Download Estudio de detección de genes de resistencia antibiótica en E. Coli
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Estudio de detección de genes de resistencia antibiótica en E. Coli , en medio ambiente de granja: agua, suelo, cultivos y silo de maíz destinado a la alimentación de cerdos luego del fertirriego Alejandro L. Soraci MV.; Dr. Cs Vet.; Ph.D. * Raúl Lasorella . Agr.** Nora lía Padola MV.; Dr. Ciencia Animal*** Daniel Fernández MV,; Dr. Ciencia Animal*** Susana N. Dieguez Lic. Bilog.; M.Sc. ***** (*) Laboratorio de Toxicología Dpto. Fisiopatología FCV-UNCPBA -CIVETAN (**) Establecimiento Las Taperitas S.A. Producción Porcina. Rafaela. Santa Fe. (***) Inmunoquímica y Biotecnología, Laboratorio de ADN, FCV. UNCPBA (*****) Laboratorio de Toxicología Dpto. Fisiopatología FCV-UNCPBA - CICPBA Introducción Con el advenimiento de nuevas técnicas de cultivo, automatización de equipamiento, manejo y crianza de animales, la actividad porcina argentina se encuentra en franco crecimiento, ampliando el número de animales y mejorando sus instalaciones. Dicho crecimiento conlleva nuevas problemáticas, de las cuales la gestión medio ambiental de los subproductos (mal llamados efluentes) de cada una de las instalaciones de la granja ocupa un lugar central. Los volúmenes de producción en litros por animal por día dependen de la etapa fisiológica de los animales. Así, cerdas en gestación y lactación producen alrededor de 15 y 19.6 L/ animal /día respectivamente, mientras que durante la fase de post destete y terminación los valores estimados son de 1.68 y 7.8 L/ animal/día respectivamente. Los importantes volúmenes de subproductos provenientes de cada una de las instalaciones de la granja, sumados al agua de lavado, constituyen una fuente de fertilizante orgánico muy importante, fertirriego, que debe ser manejada racionalmente. En una primera instancia los esfuerzos han sido dirigidos a controlar la concentración de nitrógeno y fósforo en los vertidos, así como los olores y la calidad del aire. Sin embargo, dichos subproductos representan un riesgo sanitario significativo, asociado con la diseminación de bacterias resistentes a los antibióticos. En efecto, la utilización indiscriminada de antibióticos bajo la modalidad terapéutica, metafiláctica o como factor de crecimiento, es causa de cambios en la flora intestinal porcina. Estos cambios se relacionan con la generación de resistencia antibiótica en la microbiota comensal, con capacidad de transmisión de material genético a otras comunidades bacterianas, entre ellas patógenas, representando un importante riesgo para la salud pública. Una de las formas de diseminación de resistencia se encuentra representada por integrones, familia de elementos genéticos capaces de integrar y expresar genes de resistencia a los antibióticos. La diseminación de estos genes aumenta considerablemente cuando ellos forman parte de cassettes genéticos móviles, lo cual los habilita para su transferencia horizontal por varios mecanismos. El objetivo del presente trabajo fue determinar la persistencia de genes de resistencia antibiótica (integrasas) en E. Coli, aislada de lagunas de permanencia de subproductos procedentes de granjas de cerdos, en agua de bebida, en tierra destinada a cultivo luego de la descarga de los subproductos través de fertirriego, en grano de maíz cosechado en dicho suelo y en el maíz fermentado antes de ser administrado como alimento a animales en producción (cerdos o bovinos de leche). Protocolo Experimental Manejo de subproductos de granja destinados a fertirriego: Sistema de SedimentaciónDecantación-Permanencia-Fertilización (SDPF) Los subproductos provenientes de cada una de las instalaciones de la granja fueron bombeados a las lagunas de sedimentación durante 30 días. Luego se realizó la decantación mecánica desde la laguna de sedimentación a la laguna de permanencia. permaneció un mínimo de 120 días. En esta última el líquido Figura 1 y 2 : Sistema SDPF (sedimentación-decantación-permanencia-fertilización) Luego de este tiempo, se realizó la fertilización de los suelos previo a la siembra de maíz, teniendo en cuenta el pronóstico meteorológico para asegurar la ausencia de precipitaciones en los días posteriores. En este proceso se involucró fertilización líquida (agua de lagunas de permanencia) y abono orgánico (subproducto de la limpieza de laguna de sedimentación). Fertilización líquida: El fertirriego fue realizado en 2 aplicaciones mediante el empleo de un sistema tipo cañón (big gun sprinkler), con una separación de 30 días entre la primera y la segunda aplicación incorporando al suelo un total de 16 a 37 mm por hectárea (Fig 5). Figura 3 : fertirriego. Abono orgánico: Durante el primer y segundo fertirriego, se aplicó abono orgánico a razón de 5mm por hectárea. Figura 4 : Aplicación de abono orgánico. Fig. 5: Zona de fertirriego y muestreo Muestreos: Los muestreos descriptos a continuación fueron realizados en ausencia de precipitaciones durante 48 h previas a los mismos. Todas las muestras fueron colectadas en tubos estériles de polipropileno tapa a rosca, refrigerada a 4 C ° e inmediatamente enviada al laboratorio para su procesamiento y análisis. Laguna de permanencia: Para el muestreo de laguna se consideraron los centros y periferias de cada una de ellas. Se tomaron muestras de 50 ml a tres profundidades: superficie, medio y fondo. Las muestras fueron rotuladas como SE: sureste, SO: suroeste, C: Central, NE: noreste, NO: noroeste (Fig 1). Tierra destinada al cultivo de maíz luego de fertirriego: Se utilizó la metodología propuesta por el INTA. Las áreas de muestreo fueron lo más homogéneas posible. El muestreo consistió en realizar un recorrido en zig-zag tomando en cada punto una muestra simple (submuestra) con un total de 10 submuestras por hectárea. Para la extracción de cada submuestra se eliminó la cobertura vegetal u hojarasca de cada punto elegido, evitando eliminar la capa superficial de suelo. Cada muestra simple se obtuvo cavando 0-15 cm de profundidad, y procediendo a sacar una porción de 3 cm de espesor aproximadamente. Posteriormente se mezclaron las submuestras de los puntos sucesivos, formando una muestra compuesta la cual fue considerada para el análisis. Maíz cosechado: El muestreo fue realizado al momento de la cosecha. Se tomaron 5 muestras de 150 g c/u mediante el uso de un calador cilíndrico de grano, a 40 cm de la pared del chasis de almacenamiento en los cuatro ángulos del mismo y una muestra equidistante en la zona central. Figura 6 : Cosecha de maíz. Silo confeccionado: El grano cosechado húmedo fue sometido a un proceso de molienda y almacenamiento en un sistema anaerobio. Se tomaron 5 muestras de 150 g c/u mediante el uso de un calador cilíndrico a partir del centro y los laterales del silo. Figura 7 : silo de maíz molido. Silo destinado a la alimentación: Este muestreo se realizó luego de 45 días del proceso de fermentación. Cinco muestras de 150 g c/u fueron tomadas al azar a partir del mixer. Agua de pozo destinada al consumo de animales de granja: Se realizaron muestreos de 50 ml c/u, de los pozos de agua que se encontraban entre 200 y 500 m de los lotes sembrados. Las muestras fueron recolectadas evitando la agitación y perturbación en el sistema subterráneo, siguiendo las recomendaciones de la guía ASTM D 4448 Standard Guide for Sampling Ground-Water Monitoring Wells. Análisis: Detección de integrones en muestras de agua, suelo y alimento Las muestras remitidas se suspendieron en 100 ml de solución fisiológica (0,85% de NaCl) y se centrifugaron 2 min a 480 g. Se recuperó el sobrenadante y se centrifugó 4 min a 12000 g. El precipitado se resuspendió con 1 ml agua bidestilada estéril. Una alícuota de cada muestra se incubó en 100 ml de agua de peptona 18-24 h a 37 °C con agitación a 100 rpm. Para la obtención de los templados se tomaron 500 µl en un tubo Eppendorf y se agregaron 250 µl de CHELEX al 10%, incubando 30 min a 60°C. El ADN se obtuvo hirviendo durante 10 min 10 µl de sobrenadante en 500 µl de agua bidestilada estéril. La reacción de PCR se realizó para detectar genes codificantes de integrasa (tipo 1, 2 y 3) según protocolo y primers estandarizados. Resultados En la tabla I se muestran los resultados obtenidos de diferentes zonas de las lagunas de permanencia. Todas las muestras fueron todas positivas a integrones de tipo 1 Laguna Región de la Resultado laguna 1 NE Integrón 1 1 SO Integrón 1 1 NO Integrón 1 1 C Integrón 1 1 SE Integrón 1 2 C Integrón 1 2 NO Integrón 1 2 SE Integrón 1 2 NE Integrón 1 2 SO Integrón 1 3 C Integrón 1 3 SO Integrón 1 3 NE Integrón 1 3 SE Integrón 1 3 NO Integrón 1 Tabla I: Integrones hallados en las diferentes lagunas de permanencia Referencias: Tabla I SE: Sureste SO: Suroeste C: Central NE: Noreste NO: Noroeste En las muestras de suelo sometidas a fertirriego y abono orgánico para siembra de maíz, de maíz cosechado en grano entero, de silo confeccionado, de silo al momento de suministrar como alimento a los animales y agua de pozo destinada a bebida, no se detectó la presencia de integrasas de ningún tipo. Discusión y conclusiones Las bacterias coliformes y en particular E. coli comensal, tienen un tiempo de vida limitado fuera de su ecosistema principal (intestino). En su hábitat primario (el tracto gastrointestinal), estas bacterias encuentran la temperatura adecuada y el aporte de nutrientes necesarios para su crecimiento, con un tiempo de multiplicación de dos días aproximadamente (Savageau, 1983). Los sedimentos y agua de subproducto de granja son considerados para estos microorganismos como un hábitat secundario desfavorable (Winfield y Groisman, 2003; Campos-Pinilla et al., 2008). Según los resultados de nuestros estudios, los efectos de sedimentación/decantación no eliminan la presencia E. coli portadora de genes de integrasa de tipo 1 en lagunas de permanencia. Resultados similares fueron a los obtenidos por Mourra y cols., 2012. La determinación de este gen en todas las muestras de agua de lagunas de permanencia analizadas destaca la necesidad de una “gestión racional” de dicho subproducto para evitar la potencial diseminación de bacterias resistentes a los antibióticos por utilización directa de estas aguas. La ausencia de gen integrasa de tipo 1 en E.coli en muestras de tierra, agua, grano entero y fermentado se correlaciona con un pobre crecimiento de estas bacterias en estos hábitats secundarios, donde el tiempo de vida media en suelo sin cobertura no supera los 3 días (Temple et al., 1980). A pesar ello, este tiempo es muy variable, dependiendo del tipo de materia fecal (fuertemente relacionado con la especie animal y su situación fisiológica), el tipo suelo y la vegetación. Estos resultados muestran que E. coli comensal portadora de integrones no sobrevive en medio ambientes secundarios aun cuando dichos hábitats reciben un aporte importante y continuo de subproductos de las instalaciones de la granja mediante un manejo controlado y racional de fertirriego. Así, el fertirriego realizado sobre suelos con poca vegetación disminuye considerablemente la capacidad de adherencia de E. Coli a las partes vegetales, permitiendo una rápida exposición de las bacterias a los rayos UV. Además, la falta de vegetación exacerba los cambios diarios de temperatura, humedad y exposición a nutrientes, lo que puede llegar a disminuir rápidamente hasta un 50% la carga total de E.coli liberada al medio ambiente. La rizosfera es la parte del suelo que se encuentra bajo la influencia directa de las raíces vivas y que puede influenciar la supervivencia de bacterias comensales liberadas al medio ambiente. Se trata de una capa de tierra de aproximadamente 1 mm alrededor de las raíces. La importancia cuantitativa de los sistemas de raíces (y por tanto de la rizosfera) varía según las características del suelo, del clima y de la comunidad de plantas. En la rizosfera, la planta libera una parte de sus productos de fotosíntesis que sumados a la disponibilidad de nutrientes orgánicos permite una estimulación sobre los microorganismos asociados a la planta, alcanzando entre 108 y 109 bacterias/g. Otra propiedad de la rizosfera es limitar la habilidad de supervivencia de algunas bacterias, en particular E. Coli, mediante: La liberación de toxinas y otros compuestos antimicrobianos por las raíces El agotamiento de los nutrientes minerales relacionados con la nutrición de las plantas (absorción por las raíces) La acidificación de la rizosfera por las raíces, generando un medio ambiente hostil para las bacterias que se encuentran en un hábitat secundario La competición con la flora indígena de la rizoesfera La porosidad de las raíces que es generalmente favorable a la depredación por las actividades de protozoarios. El tipo de suelo puede influenciar la supervivencia de E. Coli comensal. Los suelos muy arcillosos son generalmente más favorables. Este efecto positivo puede ser resultado de la adsorción a la arcilla y la protección frente a depredadores, particularmente de protozoos, una mayor retención de agua y nutrientes, como así también, una mejor estabilidad a las variaciones de pH del suelo. En nuestro estudio el suelo sometido a fertirriego fue clasificado como un argiudol típico serie Rafaela (RAF1), con una textura horizonte superficial: franco-limosa, de buen Drenaje y con una Aptitud agropecuaria de 90%. Estas condiciones de suelo limitarían la persistencia de E. coli en el mismo. La ausencia de E.coli portadora de gen int1 en el agua de pozo, puede deberse a su corta vida en un medio ambiente secundario, sumado a que la aplicación del ferti riego se realizó atendiendo rigurosamente a los pronósticos meteorológicos, descartando la posibilidad de lluvias en días previos a la aplicación. Ogden y cols., (2001) demostraron que luego de realizado un fertirriego, los riesgos de polución de las aguas subterráneas (transporte de bacterias) dependen fuertemente de la presencia de precipitaciones, particularmente si estas ocurren inmediatamente luego del mismo. Si las condiciones meteorológicas son buenas luego de la aplicación de fertirriego, en suelos bien trabajados, es poco probable que ocurran importantes procesos de lixiviación. La falta de nutrientes específicos, degradación aeróbica del material orgánico esparcido, diferencias de temperaturas, presencia de elementos quelantes, rayos UV, diferente disponibilidad de agua y de una microflora medio ambiental competitiva , entre otros factores, harían que el proceso de diseminación de E. coli portadora de genes de resistencia a antibióticos, bajo las condiciones enunciadas en el protocolo experimental, no alcancen el agua de bebida, los cultivos de granos de maíz, como así tampoco sus formas procesadas . Por lo expuesto el fertirriego racionalmente manejado constituye una fuente económica y segura de abono que hace sustentables los sistemas intensivos de producción porcina Referencias Campos-Pinilla C., Cárdenas M., Guerrero A. Comportamiento de los indicadores de contaminación fecal en diferentes tipos de agua de la sabana de Bogotá (Colombia). Universitas Scientiarum. 2008; 13 (2): 103-108. Mouraa, A., Pereirab, C .,Henriquesa, I., Correiaa, A. Novel gene cassettes and integrons in antibiotic-resistant bacteria isolated from urban wastewaters. Research in Microbiology Volume 163, Issue 2, February–March 2012, Pages 92–100. Ogden I.D., Fenlon D. R., Vinten A.J.A. et al. The fate of E. Coli O157 in soil and its potential to contaminate drinking water. Int J Food Microbiol, 2001, 66, 111-117 Savageau M.A. Escherichia coli habitats, cell types, and molecular mechanisms of gene control. Am. Nat. 1983; 122 (2): 732-744. Winfield M.D. y Groisman E.A. Role of nonhost environment in the lifestyle of Salmonella and Escherichia coli. Appl. Environ. Microbiol. 2003; 69 (7): 3687-3694. Temple K. L., Camper A. K., McFeters G. A. Survival of two enterobacteria in feces buried in soil under field conditions. Appl. Environ. Microbiol. 1980; 40: 794-797.