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29. Las oraciones subordinadas sustantivas 29. Las oraciones subordinadas sustantivas 29.1. Características generales Comenzaremos este capítulo definiendo el concepto de oraciones subordinadas sustantivas a partir del análisis de una serie de ejemplos: (1) a.El director supo [que llegaron tarde]. b.Me molesta [llegar tarde]. c.Voy a averiguar [si llegaron tarde]. d.Voy a averiguar [quién llegó tarde]. e.Confiamos en [que lleguen en hora]. f. Su insistencia en [llegar siempre en hora], orgullosos de [ser siempre puntuales], antes de [que lleguen] Los segmentos entre corchetes son oraciones porque constituyen unidades de construcción formadas por un sujeto y un predicado, típicamente un sintagma verbal con un verbo conjugado, aunque no siempre. Los ejemplos (1b) [llegar tarde] y (1f) [llegar siempre en hora], [ser siempre puntuales] muestran que el verbo de la oración puede estar también en infinitivo. Estas oraciones están subordinadas porque aparecen incrustadas en unidades más amplias que las contienen. Esas unidades pueden ser oracionales, como en los ejemplos de (1a) hasta (1e), pero también nominales, adjetivales o adverbiales, como en (1f). [O El director supo [O sub que llegaron tarde]O sub ]O [SN Su insistencia en [O sub llegar siempre en hora]O sub ]SN 395 Sintaxis - III. La oración y sus clases Las oraciones subordinadas sustantivas son argumentales porque son seleccionadas por un núcleo, sea un verbo, un sustantivo, un adjetivo, una preposición (sin saberlo) o un adverbio (encima de que no me llama). Las seleccionadas por el verbo desempeñan funciones sintácticas en el ámbito de la oración; las otras forman parte del sintagma que expande al respectivo núcleo. En todos los casos, por lo tanto, son complementos del núcleo respectivo. Se denominan oraciones subordinadas sustantivas porque pueden desempeñar las funciones características de los sustantivos o, más apropiadamente, de los sintagmas nominales. Pueden ser sujeto, como en el ejemplo (1b); complemento directo, como en (1a), (1c) y (1d) o término de preposición, como en (1e) y (1f). Como tienen un significado abstracto, admiten la sustitución por el pronombre demostrativo eso: El director supo eso, o por el pronombre átono neutro lo: El director lo supo, cuando desempeñan la función de objeto directo. Desde el punto de vista semántico, las oraciones subordinadas sustantivas designan hechos, situaciones, acontecimientos, estados de cosas. Por esta razón, no pueden ser sujetos de los predicados que expresan acciones o procesos que se atribuyen a personas, animales u otras entidades materiales (nacer, morir, estar malhumorado, correr, saltar, contener, pesar y muchos otros) ni objeto directo de los predicados que seleccionan entidades concretas (comer, tomar, pelar, golpear, comprar y muchos otros). Por lo tanto son agramaticales expresiones como*Que estaba apurado corría o *Comí que mi madre cocinó. Obsérvese la diferencia con Quien estaba apurado corría o Comí lo que mi madre cocinó. Los segmentos subrayados son también oraciones subordinadas, que también pueden desempeñar funciones características de los sintagmas nominales, pero no son oraciones subordinadas sustantivas, sino oraciones de relativo sin antecedente expreso que se denominan libres o semilibres (cf. § 30.4). Estas oraciones relativas pueden designar personas, objetos, conceptos, lugares y, por lo tanto, son admitidas por los predicados que rechazan las sustantivas por sus propiedades semánticas. Asimismo, cuando decimos Me gustó que compráramos barato manifestamos nuestro agrado ante una situación que tuvo lugar, 396 29. Las oraciones subordinadas sustantivas mientras que cuando decimos Me gustó lo que compramos, manifestamos nuestro agrado por algún objeto adquirido. La diferencia se pone de manifiesto en las sustituciones que cada una admite: mientras que la subordinada sustantiva puede ser introducida por una expresión como el hecho de (Me gustó el hecho de que compráramos barato), la relativa se puede sustituir por un sintagma nominal Me gustaron las cosas que compramos baratas; además solo las relativas admiten que el verbo principal se flexione en plural. Aunque los dos segmentos subrayados estén desempeñando una función característica del sintagma nominal, la función de sujeto, solo el primero es una oración subordinada sustantiva. 29.2. La estructura de las oraciones subordinadas sustantivas Desde el punto de vista de su estructura, podemos distinguir tres tipos de oraciones subordinadas sustantivas. Las primeras corresponden a las oraciones sustantivas declarativas o enunciativas, introducidas por la conjunción que, como las de (2): (2) a.Las autoridades afirmaron que no aceptarán reclamos. b.Me alegro de que estés tan bien. c.Prefiero ir sola. También pertenecen a este tipo las oraciones subordinadas de los ejemplos (1a), (1b) y (1f), con los que iniciamos el capítulo. Pueden presentar el verbo en forma personal, tanto en indicativo como en subjuntivo, o en infinitivo (la alternancia modal se trata en § 17.2.2). La conjunción que introduce las subordinadas con verbo en forma personal a veces se omite en algunos registros formales de la lengua escrita: Se espera presenten la nota a la brevedad. El contenido de estas subordinadas, sea afirmativo o negativo, se declara o enuncia, de ahí su nombre. A estas se asimilan las que expresan una orden, un pedido o una solicitud, que van siempre en subjuntivo: Le pidieron que se acercara; Me ordenó salir; Nos obligó a que nos levantáramos. 397 Sintaxis - III. La oración y sus clases El segundo tipo es el de las oraciones interrogativas indirectas, como las de (3), también las de los ejemplos (1c) y (1d) al inicio del capítulo. (3) a.Me preguntaron si estábamos de acuerdo. b.No recuerdo cuándo se fueron. c Depende de cuánto cueste la entrada. d.No sé qué comer. e.No sé si ir al recital. Se distinguen dos tipos: las oraciones interrogativas indirectas totales, encabezadas por la conjunción subordinante si (Voy a averiguar si llegaron tarde), y las oraciones interrogativas indirectas parciales, encabezadas por las palabras interrogativas: qué, quién, cuál, cuánto, cuándo, cómo, dónde o los sintagmas de los que forman parte. Entre estas palabras algunas son pronombres, como en (4), otras son determinantes, como en (5) y otras, adverbios, como en (6): (4) a.Voy a averiguar quién llegó tarde. b.Voy a averiguar de quién estaban hablando. (5) a.Voy a averiguar qué personas llegaron tarde b.No me dijo cuánto dinero había sacado del banco. (6) a.Voy a averiguar cuándo llegaron. b.Voy a averiguar por dónde entraron. Mientras que la conjunción si y la conjunción que de las declarativas toman como término la oración que subordinan, pero no cumplen ninguna función dentro de ella, los pronombres, determinantes o adverbios interrogativos desempeñan una función sintáctica de acuerdo con la estructura argumental que el verbo proyecta: Voy a averiguar [O sub si + [O llegaron tarde]O ]O sub Voy a averiguar [O sub QuiénSuj/O sub llegó tarde]O sub Las interrogativas indirectas pueden presentar el verbo en forma personal, por lo general en indicativo (No recuerdo cuándo se fueron), aunque en algunos casos también sea posible el subjuntivo (Depende de cuánto cueste la entrada) o el infinitivo (No sé qué comer). 398 29. Las oraciones subordinadas sustantivas Las oraciones interrogativas indirectas no se corresponden siempre con una pregunta directa, como es el caso de Me preguntaron si estábamos de acuerdo / Me preguntaron: ¿Están de acuerdo? Es lo que ocurre, por ejemplo, en No sabía si iría a cenar con él; Me preocupaba qué podía pensar; Le oculté cómo lo había conseguido. En la mayoría de los casos suponen un gran número de opciones del rango correspondiente al pronombre o adverbio con que se introduce la interrogativa: No recuerdo cuándo se fueron (cuál, entre varios posibles, es el momento en que se fueron); Depende de cuánto cueste la entrada (la opción está en función de conocer el valor de la entrada); No sé qué comer (entre varias posibilidades). En esto se oponen las parciales a las totales, ya que estas últimas solo dan lugar a dos posibilidades: No sé si ir al recital (sí o no). El tercer tipo es el de las oraciones exclamativas indirectas, como las de (7): (7) a.Me sorprendió cómo nos recibieron. b.No sabés qué zapatos me compré. c.Es increíble dónde hicieron la fiesta. Las oraciones exclamativas indirectas tienen una estructura semejante a la de las interrogativas indirectas, pero presentan varias diferencias. Mientras que, como vimos, en las interrogativas indirectas se introducen opciones o alternativas, en las exclamativas indirectas se expresan valoraciones, positivas o negativas: No te imaginás qué alegría nos dio tener noticias de ustedes; Fue indignante cómo trataron a la gente. Algunos sintagmas nominales se interpretan como interrogativas indirectas, ya que, aunque carecen de estructura oracional, se entiende que esconden una interrogación; por eso reciben el nombre de interrogativas encubiertas: Me preguntó la hora / No sé tu dirección / Tengo que averiguar los libros que le pidieron. Los sintagmas nominales subrayados encubren respectivamente las interpretaciones interrogativas ‘qué hora es’, ‘cuál es tu dirección’ y ‘qué libros le pidieron’. Esta interpretación interrogativa está vinculada con el predicado del que dependen. Predicados como preguntar, no saber, 399 Sintaxis - III. La oración y sus clases tener que averiguar seleccionan un complemento con un contenido proposicional interrogativo, el contenido correspondiente a una oración interrogativa indirecta (Me preguntó qué hora era / No sé cuál es tu dirección / Tengo que averiguar cuál fue la respuesta de la comisión) y rechazan sintagmas nominales que designan entidades concretas (*Me preguntó la mesa / *No sé los lápices / *Tengo que averiguar los libros). Sin embargo, aceptan ciertos sintagmas nominales que pueden ser interpretados como una interrogativa indirecta. Las exclamativas indirectas son siempre parciales y no admiten verbos en subjuntivo ni en infinitivo, aunque también son posibles las exclamativas indirectas encubiertas, dependientes de verbos como asombrar, no saber, no ver, no imaginarse, como en No te imaginás la altura de Cecilia (‘qué altura tiene Cecilia’). 29.3. Las funciones de las oraciones subordinadas sustantivas Como ya fue dicho, las oraciones subordinadas sustantivas pueden desempeñar las funciones sintácticas propias de los sintagmas nominales. A. Sujeto Los verbos que seleccionan subordinadas sustantivas como sujeto pertenecen a varias clases, como los de afección psicológica de (8a), los que se conjugan por lo general en la tercera persona (8b) importar, convenir, bastar, urgir y otros, o bien aparecen en la voz pasiva, perifrástica como en (8d) o, más frecuentemente, refleja (8c). Por lo general, las subordinadas sustantivas se presentan en posición posverbal, por ser constituyentes pesados y remáticos. (8) 400 a.Me preocupa que no estén bien preparados. b.No importa cuándo lo haya dicho. c.Nunca se supo si llegó a su destino. d.Fue anunciado que el gobierno aumentaría las jubilaciones. 29. Las oraciones subordinadas sustantivas B. Complemento directo Las subordinadas sustantivas que desempeñan la función de objeto directo son seleccionadas por verbos que pertenecen a las clases de percepción, como en (9a), de lengua, como en (9b), de pensamiento, como en (9c), y de volición, como en (9d), entre otras muchas clases que eligen objetos abstractos: (9) a.El funcionario notó que estábamos molestos. b.Deciles si están dispuestos a venir. c.No entiendo por qué están tan entusiasmados. d.Quiero que me lo digas inmediatamente. C. Términos de preposición en complementos de régimen o en otros sintagmas preposicionales El núcleo que selecciona la subordinada sustantiva también rige a menudo una cierta preposición; en estos casos la subordinada es el término del sintagma preposicional que funciona como complemento de régimen, como en (10a), (10b) y (10c). En (10d), (10e) y (10f) las subordinadas son el término de la preposición de, que introduce complementos del nombre, del adjetivo y del adverbio respectivamente. En (10g) y (10h) la preposición precisa el tipo de adjunto y la oración es su complemento. (10) a.Confío en que se acuerden de traer el informe. b.Pensábamos en qué decir. c.Su miedo a fracasar otra vez lo paralizaba. d.La constatación de que todo había salido bien nos animó bastante. e.Siempre está pendiente de cómo entregamos los trabajos. f Vamos a desayunar antes de que vengan. g.Camina todos los días para hacer ejercicio. h.Nos fuimos de la reunión sin que nadie lo notara. Puede darse el caso de que converjan dos preposiciones en las construcciones con interrogativas indirectas parciales: No reparó en para qué se presentó; Siempre está pendiente de con quién se va a encon- 401 Sintaxis - III. La oración y sus clases trar. La primera de las preposiciones depende del predicado de las oraciones principales: reparar en, estar pendiente de; la segunda, de los predicados de la subordinada presentarse para qué, encontrarse con quién. Cuando ambas preposiciones coinciden solo aparece una: No reparó en qué consistía el programa (reparar en y consistir en). Recordemos que los elementos interrogativos forman parte de la oración subordinada y pueden, por lo tanto, ser el término de una preposición en el interior de ella. 29.4. El artículo en las subordinadas sustantivas Muchas subordinadas sustantivas declarativas, tanto con el verbo en infinitivo como con el verbo en forma personal en subjuntivo, pueden aparecer introducidas por el artículo el, sin variación de género y número. Este artículo es el único determinante admitido en estas construcciones: (11) a.Nos sorprendió el que hubieran rechazado la propuesta. b.El director lamenta el que no se haya emitido a tiempo el comunicado. c.Le dolió el que la hubieran ignorado. d.El discutir de esta forma es un despropósito. El tipo de predicados con el que se combinan estas subordinadas está constituido mayoritariamente por los llamados predicados factivos, es decir, aquellos que admiten que el contenido de la subordinada se interprete como un hecho cuya verdad no se cuestiona y acerca del cual se manifiesta una reacción afectiva. Un hecho puede lamentarse, causar dolor, molestar, sorprender, ser reconfortante, ser beneficioso, etc. Por esta razón pueden parafrasearse los ejemplos de (11) utilizando la construcción el hecho de, como se muestra en (12): (12) a.Nos sorprendió el hecho de que hubieran rechazado la propuesta. b.El director lamenta el hecho de que no se haya emitido a tiempo el comunicado. c.Le dolió el hecho de que la hubieran ignorado. d.El hecho de discutir de esta forma es un despropósito. 402 29. Las oraciones subordinadas sustantivas Considerar como un hecho el contenido de la subordinada significa otorgarle total certeza, darlo por incuestionable, concebirlo como algo establecido previamente a la enunciación. El artículo definido es compatible con esta interpretación del contenido de la subordinada porque es un elemento que presupone la existencia de un referente (como se explica en § 14.2). Obsérvese que predicados como creer, querer, decir y muchos otros rechazan este tipo de construcciones. Son agramaticales por lo tanto secuencias como: *Creo el que todo quedó claro / *Quiero el que todo quede claro / *Dijo el que todo estaba claro. Esto demuestra que la presencia del artículo no está relacionada con el hecho de que las subordinadas sean sustantivas, sino motivada por las razones que explicamos antes. Es necesario señalar que si bien las subordinadas sustantivas con artículo pueden alternar con la construcción el hecho de que, lo contrario no es verdadero: la distribución de esta construcción es más amplia y puede darse en contextos que no admiten una subordinada sustantiva con artículo (Podemos partir del hecho de que ya están aquí / *Podemos partir del que ya están aquí; Más allá del hecho de que es una buena persona, hay que reconocer su error / *Más allá del que es una buena persona, hay que reconocer su error). Las subordinadas sustantivas con artículo aparecen en la mayoría de los casos como sujetos u objetos directos (12b) de los predicados factivos antes mencionados y pueden ser consideradas temas desde el punto de vista informativo (cf. § 22.4). 29.5. Dequeísmo y queísmo Existen dos fenómenos ampliamente extendidos en el español, más frecuentes en la lengua oral que en la escrita, que, sin embargo, no son considerados correctos en la lengua culta y, por lo tanto, es conveniente evitar. Se trata de los llamados dequeísmo y queísmo, el primero más estigmatizado que el segundo. El dequeísmo consiste en el uso de la preposición de en las subordinadas sustantivas declarativas en función de sujeto o complemento directo, es decir, en funciones que no requieren de ninguna preposición. 403 Sintaxis - III. La oración y sus clases En el sujeto: (13) a.Es importante de que estés convencido. (Dequeísmo) a’.Es importante que estés convencido. (Construcción correcta) b.A usted le conviene de que hablen del asunto. (Dequeísmo) b’.A usted le conviene que hablen del asunto. (Construcción correcta) En el complemento directo: (14) a.Me dijo de que no llegaría a tiempo. (Dequeísmo) a’.Me dijo que no llegaría a tiempo. (Construcción correcta) b.Creo de que no es justo lo que se decidió. (Dequeísmo) b’.Creo que no es justo lo que se decidió. (Construcción correcta) Podría pensarse que las personas que utilizan las construcciones dequeístas interpretan el sujeto o el complemento directo como un complemento de régimen. Sin embargo, alguien que dice A usted le conviene de que hablen del asunto no mantiene la preposición si sustituye la oración subordinada por un pronombre; dice, por lo tanto, A usted le conviene eso y no *le conviene de eso. Obsérvese que al sustituir con un pronombre un complemento de régimen la preposición permanece: Confío en que hablen del asunto / Confío en eso. Lo mismo sucede con la secuencia Me dijo de que no llegaría a tiempo, ya que el hablante que la utiliza no continuaría diciendo *Y me dijo de eso porque estaba nervioso, sino Y me lo dijo porque estaba nervioso, con el pronombre acusativo lo como corresponde al complemento directo. Por esta razón, se entiende que el elemento de que aparece en las construcciones dequeístas no es propiamente una preposición, sino una marca que refuerza la subordinación. Se considera también dequeísmo la aparición del segmento de en las locuciones conjuntivas a medida de que, de manera de que, cuyas formas correctas son a medida que y de manera que: A medida que el libro avanza se hace más entretenido; Nos fuimos antes, de manera que no pudimos conocer a tu novio. El queísmo consiste en la supresión de la preposición de que precede a la conjunción que en casos como Estamos convencidos que 404 29. Las oraciones subordinadas sustantivas saldremos adelante por Estamos convencidos de que saldremos adelante. Ese fenómeno aparece con mayor frecuencia en los registros formales, está muy extendido y, por lo tanto, constituye una anomalía menor frente al dequeísmo. Se observa la supresión de la preposición en expresiones formadas con verbos de apoyo17 como en los ejemplos de la izquierda en (15): (15) a.Se dio cuenta que estaba solo. / Se dio cuenta de que estaba solo. b.Tengo la seguridad que vienen. / Tengo la seguridad de que vienen. c.Tomó conciencia que era necesario. / Tomó conciencia de que era necesario. También está muy extendido el queísmo en las expresiones con adjetivos, como se ejemplifica en (16): (16) a.Está segura que no es verdad. / Está segura de que no es verdad. b.Está convencido que le mintieron. / Está convencido de que le mintieron. La alternancia de presencia y ausencia de preposición que aparece en las construcciones con algunos verbos puede dar lugar al dequeísmo o al queísmo. Veamos algunos casos. Los verbos subrayados en (17) rechazan la preposición de con complementos oracionales, por lo que en estos contextos dan lugar a construcciones dequeístas: (17) a.Necesito (de) tus consejos. / Necesito de que me aconsejes. b.Sospechaba de su honradez. / Sospechaba de que no era honrado. 17 Como se explica en § 16.2 los verbos de apoyo (como dar, echar, hacer, tener, tomar) junto con los sustantivos que los complementan forman expresiones semilexicalizadas (dar un paseo, echar una mirada, hacer mención, tener miedo, tomar una decisión). 405 Sintaxis - III. La oración y sus clases Los verbos que poseen correlatos pronominales cambian su construcción: Tu visita (sujeto) me alegró / Me alegré de tu visita (complemento de régimen), como se muestra en los primeros ejemplos de (18). Sin embargo, a veces dan lugar a secuencias dequeístas, cuando de se introduce en el sujeto, o queístas cuando se omite la preposición delante del complemento de régimen, como se ilustra en las respectivas segundas versiones: (18) a.Me alarma que llegues tan tarde. / Me alarma de que llegues tan tarde. b. Nos lamentamos de que no vinieras. / Nos lamentamos que no vinieras. En el caso de los verbos con los cuales el uso pronominal cambia su construcción y también conlleva un cambio de significado (acordar que ‘llegar a un acuerdo’, acordarse de que ‘recordar’; asegurar que ‘afirmar con certeza’, asegurarse de que ‘adquirir la certeza’) es frecuente la variante queísta en el uso pronominal: (19) a.No me acordé de que ayer fue tu cumpleaños. a’.No me acordé que ayer fue tu cumpleaños. b.¿Te aseguraste de que no te habían multado? b’.¿Te aseguraste que no te habían multado? Por fin, hay verbos con los que son correctas ambas variantes que y de que: (20) a.Dudaron de que la fiesta se realizara. / Dudaron que la fiesta se realizara. b.Informaron de que habrá tormenta. / Informaron que habrá tormenta. La variante informar de que es más propia del español peninsular, mientras que informar que es la forma usada en nuestra región. 406