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Indicación del reemplazo valvular aórtico quirúrgico y percutáneo en la estenosis aórtica severa aislada Estudio de cohorte de una población cerrada en un sistema de salud Guillermo C. Toledo(1), Carla R. Agatiello*(2), Mariano L. Falconi(1),Ricardo Marenchino(3) Alejandro D. Fernández*(2), Carlos Rojas Matas(2), Liliana Grinfeld(2),Roberto Battellini(3), Arturo M. Cagide(1), Daniel Berrocal (2) Hospital Italiano de Buenos Aires - Instituto de Medicina Cardiovascular Buenos Aires - Argentina (1) Servicio de Cardiología (2) Servicio de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista (3) Servicio de Cirugía Cardiovascular Correspondencia: Dra. Carla Romina Agatiello Hospital Italiano de Buenos Aires - Instituto de Medicina Cardiovascular Servicio de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista Tte. Juan Domingo Perón 4190, Nivel 0 – C1181ACH - C.A.B.A – Argentina Tel: (011) – 49590200 – int 9483 carla.agatiello@hospitalitaliano.org.ar Palabras del texto: 3164 (*) Opción a Miembro Titular SAC RESUMEN Introducción El estudio PARTNER demostró la superioridad del reemplazo valvular aórtico percutáneo (RVAP) sobre el tratamiento médico en pacientes con estenosis aortica (EA) severa degenerativa considerados inoperables, pero no se ha definido la magnitud de esta indicación en una población de pacientes de la práctica clínica. Objetivos Revisar el estado actual de la EA severa sintomática en ancianos, definir el papel del RVAP en el tratamiento de esta patología y establecer la magnitud de pacientes potenciales para esta nueva técnica Material y Métodos Estudio observacional retrospectivo, analizando historias clínicas electrónicas de una cohorte cerrada de un sistema de salud. Del 1 de enero de 2006 al 31 de diciembre de 2009 se incluyeron 312 pacientes mayores de 70 años, con EA severa aislada, asintomáticos al diagnóstico, que se volvieron sintomáticos en el seguimiento. Se determinó la fecha de progresión a síntomas. Se calculó el Euroscore Logístico (ES), se analizaron variables clínicas, evolución posterior, la realización de cirugía, la última fecha de consulta o la fecha de muerte. Resultados La mediana de edad fue 82 años y el seguimiento de 23 meses. 62% eran mujeres. El 52,6% tenían un ES≤15; 21,8% ES entre 15-25; 25,6% ES>25. Al 29,8% de los 312 pacientes se les realizó cirugía: 46,9% de los pacientes con ES ≤15 y 10,8% con ES > 15. No existieron diferencias significativas entre operados y no operados en relación al sexo, prevalencia de enfermedad vascular periférica, endocarditis activa, angina inestable, IAM reciente y necesidad de cirugía de emergencia. Se observaron diferencias estadísticamente significativas en edad (78 vs 85), prevalencia de EPOC (3,2 vs 11%), enfermedad neurológica (2,2 vs 10%), cirugía cardíaca previa (2,2 vs 10%), insuficiencia renal (3,2 vs 11%), situación preoperatoria crítica (3,2 vs 15,1%), fracción de eyección conservada (91,4 vs 73,1%); presión pulmonar >60 mmHg (2,2 vs 10,5%) y ES (7,8 vs 17,1). Tanto la edad como cirugía cardíaca previa agregan información independiente al Euroscore para predecir la decisión de operar. La sobrevida estimada a uno y dos años para los pacientes no operados fue 69% y 43.7% respectivamente; para los pacientes operados fue 86.8% y 81.8% respectivamente. El riesgo de muerte ajustado por Euroscore fue 0.52 para los pacientes operados. Conclusiones: Solamente se intervino al 30% de los pacientes. Los predictores más potentes para la decisión de operar a un paciente fueron la menor edad y la ausencia de cirugía cardíaca previa, además del Euroscore más bajo. La cirugía de RVA disminuye el riesgo de muerte y debería extenderse su indicación a más del 50% de los pacientes con ES≤15 que no son operados. Existe un subgrupo de pacientes de riesgo elevado para cirugía pero con expectativa de vida aceptable que serían pacientes para RVAP: aquellos con ES entre 15 y 25% que corresponden al 22% de los pacientes en nuestra cohorte. Si ambos procedimientos se aplicaran la cirugía se practicaría en casi el doble de pacientes que en la actualidad, y el RVAP se haría en aproximadamente el 22% de la población. Serían tratados alrededor del 75% de los pacientes con las dos únicas técnicas que han demostrado mejorar la sobrevida. ABSTRACT Introduction The PARTNER study showed superiority of percutaneous aortic valvular replacement (PAVR) over medical treatment in patients with degenerative severe aortic stenosis (AS) that are considered non-surgical, but the magnitude of this population has still to be defined in clinical practice. Objectives Review the present status of the symptomatic severe AS in elderly patients. Define the role of PAVR in the treatment of this disease and determine the number of potential patients to undergo this new technique. Material and Methods This is a retrospective, observational study using electronic medical records of a cohort. From January 1st 2006 to December 31st 2009, the electronic medical records of 312 patients of > 70 years old were assessed. Patients with isolated severe AS were asymptomatic at the time of diagnosis and became symptomatic during follow up. The Logistic Euroscore (LE) was estimated, and clinical variables were analyzed, as well as further development, surgery, latest consulting date, or date of death. Results Median age was 82 years and follow up was 23 months. 62% of the patients were women. 52.6% had ≤15 LE; 21, 8% between 15-25 LE; 25, 6% >25 LE. 29, 8% of the 312 patients underwent surgery: 46, 9% of the patients with LE ≤15 and 10, 8% with > 15 LE. No significant differences were found between operated and non-operated patients in regards to gender, prevalence of peripheral vascular disease, active endocarditis, unstable angina, recent AMI, and need of emergency surgery. With significant statistical differences in age (78 vs. 85), prevalence of COPD (3,2 vs. 11%), neurological disease (2,2 vs. 10%), previous cardiac surgery (2,2 vs. 10%), renal failure(3,2 vs. 11%), critical pre-operation status (3,2 vs. 15,1%), preserved ejection fraction (91,4 vs. 73,1%); pulmonary artery pressure >60 mmHg (2,2 vs. 10,5%) and LE (7,8 vs. 17,1). Both age and previous cardiac surgery added information independent of Euroscore to predict surgery decision. One and two year estimated survival for non-operated patients were 69% and 43.7%; for operated patients were 86.8% and 81.8%. Hazard Ratio of death adjusted for LE was 0.52 for operated patients. Conclusions: Only 30% of the patients underwent aortic valve intervention. The most potent predictors in the decision to operate were lower age and absence of previous cardiac surgery as well as lower LE. AVR surgery decreases risk of death and its indication should be extended to more than 50% of patients with ≤15 LE who are not operated. There is a subgroup of high risk patients for surgery but whose life expectancy makes them acceptable candidates for PAVR. If both techniques were used, double of the present patients would benefit from surgery, and 22% of the population would undergo PAVR. About 75% of this population of patients would be treated with the only two techniques that have shown to improve survival. RESUMEN ANALITICO Se analizó retrospectivamente una cohorte de 312 pacientes ancianos con estenosis aortica severa degenerativa sintomática e indicación quirúrgica. El 52,6% tenían un Euroscore logístico (ES)≤15; 21,8% ES entre 15-25 y 25,6% ES>25. Al 29,8% de los 312 pacientes se les realizó cirugía: 46,9% de los pacientes con ES ≤15 y 10,8% con ES > 15. El riesgo de muerte ajustado por ES fue menor para los pacientes operados (hazard ratio 0.52). La cirugía disminuye el riesgo de muerte y debería extenderse su indicación a más del 50% de los pacientes con ES≤15 que hasta la fecha no son operados. Existe un subgrupo de pacientes de riesgo elevado para cirugía pero con expectativa de vida aceptable y condiciones anatómicas favorables para reemplazo percutaneo: son aquellos con ES entre 15 y 25% y que corresponden al 22% de los pacientes en nuestra cohorte. Si ambos procedimientos se aplicaran serían tratados alrededor del 75% de los pacientes con las dos únicas técnicas que han demostrado mejorar la sobrevida. PALABRAS CLAVE Estenosis aórtica – Euroscore logístico – Reemplazo percutaneo INTRODUCCION La estenosis valvular aórtica (EA) adquirida senil tiene una prevalencia del 2% en mayores de 75 años, llegando al 4% en mayores de 85 años.1 Se conoce que es progresiva, con una fase inicial asintomática prolongada seguida por una fase sintomática relativamente corta con alta morbimortalidad.2 La cirugía de reemplazo valvular aórtico (RVA) era el único tratamiento que hasta 2010 había demostrado mejorar la sobrevida de estos enfermos en el momento en que aparecían los síntomas. Lamentablemente muchos pacientes ancianos tienen EA severa sintomática presentan además múltiples comorbilidades que aumentan el riesgo quirúrgico, lo que lleva a que hasta un 33% de los pacientes con indicación quirúrgica, la misma no sea realizada de acuerdo a registros internacionales.4-7 En 2002 se publicó el primer caso de un implante valvular aórtico por vía percutánea y desde entonces ésta técnica se ha expandido mundialmente, demostrando su factibilidad, eficacia hemodinámica, versatilidad en las vías de acceso y mejoría en la calidad de vida de los pacientes sometidos al procedimiento, con una aceptable tasa de complicaciones.8-15 En 2010 el estudio PARTNER demostró la superioridad en términos de sobrevida, morbilidad y calidad de vida del reemplazo valvular aórtico percutáneo (RVAP) sobre el tratamiento médico convencional más valvuloplastía aórtica con balón (VAB) en pacientes considerados inoperables.16 A partir de estos resultados se concluyó que el RVAP debería ser el nuevo estándar en pacientes que no son candidatos a cirugía; es decir aquellos con Euroscore logístico >15%, STS score >10% o con una contraindicación específica para cirugía como aorta en porcelana o irradiación mediastinal previa. Sin embargo hasta la fecha no se ha definido la magnitud de esa población no adecuada para realizar cirugía de RVA ni el verdadero papel del RVAP en la práctica médica cotidiana. Más aún, en nuestro país no existen registros que muestren la evolución de los pacientes con esta patología. Los objetivos de este trabajo son evaluar el estado actual de la EA severa sintomática en una cohorte de ancianos dentro de un sistema de salud cerrado, definir el papel que desempeña el RVAP en el tratamiento de ésta patología y establecer la magnitud de pacientes potenciales factibles de aplicar esta nueva técnica. MATERIAL Y METODOS Se realizó un estudio observacional de cohorte retrospectivo analizando historias clínicas electrónicas. El Hospital Italiano de Buenos Aires cuenta con un sistema informatizado de historias clínicas ambulatorias, de internación y estudios complementarios que funciona como registro único de todo lo que ocurre y se practica a un paciente durante su atención de salud a lo largo del tiempo. El sistema puede ser interrogado para extraer datos a los fines de investigación de manera anónima y confidencial, garantizando el acceso restringido solamente a los responsables del estudio y evitando cualquier tipo de adulteración o pérdida de datos. En un período de 4 años, entre el 1 de enero de 2006 y el 31 de diciembre de 2009, se detectaron 1236 pacientes que consultaron por cualquier motivo al Hospital Italiano de Buenos Aires y que presentaban EA de grado severo diagnosticada por ecocardiografía de acuerdo a los criterios de las Guías de Práctica Clínica para el manejo de pacientes con enfermedad valvular de la AHA/ACC de 2008. 17 De estos se incluyeron en el estudio los que cumplían todas las características siguientes: a) igual o mayores de 70 años de edad, b) EA severa como única valvulopatía de gravedad; y además se revisaron las historias clínicas de cada uno de los pacientes para detectar aquellos que c) se encontraban asintomáticos al momento del diagnóstico y d) se volvieron sintomáticos para ángor, disnea, síncope y/o insuficiencia cardiaca durante el seguimiento. Se excluyeron los pacientes que ya se encontraban sintomáticos al momento de ingreso al estudio y los que tenían evidencia de enfermedad coronaria por prueba evocadora de isquemia y/o cinecoronariografia. Quedaron seleccionados finalmente 325 pacientes. Se determinó la fecha de progresión a los síntomas. En esa fecha se analizaron las variables que contempla el Euroscore logístico (ES) y se calculó este puntaje de acuerdo a la página web www.euroscore.org/calcsp.html. Se analizó la evolución posterior, la realización de cirugía de RVA y se registró la última fecha de consulta o la fecha de la muerte. En los casos que la información no pudiere recabarse completamente de la historia clínica se contactó telefónicamente al paciente. En 13 pacientes no se pudo realizar el seguimiento, por lo que se incluyeron en el análisis estadístico a 312 pacientes. (Figura 1) Análisis estadístico Las variables continuas se expresaron como mediana e intervalo intercuartilo y las categóricas en porcentajes. Se analizó la población en dos grupos de acuerdo a si fuera o no realizada la cirugía de RVA. Se compararon las características clínicas y el ES de ambos grupos utilizando la prueba de Wilcoxon-Mann-Whitney para variables numéricas u ordinales y el test X2 o el de Fisher para variables dicotómicas. Se ajustó con modelos multivariables de regresión logística para identificar las variables predictoras independientes de la decisión de intervenir a un paciente. Solamente las variables que en los análisis univariados presentaron una p < 0,1 fueron incluidas como posibles predictores en los modelos multivariados. Para incluir como predictor al Euroscore logístico, se le aplicó previamente la transformación logística log (p/ (1–p)); de este modo el score transformado resulta función lineal de las variables que lo componen. Se consideró significativo un valor de p< 0,05. Para comparar el ajuste de distintos modelos de regresión logística, se calculó el área bajo la curva ROC, que mide el poder de predicción de cada modelo y el coeficiente AIC de Akaike, que tiene en cuenta el número de predictores incluídos. Se utilizó el método de Kaplan-Meier para realizar curvas de sobrevida y sus intervalos de confianza de 95%, que se calcularon con la transformación log (-log). Para estimar si la cirugía disminuye el riesgo de muerte, se aplicó un modelo de regresión de Cox, usando la cirugía como predictor dependiente del tiempo. Para ajustar por factores de riesgo, se usó un modelo similar, pero estratificado según el Euroscore. El análisis estadístico fue realizado con el programa R (the R Foundation for Statistical Computing, versión 2.8.0). RESULTADOS Se incluyeron 312 pacientes con una mediana de seguimiento de 23 meses y una de edad de 82 años (intervalo intercuartilo 78 – 87 años), de los cuales 194 eran mujeres (62,2%). Del total de pacientes 164 (52,6%) tenían un ES ≤15; 68 (21,8%) ES entre 15-25; y 80 (25,6%) ES >25. Las características basales de todos los pacientes y la comparación entre los que se realizaron o no cirugía se expone en la Tabla 1. A 93 de 312 pacientes se les practicó cirugía de RVA (29,8%): con ES ≤15 al 46,9% se les realizó cirugía, pero sólo al 10,8% de los pacientes con ES > 15. En el análisis univariado no se observaron diferencias significativas entre operados y no operados en sexo, prevalencia de enfermedad vascular periférica, endocarditis activa, angina inestable, IAM reciente y necesidad de cirugía de emergencia; con diferencias en la edad (mediana 78 vs 85; p<0.0001), prevalencia de EPOC (3,2 vs 11%; p=0.026), enfermedad neurológica limitante (2,2 vs 10%; p= 0.017), cirugía cardíaca previa (2,2 vs 10%; p= 0.017), insuficiencia renal (3,2 vs 11%; p=0.026), situación preoperatoria crítica (3,2 vs 15,1%; p=0.003), fracción de eyección conservada (91,4 vs 73,1%; p=0.0003); presión pulmonar >60 mmHg ( 2,2 vs 10,5%; p=0.013) y ES (mediana 7,8 vs 17,1; p<0.0001), siendo los pacientes no operados más ancianos en 7 años y con más comorbilidades como era de esperarse. Para determinar las variables que influían en el médico en la toma de decisión quirúrgica se incorporaron al análisis multivariado las variables con valor de p < 0,1 en el análisis univariado, excluyendo el Euroscore por colinealidad. Como puede observarse en la Tabla 2, la edad, la cirugía cardíaca previa, la fracción de eyección y en menor grado el EPOC son predictores independientes. El Euroscore transformado no agrega información significativa a estas variables. Esto era esperable, ya que se sabe que el Euroscore transformado, no agrega ninguna información a todas las variables consideradas en la Tabla 1, por ser función lineal de ellas. En la Tabla 3 se muestra otro modelo de regresión logística, incluyendo en este caso al Euroscore como variable predictora. Se observó que tanto la edad como cirugía cardíaca previa agregan información independiente al Euroscore para predecir la decisión de operar. Por cada punto que aumentó la transformación logística del Euroscore el Odds Ratio (OR) para operar fue 0.31 (IC95 0.18 – 0.54; p<0,0001); el OR por año de Edad fue 0.81 (IC95 0.75 – 0.88; p <0,0001) y el OR por la presencia de cirugía cardíaca previa fue 0.20 (IC95 0.04– 1.12; p=0,034). Las otras variables consideradas no agregaron información estadísticamente significativa a los tres predictores de este modelo. El área bajo la curva ROC del modelo ajustado de la Tabla 2 fue 0.895 y el coeficiente de Akaike 249,96; mientras que el área bajo la curva en el modelo de la Tabla 3 fue 0.882 y el coeficiente de Akaike 249,03. Concluimos que el modelo que incluye al Euroscore (Tabla 3) es mejor que el que no lo considera (Tabla 2) porque con prácticamente la misma área bajo la curva que el modelo con todas las variables, es un modelo más simple, ya que tiene número menor de variables predictoras. Evolución de los pacientes La sobrevida de los pacientes se observa en la Figura 2. Fallecieron 143 pacientes: 126 en los pacientes no operados y 17 en los pacientes operados. De los 219 pacientes no operados, 5 (2.3%) murieron el mismo día del ingreso al hospital, y otros 12 (5.5%) durante el primer mes. La sobrevida estimada a uno y dos años para estos pacientes no operados fue del 69.0% (IC al 95% 62.0 a 74.9) y 43.7% (IC 36 a 51.1) respectivamente. Entre los 93 pacientes operados, 7 (7.5%) murieron durante los primeros 30 días de la operación. La sobrevida postoperatoria estimada a uno y dos años fue del 86.8% (IC 77.2 a 92.5) y 81.8% (IC 69.5 a 89.5) respectivamente. El riesgo de muerte no ajustado es significativamente menor para los pacientes operados (HR 0.37, IC 0.22 a 0.63, p=0.0002). El riesgo de muerte ajustado por ES (≤ 15 o >15) sigue siendo menor para los pacientes operados (HR 0.52, IC 0.30 a 0.90, p=0.019). DISCUSION La valvulopatía aórtica degenerativa es un problema de salud importante que aumenta su prevalencia cuantas más ancianas son las poblaciones. Entre otros factores, el desarrollo de mejores sistemas de atención de la salud ha contribuido al envejecimiento de la población. A modo solo de ejemplo, entre los años 1960 y 1990 el número de norteamericanos mayores de 85 años aumentó un 232%, mientras que los mayores de 65 años lo hicieron sólo en un 39%.18 1 Acompañando a este aumento de la esperanza de vida, aumenta la cantidad de pacientes mayores de 75-80 años con enfermedad cardiovascular y por lo tanto la prevalencia de EA degenerativa, como así también la tasa de otras comorbilidades, que es más alta en este grupo etario. 5 De esta manera, muchos pacientes que presentan en la consulta EA sintomática, con indicación potencial de reemplazo valvular, también presentan múltiples comorbilidades que aumentan significativamente el riesgo quirúrgico. Nuestra serie de 312 pacientes en mayores de 70 años con EA severa aislada sintomática muestra una mediana de edad avanzada (82 años) y un predominio del sexo femenino del 62%. Además con comorbilidades ya que el 42% de ellos padecía por lo menos una de las siguientes: EPOC, enfermedad neurológica limitante, cirugía cardíaca previa, insuficiencia renal crónica, hipertensión pulmonar, deterioro severo de la función ventricular, o se encontraba en una situación preoperatoria crítica; mientras que un 21% de los pacientes padecía vasculopatía periférica sintomática. A diferencia de los resultados del EuroHeart Survey en donde se negó la cirugía a uno de cada 3 pacientes, en nuestro estudio la realidad es muy distinta: sólo a 1 de cada 3 pacientes se le realizó cirugía de RVA, mientras que el 70% fueron tratados medicamente aun cuando es bien conocido que el tratamiento médico implica una corta sobrevida. La indicación quirúrgica de la valvulopatía aórtica en Argentina está lejana de la que muestran los registros de países del primer mundo. Por lo que aquí existiría una gran población pasible de realizar RVAP: debería reevaluarse al 70% de los pacientes que fueron rechazados de cirugía. Si se dividen los pacientes por estratos de acuerdo al Euroscore, se observa que en la práctica la cirugía se le niega no sólo a los individuos de alto riesgo quirúrgico sino también a los considerados de bajo riesgo: ya que sólo el 47% de los pacientes con ES≤15 fueron operados, mientras que la cirugía se practicó en el 11% de los pacientes con ES>15. ¿Por qué sucede esto?, las respuestas son varias y no todas pueden ser contestadas por este estudio. En primer lugar es bien conocido que los puntajes predictores de riesgo no contemplan todas las variables que influyen en la decisión de operar a un paciente, como por ejemplo la presencia de deformación torácica, aorta en porcelana, irradiación mediastinal previa y la impresión de fragilidad del paciente. Se sabe que el Euroscore sobreestima el riesgo del paciente, pero en el período de tiempo en que se realizó el estudio éste era el score más utilizado tanto por médicos clínicos, cardiólogos y cirujanos cardiovasculares quienes consideraban adecuado su empleo en el cálculo de riesgo. Aun conociendo esto, nuestro trabajo muestra que el médico utiliza una clasificación personal y subjetiva en el momento de decidir si un paciente es pasible de cirugía. En el análisis estadístico multivariado los predictores independientes más potentes para la decisión de no operar a un paciente fueron la edad y la presencia de cirugía cardíaca previa, además del Euroscore. Dicho de otro modo el Euroscore ,per se, no resume toda la información contenida en sus variables, ya que la edad y en menor grado la cirugía cardíaca previa agregan información para la toma de decisión quirúrgica con mayor peso subjetivo de lo que las mismas tienen en el score. Por lo tanto puede decirse que es necesario utilizar scores más adecuados para la toma de decisión quirúrgica a fin de que más pacientes sean sometidos a cirugía de RVA y de esta forma se extienda la indicación a muchos pacientes con riesgo no elevado (aquellos con ES≤15), que en la práctica no se operan por otras razones. En este trabajo la cirugía mejora la sobrevida con respecto al tratamiento médico convencional, que incluye valvuloplastía aórtica con balón. En nuestra cohorte la sobrevida de los pacientes no operados fue del 69% al año y 44% a 2 años, lo que muestra que aún actualmente y en nuestro país, librada a su evolución natural la EA severa sintomática tiene una alta mortalidad a corto plazo. Por otra parte, la cirugía tuvo efecto significativo sobre la mortalidad, ya que el riesgo de muerte ajustado por el Euroscore fue significativamente menor para los pacientes operados (HR 0.52). Pensamos, por lo tanto, que la cirugía de RVA debería extender su indicación, principalmente a más del 50% de los pacientes con ES≤15 que hasta la fecha no se les realiza RVA. De esta manera el RVAP quedaría limitado a pacientes de alto riesgo quirúrgico con ES>15, que en nuestra serie representan el 47,4% de los casos. En el Hospital Italiano de Buenos Aires desde 2006 fueron evaluados como candidatos a RVAP 125 pacientes considerados inoperables, de los cuales sólo llegaron a implantarse 16, una vez sorteadas las limitaciones relacionadas con a) escasa expectativa de vida por comorbilidades severas, b) complicaciones técnicas relacionadas con el acceso vascular (hay que recordar que en Argentina sólo se encuentra disponible la prótesis CoreValve® que no puede ser implantada por vía transapical) y c) la mayor limitante, que es la administrativo-económica por no encontrarse esta técnica incluida en el PMO. Trasladando este conocimiento a los resultados de nuestra investigación, creemos que existe un subgrupo significativo de pacientes de riesgo elevado para cirugía pero con expectativa de vida aceptable y condiciones anatómicas favorables para la colocación de una prótesis por vía percutánea transfemoral o transubclavia, y que son aquellos pacientes que en la cohorte estudiada tienen un ES entre 15 y 25% y que aproximadamente corresponden al 22% de los pacientes mayores de 70 años con EA severa degenerativa sintomática aislada. Lamentablemente queda todavía alrededor de un 25% de la población considerada de muy alto riesgo para cirugía y limitada para RVAP por escasa expectativa de vida que seguirían siendo tratados medicamente. Ventajas del estudio: al ser realizado en un sistema de salud cerrado, no se observaron casos que fueran operados en otra institución y pudo contarse con un seguimiento confiable de los pacientes, con sólo 13 perdidos. Consideramos que el estudio muestra la realidad de la estenosis aórtica severa sintomática en ancianos en nuestro país y sería el primer registro de la evolución de estos pacientes que se publica. Los resultados son de valor para definir objetivamente el lugar que corresponde a la cirugía y al RVAP de acuerdo al estado actual de la técnica y contribuirían para ampliar la indicación de tratamiento con cirugía de RVA y RVAP para una patología altamente incapacitante y con alta mortalidad a corto plazo. Desventajas del estudio: se trata de un análisis de registros electrónicos retrospectivo; los factores de riesgo y las causas de decisión de no operar a un paciente que se analizaron dependieron de lo que el médico personal dejó asentado en la historia clínica, lo que puede tener sesgos frente a la realidad. También se trató de una población cautiva en un sistema de salud cerrado y la validez externa de los resultados solo es generalizable a poblaciones socioculturales similares, pero aun así el estudio se llevó a cabo en un centro de primer nivel con experiencia y gran volumen de cirugías cardiovasculares, lo que implicaría que la indicación quirúrgica puede estar por encima de la media de la población general y creemos que a nivel del país la indicación de cirugía de RVA debe ser aún menor. CONCLUSIONES La realidad de la indicación quirúrgica de la estenosis aórtica en nuestro estudio dista de la de los registros de países del primer mundo, solamente el 30% de los pacientes con indicación de RVA son finalmente intervenidos. El RVAP ha llegado a ocupar un lugar preciso en el tratamiento de la estenosis aórtica y es el de aquellos pacientes con riesgo quirúrgico elevado rechazados para cirugía pero con expectativa de vida aceptable. El RVAP no ha llegado para disminuir la indicación de cirugía de RVA sino a complementar el tratamiento de la estenosis aórtica. Si ambas técnicas se aplicaran racionalmente como sugeriría nuestro trabajo que debería realizarse, la cirugía se practicaría en casi el doble de pacientes que en la actualidad, mientras que el RVAP lo haría en aproximadamente el 22% de la población. De esta manera serían tratados alrededor del 75% de los pacientes con las dos únicas técnicas que han demostrado mejorar la sobrevida. CONFLICTO DE INTERESES Sin conflicto de intereses (AGRADECIMIENTOS) Agradecemos a la Sra. Olivia Avila por las correcciones de traducción y estilo Agradecemos a la Sra. Marta García Ben por su ayuda en el análisis estadístico de trabajo TABLAS y FIGURAS Figura 1: Diagrama de flujo de inclusión de pacientes durante 4 años (01/01/2006 al 31/12/2009) 1236 pacientes con estenosis valvular aórtica severa* Se excluyeron 911 pacientes por: a) Edad <70 años b) Otra valvulopatía severa asociada c) Sintomáticos al ingreso d) Evidencia de enfermedad coronaria 325 pacientes con estenosis aórtica severa aislada Se excluyeron 13 pacientes porque no se pudo realizar el seguimiento Análisis estadístico de 312 pacientes con estenosis aórtica severa aislada *Diagnosticada por Ecocardiografía doppler color de acuerdo a los criterios de las Guías de Práctica Clínica para el manejo de pacientes con enfermedad valvular de la AHA/ACC 2008.17 Tabla 1: Características basales de la población total y de los pacientes operados y no operados de reemplazo valvular aórtico Característica Todos los pacientes Pacientes Pacientes no (n=312) operados operados (n=93) (n=219) 82 (78 – 87) 78 (75 – 80) 85 (81 – 88) < 0.0001 194 (62.2) 56 (60.2) 138 (63.0) 0.64 EPOC 27 (8.7) 3 (3.2) 24 (11.0) 0.026 Vasculopatía periférica 67 (21.5) 16 (17.2) 51 (23.3) 0.23 Enfermedad Neurológica 24 (7.7) 2 (2.2) 22 (10.0) 0.017 Cirugía cardíaca previa 24 (7.7) 2 (2.2) 22 (10.0) 0.017 Insuficiencia renal 27 (8.7) 3 (3.2) 24 (11.0) 0.026 Endocarditis activa 2 (0.6) 0 2 (0.9) 36 (11.5) 3 (3.2) 33 (15.1) 0.003 Angina inestable 16 (5.1) 3 (3.2) 13 (5.9) 0.41 FEY <30% 19 (6.1) 1 (1.1) 18 (8.2) 30-50% 48 (15.4) 7 (7.5) 41 (18.7) >50% 245 (78.5) 85 (91.4) 160 (73.1) IAM reciente 3 (1.0) 0 3 (1.4) 0.56 PSP >60mmHg 25 (8.0) 2 (2.2) 23 (10.5) 0.013 Cirugía de emergencia 7 (2.2) 0 7 (3.2) 0.11 14.2 7.8 17.1 <0.0001 (8.4 – 25.4) (5.8 – 11.9) (11.4 – 31.8) Edad (años) Sexo femenino Situación preoperatoria p 1.0 crítica Euroscore logístico 0.0003 EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica; FEY: fracción de eyección del ventrículo izquierdo; IAM: infarto agudo de miocardio; PSP: presión sistólica de la arteria pulmonar. Los datos se expresan como n (%) o mediana (rango intercuartil) Tabla 2: Predictores independientes de la decisión de operar no considerando el Euroscore* Predictor OR (IC al 95%) p Edad † 0.75 (0.69 – 0.81) <0.0001 Cirugía cardíaca previa 0.051 (0.01 – 0.29) 0.0007 FEY ‡ 2.36 (1.05 – 5.28) 0.037 EPOC 0.19 (0.04 – 0.98) 0.047 Situación crítica 0.23 (0.05 – 1.01) 0.052 PSP>60mmHg 0.19 (0.04 – 1.05) 0.056 Insuficiencia renal 0.26 (0.06 – 1.07) 0.062 Alteración neurológica 0.21 (0.03 – 1.36) 0.101 *área bajo la curva ROC de este modelo: 0.895, coeficiente de Akaike 249.96 † El “odds ratio” de edad está informado por cada año ‡ La fracción de eyección se la consideró como numérica (1: >50%; 2: 30-50%; 3: <30%) Tabla 3: Predictores independientes de la decisión de operar considerando el Euroscore* Predictor*† OR (IC al 95%) p Edad‡ 0.81 (0.75 – 0.88) <0.0001 Euroscore§ 0.31 (0.18 – 0.54) <0.0001 Cirugía cardíaca previa 0.20 (0.04– 1.12) 0.034 *las otras variables consideradas no agregan información estadísticamente significativa a estos tres predictores (EPOC p=0.14, cada una de las demás variables p>0.20) †Área bajo la curva ROC de este modelo: 0.882, coeficiente de Akaike 249.03 ‡el odds ratio de edad está informado por cada año. §al Euroscore se le aplico la transformación logística log(p/(1-p)) Figura 2: Curvas de Kaplan-Meier de sobrevida de los pacientes según tratamiento recibido. HR 0.37 (IC 0.22 a 0.63) BIBLIOGRAFÍA 1. Bouma BJvdM, J; Verheul, H A; Cheriex, E C; Hamer, H P; et al. To operate or not on elderly patients with aortic stenosis: The decision and its consequences. Heart. 1999;82:143-148 2. Braunwald EZ, D; Libby, P; Bonow, R. Cardiopatias valvulares: Estenosis aórtica. In: Elsevier, ed. Tratado de cardiología. Madrid; 2006:1582-1592. 3. Vahanian A, Baumgartner H, Bax J, Butchart E, Dion R, Filippatos G, Flachskampf F, Hall R, Iung B, Kasprzak J, Nataf P, Tornos P, Torracca L, Wenink A. Guidelines on the management of valvular heart disease: The task force on the management of valvular heart disease of the european society of cardiology. Eur Heart J. 2007;28:230-268 4. Kirsch M, Guesnier L, LeBesnerais P, Hillion ML, Debauchez M, Seguin J, Loisance DY. Cardiac operations in octogenarians: Perioperative risk factors for death and impaired autonomy. Ann Thorac Surg. 1998;66:60-67 5. Pretre R, Turina MI. Cardiac valve surgery in the octogenarian. 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