Download Resistencias a antibióticos: ¿cuál es la situación en Europa? Archivo
Document related concepts
Transcript
Sección patrocinada por 22 USO RACIONAL DE LOS ANTIBIÓTICOS Y LUCHA CONTRA SUS RESISTENCIAS: UNA RESPONSABILIDAD DE TODOS. Resistencias a antibióticos: ¿cuál es la situación en Europa? --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Raquel Patrón Collantes TRIALVET SL --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------A raíz de la sesión de más de tres horas, centrada en este importante tema de la “Prescripción Veterinaria y Resistencias Bacterianas”, organizada en el XXI Congreso Internacional de ANEMBE, en Santiago de Compostela, el día viernes 13 de mayo de 2016 Los antimicrobianos son esenciales para la atención médica y la salud de los animales. La utilización de antimicrobianos tanto en humana como en veterinaria puede conllevar el desarrollo de resistencia a los antibióticos. En artículos anteriores se ha definido el concepto de resistencia antibiótica, cuáles eran los mecanismos inductores de las mismas y cuáles eran los riesgos. Obviamente somos conscientes del peligro que entrañan, pero ¿sabemos realmente cuál es la situación en Europa? El amplio uso de antimicrobianos en medicina humana y veterinaria durante los últimos años ha acelerado la aparición y propagación de microorganismos resistentes. El riesgo de esta aparición aumenta cuando los antimicrobianos se utilizan de manera inadecuada, sin objetivos concretos (como la medicación masiva o la utilización en microorganismos no susceptibles), a dosis subterapeúticas, repetidamente o durante periodos de tiempo inadecuados. Esta situación se ha agravado debido a la falta de inversión en el desarrollo de nuevos antibióticos eficaces, dado que el proceso de desarrollo es cada vez más largo, complicado y costoso, por lo que es poco probable que las compañías farmacéuticas retomen la inversión en este campo. El problema de las resistencias a los antibióticos no puede considerarse únicamente un problema económico y de salud animal porque disminuye la eficacia del tratamiento en los mismos, sino que también se ha convertido en una cuestión de relevancia de salud pública, donde este problema es cada vez mayor en los hospitales y en la sociedad europea. Esto es así, debido a la posibilidad de transmisión de las bacterias resistentes a antimicrobianos a través de la cadena alimentaria y de la posibilidad de transmisión de los mecanismos de resistencia de las bacterias de los animales a las de los seres humanos. Los datos relativos a toda la Unión Europea sobre resistencia a los antimicrobianos, publicados por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) muestran que en toda Europa está aumentando la resistencia a los antibióticos de último recurso. Por ejemplo, está aumentando la resistencia de los patógenos que causan frecuentemente neumonía e infecciones urinarias en los hospitales y que ya se han establecido (para quedarse) en distintos países. De hecho, muchos países de la UE, entre ellos España, están en nivel 4 de incidencia, lo que significa que se producen brotes de infecciones con bacterias multirresistentes en la mayoría de los hospitales y regiones del país; y lo que es más preocupante aún, países como Turquía, Grecia, Malta e Italia alcanzan el nivel máximo de incidencia (grado 5), donde la ba112 abril - mayo - junio 2016 situación es ya endémica. La resistencia de Escherichia coli a los principales antibióticos está aumentando en casi todos los países de Europa, al igual que Salmonella, Campylobacter o Klebsiella, según indicaciones de la EFSA. Para que podemos hacernos una idea de la magnitud del problema, en Grecia, el 68,2% de las personas están infectadas por Klebsiella. A este respecto, la ECDC clasifica de nivel urgente las resistencias de Clostridium difficile, Neisseria gonorrhoae y enterobacterias resistentes a carbapenem; con un nivel de alerta serio a las cepas multirresistentes de Acinetobacter, Campylobacter, Salmonella, Shigela y Streptococcus pneumonieae, cepas de enterobacteriáceas portadoras de betalactamasas de espectro ampliado (BLEAS) como E.coli, Klebsiella pneumonieae, Proteus mirabilis, Staphylococcus aureus resistentes a meticilina (SARM) y enterococos resistentes a vancomicina (ERV) y nivel de preocupación a Staphylococcus aureus resistentes a vancomicina (SARV), Streptococcus A resistentes a eritromicina y Streptococcus B resistentes a clindamicina. Entre las bacterias zoonóticas analizadas, se ha observado resistencia a la ampicilina, sulfonamidas y tetraciclina. Además, varios estados miembros notificaron resistencia a las fluoroquinolonas, macrólidos y cefalosporinas de 3ª generación, que son antibióticos de gran importancia en el tratamiento de enfermedades humanas. La gravedad de las consecuencias que suponen las resistencias a los antibióticos es evidente. Como ya se indicó en el artículo anterior, se calcula que cada año las infecciones resistentes a los medicamentos causan la muerte de por lo menos 25.000 pacientes y cuestan a la UE 1.500 millones de euros en concepto de asistencia sanitaria y pérdida de productividad. Por otro lado, ¿existe diferente grado de afectación entre los distintos países de la UE? Efectivamente existe y son muchos los motivos que explican las diferencias en los índices de resistencia; entre ellos encontramos la frecuencia media del uso de antibióticos, las enfermedades subyacentes, la calidad de la asistencia hospitalaria, las tasas de vacunación y los factores sociales. Los datos del Sistema Europeo de Vigilancia de las Resistencias a los antimicrobianos (http://www.earss.rivm.nl/) muestran la existencia de un gradiente norte-sur, de manera que las tasas de resistencias son menores en los países nórdicos y Países Bajos, mientras que aumentan en la Europa meridional, como podemos ver en las figuras 1 y 2. En éstas se refleja el ejemplo de los índices de resistencia de E.coli y K. pneumoniae, respectivamente, a cefalosporinas de 3ª generación en los países de la UE. En los países con índices de resistencia más bajos, el uso de antibióticos suele ser menor que en aquéllos en los que la resistencia aumenta. Por lo tanto, las resistencias bacterianas son un asunto prioritario para el Consejo y la Comisión Europea. El Consejo emitió una recomendación en 2001 (15 noviembre de 2001) y su paralela en veterinaria (2015/C299/04) en la que pedía Sección patrocinada por USO RACIONAL DE LOS ANTIBIÓTICOS Y LUCHA CONTRA SUS RESISTENCIAS: UNA RESPONSABILIDAD DE TODOS. 23 Figura 1. Mapa de índice de resistencia de E.coli a cefalosporinas de 3ª generación. Fuente: http://ecdc.europa.eu/ a los países de la UE que adoptaran medidas para garantizar la utilización prudente de los agentes antibióticos en medicina humana y animal. La Comisión, por su parte, lanzó en 2011 un plan de 5 años diseñado para hacer frente a los constantes riesgos planteados por las resistencias a los antibióticos, basado en un planteamiento conjunto y en consonancia con la perspectiva de “Salud Única”. Implica la participación de todos los sectores y comprende todos los aspectos de las resistencias bacterianas. Los principales objetivos del plan son reforzar la prevención y el control de las resistencias a los antimicrobianos en los sectores humano, veterinario y alimentario, garantizar la disponibilidad de los agentes antibióticos a futuro y prolongar su eficacia. Este plan comprende siete áreas de trabajo: 1. Asegurar el uso adecuado de los antibióticos en medicina humana y veterinaria 2. Prevención de las infecciones microbianas y su propagación 3. Diseño de nuevos antibióticos eficaces o tratamientos alternativos 4. Cooperación con socios internacionales para disminuir los riesgos de resistencias bacterianas 5. Mejora del seguimiento y vigilancia en medicina humana y veterinaria 6. Investigación e innovación 7. Comunicación, educación y formación El plan, además, establece 12 acciones concretas a realizar en los ámbitos humano y veterinario: 1. Reforzar la sensibilización sobre el uso apropiado de los antibióticos 2. Reforzar la legislación de la UE sobre los medicamentos veterinarios y piensos medicamentosos 3. Efectuar recomendaciones sobre el uso responsable de antibióticos en veterinaria, con inclusión de informes de seguimiento 4. Reforzar la prevención y control de las infecciones en centros sanitarios 5. Introducir nuevos instrumentos jurídicos en la nueva legislación de sanidad animal de la UE para reforzar la prevención y el control de las infecciones de los animales 6. Fomentar la colaboración para el desarrollo de nuevos antibióticos ba112 abril - mayo - junio 2016 Sección patrocinada por 24 USO RACIONAL DE LOS ANTIBIÓTICOS Y LUCHA CONTRA SUS RESISTENCIAS: UNA RESPONSABILIDAD DE TODOS. Figura 2. Mapa de índice de resistencia de K. pneumoniae a cefalosporinas de 3ª generación. Fuente: http://ecdc.europa.eu/ 7. Apoyar los esfuerzos para analizar la necesidad de nuevos antibióticos en medicina veterinaria 8. Establecer o reforzar compromisos multilaterales y bilaterales por la prevención y control de las resistencias bacterianas 9. Reforzar los sistemas de vigilancia de las resistencias bacterianas y el consumo de antimicrobianos en medicina humana 10. Reforzar los sistemas de vigilancia de las resistencias bacterianas y la administración de antimicrobianos en medicina veterinaria 11. Reforzar y coordinar la investigación 12. Mejorar la comunicación sobre las resistencias bacterianas dirigida a los ciudadanos Sin embargo, cada uno de los Estados Miembros debe establecer estrategias a nivel nacional para disminuir el riesgo de resistencia a los antibióticos, independientemente del plan general desarrollado por la Comisión. Algunos países han puesto en marcha programas nacionales hace ya varios años, incluidas campañas de sensibilización pública, habiendo observado una disminución general del consumo de antibióticos y de sus resistencias. En la actualidad, 12 Estados Miembros tienen en marcha planes de este tipo. Algunos de ellos continúan con las ba112 abril - mayo - junio 2016 campañas de concienciación de profesionales de los distintos sectores y público en general mientras que otros, como Holanda, Dinamarca o Francia, tienen como objetivo una disminución cuantitativa del consumo. A pesar de ello, con los datos de los que disponemos actualmente, no podemos asegurar que esta limitación de antimicrobianos revierta las resistencias que ya existen o que frene la evolución de las bacterias hacia la resistencia antibiótica. Si ampliamos el marco de visión, el problema de las resistencias a los antimicrobianos tiene una importancia mundial, por lo que la UE, que a raíz del Plan de Acción ha conseguido consolidar y reforzar los sistemas de vigilancia y monitorización, mejorando el uso apropiado de los antibióticos, apoya a organizaciones internacionales como la OMS, OIE, FAO y la Comisión del Códex. En definitiva, los antimicrobianos desempeñan un papel clave en la protección de la salud pública y de la sanidad y bienestar animal. A parte del abuso de antibióticos que se hace por parte de muchos médicos y pacientes, una de las principales causas de las resistencias bacterianas es el uso indiscriminado que se hace de los antibióticos en ganadería y agricultura. Por ello es fundamental que todos los sectores trabajen con una estrategia común para garantizar un uso seguro y se reduzca lo máximo posible el desarrollo de resistencias que permita el uso futuro de estos valiosos medicamentos.