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GUIA 12. LA FORMACION DEL SISTEMA SOLAR La información presentada a continuación está recopilada desde Microsoft Encarta 2007. 19932006 Microsoft Corporation. ORIGEN Y EVOLUCION DEL SISTEMA SOLAR Desarrollo de los sistemas planetarios, formación y evolución de planetas, satélites y otros cuerpos celestes fue a partir del gas y el polvo que acompaña a las estrellas. Se cree que los sistemas planetarios, como nuestro propio Sistema Solar, se formaron junto con sus estrellas (en nuestro caso el Sol) a partir de nubes de materia que se contraen por la acción de su propia gravedad. Los sistemas planetarios son en su totalidad sistemas de segunda generación (o posterior), formados a partir de los restos de estrellas de generaciones anteriores en las que se generaron elementos pesados que más tarde se dispersaron en el espacio por explosiones estelares. Los sistemas planetarios no se forman de modo aislado. Las nubes interestelares son tan grandes que cuando una de ellas se contrae se rompe en numerosos fragmentos, tantos como para formar varios cientos de estrellas como el Sol. Las nubes interestelares pueden considerarse como viveros estelares en los que nacen muchas estrellas a la vez, formando una asociación no demasiado estrecha conocida como cúmulo abierto de estrellas, que se dispersa a medida que las estrellas individuales siguen sus propias órbitas alrededor del centro de la galaxia. A medida que la nube empieza a contraerse, cualquier movimiento de rotación que posea la hace girar más y más deprisa, como ocurre con un patinador sobre hielo cuando encoge los brazos. Por otra parte, los campos magnéticos asociados con la joven estrella le permiten mantener su influencia sobre materiales situados muy lejos de su núcleo. Cuando el núcleo de cada fragmento se contrae para formar una estrella, parte del material a partir del cual se está formando se mantiene alejado del centro de la nube como consecuencia del giro residual, y el material se estabiliza formando un disco de polvo alrededor de la joven estrella. Este tipo de discos se ha detectado en torno a estrellas jóvenes, lo que confirma que nuestra comprensión de la formación de los sistemas planetarios es correcta a grandes rasgos. En uno de estos sistemas, Beta Pictoris, una estrella joven está rodeada por un grueso disco de materia, que ha sido fotografiado y que se extiende a ambos lados de la estrella a una distancia varias veces superior al tamaño de nuestro Sistema Solar. Cerca de una estrella joven de este tipo, el material más ligero del disco (fundamentalmente hidrógeno y helio gaseosos) sale despedido debido al calor de la estrella. El material que queda está compuesto por miles de millones de pequeños granos de polvo que colisionan y se agrupan formando partículas mayores. Cuando los pedazos de roca alcanzan este tamaño, empiezan a atraerse entre sí por gravedad de forma significativa, lo que los reúne en grupos que orbitan juntos alrededor de la estrella, chocando ocasionalmente entre sí. La gravedad agrupa más y más los pedazos, y los trozos más grandes (los que ejercen una mayor atracción gravitatoria) atraen cada vez más material, y crecen convirtiéndose en planetas y lunas.