Download que tiembla ante mi palabra" (Isaías 66:2, Versión Moderna). para

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
30
LOS DIEZ MANDAMIENTOS
El verdadero Dios es el Invisible, Eterno Creador y Gobernador del universo. ¿Cómo debemos adorarle? El responde: "A este
hombre empero miraré, al que es humilde y contrito de espíritu, y
que tiembla ante mi palabra" (Isaías 66:2, Versión Moderna).
Usted debe de adorar a Dios DIRECTAMENTE - y con un
corazón humilde y dispuesto a obedecer. Debe de estudiar la
Palabra de Dios -con el deseo de ser corregido por ella y ¡TEMBLAR ante la autoridad que ésta tiene sobre su vida! Con un
corazón experimentado en sumisión mediante arrepentimiento y
obediencia, usted debe orar a Dios muchas horas cada semana, de
rodillas, y en silencio mientras desempeña sus tareas cotidianas.
Debe llegar a conocerle y amarle como a su "Padre".
Al igual que Enoc, Noé y Abraham, usted debe aprender a
"caminar con Dios"- y estar en constante y creciente comunión
y sumisión a El cada día de su vida. Entonces - guiado por su
Espíritu - jamás pensará en poner un objeto fiSico entre usted y
su adoración al gran SoBERANO del universo, y Padre personal
suyo en el cielo.
Una solemne advertencia y promesa
Hemos visto que Dios prohibe el erigir cualquier imagen o
ídolo para representarlo: "Porque yo soy el Eterno tu Dios; Dios
celoso, que visito la iniquidad de los padres sobre los hijos, hasta la
tercera y la cuarta generación de los que me odian y que uso de
misericordia hasta con la milésima generación de aquéllos que me
aman y guardan mis mandamientos" (Exodo 20:5-6).
Por ser nuestro Padre, Dios vela con amoroso celo por nuestro
eterno bienestar. El es CELOSO sobre nosotros en el sentido de que
no quiere la destrucción de sus criaturas y por lo tanto, no apoyará
la adoración de falsos dioses entre sus hijos. Esto, por supuesto, es
para nuestro bien.
Si persistimos en una forma idolátrica y vana de adoración,
Dios dice que visitará nuestra iniquidad sobre nuestros hijos, nietos y bisnietos. Ciertamente, hay muchas ramificaciones de esta
declaración y principio.
Pero hay un significado que es por demás obvio en este contexto. La persona que practica tal forma de adoración queda bajo
la influencia de ese falso culto, y con ello no sólo está haciendo
daño a su persona, sino a sus hijos y a los hijos de sus hijos
también. El principio es que la FALSA idea de adoración será