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Banco Central de Venezuela Colección Economía y Finanzas Serie Documentos de Trabajo SHOCKS EXTERNOS Y FLUCTUACIONES EN UNA ECONOMÍA PETROLERA FRANCISCO J. SÁEZ LUIS A. PUCH [Nº 59] Julio, 2004 Banco Central de Venezuela, Caracas, 2004 Gerencia de Investigaciones Económicas Producción editorial Gerencia de Comunicaciones Institucionales Departamento de Publicaciones Torre Financiera, piso 14, ala sur. Avenida Urdaneta, esquina de Las Carmelitas Caracas 1010 Teléfonos: 801.8075 / 801.8063 Fax: 801.87.06 scaula@bcv.org.ve http: //www.bcv.org.ve Las opiniones y análisis que aparecen en la Serie Documentos de Trabajo son responsabilidad de los autores y no necesariamente coinciden con las del Banco Central de Venezuela. Se permite la reproducción parcial o total siempre que se mencione la fuente y no se modifique la información. Índice 1. INTRODUCCIÓN ................................................................................... 9 2. PROMEDIOS DE LARGO PLAZO ...................................................... 11 3. HECHOS BÁSICOS: 1950-1995 .......................................................... 14 4. DESCRIPCIÓN DEL MODELO ........................................................... 15 4.1. Tratamiento del sector petrolero...................................................... 16 4.2. Un hogar representativo .................................................................. 17 4.3. Las empresas ................................................................................... 19 4.4. Entorno estocástico ......................................................................... 20 5. CALIBRACIÓN. .................................................................................... 20 6. FUNCIONES DE RESPUESTAS A UN IMPULSO ............................. 23 6.1. Shocks a la productividad ............................................................... 24 6.2. Shocks petroleros ............................................................................ 24 6.3. Propiedades de las series temporales .............................................. 25 7. RESULTADOS EMPÍRICOS ................................................................ 28 8. CONCLUSIONES ................................................................................. 29 REFERENCIAS .............................................................................................. 32 ANEXOS ......................................................................................................... 34 SERIE DOCUMENTOS DE TRABAJO ........................................................ 35 Resumen En este artículo se estudian las fluctuaciones agregadas en Venezuela durante el período 19501995. Para ello, se propone un modelo de equilibrio general estocástico de una economía abierta y pequeña cuya principal actividad productiva descansa en la exportación de un único producto básico. Se estudia el comportamiento de las variables endógenas ante shocks en la productividad total de los factores y shocks a los términos de intercambio. Estos últimos, se asocian directamente con las variaciones en los precios del petróleo y se modelan como una transferencia externa. No obstante, con esta especificación un auge petrolero muestra un carácter recesivo que no es compatible con la evidencia empírica. Para resolver esta anomalía se analiza el modelo bajo distintas especificaciones de la función de utilidad y se muestra que sólo con la función de utilidad de GHH (1988) se pueden obtener resultados acordes con el comportamiento de la economía durante el auge petrolero de 1974. Palabras clave: shocks externos, fluctaciones agregadas, economías emergentes. Códigos JEL: E32, E37 Abstract In this paper we analyze the role of trade shocks in shaping aggregate fluctuations in Venezuela from 1950 to 1995. To this end a stochastic general equilibrium model of a small open economy whose main productive activity rests in the exports of a single basic product is specified. Shocks to terms of trade which are directly associated to oil price changes are modelled as a foreign transfer. We find that this approach gives predictions that are consistent with the time series properties of Venezuela when (1) we use GHH (1988) preferences and, (2) there is imperfect capital mobility. In particular, our model specification captures the observed patterns of the main macroeconomics aggregates after the oil price boom of 1974. Introducción 1 Diversos estudios muestran que la volatilidad de los términos de intercambio cumple un papel fundamental en la explicación de las fluctuaciones en los países en desarrollo (Mendoza 1995, Kose y Riezman, 2001, Kose, 2002). Esta afirmación parece adquirir especial relevancia en el caso de las economías petroleras, donde dicha volatilidad actúa de forma más intensa (Baxter y Koutparitsas, 1997). A pesar de esta evidencia, el efecto de las variaciones de los precios del crudo ha sido generalmente analizado desde el punto de vista del consumidor o en el contexto de modelos macreconómicos de comercio internacional (Koutparitsas 1996, Backus y Crucini 1998), sin que exista un esfuerzo equivalente que permita analizar el impacto de las variaciones de la renta petrolera desde el punto de vista del productor. El objetivo de esta investigación es determinar en qué medida un modelo de equilibrio general estocástico puede justificar los hechos estilizados del ciclo económico en Venezuela y por tanto, es un esfuerzo adicional por tratar de cerrar esta brecha. Desde otro punto de vista, esperamos que este artículo contribuya a la ampliación de nuestro conocimiento sobre las posibles diferencias en el comportamiento del ciclo entre los países industrializados y las economías en desarrollo. Para los países emergentes es común encontrar modelos que intentan reproducir algunos hechos estilizados para un promedio o conjunto de países representativos (Mendoza, 1995, Carmichael et al, 1999 o Kose y Riezman, 2001, Kose, 2002, siguen esta estrategia). Creemos que este tipo de aproximación, aunque útil, puede ser problemática, toda vez que los patrones de exportaciones e importaciones suelen ser muy heterogéneos, los mercados laborales muestran importantes diferencias institucionales y las restricciones financieras también suelen ser de distinta naturaleza. Todos estos elementos dificultan la construcción de modelos que sean capaces de recoger estas particularidades y que sean útiles para el análisis de aspectos específicos en cada economía (Zimmermann 1995 y Kollintzas y Vasilatos, 2000 enfatizan la importancia de estudiar estos aspectos diferenciales). Por otra parte, en la literatura previa, la estrategia de validación se basa en comparar los momentos de segundo orden generados por el modelo con los observados en los datos. Este procedimiento puede ser refinado toda vez que el shock a los términos de intercambio es observable, y por tanto, su influencia debe ser recogida por las series del modelo (particularmente durante las coyunturas más intensas). Considerar las realizaciones de los shocks, antes que los procesos estocásticos, no sólo puede dar una mejor idea del potencial explicativo del modelo, sino también ilustrar los efectos que sobre el residuo de Solow podrían tener los términos de intercambio (McCallum, 1989). Uno de los elementos más importantes que resalta de la contabilidad nacional en una economía monoexportadora como la venezolana es el carácter internacional de la renta petrolera1 . La naturaleza de estos ingresos sugiere, que el producto 1 Según datos proporcionados por Baptista (1997) el PIB rentístico alcanza 72% del PIB petro- del sector de enclave puede ser incorporado en los modelos simplemente como una transferencia externa. Esta es una estrategia sencilla porque aísla al sector de enclave del resto de los sectores de la economía2 . No obstante, una de las anomalías que se presenta al analizar los hechos estilizados de Venezuela, mediante este enfoque, es que el producto tiende a disminuir como consecuencia de una mejora los términos de intercambio. Es decir, un shock petrolero positivo, equivalente a un incremento de las transferencias externas, tendría en general, un carácter recesivo. Este resultado adverso sobre la actividad económica es similar al encontrado por Kollintzas y Vassilatos (2000), al analizar los efectos que sobre la actividad productiva pueden generar las ayudas recibidas por Grecia de parte de la Comunidad Económica Europea. De hecho, bajo perfecta movilidad de capital la respuesta óptima de los consumidores ante un auge petrolero sería simplemente la de acumular activos externos y a partir de allí, utilizar el rendimiento de dichos activos para incrementar el consumo y el ocio, de forma permanente. El producto y la inversión, por su parte, caerán o permanecerán inalterados dependiendo de la elasticidad intertemporal del ocio, (Correia et al, 1995)3 . Esta descripción de los hechos, no se ajusta al comportamiento de los datos ya que, cuando menos al momento del primer gran shock petrolero experimentado por la economía a mediados de los 70, tanto el producto como la inversión se incrementaron de manera significativa4 . Todo ello hace pensar que, o bien el modelo debe ser transformado para tomar en consideración algunos aspectos del crecimiento pasados por alto, o bien la especificación de las preferencias estándar resultan inconsistentes con los hechos estilizados de un boom petrolero. La primera de estas estrategias ha conducido a modelos que diferencian entre bienes transables y no transables (Mendoza, 1995, Carmichael et al, 1999, o Kose y Riezman, 2001). Aquí se opta por el segundo enfoque siguiendo de cerca la investigación de Correia et al (1995), pero utilizando un marco analítico diferente que permite considerar distintos grados de movilidad de capital. De este modo, y a fin de analizar los efectos de las preferencias de los agentes sobre la dinámica del sistema, se utilizan cuatro especificaciones para lero durante el período 1950-1995. 2 “...we simplify our task by ignoring the cost of oil production and the ‘direct’ influences of the oil industry in the form of forward and backward linkages with the rest of the economy. Under this assumptions we are able to treat all foreign exchange earnings from the (net) export of oil as ‘external rent’ ”(Pesaran, 1984). “Oil is produced without either capital or labor: it is like manna from heaven”. (Hausmann y Rigobón, 2002) 3 La naturaleza contractiva de la mejora en los términos de intercambio se debe a que el efecto ingreso, producto de las transferencias, permite reducir los pagos de interés por concepto del endeudamiento externo (si la economía es deudora neta) o bien incrementar los intereses por la tenencia de activos externos (si la economía es acreedora neta). La reducción de la actividad económica es compatible con el incremento del consumo gracias a la disminución de la inversión, mientras que las exportaciones netas tienden a mejorar al momento del shock (debido a las salidas de capital), pero luego empeoran por el impacto favorable experimentado en la cuenta capital de la balanza de pagos. 4 Tampoco se ajusta al desempeño macroeconómico durante los auges petroleros de 57-58 y 90-91. la función de utilidad: (1) Preferencias estándar, con el consumo y ocio en forma multiplicativa. (2) Preferencias separables entre consumo y ocio. (3) Trabajo indivisible como en Hansen (1995) y (4) la función de utilidad propuesta por Grenwood et al (1988), (GHH)5 . En la sección 6 se muestra que sólo la última de estas especificaciones, en combinación con cierto grado de inmovilidad de capital, permite reproducir satisfactoriamente el comportamiento de la economía durante un boom exportador. De esta forma se solventa la anomalía que mencionamos anteriormente, según la cual un shock favorable a los términos de intercambio podría tener un carácter recesivo. También se abre la posibilidad de estudiar los auges del sector de enclave en economías emergentes mediante un mecanismo de transmisión diferente al que usualmente se utiliza para explicar la expansión del producto y que requiere la incorporación de un sector productivo de bienes no transables. Este resultado se debe fundamentalmente, a que con la función de utilidad de GHH el consumo y la inversión se mueven conjuntamente al igual que en los datos. Una mejora en los términos de intercambio impulsará el consumo, pero también la inversión debido a la imperfecta insustituibilidad de activos. La acumulación de capital incrementa el producto marginal del trabajo y con ello, el salario real. Este último efecto genera una reducción del ocio que se sustituye por un mayor nivel de consumo. De esta forma, cuando el efecto sustitución intratemporal consumo-ocio supera al efecto renta se obtiene una correlación positiva entre consumo e inversión (ver GHH, 1988). El artículo se organiza como sigue: En la sección dos se estudia el comportamiento de las relaciones de largo plazo. En la tercera sección se describen los hechos básicos del ciclo en Venezuela. En la cuarta y quinta sección se expone el modelo utilizado, la naturaleza de los shocks estocásticos a los que está sujeta la economía y se describen los criterios para la calibración. La sexta se dedica al análisis de la funciones de respuesta a un impulso. En el séptimo apartado se muestra el comportamiento del modelo cuando éste se somete a shocks observados (petroleros), mientras que la última sección se destina a las conclusiones. Promedios de largo plazo 2 La tabla 1 resume las tasas de crecimiento promedio y ratios de algunas variables relevantes. Se considera todo el período muestral, entre 1950 y 1995, pero también se comparan estos promedios con dos submuestras a fin de estudiar la estabilidad de las relaciones en el largo plazo. Este es un análisis de particular relevancia cuando se analizan períodos muestrales muy extensos donde se sospecha la existencia de algún cambio estructural importante. La fecha de corte seleccionada para efectuar 5 Nos referiremos a las tres primeras funciones de utilidad como preferencias estándar (en sus distintas versiones multiplicativas o aditivas). este análisis comparativo es el año 74 que coincide con el principal auge petrolero experimentado por la economía venezolana. Tabla 1: Propiedades de largo plazo PIB total PIB no petrolero PIB petrolero Tasa Var. % interanual 1950-73 1974-95 1950-95 2.35 -2.30 0.13 2.37 -1.85 0.38 2.31 -1.50 1.32 Variable/PIB total 1950-73 197-95 1950-958 1.00 1.00 1.00 0.64 0.78 0.70 0.36 0.22 0.30 Cons. Privado 2.81 -1.50 1.32 0.36 0.57 0.46 Inver. Privada Inv. Pública Inv. Total 3.27 10.54 1.38 -7.05 -4.74 -4.61 -1.98 -2.73 -1.72 0.12 0.08 0.23 0.13 0.07 0.23 0.12 0.07 0.23 Cap. Privado Cap. Público Cap. Total 3.39 3.06 2.17 -1.13 -1.39 -0.89 1.28 0.90 0.75 1.06 0.77 2.18 1.94 0.93 3.09 1.48 0.85 2.61 Export. Importaciones Balanza Comercial (Valor Absoluto) 1.74 -0.03 2.71 -2.40 -1.77 -2.82 -0.66 -0.58 -0.73 0.51 0.17 0.34 0.29 0.18 0.11 0.40 0.18 0.23 Gasto Público 1.07 -2.43 -0.68 0.14 0.17 0.15 De la tabla 1, se deduce que la economía ha estado fuera de una senda de crecimiento equilibrado. Esto se concluye al comparar el pobre desempeño del crecimiento durante el período (74-95) en relación al período (50-73). A pesar de ello, se observa que los ratios de inversión privada, importaciones y gasto público en relación al producto se han mantenido relativamente constantes entre ambos períodos. También llama la atención el hecho de que la importancia del PIB petrolero parece haber disminuido. Este es un fenómeno que tiene como contrapartida la caída de las exportaciones netas (también las exportaciones totales se reducen en forma significativa al pasar de 51% del producto total entre 1950-73 a sólo 29% entre 1974-95). Otro aspecto que es importante destacar es el crecimiento de la fracción consumida del ingreso (aumento cercano a 10 puntos porcentuales entre los dos períodos muestrales). Este es un cambio que se produce casi exclusivamente por el crecimiento del consumo entre 1974 y 1984 y que en parte puede justificarse por la importante acumulación de activos externos de los hogares y por las expectativas devaluacionistas que estimularon la adquisición de bienes de consumo durable. La figura 1 contiene las fluctuaciones de distintos agregados durante el período 1950-1995. Los dos primeros paneles ilustran la evolución del logaritmo del PIB y su tendencia, extraída mediante el filtro de Hodrick-Prescott. Los otros gráficos muestran los componentes cíclicos de cada variable junto con el componente cíclico del PIB no petrolero. De acuerdo con los hechos estilizados de la economía, el consumo, la inversión están positivamente correlacionados y son procíclicos. Note como en Venezuela el incremento de la actividad económica asociado con el boom de 1974 tuvo como contraparte una fuerte desmejora de la balanza comercial y un significativo incremento del consumo. Esta situación finalizó con el programa de ajuste de 1983 que incluyó, entre otras decisiones, una importante devaluación del tipo de cambio y liberación de precios. Log. PIB per−capita y tendencia Log. PIB per−capita y tendencia 2.5 2.3 2.2 2.4 2.1 2.3 2 2.2 1.9 2.1 1.8 PIB no Pet. 1.7 55 60 65 tendencia 1.9 1.5 50 PIB total 2 Tendencia 1.6 70 75 80 85 90 95 1.8 50 55 60 65 70 75 80 85 90 95 85 90 95 90 95 componentes cíclicos Componentes cíclicos 0.4 0.4 0.3 0.2 0.2 0.1 0 0 −0.1 consumo inversión −0.2 PIB no Pet. −0.3 PIB no petrolero −0.2 −0.4 50 55 60 65 70 75 80 85 90 95 50 55 60 65 70 75 80 Componentes cíclicos Componentes cíclicos 0.5 0.5 0 0 Ingreso Petroleros exportaciones netas PIB no petrolero PIB no petrolero −0.5 −0.5 50 55 60 65 70 75 80 85 90 95 50 55 60 65 70 75 80 85 Figura 1: Principales componentes cíclicos de las series de tiempo. Cabe destacar que otras economías petroleras también mostraron un comportamiento similar en sus agregados durante el período de estudio. Tal es el caso de Nigeria y Argelia que experimentaron un importante incremento en la relación inversión-producto a mediados de los sesenta. Esta tendencia se detuvo justo después del primer boom petrolero de 1974 cuando se revirtió la situación, caracterizada también por la presencia de severos problemas de endeudamiento externo (ver figura 16 ). Como resultado, el crecimiento fue más débil y el producto per cápita cayó o simplemente dejó de crecer7 . PIB per−cápita Inversión real 2 1.2 1.5 1 1 0.8 60 Venezuela 0.5 70 80 PIB Per−cápita 90 60 Venezuela 70 80 Inversión real 90 4 3 3 2 2 1 60 Nigeria 1 70 80 PIB Per−cápita 90 60 Nigeria 70 80 Inversión real 90 2.5 2 1.5 1.5 1 0.5 1 Argelia 0.5 60 70 Argelia 80 90 0 60 70 80 90 Figura 2: Producto total y participación de la inversión en el producto total. (índices 1960=1) Hechos Básicos: 1950-1995 3 Los hechos estilizados del ciclo económico en Venezuela para el período 1950-1995 se resumen en la tabla (2). Las series se han descompuesto utilizando el filtro HP100 y se toma como medida de la actividad económica el producto no petrolero. 6 Note que en esta figura el ratio inversión-producto se refiere al producto total. Los datos son tomados de la Penn World Table (Mark 4). Ver Summers and Heston (1988). 7 Karl (1999) resalta las similitudes en el desempeño macroeconómico de distintos estados petroleros a partir del boom exportador de 1974, a pesar de la gran heterogeneidad de sus características. No obstante, esto es discutible. Otros países exportadores como México o Noruega no mostraron un colapso tan severo. Algunos autores atribuyen estas diferencias a la calidad de las políticas implementadas (Bello y Restuccia, 2002). Según esta tesis, en el caso de Venezuela las distorsiones se vieron exacerbadas por los grandes influjos de recursos al sector público. La deficiencia estadística más importante es la imposibilidad de contar con una serie de horas de trabajo. Ello impide analizar adecuadamente el comportamiento del mercado laboral y dificulta la estimación del residuo de Solow, como medida de los shocks a la productividad total de los factores. La otra limitación es la falta de una serie para el consumo de bienes no duraderos. Esto hace que la medida del consumo total se vea afectada por un componente que, en cuanto a su comportamiento, es más parecido a la inversión que al consumo. Uno de los principales hechos a destacar de la tabla (2) es que el consumo privado tiende a ser procíclico pero con un período de adelanto. Los estudios sobre el comportamiento del ciclo muestran que este fenómeno es difícil de encontrar en otros países ya sean industrializados o en desarrollo (donde el consumo también es fuertemente procíclico, pero contemporáneo), lo que hace que éste sea un resultado un tanto atípico. El comportamiento del resto de los componentes de la demanda agregada es relativamente estándar (procíclicos y contemporáneos). En cuanto a la volatilidad de las series, destaca la gran variabilidad del consumo privado y del PIB petrolero en relación al producto no petrolero. Tabla 2: Propiedades cíclicas de la economía venezolana (1950-1995) Volatilidad. Relativa Variable X PIB no pet.(Y) PIB total PIB petrolero Cons. Privado Inversión Inv. Pública Inv. Privada XN XN/Y. % σ x /σ y 1.00 0.96 2.02 2.31 3.32 4.39 4.18 4.10 1.54 Correlación cruzada del PIB no petrolero con: x−3 0.06 0.13 0.19 0.01 -0.06 -0.03 0.00 0.11 -0.11 x−2 0.39 0.42 0.24 0.26 0.20 0.21 0.10 -0.12 -0.30 x−1 0.73 0.68 0.21 0.52 0.54 0.46 0.38 -0.43 -0.51 x x+1 x+2 x+3 1.00 0.74 -0.04 0.66 0.87 0.60 0.72 -0.74 -0.71 0.73 0.39 -0.21 0.53 0.71 0.47 0.62 -0.56 -0.56 0.34 0.18 -0.07 0.31 0.34 0.27 0.25 -0.32 -0.35 -0.02 -0.07 0.03 0.14 0.04 0.09 -0.09 -0.24 -0.23 Todas las variables están en términos reales (per cápita). Las series se transformaron usando logs, menos XN/PIB no pet. XN es la diferencia de los componentes cíclicos de log(X) y log(M). La volatilidad del producto no petrolero es 4.9% 4 Descripción del modelo El modelo utilizado es una versión del propuesto por Bruno y Portier (1995) para el estudio de la economía francesa. La principal diferencia radica en que aquí no consideramos la existencia de insumos importados en el proceso productivo. Por otra parte, se asume que los ingresos petroleros representan, en su totalidad, un recurso de carácter rentístico y que en consecuencia, pueden ser modelados como una transferencia del resto del mundo a la economía. Siguiendo a Bruno y Portier (1995) adoptamos un supuesto Ad hoc que nos permitirá solventar el problema de la determinación del equilibrio que caracteriza a los modelos de economías abiertas. Asumimos que los activos externos entran negativamente en la función de utilidad, de forma que un mayor nivel de endeudamiento produce una progresiva desutilidad. De esta forma, si la tasa de interés externa supera la tasa de interés interna la demanda de activos externos no será infinita. Los hogares demandarán activos externos hasta que la desutilidad no exceda los ingresos por activos externos. Supondremos que en estado estacionario las tasas de interés externas pueden diferir de las internas. De esta forma, se cumple la ecuación de arbitraje: r∗ + τ t = rt (1) Donde r∗ es la tasa de interés externa, τ es el premium y r es la tasa de interés interna. La condición para la igualación del precio de los activos exige: zt − δ = r∗ + τ t (2) Donde zt es la tasa de rendimiento del capital. Por último, la balanza comercial queda definida como8 : xnt = Bt+1 − Bt (1 + r∗ ) 4.1 (3) Tratamiento del sector petrolero A diferencia de otros modelos especialmente diseñados para el análisis de economías emergentes, donde se endogenizan las decisiones del sector de bienes primarios (ver por ejemplo, Mendoza 1995), la naturaleza rentista del sector petrolero en Venezuela, nos permite hacer abstracción sobre la interrelación de este sector con el resto de la economía y fundamentalmente, la que se produce a través del mercado de factores. De esta forma, a partir de un modelo muy estilizado para el análisis de una economía abierta, se asumirá una simple especificación lineal para representar la producción de petróleo. Esto implica que, la principal fuente de variación en 8 Será importante distinguir entre el balance comercial en moneda externa (3) del balance comercial en moneda doméstica que deduce el efecto de las variaciones de los precios del crudo. En este último caso, las desviaciones de las exportaciones netas con respecto a su estado estacionario pueden ser expresadas como: ∼ ∼ ∼ ∼ xnss xnt = Bss B t+1 − Bss r∗ B t − Y p p t ∼ donde Y p son las exportaciones petroleras (volumen) y p las variaciones del precio del crudo. La figura 11 se refiere a este último concepto más acorde con las cuentas nacionales. los ingresos petroleros provendrá de cambios en el precio del crudo, antes que por cambios en las cantidades producidas. La figura (3), parece corroborar la validez de esta hipótesis. Allí se muestra que el total de los ingresos petroleros, depende principalmente de la variación de los precios de la cesta de crudos venezolana, más que de los cambios en la cantidad de barriles de petróleo producida9 . 4.2 Un hogar representativo La economía está habitada por un gran número de hogares idénticos que actúan como tomadores de precios en los mercados de bienes y en los mercados financieros. Se omite el crecimiento poblacional y todas las variables están en términos per cápita. 2 precios ingresos producción 1.5 1 0.5 0 −0.5 50 55 60 65 70 75 80 85 90 95 Figura 3: Precios, ingresos y producción petrolera en Venezuela (1936-1995). A fin de determinar los posibles efectos de las preferencias sobre la dinámica de ajuste se analiza el comportamiento del modelo bajo cuatro distintas especificaciones de la función de utilidad: (1) La función de utilidad separable en consumo y ocio como en King y Rebelo (1999). (2) La función de utilidad con trabajo indivisible, como en Hansen (1985). (3) Preferencias multiplicativas, o Cobb-Douglas en consumo y ocio, y por último (4) La función de utilidad propuesta por Greenwood, Hercowitz y Huffman (1988), que tiene la propiedad especial de que elasticidad de sustitución intertemporal asociada al ocio es cero. En todos los casos, los pasivos externos entran restando en la función de utilidad indicando la presencia de imperfecta movilidad de capital10 . 9 10 Esta observación es consistente tanto para datos anuales como para datos trimestrales. Bruno y Portier (1995) utilizan (5) con σ = 1. Usep (Ct , Ht , Bt ) = Ct1−σ (1 − Ht )1−η +v − γBt2 1−σ 1−η (4) Ct1−σ + v (1 − Ht ) − γBt2 1−σ (5) Uti (Ct , Ht , Bt ) = 1−σ [Cta (1 − Ht )1−a ] Ucd (Ct , Ht , Bt ) = 1−σ − γBt2 (6) [Ct − vHtη ]1−σ Ughh (Ct , Ht , Bt ) = − γBt2 (7) 1−σ Los hogares reciben rentas salariales (wt ) por la prestación de sus servicios laborales (Ht ), más beneficios en forma de dividendos por la tenencia de acciones de las empresas (Πt ), más ingresos por concepto de activos externos (Bt ). Por último, asumiremos que los hogares reciben una transferencia unilateral del sector externo (Tt ), que en nuestro caso representa las rentas petroleras. A fin de simplificar, supondremos que estos ingresos son transferidos íntegramente a los hogares sin costo alguno. Los recursos del hogar se destinan a la adquisición de bienes de consumo o la adquisición de activos externos11 . Es decir: Tt + wt Ht + Πt − Ct − Bt+1 + Bt (1 + r∗ ) = 0 (8) Las condiciones de primer orden para la maximización del beneficio de (4 − 7) sujeto a (8) son: Uct − λt = 0 (9) Uht + λt wt = 0 (10) βEt [λt+1 (1 + r∗ ) − 2γBt+1 ] − λt = 0 (11) donde λt es el multiplicador de Lagrange asociado a la restricción (8) 11 En la calibración propuesta para la economía venezolana, los niveles de activos externos de estado estacionario deben ser negativos. Este es el resultado predecible en una economía sujeta a superávit estructurales en la cuenta comercial de la balanza de pagos que deben ser compensados por salidas de capital de similar magnitud. 4.3 Las empresas La tecnología productiva del sector no petrolero se representa a través de una función Cobb-Douglas: Yt = At Ktα Ht1−α (12) Se asume que existen costos de ajuste cuadráticos, de forma tal que la empresa representativa resuelve el siguiente problema de maximización del beneficio: max {It ,Kt+1 ,Ht }∞ t=0 s.a. à ! µ ¶2 ∞ X I φ t β t λt Yt − It − − δ − wt Ht 2 K t t=0 It − Kt+1 + Kt (1 − δ) = 0 (13) (14) cuyas condiciones de primer orden son12 : (qt − 1) β ∗ " αAt+1 µ Ht+1 Kt+1 ¶1−α Kt2 = Kt+1 − Kt φ µ It+1 +φ −δ Kt+1 (1 − α) At ¶µ µ Kt Ht It+1 2 Kt+1 ¶α ¶ (15) # + qt+1 (1 − δ) − qt = 0 (16) (17) = wt Utilizando la definición de beneficios y escribiendo las transferencias petroleras como (pt Y p ) , la restricción de los hogares en (8) puede ser escrita como: φ Yt + pt Y − Ct − It − 2 p µ It −δ Kt ¶2 − xnt = 0 Que representa la condición de equilibrio en el mercado de bienes. 12 Con qt = λt β∗ , donde λt es el multiplicador asociado con la restricción (8) y β ∗ = β UUct+1 ct (18) 4.4 Entorno estocástico Asumiremos que la economía está sujeta a shocks a la productividad total de los factores y shocks petroleros que pueden ser representados mediante un proceso autorregresivo de primer orden: log(At+1 ) = ρa log(At ) + εat+1 , εat ∼ N(0, σ A ) (19) log(pt+1 ) = ρp log(pt ) + εpt+1 , εpt ∼ N(0, σ p ) (20) En este trabajo no se hará una calibración del shock a la productividad según la metodología propuesta por Prescott (1986), debido a que no disponemos de una serie de horas de trabajo que pueda ser utilizada para el cálculo del residuo de Solow. No obstante, a fin de estimar los momentos de segundo orden asociados al modelo se sigue la estrategia propuesta por Kydland-Prescott (1982) de elegir una volatilidad y persistencia de los shocks tecnológicos tal que el modelo reproduzca la volatilidad y correlación del producto, pero tomando en cuenta el proceso estocástico seguido por los shocks a los términos de intercambio13 . Calibración 5 Los datos de referencia de las cuentas nacionales de Venezuela se toman de Baptista (1997), donde se presenta información convenientemente homogenizada para el período 1950-1995. El modelo se calibra de forma tal que el estado estacionario no estocástico sea consistente con las propiedades de largo plazo contenidas en las series. Estos incluyen una relación consumo-producto no petrolero de 65%, una relación inversión producto de 33% y una relación capital producto de 3.68. El ingreso petrolero que se destina a los hogares se fija en 22% del producto no petrolero. El parámetro de la participación del capital dentro del ingreso α = 0.55, se obtiene como el promedio del período14 . Debido a la falta de estudios microeconómicos aplicados a Venezuela algunos de los parámeros se toman directamente de otras investigaciones o a partir de las condiciones de primer orden. De esta forma, El parámetro (v) asegura que el tiempo 13 Las estimaciones efectuadas por Correia et al (1995) para la economía portuguesa siguiendo esta metodología dieron como resultado una correlación serial de log(At ) igual a 0.56 y una desviación estándar de 2.29, muy similares a los que finalmente se proponen en este trabajo. 14 Este parámetro puede estar sobreestimado al no corregir por el autoempleo. No obstante, un elevado valor de la participación del capital dentro del ingreso puede reflejar el hecho de que la economía es importadora neta de manufacturas (Mendoza, 1995). dedicado a actividades productivas es 30% del total disponible.(Hansen, 1985). La elasticidad de sustitución intertemporal σ se iguala a 2.61 que es una estimación por el Método Generalizado de Momentos para un grupo de países en desarrollo llevada a cabo por Ostry y Reinhart (1995). La tasa de depreciación se obtiene a partir de los ratios de largo plazo δ = 0.089615 . Con este resultado es posible obtener la tasa de descuento (β = 0.943). Por su parte, la igualación del precio de los activos exige que la tasa de rendimiento del capital (z) menos la tasa de depreciación iguale la tasa de interés externa más el premium. Este último se calibra de forma tal que la volatilidad de la relación inversión-producto refleje la volatilidad observada, con lo cual el cumplimiento de la ecuación de arbitraje (con expectativas de depreciación nulas) exige una tasa de interés externa igual a 7.24% si el premium es negativo y de 5.34% si es positivo16 . El parámetro que determina los costos de ajuste del capital se fija de forma tal que la volatilidad relativa de la inversión se aproxime al valor observado (3.3). El valor de γ se calibra a fin de que el modelo pueda reproducir el ratio inversiónproducto no petrolero. Destaca la importancia de este parámetro para producir un comportamiento adecuado de la series. La balanza comercial queda definida por las salidas de capital de estado estacionario (Bss r∗ ). De esta forma, la cuenta capital representa 53% del producto no petrolero que es una buena aproximación para el promedio del superávit comercial observado durante el período 50-73 de 48.8%, pero no lo es para todo el promedio muestral de sólo 35%. Se dispone de poca información sobre la elasticidad oferta de la mano de obra. Sin embargo, este no parece ser un problema importante ya que al probar con una amplia gama de valores razonables esta variable no afectó sustancialmente las conclusiones del modelo. A pesar de ello, se consideró deseable mantener la comparabilidad de los resultados. Por esta razón, se utiliza la estrategia propuesta por Correia et al (1995) de elegir una parametrización tal que permita que la elasticidad de la oferta de trabajo en estado estacionario sea la misma independientemente del tipo de especificación para las preferencias. La elasticidad oferta de la mano de obra para las funciones de utilidad multiplicativa, separable y GHH viene dada, respectivamente, por: ξ o,m = (1 − Hss ) [1 − a (1 − σ)] Hss σ (21) 1 Lss η Hss (22) ξ o,sep = 15 Este valor es inferior a la parametrización estándar utilizada en la mayoría de los trabajos de RBC (10%). Sin embargo, existe evidencia de que este parámetro debe ser revisado a la baja. (Stokey y Rebelo, 1995). 16 Que se seleccione una u otra opción depende de la función de utilidad. En ocasiones, la obtención de un equilibrio de expectativas racionales en los distintos modelos, también impone un cambio de signo en el premium. Este cambio de signo, sin embargo, no afecta la dirección de respuesta de las variables endógenas como puede comprobarse mediante distintos ejercicios de calibración. Tabla 3: Calibración de parámetros Preferencias Factor de descuento Horas trabajadas en estado estacionario Param Aversión al riesgo Costos de ajuste del capital Tecnología Tasa de depreciación Participación del capital Capital/producto no petrolero Sector pretrolero Transferencias a los hogares/PIB no petrolero Desviación estándar del shock petrolero Coeficiente de autocorrelación del shock Pet. (3) (1) (1) (1) β H σ φ 0.943 0.30 2.61 1.10 (3) (2) (2) δ α K/Y 0.0896 0.55 3.68 (2) (4) (4) Yp /Y ε ρ 0.22 0.23 0.97 Criterios de calibración: (1) Información externa, (2) Promedios muestrales, (3) Estado Estacionario, (4) Tomando cono referencia los valores observados para la volatilidad y presistencia del producto no petrolero Tabla 4: Calibración de parámetros modelos alternativos Tasa de interés externa Preferencia por el ocio Param. de la elast. oferta de trabajo Premium Preferencia por los activos externos Desv. estándar del shock tecn. Coef. de autocorr. del shock tecn. r∗ ν η τ γ ε ρ (3) (3) (5) (1) (3) (4) (4) Sep 5.54% 1.39 1.62 5.E-0.3 2.E-04 0.028 0.75 Ti 5.54% 2.49 5.E-03 2.E-04 0.017 0.60 CD 5.54% 0.38 (*) 5.E-03 3.E-04 0.02 0.70 GHH 6.54 2.98 1.69 -5.E-03 -1.E-03 0.02 0.90 Criterios de calibración: (1) Información externa, (2) Promedios muestrales, (3) Estado Estacionario, (4) Tomando como referencia los valores observados para la volatilidad y presistencia del producto no petrolero, (5) Fijando la misma elasticidad de la oferta de trabajo entre los distintos modelos (1.44) (*) Corresponde al parámetro ‘a’ de la función CD. 1 (23) η−1 Por otra parte, a partir de las condiciones de primer orden para la maximización del beneficio cuando se utiliza la función de utilidad multiplicativa se obtiene: ξ o,ghh = a= ct t) ct + (1 − α)yt (1−H Ht (24) Según la parametrización propuesta resulta a = 0.382, lo que implica una elasticidad de la oferta para las preferencias estándar igual a ξ o = 1.44. Utilizando las fórmulas anteriores se obtiene η = 1.62 y η = 1.69 para la función de utilidad separable y para la función de utilidad GHH, respectivamente17 . Por último con la función de trabajo indivisible, las personas se enfrentan a dos posibilidades: trabajan todo el tiempo o no trabajan en absoluto. Esto implica que las fluctuaciones en la cantidad total de horas ofrecidas son el resultado de individuos entrando y saliendo de su puesto de trabajo, en vez de individuos que permanecen empleados en forma permanente y que ajustan la cantidad de horas trabajadas de forma continua y en función del salario real18 . La tablas (3 y 4) de la página 22 resumen la parametrización propuesta. Funciones de respuesta a un impulso 6 Las figuras (4-5) muestran las funciones de respuesta a un impulso del 1% en los shocks a la productividad y shocks petroleros. Siguiendo a King y Rebelo (1999) se han comparado los efectos de un shock temporal (línea discontinua) con un shock persistente (línea continua). La ventaja de analizar distintos grados de persistencia radica en que se pueden producir cambios en los comovimientos de las variables endógenas simplemente causados por un mayor grado de persistencia. Finalmente, este análisis da una idea sobre la magnitud de los efectos asociados a distintos tipos de expectativas. En las funciones de respuesta a un impulso de las figuras 5-6 se utiliza la expresión (7) por ser la que muestra mejores propiedades, no obstante en esta sección se describen teóricamente las relaciones que afectan a todas la funciones de utilidad. En el anexo I se efectúa una comparación de los resultados, mientras que las tablas 5 y 6 muestran los momentos generados por el modelo. 17 El valor propuesto por GHH (1988) es 1.6 Bajo esta especificación los hogares escogen loterías en lugar de horas de trabajo (Rogerson 1988). Las loterías determinan si el individuo trabaja o no con una probabilidad fija. Esto requiere un contrato entre el agente representativo y la empresa, mediante el cual, el primero se compromete a trabajar con una probabilidad dada y el segundo, se compromete a pagar independientemente de la situación laboral del trabajador. La consecuencia de esta formulación es que las horas trabajadas tienden a fluctuar en forma similar a la de la productividad (Hansen 1985). 18 6.1 Shocks a la productividad Un shock tecnológico de carácter transitorio disminuye la inversión cuando las preferencias son estándar. Esto se debe a que el incremento de la productividad de los factores hace que los agentes puedan cancelar deuda externa y disfrutar de un mayor nivel de consumo y ocio con un menor producto. La caída del producto es compatible con un menor acervo de capital, lo que finalmente produce la desinversión. Si el shock es persistente, la inversión se convierte en una variable procíclica. Esto se debe a que ahora el incremento de la rentabilidad interna del capital (asociada a su producto marginal) estimula la inversión en capital doméstico antes que la cancelación de deuda externa. De hecho, es posible que los agentes prefieran endeudarse inicialmente a fin de aprovechar el elevado rendimiento de los activos internos. El incremento de la inversión hace que el capital supere su nivel de largo plazo. Para retornar al estado estacionario y en la medida en que el efecto positivo del shock comience a disiparse, la economía reduce los niveles de inversión, incluso por debajo de los que se obtenían con el shock transitorio19 . En este caso el comportamiento de la cuenta capital podría ser primero negativo (por la política de endeudamiento externo), después positivo, porque el crecimiento económico favorece el superávit comercial y en la medida en que se disipe el efecto del shock sobre la productividad podría aparecer nuevamente un déficit de balanza comercial. Con preferencias del tipo GHH la elasticidad intertemporal del ocio es nula. De hecho, las decisiones sobre oferta laboral dependen únicamente del salario real. Esto significa que, al contrario de lo que sucede con las funciones estándar, la inversión no cae ante un shock de oferta de carácter transitorio. De hecho, la imperfecta sustituibilidad de activos incrementa la inversión internamente, y con ello aumenta el salario real y la oferta de trabajo. A partir de la tabla 4 se observa que con esta función de utilidad se logra reproducir razonablemente la volatilidad de la inversión así como el carácter contracíclico de la balanza comercial. Sin embargo, la volatilidad del consumo y la balanza comercial resulta muy baja en relación a la observada. 6.2 Shocks petroleros Un shock petrolero positivo incrementa el superávit comercial, al tiempo que relaja la restricción presupuestaria de los hogares debido a que éstos perciben los ingresos petroleros como una transferencia del sector externo. Al igual que el caso del 19 Si la economía no estuviese abierta al comercio exterior, parte del ingreso adicional percibido en el momento del shock se hubiera destinado a la acumulación de capital como mecanismo para obtener mayores niveles de ingreso en el futuro. Posteriormente, la economía retornaría a su estado estacionario con un nivel de consumo que se acercaría asintóticamente a su valor de largo plazo y un acervo de capital que iría disminuyendo por tasas de inversión menores a las del estado estacionario, pero asintóticamente creciente (ver King y Rebelo 1999). shock tecnológico, el deseo de mantener una senda estable de consumo, produce una disminución en el nivel de endeudamiento externo. Bajo todas las funciones de utilidad se produce una mejora en la balanza comercial. No obstante, con preferencias estándar la inversión tiende a caer, mientras que cuando se utiliza la función de utilidad GHH tanto el consumo como la inversión se incrementan (y por tanto el producto). Como se detalló con anterioridad, esta particularidad se debe a que el efecto ingreso que genera la transferencia petrolera y que estimula el incremento del consumo y del ocio, es superado por el efecto sustitución del ocio al consumo que aparece cuando se incrementa el salario real. Una diferencia fundamental entre ambos tipos de shocks es que el producto tiende a ser mucho mas persistente ante un shock petrolero que ante un shock de oferta. De esta forma, un modelo sometido únicamente a shocks en los términos de intercambio muestra unos coeficientes de autocorrelación excesivamente altos en relación a los observados, así como una estructura de correlación decreciente que no se verifica en los datos. Por otra parte, el máximo comovimiento entre la inversión y el consumo ocurre con un rezago en relación al producto y no en forma contemporánea. 6.3 Propiedades de las series temporales La tabla 5 muestra los momentos de segundo orden del modelo cuando la economía se ve afectada simultáneamente por shocks de oferta y a los términos de intercambio. Se consideran las distintas especificaciones para la función de utilidad y se toman en cuenta los shocks a los términos de intercambio cuando se determinan las propiedades del shock de oferta. Uno de los hechos relevantes es que las perturbaciones de oferta resultan incapaces por sí solas de explicar la elevada volatilidad del consumo. También se observa que la función de GHH es particularmente útil para obtener una balanza comercial contracíclica como muestran los datos. Esto se explica porque en la determinación de esta variable actúan dos efectos contrapuestos. En primer lugar el incremento de la productividad estimula la adquisición de activos externos netos con el fin de suavizar el consumo y en segundo la posibilidad de endeudarse externamente a fin de aprovechar la mayor productividad interna. Cuando las preferencias son estándar la senda de consumo es muy estable y domina el primer efecto. Con preferencias GHH la inversión y el consumo se incrementará lo que contribuirá a obtener una balanza comercial contracíclica (correia et al, 1995). La tabla 6 muestra los momentos de segundo orden bajo preferencias GHH y cuando el modelo es sometido exclusivamente a shocks en los términos de intercambio. Una simple comparación de la variabilidad de las series sugiere que estas perturbaciones podrían justificar un 25% de la volatilidad del producto. No obstante, este valor debe más bien ser interpretado un mínimo toda vez que el modelo carece de mecanismos de amplificación de los shocks petroleros y tampoco considera la posible correlación de éstos shocks con las perturbaciones de oferta. Tabla 5: Propiedades del modelo bajo preferencias alternativas (Shocks de oferta y petroleros) Función de Utilidad Separable Volatilidad (%) Producto (y) Consumo Inversión Exportaciones netas Trabajo Corr. cruzada del producto con σx σ x /σ y x x+1 x+2 0.049 0.015 0.310 0.226 0.035 1.00 0.32 6.82 4.97 0.77 0.28 -0.18 0.32 -0.15 0.35 x−2 0.73 -0.21 0.52 -0.26 0.64 x−1 1.0 -0.15 0.62 -0.33 0.75 0.73 0.01 0.45 -0.33 0.47 0.29 0.11 -0.27 -0.15 0.12 σx σ x /σ y x+1 x+2 1.00 0.06 5.97 5.20 0.98 x−1 x 0.049 0.002 0.266 0.232 0.044 x−2 0.73 -0.42 0.55 -0.45 0.77 1.00 -0.21 0.56 -0.43 0.99 0.73 0.20 0.31 -0.27 0.69 0.34 0.33 -0.30 0.13 0.29 x−1 x x+1 x+2 1.00 0.05 0.61 -0.35 0.90 0.73 0.38 0.44 -0.37 0.56 0.27 0.42 -0.28 -0.16 0.15 Trabajo Indivisible Producto (y) Consumo Inversión Exportaciones Netas Trabajo 0.32 -0.45 0.41 -0.35 0.39 Función de Utilidad Cobb-Douglas σx σ x /σ y x−2 Producto (y) 0.049 1.00 0.26 Consumo Inversión Exportaciones netas Trabajo 0.020 0.312 0.226 0.040 0.43 6.57 4.77 0.84 Función de Utilidad GHH σx σ x /σ y Producto (y) 0.049 1.00 Consumo Inversión Exportaciones netas Trabajo 0.060 0.351 0.264 0.028 1.25 7.37 5.54 0.59 -0.29 0.32 -0.14 0.37 x−2 0.31 0.14 0.34 -0.27 0.31 0.73 -0.19 0.52 -0.26 0.73 x−1 0.73 0.37 0.54 -0.41 0.73 x x+1 x+2 1.00 0.55 0.62 -0.49 1.00 0.73 0.50 0.41 -0.41 0.73 0.32 0.25 -0.27 -0.12 0.32 Tabla 6: Propiedades del modelo bajo preferencias GHH (Shocks petroleros) Volatilidad (%) Producto (y) Consumo Inversión Exportaciones netas Trabajo σx σ x /σ y 0.011 0.052 0.111 0.141 0.007 1.00 4.57 9.70 12.34 0.59 Corr. cruzada del producto con x−2 0.36 0.55 0.56 -0.58 0.36 x−1 0.76 0.80 0.64 -0.75 0.76 x x+1 x+2 1.00 0.80 0.47 -0.68 1.00 0.76 0.22 -0.22 -0.10 0.76 0.37 -0.14 -0.48 0.43 0.37 Consumo Producto 3.5 Desv. % respecto SS Desv. % respecto SS 2 1.5 1 0.5 3 2.5 2 1.5 1 0.5 0 0 0 2 4 6 8 10 12 0 2 Inversión Desv. % respecto SS Desv. % respecto SS 15 10 5 8 10 12 10 12 8 10 12 8 10 12 3 2 1 0 0 2 4 6 8 10 12 0 2 Deuda externa neta 4 6 8 Balanza comercial 1.5 Desv. % respecto SS 4 1 0.5 0 −0.5 2 0 −2 −4 −6 0 2 4 6 8 10 12 0 2 4 salario real 6 horas 0.8 2 Desv. % respecto SS Desv. % respecto SS 6 4 0 Desv. % respecto SS 4 Acervo de capital 20 0.6 0.4 0.2 0 1.5 1 0.5 0 0 2 4 6 8 10 12 0 2 4 6 Figura 4: Función GHH. Shock a la productividad total de los factores (1%). Shock persistente (ρ = 0.90) Vs. shock transitorio (ρ = 0) Consumo Producto 0.06 Desv. % respecto SS Desv. % respecto SS 0.2 0.15 0.1 0.05 0 0.05 0.04 0.03 0.02 0.01 0 0 2 4 6 8 10 12 0 2 Inversión Desv. % respecto SS Desv. % respecto SS 6 10 12 10 12 8 10 12 8 10 12 8 0.08 0.3 0.2 0.1 0 0.06 0.04 0.02 0 0 2 4 6 8 10 12 0 2 4 6 8 Balanza comercial Pasivos externos netos 0.6 Desv. % respecto SS 0 Desv. % respecto SS 4 Acervo de capital 0.4 −0.02 −0.04 −0.06 0.5 0.4 0.3 0.2 0.1 0 −0.08 −0.1 0 2 4 6 8 10 12 0 2 4 Salario real 0.04 Desv. % respecto SS Desv. % respecto SS 6 Horas 0.01 0.008 0.006 0.004 0.002 0 0.03 0.02 0.01 0 0 2 4 6 8 10 12 0 2 4 6 Figura 5: Función GHH: Shock petrolero (1%). Shock persistente (ρ = 0.90) Vs. shock transitorio (ρ = 0) 7 Resultados empíricos En esta sección se analiza el comportamiento del modelo sujeto a los shocks petroleros observados. Debido a la simplicidad del enfoque utilizado, antes que intentar obtener una representación exacta de los ciclos en Venezuela este ejercicio sólo pretende ilustrar el posible impacto de los shocks externos sobre algunas variables claves. En particular, se muestra la importancia del boom exportador del año 74 sobre el cambio de nivel experimentado en el ratio consumo-producto no petrolero. En las figuras (6-8) se puede observar que el modelo justifica razonablemente gran parte del comportamiento del consumo y de las exportaciones netas. En especial resulta notable la capacidad del modelo para recoger los efectos del shock petrolero de mediados de los 70 sobre estas dos variables. Más difícil de justificar es el comportamiento de la inversión. En este sentido el manejo de las reservas internacionales y el propio comportamiento del gasto y endeudamiento público, pueden ser variables claves para comprender cómo los recursos petroleros fueron administrados a lo largo de este período y cómo afectaron el comportamiento de las tasas de interés, las expectativas o los precios relativos. La figura 11 también muestra que durante los primeros años del análisis, se subestima tanto la volatilidad como el nivel en relación al producto. Por otra parte, a partir del año 83, el modelo tiende a sobrestimar el comportamiento de la inversión total. Se pueden hacer dos observaciones al respecto. En primer lugar este es un período de franco retroceso de la inversión pública que no se incorpora en las simulaciones y en segundo lugar, el modelo no tiene en cuenta el efecto que sobre la productividad pudo haber ocasionado la gran inestabilidad económica y política de los años 90, así como el impacto de la crisis de la deuda a principios de los ochenta. 0.9 0.85 Observada Modelo 0.8 0.75 0.7 0.65 0.6 0.55 0.5 0.45 50 55 60 65 70 75 80 85 90 Figura 6: Relación Consumo/PIB no petrolero 95 0.65 0.6 Observada Modelo 0.55 0.5 0.45 0.4 0.35 0.3 0.25 0.2 0.15 50 95 90 85 80 75 70 65 60 55 Figura 7: Relación Inversión/PIB no petrolero 0.9 Observada Modelo 0.8 0.7 0.6 0.5 0.4 0.3 0.2 0.1 0 −0.1 50 55 60 65 70 75 80 85 90 95 Figura 8: Balanza comercial/PIB no petrolero 8 Conclusiones Del estudio se desprende que un simple modelo de crecimiento para una economía pequeña y abierta sujeta a shocks petroleros puede dar cuenta sobre buena parte del comportamiento de los principales agregados macroeconómicos en Venezuela. No obstante, para lograrlo, es fundamental resolver el carácter recesivo que genera la transferencia fiscal cuando las preferencias son estándar (en sus versiones separables o multiplicativas). Esto se logra recurriendo a la función de utilidad de GHH, pero no como la proponen originalmente sus autores, sino incluyendo una pequeña modificación. Esto es, tomando en consideración el efecto de los activos externos netos sobre la utilidad de los agentes, al igual que hacen Bruno y Portier (1995). Esta especificación no sólo es útil para generar un comportamiento contracíclico de la balanza comercial cuando la economía está sujeta a shocks tecnológicos, sino que también permite obtener una expansión de la demanda agregada frente a una mejora en los términos de intercambio, de forma tal que el consumo y la inversión se expandan durante el período de auge exportador. Para que esta característica se haga presente y el modelo muestre buenas propiedades en el comportamiento de sus principales variables (además de una persistencia y propagación adecuada de los shocks), se requiere la existencia de algún grado de imperfecta sustituibilidad de activos, ya que de lo contrario la inversión sería muy estable en relación a lo observado. En todo caso, los resultados del modelo son independientes del suspuesto que se utilice para incorporar algún grado de inmovilidad de capital. Si el efecto ingreso sobre el ocio es cero (como ocurre con las preferencias del tipo GHH), esta relativa inmovilidad de capital hace que la inversión se incremente y una vez que se convierte en capital productivo incrementa los salarios reales y, por esta vía, el empleo y el producto20 . El comportamiento de los precios del petróleo ha mostrado ser una variable importante para explicar el proceso de auge-recesión en Venezuela. Sin embargo, el modelo tiende a sobrestimar la inversión a partir del año 83. Por ello, parece necesario buscar explicaciones adicionales que posiblemente tengan que ver con la paulatina desmejora de la “infraestructura social”. Es decir, shocks de oferta adversos que han impactado la economía durante las últimas dos décadas y que han estado asociados, principalmente, a la gran inestabilidad de la política económica y al profundo deterioro de las instituciones públicas. Dentro de estos shocks de oferta destacan los costos organizativos asociados a los controles de cambio y la reducción de la intermediación financiera. Tanto los shocks a la productividad total de los factores como los shocks a los términos de intercambio, parecen jugar un papel fundamental en la explicación del ciclo económico en Venezuela. No obstante, aún queda por determinar el tipo de interrelación que pueda existir entre ambos procesos estocásticos. Este es un problema complejo que podrá ser analizado en la medida en que se disponga de una estimación confiable de los primeros. Es decir, una medida que tome en cuenta no sólo el nivel de utilización de los insumos productivos, sino también su intensidad 20 La inmovilidad de capital es el principal aspecto destacado por Rodríguez y Sachs (1999), a fin de explicar el proceso de sobreinversión en las economías petroleras. En nuestro caso, se hace énfasis en las condiciones que permiten compatibilizar este argumento con la presencia de un mercado laboral. de uso (básicamente capacidad ociosa y el esfuerzo laboral). El modelo propuesto en este trabajo debe ser entendido como un punto de partida que sirva para proponer líneas de investigación y alternativas de modelización que permitan reproducir los hechos básicos de la economía venezolana. Este tipo de análisis puede contribuir a nuestro entendimiento sobre los efectos que los shocks en los términos de intercambio generan sobre el resto de la variables del sistema y es posible que también se pueda aprender algo sobre los mecanismos de transmisión mediante los cuales la renta petrolera es canalizada a la sociedad. Esta es una tarea clave para entender la inestabilidad de la actividad económica observada en países monoproductores, bien sea de petróleo, o cualquier otra materia prima que forme la principal fuente de ingresos por exportaciones. References [1] Backus, D. y M. Crucini (1998): “Oil prices and the terms of trade” NBER Working Papers 6697. [2] Baptista, A. (1997): “Bases cuantitativas de la economía Venezolana”. Fundación Polar. [3] Baxter, M. y M. Koutparitsas (2000): “What can account for fluctuations in the terms of trade?” Federal Reserve Bank of Chicago. [4] Bello, O. y D. Restuccia (2002): “Venezuela’s Growth Experience”, Mimeo. [5] Bruno, C. y F. 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Anexo I Funciones de Respuesta a un impulso (shock tecnológico 1%, persistencia 0.50) Inversión Producto 8 2.5 TI CD 1 GHH 0.5 SEP 6 SEP Desv. % respecto SS Desv. % respecto SS 2 1.5 0 −0.5 TI 4 CD GHH 2 0 −2 −1 −4 −1.5 0 15 10 5 0 Balanza comercial Consumo 4 1 Desv. % respecto SS SEP 0.8 Desv. % respecto SS 15 10 5 TI CD 0.6 GHH 0.4 3 SEP 2 TI CD 1 GHH 0 −1 0.2 −2 −3 0 0 15 10 5 0 15 10 5 Funciones de Respuesta a un impulso (shock petrolero 1%, persistencia 0.50) Inversión Producto 0.5 0.1 Desv. % respecto SS Desv. % respecto SS SEP SEP 0.05 TI CD 0 GHH −0.05 TI CD GHH 0 −0.1 −0.5 −0.15 0 0 15 10 5 15 10 Balanza comercial Consumo 1.2 0.12 1 Desv. % respecto SS SEP 0.1 Desv. % respecto SS 5 TI 0.08 CD GHH 0.06 0.04 0.02 SEP 0.8 TI 0.6 CD 0.4 GHH 0.2 0 −0.2 −0.4 0 0 5 10 15 0 5 10 15 SERIE DOCUMENTOS DE TRABAJO La Serie Documentos de Trabajo en versión PDF puede obtenerse en la dirección electrónica: www.bcv.org.ve/c1/Publicaciones.asp?Codigo=2191&Operacion=2&Sec=False Working Papers in PDF format can be donwloaded of charge from: www.bcv.org.ve/c1/ Publicaciones.asp?Codigo=2191&Operacion=2&Sec=False 59. Shocks externos y fluctuaciones en una economía petrolera. (julio, 2004) Francisco J. Sáez y Luis A. Puchi. Teléfono: (58-212) 801.58.83 Correo electrónico: fransaez@bcv.org.ve 58. A new approach to the natural resource curse. Growth or income effects? (julio, 2004) Reinier A. Schliesser. Teléfono: (58-212) 801.52.14 Correo electrónico: rschlies@bcv.org.ve 57. La relación de largo plazo entre la base monetaria y niveles de precios en Venezuela 1950-2002 (julio, 2004) Víctor Olivo. Teléfono: (58-212) 801.53.55 Correo electrónico: volivo@bcv.org.ve 56. Sources of macroeconomic fluctuations in Venezuela (julio, 2004) Adriana Arreaza y Miguel Dorta. Teléfonos: (58-212) 801.55.61 / 8741 Correos electrónicos: aarreaza@bcv.org.ve y mdorta@bcv.org.ve 55. El papel de los bancos centrales en el desarrollo de las naciones (mayo, 2004) Eduardo Zambrano. Teléfono: (58-212) 801.59.19 Correo electrónico: ezambran@bcv.org.ve 54. Riesgo-país factores determinantes en el caso venezolano 1998-2000 (marzo, 2004) José Alberto García Freites. Teléfono: (58-212) 801.51.44 Correo electrónico: jogarcia@bcv.org.ve 53. Testable implications of subjective expected utility theory (enero, 2004) Eduardo Zambrano. Teléfono: (58-212) 801.59.19 Correo electrónico: ezambran@bcv.org.ve 52. Intermediación crediticia y actividad económica en Venezuela (diciembre, 2003) Antonio Jorge López Rodríguez. Teléfono: (58-212) 801.52.73, Fax: (58-212)801.83.78 Correo electrónico: ajlopez@bcv.org.ve 51. La relación entre las tasas de interés de los instrumentos de política monetaria y las tasas del mercado financiero en Venezuela (agosto, 2003) Miguel Dorta y José Guerra. Teléfonos: (58-212) 801.59.19/52.07/58.84/88.30 Correos electrónicos: mdorta@bcv.org.ve y jguerra@bcv.org.ve 50. Modelo de intervención cambiaria para el caso venezolano (septiembre, 2003) Luis E. Pedauga. Teléfono: (58-212) 801.81.61 Correo electrónico: lpedauga@bcv.org.ve 49. Relación de corto y largo plazo entre agregados monetarios e inflación en Venezuela: algunas consideraciones empíricas (julio, 2003) Omar A. Zambrano R. y Oswaldo E. López M. Teléfono: (58-212) 801.5762 Correos electrónicos: ozambran@bcv.org.ve y olopez@bcv.org.ve 48. La incidencia fiscal neta en Venezuela (agosto, 2003) Lizbeth Seijas, María Antonia Moreno, Wilfredo González. Teléfono: (58-212) 801.88.37 Correos electrónicos: liseijas@bcv.org.ve, wgonzale@bcv.org.ve 47. Indicadores adelantados de inflación y actividad económica (junio, 2003) Belkys Reyes, Hilda Meléndez. Teléfono: (58-212) 801.56.41, Fax: (58212) 801.83.78 Correos electrónicos: bereyes@bcv.org.ve, hmelende@bcv.org.ve 46. La economía venezolana en 1999-2002: política macroeconómica y resultados (mayo, 2003) José Guerra. Teléfonos: (58-212) 801.59.19/52.07/ 58.84/88.30 Correo electrónico: jguerra@bv.org.ve 45. Inconsistency of Policies and Oil Shocks: Dynamics according to the Monetary Regime (abril, 2003) Harold Zavarce and Luis A. Sosa. Teléfonos: (58-212) 801.58.83/55.33/56.41 Correo electrónico: hzavarce@bcv.org.ve 44. Human Consumption Capital, Time Preference and Dynamics (marzo, 2003) Harold Zavarce. Texas A&M University and Central Bank of Venezuela. Teléfonos: (58-212) 801.58.83/55.33/56.41 Correo electrónico: hzavarce@bcv.org.ve 43. A small scale macroeconomic model for Venezuela (abril, 2003) Adriana Arreaza, Enid Blanco y Miguel Dorta. Teléfonos: (58-212) 801.55.61/54.69/ 87.41 Correos electrónicos: aarreaza@bcv.org.ve, eblanco@bcv.org.ve, mdorta@bcv.org.ve 42. Inconsistencia fiscal y shock petrolero: El caso de la regla cambiaria (abril, 2003) Harold Zavarce. Teléfono: (58-212) 801.89.43 Correo electrónico: hzavarce@bcv.org.ve 41. Taylor rules and inflation targeting do not work with systematic foreign exchange market intervention (2003) Víctor Olivo. Teléfono: (58-212) 801.88.38 Correo electrónico: volivo@bcv.org.ve 40. Investigating the differential impact of real interest rates and credit availability on private investment:Evidence from Venezuela (enero, 2003) Omar A. Mendoza Lugo. Teléfono: (58-212) 801.52.22 Correo electrónico: omendoza@bcv.org.ve 39. Factibilidad de un área monetaria para los países de la Comunidad Andina de Naciones (enero, 2003) José G. Pineda, Julio C. Pineda. Teléfono: (58212) 801.52.06 Correo electrónico: jpineda@bcv.org.ve 38. Los gastos de transformación en el sistema bancario venezolano (septiembre, 2002) Antonio Jorge López Rodríguez. Teléfono: (58-212) 801.52.73, Fax: (58-212) 801.83.78 Correo electrónico: ajlopez@bcv.org.ve 37. Determinantes de la inflación en Venezuela: un análisis macroeconómico para el período, 1986-2000 (marzo, 2002) Miguel Dorta, Fernando Álvarez y Omar D. Bello. Teléfonos: (58-212) 801.59.19/52.07/5561, Fax: (58-212) 801.8378 Correos electrónicos: dorta@bcv.org.ve, fealvarez@bcv.org.ve, obello@bcv.org.ve 36. Consideraciones metodológicas para la evaluación de la sostenibilidad y vulnerabilidad fiscal (julio, 2002) Elizabeth Ochoa, Lizbeth Seijas y Harold Zavarce. Teléfonos: (58-212) 801.58.83/55.33/56.41 Correo electrónico: hzavarce@bcv.org.ve 35. Modelo de simulación de programación financiera (mayo, 2002) César Fleitas, María Josefa Mirabal, Elba Roo, Gustavo Sánchez .Teléfonos: (58212) 801.5919/55.64 Correo electrónico: mmirabal@bcv.org.ve 34. Mecanismos de transmisión de la política monetaria en Venezuela (diciembre, 2001) Adriana Arreaza, Norka Ayala y María Amelia Fernández. Teléfonos: (58-212) 801.5919/55.64 Correos electrónicos: aarreaza@bcv.org.ve, nayala@bcv.org.ve, mfernand@bcv.org.ve 33. Descentralización vs. Centralización: Un enfoque de riesgo moral (enero, 2002) Norka Ayala y Elizabeth Ochoa. Teléfonos: (58-212) 801.5919/55.64 Correos electrónicos: nayala@bcv.org.ve, eochoa@bcv.org.ve 32. Determinantes del spread bancario en Venezuela (junio, 2001) Adriana Arreaza, María Amelia Fernández, María Josefa Mirabal. Teléfonos: (58-212) 801.59.19 / 52.07 / 58.84 / 88.30, Fax: (58-212) 801.83.78 Correos electrónicos: aarreaza@bcv.org.ve, mfernand@bcv.org.ve, y mmirabal@bcv.org.ve 31. Estabilidad cambiaria, credibilidad y política antiinflacionaria (julio, 2001) Julio Pineda, Manuel Toledo y Harold Zavarce. Teléfonos: (58-212) 801.58.83/55.33/56.41, Fax: (58-212) 801.33.93-861.00.48 Correos electrónicos: jpineda@bcv.org.ve, hzavarce@bcv.org.ve 30. Indicador adelantado de inflación (abril, 2001) Rubén Ibarra, Belkis Reyes y Enid Blanco. Teléfonos: (58-212) 801.57.85/56.22/56.41, Fax: (58-212) 801.33.93-861.00.48 Correo electrónico: apcuan@bcv.org.ve 29. Comportamiento diario del tipo de cambio en Venezuela, (1996-1999): Algunos hechos estilizados (2001) Manuel E. Toledo. Teléfono:(58-212) 801.55.33. 28. La demanda de dinero en Venezuela (agosto, 2002) Adriana Arreaza, María Amelia Fernández y David Delgado. Teléfonos: (58-212) 801.58.84/55.25 Correos electrónicos: aarreaza@bcv.org.ve, mfernand@bcv.org.ve, y david@hotmail.gm 27. Tasas de interés y presión cambiaria: Algunas evidencias (septiembre, 2000) Omar A. Zambrano R. Teléfono: (58-212) 801.57.62 Correo electrónico: ozambran@bcv.org.ve 26. Persistencia inflacionaria en Venezuela: Evolución, causa e implicaciones (julio 2000) Fernando Álvarez, Miguel Dorta y José Guerra. Teléfonos: (58-212) 801.59.19/52.07/58.84/88.30, Fax: (58-212) 801.83.78 Correos electrónicos: fealvare@bcv.org.ve, dorta@bcv.org.ve y jguerra@bcv.org.ve 25. Fragilidad financiera en Venezuela: determinantes e indicadores (marzo, 2002) Fernando Álvarez, Adriana Arreaza, María Amelia Fernández y María Josefa Mirabal. Teléfonos: (58-212) 801.59.19/52.07/58.84/88.30, Fax: (58-212) 801.83.78 Correos electrónicos: fealvare@bcv.org.ve, aarreaza@bcv.org.ve, mfernand@bcv.org.ve y mmirabal@bcv.org.ve 24. Trayectoria de la política cambiaria en Venezuela (febrero, 2002) José Guerra y Julio Pineda. Teléfono: (58-212) 801.58.83, Fax: (58-212) 801.33.93-861.00.48 Correos electrónicos: jguerra@bcv.org.ve, jpineda@bcv.org.ve 23. La renta petrolera y el crecimiento económico de Venezuela. Análisis del período, 1913-1955 (abril, 2002) Reinier Schliesser y José Ignacio Silva. Teléfono: (58-212) 801.52.14, Fax: (58-212) 861.55.33/861.00.48 Correo electrónico: jsilva@bcv.org.ve 22. Un indicador mensual de actividad económica (IGAEM) (octubre, 1996) Elsy Paracare y Zany Víctor Fermín. Teléfonos: (58-212) 801.81.29/58.21, Fax: (58-212) 801.33.93/861.00.48 Correo electrónico: eparacar@bcv.org.ve 21. Programación y política monetaria en Venezuela, 1989-1998 (abril, 1999) María Josefa Mirabal. Teléfono:(58-212) 801.58.83, Fax: (58-212) 801.33.93-861.00.48 Correo electrónico: mmirabal@bcv.org.ve 20. Efectos de la inflación sobre el crecimiento económico de Venezuela (septiembre, 1999) José Guerra y Miguel Dorta. Teléfono: (58-212) 801.52.07, Fax: (58-212) 801.33.93/861.00.48) Correos electrónicos: jguerra@bcv.org.ve, mdorta@bcv.org.ve 19. Inflación subyacente (julio, 1999) Enid Blanco y Belkys Reyes. Teléfonos: (58-212) 801.56.22/56.41/5869, Fax: (58-212) 801.33.93/861.00.48 Correos electrónicos: eblanco@bcv.org.ve, breyes@bcv.org.ve 18. La demanda de importaciones por sectores y destino económico (agosto, 1998) Virginia Cartaya, Elsy Paracare y Rosana Zerpa. Teléfono: (58-212) 801.55.25, Fax: (58-212) 801.33.93/861.00.48 Correos electrónicos: rzerpa@bcv.org.ve, eparacar@bcv.org.ve 17. Alternativas antiinflacionarias con referencia a los objetivos de inflación (enero, 1999) José Guerra. Teléfono: (58-212) 801.52.07, Fax: (58-212) 801.33.93/861.00.48 Correo electrónico: jguerra@bcv.org.ve 16. Determinación del núcleo inflacionista e inflación subyacente a través de una desagregación del IPC (marzo, 1999) Virginia Cartaya y Zany Fermín. Teléfono:(58-212) 801.58.21 Correo electrónico: zfermin@bcv.org.ve 15. Crisis cambiarias y flujos de capital en Venezuela (diciembre, 1998) José Guerra y Oswaldo Rodríguez. Teléfono:(58-212) 801.52.07, Fax: (58-212) 801.33.93/861.00.48 Correo electrónico: jguerra@bcv.org.ve 14. La evolución de la pobreza en Venezuela (junio, 1998) José Ignacio Silva y Reinier Schliesser. Teléfonos: (58-212) 801.55.64-55.33, Fax: (58-212) 861.55.33 Correo electrónico: jsilva@bcv.org.ve 13. Modelos de series de tiempo para predecir la inflación en Venezuela José Guerra, Gustavo Sánchez y Belkis Reyes. Teléfono: (58-212) 801.52.07, Fax: (58-212) 801.33.93/861.00.48. 12. Política de intervención y formación de expectativas en el mercado cambiario (diciembre, 1997) Rosana Zerpa, Fernando Álvarez, Hermes Pérez, Francisco Sáez y Régulo Sardi. Teléfono: (58-212) 801.58.23, Fax: (58-212) 801.33.93/861.00.48 Correos electrónicos: rzerpa@bcv.org.ve, fealvare@bcv.org.ve, fransaez@bcv.org.ve, hperez@bcv.org.ve, rsardi@bcv.org.ve 11. Credibilidad y persistencia de la inflación en Venezuela (julio, 1997) Miguel Dorta, José Guerra y Gustavo Sánchez. Teléfono: (58-212) 801.52.07, Fax: (58-212) 801.33.93/861.00.48 mdorta@bcv.org.ve, jguerra@bcv.org.ve Correos electrónicos: 10. Sobre la evolución y los determinantes de la pobreza en Venezuela (julio, 1997) José Ignacio Silva y Reinier A. Schliesser R. Teléfonos: (58-212) 801.55.64/55.33, Fax: (58-212) 861.55.33 Correo electrónico: jsilva@bcv.org.ve 9. El fondo de rescate de la deuda: ¿una estrategia de estabilización macroeconómica? Análisis crítico del caso Venezuela (julio, 1997) Reinier A. Schliesser R. Teléfono: (58-212) 801.55.33, Fax: (58-212) 861.55.33. 8. El papel de la estructura financiera en la transmisión de la política monetaria (septiembre, 1997) Edgar Rojas, Pedro César Rodríguez. Teléfono: (58-212) 801.57.62, Fax: (58-212) 861.00.48 Correos electrónicos: edrojas@bcv.org.ve, prodrigu@bcv.org.ve 7. Análisis comparativo del régimen laboral derogado y vigente (julio, 1997) María Fernanda Hernández. Teléfono: (58-212) 801.55.64, Fax: (58-212) 861.00.48 Correo electrónico: mhernand@bcv.org.ve 6. Demanda de dinero mensual (septiembre, 1997) Virginia Cartaya, Elba Roo y Gustavo Sánchez. Teléfono: (58-212) 801.55.25, Fax: (58-212) 801.33.93/ 861.00.48. 5. Relación de precios al mayor y detal: su contribución a explicar la dinámica del proceso inflacionario en Venezuela (abril, 1997) José Ignacio Silva. Teléfono: (58-212) 801.55.64, Fax: (58-212) 801.33.93/861.00.48 Correo electrónico: jsilva@bcv.org.ve 4. Un modelo del mercado laboral venezolano (julio, 1996) Edgar Loyo. Teléfono: (58-212) 801.52.14, Fax: (58-212) 801.33.93/861.00.48 Correo electrónico: eloyo@bcv.org.ve 3. El mecanismo de transmisión de la política monetaria en Venezuela (diciembre, 1996) José Guerra, Pedro César Rodríguez y Gustavo Sánchez. Teléfono: (58-212) 801.52.07, Fax: (58-212) 801.33.93/861.00.48 Correos electrónicos: jguerra@bvc.org.ve, prodrigu@bcv.org.ve 2. El nivel óptimo de reservas internacionales (agosto, 1996) Enid Blanco y Alexi Córdoba. Teléfono: (58-212) 801.81.29, Fax: (58-212) 801.33.93/ 861.00.48 Correos electrónicos: eblanco@bcv.org.ve, acordoba@bcv.org.ve 1. Un indicador monetario adelantado de la actividad económica (octubre, 1996) Rosana Zerpa. Teléfono: (58-212) 801.58.23, Fax: (58-212) 801.33.93/ 861.00.48 Correo electrónico: rzerpa@bcv.org.ve Este N° 59 de la serie Documentos de Trabajo, en edición de 25 ejemplares, se terminó de imprimir en los Talleres de impresión del BCV, durante el mes de noviembre de dos mil cuatro.