nuestros hallazgos apoyarían 84 una relación similar entre la sintomatología y la variación cognitiva tanto en muestras clínicas como no clínicas. Sin embargo, también hay resultados que no replican la relación entre la tarea de velocidad motora y síntomas positivos en muestras clínicas, tanto en adolescentes en riesgo de psicosis32 como en adultos con psicosis no afectivas33 y en pacientes con un primer episodio psicótico34 . No obstante, en este último estudio sí se encontró una relación significativa entre los síntomas negativos y la velocidad de procesamiento. A partir de la relación descrita entre la velocidad motora y los SPS, se podría especular con la existencia de un sustrato neurobiológico común para el enlentecimiento motor y esos síntomas subclínicos, que podría relacionarse con un desequilibrio dopaminérgico. Esta idea se basa en que la neurotransmisión dopaminérgica ha sido implicada tanto en la función motora como en la atribución aberrante de relevancia35 , relacionada tanto con síntomas positivos como negativos en pacientes con psicosis36 . Por lo tanto, nuestros hallazgos parecen coherentes con que determinados desequilibrios de la neurotransmisión de dopamina pudieran incrementar la vulnerabilidad a los SPS en la población general. Relación entre síntomas psicóticos subclínicos y resolución de problemas En nuestros participantes, hemos encontrado una relación directa entre las tareas de planificación y resolución de problemas (Torre de Londres) y el distrés ocasionado a los sujetos por los síntomas positivos subclínicos. Esto evidencia que los participantes con mejores funciones ejecutivas experimentarían los SPS con mayor distrés, quizá anticipando con más intensidad las consecuencias negativas de esos síntomas psicóticos subclínicos, y/o mostrando un mayor insight de esas experiencias. Un mejor rendimiento cognitivo en otras áreas, reflejado en una mejor función cognitiva global, podría estar relacionado con una mayor angustia secundaria ante esas experiencias, que en muestras más amplias se detectaría mejor. Otras relaciones Previamente se han descrito otras relaciones entre la cognición y los SPS, que en nuestra investigación no han sido replicadas. Así, en una amplia muestra de adultos jóvenes, Ziermans3 informó sobre una asociación inversa entre una menor memoria de trabajo y las experiencias extrañas (medidas como un subconjunto de síntomas positivos del cuestionario CAPE). Sin embargo, este mismo autor no exploró otros dominios cognitivos. En dicho estudio, el déficit de memoria de trabajo también se asoció con síntomas depresivos, pero el autor no evaluó la relación entre síntomas positivos y depresivos. Nos parece, sin embargo, que un modelo de regresión cuyo objetivo sea evaluar la relación entre esas dimensiones y que incluya memoria de trabajo como variable independiente debiera incluir igualmente en el modelo los síntomas depresivos. De hecho, según nuestros resultados hubo una relación inversa entre la memoria de trabajo y los síntomas positivos, pero dicha relación desapareció cuando se tuvieron en cuenta los síntomas depresivos. O. Martín-Santiago et al. La falta de inclusión de los síntomas depresivos en estudios anteriores puede, por tanto, contribuir a las diferencias entre sus resultados y los nuestros. Otro estudio, en adolescentes jóvenes (11-13 años de edad) con síntomas psicóticos, observó que la velocidad de procesamiento fue más lenta4 . Este resultado no ha sido encontrado en nuestra muestra, quizá por las diferencias entre las muestras seleccionadas y los métodos de evaluación utilizados. El mismo grupo también encontró puntuaciones más bajas en pruebas de memoria de trabajo no verbales en los participantes con síntomas psicóticos. De modo similar, en nuestro estudio también observamos una relación inversa entre la memoria de trabajo y los síntomas positivos subclínicos anterior a la inclusión de los síntomas depresivos en el modelo. Limitaciones Una de las limitaciones de nuestro estudio es el tamaño muestral relativamente pequeño, aunque la evaluación cognitiva realizada es más amplia que en estudios similares. Una evaluación más detallada podría realizarse utilizando instrumentos de evaluación cognitiva más amplios, como la Measurement and Treatment Research to Improve Cognition in Schizophrenia. Por otra parte, los síntomas de depresión se han evaluado utilizando el cuestionario CAPE, que no podría discriminarlos adecuadamente de los síntomas psicóticos negativos subclínicos. La evaluación independiente de la depresión puede contribuir a esclarecer la relación entre estas dimensiones. El método de selección de la muestra, mediante anuncios y carteles, puede haber originado que se selecciones sujetos con una mayor motivación y nivel funcional, no pudiéndose poner de manifiesto diferencias en los dominios cognitivos, como memoria o fluencia verbal, descritos en otros estudios. En el análisis estadístico no se realizó corrección explícita por comparaciones múltiples, aunque esto puede no ser imprescindible al haberse empleado un modelo de regresión multivariante por pasos. Conclusión Una amplia exploración cognitiva revela que los sujetos de la población general con mayor frecuencia de SPS también se caracterizan por puntuaciones mayores en depresión y peor rendimiento en la prueba de velocidad motora (es decir, una mayor lentitud motora). Esta asociación apoyaría la teoría del continuo de la psicosis, que distribuye a la población desde los síntomas psicóticos menos graves, sin necesidad de atención clínica, hasta los más severos, presentes en la esquizofrenia37 . Responsabilidades éticas Protección de personas y animales. Los autores declaran que los procedimientos seguidos se conformaron a las normas éticas del comité de experimentación humana responsable y de acuerdo con la Asociación Médica Mundial y la Declaración de Helsinki. Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes. Síntomas psicóticos subclínicos y cognición Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia. 85 10. 11. Financiación 12. Este trabajo fue apoyado por el Fondo de Investigaciones Sanitarias (Instituto de Salud Carlos III) (VM, número de concesión FIS PI080017, FIS PI1102303) y la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León (VM, número de concesión GRS 249/A/08, GRS 613/A/11); una beca predoctoral de la Universidad de Salamanca y Banco Santander (VS); una beca Marie Curie Intra European, 7th European Commission Framework Programme (AD, 330 156-CODIP); Fondos de Investigación en Salud del Gobierno Español (SR y CV, número de concesión FIS: PS09/02002; PI10/01430; PI10/01746; PI11/01977; PI11/02708; PI12/02077, EC10-333, EC10220 Cd08/00269; CM08/00213; CIBER CB07/09/0024 CIBER Red), Fondos Europeos de Desarrollo Regional y subvenciones locales, como Gobierno del País Vasco y Universidad del País Vasco (SR y CV, número de concesión 20009111047, 2011111113, 2011111170, 20111064, Kronik11/010; CANNABIS-SAIO10-PC10BF01, 2010111170, IT679-13, SAIO11-PE11BF006, SAIO11-PE11BF007) y Stanley (SR y CV, número de concesión 03-CR-003). Conflicto de intereses 13. 14. 15. 16. 17. 18. Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. 19. Bibliografía 20. 1. Krabbendam L, Myin-Germeys I, Hanssen M, van Os J. Familial covariation of the subclinical psychosis phenotype and verbal fluency in the general population. Schizophr Res. 2005;74:37---41. 2. Simons CJ, Jacobs N, Jolles J, van Os J, Krabbendam L. Subclinical psychotic experiences and cognitive functioning as a bivariate phenotype for genetic studies in the general population. Schizophr Res. 2007;92:24---31. 3. Ziermans TB. Working memory capacity and psychotic-like experiences in a general population sample of adolescents and young adults. Front Psychiatry. 2013;4:161. 4. Kelleher I, Clarke MC, Rawdon C, Murphy J, Cannon M. Neurocognition in the extended psychosis phenotype: Performance of a community sample of adolescents with psychotic symptoms on the MATRICS neurocognitive battery. Schizophr Bull. 2013;39:1018---26. 5. 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U., Alcobendas, Madrid, España Unidad de Psiquiatría, Servicio de Medicina, Badalona Serveis Assistencials S. A., Badalona, Barcelona, España c Servicio de Psiquiatría, Hospital Universitario Mútua Terrassa, Terrassa, Barcelona, España d Departamento Médico, Pfizer, S. L. U., Alcobendas, Madrid, España b Recibido el 30 de marzo de 2015; aceptado el 19 de agosto de 2015 Disponible en Internet el 21 de octubre de 2015 PALABRAS CLAVE Depresión; Antidepresivos; Inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina; Evaluación económica; Coste-efectividad ∗ Resumen Introducción: El objetivo del análisis fue evaluar el valor clínico y económico del uso de desvenlafaxina-50 mg comparado con la práctica médica (pool de pacientes tratados con duloxetina o venlafaxina) tras el fracaso del tratamiento de primera línea de la depresión mayor en España. Materiales y métodos: Modelo Markov que sigue una cohorte de pacientes diagnosticados con depresión mayor, tras el fracaso del tratamiento de primera línea con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y estima la respuesta al tratamiento (porcentaje de remisión y días libres de depresión) y los costes directos incurridos durante el tratamiento. Los datos de eficacia considerados en el análisis fueron obtenidos de ensayos clínicos a partir de una revisión de la literatura. Los principales supuestos del modelo, así como el uso de recursos, fueron validados por expertos clínicos. El análisis de realizó en el año 2014 desde la perspectiva del Sistema Nacional de Salud. Resultados: Debido al menor número de discontinuaciones, iniciar el tratamiento de segunda línea con desvenlafaxina se asoció a un mayor número de días libres de depresión (+1,7) y un mayor porcentaje de pacientes en remisión (+0,5%). Esto se tradujo en un menor coste farmacológico y del manejo de los eventos y en un ahorro total para el Sistema Nacional de Salud de 108 D . Conclusiones: En pacientes no respondedores al tratamiento con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina en primera línea de la depresión mayor, desvenlafaxina-50 mg mostró una efectividad clínicamente similar a los otros tratamientos usados en la práctica médica, pero con un menor coste para el Sistema Nacional de Salud. © 2015 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados. Autor para correspondencia. Correo electrónico: Javier.rejas@pfizer.com (J. Rejas Gutiérrez). http://dx.doi.org/10.1016/j.rpsm.2015.08.002 1888-9891/© 2015 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados. 88 J. Rejas Gutiérrez et al. KEYWORDS Major depressive disorder; Antidepressive agents; Serotonin uptake inhibitors; Economic evaluation; Cost-effectiveness Economic evaluation of desvenlafaxine in the treatment of major depressive disorder in Spain Abstract Introduction: The objective of this analysis was to evaluate the clinical and economic value of the use of 50 mg-desvenlafaxine compared to the usual care (mix of duloxetine and venlafaxine) in the outpatient treatment of major depressive disorder after first line treatment failure (relapse) in Spain. Materials and methods: A Markov model was used to follow up a cohort of major depressive disorder patients for one year after failure of first-line treatment with a serotonin-specific reuptake inhibitor and estimate outcome measures (percentage remission and depression-free days) and accrued and direct costs incurred during outpatient treatment of major depressive disorder. In order to obtain the efficacy data related to the treatment alternatives, a literature review of clinical trials was performed. A panel of clinical experts validated the use of clinical resources employed in the estimation of economic outcomes together with model assumptions. The analysis was performed in 2014 from the perspective of the National Health System. Results: Due to fewer discontinuations, initiating second line treatment with desvenlafaxine was associated with more depression-free days and a higher percentage of patients in remission versus usual care: 1.7 days and 0.5%, respectively. This was translated into lower drug and events management costs, and an overall cost reduction of D 108 for the National Health System. Conclusions: In patients who have not responded to a first-line serotonin-specific reuptake inhibitor therapy, desvenlafaxine-50 mg was clinically similar in effectiveness, but a less costly option, compared with a weighted average of duloxetine and venlafaxine for the secondline treatment of major depressive disorder patients from a payer (National Health System) perspective in Spain. © 2015 SEP y SEPB. Published by Elsevier España, S.L.U. All rights reserved. Introducción La depresión afecta en el mundo a unos 350 millones de personas según la OMS1 , y se prevé que en el año 2020 pase a convertirse en la segunda causa más común de discapacidad, después de las enfermedades cardiovasculares2 . Un estudio epidemiológico realizado sobre una muestra representativa de la población española observó una prevalencia-vida de trastornos mentales del 19% y una prevalencia-año del 8,4%, y reveló que la depresión mayor (DM) es el trastorno mental más frecuente, con una prevalencia-vida del 10,6% (6,4% en hombres y 14,5% en mujeres) y una prevalencia-año del 4,0%3,4 . Entre las variables que incrementan el riesgo de depresión se incluyen factores personales, cognitivos, sociales, familiares y genéticos5 . Por otra parte, el 14,7% de los pacientes que acuden por cualquier motivo a las consultas de atención primaria presentan depresión; de ellos, el 72% están diagnosticados, y el 34% reciben tratamiento con antidepresivos6 . Aunque tanto las tasas de detección como las de tratamiento son mayores en las formas más graves de depresión7 . La depresión es una de las causas principales de discapacidad y de costes para el sistema sanitario y para la sociedad en su conjunto. Su alto coste es el resultado de una combinación de factores como son su alta prevalencia, el incremento de la incidencia en los países desarrollados, el elevado consumo de recursos sanitarios, los efectos sobre el funcionamiento general, la pérdida asociada de productividad y empleo, y porque su impacto sobre la discapacidad es proporcionalmente mayor que el derivado de otras enfermedades crónicas8 . Una estimación de los costes totales de los trastornos mentales en España mostró que los trastornos afectivos (depresión y trastorno bipolar) supusieron unos costes de 2.332 millones de euros en 2002, de los cuales los costes directos sanitarios supusieron 648 millones de euros (27,8% del coste total), y los costes indirectos, 1.685 millones de euros (72,2% del coste total). Los costes directos sanitarios de los trastornos afectivos representaron el 1,8% del gasto total sanitario público en 2002 en España9 . Existen diversas estimaciones internacionales sobre la carga y el coste de la depresión. En 2004 se estimaron los costes totales en Europa de la depresión en 117.851 millones de euros. De estos, el 35,4% correspondería a costes directos y el 64,5% a costes indirectos10 , pérdida de productividad atribuible a morbilidad o a muerte prematura por suicidio y otras causas. Otro estudio indica que los costes de la depresión en Suecia se doblaron entre 1997 y 2005 hasta alcanzar los 3.500 millones de euros11 . Los costes directos anuales, incluyendo el coste de la atención sanitaria y farmacéutica, eran más elevados que aquellos soportados por el paciente típico del sistema sanitario. Estos costes, además, se incrementan de forma notable en relación con la gravedad del cuadro y la falta de respuesta terapéutica12 . La mayoría de las Guías de Práctica Clínica publicadas desde 2008 recomiendan los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) como fármacos de primera elección en el tratamiento de la DM moderada-grave. El National Institute for Health and Care Excelence recomienda continuar el tratamiento antidepresivo durante al menos 6 meses tras la remisión del episodio, y en ese Evaluación económica de la desvenlafaxina en el tratamiento de la depresión mayor en España momento valorar la posibilidad de prolongarlo teniendo en cuenta el número de episodios previos13 . Alrededor del 38% de los pacientes con DM no responden al tratamiento con ISRS durante 6-12 semanas y el 54% no alcanzan la remisión14 , con lo cual deberían iniciar tratamiento de segunda línea con otro grupo de fármacos, entre los que se encuentran en primera instancia los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina-noradrenalina (ISRSN). En España hay actualmente comercializados 3 ISRSN: venlafaxina, duloxetina y desvenlafaxina. Las principales diferencias farmacocinéticas de desvenlafaxina en comparación con venlafaxina y duloxetina son: presentar una elevada biodisponibilidad, no ser sustrato ni tener actividad sobre la glucoproteína P, y tener un metabolismo que prácticamente no depende del sistema del citocromo P450, siendo especialmente importantes su mínima actividad sobre la isoenzima 2D6 y el no comportarse como sustrato de dicha isoenzima. Por otra parte, la enzima CYP2D6 metaboliza aproximadamente el 25-30% de los medicamentos actuales y la consecuencia sería la aparición de variaciones en la respuesta clínica comunicadas con venlafaxina u otros antidepresivos o la necesidad de ajuste de dosis en función del genotipo15 . Dado que es frecuente que el paciente con depresión tome otros fármacos, la comedicación con un inhibidor potente del CYP2D6 puede convertir a un paciente metabolizador rápido o ultrarrápido en un metabolizador lento16 . En este sentido, el empleo de fármacos como la desvenlafaxina, en cuyo metabolismo apenas interviene la ruta metabólica de CYP2D6, no solo propicia una farmacocinética similar en individuos con fenotipo metabolizador lento y rápido, sino que además no interfiere en la acción de otros fármacos concomitantes con metabolización a través del CYP2D617 . El estudio STAR*D fue diseñado para evaluar el efecto de 4 líneas de tratamiento secuencial en pacientes que no habían respondido al tratamiento inicial con citalopram, con un diseño que pretendía imitar en lo posible la práctica clínica habitual18 . La probabilidad de remisión del 37 y 31% en primera y segunda línea, respectivamente, decrecía de forma sustancial al 14 y 13% en tercera y cuarta líneas19 , indicando la importancia de establecer correctamente, y a tiempo, los tratamientos en primera y segunda línea. Dada la falta de evidencia clínica y económica entre diferentes pautas de tratamiento con ISRSN recomendados en segunda línea, en condiciones de práctica médica habitual, el objetivo de este estudio fue realizar una evaluación sobre el valor clínico y económico del uso de la desvenlafaxina frente a la práctica clínica habitual representada por una mezcla de venlafaxina y duloxetina en el tratamiento de la DM en España. Material y métodos Se estudió una cohorte hipotética de pacientes tratados por DM tras el fracaso (recaída) del tratamiento de primera línea con ISRS. Las características de esta cohorte reflejan el diseño del ensayo clínico STAR*D18 . Así, todos los datos utilizados para modelizar el manejo de esta cohorte reflejan resultados de estudios publicados (obtenidos mediante una revisión de la literatura), donde los pacientes incluidos 89 tenían características similares a los pacientes incluidos en el STAR*D. Descripción del modelo farmacoeconómico El análisis económico se realizó a través de un modelo de Markov definido por 3 estados de salud: remisión, DM con síntomas y muerte (suicidio), que replicaba la evolución de la enfermedad y la respuesta de los pacientes en distintas líneas de tratamiento (fig. 1)20 . Los modelos de Markov se utilizan para representar la historia natural de las enfermedades que cursan con estados de salud que cambian con el tiempo y que presentan eventos debidos a la exposición de riesgos. En estos modelos, los individuos solo pueden permanecer en un estado concreto hasta que al final de un periodo definido el paciente puede «transitar» entre estados. Asimismo, con el fin de simular el flujo de los pacientes por las diferentes líneas de tratamiento de la DM, los pacientes entraban en el modelo en la primera línea de tratamiento en el estado «DM con síntomas», y en función de la eficacia del tratamiento, podían remitir («remisión») o no. En caso de no remisión, los pacientes cambiaban de tratamiento a la siguiente línea terapéutica y se volvía a evaluar la respuesta a este. La evaluación de la eficacia al tratamiento se realizó cada 8 semanas. El cambio de tratamiento se produjo por no remisión, debido a los eventos adversos (EA), e incluso a pesar de haber alcanzado la remisión. Este proceso se repitió en todas las líneas de tratamiento hasta llegar a un horizonte temporal de un año o hasta que los pacientes abandonaban el tratamiento. Debido al horizonte temporal del estudio no se realizó ningún tipo de descuento. Al final del horizonte temporal analizado, se compararon los resultados económicos (coste farmacológico, manejo de la enfermedad, EA, etc.) y clínicos (remisión, días libres de depresión) generados durante los ciclos considerados para las 2 alternativas de tratamiento: desvenlafaxina o tratamiento según práctica médica habitual (representada por una mezcla de venlafaxina y duloxetina según su cuota de mercado como alternativas de segunda línea tras fracaso con un ISRS) (fig. 2). Para evaluar la consistencia de los resultados frente a la incertidumbre en cuanto a los inputs se realizaron varios análisis de sensibilidad variando aquellos parámetros que se identificaron como claves de los resultados del análisis farmacoeconómico. Manejo de la enfermedad Se ha perfilado el manejo de la DM en España a partir del estudio de las Guías de Práctica Clínica y la opinión de 2 expertos clínicos representativos de la enfermedad. Para ello se realizó una consulta mediante un cuestionario estructurado con el cual se buscó identificar la práctica clínica habitual de cada uno de ellos y validar los principales inputs del modelo. Posteriormente, se validaron las asunciones y se consensuaron los resultados del análisis. La figura 2 muestra la proporción de pacientes tratados con cada fármaco y dosis por línea de tratamiento en España según datos obtenidos de IMS. La alternativa de tratamiento 90 J. Rejas Gutiérrez et al. DM con sintomas 1L (ISRS) Remisión Remisión No remisión/abandono por EAs 2L (ISRSN) DM con sintomas Remisión Remisión No remisión/abandono por EAs 3L Suicidio (Muerte) DM con sintomas Remisión Remisión No remisión/abandono por EAs 4L DM con sintomas Tratamiento de la recaída DM con sintomas Recaída Remisión Remisión Remisión Remisión Figura 1 Modelo de Markov para estudiar la evolución de la enfermedad y la respuesta de los pacientes a los distintos tratamientos de la depresión mayor en España. DM: depresión mayor; EA: eventos adversos; ISRS: inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina; ISRSN: inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina-norepinefrina. de elección tras el fallo en segunda línea de los ISRSN fue el tratamiento con antidepresivos tetracíclicos (ADT). Además, para reflejar la práctica clínica se consideró el retratamiento con ISRSN en tercera línea. Asimismo, en cuarta línea los pacientes se tratarían tanto con psicofármacos (tras fallo de los ADT) como con ADT (tras fallo de los ISRSN). Parámetros clínicos Para modelizar la evolución de los pacientes y evaluar la respuesta a los fármacos utilizados en el tratamiento de la DM se consideraron las probabilidades de remisión tras recibir el tratamiento y las probabilidades de recaída tras haber remitido previamente. La evidencia clínica indicaba que la eficacia de los fármacos incluidos dentro de los grupos de tratamientos antidepresivos (ISRS, ISRSN, ADT o psicofármacos) no era significativamente diferente dentro de cada grupo de fármacos, por lo cual en el análisis, las probabilidades de remisión y recaída se consideraron iguales dentro de cada grupo (tabla 1). Un paciente diagnosticado de DM se consideró que remitía si obtenía una puntuación < 7 en la escala de valoración de la depresión de Hamilton13 . Los pacientes que no remitieron con un tratamiento cambiaron este, con unos porcentajes del 67% con ISRS, del 61% con ISRSN y del 48% con ADT y psicofármacos. Además, se consideró que el 23% de los pacientes cambiaban de tratamiento a pesar de haber obtenido la remisión19 . La tabla 2 muestra los principales EA de los ISRSN. El análisis consideró la probabilidad de abandonar el tratamiento como resultado de un EA grave y se asumió que todos estos pacientes continuaban en tratamiento en una línea posterior. El análisis contempló, además, la probabilidad de que los pacientes con DM con síntomas se suicidaran, independientemente de que estuvieran o no tomando medicación antidepresiva (tabla 2). Los datos de eficacia considerados en el análisis se obtuvieron de ensayos clínicos a partir de una revisión de la literatura. Los principales supuestos del modelo y los datos de eficacia utilizados, así como el uso de recursos, fueron validados por expertos clínicos en el tratamiento de la depresión en España. Uso de recursos y costes Para este análisis se tuvieron en cuenta el uso de recursos y los costes unitarios del manejo de la DM expuestos Evaluación económica de la desvenlafaxina en el tratamiento de la depresión mayor en España ISRS 1L Práctica médica habitual DUL (65 mg) VEN (117 mg) 2L Desvenlafaxina (50 mg) 3L Mirtazapina (45 mg) Nortriptilina (75 mg) DUL (65 mg)/VEN (117 mg) % Uso 76,7% 1,6% 21,7% Mirtazapina (45 mg) Nortriptilina (75 mg) Desvenlafaxina (100 mg) Mirtazapina (45 mg) Nortriptilina (75 mg) Buproprion (300 mg) % Uso 21,3% 0,3% 78,3% Mirtazapina (45 mg) Nortriptilina (75 mg) Buproprion (300 mg) 4L 91 Coste y eficacia % Uso 45,1% 54,9% % Uso 76,7% 1,6% 21,7% % Uso 21,3% 0,3% 78,3% Coste y eficacia Figura 2 Secuencia de tratamiento de la depresión mayor en España. DUL: duloxetina; ISRS: inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina; VEN: venlafaxina. en la tabla 3. Se consideró que la mayoría de los EA se produjeron en las primeras 2 semanas de empezar el tratamiento para evitar la redundancia en la asignación de costes. Para estimar el coste de los EA se asumió la cuantía de una visita al médico especialista para el 10% de los pacientes (tabla 3). Se consideró que un intento de suicidio con éxito (muerte) no incurría en ningún coste directo adicional. El coste directo del suicidio en España se calculó como 10 días de hospitalización a consecuencia de un intento fallido de suicidio. Esta cifra se obtuvo a partir del número medio de días de hospitalización de los pacientes ingresados por eventos posiblemente relacionados con el suicidio: envenenamiento o efecto tóxico de fármacos (GRD 449, GRD 450), neurosis depresiva (GRD 426) y psicosis (GRD 430)43 , y se multiplicó por el coste medio por día de hospitalización estimado a partir de la misma base de datos, resultando en 7.835,90 D . El modelo se desarrolló desde la perspectiva del Sistema Nacional de Salud (SNS); solo se incluyeron los Tabla 1 costes directos médicos: coste farmacológico y coste directo del tratamiento de la enfermedad (tabla 3). Análisis de sensibilidad En primer lugar, se realizaron 2 análisis adicionales, comparando el uso de desvenlafaxina con venlafaxina y duloxetina, respectivamente, de forma separada. Para destacar el impacto económico de la variación de las dosis empleadas en la práctica clínica se realizaron diferentes análisis de sensibilidad: un análisis considerando la dosis de 150 mg de venlafaxina, siendo esta la dosis empleada en mayor medida por los especialistas; variando las dosis de duloxetina y venlafaxina según las indicadas en la ficha técnica (60 mg duloxetina y 75 mg venlafaxina) y, finalmente, considerando una dosis promedio de 67 mg de desvenlafaxina (asumiendo que dos tercios de los pacientes Probabilidades de remisión y recaídas (evaluadas a 8 semanas) ISRS ISRSN ADT Psicofármacos (bupropion) Tratamiento recaídab Probabilidad de remisión con antidepresivos, % Probabilidad de remisión sin antidepresivos, % Probabilidad de recaídaa 19 , % 2721 2419,21---24 1625 1026 24c 2419,21 1919,22---24 1419,21 919,26 19c 34 47 43 50 ADT: antidepresivos tetracíclicos; ISRS: inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina; ISRSN: inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina-noradrenalina. a Se asumió que los pacientes no tratados tenían una probabilidad anual de recaída del 72%26 . b Se refiere a la tasa de remisión asociada al tratamiento de pacientes que alcanzan la remisión y posteriormente presentan una recaída. c Se ha asumido igual que la tasa de remisión de los ISRSN. 92 J. Rejas Gutiérrez et al. Tabla 2 Incidencia de los eventos adversos más relevantes de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotoninanoradrenalina, abandono debido a estos y tasas de suicidio Incidencia EA27 Desvenlafaxina, % Duloxetina, % Venlafaxina, % Náuseas Boca seca Estreñimiento Vómitos Pérdida de peso Mareo Somnolencia Temblores Ansiedad Insomnio Sudor 22 11 9 3 2 13 4 2 3 9 4 20 15 11 5 2 9 7 3 3 11 6 37 22 15 6 1 19 23 5 6 18 12 Abandono debido a EA Porcentaje de pacientes ISRS ISRSN ADT Psicofármacos (bupropion) 9%21 5% (DES)22---24 ; 9,1% (PMH) (9,2% DUL/9% VEN)28---37 32%19 34%19 Intentos de suicidio Tasa de suicidio Intentos de suicidio que resultan en muerte (tasa semestral) Pacientes que toman tratamiento antidepresivo Pacientes sin tratamiento antidepresivo 40/100.00038 27/100.00039 Intentos de suicidio que no resultan en muerte (tasa semestral) Pacientes que toman tratamiento antidepresivo Pacientes sin tratamiento antidepresivo 93/100.00038 62/100.00038,39 ADT: antidepresivos tetracíclicos; DES: desvenlafaxina; DUL: duloxetina; EA: evento adverso; ISRS: inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina; ISRSN: inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina-norepinefrina; PMH: práctica médica habitual; VEN: venlafaxina. reciben la dosis indicada de 50 mg y un tercio una dosis de 100 mg). También se evaluó el efecto sobre los resultados del porcentaje de pacientes que usan ISRSN en terceras líneas de tratamiento (en un 10,9 y un 32,6%) y del porcentaje de pacientes en remisión tras el tratamiento con algunas de las alternativas terapéuticas (variándolo un ± 20%). Por otro lado, al ser la tasa de abandono debido a los EA el único parámetro diferenciador en cuanto a la eficacia de los tratamientos en segunda línea, se evaluaron los resultados del análisis igualando la tasa de abandono de duloxetina y venlafaxina a la de la desvenlafaxina. Adicionalmente, ya que el modelo considera la existencia de hasta un 23% de pacientes que cambian su tratamiento a pesar de estar en remisión, se realizó un análisis donde se asumió que este porcentaje seria de un 0%. Finalmente, se realizó un análisis considerando un coste un 40% menor del tratamiento con duloxetina, que se corresponde con su precio de referencia esperado, una vez pierda la protección de patente. Resultados Iniciar el tratamiento de segunda línea con desvenlafaxina en comparación con la práctica médica habitual se asoció con un porcentaje ligeramente mayor de pacientes en remisión en un año: 32,2 frente a 31,8%, respectivamente. Esto se tradujo en un mayor número de días sin depresión por paciente y año: 109,9 con desvenlafaxina y 108,2 con venlafaxina o duloxetina, lo que se asoció a menores costes directos del tratamiento de la enfermedad (tabla 4). En este sentido, iniciar el tratamiento de segunda línea con desvenlafaxina frente a duloxetina o venlafaxina, según práctica médica habitual, ahorraría 108 D al SNS de promedio por paciente y año, derivados de un menor coste del tratamiento farmacológico y del manejo de la enfermedad (EA, suicidio y seguimiento médico de los pacientes; tabla 4). Análisis de sensibilidad Al realizar el análisis por separado (desvenlafaxina frente a duloxetina y desvenlafaxina frente a venlafaxina), el uso de desvenlafaxina (50 mg) ahorraría al SNS, por paciente y año, 180 D frente al uso de duloxetina (65 mg) y 49 D frente al uso de venlafaxina (117 mg). En el análisis utilizando las dosis recomendadas en la ficha técnica de duloxetina y venlafaxina se mostró un ahorro de 96 D para desvenlafaxina frente a la práctica médica habitual, mientras que al utilizar una dosis de 150 mg de venlafaxina el ahorro fue de 114 D , y asumiendo una dosis Evaluación económica de la desvenlafaxina en el tratamiento de la depresión mayor en España Tabla 3 93 Uso de recursos y costes unitarios para el manejo de la depresión mayor Fármaco mg/día27,40 Coste/mg (D )41 Citalopram Escitalopram Fluoxetina Paroxetina Sertralina Venlafaxina Duloxetina Desvenlafaxina Mirtazapina Nortriptilina Bupropion 40 15 20 20 100 117 65 50 (100 en tercera línea) 45 75 300 0,009 0,031 0,006 0,011 0,004 0,004 0,032 0,014 0,019 0,003 0,004 Recurso Uso de recursos Coste unitario (D )42 1a 1a 1a 1a 129,55 78,27 16,37 4,2 16,8/año12 1a 65,56 65,56 11,1/año12 65,56 1 (cada 3 meses)a 65,56 Al inicio del tratamiento Visita inicial al médico especialista (diagnóstico) Panel metabólico básico Test de función tiroidea Conteo sanguíneo completo DM con síntomas Visitas sucesivas al médico especialista Visita al médico en el caso de requerir ajuste de dosis DM sin síntomas (remisión) Visitas sucesivas al médico especialista Depresión sin tratamiento Visitas sucesivas al médico especialista a Opinión de expertos. de 67 mg de desvenlafaxina (la que corresponde a una mezcla de dos tercios de 50 mg y un tercio de 100 mg) fue de 89 D . Aumentar el porcentaje de pacientes tratados con ISRSN en tercera línea (32,6%) resultaría en un ahorro de desvenlafaxina frente a la práctica clínica de 110 D , y disminuirlo (10,9%) conllevaría un ahorro de 107 D . Asimismo, los ahorros de desvenlafaxina frente a la práctica médica habitual variarían entre 104 y 113 D , dependiendo de si la tasa de remisión es un 20% menor o mayor que las utilizadas en el análisis principal. Por otra parte, igualar las tasas de abandono debido a los EA mostró que aun teniendo la misma eficacia, iniciar el tratamiento con desvenlafaxina sería la alternativa más económica para el SNS (−114 D ) frente a la práctica clínica. Bajar el porcentaje de pacientes que cambian de tratamiento, aun habiendo obtenido la remisión a 0%, disminuyó este ahorro a 2 D . Finalmente, ante una reducción de un 40% del coste de duloxetina, desvenlafaxina seguiría siendo la alternativa más económica (−81 D ). Discusión El presente estudio muestra cómo desvenlafaxina en segunda línea de tratamiento frente a los tratamientos utilizados en la práctica médica habitual (una mezcla de venlafaxina y duloxetina) mejora levemente los parámetros clínicos: remisión al año y días libres de depresión. Esta mejora se debió principalmente a la menor tasa de abandono por EA con desvenlafaxina. Teniendo en cuenta esta pequeña mejora clínica frente a las otras alternativas estudiadas y que los costes directos fueron algo inferiores en el grupo tratado en segunda línea con desvenlafaxina en comparación con el resto de ISRSN, y dadas la coyuntura económica española y las medidas de austeridad aplicadas a la prescripción farmacéutica, estos hallazgos podrían ser tomados en cuenta a la hora de decidir el ISRSN de primera elección en segunda línea para el tratamiento de la DM. Considerando un ahorro medio por paciente con DM tratado con desvenlafaxina frente a los otros ISRSN de 108 D anuales, y teniendo en cuenta la población adulta en España con DM44 , así como la actual prevalencia por año de la DM4 , ello podría suponer un alto ahorro potencial para el SNS. En general, la variabilidad en el manejo de la depresión es alta. En estudios realizados en Atención Primaria la tasa de respuesta (frecuencia de remisión parcial) en los pacientes que recibieron antidepresivos se situó en torno al 60%, observándose un marcado efecto placebo45 . Como se ha comentado anteriormente, la evidencia clínica muestra cómo la eficacia de los diferentes fármacos incluidos dentro de cada grupo no era significativamente diferente, convirtiendo, por tanto, las diferencias de costes en un factor clave a la hora de decidir un fármaco u otro dentro de cada grupo. Existe poca evidencia publicada sobre 94 Tabla 4 J. Rejas Gutiérrez et al. Costes y resultados en salud de las pautas terapéuticas del modelo para la depresión mayor Análisis principal Costes/resultados DES-50 mg PMH (venlafaxina-117 mg/duloxetina-65 mg) Diferencia Remisión al año (%) Días libres de depresión Coste farmacológico, D Coste directo de la enfermedada , D Coste total, D 32,3 109,9 118,86 986,23 1.105,09 31,8 108,2 162,31 1.050,97 1.213,28 0,5 1,7 −43,45 −64,75 −108,19 Análisis de sensibilidad Diferencia coste total, D Escenario DES-50 mg DES-50 mg DES-50 mg DES-50 mg DES-67 mg DES-50 mg DES-50 mg DES-50 mg DES-50 mg DES-50 mg DES-50 mg DES-50 mg vs. vs. vs. vs. vs. vs. vs. vs. vs. vs. vs. vs. venlafaxina-117 mg duloxetina-65 mg PMH (venlafaxina-75 mg/duloxetina-60 mgb ) PMH (venlafaxina-150 mg/duloxetina-65 mg) PMH PMH (% ISRSN en 3L = 32,6%) PMH (% ISRSN en 3L = 10,9%) PMH (tasa de remisión +20%) PMH (tasa de remisión −20%) PMH (tasa de abandono por EA igual entre los ISRSN) PMH (% cambio de tratamiento dada remisión 0%) PMH (coste duloxetina −40%) −49 −180 −96 −114 −89 −110 −107 −113 −104 −114 −2 −81 DES: desvenlafaxina; EA: eventos adversos; ISRSN: inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina-norepinefrina; PMH: práctica médica habitual. a Incluye el coste de los eventos adversos, el coste del suicidio y el coste del manejo de la enfermedad. b Según ficha técnica. evaluaciones económicas de ISRSN. Hasta la fecha, no existe ninguna publicación sobre desvenlafaxina y tan solo hay 2 publicaciones de evaluaciones económicas comparando venlafaxina frente a duloxetina. Ambos estudios muestran las similitudes que existen tanto clínicas como económicas entre los 2 ISRSN, que corroboran los resultados del presente trabajo46,47 . Este estudio presenta las limitaciones propias de la modelización y la utilización de supuestos que permiten simular las consecuencias clínicas y económicas de una determinada enfermedad, utilizando la mejor evidencia disponible. Una de ellas es que el modelo analiza una cohorte hipotética de pacientes y que los datos utilizados para modelizar su evolución reflejan resultados de estudios obtenidos mediante una revisión de la literatura. Asimismo, la selección de estos estudios se ha hecho de tal manera que las características de los pacientes sean similares a las de aquellos incluidos en el ensayo clínico STAR*D, y que sus resultados sean comparables. Otra limitación es que dado que en el momento en el que se realizó este estudio no existía ninguna publicación sobre comparaciones directas entre los diferentes antidepresivos estudiados en el presente trabajo, se tuvieron que utilizar los datos de eficacia y tolerabilidad de los estudios comparativos con placebo de cada uno de los tratamientos. Para intentar minimizar la incertidumbre alrededor de los inputs y, consecuentemente, en los resultados y conclusiones del análisis farmacoeconómico, se validaron con expertos clínicos todos los datos, tanto clínicos como económicos, junto con las asunciones realizadas. Algunos pacientes con DM podrían precisar una combinación de antidepresivos. Sin embargo, las indicaciones, la elección y la forma de empleo de esas combinaciones son discutibles48 . Debido a la dificultad en la modelización de la respuesta al tratamiento de combinaciones de fármacos, en parte debido a la escasa evidencia clínica y en parte a la gran variabilidad del manejo clínico de esta enfermedad, el presente análisis solo evaluó las consecuencias clínicas y económicas de aquellos fármacos empleados en monoterapia. La depresión es uno de los factores más relacionados con la conducta suicida49 , siendo esta el resultado de la confluencia de un gran número de situaciones y factores que se combinan entre sí para generar una variedad de situaciones que van desde la simple ideación pasajera hasta el suicidio consumado. Las variables que intervienen en la producción de la conducta suicida son muchas, e incluyen factores biológicos y variables sociodemográficas, psiquiátricas y psicosociales50 . Por ello, para el presente estudio se hizo necesario calcular el coste de los suicidios fallidos, pero dado que no existe información sobre este particular, se realizó una extrapolación a partir del número medio de días de hospitalización de los pacientes ingresados por envenenamiento o efecto tóxico de fármacos, neurosis depresiva y psicosis43 . Por otro lado, los resultados de los análisis de sensibilidad realizados alrededor de los principales parámetros del modelo confirmaron la superioridad de la desvenlafaxina frente a la práctica clínica habitual y destacaron que aun Evaluación económica de la desvenlafaxina en el tratamiento de la depresión mayor en España teniendo la misma eficacia que las otras alternativas terapéuticas en segunda línea de tratamiento, desvenlafaxina sigue siendo el tratamiento de elección debido, por un lado, a su mejor perfil de seguridad, y por otro, a que su perfil farmacocinético hace necesario un menor seguimiento para el ajuste de dosis22,23,51 . A causa de la alta prevalencia de la depresión, al coste que origina su tratamiento, a su papel como uno de los principales factores de riesgo de suicidio y a su impacto en la productividad de las personas, la depresión juega un enorme papel económico no solo en el sistema sanitario, sino también en la sociedad. Por ello es de vital importancia el establecimiento de políticas sanitarias encaminadas al tratamiento de forma eficiente de esta afección para disminuir la carga social que supone. En conclusión, al poner en contexto las pequeñas diferencias de coste entre los ISRSN en segunda línea de tratamiento tras el fracaso de los ISRS en primera línea con el total de pacientes con DM en España, se consigue un ahorro significativo para el SNS con desvenlafaxina que en momentos de constricción del presupuesto puede ser relevante. Responsabilidades éticas Protección de personas y animales. Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales. Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes. Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes. Conflicto de intereses El modelo económico fue desarrollado por RTI, EE. UU., y fue financiado por Pfizer, Inc. La adaptación del modelo, cuyos resultados se presentan en este trabajo, fue realizada por Oblikue Consulting, S. A., Barcelona, y fue financiado por Pfizer, Inc. Milagrosa Blanca Tamayo y Josep Gascón Barrachina recibieron honorarios por su participación como expertos clínicos en la adaptación española del modelo, pero no han recibido retribución como autores del manuscrito. Javier Rejas Gutiérrez y Beatriz Armada Peláez son empleados de Pfizer S. L. U., afiliada española de Pfizer, Inc. Bibliografía 1. 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Rev Psiquiatr Salud Ment (Barc.). 2016;9(2):97---110 www.elsevier.es/saludmental ORIGINAL Directrices prácticas para programas de apoyo entre personas con enfermedad mental Filipa Campos a,b,c,∗ , Ana Sousa b,c , Vânia Rodrigues a , António Marques a,b,c , Cristina Queirós b,c y Artemisa Dores a a Escuela de Ciencias Asociadas de la Salud, Instituto Politécnico de Porto, Porto, Portugal Facultad de Psicología y Ciencias de la Educacion, Universidad de Porto, Porto, Portugal c Laboratorio de Rehabilitacion Psicosocial, ESTPIPP-FPCEUP, Porto, Portugal b Recibido el 4 de diciembre de 2013; aceptado el 16 de junio de 2014 Disponible en Internet el 16 de diciembre de 2014 PALABRAS CLAVE Apoyo social; Autoayuda; Trastornos mentales; Empoderamiento; Directrices prácticas ∗ Resumen Introducción: Este estudio tiene como objetivo determinar los principios orientadores para la implementación de programas de apoyo entre personas con problemas de salud mental en Portugal. Material y métodos: Este estudio ha sido dividido en 2 fases. En la primera se realizó una revisión sistemática de 112 artículos indexados en las bases de datos de ISI y EBSCO (20012012). En la segunda fase se llevó a cabo un panel con metodología Delphi y 2 rondas formado por profesionales, investigadores y personas con problemas de salud mental. El objetivo era analizar los enunciados generados a partir de la revisión sistemática previa. Los datos fueron analizados con NVivo 9 y SPSS 19. Resultados: Durante la ronda Delphi participaron inicialmente 72 expertos, de los cuales 44 participaron en la segunda ronda. Se alcanzó un consenso del 84% sobre las principales afirmaciones. A partir de estos resultados, se destacan 8 ámbitos principales que cubren las siguientes áreas: objetivos de apoyo de los iguales, selección de los proveedores de apoyo, capacitación y acreditación, papel de los profesionales de salud mental, papel de los proveedores de apoyo, acceso a los proveedores de apoyo, cuidado de los proveedores de apoyo, y programa de evaluación. Conclusiones: El apoyo de iguales aplicado a la enfermedad mental está todavía poco explorado y rodeado de cierta controversia y ambigüedad. Sin embargo, si cuenta con una buena organización y supervisión parece mejorar la calidad de vida y la inclusión social de las personas con enfermedad mental. Este hecho demuestra la importancia de realizar estudios que incrementen nuestro conocimiento acerca de dichos programas y se elaboren directrices para su aplicación. Este consenso nacional se puede utilizar como punto de partida para el diseño e implementación de programas de apoyo de iguales en las organizaciones de salud mental. © 2013 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados. Autor para correspondencia. Correo electrónico: flc@estsp.ipp.pt (F. Campos). http://dx.doi.org/10.1016/j.rpsm.2014.06.002 1888-9891/© 2013 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados. 98 F. Campos et al KEYWORDS Social support; Self-help; Mental disorders; Empowerment; Practice guidelines Practical guidelines for peer support programmes for mental health problems Abstract Introduction: This study aims to determine the guiding principles for the implementation of peer support programmes in Portugal. Material and methods: The study was divided in 2 phases. In the first phase a systematic review of 112 papers indexed in ISI and EBSCO databases (2001 to 2012) was conducted. In the second phase clinicians, researchers, and people with psychiatric disabilities were invited to take part in a two-round online survey based on the Delphi process to rate the importance of statements generated from the systematic review. Data were analysed with NVivo 9 and SPSS 19. Results: During the Delphi round 72 experts were contacted, 44 participated in the second round. A consensus was achieved on major statements, with 84% of the sentences obtaining a consensus and 8 key recommendations covering goals of peer support, selection of peer supporters, training and accreditation, role of mental health professionals, role of peer supporters, access to peer supporters, looking after peer supporters, and programme evaluation were based on these statements. Conclusions: Use of peer support for mental health problems is still underexplored and surrounded by some controversy and ambiguity. However, its organization and proper monitoring appears to enhance the quality of life and social inclusion of people with mental illness. This highlights the importance of conducting studies that increase our knowledge of these programmes and determining guidelines for their implementation. This national consensus may be used as a starting point for the design and implementation of peer support programmes in mental health organizations. © 2013 SEP y SEPB. Published by Elsevier España, S.L.U. All rights reserved. Introducción A mediados de los años setenta, personas con problemas de salud mental iniciaron un movimiento para cambiar el modelo del sistema sanitario de salud mental, conocido con el nombre de desinstitucionalización1,2 . Dicho movimiento dio lugar a la aparición de un nuevo paradigma de intervención que se centró principalmente en lograr el funcionamiento y la integración social de las personas que sufren trastornos mentales. Otro de sus objetivos fue desmitificar este tipo de trastornos, los mitos generalizados sobre este tipo de enfermos y mejorar la comprensión acerca de la naturaleza de los problemas crónicos en salud mental1,2 . Países como EE.UU., Australia, Canadá y algunos países europeos han desarrollado nuevos enfoques de intervención y emplean a personas que también sufren trastornos mentales como soporte en los procesos de apoyo a iguales en diferentes contextos de la salud mental3---5 . Portugal y España van a la zaga en términos de dicha práctica, pero el tema empieza a debatirse. En Portugal, un documento elaborado por la Comissão Consultiva para a Participação de Utentes e Cuidadores (CCPUC; Comisión asesora para la participación de usuarios y cuidadores) destacó el valor de los grupos de apoyo de iguales en función de los beneficios que estos tienen para las personas en fase de recuperación de un problema mental, y ello incluye a los proveedores de apoyo, así como para los profesionales sanitarios y el propio sistema asistencial6 . En España ya está reconocida la necesidad de integrar a las personas con problemas de salud mental en la sociedad y responder de manera adecuada y eficaz a sus necesidades. Una de las medidas propuestas para apoyar la integración es el desarrollo de programas de ayuda mutua y los grupos de autoayuda7 . Los Planes Nacionales de Salud Mental de Portugal y España también destacaron la necesidad de integrar a las personas que sufren problemas mentales mediante programas de apoyo para la provisión de empleo, educación, vivienda, participación social, etc. Los Planes Nacionales recomiendan que dichos programas se centren en los usuarios, y en reducir el estigma social asociado con los trastornos mentales. También se ha puesto de relieve la importancia de desarrollar e implementar prácticas basadas en la evidencia que contribuyan a fomentar la salud mental y prevenir los trastornos. Dichos planes concluyen que este tipo de medidas podrían reducir el estigma asociado a los problemas mentales y la discriminación que sufren los usuarios de los servicios de salud mental. Una de las medidas recomendadas más importantes es el fomento de grupos de autoayuda, apoyo social y las redes comunitarias8,9 . Creamer et al. (2012)10 investigaron las directrices desarrolladas para el apoyo de iguales en organizaciones de alto riesgo en Australia. Repper5 revisó las publicaciones relacionadas con el apoyo de iguales y analizó los conceptos básicos que subyacen en esta práctica. La International Association of Peer Supporters (iNAPS, Asociación Internacional de proveedores de apoyo de iguales) elaboró guías nacionales para la implementación de apoyo de iguales en los EE. UU.11 . Campos et al.12 realizaron el primer estudio sobre directrices en esta práctica en el contexto portugués. Hasta la fecha, no existe investigación alguna publicada sobre las directrices para el apoyo entre y a iguales en los problemas de salud mental en una población española. Programas de apoyo entre pares en Salud Mental El aumento de los estudios sobre el apoyo de iguales condujo a la opinión de que las personas con problemas de salud mental pueden desempeñar un papel importante en la sociedad. Se considera que, debido a sus experiencias personales, los usuarios de los servicios de salud mental podrán empatizar mejor con las personas que sufren problemas similares y serán capaz de ayudarles a entender estos trastornos y desarrollar nuevas formas de gestionarlos2,13 . Los proveedores de apoyo a iguales o «compañeros especializados» (peer supporters) poseen un entendimiento empático de la situación y pueden utilizar esa experiencia compartida a la hora de trabajar con sus iguales14 . En 1990, la Organización Mundial de la Salud hizo hincapié en la importancia de involucrar activamente a los usuarios de los servicios de salud mental en su propia atención15 . Con los años, el apoyo de iguales se ha convertido en un componente importante de los servicios de salud mental16 . Gartner y Riessman17 definen el apoyo de/a iguales como el apoyo social y emocional que se ofrecen entre sí las propias personas con problemas mentales o aquel organizado por personas con problemas de salud mental que lo ofrecen a otras personas con problemas similares a fin de lograr el cambio personal y social deseados. Mead et al.18 consideran que el apoyo de iguales es «un sistema de dar y recibir ayuda basado en los principios fundamentales del respeto, la responsabilidad compartida, y el acuerdo mutuo de lo que es útil» (p. 135). El apoyo de iguales refuerza la cultura de la salud, la capacidad, la funcionalidad y los aspectos positivos de la persona, en lugar de la enfermedad, los síntomas y los problemas18,19 . El apoyo de iguales puede ser parte de un modelo terapéutico de la salud mental que fomente el bienestar y la recuperación19---21 y puede desempeñar un papel decisivo en la recuperación de los individuos, ya que el apoyo prestado se basa en la experiencia personal, en lugar de en el conocimiento profesional19 . El concepto de recuperación se ha definido de varias maneras en los últimos 15 años, y los elementos básicos son: recuperar la esperanza y el sentido; superar el estigma asociado con los problemas mentales; y recuperar el control sobre la propia vida22 . En la última década, varios estudios epidemiológicos mostraron que la mejoría de los síntomas y del comportamiento social es posible en una proporción importante de personas con problemas mentales23 . Los datos disponibles sugieren que los servicios asistenciales deben organizarse en torno al concepto de la recuperación; los servicios, incluidos los de apoyo de iguales, deben reflejar los 4 valores fundamentales de la recuperación. Estos valores fundamentales incluyen la orientación hacia la persona, la participación de la persona, la autodeterminación y el potencial para crecer22 . Una revisión de la literatura sugiere que existen 3 grandes categorías de intervención dentro del contexto del apoyo de iguales: el apoyo mutuo que surge de forma natural, la participación en programas gestionados por iguales y el uso de usuarios de los servicios de salud mental como proveedores del servicio y de apoyo1,16,19,24 . El apoyo mutuo que surge de forma natural es la forma más básica de apoyo de iguales. Se trata de un proceso de apoyo voluntario que tiene como objetivo resolver problemas comunes o inquietudes compartidas. En los programas organizados por iguales, los usuarios del servicio gestionan la organización y deciden la forma de brindar apoyo. Los 99 programas de apoyo organizados por iguales se crearon con el objetivo de convertirse en una alternativa al sistema de salud mental oficial y ofrecer actividades complementarias a las obtenidas en el apoyo de iguales1,2,19 . En aquellos programas en los que los usuarios son también los proveedores de apoyo, los centros de servicios asistenciales tradicionales forman y contratan a los proveedores de apoyo. En esta tercera modalidad, la relación es más asimétrica, e implica al menos a un proveedor de apoyo y a un usuario que recibe el apoyo. El hecho de que los «compañeros» proveedores sean contratados por los servicios de salud mental y se encuentren en una etapa más avanzada de recuperación puede afectar la reciprocidad de las interacciones, lo que realza el carácter asimétrico y desigual de este tipo de apoyo de iguales1,2,19 . Generalmente, las intervenciones en personas que sufren problemas de salud mental se centran en mejorar la calidad de vida y el bienestar, fomentar la participación social y ayudar al individuo a recuperar la autonomía25 . Estudios recientes realizados en varios países observaron que el apoyo de iguales constituye una intervención eficaz26 que promueve el empoderamiento y mejora la calidad de vida y la participación social de los usuarios y proveedores16 . Varios estudios en Canadá, Escocia y Australia han publicado resultados positivos, entre los que cabe destacar la disminución de ingresos y reingresos hospitalarios, un menor uso de los servicios de urgencia, reducción de costes y niveles más elevados de satisfacción4 . En un sentido más amplio, los datos publicados muestran que el apoyo de iguales tiene grandes beneficios para los proveedores de apoyo a iguales, para los usuarios del mismo y para las organizaciones en las que trabajan dichos proveedores de apoyo (compañeros especializados)5,21,27,28 . En los últimos años se ha producido una evolución y propagación de los servicios de apoyo a iguales que se centran en la recuperación de las personas con problemas de salud mental29,30 . Esto refleja el reconocimiento de que la experiencia de recuperación de personas en condiciones similares puede constituir una importante fuente de apoyo y de información para otras que se enfrenten a problemas de índole similar23 . A pesar de estos prometedores resultados, la práctica del apoyo a iguales es poco común en la salud mental, y existe cierta ambigüedad y heterogeneidad en los modelos de organización e implementación. Los datos disponibles sugieren que estos programas de apoyo deben tener: un papel definido para los proveedores de apoyo a iguales; acceso a formación, apoyo y supervisión adecuados para dichos proveedores; y capacitación y apoyo del personal para asegurar que los proveedores de apoyo se integran plenamente en el equipo sanitario y pueden funcionar de forma eficaz21 . En Portugal y en algunos otros países de Europa del sur, el apoyo de iguales es un enfoque prácticamente inexistente, pero se está empezando a implementar. En los diferentes ámbitos de la salud31 se hace hincapié en la necesidad de elaborar directrices de buenas prácticas, y esto debe aplicarse también a los programas de apoyo de iguales. El objetivo de este estudio fue elaborar un conjunto de directrices que se puedan aplicar a los programas de apoyo de iguales en el sistema de salud mental y de psiquiatría en Portugal. 100 Material y métodos Revisión de literatura Se realizaron búsquedas en las bases de datos ISI (Web of Science) y EBSCO (Psychology and Behavioural Sciences Collection; Medline) con las siguientes frases exactas en inglés: «mental illness» (enfermedad mental) o «mental health» (salud mental) o «psychiatric disability» (incapacidad psiquiátrica) y «peer support» (apoyo de/a iguales) o «mutual support» (apoyo mutuo) o «self-help groups» (grupos de autoayuda) o «consumer as providers» (consumidor como proveedor) o «peer-run services» (servicios gestionados por iguales) o «peer-run programmes» (programas gestionados por iguales). En Medline se utilizaron los siguientes títulos dentro de los temas médicos (MeSH, Medical Subject Headings): «mental disorders» (trastornos mentales) o «mental health» (salud mental) o «mental health services» (servicios de salud mental) y «self-help groups» (grupos de autoayuda) o «social support» (apoyo social) o «peer support» (apoyo de iguales). Los términos se buscaron como «topics» (temas) en la ISI, y en «all the fields» (todos los campos) en la EBSCO. Las búsquedas se iniciaron en mayo de 2012 y se actualizaron regularmente hasta enero de 2014. La búsqueda en las bases de datos arrojó 1.189 artículos. Los criterios de inclusión de los estudios fueron: artículos de investigación en inglés publicados entre 2001 y diciembre de 2013; artículos con texto completo; estudios en poblaciones de adultos con trastornos psiquiátricos. Se excluyeron los estudios de apoyo de iguales relacionados con abuso de drogas, apoyo en enfermedad física o para la familia o los cuidadores, y los artículos repetidos. Dos de los autores se encargaron de revisar todos los títulos y resúmenes para excluir aquellos documentos que no fuesen relevantes o elegibles. Con la muestra final, cada revisor analizó el texto completo de los artículos restantes para decidir su elegibilidad. Un tercer revisor resolvió las discrepancias durante el debate de consenso. Se obtuvo un conjunto final de 112 documentos que se analizaron mediante la aplicación de software NVivo 9. Proceso de consenso de expertos mediante metodología Delphi Además de la revisión sistemática, se realizó una encuesta en línea de 2 rondas utilizando la metodología Delphi y el cuestionario de un estudio realizado por el Centro australiano de salud mental tras trauma (ACPMH)32 . Las preguntas se clasificaron en 4 categorías principales: a) los objetivos, la definición y los principios del apoyo de iguales; b) la formación y la supervisión de los proveedores del servicio; c) los modelos y servicios suministrados, y d) la evaluación y eficacia del apoyo de iguales. El panel fue reclutado por la CCPUC del Programa nacional de salud mental portugués. Se envió un correo electrónico a 20 organizaciones portuguesas de rehabilitación psicosocial que constituían una muestra representativa de las organizaciones que trabajan en este país. Se solicitó a cada organización que invitase a un mínimo de 2 empleados (profesionales de la salud mental, investigadores y otros) y a 2 personas con problemas de salud mental a responder al cuestionario. Se estableció F. Campos et al contacto por correo electrónico con 96 personas y se les invitó a mediante la cumplimentación de un cuestionario en línea. Dicho cuestionario solicitaba a los participantes valorar su grado de acuerdo con diversos enunciados mediante una escala de Likert de 9 puntos (1 = Completamente en desacuerdo; 5 = Neutral; 9 = Completamente de acuerdo). Los participantes también tenían la oportunidad de formular observaciones acerca de cada enunciado. Una puntuación inferior a 3 se consideró un desacuerdo con el enunciado pertinente; entre 4 y 6 puntos, inclusive, se consideró una postura neutral y una puntuación superior a los 6 puntos un acuerdo. Se estableció que existía consenso entre los expertos respecto a un enunciado concreto cuando la frecuencia de acuerdos o desacuerdos superaba el 70%32,33 . En la primera ronda participaron 72 personas y en la segunda 44 (profesionales sanitarios, investigadores y personas con enfermedades psiquiátricas). Los detalles de la muestra se presentan en la tabla 1. Resultados Revisión sistemática Las categorías básicas de primer y segundo orden relativas al apoyo de iguales fueron: Caracterización (definición, tipos, objetivos y población objetivo); Proveedor de apoyo (características, proceso de selección, capacitación y supervisión); Práctica (modelos, local, fases de contacto y programas); y Eficacia (estudios empíricos y teóricos). Estas dimensiones surgieron de la literatura analizada. Las categorías que figuran en la tabla 2 se desarrollaron a partir de los principales temas destacados en el cuestionario. Observamos que el número de publicaciones sobre este tema ha aumentado en los últimos 10 años (fig. 1). Los principales resultados de la revisión de la literatura con referencia a estas categorías se destacan en la tabla 2. Delphi La encuesta incluyó 77 enunciados basados en una revisión sistemática y en una encuesta procedente de un estudio australiano10,32 . En 52 de ellos (67,5%) se obtuvo consenso en la ronda 1. En la ronda 2, se solicitó a los participantes que evaluaran los 25 enunciados remanentes y de estos, se alcanzó el consenso en 13 (52%). En total, se alcanzó consenso en 65 de los 77 enunciados (84,4%). En el anexo 1 se resumen y enumeran las áreas en las que se obtuvo consenso. Con base en estos resultados, se elaboraron recomendaciones clave en las siguientes 8 áreas: a) Objetivos y principios del apoyo de iguales; b) Selección de los proveedores de apoyo de apoyo; c) Formación y acreditación de los proveedores de apoyo de iguales; d) Papel de los profesionales de la salud mental; e) papel de los proveedores de apoyo de iguales; f) Accesibilidad a los proveedores de apoyo de apoyo; g) Cuidado de los proveedores de apoyo de apoyo; h) Evaluación del programa. Estas recomendaciones deben aplicarse de acuerdo con el contexto específico del programa. Sobre la base de los resultados, se proponen 8 principios rectores en la creación de los servicios en el apoyo de iguales en salud mental. Según el grupo de expertos, los objetivos Programas de apoyo entre pares en Salud Mental Tabla 1 101 Características de la muestra Características Ronda 1 Ronda 2 n % n % Tipo de participante Profesionales clínicos o de salud mental Personas con enfermedad mental Académicos e investigadores Administradores y directores de los servicios de salud mental 34 25 6 7 47,2 34,7 8,3 9,7 26 10 4 4 59,1 22,7 9,1 9,1 Género Varón Mujer 24 48 33,3 66,7 13 31 29,5 70,5 Región de trabajo (Portugal) Norte Centro Sur 32 34 6 44,4 47,3 8,3 22 18 4 50 40,9 9,1 Estudios Preescolar Estudios primarios Estudios secundarios Diplomatura Grado de máster Doctorado 5 7 10 30 13 7 7 9,7 13,9 41,7 18,1 9,7 1 2 4 21 11 5 2,3 4,5 9,1 47,8 25 1,4 Años involucrados en el tema de la enfermedad mental < 5 años 6-10 años 11-15 años 16-25 años > 26 años 18 10 20 16 8 25 13,9 27,8 22,2 11,1 12 9 14 5 4 27,3 20,5 31,8 11,4 9,1 Edad en años Media (desviación estándar) 40 (10,002) 36 (7,441) 18 16 14 12 10 8 6 4 2 0 Frecuencia Figura 1 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 8 6 3 5 3 8 4 14 5 14 12 17 13 Número de publicaciones sobre apoyo de iguales en los 12 años previos. 102 Tabla 2 F. Campos et al Resultados de la revisión de la literatura Categorías Resultados Autores Definiciones, objetivos y principios de apoyo de iguales El marco teórico en el que se basa el apoyo de iguales es el tema explorado con mayor frecuencia en la literatura. Existe un consenso sobre la definición y los tipos, pero no las metas. Llegamos a la conclusión de que el apoyo de iguales: - Mejora el funcionamiento social, la autoestima, la autoeficacia y el funcionamiento en las actividades de la vida diaria; - Lo utilizan personas con enfermedad mental grave, un primer episodio de psicosis, crisis agudas y psicosis crónica y persistente A pesar de la falta de información y la ambigüedad de rol del proveedor de apoyo y de los procedimientos que subyacen a su integración dentro de las organizaciones (selección, formación y supervisión) existe consenso en la literatura sobre sus características. Un proveedor de apoyo a iguales debe: - Presentar la misma patología que la población objetivo, pero estar más avanzado en la recuperación; - Pasar por un proceso de selección; - Recibir formación eficaz; - Recibir supervisión de forma regular; - Someterse a la selección, capacitación y supervisión de compañeros o profesionales de la salud mental Solo se mencionan el modelo de proveedor de apoyo a iguales en unos pocos estudios. En la mayoría de los programas su función no está bien definida y varía según la institución. Hemos llegado a la conclusión de que los programas de apoyo basados en un proveedor de apoyo pueden: - Implementarse en diversos ámbitos; - Ser de duración variable La mayoría de los estudios sugieren que la provisión de apoyo a iguales debería adoptar una forma laboral a tiempo parcial y por turnos Los procedimientos de evaluación de los programas con proveedores de apoyo a iguales presentan una falta de información. Podemos concluir solamente que deben incluir: - Métodos específicos; - Feedback de evaluadores internos y externos Varios autores sugieren que, a pesar de la falta de pruebas sobre la eficacia, el apoyo de iguales tiene beneficios: - Reduce los costes de los servicios de salud mental - Mejora la eficacia de los servicios de salud mental - Aumenta la satisfacción del usuario con los servicios de salud mental 1,2,16,19,34---42,61---85 Formación, personal y supervisión en apoyo de iguales Modelos de apoyo de iguales y prestación de apoyo de iguales Evaluación y eficacia del apoyo de iguales 1,2,13,15,18,26,36,43---52,61---64,71-73,75,76,86,87 15,37,39,41---44,47---49,51,53---59,61,62,64---68,75,76,78,83,86,88 1,2,15,16,19,37,43,44,49,53,58,59---63,65,69,70,76,80---84,86,87,89 Programas de apoyo entre pares en Salud Mental del apoyo a iguales (a) son: escuchar de forma empática; proporcionar intervención psicológica de bajo nivel; abogar por sus compañeros en las disputas con la administración y con otros usuarios; identificar a los usuarios que puedan suponer un riesgo para sí mismos o para los demás; facilitar el acceso a la ayuda profesional; fomentar el cumplimiento terapéutico; mejorar el funcionamiento de los individuos en los contextos en los que viven, aprenden, trabajan y socializan; reducir las posibilidades de recaída y hospitalización, promover la salud física, mental y el bienestar en su sentido más amplio. El apoyo de iguales no pretende ser un tratamiento para los trastornos psiquiátricos. Además de estos objetivos, se admite la importancia del apoyo de iguales de forma espontánea o informal, durante la jornada laboral y la disponibilidad de programas de apoyo de iguales para personas con un largo historial de problemas de salud mental. Con respecto a la selección de los proveedores de apoyo a iguales (b), se recomendó por unanimidad que los proveedores de apoyo presenten una solicitud al puesto y sean sometidos a un proceso de selección. Los expertos recomendaron que el proceso de selección debe incluir la aceptación del posible proveedor por parte de los usuarios y de un panel de expertos, que debería estar formado por profesionales y usuarios de los servicios de salud mental. Hubo consenso en que el proveedor fuese miembro de la población diana, alguien con considerable experiencia en problemas de salud mental pero respetado por sus iguales. El panel coincidió en la necesidad de proporcionar al proveedor del servicios de apoyo a iguales (c) formación en sencillas técnicas psicológicas e información sobre otros servicios de apoyo y tratamiento psicológico. Esto es coherente con el consenso alcanzado respecto al desacuerdo referente al enunciado de que los proveedores de apoyo de iguales no requieran capacitación para cumplir su cometido. También hubo acuerdo en que los proveedores de apoyo de iguales deban cumplir unos requisitos específicos antes de desempeñar el papel y que se valore su actuación mediante juegos de rol, entrevistas o pruebas escritas. Se recomendó la participación de los proveedores en supervisiones regulares, la actualización de su formación y el mantenimiento de la acreditación. En concreto, se recomendó que los proveedores de apoyo a iguales fuesen sometidos a una evaluación periódica, ya sea con un proveedor más veterano o con un profesional de la salud mental. En cuanto al papel de los profesionales de salud mental (d), el panel era de la opinión de que deben participar en la formación y supervisión de los proveedores de apoyo de iguales y que un profesional de la salud mental debidamente cualificado debe ser responsable de todos los programas de apoyo con proveedores de apoyo entre iguales. Hubo acuerdo en que el papel de los proveedores de apoyo de iguales (e) es proporcionar apoyo continuo a los usuarios durante el tiempo que sea beneficioso. Cada caso debe ser examinado con un profesional de la salud mental y se debe mantener la confidencialidad durante todo el proceso de apoyo, salvo durante la supervisión clínica dentro del programa o si el usuario representa un riesgo para sí mismo o para los demás. En términos del acceso a los proveedores de apoyo de iguales (f), el consenso fue que los proveedores de apoyo a iguales deben actuar como el primer punto de contacto con 103 el usuario del servicio de salud mental. También se obtuvo consenso sobre la conveniencia de que los usuarios puedan seleccionar al proveedor de entre una lista. Asimismo, se consideró que la disponibilidad de los proveedores de apoyo debe establecerse dentro de un horario definido, es decir que exista un sistema de rotación para que los proveedores no estén de guardia todo el tiempo y exista cierta flexibilidad a la hora de hacer frente a situaciones y urgencias específicas. En vista de los requisitos y las responsabilidades asociadas con el papel de proveedor de apoyo a iguales, los participantes en este estudio sugirieron que dichos proveedores deben tener fácil acceso a la orientación y al asesoramiento por parte de un profesional de la salud mental entrenado adecuadamente siempre que sea necesario (g); esto podría implementarse mediante supervisiones regulares entre los proveedores y de estos con compañeros que tengan más experiencia o con un profesional de la salud mental. También se recomendó que los proveedores de apoyo a iguales tuviesen ellos mismos acceso a apoyo. El panel estuvo de acuerdo en que los programas de apoyo de iguales deben integrarse con otros programas de rehabilitación y han de: permitir la posibilidad de una derivación directa a un profesional de la salud mental; adaptarse a las necesidades del grupo objetivo; contar con el apoyo total y la aceptación de la organización; establecer la duración y la frecuencia del programa antes de su implementación; establecer metas claras vinculadas con resultados específicos antes de su implementación; (h) ser evaluado por un evaluador externo independiente que consulte al equipo de proveedores de apoyo. Los participantes también estuvieron de acuerdo en que la evaluación debe incluir información cualitativa y cuantitativa sobre los usuarios y determinados indicadores objetivos (absentismo, baja por enfermedad, rotación de personal, etc.). Se recomendó la supervisión del progreso mediante la cumplimentación regular de sencillas listas de verificación. Algunos indicadores que midan el éxito del programa de apoyo de iguales pueden ser: aumento en el número de derivaciones a la asistencia profesional apropiadas; aumento del rendimiento laboral; una mejora general en la satisfacción del personal del centro; una reducción del estigma asociado con los problemas de salud mental; menos bajas por enfermedad y rotación de personal (véase el anexo 1). Discusión A pesar del creciente número de publicaciones sobre el tema (fig. 1), la información sobre el uso del apoyo de iguales en los problemas de salud mental es bastante escasa, en particular en términos de evaluación y eficacia de los programas de apoyo, y el papel de los proveedores de apoyo a iguales en los servicios de salud mental. Dicha falta de información y de pruebas conduce a un grado de controversia y ambigüedad a la hora de elaborar directrices para su práctica e implantación, lo que repercute de forma negativa en la implementación de servicios de apoyo de iguales dentro de los servicios de salud mental. Este es el primer estudio realizado en Portugal que intenta generar un consenso entre los usuarios de los servicios de salud mental y los profesionales, con el fin de 104 elaborar directrices que ayuden a los proveedores de los servicios de salud mental a implementar el apoyo de iguales. Puesto que hasta la fecha no ha existido consenso sobre las mejores prácticas, este tipo de modelos de apoyo varía ampliamente entre las distintas organizaciones10 . El método Delphi es un enfoque valioso para obtener consenso10 si aún no existe un órgano de investigación riguroso sobre el que fundamentar las directrices. Para mejorar la aceptación del consenso por parte de una comunidad más amplia, se utilizó un grupo heterogéneo de individuos en términos de género, edad, conexión con los servicios de salud mental (profesionales sanitarios clínicos y de salud mental, personas con problemas de salud mental, académicos e investigadores así como gestores y directores de los servicios sanitarios) y el tiempo que llevaban involucrados en este tipo de servicios. El hecho de que no se obtuviese consenso en 12 enunciados indica que el panel no se limitó a manifestar su acuerdo con las ideas expuestas. La elevada permanencia de los participantes a lo largo de las 2 rondas fue una característica positiva e importante de este estudio. Este estudio presenta ciertas limitaciones. En primer lugar, la información acerca de programas de apoyo de iguales dirigidos a la rehabilitación en problemas de salud mental es muy limitada en Portugal. Además, aunque en muchos enunciados se logró un consenso superior al 90%, en otros el porcentaje fue solo ligeramente superior al 70% necesario, lo que sugiere discrepancias importantes de opinión. El análisis más detallado de los enunciados con y sin consenso refleja que las diferencias se refieren a temas relacionados con los servicios de salud mental: diferencias de opinión entre los usuarios y los profesionales. Por tanto, es importante considerar estas recomendaciones como directrices en lugar de normas rígidas; los programas deben estar abiertos a excepciones, siempre que exista un enfoque alternativo capaz de satisfacer mejor las necesidades de la población diana15 . A pesar de estas limitaciones, este estudio tiene la ventaja de utilizar un método fácilmente reproducible, y contribuye al creciente número de estudios sobre apoyo de iguales en Portugal y otros países. F. Campos et al Las directrices que se presentan en este estudio son el resultado de una revisión de la literatura y de una encuesta realizada entre profesionales de salud mental y usuarios del servicio. Es preciso continuar investigando la función del apoyo de iguales en el tratamiento de los problemas de salud mental a fin de demostrar su eficacia y ofrecer datos adicionales sobre los que basar la elaboración de directrices. Este consenso nacional se puede utilizar como punto de partida para el diseño e implementación de programas de apoyo de iguales en los centros de salud mental, así como en investigaciones futuras. Sin embargo, es importante que la investigación en este campo se centre en el establecimiento de pruebas sólidas en cuanto a la eficacia del apoyo en los servicios de salud mental, mediante la creación de estudios controlados y con distribución aleatoria. El apoyo de iguales está ganando fuerza en el campo de la rehabilitación psicosocial de personas con problemas de salud mental, y este estudio proporciona datos valiosos sobre los que fundamentar la difusión de esta intervención en las instituciones de salud mental portuguesas. Este estudio también refleja el limitado desarrollo del apoyo de iguales en Portugal; según las bases de datos científicas, la investigación en apoyo de iguales en Portugal es casi inexistente, lo que indica que se necesitan más estudios. Conflicto de intereses Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. El Panel Delphi que consta de diferentes entidades de rehabilitación psicosocial fue contactado por una entidad externa al estudio, CCPUC del Programa nacional de salud mental; Ninguno de los autores deste estudio es parte de la CCPUC. Ninguno de los autores ha sido parte del panel de expertos. El cuestionario no identificó a los participantes. Durante todo el processo fue mantenida la confidencialidad y el anonimato de los participantes. Anexo. Enunciado Ronda % Acuerdo % Neutral % Desacuerdo 1. Un objetivo principal en el apoyo de iguales es escuchar al otro con empatía 2. Un objetivo principal en el apoyo de iguales es proporcionar una intervención psicológica de bajo nivel (p. ej., consejos sobre autocuidado, dónde conseguir ayuda, etc.). 3. La provisión de apoyo de iguales no pretende ofrecer intervenciones continuas ni formales (p.ej., terapia cognitivo conductual, farmacoterapia, etc.) 4. Uno de los objetivos del apoyo de iguales es abogar por los compañeros en las disputas con la administración/colegas 5. Uno de los objetivos del apoyo de iguales es la identificación de compañeros que representen un riesgo para sí mismos o para otros 6. Un objetivo principal del apoyo de iguales es facilitar el acceso a la ayuda profesional 7. Un objetivo secundario del apoyo de iguales es fomentar el cumplimiento del tratamiento (es decir, continuar con el tratamiento de salud mental y tomar los medicamentos recetados) 1 1 80,6 72,2 15,2 11,1 4,2 16,7 --- No se obtuvo consenso 2 86,4 9,1 4,5 2 72,7 11,4 15,9 1 77,8 5,6 16,6 1 84,7 2,8 12,5 Programas de apoyo entre pares en Salud Mental 105 Anexo (continued ) Enunciado Ronda % Acuerdo % Neutral % Desacuerdo 8. El apoyo de iguales tiene como objetivo mejorar el funcionamiento de las personas en los contextos en los que deciden vivir, aprender, trabajar o socializar 9. Un objetivo principal del apoyo de iguales es reducir la posibilidad de recaída y hospitalización 10. Todas las personas con un trastorno mental pueden beneficiarse de los servicios de apoyo de iguales, independientemente de la gravedad de su condición 11. Las personas con un largo historial de enfermedad mental no se benefician de los programas de apoyo de iguales 12. El apoyo de iguales no solo busca la recuperación de una enfermedad mental, sino también la promoción de la salud física y mental y el bienestar, en su sentido más amplio 13. El apoyo de iguales se caracteriza, a diferencia de los grupos de ayuda mutua y autoayuda, por una relación asimétrica entre el prestador y el usuario del servicio 14. El proveedor de apoyo debe ser un miembro de la población objetivo (p. ej., un paramédico en los programas de apoyo de iguales de paramédicos, un veterano en los programas de apoyo a veteranos) 15. El proveedor de apoyo debe ser alguien con una experiencia considerable en el campo de trabajo de la población objetivo 16. El proveedor de apoyo debe ser respetado por sus iguales 17. El proveedor de apoyo debe someterse a un proceso de solicitud y selección antes de emprender el papel 18. Cualquier persona en el grupo objetivo puede solicitar ser un prestador de apoyo de iguales, sin importar su etapa de recuperación, siempre y cuando esté clínicamente estable 19. Siempre que sea posible, el proveedor de apoyo debe ser aprobado por los miembros del grupo objetivo, como parte del proceso de selección 20. Un panel de expertos que incluya a profesionales de salud mental y a personas con enfermedad mental debe ser responsable del proceso de selección 21. Debe existir un proceso de selección del proveedor de apoyo 22. El proveedor de apoyo no requiere ningún tipo de formación específica para cumplir su papel 23. El proveedor de apoyo debe estar formado en técnicas simples de psicología, tales como la capacidad de escuchar 24. El proveedor de apoyo debe estar formado en habilidades más avanzadas, tales como primeros auxilios psicológicos, primeros auxilios de salud mental, intervención en crisis y asesoramiento general 25. El proveedor de apoyo no debe ser formado en intervenciones de salud mental de alto nivel, tales como terapia cognitiva 26. La formación del proveedor de apoyo debería incluir información sobre otros servicios de apoyo y tratamiento psicológico para que los proveedores puedan actuar como puente entre el «cliente» y el apoyo profesional 27. El proveedor de apoyo debe cumplir unos requisitos específicos antes de asumir su función (se puede evaluar a través de juegos de roles, entrevistas, pruebas escritas) 28. Es de esperar que los proveedores de apoyo acudan a supervisiones regulares y a cursos de actualización 29. Se recomienda una acreditación renovable o una certificación para los proveedores de apoyo 30. Para mantener la acreditación, los proveedores de apoyo de iguales deben ser sometidos a valoración periódica, ya sea con un proveedor de apoyo más veterano o con un profesional de salud mental 31. Para mantener la acreditación, los proveedores de apoyo deben demostrar su competencia mediante evaluaciones regulares con juegos de rol, entrevistas o pruebas escritas 1 95,8 2,8 1,4 1 87,5 6,9 5,6 --- No se obtuvo consenso 1 15,3 6,9 77,8 1 94,4 4,2 1,4 --- No se obtuvo consenso 1 72,2 15,3 12,5 1 91,7 2,7 5,6 1 1 100 86,2 --6,9 --6,9 No se obtuvo consenso --- 1 73,6 15,3 11,1 2 95,5 4,5 --- 2 1 95,5 9,7 2,2 4,2 2,3 86,1 1 88,9 6,9 4,2 --- No se obtuvo consenso --- No se obtuvo consenso 1 83,4 6,9 9,7 1 81,9 11,2 6,9 1 91,6 4,2 4,2 1 75 15,3 9,7 1 75 12,5 12,5 1 70 10,9 19,1 106 F. Campos et al Anexo (continued ) Enunciado Ronda % Acuerdo % Neutral % Desacuerdo 32. Los proveedores de apoyo deben compartir todos los casos con un profesional de salud mental 33. Un profesional de la salud mental debidamente cualificado debe ser responsable de todos los programas de apoyo 34. La formación en habilidades de apoyo debe implicar a profesionales de la salud mental debidamente cualificados 35. La supervisión para los proveedores de apoyo debe incluir acceso a profesionales de la salud mental debidamente cualificados 36. Los proveedores de apoyo deberían proporcionar apoyo continuo a los usuarios del servicio durante todo el tiempo que sea beneficioso 37. Los proveedores de apoyo deben consultar a un profesional de salud mental cualificado para recibir apoyo clínico y asesoramiento, cuando sea necesario 38. Debe existir una vía de derivación en todos los programas de apoyo de iguales para la remisión directa a un profesional de salud mental 39. Los servicios que ofrecen los programas de salud mental y de rehabilitación deben proporcionar apoyo de iguales continuado a personas que hayan completado el programa y hayan sido dados de alta 40. Los programas de apoyo de iguales deben integrarse cuidadosamente con otros servicios de apoyo y programas de rehabilitación 41. Los programas de apoyo de iguales deben adaptarse a las necesidades del grupo objetivo 42. La duración y la frecuencia de los programas de apoyo deben definirse desde el principio 43. El uso de apoyo de iguales de forma espontánea e informal en el curso de un día de trabajo es un aspecto importante de los programas de apoyo de iguales 44. Debe mantenerse la confidencialidad durante todo el proceso de apoyo, salvo durante la supervisión clínica del programa o cuando un usuario represente una amenaza para él o para los demás 45. Debería considerarse la posibilidad de cómo puede encajar un sistema de apoyo de iguales con los procesos formales de investigación y revisiones posteriores realizadas por el patrocinador 46. Los propios proveedores de apoyo de iguales deben contar con apoyo 47. Los proveedores de apoyo deben tener acceso al asesoramiento de un profesional de salud mental adecuadamente formado de forma rápida siempre que sea necesario 48. Los proveedores de apoyo deben participar en la supervisión de iguales de forma regular con sus colegas 49. Los proveedores de apoyo deben contar con una supervisión regular, ya sea con un proveedor de apoyo más experimentado ya con un profesional de la salud mental 50. Los proveedores de apoyo de iguales deben ser remunerados para ser proveedor de apoyo de iguales 51. Los proveedores de apoyo deben tener acceso a actividades de desarrollo profesional adecuadas y financiadas por el programa 52. Cada proveedor de apoyo debe tener un horario definido de guardias 53. Los proveedores de apoyo deben disponer de un sistema de turnos para no estar de servicio en todo momento 54. Debe existir flexibilidad en el programa de apoyo para responder a las necesidades de los usuarios, en particular, en situaciones de urgencia 55. Los posibles usuarios interesados en los servicios de apoyo de iguales deben contar con la posibilidad de elegir el proveedor de apoyo de entre varias personas 56. Los proveedores de apoyo deben recibir remuneración no económica por sus servicios como proveedores de apoyo 2 72,7 11,4 15,9 2 81,8 11,4 6,8 1 88,9 6,9 4,2 86,2 6,9 6,9 1 2 90,9 9,1 --- 2 88,6 9,1 2,3 1 86,1 5,6 8,3 No se obtuvo consenso --- 1 93,1 4,2 2,7 1 98,6 1,4 --- 1 72,2 5,6 22,2 1 80,6 11,1 8,3 1 94,4 2,8 2,8 1 90,3 6,9 2,8 1 1 97,2 95,8 1,4 4,2 1,4 --- 1 94,4 4,2 1,4 1 88,9 11,1 --- No se obtuvo consenso --1 81,9 11,1 6,9 2 1 86,4 81,9 2,3 11,2 11,4 6,9 2 79,5 15,9 4,6 1 79,2 16,6 4,2 --- No se obtuvo consenso Programas de apoyo entre pares en Salud Mental 107 Anexo (continued ) Enunciado Ronda 57. Los usuarios del servicio deben tener el número de teléfono móvil personal del proveedor de apoyo para comunicarse con él siempre que lo deseen 58. La recepción y admisión de un nuevo usuario del servicio deben realizarlas un profesional de la salud mental junto con un proveedor de apoyo 59. No se requiere evaluación formal para los programas de apoyo de iguales 60. Todos los programas de apoyo de iguales deben establecer metas claras y vinculadas a resultados específicos desde el principio, lo que servirá de base de evaluación 61. Los programas de apoyo de iguales deben ser evaluados por un evaluador externo e independiente, y en consulta con el equipo de apoyo 62. La evaluación de los programas de apoyo de iguales debe incluir información cualitativa y cuantitativa de los usuarios 63. La evaluación de los programas de apoyo de iguales debe incluir indicadores objetivos tales como el absentismo, la baja por enfermedad o rotación de personal 64. La evaluación de los programas de apoyo de iguales debe incluir la opinión de los que utilizan el servicio 65. Siempre que sea posible es recomendable utilizar sencillas listas de verificación simples de forma regular para monitorizar el progreso 66. Un indicador del éxito de un programa de apoyo podría ser un aumento de las derivaciones adecuadas hacia los servicios de asistencia profesional 67. Un indicador del éxito de un programa de apoyo podría ser un aumento en el rendimiento laboral 68. Un indicador del éxito de un programa de apoyo podría ser la mejora en la satisfacción general del personal dentro de la organización 69. Se puede considerar que un programa de apoyo de iguales funciona si se reduce el estigma asociado a los problemas de salud mental 70. Existen datos sólidos en investigación de que los programas de apoyo son eficaces 71. Si tuvieran la oportunidad, la mayoría de las personas con problemas de salud mental podrían usar un programa de apoyo de iguales 72. El estigma asociado con las enfermedades mentales puede ser una barrera para la difusión de esta práctica entre las personas con problemas de salud mental 73. Después de una crisis o de un periodo inestable, un proveedor de apoyo debería contactar con todos los implicados para comprobar que están bien y ofrecerles apoyo 74. Incluso si solo una minoría de las personas con problemas de salud mental eligen utilizar el programa de apoyo, se trata de una intervención de rehabilitación de utilidad que las instituciones pueden ofrecer 75. Los programas de apoyo de iguales deben establecer protocolos claros y explícitos respecto a la confidencialidad que se comunicarán al grupo diana 76. Los programas de apoyo de iguales deben contar con el apoyo y la aceptación institucional absolutos 77. Uno de los indicadores del éxito de un programa de apoyo de iguales podían ser la reducción de las bajas por enfermedad y del cambio de personal --- Bibliografía 1. Davidson L, Chinman M, Sells D, Rowe M. 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Rev Psiquiatr Salud Ment (Barc.). 2016;9(2):111---122 www.elsevier.es/saludmental REVISIÓN Síntomas básicos en la esquizofrenia, su estudio clínico y relevancia en investigación Salvador Miret a,b,∗ , Mar Fatjó-Vilas b,c , Víctor Peralta d y Lourdes Fañanás b,c a Servei de Salut Mental, Psiquiatria i Addiccions, Hospital de Santa Maria, Institut de Recerca Biomèdica (IRB), Lleida, España Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), Barcelona, España c Departament de Biologia Animal, Facultat de Biologia, Universitat de Barcelona, Institut de Biomedicina de la Universitat de Barcelona (IBUB), Barcelona, España d Sección de Psiquiatría B, Complejo Hospitalario de Navarra, Pamplona, Navarra, España b Recibido el 3 de mayo de 2015; aceptado el 29 de octubre de 2015 Disponible en Internet el 13 de enero de 2016 PALABRAS CLAVE Síntomas básicos; Esquizofrenia; Fase prodrómica; Fenomenología; Instrumentos KEYWORDS Basic symptoms; Schizophrenia; Prodromal phase; Phenomenology; Instruments ∗ Resumen Los síntomas básicos consisten en sutiles molestias subclínicas, experimentadas subjetivamente por el paciente, principalmente referidas a la volición, la afectividad, el pensamiento y lenguaje, la percepción, la memoria, la acción motora, las funciones vegetativas centrales, el control de procesos cognitivos auomáticos y la tolerancia al estrés. Descritos inicialmente por Huber, desde una aproximación fenomenológica, forman parte de las manifestaciones más precoces de la esquizofrenia, a lo largo de cuyo curso pueden adquirir diferente evolución. Su presentación durante la fase prodrómica de la enfermedad, para cuya evaluación han sido desarrollados diferentes instrumentos, constituye (junto con los criterios ultra-high risk) una de las 2 principales aproximaciones para su caracterización, lo que permite definir estados clínicos de riesgo para el desarrollo de psicosis. En la presente revisión se ofrece una visión actualizada del concepto de síntomas básicos, subrayando su potencial valor a la hora de establecer correlatos neurobiológicos de interés en la investigación etiopatogénica. © 2015 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados. Basic symptoms in schizophrenia, their clinical study and relevance in research Abstract Basic symptoms consist of subtle sub-clinical disturbances subjectively experienced by schizophrenia patients. These are mainly related to drive, affect, thinking and language, perception, memory, motor action, central vegetative functions, control of cognitive processes, and stress tolerance. Initially described by Huber, from a phenomenological approach, basic symptoms are part of the earliest features of schizophrenia, and they can evolve along the course of the disorder. Their assessment during the prodromal phase of the disease (together with ultra-high risk criteria) is one of the 2 main approaches that allow the definition of states of Autor para correspondencia. Correo electrónico: smiret@gss.scs.es (S. Miret). http://dx.doi.org/10.1016/j.rpsm.2015.10.007 1888-9891/© 2015 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados. 112 S. Miret et al. clinical risk for the development of psychosis. The present review provides an updated view of the concept of basic symptoms, highlighting its potential value in establishing neurobiological correlates of interest in aetiopathogenic research. © 2015 SEP y SEPB. Published by Elsevier España, S.L.U. All rights reserved. Introducción El estudio de las fases tempranas de la esquizofrenia y el avance en la caracterización y conocimiento de la expresión clínica de dichos trastornos ya desde sus fases prodrómicas ha adquirido un creciente interés a lo largo de los últimos 20 años, con importantes implicaciones tanto a nivel de detección como de intervención precoz1---11 . La caracterización diagnóstica de la psicosis esquizofrénica se ha sustentado fundamentalmente en el estudio de su sintomatología clínica, y la descripción nuclear del trastorno ha convergido en una constelación sintomática centrada en los llamados síntomas positivos y negativos que, posteriormente y desde una aproximación dimensional, se extendería hacia la sintomatología desorganizada, afectiva, motora y cognitiva12 . Este hecho queda patente en los criterios operacionales adoptados en los diferentes sistemas diagnósticos surgidos en las últimas décadas. Baste referirnos, como ejemplo mas reciente y representativo, a los criterios DSM-5 para el trastorno13 . Probablemente, la razón más importante que subyace a este hecho es el que dicha sintomatología clínica permita establecer un objeto clínico de estudio. Analizar los motivos que han dado lugar a esta evolución sobrepasa el propósito de este artículo, pero, desde una cierta perspectiva histórica, no está de más recordar la observación de Cromwell14 acerca de que la psicopatología ha sido tradicionalmente descrita a partir de aquellas «desviaciones» de las normas y expectativas del sujeto con respecto a su grupo social. Así, en relación con su carácter más o menos disruptivo o «amenazante», podrían distinguirse manifestaciones «tolerables» ---principalmente déficits conductuales--y manifestaciones «intolerables» ---principalmente síntomas clínicos---. De hecho, la investigación desarrollada discurriría en este mismo sentido, centrándose fundamentalmente en las mencionadas manifestaciones «intolerables», mientras que aquellas otras más «sutiles» e «inofensivas» (como las alteraciones en el procesamiento de la información y los déficits cognitivos, entre otras) habrían sido notablemente subestimadas o ignoradas15 , tendencia subsanada en los últimos años tanto en lo que concierne al estudio de los déficits cognitivos7,16,17 como a otros dominios sintomáticos, tales como los síntomas negativos18---20 y su impacto sobre la funcionalidad7,12,21 . Un razonamiento similar podría aplicarse al conjunto de manifestaciones presentes en las fases incipientes del trastorno, frecuentemente expresado por quejas o malestar psicológico de características relativamente inespecíficas e insidiosas22 . En este sentido, la descripción de las manifestaciones prodrómicas de la enfermedad ha ido progresando desde los iniciales estudios retrospectivos en primeros episodios psicóticos23,24 hasta el establecimiento de criterios que identificarían a los individuos con un elevado riesgo de transición a la psicosis, los llamados estados mentales de alto riesgo (at-risk mental state; ultra-high risk [UHR])25 , aproximación que en cierto modo ha presidido durante los últimos años la caracterización de dichos estadios. No obstante, y particularmente si atendemos al orden de manifestaciones de carácter más subjetivo, una aproximación complementaria en la caracterización de la sintomatología prodrómica, a la vez que un importante cuerpo de investigación, procede del estudio de las experiencias subjetivas anómalas y, específicamente, del marco conceptual de los llamados síntomas básicos, desarrollado en el ámbito germánico por Gerd Huber y la escuela de Bonn26,27 . La aproximación fenomenológica que introducen estos autores contribuiría tanto a una mejor delimitación de los perfiles clínicos de mayor vulnerabilidad para el desarrollo de psicosis como al estudio de posibles correlaciones neurobiológicas subyacentes de interés fisiopatológico o etiológico. El objetivo de la presente revisión es ofrecer una visión actualizada del concepto de los síntomas básicos y de su expresión y evaluación en la esquizofrenia, tomando en consideración la aportación que suponen desde la perspectiva fenomenológica. Por otro lado, se revisará el papel relevante que adquieren en la caracterización de la fase prodrómica del trastorno y su valor predictivo del desarrollo de enfermedad. Un breve recorrido histórico Puede atribuirse a Jaspers, al que seguirán otros miembros de la escuela de Heidelberg (Gruhle, Mayer-Gross, Schneider), el primer intento riguroso de descripción e investigación de las experiencias subjetivas del paciente. Jaspers, tomando las bases en la Fenomenología de Husserl, establece ---«retornando a las cosas mismas»--- su método fenomenológico. Su objetivo es captar intuitivamente la «esencia» del mundo subjetivo y vivencial del paciente ---sin imponer un marco teórico previo---, que posteriormente habrá que «comprender» y «explicar». De este modo, el desarrollo de la Psicopatología fenomenológica, aunque frecuentemente infravalorada pese a su riqueza epistemológica, supone un método descriptivo de indudable interés en el estudio de las experiencias subjetivas y en la comprensión del sentido de la enfermedad, en este caso, esquizofrénica28 . Es en esta tradición en la que se inscribe el estudio de las experiencias subjetivas anómalas de la esquizofrenia, aunque en cierto modo su alcance se solaparía y extendería también al de las experiencias anómalas del self (Ichstörungen). Estas, en su recorrido a través de los trabajos de Síntomas básicos en la esquizofrenia autores como Minkowsky o Blankenburg, han sido reconceptualizadas más recientemente como un aspecto nuclear del trastorno, como evidencian los planteamientos que implicarían una alteración de la autoconciencia prerreflexiva29---31 o los que incluirían aspectos metacognitivos32 . Por otro lado, la actual distinción de las fases premórbida, prodrómica y psicótica de la esquizofrenia33 toma sus orígenes en la atención que algunos autores prestaron en su momento a los síndromes precursores y a las manifestaciones iniciales del trastorno. A este respecto, cabe destacar la descripción de la «esquizofrenia incipiente» por parte de Conrad34 , y su intento de mostrar la conexión entre los diferentes fenómenos del vivenciar esquizofrénico, tanto en sus formas prodrómicas como en sus fases evolutivas posteriores. Por su parte, la escuela fenomenológica de Bonn, liderada por Gerd Huber, aportará nociones fundamentales acerca de la caracterización de la sintomatología prodrómica de las psicosis35,36 . En esta misma línea cabe inscribir los trabajos de Gross, Süllwold37 y Klosterkötter, así como, en menor medida, los de otros autores angloamericanos23,24 . El modelo de los síntomas psicóticos básicos «próximos al substrato» de Huber parte, sobre todo, de los estudios de cohortes en pacientes defectuales de larga evolución. Huber establece el concepto de «síntomas básicos», hipotéticamente «próximos al substrato» neurobiológico (Substratnahe Basissymptome), como sigue26 : «síntomas psicóticos presentes en pacientes esquizofrénicos como vivencias subjetivas primarias, que constituyen la base de los complejos síntomas psicóticos finales y que puede suponerse se encuentran más próximos al substrato neurobiológico que aquellos. Son, pues, síntomas deficitarios, con carácter de queja por parte de los pacientes que desde el punto de vista fenomenológico coinciden ampliamente con síntomas premonitorios y prodromales prepsicóticos, y que en los estadios básicos reversibles y en el síndrome defectual puro irreversible son percibidos y expresados como deficiencias, carencias o trastornos» Así, Huber subraya el carácter primario y, en buena parte, subjetivo de dichas manifestaciones, mientras que la conducta observable constituiría una respuesta secundaria y de afrontamiento a aquellas. Los estudios catamnésicos de Heidelberg y de Bonn permitirán esbozar las diferentes tipologías y posibilidades evolutivas de los síntomas básicos, así como determinar su ubicación estructural desde el punto de vista fenoménico26,36,38,39 . Síntomas básicos en la esquizofrenia: concepto, caracterización y relaciones psicopatológicas Los «síntomas básicos», conocidos también como experiencias subjetivas anómalas (puesto que no son observables externamente y hacen referencia a alteraciones no psicóticas de la experiencia), consisten en sutiles molestias subclínicas principalmente de la volición, la afectividad, el pensamiento, el lenguaje (habla), la percepción (corporal), la memoria, la psicomotricidad, las funciones vegetativas centrales, el control de procesos cognitivos automáticos y 113 la tolerancia al estrés27,40---42 . Por definición, son molestias experimentadas subjetivamente y, aunque a veces difíciles de describir, reconocidas como anómalas por el propio sujeto, lo que las distingue de los síntomas positivos y negativos. Los síntomas básicos constituyen los más tempranos experimentados subjetivamente por el paciente. No obstante, pueden darse en todos los estadios de la enfermedad, ya sea como síndromes prepsicóticos, en la fase prodrómica del primer episodio psicótico, en los pródromos de las recaídas, en estados residuales o incluso durante el mismo episodio psicótico, aunque su evaluación y autoevaluación en este último supuesto se ve entorpecida por la prominencia de los propios síntomas42 . Aunque potencialmente reversibles, constituirían un componente esencial de los estadios prodrómico y residual, y pueden considerarse como la expresión sintomática más inmediata del substrato neurobiológico de la enfermedad. De ahí la denominación de «básicos» y su naturaleza esencial, sobre la que fluctuarían los síntomas psicóticos productivos40,43 . Atendiendo a su concepto original, los síntomas tempranos de las psicosis evolucionarían en 3 formas o niveles de desarrollo40,42 : i. Nivel 1 o «inespecíficos». Molestias principalmente de la volición, del afecto y de la concentración y la memoria. ii. Nivel 2 o «específicos». Molestias cualitativamente diferentes, particularmente referidas al área del pensamiento, el lenguaje, la percepción corporal y la acción motora. iii. Nivel 3. Síntomas psicóticos como tales, incluyendo síntomas de primer rango schneiderianos. Estos niveles de desarrollo, que se muestran potencialmente reversibles, evidencian a nivel psicopatológico la existencia de un continuum. Así, una determinada alucinación somática (nivel 3) podría revertir a una sensación cenestésica (nivel 2) y esta, a su vez, a una sensación somática inespecífica (nivel 1)40 . La secuencia evolutiva global de los síntomas básicos es variable (fig. 1)40,42 . Tras la aparición de síntomas de nivel 1, estos tenderían a incrementar su número y severidad hasta la presentación de la sintomatología psicótica. No obstante, en algunas ocasiones, los síntomas básicos de nivel 1 o 2 podrían mejorar temporalmente o incluso remitir antes de alcanzar el umbral sintomático; estas fases sintomáticas sin conversión a la psicosis pueden remedar estadios prodrómicos, conocidos como síndromes precursores o avanzados (outpost syndromes) por el hecho de anunciar subsiguientes pródromos verdaderos36 . De hecho, estas primeras manifestaciones pueden anteceder a las primeras manifestaciones psicóticas alrededor de unos 10 años40 . Por otro lado, la emergencia de síntomas de nivel 2 o su conversión a síntomas de nivel 3 podría ser desencadenada por situaciones cotidianas que sobrepasarían la ya de por sí vulnerable capacidad de procesamiento de la información; estos síntomas podrían compensarse mientras no excedan los recursos o estrategias personales del sujeto, por lo que pueden pasar desapercibidos para los demás. En caso contrario, el sujeto podría comenzar a mostrar conductas evitativas, de aislamiento, u otros déficits funcionales. 114 S. Miret et al. Nivel 1 Umbral para síntomas básicos inespecíficos Nivel 2 Umbral para síntomas básicos específicos Nivel 3 Umbral para síntomas psicóticos 2 3 Vulnerabilidad 1 Síndromes “ outpost” Fase pródromica 1 Estadío básico post-psicótico reversible 2 Pródromo de recaída 3 Estadío básico post-psicótico irreversible (“sindrome defectual puro”) Fase psicótica Curso evolutivo Figura 1 Modelo del concepto de síntomas básicos de Huber. Adaptada de Schultze-Lutter42 (2009). Tras el primer episodio franco, los síntomas básicos podrían evolucionar en forma de 3 modalidades o estadios básicos postsintomáticos: i) Un estadio básico postsintomático reversible, caracterizado por una completa remisión de los síntomas básicos. ii) Un estadio prodrómico de recaída, que podría evolucionar a un segundo episodio desde un estadio asintomático o paucisintomático. iii) Un estadio básico postsintomático irreversible o síndrome defectual puro, con presencia de síntomas básicos de nivel 1 y 2, principalmente volitivos, afectivos, cognitivos y de tolerancia al estrés, con repercusión funcional. El hecho de que pueda producirse un solapamiento, difícilmente distinguible en sentido estricto y desde el punto de vista fenomenológico, entre las manifestaciones de los 4 estadios descritos (síndromes precursores o avanzados, pródromos, estadio básico postsintomático reversible y síndrome defectual puro) llevó a los autores a hablar de estadios básicos en sentido amplio26,40 , en contraposición a los síntomas básicos en sentido estricto (síntomas básicos presentes tras una fase aguda y que remiten en el curso de unas semanas o meses). Los síntomas básicos constituyen, por tanto, una parte integral de las psicosis, y su presentación puede darse a lo largo de las distintas fases de la enfermedad42 , evidenciándose una considerable prevalencia de estos44 . Se ha examinado su relación con diversos aspectos psicopatológicos del trastorno, entre ellos, las tipologías schneideriana y bleuleriana45 , la esquizofrenia positiva y negativa46 , diferentes déficits neuropsicológicos47 , distintas dimensiones psicopatológicas48,49 , la sintomatología psicótica en diferentes fases de la enfermedad50 o su estructura dimensional ya en la fase prodrómica51 . Aunque los síntomas básicos no serían exclusivos de la esquizofrenia y podrían presentarse en otros trastornos, tales como los cuadros afectivos44,52 , algunos de ellos, sobre todo los pertenecientes a la esfera cognitiva y perceptual, parecerían mostrar una mayor especificidad para el desarrollo de psicosis53,54 , aunque dicha especificidad ha sido relativizada en reanálisis posteriores55 . Exploración e instrumentos de evaluación Diferentes instrumentos han sido diseñados con objeto de evaluar la presencia de síntomas básicos, de los cuales la Escala de Bonn para la Evaluación de Síntomas Básicos (Bonner Skala für die Beurteilung von Basissymptomen; Bonn Scale for the Assessment of Basic Symptoms)56 y el Inventario Psicopatológico de Frankfurt (Frankfurter Beschwerde-Fragebogen; Frankfurt Complaint Questionnaire)37 han sido los más ampliamente utilizados, también en nuestro entorno57---59 . A modo de ejemplo, y para dar cuenta de su contenido y estructura, en la tabla 1 se exponen algunos de los 98 ítems de los que consta la tercera versión del Inventario Psicopatológico de Frankfurt, los cuales pueden agruparse según una doble estructura, ya sea por escalas o por factores dimensionales37,58,60 . Otros instrumentos, de menor uso, son la Escala de Intencionalidad (IntentionalitätsSkala, Inska)61 , la Escala de Bienestar de Frankfurt (Frankfurter BefindlichkeitsSkala)62 , o la Escala Autoaplicada de Günzburg para Síntomas Básicos (Günzburger Selbstbeurteilungsskala für Basissymptome)63 . Por otro lado, en la genealogía y el progresivo desarrollo de instrumentos destinados a evaluar la sintomatología prodrómica de las psicosis cabe incluir aquellos que establecen Síntomas básicos en la esquizofrenia Tabla 1 115 Estructura y contenidos del Inventario Psicopatológico de Frankfurt versión 3 Estructura por escalas Ejemplos de ítems Pérdida de control, PC (8 ítems) Percepción simple, PS (10 ítems) Percepción compleja, P (10 ítems) Lenguaje, L (10 ítems) Cognición y pensamiento, CP (10 ítems) Memoria, ME (10 ítems) Motricidad, MO (10 ítems) Pérdida de automatismos, PA (10 ítems) Anhedonia y angustia ---depresión---, D (10 ítems) Sobreestimulación sensorial, I (10 ítems) Ya no puedo precisar suficientemente lo que digo o hago Veo todo como lejano Ya no comprendo claramente lo que sucede a mi alrededor Me cuesta mucho hablar o escribir frases largas Me cuesta un gran esfuerzo ordenar mis pensamientos Me sucede que ya no sé lo que dije o hice un momento antes Los gestos de mi cara son distintos de los que quiero expresar Sin saber por qué, todo lo que no es habitual me intranquiliza Ya no puedo alegrarme de verdad por nada Soy incapaz de distinguir los ruidos y oigo todo como mezclado Estructura por factores Trastornos cognitivos centrales (pérdida de la automatización) F1 (11 ítems) Percepción y motricidad F2 (15 ítems) Depresividad F3 (14 ítems) Sobreestimulación interna y externa (hipervigilancia, confusión) F4 (9 ítems) Cuando me hablan frases demasiado largas, me resulta especialmente difícil entender su significado Me parece que las caras de las personas tienen un aspecto raro y desencajado Tengo miedo de casi todas las cosas que me esperan a lo largo del día Cuando la gente habla o se mueve a mi alrededor, me molesta y tengo que aislarme o marcharme para recuperar mi equilibrio interior Valoración Proporciona una puntuación por ítems, por escalas, total y por factores. Las puntuaciones directas pueden transformarse en puntuaciones percentiles, las cuales pueden interpretarse en función de la vulnerabilidad a la esquizofrenia. Los ítems son valorados desde una doble perspectiva: Frecuencia de presentación: no/a veces/frecuentemente/siempre. Grado de molestia o distrés: nada/poco/bastante/mucho. Fuente: Versión española del inventario, de Peralta y Cuesta59 (2003). sus criterios a partir de la presencia ---en su totalidad o parcialmente--- de determinados síntomas básicos, como se detallará a continuación64 . Los síntomas básicos en la fase prodrómica y su estudio como predictores de riesgo para el desarrollo de psicosis Como se ha apuntado anteriormente, 2 aproximaciones han presidido la investigación acerca de la caracterización de las manifestaciones prodrómicas de la esquizofrenia: la de los UHR y la de los síntomas básicos65 . Resumidamente, los ampliamente extendidos criterios UHR, que pretenderían definir aquellos estados prodrómicos que a nivel sintomático conferirían un riesgo inminente de transición a psicosis, incluirían 3 tipos de situaciones: i) síntomas psicóticos atenuados (attenuated psychotic symptoms); ii) síntomas psicóticos breves intermitentes (brief limited intermittent psychotic symptoms), y iii) riesgo genético junto con deterioro en el funcionamiento psicosocial (genetic risk and deterioration syndrome)22 . La aplicación de dichos criterios y la estimación de su potencial valor predictivo en relación con el desarrollo del trastorno66 podría aplicarse análogamente en la caracterización de la fase prodrómica establecida a partir de la presencia de síntomas básicos que, como se ha dicho, constituye la otra aproximación principal. Bajo este mismo razonamiento se podría estimar, asimismo, el correspondiente riesgo de transición al trastorno64,66 . A este respecto, en el presente apartado se ha revisado la literatura existente acerca de aquellos instrumentos que, como criterio de selección de estos, atiendan a los siguientes criterios: i) que su constructo incluya, en su totalidad o parcialmente, la evaluación de ítems relativos a la presencia de síntomas básicos, y ii) que hayan sido aplicados en estudios en los cuales se haya estimado el riesgo de conversión a psicosis. En la tabla 2 se reflejan los datos más relevantes obtenidos de la aplicación de dichos instrumentos en diferentes estudios desarrollados a lo largo de los últimos años64,66 . De forma global, las tasas de conversión a la psicosis en cohortes de pacientes identificados como de riesgo para desarrollar psicosis oscilan en un rango del 10-50% aproximadamente, a lo largo de períodos de seguimiento que van desde los 6 meses a los 10 años64 . En una reciente revisión sistemática llevada a cabo sobre estudios prospectivos para determinar la validez predictiva de los criterios prodrómicos para la identificación de individuos con alto riesgo de desarrollar esquizofrenia66 , se concluye una sensibilidad Desarrollado a partir de clúster-análisis de los resultados obtenidos en sujetos en fase prodrómica del CER y pacientes en remisión Estructura en 6 subescalas: SPI-A Universidad de Heidelberg SPI-CY (Koch et al., 201074 ; Schultze-Lutter et al., 201275 ) CER (Schultze-Lutter et al., 200469 ; Schultze-Lutter et al., 200770 ) Desarrollado a partir del SPI-A, considerando la expresión de la sintomatología en la infancia y observaciones clínicas parentales - Alteraciones afectivas dinámicas - Problemas cognitivo-atencionales - Alteraciones cognitivas específicas - Alteraciones de la experiencia del self - Alteraciones de la percepción corporal - Alteraciones perceptivas Escala heteroaplicada Estructura en 6 subescalas referidas a 5 categorías principales de síntomas básicos: - Déficits dinámicos (A + B) - Alteraciones cognitivas (C) - Experiencias cenestésicas (D) - Disfunción neurovegetativa central (E) - Conducta autoprotectora (F) BSABS (Gross et al., 1987)56 Síntomas básicos CER Descripción del instrumento y características principales Instrumento, proyecto/estudio Criterio/aproximación 19,9%/18 meses 15,6%/24 meses 34,9%/20,6 meses BSABS (+ SIPS) EPOS BSABS (+ SIPS/SOPS) DUPS SPI-A 41%/5,1 años 45%/4 años SPI-A (+ SOPS) Early Recognition and Intervention Centre (Colonia, FETZ) SPI-A (+ SIPS) Early Recognition and Intervention Centre (Munich, FETZ) - - 29%/3 años SPI-A (+ SIPS/SOPS) Early Recognition and Intervention Centre (Colonia, FETZ) Early Recognition and Intervention Centre (Colonia, FETZ) 70%/9,6 años Tasas/período de seguimiento BSABS CER Instrumento, proyecto/estudio Resultados de los principales estudios: riesgo de conversión a psicosis Fux et al., 201376 Koutsouleris et al., 200973 Koethe et al., 200972 Huang et al., 200771 Schultze-Lutter et al., 200754 Ziermans et al., 201168 Ruhrmann et al., 201067 Klosterkötter et al., 200153 Referencias Tabla 2 Principales instrumentos y estudios desarrollados a partir de la inclusión de criterios de síntomas básicos en la evaluación de la sintomatología prodrómica y estimaciones del riesgo de conversión a psicosis 116 S. Miret et al. Escala de 29 ítems, auto o heteroaplicada Desarrollada a partir de la BSABS, el IRAOS y la SIPS Escala de 46 ítems, de uso en individuos que acuden para asistencia psiquiátrica Desarrollada a partir de síntomas prodrómicos descritos en la literatura (DSM-III-R, ABC study) Relación con: - BSLRP (Asston et al., 200283 ) - SSP (Müller et al., 201084 ) 28,6%/6 años BSIP (+ criterios ARMS) FEPSY-study - - 34%/5,4 años 34%/25 meses 40,3%/32 meses 22,2%/18 meses 20,3%/3 años Tasas/período de seguimiento BSIP (+ criterios ARMS) FEPSY-study FEPSY-study GRNS BSIP (+ criterios ARMS) ERIraos GRNS ERIraos ESI ( + BSABS/SIPS) Instrumento, proyecto/estudio Resultados de los principales estudios: riesgo de conversión a psicosis Gschwandtner et al., 200987 Riecher-Rössler et al., 200986 Borgwardt et al., 200785 Bodatsch et al., 201181 Hurlemann et al., 200880 Niessen et al., 201078 Referencias ARMS: at-risk mental state; BSABS: Bonn Scale for the Assessment of Basic Symptoms; BSIP: Basel Screening Instrument for Psychosis; BSLRP: Basel Screening List for Risk of Psychosis; CAARMS: Comprehensive Assessment of At-Risk Mental States; CER: Cologne Early Recognition; COPER: síntomas básicos COgnitivo-PERceptuales; DUPS: Dutch Prediction of Psychosis Study; EPOS: European Prediction of Psychosis Study; ERIraos: Early Recognition Inventory for the Retrospective Assessment of the Onset of Schizophrenia; ESI: Eppendorf Schizophrenia Inventory; FCQ: Frankfurt Complaint Questionnaire; FEPSY: Früherkennung von Psychosen (The Basel early-detection-of-psychosis); FETZ: Früh-Erkennungs-Therapie-Zentrum für psychische Krisen (Early Recognition and Intervention Centre for Mental Crises); GRNS: German Research Network on Schizophrenia; IRAOS: Interview for the Retrospective Assessment of the Onset and course of Schizophrenia and other psicosis; PROD-screen: Prodromal Screening Symptoms of Psychosis Questionnaire; SIPS: Structured Interview for Prodromal Symptoms; SOPS: Scale of Prodromal Symptoms; SPI-A: Schizophrenia Prediction Instrument-Adult version; SPI-CY: Schizophrenia Prediction Instrument-Child and Youth version; SPQ: Schizotypal Personality Questionnaire; SSP: Self-Screen Prodrome; UHR: ultra-high risk. Se distinguen aquellos instrumentos y estudios desarrollados a partir del uso exclusivo de síntomas básicos, de aquellos que, en su composición, contienen además criterios de ultra-high risk. (Heinimaa et al., 200388 ) PROD-screen FEPSY-study (Riecher-Rössler et al., 200782 ) GRNS BSIP Mannheim (Maurer et al., 200679 ) Desarrollado a partir de los 10 ítems COPER de la BSABS junto con hallazgos del IRAOS, SIPS, CAARMS y otros Estructura en 2 pasos: - Entrevista de screening con un punto de corte preestablecido (17 ítems) - Listado de síntomas de psicosis incipiente (110 ítems) Escala autoadministrada, de 40 ítems Desarrollada a partir de la BSABS, el FCQ y el SPQ ESI (Mass et al., 200077 ) Síntomas básicos + UHR Hospital Universitario Hamburg-Eppendorf ERIraos Descripción del instrumento y características principales Instrumento, proyecto/estudio (continuación) Criterio/aproximación Tabla 2 Síntomas básicos en la esquizofrenia 117 118 Tabla 3 S. Miret et al. Síntomas básicos incluidos en los criterios de riesgo COPER/COGDIS Síntomas básicos COgnitivo-PERceptuales (COPER) Síntomas básicos COgnitive DISturbances (COGDIS) Interferencia del pensamiento Perseveración del pensamiento Presión del pensamiento Bloqueo del pensamiento Alteración del habla receptiva Capacidad disminuida de la discriminación entre ideas/percepción, fantasías/recuerdos Ideas de referencia inestables Desrealización Alteraciones de la percepción visual (excluyendo hipersensibilidad a la luz o visión borrosa) Alteraciones de la percepción auditiva (excluyendo hipersensibilidad a sonidos) Criterio: Presencia de al menos uno de los 10 síntomas básicos mencionados con una puntuación SPI-A ≥ 3 dentro de los 3 últimos meses y con un inicio ≥ 12 meses Incapacidad de dividir la atención Interferencia del pensamiento Presión del pensamiento Bloqueo del pensamiento Alteración del habla receptiva Alteración del habla expresiva Ideas de referencia inestables Alteraciones del pensamiento abstracto Atracción de la atención por detalles del campo visual Criterio: Presencia de al menos 2 de los 9 síntomas básicos mencionados con una puntuación SPI-A ≥ 3 dentro de los 3 últimos meses SPI-A: Schizophrenia Prediction Instrument-Adult version. del 0,81 (IC 955 0,76-0,85) y una especificidad del 0,67 (IC 95% 0,64-0,70) para los criterios UHR. Cuando se aplican criterios de síntomas básicos, se obtiene una sensibilidad del 0,98 (IC 95% 0,91-1,00) y una especificidad del 0,59 (IC 95% 0,48-0,70), con un valor predictivo positivo del 0,70 y un valor predictivo negativo del 0,96. Estas últimas cifras corresponden al estudio desarrollado por el Cologne Early Recognition Project, a partir de la evaluación de síntomas básicos mediante la Escala de Bonn para la Evaluación de Síntomas Básicos (con un punto de corte determinado por la presencia de al menos uno de los 66 síntomas básicos seleccionados), donde de los 160 individuos susceptibles de estar en la fase prodrómica, un 49,4% desarrollaron esquizofrenia a lo largo de un seguimiento de 9,6 años, mientras que la ausencia de dichos síntomas excluyó el subsiguiente desarrollo del trastorno en un 96% de ellos53,89 . A partir de estos mismos hallazgos y de otros 2 puntos de corte, se delimitaron 2 subsets, que presentan cierto solapamiento, compuestos por los síntomas básicos que mostraron mayor valor predictivo53,54 . Como se muestra en la tabla 3, dichos criterios de riesgo estarían constituidos por: - Criterios de riesgo de síntomas básicos cognitivoperceptuales: consistentes en 10 síntomas básicos, relativos a alteraciones de predominio cognitivo-perceptual, con una sensibilidad del 0,87 y una especificidad del 0,54. Dichos criterios fueron incluidos en el Early Initial Prodromal State del German Research Network Schizophrenia90 . - Criterios de alto riesgo relativos a alteraciones cognitivas, cognitive disturbances: compuesto por los 9 síntomas básicos cognitivos con mayor valor predictivo, que se incluyeron en el European Prediction Of Psychosis Study91 , cuya sensibilidad y especificidad se sitúan entorno a un 0.67 y un 0,83, respectivamente. En cualquier caso, y más allá del debate suscitado acerca de si la delimitación de estos perfiles de riesgo pudiera considerarse o no como una categoría diagnóstica a tener en cuenta en el DSM-5 o en futuras clasificaciones, lo cierto es que la progresión de los estudios más recientes ha ido en la dirección de integrar ambas aproximaciones. Como se representa en la figura 2, la emergencia de los síntomas contemplados por los criterios UHR y la de los propios síntomas básicos convergirían en la fase prodrómica, si bien estos últimos referidos a su fase más temprana. En consecuencia, la tendencia ha sido la de incluir ambos criterios, que comprenderían las 3 condiciones ya mencionadas de los UHR (síntomas psicóticos atenuados, síntomas psicóticos breves intermitentes y riesgo genético junto con deterioro en el funcionamiento psicosocial), a la vez que la de los síntomas básicos y otros ciertos síntomas prodrómicos inespecíficos (unspecified prodromal symptoms). Este constructo permitiría así establecer los criterios que determinarían estados clínicos de alto riesgo para la psicosis (psychosis high-risk state)92 . Aunque las estimaciones epidemiológicas en población general requerirían aún de más investigaciones, un hecho constatable en la población con potencial sintomatología prodrómica es el del incremento de riesgo para padecer una psicosis en un relativo corto período de tiempo, si bien en porcentajes que no suelen ir más allá del 40%; así, dicho riesgo de transición en población con individuos de alto riesgo se situaría, según un reciente metaanálisis, en valores del 17,7% a los 6 meses, del 21,7% al año, del 29,1% a los 2 años y del 35,8% a los 3 años de seguimiento95 . Específicamente, en este mismo metaanálisis se concluye que el riesgo medio de transición a la psicosis establecido a partir de criterios de síntomas básicos se sitúa en un 48,5% (IC 95% 41,9-55,9). De ahí que los estudios que actualmente se mostrarían más prometedores serían aquellos que planteen el uso combinado y refinado de criterios53,67,68 . Así, la presencia simultánea de UHR y alteraciones cognitivas parecería ir asociada a un mayor riesgo de transición a la psicosis, introduciendo un modelo predictivo en 2 estadios de riesgo ---temprano y tardío---67 . En este sentido, los datos reportados Síntomas básicos en la esquizofrenia 119 Gravedad sintomática Síntomas básicos (BS) Síntomas psicóticos atenuados (APS) Riesgo genético+ deterioro funcional Síntomas psicóticos breves intermitentes (BLIPS) Criterios de transición Síntomas posiivos ERIraos SPI-A Síntomas negativos CAARMS BLIPS APS BS EMAR temprano Fase premórbida EMAR tardío Fase prodrómica Primer síntoma (negativo o inespecífico) Psicosis temprana Primer síntoma positivo Figura 2 Modelo de inicio de la psicosis a partir del concepto de «estado de alto riesgo», con los principales criterios para la caracterización de las manifestaciones prodrómicas de la psicosis, entre ellos los síntomas básicos, y los principales instrumentos de evaluación. CAARMS92 : Comprehensive Assessment of At-Risk Mental States; EMAR: estado mental de alto riesgo; ERIraos: Early Recognition Inventory for the Retrospective Assessment of the Onset of Schizophrenia; SPI-A: Schizophrenia Prediction Instrument-Adult version. Adaptada de Fusar-Poli et al.93 (2013) y Rausch et al.94 (2013). más recientemente utilizando la combinación de criterios UHR + alteraciones cognitivas arrojaría un riesgo de conversión a psicosis del 66% a los 48 meses de seguimiento96 . Discusión e investigación futura: ¿los síntomas básicos como marcador de vulnerabilidad para las psicosis? Un primer valor atribuible a los síntomas básicos en la práctica clínica es precisamente el hecho de que el malestar asociado a su experiencia promueva la búsqueda de ayuda terapéutica por parte del sujeto. En este sentido, es evidente que la investigación clínica de estos contribuiría a un mejor conocimiento tanto de sus bases clínicas y fisiopatológicas como terapéuticas y de intervención. Un buen ejemplo de ello lo constituye el conocimiento acumulado en relación con su relevancia durante la fase prodrómica y su potencial valor predictivo. No obstante, y si atendemos a la formulación originaria de los síntomas básicos como «hipotéticamente próximos al substrato neurobiológico», lo cierto es que tras los iniciales estudios que subrayaban el posible papel del sistema límbico junto con un déficit cognitivo dinámico y fundamental atribuible a una alteración en los mecanismos de procesamiento de la información26,40 , la investigación desarrollada en este sentido ha sido, al menos hasta el momento, más bien escasa. Aun así, en la medida en que se han ido integrando y caracterizando mejor los estados de alto riesgo, diferentes correlaciones neurobiológicas han podido constatarse en dichas poblaciones a nivel de neuroimagen estructural y funcional85,92,97 . En un sentido similar han sido desarrollados estudios en los que se han aplicados criterios de síntomas básicos en relación con otros validadores, ya sean de tipo neurofisiológico87,98 , neuroquímico71,72 o neurocognitivo47,86 . Por otro lado, dada la naturaleza esencialmente cognitiva de los síntomas básicos, y análogamente a como se ha establecido para diferentes déficits cognitivos, cabría profundizar en el estudio de su posible utilidad como marcadores de vulnerabilidad del trastorno, así como sobre si podrían constituir un potencial candidato endofenotípico. En este sentido, algunos estudios han sido realizados, tanto en relación con su presentación en familiares de primer grado99---102 como en población general y no psicótica103 . Finalmente, y desde una perspectiva fenomenológica, cabría plantear cómo se extiende la relación de los síntomas básicos con las alteraciones del self, así como su integración en relación con los más recientes modelos explicativos de la enfermedad104,105 . Las futuras investigaciones desarrolladas en esta dirección contribuirán, sin duda, al mejor conocimiento de los aspectos constitutivos del trastorno, así como a una mejoría de las intervenciones. 120 Conflicto de intereses Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. Agradecimientos Al Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental, CIBERSAM. Al Comissionat per a Universitats i Recerca del DIUE de la Generalitat de Catalunya (2014SGR1636). Bibliografía 1. Edwards J, McGorry PD, editores. Implementing early intervention in psychosis. A guide to establishing early psychosis services. London: Martin Dunitz; 2002. 2. Zipursky RB, Schulz SC, editores. The early stages of schizophrenia. 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Por ello, conocer los hábitos dietéticos de las personas con esquizofrenia es siempre relevante y se vuelve imprescindible cuando se pretende iniciar cualquier plan de intervención encaminado a disminuir el riesgo cardiovascular. Estudiamos 74 pacientes con esquizofrenia (23 de ellos mujeres) con un rango de edad entre 18 y 60 años. Todos fueron diagnosticados según criterios CIE-10 por psiquiatras entrenados. Todos los pacientes tenían más de 2 años de historia de enfermedad y estaban psicopatológicamente estables en el momento del estudio. Se recogieron datos sociodemográficos, antropométricos (peso, altura, perímetro abdominal, pulso y tensión arterial) y de consumo de alimentos. El consumo de alimentos se obtuvo de forma retrospectiva utilizando un cuestionario semicuantitativo de alimentación. Todos los sujetos y, siempre que fue posible, sus familiares, fueron entrevistados de manera exhaustiva por una enfermera entrenada (todas las entrevistas fueron realizadas por la misma enfermera que pertenecía al equipo de atención de trastornos mentales graves), que recogía datos de la frecuencia y cantidad de cada comida ingerida durante la semana anterior. La cuantificación se hizo mostrando a los pacientes imágenes con distintas cantidades de cada tipo de comida. La dieta se analizó mediante el programa NUT5 , que permite la conversión de los cuestionarios de frecuencia en consumos absolutos de alimentos o nutrientes, esto último utilizando las tablas españolas de composición de alimentos elaboradas por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas en 1990. La edad media de la muestra fue de 40,38 años (DE = 11,33), significativamente (p = 0,048) más alta en las mujeres (44,36 años; DE = 10,23), que en los varones (38,67 años; DE = 11,44). El promedio de años de evolución de la esquizofrenia fue de 15,5 (DE = 8,32). La tabla 1 muestra los valores de los signos vitales y las medidas antropométricas. El 42,6% de los varones y el 62,8% de las mujeres cumplían criterios de obesidad (p = 0,047). También se puede ver que los valores promedio de la tensión arterial (TA), el índice de masa corporal (IMC) y los parámetros de síndrome metabólico son superiores a los valores considerados como normales por la International Diabetes Federation (IDF)6 . En la tabla 2 se muestra el consumo de los principales nutrientes según el sexo. En la comparación solo se encontró un consumo de colesterol significativamente mayor en varones (p = 0,008) y una diferencia cercana a la significación estadística (p = 0,052) en el consumo de cinc. Comparando los datos obtenidos, con las necesidades dietéticas recomendadas7 , en la muestra global se detecta un consumo inferior al 75% de la cantidad recomendada de: agua, fibra, magnesio, tiamina, ácido fólico, retinol y vitamina D. De forma particular, las mujeres consumen cantidades por debajo de sus necesidades de colesterol, calcio, hierro, sodio y cinc. También se observó un consumo de cantidades superiores a las recomendadas de: proteínas, lípidos, potasio, iodo, niacina y vitamina B12 en la muestra global; y de hierro en los varones. Llama la atención el bajo nivel de ingestión de calorías reportado por los pacientes y familiares. Este dato no concuerda con el estado nutricional de los pacientes y pudiera revelar una tendencia a no informar, intencionadamente o no, de parte de los alimentos ingeridos (alimentos que se ingieren fuera del horario de comidas o fuera del domicilio). Esto supondría un elemento limitante a la hora de introducir cualquier modificación dietética (sobre todo en el caso de que los pacientes y familiares no fueran totalmente conscientes de sus hábitos) e implicaría la necesidad de incluir aspectos de salud física en los programas de intervención ya conocidos que se han mostrado eficaces para el control de otros aspectos de las esquizofrenia8 y de tener en consideración nuevos datos de investigación que permitan una mejor comprensión de los factores clínicos, ambientales y genéticos implicados en el aumento de peso y en los trastornos metabólicos asociados9 . Los resultados deben ser analizados con cautela, ya que el estudio presenta limitaciones: no existe un grupo control que permita comparar los hábitos dietéticos de los pacientes con la población sin enfermedad de la misma zona http://dx.doi.org/10.1016/j.rpsm.2015.08.001 1888-9891/© 2015 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados. 124 CARTA CIENTÍFICA Tabla 1 Constantes vitales y medidas antropométricas de la población estudiada, valores de referencia de la IDF y comparación de medias entre varones y mujeres Varones TA sistólica TA diastólica Frecuencia cardiaca Perímetro abdominal Índice de masa corporal Mujeres Total Valores IDF Media DE Media DE Media DE ≤ 148,70 90,76 87,90 103,09 29,80 25,60 13,34 18,30 13,60 5,30 138 91,1 84,2 98,3 31,2 26,2 13 21,2 14,7 6,3 145,36 90,76 86,80 101,59 30,26 26,14 13,34 26,14 14,08 5,65 130,00 85,00 Comparación V y M t de Student 94 (V)/80 (M) 25,00 1,602 0,319 0,742 1,308 ----0,996 Valor de p 0,114 0,750 0,461 0,195 0,323 DE: desviación estándar; IDF: International Diabetes Federation; M: mujeres; TA: tensión arterial; V: varones. Tabla 2 Consumo diario de nutrientes según sexo, valores de ingesta diaria recomendada y comparación de medias entre varones y mujeres Varones Agua (ml) Calorías Proteínas Lípidos Hidratos de carbono Fibra Colesterol Calcio Hierro Sodio Potasio Iodo Magnesio Cinc Tiamina Riboflavina Niacina Ácido fólico Vitamina B12 Retinol Vitamina C Vitamina D Mujeres Ingesta adecuada Comparación V/M Media DE Media DE V M t de Student Valor de p 1.318,09 1.404,06 70,30 57,92 157,28 11,75 252,04 811,36 11,76 1.201,03 2.923,07 260,00 215,05 7,85 0,81 1,50 23,63 124,36 10,02 358,43 78,90 2,85 1.095,52 556,67 39,66 26,56 71,19 6,16 120,58 488,53 4,96 555,80 2.173,42 0,20 113,13 2,91 0,39 0,83 15,80 80,27 21,88 185,08 64,75 5,86 1.173,81 1.212,92 60,07 50,43 136,20 10,50 173,44 737,46 10,12 1.014,49 2.537,00 190,00 200,43 6,49 0,68 1,23 19,67 114,67 10,02 300,13 73,69 2,68 642,38 361,30 20,46 23,75 34,78 2,83 86,79 355,19 4,37 435,33 1.712,07 0,14 70,84 2,07 0,20 0,50 7,33 52,69 10,33 167,32 44,50 2,67 3.700,0 2.000,0 56,0 30,0 130,0 38,0 300,0 1.000,0 8,0 1.500,0 2.000,0 150,0 375,0 10,0 1,2 1,3 16,0 400,0 2,4 900,0 90,0 5,0 2.700,0 1.800,0 46,0 30,0 130,0 25,0 300,0 1.000,0 18,0 1.500,0 2.000,0 150,0 375,0 10,0 1,1 1,1 14,0 400,0 2,4 700,0 75,0 5,0 0,561 1,472 1,139 1,131 1,315 0,907 2,744 0,636 1,329 1,389 0,734 1,553 0,557 1,976 1,432 1,395 1,118 0,516 0,001 1,259 0,342 0,131 0,577 0,146 0,259 0,262 0,193 0,368 0,008 0,527 0,188 0,169 0,465 0,125 0,579 0,052 0,157 0,167 0,268 0,607 0,999 0,212 0,734 0,896 DE: desviación estándar; M: mujeres; V: varones. geográfica; y se utiliza información retrospectiva que puede estar sesgada por la memoria de los encuestados y su deseo de responder con sinceridad. Como conclusión y, a pesar de las limitaciones, nuestros datos sugieren que: a) los pacientes de la muestra estudiada tienen una ingesta alimentaria poco adecuada, y b) a la luz de la información dietética reportada y de su comparación con los parámetros antropométricos, pudiera existir en esta población una tendencia a infravalorar la cantidad de alimentos ingeridos. Bibliografía 1. Walker ER, McGee RE, Druss BG. Mortality in mental disorders and global disease burden implications: A systematic review and meta-analysis. JAMA Psychiatry. 2015;72:334---41. 2. Arango C, Bobes J, Aranda P, Carmena R, García-García M, Rejas J, CLAMORS Study Collaborative Group. A comparison of schizophrenia outpatients treated with antipsychotics with and without metabolic syndrome: Findings from the CLAMORS study. Schizophr Res. 2008;104:1---12. 3. Brown S, Birtwistle J, Roe L, Thompson C. The unhealthy lifestyle of people with schizophrenia. Psychol Med. 1999;29:697---701. 4. 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Rev Psiquiatr Salud Ment (Barc.). 2016;9(2):126---128 www.elsevier.es/saludmental CARTAS AL DIRECTOR La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad en salud mental. Una cuestión de derechos humanos夽 Convention on the rights of persons with disabilities in mental health. A human rights issue Sr. Director: La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad1 es un tratado sobre derechos humanos en materia política, social y sanitaria, enfocado en la «discapacidad» física, mental, intelectual o sensorial «a largo plazo» que impidan una participación plena en la sociedad. En salud mental esta definición falla al distinguir (y por tanto discriminar), por ejemplo, entre un paciente con esquizofrenia crónica de un episodio psicótico breve. Ambos son cuestiones mentales que inciden en la vida cotidiana. Esta dificultad viola el igual reconocimiento como persona ante la ley2 , pues excluye de la protección legal a pacientes no englobados en la definición. Ciertamente, la ley asegura la igualdad ya que se centra en la participación plena de la persona. Ahora bien, reconociendo que no siempre la persona es autónoma, se estipula que los Estados partes asegurarán «salvaguardias»2 adecuadas y efectivas para evitar abusos. Aunque esto tampoco es definido, la bibliografía3,4 ha adoptado varios enfoques, y en salud mental se ha centrado en la toma de decisiones compartidas, las voluntades anticipadas o la planificación anticipada de decisiones. Dado que se quiere proteger de abusos, el Comité recomendó a España revisar sus leyes sobre la privación de la libertad basada en criterios de discapacidad, autorizaciones de ingresos y tratamientos involuntarios, y que adoptara medidas fundamentadas en el consentimiento informado5 . 夽 Este artículo forma parte del proyecto becado por la Fundació Víctor Grífols i Lucas sobre bioética (2013-2014). Por eso, tendríamos que revisar leyes como el Código Penal (art. 156), que permite la esterilización de personas con discapacidad sin su consentimiento. Aunque deberíamos fomentar políticas sociosanitarias basadas en el consentimiento libre, no siempre las personas tienen la competencia suficiente como para decidir autónomamente. Se presupone la «capacidad jurídica» (ser titular de derechos y obligaciones), pero no todas las personas tienen suficiente «competencia» (aptitudes para realizar actos basados en sus convicciones). Pues bien, creemos que es un error sostener que la competencia mental no es algo objetivo, natural y científico, sino político-social2 . La investigación se centra en un enfoque funcional que estudia procesos cognitivos: razonamiento, comprensión, apreciación y elección6 . Cuando esto falla, resulta difícil la aplicación de un modelo basado en el soporte, teniendo que aplicar la «mejor interpretación de la voluntad»2 (creencias, valores, deseos, etc.) de la persona y no de quien decida en su nombre. Y todo ello fundamentado7 en la nodiscriminación, la igualdad y la dignidad (artículo 3), la protección de la integridad (art. 17), el derecho a la vida (art. 10) y la salud (art. 26), y la habilitación y rehabilitación (art. 27)1 . Así, con estas premisas, sin tener que ser la regla sino la excepción, nuestro ordenamiento jurídico podría respetar la Convención y aplicar ingresos involuntarios o tratamientos ambulatorios involuntarios. En ambos casos, el criterio no sería el de «discapacidad» ni el de «peligrosidad»8 , sino los derechos humanos (salud, rehabilitación, etc.). En el caso del tratamiento ambulatorio involuntario9 , debería estar enfocado a pacientes con enfermedades mentales graves (frecuentemente psicosis), sin conciencia de enfermedad, con múltiples ingresos hospitalarios, abandono terapéutico, deterioro físico y psíquico, y conductas auto- y/o heteroagresivas. Así, su aplicación no se dirige a un colectivo de personas, sino a características clínicas. Su justificación10 la avalarían los artículos 3, 10, 17 y 271 , y la búsqueda de una vida digna, de calidad. Bibliografía 1. Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Convención de los derechos de las personas con discapacidad. 2006 [acceso 6 Jun 2015]. Disponible en: http://www. un.org/esa/socdev/enable/documents/tccconvs.pdf 1888-9891/© 2015 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados. CARTAS AL DIRECTOR 2. Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Observación general n.o 1 (2014) [acceso 6 Jun 2015]. Disponible en: http://www.villaverde.com.ar/es/assets/investigacion/ discapacidad/Comite-ONU/CRPD-og1-castellano.pdf 3. Then S. Evolution and innovation in guardianship laws: Assisted decision-making. SydLawRw. 2013;35:133---66. 4. Pathare S, Shields L. Supported decision-making for persons with mental illness: A review. Public Health Rev. 2012;34:1---40. 5. Committee on the Rights of Persons with Disabilities. Sixth session 19-23 September 2011 [acceso 6 Jun]. Disponible en: http://www.womenenabled.org/pdfs/SPAIN%20CRPD Concluding Observations WWD Highlights.pdf 6. Grisso T, Appelbaum P. Assessing competence to consent to treatment: A guide for physicians and other health professionals. New York: Oxford University Press; 1998. 7. Lolas F. Tendencias y necesidad clínica de los principios éticos. Rev Psiquiatr Salud Ment (Barc). 2015;8:1---2. Re-análisis de la validez de constructo de la escala breve para la evaluación de la capacidad funcional (Sp-UPSA-Brief) de García-Portilla et al. Re-analysis of construct validity of the brief-version of the University of California Performance Skills Assessment (Sp-UPSA-Brief) of García-Portilla et al. Sr. Director: La validación de versiones breves de instrumentos de evaluación en salud mental, implica nuevos retos respecto al proceso de su elaboración y obtención de evidencias de validez. Las versiones breves son importantes aliados para la práctica profesional cuando los recursos y el tiempo para evaluar con un test completo son limitados1 , porque prescinden de ítems redundantes, reducen la fatiga, frustración y aburrimiento de responder repetidamente ítems muy parecidos2 . En ese sentido, consideramos valioso el estudio de García-Portilla et al.3 , porque la evaluación de la capacidad funcional a través de la versión breve del UPSA abre las posibilidades de incorporarlo en la evaluación de programas de intervención. No obstante, creemos que la obtención de evidencias de validez fue realizada omitiendo aspectos metodológicos importantes, lo que pondría en cuestionamiento los cálculos realizados considerando los puntajes de la versión breve y las conclusiones de los autores. En el estudio, para la obtención de evidencias de validez de constructo se correlacionó la versión completa del UPSA con su versión breve (Sp-UPSA y Sp-UPSA-Brief, respectivamente), lo cual tiene coherencia ya que se espera una elevada correlación entre ellas al cuantificar un mismo constructo, pero la Sp-UPSA-Brief tiene ítems en común con Sp-UPSA que incrementan espuriamente la correlación. Para atenuar este efecto, existe un procedimiento que permite 127 8. Large M, Ryan C, Nielssen O, Hayes R. The danger of dangerousness: Why we must remove the dangerousness criterion from our mental health acts. J Med Ethics. 2008;34: 877---81. 9. Ramos S. ¿Hay motivos para defender el tratamiento ambulatorio involuntario? Psiq Biol. 2015 [consultado 7 Ago 2015]. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1016/j.psiq.2015.04.003 10. Szmukler G, Daw R, Callard F. Mental health law and the UN Convention on the Rights of Persons with Disabilities. Int J Law Psychiatry. 2014;37:245---52. Sergio Ramos Pozón Fundació Víctor Grífols i Lucas, Barcelona, España Correo electrónico: ramospozon@hotmail.com http://dx.doi.org/10.1016/j.rpsm.2015.07.002 realizar una corrección por errores correlacionados a fin de lograr una estimación más precisa de tal asociación4,5 . Dicho procedimiento se refleja en la siguiente expresión matemática: = rtb − rtb (1 − rxx ) b t (1) Donde, rtb es la correlación corregida entre la versión completa y breve; rtb , la correlación original entre la versión completa y breve; rxx , la confiabilidad por consistencia interna de la versión breve; b , la desviación estándar (DE) de la versión breve; y t , es la DE de la versión completa. Sin embargo, en el manuscrito no figura la DE de la puntuación total de la versión completa, necesaria para dicho procedimiento. Por este motivo, se calculó la media y DE del puntaje total usando los datos reportados en la validación de la versión completa realizada por García-Portilla et al.6 , lo cual pudo ser realizado debido a que utilizaron la misma muestra para ambos estudios. Específicamente, se consideró una media total (sumatoria de la medias de cada subescala por separado) y a partir de los coeficientes de variación se calculó una DE total de 18,10; 12,78 y 5,90 para los grupos de Pacientes con esquizofrenia, Pacientes con trastorno bipolar y Controles sanos, respectivamente. Los resultados hallados para los 3 grupos se sintetizan en la tabla 1. Los hallazgos indican que al corregir por espuriedad las correlaciones iniciales, se debería reinterpretar los estadísticos y modificar las conclusiones, pues ocurrieron cambios en la magnitud de las correlaciones y en la significación estadística, agregando además que el porcentaje de cambio observado en las correlaciones fue elevado. Cabe mencionar que los coeficientes de confiabilidad ˛ están por debajo del mínimo aceptado como adecuado (> 0,70)7 , lo cual pudo afectar los cálculos considerando el monto de error de medición existente en sus puntajes. Por todo ello, los resultados reportados por GarcíaPortilla et al. con respecto a la validez de constructo del Sp-UPSA-Brief resultan cuestionables debido a la falta de equivalencia empírica entre la versión completa y la versión breve, además, el elevado error de medición que presentan sus puntajes8 . A esto se suma que ambas versiones del Sp-UPSA se usan principalmente en el ámbito clínico, y por 128 Tabla 1 CARTAS AL DIRECTOR Correlación entre versión completa y breve del Sp-UPSA t b rxx Correlaciones no corregidas rtb (IC 95%) Porcentaje de varianza compartida Correlaciones corregidas (IC 95%) rtb Porcentaje de varianza compartida Porcentaje de cambio rtb /rtb Pacientes con esquizofrenia (n = 139) Pacientes con trastorno bipolar (n = 57) 18,10 21,89 0,78 12,78 18,41 0,64 0,93 (0,903-0,950) 86,5 0,92 (0,867-0,952) 84,6 0,90 (0,801-0,951) 81 0,664 (0,559-0,748) 44,1 28,61 0,401 (0,157-0,599) 16,11 56,37 0,128 (−0,237-0,461) 0,016 85,74 ello pueden considerarse como «test de alto riesgo» debido a que proporciona mediciones con consecuencias directas importantes para los examinados, los programas o las instituciones implicadas en la evaluación9 . Del mismo modo, se cuestionaría también el uso del instrumento, incluso para fines de investigación. Finalmente, queda claro que se debería atenuar el impacto de los ítems comunes cuando se investiga la equivalencia entre versiones breves y completas de un instrumento de evaluación, ya que de ese modo se cumple el primer paso para validar un instrumento breve antes de correlaciones con otros criterios relevantes, y se utilice para dar conclusiones robustas respecto al constructo evaluado. Bibliografía 1. Gosling S, Rentfrow P, Swann W. A very brief measure of the BigFive personality domains. J Res Pers. 2003;37:504---28. 2. Robins R, Hendin H, Trzeaniewski K. Measuring global selfesteem: Construct validation of a single-item measure and the Rosenberg Self-Esteem Scale. Pers Soc Psychol B. 2001;27:151---61. 3. García-Portilla MP, Gomar J, Bobes-Bascaran MT, MenéndezMiranda I, Saiz PA, Muñiz J, et al. Desarrollo de la versión española de la Escala Breve para la Evaluación de la Capacidad Funcional [Sp-UPSA-Brief] para pacientes con esquizofrenia y trastorno bipolar. Rev Psiquiatr Salud Ment. 2014;7:113---20. 4. Levy P. The correction for spurious correlation in the evaluation of short-form tests. J Clin Psychol. 1967;23:84---6. Controles sanos (n = 31) 5,90 8,13 0,44 5. Merino C, Angulo M. Validación de la escala de sobrecarga del cuidador de Zarit en sus versiones original y abreviada: corrección. Rev Med Chile. 2013;141:1083---4. 6. García-Portilla MP, Gomar J, Bobes-Bascaran MT, MenéndezMiranda I, Saiz PA, Muñiz J, et al. Validation of a European Spanish-version of the University of California performance Skills Assessment (Sp-UPSA) in patients with schizophrenia and bipolar disorder. Schizoph Res. 2013;150:421---6. 7. Merino C, Navarro J, García W. Revisión de la consistencia interna del Inventario de Inteligencia Emcional de Bar-On, EQ-I: YV. Revista Peruana de Psicología y Trabajo Social. 2014;3:141---54. 8. Dominguez S, Merino C. Una versión breve del Cognitive Emotional Regulation Questionnarie: Análisis estructural del CERQ-18 en estudiantes universitarios limeños. Revista Peruana de Psicología y Trabajo Social. 2015;4:25---36. 9. American Educational Research Association, American Psychological Association, National Council on Measurement in Education [AERA/APA/NCME]. Standards for educational and psychological testing. Washington, DC: American Psychological Association; 1999. Sergio Alexis Dominguez Lara ∗ , César Merino Soto y Jhonatan S. Navarro Loli Instituto de Investigación de Psicología, Universidad de San Martín de Porres, Lima, Perú ∗ Autor para correspondencia. Correo electrónico: sdominguezmpcs@gmail.com (S.A. Dominguez Lara). http://dx.doi.org/10.1016/j.rpsm.2015.11.001 Rev Psiquiatr Salud Ment (Barc.) 2016;9(2):129 www.elsevier.es/saludmental AGENDA 2016 5th Biennial Schizophrenia International Research Society Conference (SIRS 2016). Debates en Psiquiatría. Oviedo, 3-4 de junio Florencia (Italia), 2-6 de abril http://www.schizophreniaconference.org/ VI Encuentros en Psiquiatría. Sevilla, 8-9 de abril http://www.encuentrosenpsiquiatria.com/ XII Curso PostAPA. Barcelona, 14 de junio http://www.postapa.es/ XVIII Jornadas Nacional de Patología Dual. XII Curso PostAPA. Madrid, 14-16 de abril http://www.patologia-dual.com/ Madrid, 16 de junio http://www.postapa.es/ 169th Annual Meeting APA. Atlanta (Estados Unidos)14-18 de mayo 24th EFPT (European Federation of Psychiatric Trainees) Forum. 22 Congreso Mundial de Psiquiatría Social. Amberes, 2-6 de julio http://efpt.eu/antwerp2016/ Ulm-Alemania, 23-26 de mayo XI Congreso Nacional de Trastornos de la Personalidad (SEETP). 18th Conferencia Anual de la Sociedad Internacional para los Trastornos Bipolares (ISBD). Madrid-Toledo, 26-28 de mayo http://www.geyseco.es/trastornos/index.php?go=inicio Amsterdam, 13-16 de julio http://www.isbd2016.com/ doi:10.1016/j.rpsm.2016.03.003 Revista de Psiquiatría y Salud Mental INFORMACIÓN PARA LOS AUTORES NORMAS DE PUBLICACIÓN SECCIONES DE LA REVISTA R EVISTA DE PSIQUIATRÍA Y SALUD M ENTAL (RPSM), órgano de expresión de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) y de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB), es una publicación orientada al estudio de las enfermedades mentales, sus procesos patológicos y sus consecuencias psicosociales, y tiene como finalidad difundir los avances científicos en todos los campos relacio nados con la enfermedad y la salud mental. Se publi carán trabajos inéditos sobre la psiquiatría y salud mental y su repercusión médica, social y de comportamiento. Por tal motivo, se da cabida en la Revista a trabajos procedentes del ámbito biológico, clínico y psicosocial. La Revista se adhiere a las normas del Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas (http://www.icmje.org), por lo que los manuscritos deben elaborarse siguiendo sus recomendaciones. Todas las contribuciones originales, además de las que considere el Comité Editorial, serán evaluadas antes de ser aceptadas por revisión externa y anónima por pares (peer review). El envío de un artículo a R EVISTA DE PSIQUIATRÍA Y SALUD M ENTAL implica que es original y que no ha sido previamente publicado ni está siendo evaluado para su publicación en otra revista. No se aceptará material previamente publicado. Los autores son responsables de obtener los oportunos permisos para reproducir parcialmente material (texto, tablas o figuras). Originales. Trabajos de investigación que aportan nuevos resultados en las áreas de interés de la Revista. Los manuscritos deberán estructurarse en los apartados: Introducción, Material y métodos, Resultados, Discusión y Bibliografía. La extensión recomendada es de 3.000-3.500 palabras (sin incluir resumen, tablas, figuras y bibliografía), que equivale a unas 12 páginas DIN A4 a doble espacio, con tipo de letra Arial de tamaño 12. Se incluirá un máximo de 6 tablas y figuras (esquemas, gráficos o imágenes). También se recomienda limitar el número de referencias bibliográficas (en lo posible, a un máximo de 40 citas). Los originales deberán acompañarse de un resumen de un máximo de 250 palabras estructurado en los apartados: Introducción, Material y métodos, Resultados y Conclusiones. Para la publicación de ensayos clínicos controlados se recomienda seguir los criterios CONSORT, disponibles en: http://www.consort-state-ment.org Autoría. En la lista de autores deben figurar únicamente aquellas personas que cumplan cada uno de los siguientes requisitos: 1. Haber participado en la concepción y realización del trabajo que ha dado como resultado el artículo en cuestión. 2. Haber participado en la redacción del texto y en sus po sibles revisiones. 3. Haber aprobado la versión que finalmente será publicada. Conflicto de intereses. Los autores deben describir cualquier relación financiera o personal que pudiera dar lugar a un conflicto de intereses en relación con el artículo publicado. Incluso si los autores consideran que no los hay, deberán indicarlo. Responsabilidades éticas. Cuando se describen experimentos que se han realizado en seres humanos se debe indicar si los procedimientos seguidos se conformaban con las normas éticas del comité de experimentación humana responsable (institucional o regional) y con la Asociación Médica Mundial y la Declaración de Helsinki (http://www. wma.net/s/ethicsunit/helsinki.htm). No se deben utilizar nombres, iniciales o números de hospital, sobre todo en las figuras. Cuando se describen experimentos en animales, se debe indicar si se han seguido las pautas de una institución o consejo de investigación internacional, o una ley nacional reguladora del cuidado y la utilización de animales de laboratorio. Consentimiento informado. Los autores deben mencionar en la sección de métodos que los procedimientos utilizados en los pacientes y controles se han realizado tras la obtención del consentimiento informado. Si se reproducen fotografías o datos de pacientes, los autores son responsables de la obtención del consentimiento por escrito, autorizando su publicación, reproducción y divulgación en soporte papel e Internet. ENVÍO DE MANUSCRITOS Los manuscritos deben remitirse a través de la siguiente dirección web: http://ees.elsevier.com/rpsm. Los autores pueden ponerse en contacto con la secretaría técnica de la Revista a través de correo electrónico: repsiquiatria@elsevier.com Originales breves. Trabajos de investigación que por sus características especiales pueden publicarse de forma abreviada. Su extensión no superará las 1.500 palabras, más 2 figuras y/o tablas y un máximo de 15 referencias bibliográficas. Se aportará un resumen estructurado (máximo de 250 palabras). Revisiones. Puestas al día de un problema de relevancia biológica, clínica o psicosocial mediante la aportación de la necesaria bibliografía para este cometido. Si bien los trabajos de revisión serán preferiblemente encomendados por los Editores de la Revista, cabe la posibilidad de su espontánea aportación. La extensión recomendada es la misma que para los artículos originales. El resumen no estructurado de los trabajos de esta sección deberá ser lo más escueto posible (de unas 150 palabras), pero fluido en su lectura y concluyente del tema en cuestión. No obstante, con el fin de evitar esfuerzos innecesarios, conviene llegar a un acuerdo previamente sobre el tema y la extensión del manuscrito con los Editores. Cartas. La sección se divide en “Cartas científicas”, trabajos que contienen nuevos estudios que pueden exponerse de forma abreviada, y “Cartas al Editor”, donde los lectores pueden expresar su opinión argumentada, conforme o disconforme, de una publicación reciente, así como sobre un tema que consideren importante comentar por su actualidad. Con esta sección se pretende fomentar y estimular el coloquio y la discusión entre los profesionales lectores de la Revista. Las aportaciones deben ser precisas y convenientemente argumentadas, preferentemente con citas bibliográficas en un número no superior a 10. La extensión de la carta no sobrepasará las 750 palabras, y se dará preferencia para la publicación a las más concisas y de mayor brevedad y claridad. La Revista se reserva el derecho de acortar el texto de la carta, ya sea por haber sobrepasado la extensión establecida o por reiteraciones que afectan a la fluidez de su lectura. Editoriales. Esta sección es habitualmente por encargo. Sin embargo, el comité editorial puede considerar para publicación y someter al proceso de revisión trabajos no solicitados, para lo que conviene establecer un previo acuerdo. PREPARACIÓN DE LOS MANUSCRITOS Todos los manuscritos se adecuarán a las normas de publicación. El manuscrito se escribirá en castellano y/o inglés Cuando un artículo enviado en inglés sea aceptado para su publicación, los autores hispanohablantes deberán enviar también la versión en castellano después de la aceptación. El artículo se presentará a doble espacio, con márgenes de 2,5 cm y páginas numeradas, de acuerdo con el siguiente orden: Normas de publicación. / Revista de Psiquiatría y Salud Mental Primera página. Contiene el título del trabajo, nombre completo y uno o los dos apellidos de los autores, así como el centro de trabajo de cada uno y la población en que se halla cada centro. También corresponde aquí escribir la dirección completa del autor al que se dirigirá la correspondencia, incluyendo teléfono, fax y correo electrónico. Esta página se adjuntará separada del resto del artículo en la web (http://ees.elsevier.com/rpsm). Resumen. Se elaborará según la sección a la que pertenece el trabajo (léase secciones de la revista). Al final de éste se escribirán no más de 5 palabras clave (utilizando los términos del Medical Subject Headings (MeSH) de Index Medicus). Se añadirá la versión en lengua inglesa del resumen, así como del título del trabajo y las palabras clave. Debido a su importancia para alcanzar la mayor difusión de las publicaciones, conviene que la versión inglesa del resumen presente la mayor claridad y calidad posible, por lo que se recomienda una revisión de estilo por parte de un nativo, preferentemente un profesional del campo del artículo. Texto. De estructura y extensión según la sección del trabajo. Las citas bibliográficas se señalarán numéricamente, en superíndice, en el orden de su aparición en el texto. Bibliografía. Las referencias bibliográficas se citan en secuencia numérica, en formato superíndice, de acuerdo con su orden de aparición en el texto. La bibliografía se remitirá como texto estándar, nunca como notas al pie. No se deben incluir citas difícilmente asequibles o verificables, como resúmenes de congresos o comunicaciones personales. Los autores son responsables de la exactitud y adecuada presentación de las referencias bibliográficas, que seguirán el estilo recomendado por el Comité Internacional de Editores de Revistas Biomédicas, que se puede consultar en: http://www.nlm.nih.gov/bsd/uniform_requirements.html Lista de todos los autores. Si el número de autores es superior a seis, se incluirán los seis primeros, añadiendo la partícula latina “et al”. Por ejemplo: 7. Galache Osuna JG, Moreno Ambroj C, Sánchez-Rubio Lezcano J, Calvo Cebollero I, Portolés Ocampo A, Aured Guayar C, et al. Evolución a corto y medio plazo del infarto agudo de miocardio transmural en mujeres ancianas. ¿Son tratadas correctamente? Rev Esp Geriatr Gerontol. 2007;42:142-8. Capítulo en libro. Autores, título del capítulo, editores, título del libro, ciudad, editorial, año y páginas. Por ejemplo: 32. Martínez-Murillo R, Rodrigo J. The localization of cholinergenic neurons and markers in the CNS. En: Stone TW, editor. CNS neurotransmitters and neuromodulators: Acetylcholine. Londres: CRC Press; 1995. p. 1-37. Libro. Autores, título del libro, ciudad, editorial y año. Por ejemplo: 5. Gálvez Vargas R, Delgado Rodríguez M, Guillén Solvas JF. Concepto, importancia y futuro de la infección hospitalaria. Granada: Universidad de Granada; 1993. Material electrónico. Artículo de revista en formato electrónico. Por ejemplo: 3. Morse SS. Factors in the emergence of infectious diseases. Emerg Infect Dis. [revista electrónica] 1995 Jan-Mar [accedido 05 Jun 1996]. Disponible en: www.cdc.gov/nci-dod/EID/eid.htm Agradecimientos. Podrán ser expresados a personas o entidades que hayan ayudado a la realización del trabajo. En su caso, de acuerdo con los criterios del Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas, se mencionarán las personas y el tipo de ayuda aportada, así como las entidades o instituciones que hayan financiado o suministrado materiales. En caso de proyectos de investigación financiados es suficiente mencionar el código de registro y la entidad, institución o fundación que lo apoya económicamente. Tablas. Se numerarán con números arábigos, de acuerdo con su orden de aparición en el texto. Cada tabla se escribirá en una hoja aparte, al final del texto. Incluyen un título en la parte superior y en la parte inferior se describen las abreviaturas empleadas por orden alfabético. El contenido es autoexplicativo y l os datos que incluyen no figuran en el texto ni en las figuras. Figuras (gráficos, esquemas o imágenes). No se aceptarán las imágenes fotográficas o microscópicas de calidad insatisfactoria o de insuficiente valor demostrativo. Es recomendable utilizar los formatos jpg o tiff, de resolución no inferior a 300 puntos por pulgada (dpi). El tamaño ha de ser también de 9 × 12 cm. No se aceptará cualquier tipo de material iconográfico presentado en color. Las figuras se numerarán con números arábigos, de acuerdo con su orden de aparición en el texto. Las leyendas de las figuras se incluirán en hoja apar te al final del manuscrito, identificadas con números arábigos. Deben identificarse las abreviaturas empleadas por orden alfabético. Las fotografías de personas deben realizarse de manera que no sean identificables o se adjuntará el consentimiento de su uso por parte de la persona fotografiada. PROCESO EDITORIAL La recepción del manuscrito será inmediatamente confirmada por la Revista. Tras su valoración por parte de los Editores, el trabajo será evaluado por expertos independientes. El resultado final conducirá a la aceptación del manuscrito, a la devolución para introducir correcciones para la reelaboración del trabajo o al rechazo de su publicación en la Revista. Excepto en el primer caso, las otras decisiones serán comunicadas al autor convenientemente argumentadas. Antes de la publicación del artículo, el autor indicado para la correspondencia en la primera página del manuscrito recibirá una prueba de composición del artículo. El autor deberá responder en 48 horas dando su visto bueno para la impresión o indicando las correcciones necesarias, si fuera preciso. Las correcciones deben limitarse a los errores de imprenta, nunca serán adiciones o cambios del original. PRESENTACIÓN Y ENVÍO DE NUEVAS VERSIONES El envío de las nuevas versiones de los manuscritos se realizará igualmente a través del Elsevier Editorial System (EES) por medio de la página web de la revista (http:// ees.elsevier.com/rpsm). Cuando prepare una versión revisada de su manuscrito, es esencial que siga atentamente las instrucciones dadas en la carta del editor, ya que el no hacerlo ocasionará un retraso en la revisión de su manuscrito. Proceso Deberá presentar una versión en limpio del manuscrito con las correcciones introducidas (sin anotaciones) y una “versión marcada” (herramienta de “insertar comentario” de Microsoft Word), con notas al margen indicando si la corrección la ha solicitado el editor o el revisor, en cada uno de los apartados donde se hayan realizado cambios en el manuscrito. Las modificaciones efectuadas en el artículo se harán constar, además, en el apartado de “respuesta a los revisores” del sistema electrónico. Para ello, le rogamos que nos envíe una carta detallando, punto por punto, a las indicaciones de los revisores. MATERIAL ADICIONAL EN LA WEB Revista de Psiquiatría y Salud Mental acepta el envío de material electrónico adicional (componentes electrónicos) para apoyar y mejorar la presentación de su investigación científica. Para asegurar que su material tiene el formato apropiado recomendamos los siguientes: Formato Extensión Detalles Documentos PDF .pdf Tamaño máximo 10 MB Imagen JPG .jpg Tamaño máximo 10 MB Audio MP3 Vídeo MPG .mp3 .mpg Tamaño máximo 10 MB Tamaño máximo 50 MB Los autores deberán someter el material en formato electrónico a través del EES como archivo suplementario junto con el artículo, y facilitar un título conciso y descriptivo para cada archivo. Del mismo modo, este tipo de material debe cumplir también con todos los requisitos y responsabilidades éticas generales descritas en estas normas. El Comité Editorial se reserva el derecho de rechazar el material electrónico que no juzgue apropiado. La forma más rápida de enviar sus artículos a Revista de Psiquiatría y Salud Mental Con EES los autores pueden ISSN: 1888-9891 Revista de Psiquiatría y Salud Mental Órgano Oficial de la Sociedad Española de Psiquiatría y de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica Volumen 8, Número 2. Dignificando una terapia electroconvulsiva basada en la evidencia ORIGINALES Los costos y consumo de recursos sanitarios asociados a episodios maníacos en la práctica clínica diaria: el estudio MANACOR Desarrollo profesional en investigación traslacional en neurociencias y salud mental: educación y formación dentro del Centro de Investigación Biomédica en Red en Salud Mental Utilidad clínica e implicaciones económicas de la terapia electroconvulsiva de continuación/mantenimiento en un hospital público del Sistema Nacional de Salud español: serie de casos Eficacia de un programa de intervención familiar en la prevención de hospitalización en pacientes esquizofrénicos. Un estudio multicéntrico, controlado y aleatorizado en España ORIGINAL BREVE \ Variables reproductivas y uso de consulta ginecológica en pacientes con trastorno delirante ARTÍCULO ESPECIAL Efectos de los inductores antiepilépticos en la neuropsicofarmacología: una cuestión ignorada. Parte I: Resumen para los clínicos de la situación actual AGENDA Factor de impacto 2013: 1.044 www.elsevier.es/saludmental 1 Enviar sus manuscritos online, desde cualquier lugar del mundo, las 24 horas. 2 Seguir su progreso durante la revisión por pares, hasta la aceptación y posterior publicación. 3 Realizar modificaciones, gestionar las diferentes versiones de los manuscritos y recibir comunicados de los editores. Abril-Junio 2015 EDITORIAL Indexada en Index Medicus/Medline, SSCI/JCR (Social Science Citation Index / Journal of Citation Reports) Los revisores y los editores ganan en agilidad 1 En la revisión y seguimiento online de los manuscritos. 2 En el envío y la automatización de tareas. 3 En el acceso a las grandes bases de datos de investigación biomédica que facilitan su trabajo: Acceso directo a Medline Envíe y controle el estado de sus manuscritos a través de Internet con Elsevier Editorial System (EES). Fiable y Eficaz + 30 días de acceso libre a Scopus y ScienceDirect al aceptar una invitación. Para enviar sus manuscritos a Revista de Psiquiatría y Salud Mental acceda a http://ees.elsevier.com/rpsm FICHA TÉCNICA O RESUMEN DE LAS CARACTERÍSTICAS DEL PRODUCTO 1. NOMBRE DEL MEDICAMENTO. Nemea 200 mg comprimidos. 1HPHDSXHGHSURGXFLUDJUDQXORFLWRVLV6XXVRGHEHOLPLWDUVHDSDFLHQWHVFRQHVTXL]RIUHQLDTXHQR UHVSRQGDQRQRWROHUHQHOWUDWDPLHQWRFRQDQWLSVLFyWLFRVRFRQSVLFRVLVHQHQIHUPHGDGGH3DUNLQVRQ FXDQGR KD\DQ IDOODGR RWURV WUDWDPLHQWRV YHU TXH LQLFLDOPHQWH SUHVHQWHQ YDORUHV QRUPDOHV GH OHXFRFLWRV UHFXHQWR OHXFRFLWDULR PP [9/ \ UHFXHQWR DEVROXWR GH QHXWUy¿ORV mm[9/\DORVTXHVHOHVSXHGDUHDOL]DUUHJXODUPHQWHUHFXHQWRVOHXFRFLWDULRV\UHFXHQWRV DEVROXWRVGHQHXWUy¿ORVFRPRVHLQGLFDDFRQWLQXDFLyQVHPDQDOPHQWHGXUDQWHODVSULPHUDVVHPDQDVGHWUDWDPLHQWR\DOPHQRVXQDYH]FDGDVHPDQDVGXUDQWHHOWLHPSRTXHFRQWLQ~HHOWUDWDPLHQWR /RVFRQWUROHVKDQGHFRQWLQXDUGXUDQWHWRGRHOWUDWDPLHQWR\GXUDQWHVHPDQDVWUDVODLQWHUUXSFLyQ completa del mismo. Los médicos prescriptores deben cumplir con todas las medidas de seguridad HVWDEOHFLGDV(QFDGDYLVLWDGHEHUHFRUGDUVHDOSDFLHQWHHQWUDWDPLHQWRFRQ1HPHDTXHFRQWDFWHFRQ VXPpGLFRGHLQPHGLDWRVLHPSLH]DDGHVDUUROODUFXDOTXLHUWLSRGHLQIHFFLyQ'HEHSUHVWDUVHHVSHFLDO DWHQFLyQDVtQWRPDVGHWLSRJULSDOWDOHVFRPR¿HEUHRGRORUGHJDUJDQWD\DFXDOTXLHUHYLGHQFLDGHLQIHFFLyQTXHSXHGDVHULQGLFDWLYDGHQHXWURSHQLD1HPHDGHEHGLVSHQVDUVHEDMRHVWULFWRFRQWUROPpGLFR GH DFXHUGR FRQ ODV UHFRPHQGDFLRQHV R¿FLDOHV Miocarditis (O XVR GH &OR]DSLQD HVWi DVRFLDGR FRQ XQDXPHQWRGHOULHVJRGHPLRFDUGLWLVTXHHQFDVRVUDURVKDWHQLGRXQGHVHQODFHIDWDO(ODXPHQWR GHOULHVJRGHPLRFDUGLWLVHVPD\RUGXUDQWHORVSULPHURVPHVHVGHWUDWDPLHQWR5DUDPHQWHWDPELpQ VHKDQFRPXQLFDGRFDVRVIDWDOHVGHFDUGLRPLRSDWtD'HEHVRVSHFKDUVHODDSDULFLyQGHPLRFDUGLWLVR FDUGLRPLRSDWtD HQ SDFLHQWHV TXH H[SHULPHQWDQ WDTXLFDUGLD SHUVLVWHQWH HQ UHSRVR HVSHFLDOPHQWH HQ ORV SULPHURV GRV PHVHV GH WUDWDPLHQWR \R SDOSLWDFLRQHV DUULWPLDV GRORU WRUiFLFR \ RWURV VLJQRV \ VtQWRPDVGHLQVX¿FLHQFLDFDUGtDFDSHMIDWLJDVLQFDXVDDSDUHQWHGLVQHDWDTXLSQHDRVtQWRPDVVLPLODUHVDORVGHLQIDUWRGHPLRFDUGLR6LVHVRVSHFKDODDSDULFLyQGHPLRFDUGLWLVRFDUGLRPLRSDWtDHO WUDWDPLHQWRFRQ1HPHDGHEHLQWHUUXPSLUVHUiSLGDPHQWH\UHPLWLUDOSDFLHQWHLQPHGLDWDPHQWHDOFDUGLyORJR/RVSDFLHQWHVTXHSUHVHQWHQPLRFDUGLWLVRFDUGLRPLRSDWtDLQGXFLGDVSRU&OR]DSLQDQRGHEHQVHU UHH[SXHVWRVDOIiUPDFR &20326,&,Ï1 &8$/,7$7,9$ < &8$17,7$7,9$ Cada comprimido de Nemea 200 mg contiene 200 mg de Clozapina. Excipientes: Cada comprimido de Nemea 200 mg contiene 259,52 mg de lactosa monohidrato. Para consultar la lista completa de excipientes, ver sección 6.1. )250$)$50$&e87,&$ Comprimido. Los comprimidos de Nemea 200 mg son comprimidos amarillos, ovalados, con marca “200” en un lado y ranura en el otro lado. '$726&/Ë1,&26,QGLFDFLRQHVWHUDSpXWLFDV Nemea está indicado en pacientes esquizofrénicos resistentes a tratamiento y en pacientes esquizofrénicos que presenten reacciones adversas neurológicas graves y no tratables FRQRWURVIiUPDFRVDQWLSVLFyWLFRVLQFOX\HQGRORVDQWLSVLFyWLFRVDWtSLFRV/DUHVLVWHQFLDDOWUDWDPLHQWRVHGH¿QHFRPR la ausencia de mejoría clínica satisfactoria a pesar de haber utilizado como mínimo dos tratamientos diferentes con antipsicóticos, incluyendo un antipsicótico atípico, a las dosis adecuadas y durante el tiempo adecuado. Nemea está también indicado en trastornos psicóticos que aparecen en el curso de la enfermedad de Parkinson, en los casos en los que haya fallado el tratamiento estándar. 3RVRORJtD\IRUPDGHDGPLQLVWUDFLyQ La dosis debe ajustarse LQGLYLGXDOPHQWH3DUDFDGDSDFLHQWHGHEHXWLOL]DUVHODGRVLVPtQLPDH¿FD]3DUDGRVLVQRIDFWLEOHVFRQHVWDSUHVHQtación, existen otras presentaciones disponibles de este medicamento. El inicio del tratamiento con Nemea se restrinJLUiDDTXHOORVSDFLHQWHVFRQUHFXHQWROHXFRFLWDULRPP[9/\XQUHFXHQWRDEVROXWRGHQHXWUy¿ORV PP (2,0x109/GHQWURGHORVOtPLWHVQRUPDOHVHVWDQGDUL]DGRV'HEHUiDMXVWDUVHODGRVLVHQSDFLHQWHVTXH reciban simultáneamente fármacos que presentan interacciones farmacodinámicas y farmacocinéticas con Nemea, tales como benzodiazepinas o inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ver sección 4.5 Interacción con RWURVPHGLFDPHQWRV\RWUDVIRUPDVGHLQWHUDFFLyQ6HUHFRPLHQGDQODVGRVLVVLJXLHQWHV3DFLHQWHVHVTXL]RIUpQLcos resistentes al tratamiento. Inicio del tratamiento. 12,5 mg una o dos veces el primer día, seguido de uno o GRVFRPSULPLGRVGHPJHOVHJXQGRGtD6LVHWROHUDELHQODGRVLVGLDULDSXHGHHQWRQFHVDXPHQWDUVHOHQWDPHQWH HQLQFUHPHQWRVGHPJDPJFRQHO¿QGHDOFDQ]DUXQDGRVLVGHKDVWDPJGtDHQyVHPDQDV$FRQWLnuación, si es necesario, la dosis diaria puede aumentarse en incrementos de 50 mg a 100 mg cada media semana o preferiblemente a intervalos semanales. 8VRHQSDFLHQWHVGHHGDGDYDQ]DGD6HUHFRPLHQGDLQLFLDUHOWUDWDPLHQWRDXQDGRVLVSDUWLFXODUPHQWHEDMDPJDGPLQLVWUDGRVHQXQDVRODWRPDHOSULPHUGtD\UHVWULQJLUORVSRVWHULRUHV LQFUHPHQWRVGHGRVLVDPJGtDUso en niños.1RVHKDHVWDEOHFLGRODVHJXULGDGQLODH¿FDFLDGH1HPHDHQQLxRV PHQRUHVGHDxRV1RGHEHXWLOL]DUVHHQHVWHJUXSRGHHGDGKDVWDTXHVHGLVSRQJDGHPiVGDWRVRango de dosis terapéutico. (QODPD\RUtDGHORVSDFLHQWHVSXHGHHVSHUDUVHH¿FDFLDDQWLSVLFyWLFDFRQXQDGRVLVGHD PJGtDDGPLQLVWUDGRVHQWRPDVGLYLGLGDV/DGRVLVWRWDOGLDULDSXHGHVHUIUDFFLRQDGDGHIRUPDQRXQLIRUPHDGministrándose la dosis mayor al acostarse. Para la dosis de mantenimiento, ver más adelante. 'RVLVPi[LPD Para REWHQHUHOEHQH¿FLRWHUDSpXWLFRySWLPRDOJXQRVSDFLHQWHVSXHGHQQHFHVLWDUGRVLVVXSHULRUHVHQHVWRVFDVRVVRQ SHUPLVLEOHVDXPHQWRVSUXGHQFLDOHVHVGHFLUVLQH[FHGHUORVPJKDVWDXQDGRVLVPi[LPDGHPJGtD'HEH WHQHUVHHQFXHQWDTXHDGRVLVVXSHULRUHVDPJGtDDXPHQWDODSRVLELOLGDGGHTXHDSDUH]FDQUHDFFLRQHVDGYHUVDVHQSDUWLFXODUFRQYXOVLRQHVDosis de mantenimiento.'HVSXpVGHDOFDQ]DUHOEHQH¿FLRWHUDSpXWLFRPi[LPR muchos pacientes pueden mantenerse de modo efectivo con dosis inferiores. Por tanto, se recomienda un ajuste GHVFHQGHQWHFDXWHORVR(OWUDWDPLHQWRGHEHUiPDQWHQHUVHFRPRPtQLPRPHVHV6LODGRVLVGLDULDQRH[FHGHGH 200 mg, puede ser factible una única administración por la noche. )LQDOL]DFLyQGHOWUDWDPLHQWR En caso de haber GHFLGLGR¿QDOL]DUHOWUDWDPLHQWRFRQ1HPHDVHUHFRPLHQGDXQDUHGXFFLyQJUDGXDOGHODGRVLVGXUDQWHXQSHULRGRGH DVHPDQDV6LHVQHFHVDULDXQDLQWHUUXSFLyQEUXVFDVHGHEHUiYLJLODUHVWUHFKDPHQWHDOSDFLHQWHHQUHODFLyQDOD DSDULFLyQGHUHDFFLRQHVSRUUHWLUDGDYHUVHFFLyQ$GYHUWHQFLDV\3UHFDXFLRQHVHVSHFLDOHVGHHPSOHRReinicio del tratamiento. En pacientes en los que el intervalo desde la última dosis de Nemea exceda de 2 días, debe reiniFLDUVHHOWUDWDPLHQWRFRQPJDGPLQLVWUDGRVXQDRGRVYHFHVHOSULPHUGtD6LHVWDGRVLVHVELHQWROHUDGDHV SRVLEOH DMXVWDU OD GRVLV DO QLYHO WHUDSpXWLFR PiV UiSLGDPHQWH TXH OR UHFRPHQGDGR SDUD HO WUDWDPLHQWR LQLFLDO 6LQ embargo, en aquellos pacientes que hubieran experimentado previamente un paro respiratorio o cardíaco con la GRVL¿FDFLyQLQLFLDOYHUVHFFLyQ$GYHUWHQFLDV\3UHFDXFLRQHVHVSHFLDOHVGHHPSOHRSHURTXHGHVSXpVIXHURQ GRVL¿FDGRV FRQ p[LWR KDVWD XQD GRVLV WHUDSpXWLFD HO UHDMXVWH GH GRVLV GHEH UHDOL]DUVH FRQ H[WUHPD SUHFDXFLyQ &DPELRGHXQWUDWDPLHQWRDQWLSVLFyWLFRSUHYLRD1HPHD En general, se recomienda que Nemea no se utilice en combinación con otros antipsicóticos. Cuando el tratamiento con Nemea va a instaurarse en un paciente que recibe terapia antipsicótica oral, se recomienda retirar primero este tratamiento mediante reducción progresiva de la dosis. 7UDVWRUQRVSVLFyWLFRVTXHDSDUHFHQHQHOFXUVRGHODHQIHUPHGDGGH3DUNLQVRQHQORVFDVRVHQORVTXHKD\D IDOODGRHOWUDWDPLHQWRHVWiQGDU/DGRVLVLQLFLDOQRGHEHVXSHUDUORVPJGtDWRPDGRVSRUODQRFKH3RVWHULRUmente, la dosis se aumentará en incrementos de 12,5 mg, con un máximo de dos incrementos a la semana hasta un Pi[LPRGHPJGRVLVTXHQRGHEHDOFDQ]DUVHKDVWDHO¿QDOGHODVHJXQGDVHPDQD/DFDQWLGDGGLDULDWRWDOGHEHUiWRPDUVHHQXQD~QLFDGRVLVSUHIHULEOHPHQWHSRUODQRFKH/DGRVLVPHGLDHIHFWLYDVHHQFXHQWUDHQWUHPJ\ PJGtD(QFDVRGHTXHHOWUDWDPLHQWRGXUDQWHDOPHQRVXQDVHPDQDFRQXQDGRVLVGHPJQRSURSRUFLRQDUDXQD UHVSXHVWDWHUDSpXWLFDVDWLVIDFWRULDODGRVLVSXHGHDXPHQWDUVHFRQFXLGDGRPHGLDQWHLQFUHPHQWRVGHPJVHPDQD /D GRVLV GH PJGtD VyOR GHEHUi VREUHSDVDUVH HQ FDVRV H[FHSFLRQDOHV \ QXQFD GHEH H[FHGHUVH OD GRVLV Pi[LPDGHPJGtD6LDSDUHFHKLSRWHQVLyQRUWRVWiWLFDVHGDFLyQLQWHQVDRFRQIXVLyQGHEHUiQOLPLWDUVHRUHWUDVDUVHORVDXPHQWRVGHGRVLV'XUDQWHODVSULPHUDVVHPDQDVGHWUDWDPLHQWRGHEHUiFRQWURODUVHODSUHVLyQDUWHULDO Cuando los síntomas psicóticos hayan desaparecido completamente durante al menos dos semanas, es posible DXPHQWDUODPHGLFDFLyQDQWLSDUNLQVRQLDQDVLDVtORSHUPLWHHOHVWDGRPRWRUGHOSDFLHQWH6LHVWRSURYRFDODUHDSDULFLyQGHORVVtQWRPDVSVLFyWLFRVSXHGHDXPHQWDUVHODGRVLVGH1HPHDFRQLQFUHPHQWRVGHPJVHPDQDKDVWD XQPi[LPRGHPJGtDWRPDGRVHQXQDRGRVGRVLVYHUDUULED)LQDOL]DFLyQGHOWUDWDPLHQWRVHUHFRPLHQGDXQD reducción gradual de la dosis, en fracciones de 12,5 mg durante un periodo de al menos una semana (preferiblemenWHGRVVHPDQDV(OWUDWDPLHQWRKDGHLQWHUUXPSLUVHLQPHGLDWDPHQWHHQFDVRGHQHXWURSHQLDRDJUDQXORFLWRVLVWDO FRPRVHLQGLFDHQODVHFFLyQ$GYHUWHQFLDV\SUHFDXFLRQHVHVSHFLDOHVGHHPSOHR(QHVWHFDVRHVHVHQFLDOXQ cuidadoso control psiquiátrico del paciente, ya que los síntomas pueden reaparecer rápidamente. &RQWUDLQGLFDciones.+LSHUVHQVLELOLGDGDOSULQFLSLRDFWLYRRDDOJXQRGHORVH[FLSLHQWHV3DFLHQWHVDORVTXHQRVHOHVSXHGD UHDOL]DUDQiOLVLVVDQJXtQHRVSHULyGLFDPHQWH$QWHFHGHQWHVGHJUDQXORFLWRSHQLDDJUDQXORFLWRVLVWy[LFDRLGLRVLQFUiVLFD FRQ OD H[FHSFLyQ GH JUDQXORFLWRSHQLDDJUDQXORFLWRVLV SURGXFLGD SRU TXLPLRWHUDSLD SUHYLD $QWHFHGHQWHV GH DJUDQXORFLWRVLVLQGXFLGDSRU&OR]DSLQD)XQFLyQDOWHUDGDGHODPpGXODyVHD(SLOHSVLDQRFRQWURODGD3VLFRVLV DOFRKyOLFDXRWUDVSVLFRVLVWy[LFDVLQWR[LFDFLyQSRUIiUPDFRVHVWDGRVFRPDWRVRV&RODSVRFLUFXODWRULR\RGHSUHVLyQGHO61&GHFXDOTXLHUHWLRORJtD7UDVWRUQRVUHQDOHVRFDUGtDFRVVHYHURVSHMPLRFDUGLWLV(QIHUPHGDGKHSiWLFDDFWLYDDVRFLDGDDQiXVHDVDQRUH[LDRLFWHULFLDHQIHUPHGDGKHSiWLFDSURJUHVLYDLQVX¿FLHQFLDKHSiWLFD,OHR SDUDOtWLFR(OWUDWDPLHQWRFRQ1HPHDQRGHEHUiLQLFLDUVHFRQFRPLWDQWHPHQWHFRQIiUPDFRVGHORVTXHVHFRQRFH TXHWLHQHQSRWHQFLDOLPSRUWDQWHSDUDFDXVDUDJUDQXORFLWRVLVGHEHHYLWDUVHHOXVRFRQFRPLWDQWHFRQDQWLSVLFyWLFRV depot. $GYHUWHQFLDV\SUHFDXFLRQHVHVSHFLDOHVGHHPSOHR Nemea puede causar agranulocitosis. La incidencia de agranulocitosis y la tasa de mortalidad en aquellos pacientes que hayan desarrollado agranulocitosis han disminuido de forma clara desde la instauración de los recuentos leucocitarios y de los recuentos absolutos de neuWUy¿ORV/DVVLJXLHQWHVPHGLGDVGHSUHFDXFLyQVRQSRUWDQWRREOLJDWRULDV\GHEHUiQUHDOL]DUVHGHDFXHUGRFRQODV UHFRPHQGDFLRQHVR¿FLDOHV'HELGRDORVULHVJRVDVRFLDGRVFRQ1HPHDVXXVRHVWiOLPLWDGRDSDFLHQWHVHQORVTXH HOWUDWDPLHQWRHVWpLQGLFDGRFRPRVHHVSHFL¿FDHQODVHFFLyQ,QGLFDFLRQHVWHUDSpXWLFDV\TXHKD\DQWHQLGR LQLFLDOPHQWHXQUHFXHQWRGHOHXFRFLWRVQRUPDOUHFXHQWROHXFRFLWDULRPP[9/\XQUHFXHQWRDEVROXWR GHQHXWUy¿ORVPP (2,0x109/\DORVTXHVHOHVSXHGDUHDOL]DUUHJXODUPHQWHUHFXHQWRVOHXFRFLWDULRV\ UHFXHQWRVDEVROXWRVGHQHXWUy¿ORVVHPDQDOPHQWHGXUDQWHODVSULPHUDVVHPDQDVGHWUDWDPLHQWR\FRPRPtQLPR a intervalos de 4 semanas posteriormente. Los controles han de continuar durante todo el tratamiento con Clozapina \GXUDQWHVHPDQDVWUDVODLQWHUUXSFLyQFRPSOHWDGHOPLVPR$QWHVGHLQLFLDUHOWUDWDPLHQWRFRQ&OR]DSLQDGHEH UHDOL]DUVHXQDQiOLVLVGHVDQJUHYHU³DJUDQXORFLWRVLV´XQDKLVWRULDFOtQLFDFRPSOHWD\XQH[DPHQPpGLFR/RVSDcientes con antecedentes de enfermedad cardíaca o en los que se detecten hallazgos cardíacos anormales durante el examen médico, deben ser remitidos a un especialista para que se le realicen otras exploraciones, entre ellas un (&*\VyORVHWUDWDUiDOSDFLHQWHVLORVEHQH¿FLRVHVSHUDGRVVXSHUDQFODUDPHQWHORVULHVJRVYHUVHFFLyQ&RQWUDLQGLFDFLRQHV(OPpGLFRTXHLQVWDXUHHOWUDWDPLHQWRGHEHUiYDORUDUODUHDOL]DFLyQGHXQ(&*DQWHVGHOWUDWDPLHQWR /RVPpGLFRVSUHVFULSWRUHVGHEHQFXPSOLUFRQODWRWDOLGDGGHODVPHGLGDVGHVHJXULGDGHVWDEOHFLGDV$QWHVGH iniciar el tratamiento, el médico ha de asegurarse de que el paciente no ha experimentado previamente una reacción hematológica adversa a Clozapina que necesitara la interrupción del tratamiento. Las prescripciones no deben realizarse para periodos superiores al intervalo entre dos análisis de sangre. La interrupción inmediata del WUDWDPLHQWRFRQ1HPHDHVREOLJDGDVLHOUHFXHQWROHXFRFLWDULRHVPHQRUGHPP[9/RHOUHFXHQWR DEVROXWRGHQHXWUy¿ORVHVPHQRUGHPP (1,5x109/HQFXDOTXLHUPRPHQWRGXUDQWHHOWUDWDPLHQWRFRQ1Hmea. Los pacientes a los que se les haya interrumpido el tratamiento con Nemea como resultado de alteraciones HQHOUHFXHQWROHXFRFLWDULRRHQHOUHFXHQWRDEVROXWRGHQHXWUy¿ORVQRGHEHUiQVHUUHH[SXHVWRVD1HPHD(Q cada consulta médica debe recordarse al paciente en tratamiento con Nemea que contacte con su médico de LQPHGLDWRVLHPSLH]DDGHVDUUROODUFXDOTXLHUWLSRGHLQIHFFLyQ'HEHSUHVWDUVHHVSHFLDODWHQFLyQDVtQWRPDVGH WLSRJULSDOWDOHVFRPR¿HEUHRGRORUGHJDUJDQWD\DFXDOTXLHURWUDHYLGHQFLDGHLQIHFFLyQTXHSXHGDVHULQGLFDWLYD de neutropenia. Los pacientes y sus cuidadores deberán ser informados de que en caso de que se produzcan estos síntomas, debe realizarse un análisis de sangre inmediatamente. Los prescriptores deberán mantener un registro de los resultados de estos análisis de los pacientes y tomar las medidas necesarias para evitar que en el futuro sean re-expuestos de forma inadvertida. Los pacientes con antecedentes de trastornos primarios de la PpGXODyVHDGHEHUiQVHUWUDWDGRVVyORVLORVEHQH¿FLRVVXSHUDQORVULHVJRV(VWRVSDFLHQWHVGHEHQVHUH[DPLQDGRVH[KDXVWLYDPHQWHSRUXQKHPDWyORJRDQWHVGHLQLFLDUHOWUDWDPLHQWRFRQ1HPHD6HGHEHSUHVWDUHVSHFLDO atención a los pacientes que presentan recuentos leucocitarios bajos debido a neutropenia étnica benigna. El tratamiento con Nemea puede iniciarse sólo si la decisión es refrendada por el hematólogo. &RQWURO GHO UHFXHQWR OHXFRFLWDULR \ GHO UHFXHQWR DEVROXWR GH QHXWUy¿ORV $QWHV GH LQLFLDU HO WUDWDPLHQWR con Nemea, debe realizarse un recuento leucocitario y fórmula hemática diferencial en los 10 días previos, para asegurar que solamente reciban el fármaco los pacientes con recuento leucocitario normal y recuento absoluto GH QHXWUy¿ORV QRUPDO UHFXHQWR OHXFRFLWDULR PP [9/ \ UHFXHQWR DEVROXWR GH QHXWUy¿ORV mm (2,0x109/'HVSXpVGHOLQLFLRGHOWUDWDPLHQWRFRQ1HPHDGHEHQPRQLWRUL]DUVHVHPDQDOPHQWHHOUHFXHQWR OHXFRFLWDULR\HOUHFXHQWRDEVROXWRGHQHXWUy¿ORVGXUDQWHODVSULPHUDVVHPDQDV\DFRQWLQXDFLyQDOPHQRV a intervalos de 4 semanas. El control debe continuar durante todo el tratamiento y durante 4 semanas tras la interrupción completa de Nemea o hasta que se haya producido la recuperación hematológica (ver más adelante 5HFXHQWR OHXFRFLWDULR R UHFXHQWR DEVROXWR GH QHXWUy¿ORV EDMR (Q FDGD FRQVXOWD GHEH UHFRUGDUVH DO SDFLHQWH que contacte inmediatamente con el médico que le trata si empieza a desarrollar cualquier tipo de infección, ¿HEUH GRORU GH JDUJDQWD X RWURV VtQWRPDV VLPLODUHV D ORV GH OD JULSH 'HEHUi UHDOL]DUVH LQPHGLDWDPHQWH XQ recuento leucocitario y una fórmula hemática diferencial si se producen signos o síntomas de infección. Recuento OHXFRFLWDULR R UHFXHQWR DEVROXWR GH QHXWUy¿ORV EDMRV 6L GXUDQWH HO WUDWDPLHQWR FRQ 1HPHD HO UHFXHQWR OHXFRFLWDULRGLVPLQX\HDYDORUHVHQWUHPP[9/\PP[9/RHOUHFXHQWRDEVROXWRGH QHXWUy¿ORVGLVPLQX\HHQWUHPP (2,0x109/\PP (1,5x109/VHUHDOL]DUiQFRQWUROHVKHPDWROyJLFRV DO PHQRV GRV YHFHV D OD VHPDQD KDVWD TXH HO UHFXHQWR OHXFRFLWDULR \ HO UHFXHQWR DEVROXWR GH QHXWUy¿ORV VH QRUPDOLFHQ DO PHQRV GHQWUR GHO UDQJR GH PP [9/ \ PP (1,5-2,0x109/ respectivamente, o más altos. Es obligada la interrupción inmediata del tratamiento con Nemea si el recuento OHXFRFLWDULR HV LQIHULRU D PP [9/ R HO UHFXHQWR DEVROXWR GH QHXWUy¿ORV HV PHQRU GH PP (1,5x109/ GXUDQWH HO WUDWDPLHQWR 6H GHEHUiQ UHDOL]DU HQWRQFHV GLDULDPHQWH UHFXHQWRV OHXFRFLWDULRV \ IyUPXODV KHPiWLFDVGLIHUHQFLDOHV\ORVSDFLHQWHVGHEHUiQVHUHVWUHFKDPHQWHFRQWURODGRVHQORTXHVHUH¿HUHDVtQWRPDV JULSDOHVXRWURVVtQWRPDVTXHSXGLHUDQVHULQGLFDWLYRVGHLQIHFFLyQ6HUHFRPLHQGDODFRQ¿UPDFLyQGHHVWRVYDORUHV UHDOL]DQGR GRV UHFXHQWRV KHPiWLFRV HQ GRV GtDV FRQVHFXWLYRV 6LQ HPEDUJR VH LQWHUUXPSLUi HO WUDWDPLHQWR FRQ 1HPHDWUDVHOSULPHUUHFXHQWRKHPiWLFR7UDVODLQWHUUXSFLyQGHOWUDWDPLHQWRFRQ1HPHDVHUHTXLHUHXQFRQWURO hematológico hasta que se produzca la normalización de los valores hemáticos. Tabla 1 $FFLyQUHTXHULGD Recuento hematológico 5HFXHQWROHXFRFLWDULRPP/ [9 [9[9 [9 5HFXHQWRDEVROXWRGHQHXWUy¿ORV mm/ [9 1.500-2.000 (1,5x109 – 2,0x109 <1.500 (<1,5x109 Continuar el tratamiento con Nemea. Continuar el tratamiento con Nemea, toma de análisis bisemanal hasta que el recuento se estabilice o aumente. Interrumpir inmediatamente el tratamiento con Nemea, análisis diario hasta que se resuelva la anormalidad hemática, controlar una posible infección. No reexponer al paciente. Si se ha suspendido el tratamiento con Nemea y se produce un descenso posterior del recuento leucocitario SRUGHEDMRGHPP[9/RHOUHFXHQWRDEVROXWRGHQHXWUy¿ORVGHVFLHQGHSRUGHEDMRGH mm[9/HOPDQHMRGHHVWDLQFLGHQFLDGHEHVHUVXSHUYLVDGRSRUXQKHPDWyORJRH[SHULPHQWDGR ,QWHUUXSFLyQGHOWUDWDPLHQWRSRUUD]RQHVKHPDWROyJLFDVLos pacientes a los que se les haya interrumpido el tratamiento con Nemea como resultado de alteraciones en el recuento leucocitario o en el recuento absoluto de QHXWUy¿ORVYHUDQWHULRUQRGHEHQVHUUHH[SXHVWRVD1HPHD/RVSUHVFULSWRUHVGHEHUiQPDQWHQHUXQUHJLVWURGH los resultados y tomar las medidas necesarias para evitar que estos pacientes sean re-expuestos en el futuro de forma inadvertida. ,QWHUUXSFLyQGHOWUDWDPLHQWRSRURWUDVUD]RQHV$ORVSDFLHQWHVTXHKD\DQVLGRWUDWDGRVFRQ 1HPHDGXUDQWHPiVGHVHPDQDV\TXHKD\DQLQWHUUXPSLGRHOWUDWDPLHQWRGXUDQWHPiVGHGtDVSHURPHQRV GHVHPDQDVVHOHVGHEHUHDOL]DUXQUHFXHQWROHXFRFLWDULR\XQUHFXHQWRDEVROXWRGHQHXWUy¿ORVVHPDQDOPHQWH GXUDQWHVHPDQDVDGLFLRQDOHV6LQRVHSURGXFHQDQRUPDOLGDGHVKHPDWROyJLFDVGHEHQUHDQXGDUVHORVFRQWUROHV DLQWHUYDORVQRVXSHULRUHVDVHPDQDV6LHOWUDWDPLHQWRFRQ1HPHDVHKDLQWHUUXPSLGRGXUDQWHVHPDQDVRPiV VHUHTXLHUHXQFRQWUROVHPDQDOGXUDQWHODVVLJXLHQWHVVHPDQDVGHWUDWDPLHQWR\GHEHUHDMXVWDUVHODGRVLVYHU VHFFLyQ3RVRORJtD\IRUPDGHDGPLQLVWUDFLyQOtras precauciones. Este medicamento contiene lactosa. Los SDFLHQWHVFRQLQWROHUDQFLDKHUHGLWDULDDJDODFWRVDLQVX¿FLHQFLDGHODFWDVDGH/DSSLQVX¿FLHQFLDREVHUYDGDHQ FLHUWDVSREODFLRQHVGH/DSRQLDPDODEVRUFLyQGHJOXFRVDRJDODFWRVDQRGHEHQWRPDUHVWHPHGLFDPHQWR(QFDVR de que se produzca HRVLQR¿OLDVHUHFRPLHQGDLQWHUUXPSLUHOWUDWDPLHQWRFRQ1HPHDVLHOUHFXHQWRGHHRVLQy¿ORV DXPHQWD SRU HQFLPD GH PP [9/ OD WHUDSLD VyOR GHEH UHLQLFLDUVH VL HO UHFXHQWR GH HRVLQy¿ORV GLVPLQX\HSRUGHEDMRGHPP (1,0x109/(QFDVRGHTXHVHSURGX]FDWURPERFLWRSHQLD se recomienda LQWHUUXPSLUHOWUDWDPLHQWRFRQ1HPHDVLHOUHFXHQWRGHSODTXHWDVGLVPLQX\HSRUGHEDMRGHPP (50x109/ 'XUDQWHHOWUDWDPLHQWRFRQ1HPHDSXHGHSUHVHQWDUVHKLSRWHQVLyQRUWRVWiWLFD con o sin síncope. Raramente, HOFRODSVRSXHGHVHUSURIXQGR\SXHGHLUDFRPSDxDGRGHSDURFDUGtDFR\RUHVSLUDWRULR(VPiVSUREDEOHTXH estos sucesos ocurran con el uso concomitante de benzodiazepinas u otros fármacos antipsicóticos (ver sección ,QWHUDFFLyQFRQRWURVPHGLFDPHQWRV\RWUDVIRUPDVGHLQWHUDFFLyQ\GXUDQWHHODMXVWHLQLFLDODVRFLDGRDXQD HVFDODGDUiSLGDGHODGRVLVHQRFDVLRQHVPX\UDUDVSXHGHRFXUULULQFOXVRWUDVODSULPHUDGRVLV3RUWDQWRORV pacientes que inician el tratamiento con Nemea precisan una estrecha supervisión médica. Es necesario el control de la presión sanguínea en bipedestación y posición supina durante las primeras semanas de tratamiento en pacientes con enfermedad de Parkinson. El análisis de las bases de datos de seguridad sugieren que el uso de Nemea está asociado con un aumento del riesgo de PLRFDUGLWLVHVSHFLDOPHQWHSHURQRVyORGXUDQWHORVGRV SULPHURV PHVHV GH WUDWDPLHQWR $OJXQRV FDVRV GH PLRFDUGLWLV KDQ WHQLGR GHVHQODFH PRUWDO 7DPELpQ VH KDQ comunicado casos de SHULFDUGLWLV HIXVLyQ SHULFiUGLFD \ FDUGLRPLRSDWtD en asociación con el uso de 1HPHDDOJXQRVGHHOORVFRQGHVHQODFHPRUWDO'HEHVRVSHFKDUVHODSUHVHQFLDGHPLRFDUGLWLVRFDUGLRPLRSDWtDHQ pacientes que desarrollen taquicardia persistente en reposo, especialmente en los dos primeros meses de WUDWDPLHQWR\RSDOSLWDFLRQHVDUULWPLDVGRORUWRUiFLFR\RWURVVLJQRV\VtQWRPDVGHLQVX¿FLHQFLDFDUGtDFDSHM IDWLJDVLQFDXVDDSDUHQWHGLVQHDWDTXLSQHDRVtQWRPDVVLPLODUHVDORVGHLQIDUWRGHPLRFDUGLR2WURVVtQWRPDV TXH SXHGHQ SUHVHQWDUVH DGHPiV GH ORV DQWHULRUHV LQFOX\HQ VtQWRPDV VLPLODUHV D OD JULSH 6L VH VRVSHFKD OD aparición de miocarditis o cardiomiopatía, el tratamiento con Nemea debe interrumpirse rápidamente y remitir al paciente inmediatamente al cardiólogo. Los pacientes con miocarditis o cardiomiopatía inducidas por Clozapina no deben ser re-expuestos a Nemea. Los pacientes con antecedentes de epilepsia deben ser estrechamente observados durante el tratamiento con Nemea, dado que se han encontrado casos de convulsiones relacionadas FRQODGRVLV(QWDOHVFDVRVGHEHUiUHGXFLUVHODGRVLVYHUVHFFLyQ3RVRORJtD\IRUPDGHDGPLQLVWUDFLyQ\VL es necesario, deberá iniciarse un tratamiento anticonvulsivante. Los pacientes con trastornos hepáticos estables SUHH[LVWHQWHV SXHGHQ VHU WUDWDGRV FRQ 1HPHD SHUR UHTXLHUHQ FRQWUROHV UHJXODUHV GH OD IXQFLyQ KHSiWLFD 6L durante el tratamiento con Nemea aparecen síntomas de una posible GLVIXQFLyQKHSiWLFD tales como náuseas, YyPLWRV\RDQRUH[LDGHEHUiQUHDOL]DUVHSUXHEDVGHIXQFLyQKHSiWLFD6LHODXPHQWRGHORVYDORUHVHVFOtQLFDPHQWH UHOHYDQWH PiV GH YHFHV HO 81/ R VL VH DSDUHFHQ VtQWRPDV GH LFWHULFLD VH LQWHUUXPSLUi HO WUDWDPLHQWR FRQ 1HPHD3RGUiUHDQXGDUVHHOWUDWDPLHQWRYHU³5HLQLFLRGHOWUDWDPLHQWR´HQODVHFFLyQVyORVLORVUHVXOWDGRVGH las pruebas de función hepática son normales. En tales casos, la función hepática deberá controlarse estrechamente tras la reintroducción de Clozapina. Nemea posee actividad anticolinérgica, que puede producir GLYHUVRVHIHFWRVLQGHVHDEOHV6HUHFRPLHQGDXQDVXSHUYLVLyQFXLGDGRVDVLHOSDFLHQWHSUHVHQWD KLSHUWUR¿DGH SUyVWDWD o JODXFRPDGHiQJXORHVWUHFKR'HELGRSUREDEOHPHQWHDVXVSURSLHGDGHVDQWLFROLQpUJLFDVVHKD asociado a Clozapina con diversos grados de DOWHUDFLRQHVGHODSHULVWDOVLVLQWHVWLQDO desde estreñimiento a REVWUXFFLyQLQWHVWLQDOFRPSDFWDFLyQIHFDO e tOHRSDUDOtWLFRYHUVHFFLyQ5HDFFLRQHVDGYHUVDV(Q UDUDVRFDVLRQHVHVWRVFDVRVKDQWHQLGRXQGHVHQODFHPRUWDO6HUHTXLHUHSUHFDXFLyQHVSHFLDOHQSDFLHQWHVTXH UHFLEDQ PHGLFDFLRQHV FRQFRPLWDQWHV TXH SXHGDQ SURYRFDU HVWUHxLPLHQWR HVSHFLDOPHQWH DTXpOORV FRQ SURSLHGDGHV DQWLFROLQpUJLFDV FRPR DOJXQRV DQWLSVLFyWLFRV DQWLGHSUHVLYRV \ WUDWDPLHQWRV DQWLSDUNLQVRQLDQRV tengan antecedentes de enfermedad de colon o antecedentes de cirugía abdominal baja, ya que pueden exacerbar ODVLWXDFLyQ(VGHYLWDOLPSRUWDQFLDGLDJQRVWLFDU\WUDWDUDGHFXDGDPHQWHHOHVWUHxLPLHQWR'XUDQWHHOWUDWDPLHQWR con Nemea los pacientes pueden experimentar HOHYDFLRQHVGHWHPSHUDWXUDWUDQVLWRULDVSRUHQFLPDGHORV & FRQ XQD PD\RU IUHFXHQFLD GXUDQWH ODV WUHV SULPHUDV VHPDQDV GH WUDWDPLHQWR (VWD ¿HEUH HV JHQHUDOPHQWH benigna. En ocasiones, puede ir asociada con un aumento o descenso del recuento leucocitario. Los pacientes FRQ¿HEUHGHEHQVHUHYDOXDGRVPLQXFLRVDPHQWHSDUDGHVFDUWDUODSRVLELOLGDGGHXQDLQIHFFLyQVXE\DFHQWHRHO desarrollo de agranulocitosis. En presencia de ¿HEUH HOHYDGD GHEH FRQVLGHUDUVH OD SRVLELOLGDG GH XQ VtQGURPHQHXUROpSWLFRPDOLJQR610'XUDQWHHOWUDWDPLHQWRFRQ&OR]DSLQDVHKDFRPXQLFDGRHQUDUDV RFDVLRQHVXQDDOWHUDFLyQGHODWROHUDQFLDDODJOXFRVD\RGHVDUUROORRH[DFHUEDFLyQGHXQDGLDEHWHVPHOOLWXV1R se ha determinado todavía el mecanismo para esta posible asociación. Muy raramente se han descrito casos de hiperglucemia grave con cetoacidosis o coma hiperosmolar en pacientes sin antecedentes previos de hiperglucemia, algunos de ellos con desenlace mortal. En la mayoría de los casos en los que se disponía de datos de seguimiento, la alteración de intolerancia a la glucosa se resolvió tras la interrupción del tratamiento, y la UHLQVWDXUDFLyQGHOWUDWDPLHQWRFRQ&OR]DSLQDSURYRFyXQDUHFDtGD6HGHEHUiYDORUDUODLQWHUUXSFLyQGHOWUDWDPLHQWR HQ SDFLHQWHV HQ ORV TXH KD\D IDOODGR HO PDQHMR PpGLFR DFWLYR GH OD KLSHUJOXFHPLD 6H KDQ GHVFULWR FDVRV GH WURPERHPEROLVPR YHQRVR 97( WUDV HO WUDWDPLHQWR FRQ PHGLFDPHQWRV DQWLSVLFyWLFRV 'DGR TXH ORV SDFLHQWHV WUDWDGRVFRQDQWLSVLFyWLFRVSUHVHQWDQDPHQXGRIDFWRUHVGHULHVJRSDUD97(DGTXLULGRVGHEHUtDQLGHQWL¿FDUVH WRGRVORVSRVLEOHVIDFWRUHVGHULHVJRSDUD97(DQWHV\GXUDQWHHOWUDWDPLHQWRFRQ&OR]DSLQD\WRPDUPHGLGDV SUHYHQWLYDV'DGRTXH1HPHDSXHGHHVWDUDVRFLDGRFRQWURPERHPEROLVPR debería evitarse la inmovilización GHOSDFLHQWH7UDVHOFHVHEUXVFRGHOWUDWDPLHQWRFRQ&OR]DSLQDVHKDQGHVFULWRUHDFFLRQHVDJXGDV3RUHOORVH UHFRPLHQGD XQD LQWHUUXSFLyQ JUDGXDO GHO WUDWDPLHQWR 6L HV QHFHVDULD XQD LQWHUUXSFLyQ EUXVFD SHM GHELGR D OHXFRSHQLDVHGHEHUiYLJLODUHVWUHFKDPHQWHDOSDFLHQWHHQUHODFLyQDODUHFXUUHQFLDGHORVVtQWRPDVSVLFyWLFRV\ de los síntomas relacionados con el efecto rebote de tipo colinérgico como sudoración excesiva, cefaleas, náuseas, vómitos y diarrea. Con algunos antipsicóticos atípicos, en ensayos clínicos randomizados controlados frente a placebo en población demente, se ha encontrado un incremento de aproximadamente tres veces del riesgo de episodios adversos cerebrovasculares. El mecanismo de este incremento de riesgo es desconocido. No se puede excluir un incremento de riesgo para otros antipsicóticos en otras poblaciones de pacientes. Clozapina debería ser utilizada con precaución en pacientes con factores de riesgo de infarto. El uso de Clozapina no ha sido estudiado en pacientes con demencia y, por tanto, no se recomienda su uso en esta población de pacientes. Como con otros antipsicóticos, debe aconsejarse precaución en pacientes con enfermedad cardiovascular conocida o DQWHFHGHQWHV IDPLOLDUHV GH SURORQJDFLyQ HQ HO LQWHUYDOR 47 &RPR FRQ RWURV DQWLSVLFyWLFRV GHEHQ WRPDUVH SUHFDXFLRQHVFXDQGRVHSUHVFULEH&OR]DSLQDFRQPHGLFDPHQWRVTXHLQFUHPHQWDQHOLQWHUYDOR47F$GYHUWHQFLDV sobre excipientes: Este medicamento contiene lactosa. Los pacientes con intolerancia hereditaria a galactosa, LQVX¿FLHQFLDGHODFWDVDGH/DSSLQVX¿FLHQFLDREVHUYDGDHQFLHUWDSREODFLRQHVGH/DSRQLDRPDODEVRUFLyQGH glucosa o galactosa no deben tomar este medicamento. 8VRHQSDFLHQWHVGHHGDGDYDQ]DGD6HUHFRPLHQGD LQLFLDU HO WUDWDPLHQWR FRQ XQD GRVLV EDMD YHU VHFFLyQ 3RVRORJtD \ IRUPD GH DGPLQLVWUDFLyQ 'XUDQWH HO tratamiento con Clozapina puede producirse hipotensión ortostática, y se han comunicado algunos casos de taquicardia en ocasiones continuada. Los pacientes de edad avanzada, particularmente aquéllos con función cardiovascular comprometida, pueden ser más susceptibles a estos efectos. Los pacientes de edad avanzada pueden ser también particularmente susceptibles a los efectos anticolinérgicos de Nemea, tales como retención XULQDULD \ HVWUHxLPLHQWR ,QWHUDFFLyQ FRQ RWURV PHGLFDPHQWRV \ RWUDV IRUPDV GH LQWHUDFFLyQ Contraindicaciones de uso concomitante. No deben utilizarse concomitantemente con Nemea fármacos con SRWHQFLDO LPSRUWDQWH SDUD GHSULPLU OD IXQFLyQ GH OD PpGXOD yVHD YHU &RQWUDLQGLFDFLRQHV 1R GHEHUtDQ utilizarse concomitantemente con Nemea los fármacos antipsicóticos depot de larga duración (con potencial PLHORVXSUHVRU\DTXHSXHGHQQRVHUHOLPLQDGRVUiSLGDPHQWHGHORUJDQLVPRHQVLWXDFLRQHVHQODVTXHSXGLHUD VHUQHFHVDULRSHMQHXWURSHQLDYHUVHFFLyQ&RQWUDLQGLFDFLRQHV1RGHEHWRPDUVHDOFRKROFRQFRPLWDQWHPHQWH con Nemea debido a la posible potenciación del efecto sedante. 3UHFDXFLRQHVTXHLQFOX\HQDMXVWHGHGRVLV 1HPHDSXHGHDXPHQWDUORVHIHFWRVFHQWUDOHVGHORVGHSUHVRUHVGHO61&WDOHVFRPRQDUFyWLFRVDQWLKLVWDPtQLFRV \EHQ]RGLD]HSLQDV6HDFRQVHMDHVSHFLDOSUHFDXFLyQFXDQGRVHLQLFLHHOWUDWDPLHQWRFRQ1HPHDHQSDFLHQWHVTXH estén tomando una benzodiazepina o cualquier otro fármaco psicótropo. Estos pacientes pueden presentar un mayor riesgo de colapso circulatorio, que en raras ocasiones puede ser profundo y puede conducir a paro cardíaco \R UHVSLUDWRULR 6H GHVFRQRFH VL HO FRODSVR FDUGtDFR R FLUFXODWRULR SXHGH SUHYHQLUVH PHGLDQWH XQ DMXVWH GH OD GRVLV'HELGRDODSRVLELOLGDGGHHIHFWRVDGLWLYRVGHEHUiWHQHUVHSUHFDXFLyQFRQODDGPLQLVWUDFLyQFRQFRPLWDQWH GHIiUPDFRVFRQSURSLHGDGHVDQWLFROLQpUJLFDVKLSRWHQVRUDVRGHSUHVRUDVGHOVLVWHPDUHVSLUDWRULR'HELGRDVXV SURSLHGDGHVDQWLĮDGUHQpUJLFDV1HPHDSXHGHUHGXFLUHOHIHFWRKLSHUWHQVRUGHODQRUHSLQHIULQDXRWURVIiUPDFRV SUHGRPLQDQWHPHQWHĮDGUHQpUJLFRV\UHYHUWLUHOHIHFWRSUHVRUGHODHSLQHIULQD/DDGPLQLVWUDFLyQFRQFRPLWDQWHGH fármacos conocidos como inhibidores de la actividad de algunos de los isoenzimas del citocromo P450 puede aumentar los niveles plasmáticos de Clozapina, y puede ser necesario reducir la dosis de Clozapina para prevenir ODDSDULFLyQGHHIHFWRVDGYHUVRV(VWRHVPiVLPSRUWDQWHSDUDORVLQKLELGRUHVGHO&<3$FRPRFDIHtQDYHUPiV DGHODQWH\ORVLQKLELGRUHVVHOHFWLYRVGHODUHFDSWDFLyQGHVHURWRQLQDÀXYR[DPLQD\SDUR[HWLQDHVWH~OWLPRPiV FRQWURYHUWLGR$OJXQRVGHORVRWURVLQKLELGRUHVGHODUHFDSWDFLyQGHVHURWRQLQDFRPRÀXR[HWLQD\VHUWUDOLQDVRQ LQKLELGRUHVGHO&<3'\FRQVHFXHQWHPHQWHHVPHQRVSUREDEOHXQDLQWHUDFFLyQIDUPDFRFLQpWLFDUHOHYDQWHFRQ &OR]DSLQD'HIRUPDVLPLODUODVLQWHUDFFLRQHVIDUPDFRFLQpWLFDVFRQLQKLELGRUHVGHO&<3$FRPRORVDQWLPLFyWLFRV azólicos, cimetidina, eritromicina, e inhibidores de la proteasa son poco probables, aunque se han comunicado DOJXQRV FDVRV 'HELGR D TXH OD FDIHtQD DXPHQWD OD FRQFHQWUDFLyQ SODVPiWLFD GH &OR]DSLQD \ GLVPLQX\H HQ aproximadamente un 50% tras 5 días sin ingesta de cafeína, pueden ser necesarios cambios en la dosis de Clozapina cuando haya un cambio en los hábitos de ingesta de cafeína. En casos de interrupción brusca del hábito de fumar, puede aumentar la concentración plasmática de Clozapina, lo que provocaría un aumento de las reacciones adversas. La administración concomitante de fármacos conocidos como inductores de los enzimas del citocromo P450 puede disminuir los niveles plasmáticos de Clozapina, lo que puede llevar a una disminución de VXH¿FDFLD)iUPDFRVFRQRFLGRVFRPRLQGXFWRUHVGHODDFWLYLGDGGHORVHQ]LPDVGHOFLWRFURPR3\GHORVTXH se han comunicado interacciones con Clozapina, incluyen, por ejemplo, carbamazepina (no debe utilizarse FRQFRPLWDQWHPHQWHFRQ&OR]DSLQDGHELGRDVXSRWHQFLDOPLHORVXSUHVRUIHQLWRtQD\ULIDPSLFLQD/RVLQGXFWRUHV FRQRFLGRVGHOFLWRFURPR&<3$FRPRSRUHMHPSORHORPHSUD]ROSXHGHQFRQOOHYDUODGLVPLQXFLyQGHORVQLYHOHV de Clozapina. Cuando se utilice en combinación con éstos fármacos, ha de tenerse en cuenta, por tanto, la FDSDFLGDGTXHWLHQHQSDUDUHGXFLUODH¿FDFLDGHOD&OR]DSLQDOtros. El uso concomitante de litio u otros agentes DFWLYRV GHO 61& SXHGHQ DXPHQWDU HO ULHVJR GH DSDULFLyQ GH XQ VtQGURPH QHXUROpSWLFR PDOLJQR 610 6H KDQ descrito casos raros pero graves de crisis epilépticas, inclusive en pacientes no epilépticos, y casos aislados de delirio cuando se administró Clozapina conjuntamente con ácido valproico. Estos efectos son probablemente GHELGRVDXQDLQWHUDFFLyQIDUPDFRGLQiPLFDFX\RPHFDQLVPRQRKDVLGRGHWHUPLQDGR6HUHFRPLHQGDSUHFDXFLyQ en pacientes que reciban tratamiento concomitante con otros fármacos inhibidores o inductores de los isoenzimas del citocromo P450. No se han observado hasta la fecha interacciones clínicamente relevantes con antidepresivos WULFtFOLFRVIHQRWLD]LQDV\DQWLDUUtWPLFRVWLSR,&IiUPDFRVWRGRVHOORVFRQD¿QLGDGSRUHOFLWRFURPR3'&RPR con otros antipsicóticos, deben tomarse precauciones cuando se prescribe Nemea con medicamentos que LQFUHPHQWDQ HO LQWHUYDOR 47F R FDXVDQ GHVHTXLOLEULR HOHFWUROtWLFR 8QD GHVFULSFLyQ GH ODV LQWHUDFFLRQHV IDUPDFROyJLFDVFRQ1HPHDTXHVHFRQVLGHUDQPiVLPSRUWDQWHVVHLQGLFDQHQOD7DEOD1RHVXQDOLVWDH[KDXVWLYD 7DEOD5HIHUHQFLDDODVLQWHUDFFLRQHVIDUPDFROyJLFDVPiVUHOHYDQWHV )iUPDFR Interacciones Comentarios 6XSUHVRUHVGHODPpGXOD ósea (p.ej., carbamazepina, cloranfenicol, sulfonamidas SHMFRWULPR[D]RO analgésicos pirazolónicos SHMIHQLOEXWD]RQD penicilamina, agentes citotóxicos y antipsicóticos inyectables depot de larga duración Interactúan aumentando el ULHVJR\RODJUDYHGDGGHOD supresión de la médula ósea. Nemea no debe utilizarse concomitantemente con otros fármacos de los que se conoce que poseen potencial para suprimir la función GHODPpGXODyVHDYHU6HFFLyQ &RQWUDLQGLFDFLRQHV Benzodiazepinas El uso concomitante puede aumentar el riesgo de colapso circulatorio, que puede llevar a SDURFDUGtDFR\RUHVSLUDWRULR $SHVDUGHTXHVXRFXUUHQFLDHVUDUD se recomienda precaución cuando se usen estos fármacos juntos. Las QRWL¿FDFLRQHVVXJLHUHQTXHHVPiV probable que la depresión respiratoria y el colapso ocurran al inicio del tratamiento con esta combinación RFXDQGR1HPHDVHDxDGHDXQ tratamiento ya establecido con benzodiazepinas. $QWLFROLQpUJLFRV Nemea potencia la acción de estos fármacos por adición de actividad anticolinérgica. 2EVHUYDUDOSDFLHQWHSRUVLDSDUHFHQ efectos adversos anticolinérgicos como HVWUHxLPLHQWRHVSHFLDOPHQWHFXDQGR se utiliza para ayudar a controlar la hipersalivación. $QWLKLSHUWHQVLYRV Nemea pueden potenciar el efecto hipotensor de estos fármacos debido a que antagoniza sus efectos simpaticomiméticos. 6HUHFRPLHQGDSUHFDXFLyQVLVH utiliza Nemea de forma concomitante con fármacos antihipertensores. Los pacientes deben ser advertidos del riesgo de hipotensión, especialmente durante el periodo inicial de titulación de dosis. $OFRKRO,0$2VGHSUHVRUHV GHO61&LQFOX\HQGRQDUFyWLFRV y benzodiazepinas $XPHQWRGHORVHIHFWRV FHQWUDOHV'HSUHVLyQDGLWLYD GHO61&HLQWHUIHUHQFLDGHO comportamiento cognitivo y motor cuando se usa en combinación con éstos fármacos. 6HUHFRPLHQGDSUHFDXFLyQFXDQGRVH utilice Nemea en combinación con otros IiUPDFRVDFWLYRVVREUHHO61&$GYHUWLU al paciente de los posibles efectos sedantes aditivos y recomendar no conducir ni manejar maquinaria. )iUPDFRVFRQHOHYDGDXQLyQ a proteínas (p.ej., warfarina, GLJR[LQD Nemea puede provocar un aumento en las concentraciones plasmáticas de estos fármacos debido a su desplazamiento de las proteínas plasmáticas. Los pacientes deben ser controlados por si se producen efectos adversos asociados con estos fármacos y si es necesario, ajustar la dosis de los mismos. )HQLWRtQD La adición de fenitoína al tratamiento con Nemea puede provocar una disminución en las concentraciones plasmáticas de Clozapina. 6LKDGHXVDUVHIHQLWRtQDGHEHUi controlarse estrechamente al paciente por si se produce un empeoramiento de los síntomas psicóticos. Litio El uso concomitante puede aumentar el riesgo de desarrollar un síndrome QHXUROpSWLFRPDOLJQR610 2EVHUYDUDOSDFLHQWHSRUVLDSDUHFHQ VLJQRV\VtQWRPDVGH610 6XVWDQFLDVLQGXFWRUDVGH &<3$SHMRPHSUD]RO El uso concomitante puede disminuir los niveles de Nemea. 'HEHFRQVLGHUDUVHHOSRWHQFLDOUHGXFWRU GHODH¿FDFLDGH1HPHD 6XVWDQFLDVLQKLELGRUDVGH &<3$SHMÀXYR[DPLQD FDIHtQDFLSURÀR[DFLQR El uso concomitante puede incrementar los niveles de Nemea. Potencial incremento de reacciones DGYHUVDV6HUHTXLHUHWRPDUFXLGDGR también al cese de la medicación LQKLELGRUDGH&<3$FRQFRPLWDQWH porque produciría una caída en los niveles de Nemea. )HUWLOLGDG HPEDUD]R \ ODFWDQFLD (PEDUD]R Existen sólo limitados datos clínicos de embarazos durante el tratamiento con Clozapina. Los estudios en animales no indican ni directa ni indirectamente efectos nocivos HQ OR TXH UHVSHFWD D HPEDUD]R GHVDUUROOR HPEULRQDOIHWDO SDUWR R GHVDUUROOR SRVWQDWDO YHU VHFFLyQ 'DWRV SUHFOtQLFRV VREUH VHJXULGDG 6H UHFRPLHQGD SUHFDXFLyQ FXDQGR VH SUHVFULED D PXMHUHV HPEDUD]DGDV Lactancia. Los estudios en animales sugieren que Clozapina se excreta a través de la leche materna y tiene HIHFWR HQ HO ODFWDQWH SRU HOOR ODV PDGUHV TXH UHFLEDQ 1HPHD QR GHEHQ DPDPDQWDU D VXV KLMRV /RV UHFLpQ QDFLGRVTXHKDQHVWDGRH[SXHVWRVDPHGLFDPHQWRVDQWLSVLFyWLFRVFRPR&OR]DSLQDGXUDQWHHOWHUFHUWULPHVWUH GHHPEDUD]RSXHGHQSUHVHQWDUUHDFFLRQHVH[WUDSLUDPLGDOHV\RVtQWRPDVGHDEVWLQHQFLDTXHSXHGHQYDULDUHQ VHYHULGDG\GXUDFLyQGHVSXpVGHOSDUWRSRUORTXHVHDFRQVHMDXQFXLGDGRVRFRQWURO6HKDQQRWL¿FDGRFDVRV GHDJLWDFLyQKLSRWRQtDWHPEORUVRPQROHQFLDGL¿FXOWDGUHVSLUDWRULD\WUDVWRUQRVDOLPHQWLFLRV0XMHUHVHQHGDG IpUWLO Puede producirse el retorno a la menstruación normal como resultado del cambio de otro antipsicótico D 1HPHD 'HEHQ WRPDUVH PHGLGDV DQWLFRQFHSWLYDV DGHFXDGDV HQ PXMHUHV HQ HGDG IpUWLO (IHFWRV VREUH OD FDSDFLGDG SDUD FRQGXFLU \ XWLOL]DU PiTXLQDV Nemea actúa sobre el sistema nervioso central y puede SURGXFLUVRPQROHQFLDPDUHRVDOWHUDFLRQHVYLVXDOHV\GLVPLQXFLyQGHODFDSDFLGDGGHUHDFFLyQ(VWRVHIHFWRV así como la propia enfermedad, hacen que sea recomendable tener precaución a la hora de conducir vehículos o manejar maquinaria peligrosa, especialmente mientras no se haya establecido la sensibilidad particular de cada paciente al medicamento.5HDFFLRQHVDGYHUVDV(QJUDQSDUWHHOSHU¿OGHUHDFFLRQHVDGYHUVDVGH1HPHD HVSUHGHFLEOHDSDUWLUGHVXVSURSLHGDGHVIDUPDFROyJLFDV8QDH[FHSFLyQLPSRUWDQWHHVVXSURSHQVLyQDFDXVDU DJUDQXORFLWRVLV YHU VHFFLyQ $GYHUWHQFLDV \ SUHFDXFLRQHV HVSHFLDOHV GH HPSOHR 'HELGR D HVWH ULHVJR VX uso se restringe a esquizofrenia resistente al tratamiento y a psicosis que ocurran durante la enfermedad de Parkinson en los casos en los que haya fallado el tratamiento estándar. Mientras que el control sanguíneo es una parte esencial del cuidado de los pacientes que reciben Clozapina, el médico debe conocer otras reacciones raras SHURJUDYHV8QDREVHUYDFLyQFXLGDGRVDGHOSDFLHQWH\XQDDGHFXDGDDQDPQHVLVKDFHQTXHHVWDVUHDFFLRQHV adversas puedan ser diagnosticadas precozmente, previniendo así su morbilidad y mortalidad. Sangre y sistema OLQIiWLFREl desarrollo de granulocitopenia y agranulocitosis es un riesgo inherente al tratamiento con Nemea. $XQTXH UHVXOWD JHQHUDOPHQWH UHYHUVLEOH DO UHWLUDU HO IiUPDFR OD DJUDQXORFLWRVLV SXHGH SURYRFDU XQD VHSVLV \ FRQGXFLU D OD PXHUWH 'HELGR D TXH HV QHFHVDULD OD LQPHGLDWD UHWLUDGD GHO IiUPDFR SDUD SUHYHQLU HO GHVDUUROOR de agranulocitosis que ponga en peligro la vida, es obligada la monitorización del recuento leucocitario (ver 4.4 $GYHUWHQFLDV\SUHFDXFLRQHVHVSHFLDOHVGHHPSOHR/D7DEODUHVXPHODLQFLGHQFLDHVWLPDGDGHDJUDQXORFLWRVLV en cada periodo de tratamiento con Clozapina. 7DEOD,QFLGHQFLDHVWLPDGDGHDJUDQXORFLWRVLV1 Periodo de tratamiento ,QFLGHQFLD GH DJUDQXORFLWRVLV SHU SHUVRnas semanaGHREVHUYDFLyQ VHPDQD semana 19-52 VHPDQD\HQDGHODQWH 'HODH[SHULHQFLDGHOUHJLVWUR“UK Clozaril Patient Monitoring Service”3URJUDPDGH6HJXLPLHQWRGHO 5HLQR8QLGRHQWUH 2. Persona-tiempo es la suma de las unidades de tiempo individuales que los pacientes en el registro han estado expuestos a Clozapina antes de experimentar agranulocitosis. Por ejemplo, se pudieron observar 100.000 personas-semana en 1.000 pacientes que estuvieron en el registro durante 100 VHPDQDV RHQSDFLHQWHVTXHHVWXYLHURQHQHOUHJLVWURGXUDQWHVHPDQDV DQWHVGHH[SHULPHQWDUDJUDQXORFLWRVLV La incidencia acumulada de agranulocitosis en la experiencia desde el inicio del registro del UK Clozaril Patient Monitoring Service DxRVHQWUH\HVGH/DPD\RUtDGHORVFDVRVDSUR[LPDGDPHQWH HORFXUULHURQGXUDQWHODVSULPHUDVVHPDQDVGHWUDWDPLHQWRTrastornos metabólicos y nutricionales. 5DUDPHQWHVHKDFRPXQLFDGRDOWHUDFLyQGHODWROHUDQFLDDODJOXFRVD\RGHVDUUROORRH[DFHUEDFLyQGHGLDEHWHV mellitus durante el tratamiento con Clozapina. En muy raras ocasiones, se ha comunicado hiperglucemia JUDYH SURYRFDQGR DOJXQDV YHFHV FHWRDFLGRVLVFRPD KLSHURVPRODU HQ SDFLHQWHV WUDWDGRV FRQ &OR]DSLQD VLQ antecedentes previos de hiperglucemia. Los niveles de glucosa se normalizaron en la mayoría de los pacientes tras la interrupción del tratamiento con Clozapina y en algunos casos reapareció la hiperglucemia al reiniciar el WUDWDPLHQWR$XQTXHODPD\RUtDGHORVSDFLHQWHVSUHVHQWDEDQIDFWRUHVGHULHVJRGHGLDEHWHVPHOOLWXVQRLQVXOLQD dependientes, se han documentado también casos en pacientes sin factores de riesgo conocidos (ver sección $GYHUWHQFLDV\SUHFDXFLRQHVHVSHFLDOHVGHHPSOHR7UDVWRUQRVGHO6LVWHPD1HUYLRVR&HQWUDOLos efectos DGYHUVRVPiVIUHFXHQWHVREVHUYDGRVLQFOX\HQVRPQROHQFLDVHGDFLyQ\PDUHRV1HPHDSXHGHSURGXFLUFDPELRV HQHO((*LQFOX\HQGRODDSDULFLyQGHSLFRV\RQGDVFRPSOHMDV'LVPLQX\HHOXPEUDOFRQYXOVLYRGHIRUPDGRVLV dependiente y puede provocar espasmos mioclónicos o convulsiones generalizadas. Es más probable que estos síntomas aparezcan con el incremento rápido de la dosis y en pacientes con epilepsia pre-existente. En caso de TXHDSDUH]FDQGHEHUHGXFLUVHODGRVLV\VLHVQHFHVDULRLQLFLDUXQWUDWDPLHQWRDQWLFRQYXOVLYDQWH'HEHHYLWDUVH el uso de carbamazepina debido a su potencial para deprimir la función de la médula ósea y tener en cuenta la posibilidad de interacción farmacocinética con otros fármacos anticonvulsivantes. En casos raros, pacientes tratados con Nemea pueden sufrir delirio. Muy raramente, se han descrito casos de discinesia tardía en pacientes tratados con Clozapina que habían sido tratados con otros fármacos antipsicóticos. Los pacientes en los que la discinesia tardía se desarrolló con otros antipsicóticos, mejoraron con Clozapina. Trastornos cardíacos. Puede presentarse taquicardia e hipotensión ortostática con o sin síncope, especialmente en las primeras semanas de WUDWDPLHQWR/DSUHYDOHQFLD\ODJUDYHGDGGHODKLSRWHQVLyQHVWiQLQÀXLGDVSRUODWDVD\ODPDJQLWXGGHODMXVWH GH OD GRVLV 6H KDQ FRPXQLFDGR FDVRV GH FRODSVR FLUFXODWRULR FRPR UHVXOWDGR GH OD KLSRWHQVLyQ SURIXQGD HQ particular relacionado con un ajuste agresivo del fármaco, con posibles complicaciones graves de paro cardíaco o UHVSLUDWRULR8QDPLQRUtDGHORVSDFLHQWHVWUDWDGRVFRQ&OR]DSLQDH[SHULPHQWyFDPELRVHQHO(&*VLPLODUHVDORV REVHUYDGRVFRQRWURVIiUPDFRVDQWLSVLFyWLFRVLQFOX\HQGRGHSUHVLyQGHOVHJPHQWR67\DSODQDPLHQWRRLQYHUVLyQ GHODVRQGDV7TXHVHQRUPDOL]DURQWUDVODLQWHUUXSFLyQGHOWUDWDPLHQWR/DVLJQL¿FDFLyQFOtQLFDGHHVWRVFDPELRV QRHVWiFODUD6LQHPEDUJRGHEHWHQHUVHSUHVHQWHTXHHVWDVDQRUPDOLGDGHVVHKDQREVHUYDGRHQSDFLHQWHVFRQ PLRFDUGLWLV6HKDQREVHUYDGRFDVRVDLVODGRVGHDUULWPLDVFDUGtDFDVSHULFDUGLWLVHIXVLyQSHULFiUGLFD\PLRFDUGLWLV algunos de ellos con desenlace mortal. La mayoría de los casos de miocarditis ocurrieron durante los dos primeros meses de iniciación del tratamiento con Clozapina. Los casos de cardiomiopatía aparecieron generalmente en IDVHV PiV WDUGtDV GH WUDWDPLHQWR (Q DOJXQRV FDVRV GH PLRFDUGLWLV DSUR[LPDGDPHQWH \ GH SHULFDUGLWLV HIXVLyQSHULFiUGLFDVHFRPXQLFyWDPELpQHRVLQR¿OLDVLQHPEDUJRVHGHVFRQRFHVLODHRVLQR¿OLDSXHGHSUHGHFLUGH IRUPD¿DEOHODDSDULFLyQGHFDUGLWLV/RVVLJQRV\VtQWRPDVGH PLRFDUGLWLV RFDUGLRPLRSDWtD LQFOX\HQ WDTXLFDUGLD SHUVLVWHQWHHQUHSRVRSDOSLWDFLRQHVDUULWPLDVGRORUWRUiFLFR\RWURVVLJQRV\VtQWRPDVGHLQVX¿FLHQFLDFDUGtDFD WDOHV FRPR IDWLJD VLQ FDXVD DSDUHQWH GLVQHD WDTXLSQHD R VtQWRPDV VLPLODUHV D ORV GH LQIDUWR GH PLRFDUGLR 2WURVVtQWRPDVTXHSXHGHQSUHVHQWDUVHDGHPiVGHORVDQWHULRUHVLQFOX\HQVtQWRPDVVLPLODUHVDODJULSH0XHUWHV súbitas y no explicables ocurren entre pacientes psiquiátricos que reciben medicación convencional antipsicótica y WDPELpQHQSDFLHQWHVSVLTXLiWULFRVQRWUDWDGRV7DOHVPXHUWHVVHKDQFRPXQLFDGRPX\UDUDPHQWHHQSDFLHQWHVHQ tratamiento con Clozapina. 7UDVWRUQRVYDVFXODUHVRaramente se han descrito casos raros de tromboembolismo. 6HKDQGHVFULWRFRQDQWLSVLFyWLFRVFDVRVGHWURPERHPEROLVPRYHQRVRLQFOX\HQGRFDVRVGHHPEROLVPRSXOPRQDU \FDVRVGHWURPERVLVGHYHQDVSURIXQGDV6XIUHFXHQFLDHVGHVFRQRFLGDSistema respiratorio. Muy raramente, VHKDSURGXFLGRGHSUHVLyQRSDURUHVSLUDWRULRFRQRVLQFRODSVRFLUFXODWRULRYHU$GYHUWHQFLDV\SUHFDXFLRQHV HVSHFLDOHV GH HPSOHR \ ,QWHUDFFLyQ FRQ RWURV PHGLFDPHQWRV \ RWUDV IRUPDV GH LQWHUDFFLyQ Sistema gastrointestinal. 0X\ IUHFXHQWHPHQWH VH KD REVHUYDGR HVWUHxLPLHQWR H KLSHUVDOLYDFLyQ \ IUHFXHQWHPHQWH QiXVHDV \ YyPLWRV 0X\ UDUDPHQWH SXHGH SURGXFLUVH tOHR SDUDOtWLFR YHU $GYHUWHQFLDV \ SUHFDXFLRQHV HVSHFLDOHV GH HPSOHR (Q UDUDV RFDVLRQHV VH KD DVRFLDGR HO WUDWDPLHQWR FRQ &OR]DSLQD FRQ GLVIDJLD 3XHGH producirse aspiración de alimentos ingeridos en pacientes que presenten disfagia o como consecuencia de una sobredosis aguda. Trastornos hepatobiliares. Pueden producirse elevaciones transitorias y asintomáticas de ORVHQ]LPDVKHSiWLFRV\UDUDPHQWHKHSDWLWLVHLFWHULFLDFROHVWiVLFD6HKDFRPXQLFDGRPX\UDUDPHQWHQHFURVLV KHSiWLFDIXOPLQDQWH6LVHGHVDUUROODLFWHULFLDGHEHLQWHUUXPSLUVHHOWUDWDPLHQWRFRQ1HPHDYHU$GYHUWHQFLDV \ SUHFDXFLRQHV HVSHFLDOHV GH HPSOHR (Q FDVRV UDURV VH KD FRPXQLFDGR SDQFUHDWLWLV DJXGD Trastornos renales. 6HKDQFRPXQLFDGRFDVRVDLVODGRVGHQHIULWLVLQWHUVWLFLDODJXGDDVRFLDGDDOWUDWDPLHQWRFRQ&OR]DSLQD Trastornos reproductores y de las mamas. 6H KDQ UHFLELGR FDVRV PX\ UDURV GH SULDSLVPR (PEDUD]R SXHUSHULR\HQIHUPHGDGHVSHULQDWDOHV)UHFXHQFLDGHVFRQRFLGD6tQGURPHGHDEVWLQHQFLDQHRQDWDOYHUVHFFLyQ Trastornos generales. 6HKDQFRPXQLFDGRFDVRVGHVtQGURPHQHXUROpSWLFRPDOLJQR610HQSDFLHQWHV HQ WUDWDPLHQWR FRQ &OR]DSLQD VROD R HQ FRPELQDFLyQ FRQ OLWLR X RWURV IiUPDFRV DFWLYRV VREUH HO 61& 6H KDQ GHVFULWRUHDFFLRQHVDJXGDVSRUUHWLUDGDYHU$GYHUWHQFLDV\3UHFDXFLRQHVHVSHFLDOHVGHHPSOHR/D7DEOD UHVXPHODVUHDFFLRQHVDGYHUVDVUHFRJLGDVDWUDYpVGHQRWL¿FDFLRQHVHVSRQWiQHDV\GXUDQWHORVHQVD\RVFOtQLFRV 7DEOD(VWLPDFLyQGHIUHFXHQFLDGHUHDFFLRQHVDGYHUVDVDSDUHFLGDVFRQHOWUDWDPLHQWRSURFHGHQWHVGH QRWL¿FDFLRQHVHVSRQWiQHDV\GHHQVD\RVFOtQLFRV/DVUHDFFLRQHVDGYHUVDVHVWiQFODVL¿FDGDVEDMRWtWXORVGH IUHFXHQFLDXWLOL]DQGRODVLJXLHQWHFRQYHQFLyQ0X\IUHFXHQWHVIUHFXHQWHVSRFRIUHFXHQWHV UDUDVPX\UDUDVLQFOX\HQGRFDVRVDLVODGRV ,QYHVWLJDFLRQHV Raros $XPHQWRGHODV&3. Trastornos cardíacos 0X\IUHFXHQWHV )UHFXHQWHV 5DURV 7DTXLFDUGLD Cambios en el ECG Colapso circulatorio, arritmias, miocarditis, SHULFDUGLWLVHIXVLyQSHULFiUGLFD Cardiomiopatía, paro cardíaco 0X\UDURV 7UDVWRUQRVVDQJXtQHRV\GHOVLVWHPDOLQIiWLFR )UHFXHQWHV /HXFRSHQLDGLVPLQXFLyQGHOUHFXHQWROHXFRFLWDULR QHXWURSHQLDHRVLQR¿OLDOHXFRFLWRVLV $JUDQXORFLWRVLV $QHPLD 7URPERFLWRSHQLDWURPERFLWHPLD 3RFRIUHFXHQWHV 5DURV 0X\UDURV 7UDVWRUQRVGHOVLVWHPDQHUYLRVR 0X\IUHFXHQWHV )UHFXHQWHV 6RPQROHQFLDVHGDFLyQPDUHR Visión borrosa, cefalea, temblor, rigidez, acatisia, VtQWRPDVH[WUDSLUDPLGDOHVFULVLVHSLOpSWLFDV FRQYXOVLRQHVHVSDVPRVPLRFOyQLFRV Confusión, delirio 'LVFLQHVLDWDUGtD 5DURV 0X\UDURV 7UDVWRUQRV UHVSLUDWRULRV mediastínicos 5DURV 0X\UDURV WRUiFLFRV \ Trastornos gastrointestinales 0X\IUHFXHQWHV )UHFXHQWHV 5DURV 0X\UDURV Trastornos renales y urinarios )UHFXHQWHV 0X\UDURV $VSLUDFLyQGHDOLPHQWRVLQJHULGRV 'HSUHVLyQUHVSLUDWRULDFRODSVRUHVSLUDWRULR (VWUHxLPLHQWRKLSHUVDOLYDFLyQ Náuseas, vómitos, anorexia, sequedad de boca 'LVIDJLD Crecimiento de la glándula parotídea, obstrucción LQWHVWLQDOtOHRSDUDOtWLFRFRPSDFWDFLyQIHFDO Incontinencia urinaria, retención urinaria Nefritis intersticial 7UDVWRUQRVFXWiQHRV\GHORVWHMLGRVVXEFXWiQHRV 0X\UDURV Reacciones cutáneas Trastornos metabólicos y nutricionales )UHFXHQWHV 5DURV 0X\UDURV 7UDVWRUQRVYDVFXODUHV )UHFXHQWHV 5DURV 1RFRQRFLGRV Trastornos generales )UHFXHQWHV $XPHQWRGHSHVR $OWHUDFLyQGHODWROHUDQFLDDODJOXFRVDGLDEHWHV mellitus Cetoacidosis, coma hiperosmolar, hiperglucemia grave, hipertrigliciridemia, hipercolesterolemia +LSHUWHQVLyQKLSRWHQVLyQSRVWXUDOVtQFRSH 7URPERHPEROLVPR 7URPERHPEROLVPRYHQRVRLQFOX\HQGRHPEROLVPR SXOPRQDU\WURPERVLVGHYHQDVSURIXQGDV Poco frecuentes Muy raros )DWLJD¿HEUHKLSHUWHUPLDEHQLJQDWUDVWRUQRVGHOD VXGRUDFLyQUHJXODFLyQGHODWHPSHUDWXUD 6tQGURPH1HXUROpSWLFR0DOLJQR Muerte súbita inexplicable Trastornos hepatobiliares )UHFXHQWHV Raros Muy raros $XPHQWRGHORVHQ]LPDVKHSiWLFRV +HSDWLWLVLFWHULFLDFROHVWiVLFDSDQFUHDWLWLV Necrosis hepática fulminante Trastornos del sistema reproductor Muy raros Priapismo 7UDVWRUQRVSVLTXLiWULFRV Raros Inquietud, agitación 6HKDQGHVFULWRHSLVRGLRVPX\UDURVGHSURORQJDFLyQGH47TXHSXHGHQHVWDUDVRFLDGRVFRQ7RUVDGHVGH3RLQWHV aunque no hay una relación causal concluyente con el uso de este medicamento. 6REUHGRVLVEn casos de sobredosis agudas intencionadas o accidentales con Clozapina, se ha estimado una mortalidad de un 12% a través GHORVFDVRVQRWL¿FDGRVTXHGLVSRQtDQGHLQIRUPDFLyQVREUHHOGHVHQODFH/DPD\RUtDGHODVPXHUWHVHVWDEDQ DVRFLDGDVDLQVX¿FLHQFLDFDUGtDFDRQHXPRQtDFDXVDGDSRUDVSLUDFLyQWUDVLQJHULUGRVLVVXSHULRUHVDPJ 7DPELpQKDKDELGRLQIRUPHVGHSDFLHQWHVTXHVHKDQUHFXSHUDGRGHVREUHGRVL¿FDFLRQHVVXSHULRUHVDPJ 6LQHPEDUJRHQDOJXQRVDGXOWRVSULQFLSDOPHQWHHQDTXpOORVQRH[SXHVWRVSUHYLDPHQWHD&OR]DSLQDODLQJHVWLyQ GHGRVLVGHPJSURYRFyHVWDGRVFRPDWRVRVFRQSHOLJURGHPXHUWH\XQFDVRGHPXHUWH(QQLxRVODLQJHVWD de 50 mg a 200 mg provocó sedación profunda o coma sin llegar a ser letal. Signos y síntomas. 6RPQROHQFLD OHWDUJR DUUHÀH[LD FRPD FRQIXVLyQ DOXFLQDFLRQHV DJLWDFLyQ GHOLULR VtQWRPDV H[WUDSLUDPLGDOHV KLSHUUHÀH[LD FRQYXOVLRQHVKLSHUVDOLYDFLyQPLGULDVLVYLVLyQERUURVDWHUPRODELOLGDGKLSRWHQVLyQFRODSVRWDTXLFDUGLDDUULWPLDV FDUGtDFDV QHXPRQtD SRU DVSLUDFLyQ GLVQHD GHSUHVLyQ R LQVX¿FLHQFLD UHVSLUDWRULD Tratamiento. 'XUDQWH ODV SULPHUDV KRUDV WUDV OD LQJHVWLyQ GHO IiUPDFR GHEHUi UHDOL]DUVH XQ ODYDGR JiVWULFR \R OD DGPLQLVWUDFLyQ GH FDUEyQ DFWLYDGR /D GLiOLVLV SHULWRQHDO \ OD KHPRGLiOLVLV QR VRQ PX\ HIHFWLYDV 7UDWDPLHQWR VLQWRPiWLFR EDMR monitorización cardíaca continua, vigilancia de la respiración, monitorización de los electrolitos y del equilibrio iFLGREDVH'HEHUiHYLWDUVHHOXVRGHHSLQHIULQDHQHOWUDWDPLHQWRGHODKLSRWHQVLyQGHELGRDODSRVLELOLGDGGH XQHIHFWRSDUDGyMLFRHIHFWRLQYHUVRDOGHODHSLQHIULQD(VQHFHVDULDXQDHVWUHFKDVXSHUYLVLyQPpGLFDGXUDQWH al menos 5 días debido a la posibilidad de reacciones retardadas. 3523,('$'(6 )$50$&2/Ï*,&$6 3URSLHGDGHV IDUPDFRGLQiPLFDV *UXSR IDUPDFRWHUDSpXWLFR $QWLSVLFyWLFRV 'LD]HSLQDV R[D]HSLQDV \ WULD]HSLQDV &yGLJR$7& 1$+ &OR]DSLQD KD GHPRVWUDGR VHU XQ IiUPDFR DQWLSVLFyWLFR GLIHUHQWH GH ORV antipsicóticos clásicos. En estudios farmacológicos, Clozapina no induce catalepsia ni inhibe el comportamiento HVWHUHRWLSDGR LQGXFLGR SRU DSRPRU¿QD R DQIHWDPLQD 3RVHH XQD DFFLyQ EORTXHDQWH GpELO VREUH ORV UHFHSWRUHV GRSDPLQpUJLFRV'1'2' \'5SHURPXHVWUDSRWHQWHVHIHFWRVVREUHHOUHFHSWRU'DGHPiVGHXQSRWHQWH HIHFWRDQWLĮDGUHQpUJLFRDQWLFROLQpUJLFRDQWLKLVWDPtQLFR\GHGLVPLQXFLyQGHOQLYHOGHYLJLOLD³DURXVDO´7DPELpQ ha demostrado poseer propiedades antiserotoninérgicas. Clínicamente, Clozapina produce una rápida y notable sedación y posee un potente efecto antipsicótico en pacientes esquizofrénicos resistentes a otros tratamientos. En estos casos, Clozapina ha mostrado ser efectivo mejorando tanto los síntomas positivos como negativos de la HVTXL]RIUHQLDSULQFLSDOPHQWHHQHQVD\RVDFRUWRSOD]R(QXQHQVD\RFOtQLFRDELHUWRUHDOL]DGRHQSDFLHQWHV UHVLVWHQWHVDOWUDWDPLHQWRWUDWDGRVGXUDQWHPHVHVVHREVHUYyXQDPHMRUtDFOtQLFDPHQWHUHOHYDQWHHQHO GH ORV SDFLHQWHV GXUDQWH OD SULPHUD VHPDQD GH WUDWDPLHQWR \ HQ XQ DO ¿QDO GH ORV PHVHV /D PHMRUtD VH GH¿QLy FRPR DSUR[LPDGDPHQWH XQ GH UHGXFFLyQ GHVGH HO QLYHO EDVDO HQ OD Brief Psychiatric Rating Scale Score.$GHPiVVHKDQGHVFULWRPHMRUtDVHQDOJXQRVDVSHFWRVGHODGLVIXQFLyQFRJQLWLYD&RPSDUDGRFRQ los antipsicóticos clásicos, Clozapina produce menos reacciones extrapiramidales mayores, tales como distonía aguda, efectos adversos de tipo parkinsoniano y acatisia. En contraste con los antipsicóticos clásicos, Clozapina no produce aumento de los niveles de prolactina o los aumenta mínimamente evitando así efectos adversos WDOHVFRPRJLQHFRPDVWLDDPHQRUUHDJDODFWRUUHDRLPSRWHQFLD8QDUHDFFLyQDGYHUVDSRWHQFLDOPHQWHJUDYHGHO WUDWDPLHQWRFRQ&OR]DSLQDHVODJUDQXORFLWRSHQLD\DJUDQXORFLWRVLVFRQXQDLQFLGHQFLDHVWLPDGDGHO\ UHVSHFWLYDPHQWH 7HQLHQGR HQ FXHQWD HVWH ULHVJR HO XVR GH 1HPHD GHEH OLPLWDUVH D SDFLHQWHV UHVLVWHQWHV DO tratamiento o pacientes con psicosis en el curso de la enfermedad de Parkinson cuando hayan fallado otras WHUDSLDVYHUVHFFLyQ,QGLFDFLRQHVWHUDSpXWLFDV\DORVFXDOHVVHOHVSXHGDUHDOL]DUH[iPHQHVKHPDWROyJLFRV UHJXODUHVYHUVHFFLRQHV$GYHUWHQFLDV\SUHFDXFLRQHVHVSHFLDOHVGHHPSOHR\5HDFFLRQHVDGYHUVDV 3URSLHGDGHVIDUPDFRFLQpWLFDV/DDEVRUFLyQGH&OR]DSLQDDGPLQLVWUDGRSRUYtDRUDOHVGHOORVDOLPHQWRV QRLQÀX\HQQLHQODYHORFLGDGQLHQHOJUDGRGHDEVRUFLyQ&OR]DSLQDHVWiVRPHWLGDDXQPHWDEROLVPRGHSULPHU paso moderado, lo que se traduce en una biodisponibilidad absoluta del 50-60%. En estado estacionario, cuando se administra dos veces al día, los niveles plasmáticos máximos se alcanzan en término medio a las 2,1 horas LQWHUYDORGHDKRUDV\HOYROXPHQGHGLVWULEXFLyQHVGHONJ&OR]DSLQDVHXQHDSURWHtQDVSODVPiWLFDV HQDSUR[LPDGDPHQWHXQ6XHOLPLQDFLyQHVELIiVLFDFRQXQDVHPLYLGDGHHOLPLQDFLyQWHUPLQDOPHGLDGH KRUDVLQWHUYDORGHDKRUDV'HVSXpVGHGRVLV~QLFDVGHPJODVHPLYLGDGHHOLPLQDFLyQWHUPLQDOPHGLD IXH GH KRUDV DXPHQWDQGR KDVWD KRUDV FXDQGR VH DOFDQ]DQ FRQGLFLRQHV GH HVWDGR HVWDFLRQDULR SRU DGPLQLVWUDFLyQGHGRVLVGLDULDVGHPJGXUDQWHFRPRPtQLPRGtDV(QHOHVWDGRHVWDFLRQDULRDXPHQWRVGH GRVLVGHKDVWD\PJDGPLQLVWUDGRVGRVYHFHVDOGtDUHVXOWDURQHQDXPHQWRVOLQHDOHVSURSRUFLRQDOHVD ODGRVLVHQHOiUHDEDMRODFXUYDGHFRQFHQWUDFLyQSODVPiWLFDWLHPSR$8&\HQHOSLFR\PtQLPDVFRQFHQWUDFLRQHV SODVPiWLFDV&OR]DSLQDVHPHWDEROL]DGHIRUPDSUiFWLFDPHQWHFRPSOHWDDQWHVGHVXH[FUHFLyQ'HORVPHWDEROLWRV SULQFLSDOHV VRODPHQWH HO PHWDEROLWR GHVPHWLOR HV DFWLYR 6XV DFFLRQHV IDUPDFROyJLFDV UHFXHUGDQ D ODV GH OD &OR]DSLQD SHUR VRQ FRQVLGHUDEOHPHQWH PiV GpELOHV \ GH PHQRU GXUDFLyQ 6RODPHQWH VH GHWHFWDQ WUD]DV GH fármaco inalterado en orina y heces, excretándose aproximadamente el 50% de la dosis administrada en orina y HOHQKHFHV'DWRVSUHFOtQLFRVVREUHVHJXULGDGLos datos preclínicos no muestran riesgos especiales para los seres humanos según los estudios convencionales sobre farmacología de seguridad, toxicidad a dosis UHSHWLGDV JHQRWR[LFLGDG \ SRWHQFLDO FDUFLQRJpQLFR SDUD WR[LFLGDG UHSURGXFWLYD YHU VHFFLyQ '$726 )$50$&e87,&26/LVWDGHH[FLSLHQWHV/DFWRVDPRQRKLGUDWR&HOXORVDPLFURFULVWDOLQD3RYLGRQD$OPLGyQ JOLFRODWR VyGLFR WLSR$ GH SDWDWD (VWHDUDWR PDJQpVLFR ,QFRPSDWLELOLGDGHV No aplicable. 3HULRGR GH YDOLGH] DxRV 3UHFDXFLRQHV HVSHFLDOHV GH FRQVHUYDFLyQ No se precisan condiciones especiales de conservación.1DWXUDOH]D\FRQWHQLGRGHOHQYDVHComprimidos de 200 mg de Clozapina. Envase blíster de 39&39'&DOXPLQLR&DGDHQYDVHFRQWLHQHFRPSULPLGRV(QYDVHIUDVFRGHSROLHWLOHQRGHDOWDGHQVLGDG&DGD envase contiene 40 comprimidos.3UHFDXFLRQHVHVSHFLDOHVGHHOLPLQDFLyQNinguna especial. 7,78/$5 '( /$ $8725,=$&,Ï1 '( &20(5&,$/,=$&,Ï1 $GDPHG /DERUDWRULRV 6/8 F *RORQGULQD $UDYDFD0DGULG(VSDxD7IQR)D[HPDLOLQIR#DGDPHGIDUPDHV1Ò0(526 '( $8725,=$&,Ï1 '( &20(5&,$/,=$&,Ï1 1HPHD PJ FRPSULPLGRV 1 9. FECHA DE LA 35,0(5$$8725,=$&,Ï15(129$&,Ï1'(/$$8725,=$&,Ï1Marzo de 2012. 35(6(17$&,21(6 Nemea 200 mg comprimidos, 40 comprimidos. &21',&,21(6'(35(6&5,3&,Ï1<',63(16$&,Ï1 Con receta ordinaria. Cupón precinto diferenciado Especial Control Médico. &21',&,21(6'(/$35(67$&,Ï1 FARMACÉUTICA DEL SNS. )LQDQFLDGR SRU HO 616 DSRUWDFLyQ UHGXFLGD )(&+$ '( /$ 5(9,6,Ï1 '(/ TEXTO. Junio de 2012. )LFKD7pFQLFD1HPHDPJPJ\SODQHVGHIDUPDFRYLJLODQFLDGLVSRQLEOHVHQ ZZZDGDPHGIDUPDHV