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Publicación XI • octubre 2004 Resistencia a Antibióticos L a resistencia a antibióticos actualmente es uno de los problemas más serios que confronta la salud pública. La incidencia ha aumentado drásticamente tanto en pacientes hospitalizados como en pacientes ambulatorios. Como resultado, aumenta el número de hospitalizaciones, los periodos de hospitalización, los costos de cuidado de salud, la morbilidad y mortalidad del paciente. 1,2 El uso indiscriminado de antimicrobiales ha provocado una disminución de la flora normal protectiva permitiendo la proliferación de bacterias resistentes durante los últimos veinte años. Este proceso es conocido como presión selectiva. Cuando los antibióticos son prescritos a un número grande de personas en una población, aumentan las bacterias resistentes en dicha comunidad y se limitan las alternativas de tratamiento.3 Aunque la resistencia poblacional puede variar de una región a otra, el por ciento de resistencia a uno o múltiples antibióticos aumenta anualmente. Parte de esta situación no sólo se debe a la sobre-utilización de los mismos, sino también a la disponibilidad de éstos sin que medie una prescripción médica y al uso inadecuado o incumplimiento de la terapia por los pacientes. Pocos pacientes conocen sobre la resistencia a antibióticos y los riesgos a la salud que ésta representa.2 Desde el punto de vista del paciente, prescribirle un antibiótico significa que está enfermo, que se ha diagnosticado y que su enfermedad necesita tratarse.3 Varios estudios mostraron que el patrón de prescripción para antibióticos se ve afectado por lo que el paciente desea que se le prescriba y por lo que el médico percibe que el paciente desea se le prescriba. Los médicos consideran necesaria la educación al paciente sobre el uso adecuado de los antimicrobiales y el desarrollo de resistencia, pero aún así existe una alta prescripción de antimicrobiales. 4,5,6 La Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha regulado los insertos de los antibacteriales sistémicos como parte de un esfuerzo para preservar la utilidad de los antimicrobiales actuales y fomentar el desarrollo de nuevos antimicrobiales. A partir del 6 de febrero de 2004 todos los insertos señalan que el medicamento debe ser utilizado solamente para tratar o prevenir infecciones causadas por bacterias, además de estimular al médico a que oriente al paciente sobre el uso apropiado del medicamento y la importancia de tomarlo correctamente. Estos cambios los encontramos al principio del inserto y en las secciones de indicaciones y usos, precauciones generales y precauciones bajo información al paciente.7 Se estima que el 50% de los antibióticos producidos en Norte América y Europa son utilizados en animales y aves. La administración de antibióticos en dosis bajas para promover el crecimiento y como alimento en animales promueve el desarrollo de resistencia a antibióticos. La Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA, por sus siglas en inglés) ha definido el uso terapéutico de los antibióticos como agentes a utilizarse para terapia, control y prevención de enfermedades, aún cuando esta última sea utilizada indiscriminadamente por largos periodos.8 Resistencia en Puerto Rico Staphylococcus aureus es la causa más común de infecciones en la sangre, tracto respiratorio bajo y piel.10 Un estudio de susceptibilidad para coccos Gram-positivos realizado en Puerto Rico demostró que el 100% de los S. aureus aislados era susceptible a vancomicina, mientras que el 12% de Enterococcus faecalis y el 56.3% de Enterococcus faecium eran resistentes a la misma. Aunque los organismos aislados de Streptococcus pneumoniae fueron pocos, el 47% mostró resistencia intermedia o alta a penicilina. Los resultados obtenidos en este estudio fueron similares, y en ocasiones mayores, a los reportados en otras áreas geográficas.11 Escherichia coli es el bacilo Gram-negativo más común tanto en hospitales privados de la comunidad como en los hospitales afiliados a la Universidad de Puerto Rico. Un estudio mostró mayor resistencia de bacilos Gram-negativo en los hospitales afiliados a la Universidad en comparación a los hospitales privados de la comunidad. Al compararse los datos obtenidos durante el estudio con otros estudios globales, los resultados en Puerto Rico sugieren mayor resistencia.12 Otro estudio realizado con datos de 1996 a 1999 en 58 áreas geográficas sobre la tendencia en resistencia a medicamentos para la tuberculosis, encontró que en 54 áreas había resistencia a antimicrobiales para nuevos casos de tuberculosis, en 48 áreas había resistencia en pacientes previamente tratados y en 4 áreas no hicieron la distinción entre casos nuevos y pacientes tratados previamente por lo que no se pudieron contar. En Puerto Rico para el 1997 el 88.8% de los casos nuevos de tuberculosis fue susceptible a los cuatro antimicrobiales utilizados y el 41.7% de los pacientes previamente tratados fue susceptible a los cuatro antimicrobiales utilizados.13 Factores de riesgo para infecciones con organismos resistentes • Uso reciente de antimicrobiales • Paciente menor de 24 meses • Sitio de infección (Ej. tracto respiratorio superior, oído medio) • Asistencia a centros de cuido • Pacientes inmunocomprometidos • Instituciones hospitalarias, hogares para ancianos, instituciones correccionales. Tratamiento de pulmonía adquirida en la comunidad La pulmonía adquirida en la comunidad (CAP, por sus siglas en inglés) es la sexta causa de muerte en los Estados Unidos con una incidencia de 3.5 a 4 millones de casos anuales, requiriendo hospitalización cerca de un 20% de los pacientes.14, 15 S. pneumoniae continúa siendo el patógeno más común en pulmonía adquirida en la comunidad. La mayor preocupación en el tratamiento de CAP es la resistencia a S. pneumoniae. La resistencia a penicilina, posiblemente en conjunto con los macrólidos, ocurre de un 15% a un 30% en los Estados Unidos aumentando con el uso de fluoroquinolonas de amplio espectro. En adición a la resistencia, la infección mixta con otras bacterias y Micoplasma pneumoniae, Chlamidia pneumoniae o Legionella pneumophilia ha aumentado en adultos.15 Las guías publicadas por la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas (IDSA , por sus siglas en inglés) recomiendan la tinción de Gram del esputo y cultivo en todos los pacientes a fin de establecer la etiología de la enfermedad, mientras las guías publicadas por la Sociedad Toráxico Americana (ATS, por sus siglas en inglés) recomienda ambas pruebas sólo si se sospecha resistencia o un organismo no cubierto por la terapia. El tratamiento inicial es empírico y las recomendaciones por las guías de IDSA y ATS están resumidas en la tabla 1. Tabla 1. Tratamiento de pulmonía adquirida en comunidad, según las guías publicadas por IDSA y ATS 14,16 GUIA ATS PACIENTE TRATAMIENTO EJEMPLO Ambulatorio (no enfermedad cardio-pulmonar, no factores modificables-) Macrólido o Doxiciclina Macrólido: Azitromicina, claritromicina Ambulatorio (Con enfermedad cardiopulmonar y/o factor modificable-) ß-lactámico + Macrólido o Doxiciclina. Monoterapia con fluoroquinolona antineumococco. ß-lactámico: cefpodoxime, cefuroxime o altas dosis de amoxicilina/ clavulanate Hospitalizado (no en unidad de cuidado intensivo, con enfermedad cardiopulmonar y/o factor modificable-) ß-lactámico IV + Macrólido o Doxiciclina (IV o PO). Monoterapia con fluoroquinolona IV antineumococco ß-lactámico: cefotaxime, ceftriaxone, ampicilina/ sulbactam Hospitalizado (no en unidad de cuidado intensivo, sin enfermedad cardio-pulmonar, no factor modificable) Monoterapia con Azitromicina IV. Si el paciente es alérgico a macrólidos: Doxiciclina o ß-lactámico Monoterapia con fluoroquinolona antineumococco Hospitalizado (en unidad de cuidado intensivo. No riesgos para P. aeruginosa-) ß-lactámico + Azitromicina o fluoroquinolona IV ß-lactámico: cefotaxime, ceftriaxone Hospitalizados (en unidad de cuidado intensivo. Riesgo de P. aeruginosa-) ß-lactámico IV antipseudomonal+ Quinolona IV antipseudomonal o ß-lactámico IV Antipseudo-monal+ aminoglicósido IV+ Azitromicina IV o fluoroquinolona antipseudomonal IV . ß-lactámico: cefepime, imipinem, meropenem, piperacilina/tazobactam. Ambulatorio Macrólido o Doxiciclina o Fluoroquinolona Macrólido: eritromicina, claritromicina, azitromicina. Cefotaxime o ceftriaxone+ Macrólido. Monoterapia con fluoroquinolona. Macrólido: eritromicina, claritromicina, azitromicina. ß-lactámico+ Macrólido o fluoroquinolona. ß-lactámico: cefotaxime, ceftriaxone, ampicilina/ sulbactam, piperacilina/ tazobactam Hospitalizado IDSA Hospitalizado en unidad de cuidado intensivo Quinolona: ciprofloxacina Fluoroquinolona: levofloxacina, moxifloxacina, gatifloxacina Fluoroquinolona: trovafloxacina, moxifloxacina, gatifloxacina *Adaptado de: Guidelines for the Management of Adults with Community-acquired Pneumonia, Diagnosis, Assessment of Severity, Antimicrobial Therapy, and Prevention. Am J Respir Crit Care Med 2001; Vol 163: 1730-1750. Barlett JG Practice Guidelines for the Management of Community-acquired Pneumonia in Adults. Clinical Infectious Disease 2000; 31:347-382. No hay un orden de preferencia establecido para los antibióticos. Se ha encontrado resistencia de S. pneumoniae a tetraciclinas, por lo que se recomienda utilizar Doxiciclina si el paciente es intolerante o alérgico a macrólido. Eritromicina no posee cobertura para H. influenza. Factores modificables que aumentan el riego de infecciones con patógenos específicos: A. Resistencia a penicilina y neumococo resistente a medicamentos: >65 años, tratamiento con ß-lactámico en los pasados 3 meses, alcoholismo, enfermedades inmunosupresivas (incluye terapia con corticosteroides), exposición a niño en centro de cuido, comorbidad médica múltiple B. Entéricos Gram negativo: residir en hogar de cuido, enfermedades cardiopulmonares, terapia reciente con antibióticos, comorbidad médica múltiple C. Pseudomonas aeruginosa: enfermedad estructural del pulmón, terapia con corticosteroides, terapia con antibióticos de amplio espectro por más de 7 días en el pasado mes, malnutrición. La pulmonía puede prevenirse a través de las vacunas de influenza y neumococos, las cuales han mostrado ser seguras y efectivas. Promover el dejar de fumar elimina un importante factor de riesgo para CAP. 16 Tratamiento de Otitis media La otitis media aguda (AOM, por sus siglas en inglés) es la causa más común de infecciones por la cual un niño recibe una receta de antibiótico.17 A los 6 meses de edad el 39% de los niños han desarrollado su primer episodio de AOM, desarrollando recurrencia el 20% de los pacientes.18 Los patógenos más comunes lo son S. pneumoniae, H. influenzae y M. catarrhalis. Recientemente la Academia Americana de Pediatría y la Academia Americana de Médicos de Familia publicaron las guías de tratamiento para niños de dos meses a 12 años con AOM no complicada. Se define como AOM no complicada un niño saludable que no ha presentado un episodio de AOM en los pasados 30 días, no tiene inmunodeficiencia, anormalidades anatómicas como paladar hendido o alguna condición genética. El diagnóstico de AOM requiere: comienzo reciente o abrupto de signos y síntomas, presencia de efusión en el oído medio, signos y síntomas de inflamación de oído medio. Distinguir entre AOM y otitis media con efusión (OME, por sus siglas en inglés) previene que se prescriban antibióticos innecesariamente, sobre todo cuando OME es más común que AOM.17 Las nuevas guías para el tratamiento de OME señalan que utilizar antibióticos por corto tiempo tiene un efecto modesto el cual es insignificativo luego de dos semanas de suspendido y no se ha encontrado beneficio a largo plazo. Como consecuencia, aumenta la transmisión de bacterias resistentes en hogares y cuidos.19 Las nuevas guías recomiendan que no se utilice antibacteriales por 48 a 72 horas manteniendo al paciente bajo observación y limitando el manejo al alivio de síntomas. La decisión de observar o tratar debe basarse en la edad del niño, diagnóstico, severidad y seguridad de seguimiento. Esta recomendación debe limitarse a niños saludables de 6 meses a 2 años con presentación no severa y diagnóstico no definido, o a niños de 2 años o más con presentación no severa o con un diagnóstico no definido. El tratamiento para el dolor debe considerar los beneficios y riesgos. De ser necesario tratar con antibacteriales, la primera opción se recomienda sea amoxicilina (80 a 90mg/kg al día). Ver tabla 2. Se recomienda un curso de 10 días de antibiótico hasta los 5 años o si la enfermedad es severa. A pacientes de 6 años o más, con enfermedad de leve a moderada, se recomienda curso de 5 hasta 7 días. Aunque sabemos que el organismo más común es E. coli, la susceptibilidad a diferentes antibióticos es menos predecible.20 En pacientes con cistitis aguda no complicada, el tratamiento de preferencia consiste de productos que contengan trimethoprim o las fluoroquinolonas. La IDSA recomienda el uso de sulfamethoxazole/trimethoprim (SMX/TMP, por sus siglas en inglés) o trimethoprim como primera línea si no se ha reportado alta incidencia de resistencia en el área. La duración del tratamiento debe ser de 3 días. Antes de utilizar una fluoroquinolona se debe excluir la posibilidad de embarazo ya que las mismas están contraindicadas. 20 Para el manejo de Tabla 2. Recomendaciones para infecciones complicadas del tracto urinario el tratamiento de otitis media aguda 17 bajo, al momento no existen guías debido a las numerosas posibles SITUACION TRATAMIENTO causas. Los patógenos Amoxicilina 80 a 90 mg/kg al día. Primera línea de tratamiento envueltos son menos predecibles por lo que siempre Altas dosis de amoxicilina / Enfermedad severa (dolor de oído de moderado a severo, o clavulanate (90mg/kg al día de se debe tomar muestra para fiebre de 39˚C o mayor) y para amoxicilina con 6.4mg/kg al día de cultivo y sensibilidad. El clavulanate dividido dos veces al cubrir ß-lactamasa positivos día) tratamiento empírico de H. influenzae y M. catarrhalis. elección es TMP/SMX o Cefdinir (14mg/kg al día dividido en Paciente alérgico a amoxiuna fluoroquinolona por 1 ó 2 dosis), cefpodoxime (10mg/kg cilina, NO tipo I (urticaria o una vez al día) o cefuroxime (30mg/ anafilaxis) 7 a 10 días. En pielonekg dividido en 2 dosis diarias). fritis, la terapia empírica preferida recomendada por Azitromicina (10mg/kg el día Paciente alérgico a amoxiciprimero, seguido de 5mg/kg lina, tipo I la IDSA son las fluoroquidiariamente por los próximos nolonas por 7 días en casos 4 días) o claritromicina (15mg/ kg dividido en 2 dosis diarias) leves a moderados, pero la Otras posibles alternativas: eritroduración para la mayoría micina sulfisoxazole (50mg/kg al de los casos es de 14 días. día) o SMX/TMP (6-10mg/kg al día de TMP). TMP-SMX sólo es recomendado en pielonefriClindamicina (30 a 40mg/kg al día Paciente alérgico a penicitis si se demuestra en los dividido en 3 dosis). lina que se sabe o presume S. pneumoniae resistente a resultados de susceptibipenicilina. lidad que el medicamento tiene actividad. Paciente vomitando o no tole- Ceftriaxone (50mg/kg diariamente ra medicamento por boca por 3 días consecutivos) Paciente falla a terapia de amoxicilina/clavulanate Ceftriaxone (50mg/kg diariamente por 3 días consecutivos) Tratamiento de infecciones del tracto urinario La infección del tracto urinario (UTI, por sus siglas en inglés) es la responsable de 8 millones de visitas a médicos y sobre 100,000 hospitalizaciones anuales en los Estados Unidos. En niños la infección del tracto urinario por bacteria es una de las más comunes requiriendo un diagnóstico y tratamiento temprano para minimizar posibles daños a los riñones.21 El cultivo de orina es requerido como parte del diagnóstico. Algunas de las alternativas de tratamiento para pacientes pediátricos lo son: amoxicilina (20-40 mg/kg/al día dividido en 3 dosis), SMX/TMP (6-12mg Diseño © ATi.Estudio 2004• Impreso en Puerto Rico Publicación XI • octubre 2004 de TMP, 30-60 mg/kg SMX por kg por día dividido en dos dosis), sulfisoxazole (120150mg/kg al día dividido en cuatro dosis), cephalexin (50-100 mg/kg al día dividido en cuatro dosis) o cefprozil (30mg/kg al día dividido en dos dosis).22 El uso de fluoroquinolonas está contraindicado en niños y adolescentes menores de 18 años por el daño que causa a los cartílagos de animales inmaduros. Estrategias para reducir la resistencia antimicrobial El desarrollo de resistencia a agentes antimicrobiales podría disminuirse con la contribución de los profesionales de la salud, agencias gubernamentales y pacientes. La selección correcta del agente, dosificación, duración del tratamiento, uso prudente para prevenir enfermedades y orientación al paciente es fundamental en la prevención de resistencia. El identificar los patrones de resistencia en el área donde reside el paciente nos ayuda a dirigir la terapia inicial del paciente. El Centro para Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) tiene un portal, www.cdc.gov/narms, donde podemos encontrar la resistencia a microorganismos en diferentes estados de los Estados Unidos. Aunque no aparecen publicados los patrones de resistencia en Puerto Rico, el mismo puede ser utilizado en el tratamiento de pacientes que hayan viajado recientemente y presenten alguna infección. Existen otros portales dirigidos a profesionales de la salud donde se puede encontrar información adicional sobre éste y otros temas relacionados a la salud: www.fda.gov, www.cdc.gov, www.salud.gobierno.pr/, www.idsociety.org, www.nih.gov y www.emedicine.com Referencias 1. 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