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Revista Umbral - Sección Artículos ojs.uprrp.edu/index.php/umbral N.1 Septiembre 2009: 278-282 Teoría de Gaia El fin del fin del mundo Yvette Fred Facultad de Estudios Generales, Universidad de Puerto Rico, Río Piedras San Juan, Puerto Rico yfred@yahoo.com Resumen En este ensayo la profesora Ivette Fred discute la utilización del lenguaje científico en las discusiones sobre el cambio climático en la tierra. Absteniéndose a cuestionar la validez de los planteamientos científicos, se limita a analizar la forma en la cual los científicos transmiten estas ideas. Considera que el lenguaje utilizado para referirse a los cambios climáticos es similar al que se emplea en los discursos religiosos de corte apocalíptico. Compara ambos discursos, como describen el fin del mundo en un lenguaje muy similar. Termina por plantear las siguientes preguntas: ¿Por qué los científicos recurren al lenguaje apocalíptico? ¿Cómo los seres se pueden unir como humanidad? ¿Cómo se podría describir una catástrofe sin sonar catastrófico? Palabras clave: lenguaje científico, catástrofe, religión, cambio climático, fin del mundo. Abstract Ivette Fred discusses the use of scientific language in the debate of climate change. She abstains herself from questioning the validity of what the scientific community states, she limits herself to analyze the way in which scientists transmit their ideas. She considers that the language used to refer to the changes in climate is similar to the language used in religious speeches to describe the end of the world. She compares both arguments and how they describe the end of the world in a very similar language. She poses these questions, why do scientists use this apocalyptic language? How can the humans unite as one? How can you describe a catastrophe without making it sound catastrophic? Keywords: Scientific language, catastrophe, religion, climatic change, end of the world. ¿Qué significa “El fin del mundo del fin”? Se acaba el mundo en el que todo es fin, el fin del mundo del fin. Absolutamente final, fin como umbral, fin como comienzo. Éste es un ejemplo sencillo de cómo se combinan las frases preposicionales para cambiar el significado de las palabras, en que siempre está en paréntesis el fin, como se desarrolla el concepto de fin y de final. Este artículo se concentrará en cómo se utiliza el lenguaje científico en la discusión sobre el cambio climático en el planeta Tierra. Expresaré preocupación con respecto a este uso, discutiré algunos de los problemas filosóficos que surgen y propondré acciones para tratar de resolver el problema. No voy a cuestionar la validez de los planteamientos de los científicos más reconocidos en el mundo sobre este tema. No estoy poniendo en cuestión si éstos son verdaderos o falsos. A lo que me referiré es estrictamente al modo en que “la verdad” se transmite, al cómo la expresamos. 278 El fin del fin del mundo En primer lugar, tengo la preocupación de que el lenguaje utilizado para referirnos al cambio climático tiene demasiadas semejanzas con el tono y las palabras que se utilizan en el discurso religioso de corte apocalíptico. Lo peor es que la semejanza existe aún con los discursos más apocalípticos y terroríficos de sectas religiosas basadas en la ignorancia de sus feligreses que tanto proliferan por el mundo y en nuestro país. Recordemos los programas televisivos de este tipo en Puerto Rico. Ambos discursos se refieren al fin del mundo, a las catástrofes, los sufrimientos, las penalidades que sufre y sufrirá la humanidad si no hace nada para detener los estragos que está ocasionando a la naturaleza por abusar de ella; o, en el caso del lenguaje religioso, cómo sufriremos en el infierno por toda la eternidad si no nos arrepentimos de nuestros pecados y vivimos una vida digna y sin contaminación. Ambos discursos enfatizan los diluvios universales, los azotes de agua. El problema es que este tipo de lenguaje por parte de algunos miembros de la comunidad científica evidencia que se ignora por completo que el lenguaje apocalíptico se inserta dentro de una tradición mesiánica que nada tiene de científica. Me preocupa la falta de efectividad que estos usos puedan tener en la audiencia. Como el lenguaje científico cede al apocalíptico. Es irónico pensar que la ciencia, después de pelearse tanto por su independencia de la religión, tenga que volver a recurrir a ella. La paradoja de la ciencia: negar la religión y parecerse a ella. Existe un problema real con relación al lenguaje científico – o matemático, para estos fines. Muy pocas personas lo entienden. Es un lenguaje altamente técnico, y necesariamente técnico, para poder expresar con rigor aseveraciones o hipótesis sobre el tema. Este lenguaje requiere “traducción” para que el resto de los mortales lo pueda entender. La traducción debe hacerla una persona que entienda muy bien la materia y que, a su vez, sea un buen comunicador. Por un lado, hay que divulgar la información. Por el otro, no se debe abandonar en el proceso el rigor necesario para hablar con corrección del asunto, y llamar a las cosas por su nombre. Otro hecho interesante es que el lenguaje científico pasa a ser un lenguaje normativo, pasa a ser el lenguaje del deber y la responsabilidad. En filosofía del 279 Yvette Fred lenguaje, es la transición entre el discurso del “es” (o “ser”), sobre los hechos y las descripciones – característico del lenguaje de la ciencia y de los datos, y el discurso del “debe” (o “deber ser”), discurso de la ética, que conlleva prescripción sobre la conducta humana. Esto es un salto crucial, fundamental, que no se puede tomar por sentado, como está pasando. El discurso del “ser” se basa en la evidencia científica; el discurso del “deber ser” va más allá de este tipo de evidencia, o simplemente, tiene su propia justificación alterna o paralela basada usualmente en principios a priori sobre lo que es el ser humano. Esta transición se debe estudiar a profundidad. Ahora bien, el conocimiento científico no implica acción social. Plantear casi unánimemente que el bióxido de carbono es una de las principales causas del cambio climático detrimental no es suficiente. La ciencia ha sido lenta en traducir sus hallazgos científicos al hacer, a la práctica social. No se ha llegado al ciudadano ordinario. No hemos sido efectivos en comunicar el mensaje a Doña Pepa y a Doña Pancha. ¿Por qué los científicos recurren al lenguaje apocalíptico? A mi entender, porque quieren ser escuchados, porque no tienen el poder político para llevar a la acción concreta las consecuencias de sus resultados. Es un acto de desesperación. Es como pasa con el personaje de Casandra en la mitología griega: conoce la verdad sobre el futuro y nadie le quiere creer. Esto apunta a la relación entre ciencia y política, que como sabemos muy bien, siempre ha sido coyuntural. Se escucha a los científicos si conviene a los que ostentan el poder político de turno, si no, se les ignora. Como sabemos, el cambio climático es global en sus causas y consecuencias, y es crucial la colaboración colectiva internacional. Se trata de dos generalizaciones: que sea un asunto de comunidad y que la comunidad sea internacional. En términos epistemológicos, tenemos problemas para conceptualizar visiones de conjunto y, en términos éticos, para ponernos en el lugar de los demás, en el lugar del otro. Las mismas causas que han ocasionado la situación actual del cambio climático – como el egoísmo feroz - son las que hay que eliminar a la brevedad posible para poder pensar en las necesidades de la comunidad de ahora y la del futuro. 280 El fin del fin del mundo ¿Cómo lo que hemos aprendido del valor del individuo sobre la comunidad, del aquí y del ahora, por tantos siglos en nuestra civilización occidental, de la cual la ciencia forma parte, podemos desecharlo de un día para otro? Esto es un gran reto para la educación. Hay otro problema interesante: ¿cómo podemos motivar a la humanidad o, como diría el filósofo norteamericano de la ética Macyntyre, cómo podemos ofrecer razones para actuar (“reasons for actions”) a nivel global sin recurrir a la religión? Gandhi movilizó al subcontinente de la India a la lucha social y a la libertad. Pero Gandhi era abiertamente religioso y tolerante de otras religiones. Sus creencias religiosas le permitieron conectarse con los demás. ¿Cómo nos podemos nosotros unir como humanidad? Existe el problema de apelar demasiado al miedo, al terror, a lo irracional, a lo enteramente emotivo, y se pierda el peso o validez de los argumentos que se quieren transmitir. El discurso debe apelar al raciocinio, debe ser persuasivo, contundente sin ser apocalíptico, certero sin ser catastrófico. El reto en la educación es apelar a la argumentación y a la persuasión, y resistir la fácil tentación de caer en un lenguaje cuasi religioso. Por otro lado: ¿Cómo describir una catástrofe sin sonar catastrófico? Las imágenes de una catástrofe hablan por si solas. Por eso debemos ser más consientes y cuidadosos de cómo utilizamos el lenguaje al describirlas. Cabe señalar que el “Stern Review: The Economics of Climate Change” es más ponderado en su expresión, pero aún así, utiliza muchos términos o frases alarmistas: “the scientific evidence is now overwhelming”, “climate change presents serious global risks”, “it demands an urgent global response”, “precautions can no longer be avoided”. Es característico también de este informe el uso de anuncios de fin del mundo, de catástrofes inminentes o que ocurrirán en 20 o 50 años. Por lo tanto, que es probable que las suframos nosotros. Interesantemente, el documental de Al Gore, “The Inconvenient Truth”, para mi sorpresa, es bastante equilibrado en su tono, bien informativo, claro, y también dedica 281 Yvette Fred tiempo razonable para plantear soluciones prácticas. Entiendo que esto último es lo más valioso del planteamiento de Al Gore: ¿qué podemos hacer nosotros? Me complace que se haya ganado el Nobel este año. Para concluir, no existe un balance entre los miedos creados y las soluciones propuestas en toda esta discusión. El énfasis está en la catástrofe, no en la solución. Las soluciones deben estar expresadas en un lenguaje más afirmativo, más equilibrado, que cree en el lector u oyente la convicción de que puede hacer algo positivo, de que tiene un papel importante que jugar en esta ecuación. El fin del mundo, o, por lo menos, el fin de esta reflexión. Citación de este artículo: Fred, Y. (2009). El fin del fin del mundo. Revista Umbral, 1, 278-282. Disponible en http://ojs.uprrp.edu/index.php/umbral/article/download/29/17 Producción y Recursos en Internet: Producción de Umbral, Facultad de Estudios Generales, Universidad de Puerto Rico, Río Piedras. Disponible en http://umbral.uprrp.edu/revista 282