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ARTICLE IN PRESS Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 05/06/2017. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited. Med Clin (Barc). 2009;132(9):331–335 www.elsevier.es/medicinaclinica Original Eficacia de la vacuna contra el virus de la hepatitis B en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal Luis Vida Pérez , Federico Gómez Camacho, Valle Garcı́a Sánchez, Eva M.a Iglesias Flores, Laura Castillo Molina, Antonio Cerezo Ruiz, Luis Casáis Juanena y Juan Francisco De Dios Vega Unidad de Gestión Clı́nica de Aparato Digestivo, Área Médica, Hospital Universitario Reina Sofı́a, Córdoba, España I N F O R M A C I Ó N D E L A R T Í C U L O R E S U M E N Historia del artı́culo: Recibido el 25 de marzo de 2008 Aceptado el 16 de julio de 2008 On-line el 9 de marzo de 2009 Fundamento y objetivo: Aunque parece que no hay un aumento en la prevalencia de infección por el virus de la hepatitis B (VHB) en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII), se especula que la necesidad de exploraciones invasivas e intervenciones quirúrgicas sitúa a estos pacientes dentro de un grupo de riesgo para contraer esta infección. Además, el uso cada vez más frecuente de inmunomoduladores puede conducir a una reactivación vı́rica latente. El objetivo de este trabajo fue evaluar la eficacia de la vacuna contra el VHB en pacientes con EII y las circunstancias que pueden influir en su resultado. Pacientes y métodos: Desde el año 2006, se determinaron los marcadores serológicos de los virus B y C de la hepatitis en los pacientes con EII atendidos en esta consulta médica de forma consecutiva. La posterior determinación de los anticuerpos contra el antı́geno de superficie del VHB (anti-HBs) diferenció entre reactivos o no a la vacuna, y se consideró como respuesta valores iguales o superiores aX10 mUI/ml. Resultados: Se incluyó en el estudio a 129 pacientes. Cincuenta y seis pacientes (43,4%) habı́an recibido algún tratamiento inmunomodulador previo a la vacuna. En 85 pacientes (65,9%) la vacuna no indujo una respuesta adecuada: 36 pacientes no crearon anti-HBs y en 49 pacientes se desarrollaron tı́tulos inferiores a 10 mUI/ml. El único factor implicado en la respuesta de la vacuna fue la edad, de forma que en los pacientes más jóvenes la eficacia de la vacuna fue mayor (media de 30,91 [14,8] frente a 39,91 [14,2] años, po0,001). Conclusiones: En más de la mitad de los pacientes con EII no se desarrolló una respuesta adecuada a la vacuna del VHB. El único factor relacionado con una mejor eficacia fue la edad más joven. Queda por demostrar si una cuarta dosis o si la revacunación completa aumentarı́an esta tasa de respuesta. & 2008 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. Palabras clave: Virus de la hepatitis B Enfermedad inflamatoria intestinal Vacuna Adequate rate of response to hepatitis B virus vaccination in patients with inflammatory bowel disease A B S T R A C T Keywords: Hepatitis B virus Inflammatory bowel disease Vaccine Background and objective: Patients with Inflammatory Bowel Disease (IBD) may have an increased risk of developing hepatitis B virus (HB) infection. Invasive procedures such as colonoscopies and surgery might be some of the reasons for this. Moreover, the use of immunosuppressors may reactivate a latent infection. We assessed the immune status among IBD patients receiving HB vaccine and the circumstances that predicted its results. Aims and methods: Serological markers of B and C hepatitis virus in patients with IBD who were referred for consultation were assessed since 2006. The subsequent determination of antibodies against superficial antigen (HBsAb) could differentiate between responders and non responders to the vaccine and an adequate immunity to HB was defined as higher than 10 mUI/ml. Results: One hundred and twenty nine patients were included in our study. Fifty-six (43,4%) patients had received immunosuppressive medication before the first vaccine dose. Notably, 85 (65.9%) patients had inadequate levels of HBsAb: 36 had no detectable levels and 49 had less than 10 mUI/ml. Younger patients had a better immunity response than older patients (30.91714.8 vs 39.91714.2) (po0.001). Conclusion: More than half of the patients had a suboptimal serologic response after vaccination. Only the younger group showed a better rate of response. It was not demonstrated whether an additional fourth dose of vaccination or a complete revaccination improved the rate of responders. & 2008 Elsevier España, S.L. All rights reserved. Autor para correspondencia. Correo electrónico: lvp80@hotmail.com (L. Vida Pérez). 0025-7753/$ - see front matter & 2008 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. doi:10.1016/j.medcli.2008.07.013 ARTICLE IN PRESS Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 05/06/2017. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited. 332 L. Vida Pérez et al / Med Clin (Barc). 2009;132(9):331–335 Introducción La infección por el virus de la hepatitis B (VHB) es un problema importante de salud pública. Aunque se especula que los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) tienen un mayor riesgo de adquirir esta infección (ya que se les realizan con cierta frecuencia exploraciones invasivas [endoscopias] y tienen mayor necesidad que la población general tanto de intervenciones quirúrgicas como de transfusiones de sangre o hemoderivados, a lo que se le añade la utilización frecuente de fármacos inmunomoduladores), no se ha demostrado una mayor prevalencia de esta infección en esta población1. En otros estudios, en pacientes con más de 60 años de edad y en aquéllos con enfermedades debilitantes y en un estado de inmunodepresión (debido a trasplantes de órganos sólidos, enfermedades hepáticas crónicas, insuficiencia renal crónica u otras enfermedades crónicas inflamatorias [como la artritis reumatoide] o a infección por el virus de la inmunodeficiencia humana) se ha constatado una peor respuesta a la vacunación contra el VHB; lo mismo ocurre entre los fumadores y obesos2–7. En España, en el momento actual, la vacuna del VHB se administra a todos los recién nacidos, también se ha incluido en el calendario vacunal de los adolescentes y se recomienda en los adultos de alto riesgo (personal sanitario o pacientes inmunodeprimidos por diversas causas). La tasa de respuesta en la población adulta es del 90 al 95% y está directamente relacionada con el tı́tulo de anticuerpos contra el antı́geno de superficie del VHB (anti-HBs), de forma que valores iguales o superiores a 10 mUI/ml proporcionan inmunidad frente a la infección por el VHB8. Sin embargo, no hay recomendaciones para la vacunación contra este virus en pacientes con EII, ni se conoce cuál es su tasa de eficacia ni los factores que pueden influir en su resultado. La EII es un proceso que afecta a 2 millones de personas en Europa; en España se calcula una prevalencia de 205 pacientes cada 100.000 habitantes9,10. Los datos recientes del sur de Europa, Europa del Este y Asia reportan un aumento de su incidencia en algunas áreas, con valores comparables a las tasas del norte de Europa o Norteamérica11. En su etiopatogenia (además de una predisposición genética), hay una respuesta inmune alterada frente a determinados antı́genos aún desconocidos, lo que motiva que muchos pacientes requieran tratamiento inmunomodulador. Estos tratamientos pueden reactivar infecciones vitales latentes o ya conocidas, como la infección por el VHB; incluso en algunos casos se han comunicado resultados fatales12. Sin embargo, esta respuesta no es la misma para todos los pacientes. Ası́ lo demuestran otros casos publicados en la literatura médica, entre ellos el de nuestro grupo13,14. Por todo esto, serı́a conveniente que todos los pacientes con EII recibieran una pauta de vacunación contra el VHB. Los objetivos de este trabajo serán evaluar la eficacia de la vacuna ası́ como los distintos factores demográficos y clı́nicos que pudieran intervenir en su tasa de respuesta. Pacientes y método Desde el año 2006 y de forma consecutiva, se determinaron los marcadores serológicos de los virus B y C de la hepatitis de todos los pacientes con EII a los que se revisó en nuestra consulta monográfica. En aquellos que no presentaban marcadores indicativos de infección actual o anterior por el VHB (antı́geno de superficie del VHB [AgHBs], anti-HBs o anticuerpos contra el antı́geno del core), se procedió a su vacunación según la secuencia clásica (0, 1 y 6 meses). Al menos 2 meses después de la última dosis se midieron los valores de anti-HBs y se consideró que se habı́a logrado una respuesta adecuada a la vacuna si éstos alcanzaban o superaban las 10 mU/ml. En el momento de la inclusión en el estudio, se recogió una serie de datos demográficos y clı́nicos de todos los pacientes: edad, sexo, hábitat, nivel de estudios, ingesta de alcohol o adicción a drogas, tipo de EII (colitis ulcerosa [CU] o enfermedad de Crohn [EC]), duración y extensión de la enfermedad, patrón evolutivo de la EC y empleo de inmunomoduladores antes o durante el perı́odo de vacunación. En todo momento se respetaron las normas de buena práctica clı́nica ası́ como la declaración de Helsinki de 1975 con la revisión de octubre de 2000. Los resultados se analizaron mediante el programa estadı́stico SPSS versión 13.0 de Windows. Se realizó un estudio descriptivo de frecuencias en el caso de variables cualitativas y se calculó la media y la desviación estándar en el caso de variables cuantitativas. La variable considerada dependiente fue la repuesta o la eficacia a la pauta de vacunación. Los datos se sometieron a un análisis univariante; para la comparación de variables continuas relacionadas con la falta de respuesta a la pauta de vacunación, se utilizó el test de la t de Student para muestras independientes y el test de la w2 para las categorı́as, además se emplearon las correcciones de Yates y de Fischer en los casos apropiados. El nivel de significación se estableció cuando los valores de p fueron inferiores a 0,05. A fin de detectar la presencia de variables de confusión y determinar aquéllas con un valor predictivo independiente para la falta de respuesta a la vacuna, se realizó un modelo de regresión logı́stica. No se incluyeron en el análisis multivariante aquellas variables con un número de casos menor del 75% del total. Resultados Se incluyeron en el estudio los 129 pacientes con EII que tenı́an todos los marcadores serológicos de la hepatitis B negativos y, por tanto, pudieron recibir una pauta de vacunación contra este virus. La edad media de los pacientes fue de 36,4 (15) años; 78 eran varones (60,5%). Setenta y un pacientes (55%) tenı́an CU: 45 colitis distal y 26 colitis extensa o pancolitis; 58 pacientes (45%) tenı́an EC: 20 de tipo ileal (L1), 12 de tipo cólica (L2), 23 de tipo ileocólica (L3) y 3 de afectación intestinal alta (L4). Treinta y cinco (60,3%) pacientes con EC eran de patrón inflamatorio (B1). La duración media de la enfermedad fue de 71 (55,41) meses. En la tabla 1 se resumen las caracterı́sticas generales de los pacientes incluidos. Cincuenta y seis pacientes (43,4%) habı́an recibido algún tratamiento inmunomodulador previo a la vacuna y la mayorı́a combinaron varios de éstos. Cincuenta y cinco (42,6%) pacientes recibieron corticoides, 53 pacientes (41,1%) recibieron inmunomoduladores (el más frecuente fue la azatioprina [92,5%]) y 10 pacientes (7,8%) recibieron tratamientos biológicos. El tiempo de exposición del fármaco inmunomodulador o de tratamientos biológicos hasta la vacunación fue de 29,58 (20,17) meses. En la tabla 2 se resumen con mayor detalle estos resultados. En 85 pacientes (65,9%) la vacuna no indujo una respuesta adecuada: 36 pacientes no crearon anti-HBs y 49 presentaron tı́tulos inferiores a 10 mUI/ml. Ni el sexo, ni el tipo de EII, ni la duración de la enfermedad, ni el uso de fármacos inmunomoduladores o tratamientos biológicos, ni el tiempo de exposición a estos fármacos previo al comienzo de la primera dosis de la vacuna influyeron en la eficacia de la vacunación contra el VHB. El único factor implicado en su respuesta fue la edad, de forma que en los pacientes más jóvenes la eficacia de la vacuna fue mayor (30,91 [14,8] frente a 39,91 [14,2] años; po0,001). En la tabla 3 se detallan estos resultados. En el análisis de regresión, la edad continuó obteniendo un valor estadı́sticamente significativo con una po0,01 (coeficientes: B 0,14, error tı́pico 0,04, Beta 0,467, t 3,37). ARTICLE IN PRESS Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 05/06/2017. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited. L. Vida Pérez et al / Med Clin (Barc). 2009;132(9):331–335 Tabla 1 Caracterı́sticas generales de los pacientes Edad media (DE), años 36,4 (15) Sexo, n (%) Varones Mujeres 78 (60,5) 51 (39,5) Tipo de EII, n (%) CU EC 71 (55) 58 (45) Localización de CU, n (%) Distal Extensa o pancolitis 45 (64,4) 26 (36,6) Localización de EC, n (%) Ileal Cólica Ileocólica Gastrointestinal alta 20 (34,5) 12 (20,7) 23 (39,7) 3 (5,2) Tratamiento concomitante, n (%) Esteroides IMM (AZA/MTX) Tratamientos biológicos 56 (43,4) 55 (42,6) 53 (41,1) 10 (7,8) Duración de la enfermedad, media (DE) 71 (55,41) Antecedentes de cirugı́a, n (%) 21 (18) N.o de intervenciones quirúrgicas por sujeto, media (DE) 1,29 (0,78) AZA: azatioprina; CU: colitis ulcerosa; DE: desviación estándar; EC: enfermedad de Crohn; EII: enfermedad inflamatoria intestinal; IMM: inmunomoduladores; MTX: metotrexato. Tabla 2 Uso de fármacos inmunomoduladores previos a la vacunación n % Cualquier fármaco Corticoidesa,b 53 55 41,1 42,6 IMMb,c AZA/6-Mercaptopurina MTX Mofetil Micofenolato 53 49 3 1 41,1 92,5 5,7 1,9 TBc Infliximab Adalimumab 10 7 3 7,8 70 30 Combinación de fármacos Corticoides + IMM Corticoides + IMM + TB 47 7 40,2 6 AZA: azatioprina; IMM: inmunomoduladores; MTX: metotrexato; TB: terapias biológicas. a Número medio de tandas de corticoides por sujeto: 1,53(0,51). b Tiempo medio de exposición a inmunomoduladores: 28,56(20,42) meses. c Número medio de dosis acumuladas de TB: 10,75(8,22). Discusión Los tratamientos inmunomoduladores y los fármacos biológicos han revolucionado el pronóstico de los pacientes con EII: han 333 disminuido la aparición de complicaciones, el número de intervenciones quirúrgicas y la estancia hospitalaria, y han aumentado la calidad de vida de estos pacientes. Sin embargo, son fármacos que no están exentos de complicaciones, una de éstas es el aumento potencial del riesgo de infecciones. En este grupo susceptible de pacientes serı́a conveniente aplicar todas aquellas medidas que permitan reducir el riesgo de infección. En la actualidad, la vacunación contra el VHB es universal en el momento del nacimiento y lactancia, esto ocurre desde hace unos 15 años según la comunidad autónoma considerada. Además, hay grupos de riesgo en los que está indicada la vacunación selectiva contra el VHB, como recién nacidos hijos de madres con AgHBs positivo, personal sanitario en contacto con sangre o derivados, deficientes mentales ingresados en instituciones cerradas y personal que trabaja en estos centros, pacientes en programa de hemodiálisis, varones homosexuales, contactos sexuales y convivientes de portadores crónicos del VHB, personas que practican punciones frecuentes no controladas médicamente (drogadictos), reclusos de instituciones penitenciarias, personas heterosexuales con contactos sexuales promiscuos, personal no sanitario con profesión de riesgo elevado (funcionarios de instituciones penitenciarias, personal de ambulancias, bomberos, etcétera), personas que viajan a paı́ses con alto riesgo de infección por el VHB y personas en programa de trasplante de órgano sólido y de progenitores hematopoyéticos4,15. Aunque hasta el momento no se dispone de una guı́a de actuación oficialmente reconocida para el empleo adecuado de las vacunas en la EII, cada vez son más las recomendaciones acerca de los controles serológicos que deben investigarse y acerca de las vacunas que deben aplicarse a los pacientes. Las vacunas recomendadas actualmente en pacientes inmunodeprimidos con EII son las siguientes: difteria, tétanos, poliomielitis inactivada, tos ferina, hepatitis B, neumococo, influenza, papilomavirus humano, hepatitis A, enfermedad meningocócica y el Haemophilus influenza B, entre otras16. A pesar de estos datos, algunas publicaciones recientes demuestran que el empleo de vacunas está muy infrautilizado. Otra cuestión importante para considerar es la eficacia que una pauta de vacunación puede tener en un sujeto con EII (con o sin tratamiento inmunomodulador o tratamientos biológicos); respecto a esto no hay muchos datos en la literatura médica. En este trabajo se pone de manifiesto la baja tasa de eficacia que alcanza la vacunación contra el VHB con el esquema habitual en pacientes con EII. Hasta el 65% de los pacientes no alcanzaron valores protectores de anticuerpos (anti-HBs deX10 mUI/ml) y el único factor relacionado con una mayor tasa de eficacia fue la edad, ya que la mejor respuesta se dio en los pacientes más jóvenes. Este dato coincide con el observado en la población general y en pacientes con otras enfermedades crónicas debilitantes, como celiaquı́a, insuficiencia renal, cirrosis hepática, o en pacientes trasplantados de órganos sólidos5,17–21. El origen de esta baja tasa de respuesta en pacientes con EII puede radicar en la compleja alteración inmunológica que subyace a esta enfermedad. En el caso de la enfermedad celı́aca, Park et al abogan por la idea de que la respuesta a la vacuna esté condicionada inmunológicamente debido a la implicación de múltiples genes. En el caso de la enfermedad celı́aca, se han implicado a los genes de los haplotipos de antı́genos de histocompatibilidad DQ2 y DQ85. Si bien es cierto que se desconoce la etiologı́a de la EII, hay pruebas claras de que en su etiopatogenia hay una respuesta inmune anormal, exagerada y prolongada en el tiempo que, en personas genéticamente predispuestas, conduce a la inflamación intestinal al exponerse a determinados antı́genos aún desconocidos. De ahı́ la importancia cada vez mayor que poseen los fármacos inmunomoduladores o los tratamientos biológicos en ARTICLE IN PRESS Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 05/06/2017. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited. 334 L. Vida Pérez et al / Med Clin (Barc). 2009;132(9):331–335 Tabla 3 Eficacia de la vacunación contra al virus de la hepatitis B según los datos clı́nicos y según la presencia de tratamiento inmunomodulador Respuesta adecuada Respuesta inadecuada n Edad-años (media[DE]) 44 30,91 (14,8) 85 39,91 (14,2) Sexo n (%) Varón Mujer 21 (47,7) 19 (43,1) 47 (55,2) 30 (35,2) NS Diagnóstico n (%) CU EC 21 (47,7) 19 (43,1) 42 (49,4) 35 (41,1) NS Duración de la enfermedad (meses) (media[DE]) 66,11 (62,64) 73,38 (51,43) NS Tratamiento previo n (%) Esteroides IMM Tratamientos biológicos 16 (36,3) 5 (11,3) 15 (34,1) 4 (9,1) 37 (43,5) 21 (24,7) 36 (42,3) 6 (7,1) Combinación fármacos n (%) Esteroides + IMM Esteroides + IMM + TB 14 (31,8) 3 (11,3) 33 (38,8) 4 (4,7) NS 30,03 (20,34) NS Tiempo de exposición a fármacos-meses 28,56 (20,42) (media[DE]) p o0,01 NS CU: colitis ulcerosa; DE: desviación estándar; EC: enfermedad de Crohn; IMM: inmunomoduladores; TB: tratamientos biológicos; NS: no significativo. En algunas series, ante las bajas tasas de respuesta vacunal, se preconiza el empleo de estrategias nuevas, como el uso de una cuarta dosis o una tanda completa de revacunación13. En conclusión, resulta imprescindible evaluar la presencia de marcadores de infección del VHB en todos los pacientes con EII26 y, en aquéllos con serologı́a negativa, resulta imprescindible vacunar contra el VHB cuanto antes para conseguir ası́ una mayor tasa de eficacia. En general, no se conoce con precisión la duración de la protección conferida por la vacuna contra la infección por el VHB, pero la protección frente a la enfermedad clı́nica parece muy prolongada (15 años o más) y en los individuos vacunados durante la adolescencia y la edad adulta joven es probable que dure toda la vida15. Aunque los tı́tulos de anti-HBs pueden disminuir con el tiempo o incluso desaparecer, la memoria inmunológica que confiere la vacuna hace que el contacto con el virus salvaje produzca una respuesta inmune anamnésica que anule la infección o, como máximo, produzca una infección inaparente. Como consecuencia de esto, en la actualidad no se recomiendan vacunaciones de recuerdo en los adolescentes y en los adultos jóvenes sanos27. En los pacientes inmunodeprimidos (entre éstos los pacientes del presente trabajo) que no respondan a esta vacuna, se deben ensayar otros esquemas de vacunación más intensos (una cuarta dosis o una vacunación nueva completa en 3 dosis). Parece prudente que los pacientes con EII que presenten marcadores de una infección anterior y no curada por el VHB reciban tratamiento antivı́rico si precisan tratamiento inmunomodulador. Hacen falta estudios más amplios que ayuden a aclarar los factores implicados en una menor tasa de respuesta a la vacunación del VHB en pacientes con EII y, también, que ayuden a aclarar el resultado de pautas posteriores para aumentar su eficacia. Bibliografı́a estos pacientes. Actualmente, los fármacos inmunosupresores están indicados tanto en situaciones de refractariedad, de falta de tolerancia a corticoides y de dependencia a corticoides, como en la enfermedad fistulizante (principalmente perianal) y en la prevención de la recurrencia posquirúrgica, entre otras. Por este motivo, en la actualidad, un alto porcentaje de los pacientes presentados están en tratamiento con estos fármacos. Sin embargo, el empleo de éstos no se ha implicado en este trabajo con la respuesta a la pauta de vacunación contra el VHB. Tampoco hay muchos datos en la literatura médica respecto a esto y se considera que antes de concluir estos resultados deben analizarse series mayores de pacientes a fin de obtener conclusiones más sólidas. Aunque no se ha demostrado que los pacientes con EII presenten mayor riesgo de adquirir la infección por el VHB, sı́ se han descrito reactivaciones de ésta (en ocasiones con resultados mortales) en el subgrupo de pacientes (en una cantidad no despreciable: el 7,5%22–24) con marcadores positivos de infección por el VHB, ya sean portadores crónicos o con una exposición anterior al VHB22–24. Estos pacientes deberı́an recibir profilaxis con antivı́ricos (en especial lamivudina [100 mg cada 24 h] u otros) que deben iniciarse una semana antes de comenzar el tratamiento inmunodepresor, mantenerse durante todo el tiempo que éste dure y hasta 6 semanas a 6 meses después de finalizado. Si se debe mantener inmunodepresión a largo plazo, es preferible utilizar antivı́ricos con menor riesgo de resistencias25. Aquellos pacientes que no muestran datos de contacto previo con el VHB deben ser vacunados1,23. El problema radica en la baja tasa de eficacia, lo que da lugar a que haya un gran reservorio de personas susceptibles al VHB a pesar de que la vacunación universal ha llegado a ser una realidad. 1. Biancone L, Pavia M, del Vecchio Blanco C, D’Incá R, Castiglione F, de Nigris F, et al. Hepatitis B and C virus infection in Crohn’s disease. Inflamm Bowel Dis. 2001;7:287–94. 2. Esteve M, Saro C, González-Huix F, Suárez F, Forné M, Viver JM. Chronic hepatitis B reactivation following infliximab therapy in Crohn0 s disease patients: need for primary prophilaxis. Gut. 2004;53:1363–5. 3. Serrano B, Bayas JM, Bruni L, Dı́ez C. Solid organ transplantation and response to vaccination. Vaccine. 2007;25:7331–8. 4. Rodrı́guez C, Castilla J, del Romero J, Lillo A, Puig ME, Garcı́a S. 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