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República de Colombia Departamento Nacional de Planeación Unidad de Análisis Macroeconómico ARCHIVOS DE MACROECONOMÍA La Curva de Phillips, la Crítica de Lucas y la persistencia de la Inflación en Colombia Javier Arturo BIRCHENALL JIMENEZ Documento 102 01 de Abril de 1999. La serie ARCHIVOS DE MACROECONOMIA es un medio de divulgación de la Unidad de Análisis Macroeconómico, no es un órgano oficial del Departamento Nacional de Planeación. Sus documentos son de carácter provisional, de responsabilidad exclusiva de sus autores y sus contenidos no comprometen a la institución. La curva de PHILLIPS, la critica de LUCAS y la persistencia de la Inflación en Colombia* JAVIER ARTURO BIRCHENALL JIMÉNEZ Departamento Nacional de Planeación Resumen A pesar del debate que en torno a la curva de Phillips se ha extendido a lo largo de los últimos años, la existencia de esta relación en el corto plazo en la economía colombiana es evidente desde la perspectiva de los hechos básicos que documentamos en el presente trabajo. Este hallazgo es completamente consistente con el resurgimiento de análisis similares en la década de los noventa a nivel internacional. A pesar de estos resultados, hemos considerado la relación de Phillips bajo las perspectivas particulares que permite explorar el caso colombiano; en particular, la presencia de una inflación moderada y la inestabilidad de los movimientos de esta relación en las décadas de 1970 y 1980, lo cual respalda la evidencia de cambios estructurales asociados a la crítica de Lucas. Bajo todos estos esquemas imponemos explicaciones basadas en aspectos positivos de la interpretación del comportamiento de los agentes económicos y el Banco Central para entender estos hechos básicos. [Versión revisada: Enero 1999] Palabras Clave: Inflación, Curva de Phillips, Crítica de Lucas Clasificación JEL: C22, C23, E31, E32 Comunicación: Javier Birchenall, DNP, Cl. 26 No. 13-19 p.18, Bogotá-Colombia (S.A.) [Fax: 571+2818530, Email: jbirchenall@dnp.gov.co] * El presente trabajo se ha revisado constantemente, y ha circulado bajo versiones diferentes. Versiones preliminares fueron presentadas como material de clase en la Universidad Javeriana. Las discusiones con Juan Pablo Arango, Fabio Sánchez, Juan Carlos Echeverry, Orlando Gracia, Gustavo Hernández y Javier Gutiérrez fueron de gran utilidad. Los comentarios de Luis Eduardo Arango, Franz Hamman y Andrés González a versiones preliminares fueron igualmente útiles. - 2 - 1. INTRODUCCIÓN En 1997 se conmemoraron 25 años de la publicación de “Expectations and the Neutrality of Money” de Robert E. Lucas Jr., gracias al cual el análisis macroeconómico incorporó definitivamente el concepto de expectativas racionales1. La “revolución” de las expectativas racionales se constituyó en un intento por promover la aplicación práctica de un concepto de equilibrio consistente que incorporaba racionalidad individual2 en la macroeconomía y la dinámica económica en general. El trabajo pionero de Lucas (1972) analiza una versión de la teoría de la tasa natural de desempleo de Milton Friedman y Edmund Phelps, consistente con un nuevo concepto de equilibrio, que desplazó la distinción tradicional entre corto y largo plazo de la versión de la curva de Phillips de Milton Friedman, hacia la de esperado o no esperado (racionalmente). Como señala Sargent (1999), lo más interesante de este trabajo es la potencialidad en la que mezcla y analiza los trabajos precedentes: la teoría cuantitativa del dinero, la curva de Phillips, la hipótesis de la tasa natural; con aspectos teóricos sólidos como el modelo de generaciones traslapadas de Samuelson, el modelo de islas de Phelps, shocks aleatorios y el concepto de equilibrio bajo expectativas racionales de Muth (1960). Aún a pesar de esta conjunción de factores, la “revolución de las expectativas racionales” no se popularizó por este tipo de trabajos formales; lo realmente llamativo de esta nueva idea se veía más claramente sobre las aplicaciones empíricas desarrolladas en Lucas (1973) y en la Crítica de Lucas (1976), que cuestionaban el conocimiento convencional sobre la efectividad de la política económica y los análisis empíricos de este tipo de problemas. Tomando en cuenta los desarrollos analíticos de los últimos años, el presente documento tiene dos objetivos. Primero, buscar algunas regularidades empíricas que nos permitan describir la 1 A pesar de que este concepto era conocido gracias a los trabajos de Muth (1960, 1961), no existía una aplicación generalizada al análisis macroeconómico. Vale la pena señalar que la referencia al concepto de Expectativas Racionales se remonta a Hurwicz (1946) [citado en Sargent (1993)] quien lo aplicó al problema de determinación del comportamiento de una firma con una distribución desconocida del precio futuro del producto. 2 Basta con citar el resumen de “Investment Under Uncertainty” de Lucas y Prescott (1971) donde afirman: “Este documento determina el comportamiento de las series de tiempo de la inversión, el producto, y los precios en una industria competitiva que enfrenta una demanda estocástica [...]”. A partir de este trabajo, la dinámica observada en las series de tiempo macroeconómicas dejó de ser interpretada como una colección de ajustes a un estado estacionario en el sentido de Cass-Koopmans, y empezó a verse como la realización de un proceso estocástico. Sargent (1981) llega a una formulación similar empleando ecuaciones de Euler estocásticas. - 3 - evolución de la inflación y de la curva de Phillips en Colombia en periodos recientes; y segundo, desarrollar explicaciones fundamentadas en interacciones entre las acciones de política y la estructura económica. Con el fin de analizar estas aplicaciones empíricas en el caso colombiano, el Gráfico 1 presenta la tasa de inflación mensual para el periodo comprendido entre enero de 1955 y septiembre de 1997. Como apreciamos, en los últimos 25 años este proceso inflacionario se ha constituido en un fenómeno de “inflación moderada” que se ha mantenido en niveles cercanos a una media histórica de 25%; tan solo a partir de la década de 1990 podemos apreciar una tendencia desinflacionaria acompañada por drásticas decisiones de política monetaria como la promulgación de un Banco Central independiente. Estas fluctuaciones parecen estar relacionadas con la descripción de hechos básicos de las inflaciones moderadas de Ball (1995): 1. 2. Los grandes aumentos en la inflación se asocian a shocks de demanda y oferta exógenos a la autoridad monetaria (aun cuando la acomodación monetaria ayude a propagarlos) como en la segunda mitad de la década de 19703. La reducción en la tasa de inflación no es exógena a las decisiones de la autoridad monetaria; por el contrario, proviene de la intención de reducirla aun bajo costos en el producto. La presencia de procesos inflacionarios fuera del control de la autoridad monetaria (como el caso colombiano) nos lleva a reconocer, con la teoría económica contemporánea, que la evolución de la inflación es un fenómeno altamente influenciado por los métodos de formación de expectativas de los agentes, y sus relaciones con la política económica. Esta influencia, lejos de concentrarse tan solo en la evolución de las variables nominales, puede modificar variables reales: en la teoría de la tasa natural de desempleo las expectativas de los agentes sobre la inflación juegan un papel importante sobre las posibilidades de no neutralidades en los movimientos de las variables nominales; de hecho, la teoría de la tasa natural en una versión de expectativas racionales implica que la política económica debe ignorar cualquier posibilidad de curva de Phillips, y centrarse tan solo en la determinación de una inflación baja. Si esta es la predicción de la teoría, ¿cómo puede fundamentarse la evolución de la inflación en Colombia tratando de brindarle al gobierno la posibilidad de ser igualmente “racional”?. 3 En el caso colombiano, de acuerdo con Echeverry (1998), existió un shock nominal que produjo crecimientos en la cantidad de dinero superiores al 25% en 1972. Cuando la autoridad monetaria quiso llevar cabo una política restrictiva se presentó el shock cafetero que se materializó en un crecimiento aun mayor de la cantidad de dinero. Por ejemplo, en el acta de enero 10 de 1973, la Junta Monetaria señala la presencia de un crecimiento monetario de 24% en 1972, superior en 9 puntos a la predicción original. La principal explicación radica en el incremento del crédito privado del gobierno, y el incremento en las reservas internacionales. Este último incremento, de acuerdo con los documentos de la junta, es causado por la entrada de reservas proveniente del alza en el precio externo del café. Esta - 4 - Gráfico 1. Tasa de Inflación en Colombia (1955-1997) 40 30 20 10 0 -10 55 60 65 70 75 80 85 90 95 Si deseamos resolver el interrogante anterior, el desarrollo de Lucas y la primera generación de modelos de expectativas racionales es totalmente inadecuada; en ella el gobierno no juega ningún papel, no cumple con ninguna restricción o función objetivo, y si toma alguna decisión, ésta parece ser del todo irracional [Sargent y Wallace (1973, 1975) analizan la inefectividad de la política monetaria para estabilizar la economía bajo expectativas racionales]. Afortunadamente, en una etapa posterior, las formulaciones de Calvo (1978) y Kydland y Prescott (1977), procuraron relacionar las decisiones de los agentes y las expectativas de las políticas futuras de forma similar a Lucas, pero permitiendo que el gobierno altere (incluso inconsistentemente) sus reglas de decisión ante el cambio en las decisiones de los agentes privados, y viceversa. Como analizamos posteriormente, estas formulaciones secuenciales (dinámicas) nos permiten explicar la persistencia de la inflación; en especial luego de “explotar” la relación de la curva de Phillips como en Colombia en la segunda mitad de la década de 1970. La principal ventaja de estas formulaciones, según Sargent (1999), es la mayor racionalidad asignada a la toma de decisiones del gobierno, ya que en sus versiones puramente dinámicas nos permiten formular un proceso de aprendizaje en el que el gobierno “aprende” de la evolución de la inflación y en general del ambiente. Este aprendizaje conduce a que la evolución del sistema conjunción de factores, es a nuestro parecer la causa del incremento en la inflación en Colombia a los niveles moderados actuales. - 5 - económico tenga en cuenta una variable adicional: las expectativas. Esta es la formulación que empleamos en la cuarta sección del documento. 2. EL ORIGEN DE LA CURVA DE PHILLIPS Un asunto que durante mucho tiempo trastornó el análisis económico fue la relación existente entre la determinación del salario y el nivel de empleo; en especial por el aspecto evidente señalado por Keynes sobre la presencia de desempleo “involuntario” o de situaciones en las que el salario no responde ante movimientos de la oferta y demanda laboral, permitiendo la presencia de trabajadores desempleados. La respuesta de la Teoría General se basó en la idea de unos salarios nominales rígidos a la baja, que permitían una curva de oferta laboral horizontal en ese nivel. Con el paso del tiempo, el estudio del comportamiento del mercado laboral se tornó en uno de los aspectos con mayor debate dentro de la teoría macroeconómica. A partir de estas formulaciones iniciales, se profundizó la idea de modelos de equilibrio general que incorporaran desempleo involuntario como los modelos de búsqueda (search models), o formulaciones de desequilibrio como la curva de Phillips. La curva de Phillips nació de una observación puramente empírica: La inflación parecía estar asociada con bajos niveles de desempleo, y la deflación con altos niveles. El primero en reconocer y analizar este fenómeno fue Irving Fisher ([1926], 1973) para un periodo anterior a 1925 en la economía de Estados Unidos, su conclusión fue: “Cuando el dólar está perdiendo valor, o en otras palabras, cuando el nivel de precios esta subiendo, los agentes advierten que sus ingresos aumentan a la misma velocidad como término medio que los precios en general, pero no sus costos, porque sus costos son cosas en gran medida, fijas por contrato [...]. Ello estimula el empleo, al menos por un corto tiempo.” Treinta años más tarde, A. W. Phillips (1958) reconoció esta misma observación empírica para Inglaterra entre 1861 y 1957; pero partió de una posición completamente diferente, consideró a la tasa de variación de salarios (claramente vinculada con los precios) como la variable dependiente, de forma que: “Cuando la demanda de un bien o servicio es mayor que su oferta, esperamos que el precio aumente, siendo la tasa de aumento mayor cuanto mayor sea el excedente de demanda [...]. Parece aceptable que este principio opere como uno de los factores determinantes de la tasa de variación de los salarios monetarios.” - 6 - Las ideas anteriores, en especial da desarrollada por Phillips, encontró rápidamente seguidores que pretendían fundamentar la relación de Phillips como guía de una política económica que debía decidir entre estas dos variables. El ejemplo más claro es Samuelson y Solow (1960). A pesar de este hecho, Friedman (1968) mostró que el análisis de Samuelson y Solow posee ciertas características erróneas, en especial respecto a la imposibilidad de que la demanda y la oferta laboral (o cualquier variable real) se ajusten ante cambios en el salario nominal; por el contrario, es claro que la única dependencia de largo plazo posible es respecto al nivel real de salarios; más aun cuando se considera un marco analítico de equilibrio general4. Los fracasos empíricos para generalizar la relación hallada por Phillips, la presencia de inflación y desempleo (estanflación) en los primeros años de la década de 1970 para las economías occidentales5, y la reacción generalizada contra un sistema keynesiano en que no se reconocía el papel del salario real (y no el nominal) como determinante de las condiciones del mercado; llevaron a que Friedman (1968) y Phelps (1968) hicieran una distinción entre la presencia de una curva de Phillips en el corto plazo y otra (vertical) en el largo plazo, como fundamento de la ausencia de ilusión monetaria en el largo plazo. En palabras de Friedman (las cursivas son nuestras): “Como los contratos laborales se establecen sobre periodos relativamente largos de tiempo, ambas partes deben realizar previsiones sobre el desarrollo futuro de los precios. Si las expectativas de precios cambian lentamente, es de esperar que las manifestaciones de cambios en la oferta y la demanda lleven a cambios de los salarios nominales y por lo tanto a cambiar los salarios reales. La subida inicial del salario real puede causar que los trabajadores incrementen la oferta laboral incrementando el empleo. A su vez, las firmas pueden asimilar el incremento del precio inicial como un alza del precio relativo del bien, de forma que se verán incitadas a una mayor producción y una mayor demanda de trabajo. En el corto plazo el empleo aumenta, sin embargo, el incremento de los precios con el paso del tiempo será interpretado como un aumento general que asegura que en el largo plazo los agentes no se dejan engañar.” La idea anterior fue desarrollada por Friedman y Phelps en forma independiente; los principales argumentos se basaban en la idea de anticipaciones por parte de agentes que incorporaban 4 Dentro de un modelo de equilibrio general sin incertidumbre, el planteamiento de Phillips no puede fundamentarse, ya que las decisiones de los agentes sobre las variables reales, como la producción o el empleo son homogéneas de grado cero en las variables nominales. 5 El hecho de analizar shocks de demanda se convirtió en una limitante para dar explicación a los shocks petroleros en los que obtenía una reducción en la producción y un incremento en los precios. Bajo un diagrama de oferta y demanda agregada puede analizarse este fenómeno de manera simple como lo hacen Blanchard y Fisher (1989, Capítulo 10), sin embargo, nuestro énfasis no se relaciona con la naturaleza de los shocks, sino con las decisiones y percepciones de la “política” monetaria. - 7 - las previsiones de inflación en los contratos nominales. De este modo, una política monetaria que busca una mayor inflación no conduce a una reducción en la tasa de desempleo, los agentes esperarán una mayor tasa de inflación mientras que el desempleo se mantendrá a un nivel conocido como “tasa natural”. Una de las grandes limitaciones del análisis anterior fue el hecho de basarse en una modelación de las expectativas de los agentes que permitían engaños sistemáticos, ya que son reglas “hacia atrás” y siempre podía establecerse una política aceleracionista que se anticipara a las expectativas de los agentes (considerados ingenuos). El hecho de aproximar las “expectativas” de los agentes mediante variables pasadas, como la inflación rezagada, fue la principal razón para que Sargent (1971) criticara la estimación del trade-off de largo plazo predecible por las formulaciones keynesianas [entre ellas las de Solow y Samuelson (1960)]. Uno de los puntos que nos ha motivado a considerar el caso colombiano es que recientemente el debate sobre la evolución de la curva de Phillips ha tomado vigencia; por ejemplo, Sargent (1999) escribe: ”A pesar de su mala reputación en importantes círculos académicos y de política económica, la curva de Phillips persiste en la información de Estados Unidos. Procedimientos estadísticos simples la detectan.” Considerando el renovado interés, y la posibilidad de que procedimientos estadísticos simples permitan demostrar la existencia de una curva de Phillips en la economía colombiana, presentamos la información estadística de inflación y desempleo en Colombia. Sin embargo, debemos tener presentes ciertos aspectos analíticos respecto a las diferencias en los puntos de partida del análisis entre la inflación y el desempleo señalados anteriormente. King y Watson (1994) desarrollan una discusión revisionista en la dirección del ajuste desde una perspectiva keynesiana (de inflación a desempleo) o una clásica (de desempleo a inflación) encontrando que ambas estructuras permiten replicar con similar grado de confiabilidad los datos de curva de Phillips de la economía norteamericana6. Dado que son sistemas equivalentes observacionalmente: en una curva de oferta, un shock de precios es un desplazamiento vertical, mientras que un shock de oferta es un desplazamiento vertical (que conduce al mismo equilibrio anterior); podemos considerar [con Haldane y Quah (1998)] que la curva de Phillips es una propiedad de una distribución de probabilidad conjunta bivariada: existe una curva de 6 Desde la perspectiva keynesiana, el sistema se compone de una ecuación de precios en la que se relaciona al desempleo como una medida de la demanda agregada, y una ecuación de IS-LM en la que las variables reales se relacionan con la inflación. En la formulación monetarista, se tiene una ecuación de oferta agregada y una ecuación de demanda basada en la ecuación cuantitativa del dinero. - 8 - Phillips si la masa de dicha distribución empírica se localiza sobre contornos con pendientes negativas7. En la siguiente colección de gráficos presentamos la información trimestral disponible en el caso Colombiano sobre la curva de Phillips8. Excepto entre los años 1980 y 1989, podemos ver que entre la inflación y el desempleo no se presenta una relación estructural clara, incluso en la década de 1990 la pendiente parece ir en la dirección errónea. 43.5% 31.0% 36.0% 28.0% 28.5% 25.0% 21.0% 13.5% 7.0% 22.0% 19.0% 6.0% 16.0% 8.0% 9.0% 10.0% Desempleo 7 Gráfico 2b.Curva de Phillips Trimestral 1980-1989 Inflación Inflación Gráfico 2a.Curva de Phillips Trimestral 1976-1979 11.0% 12.0% 6.7% 8.7% 10.7% 12.7% 14.7% Desempleo Esta hipótesis la tenemos en cuenta ya que la relación entre las variables nos permite ver las mismas conclusiones en ambas direcciones (bajo expectativas en sentido amplio): E[Inflación|1,Desempleo]=0.851; E[Desempleo|1, Inflación]=-0.141; ambos con un t-estadísitco significativo. 8 Por la confianza de los datos trimestrales de inflación y desempleo hemos empleado esta información, a pesar de que la versión de la curva de Phillips que analizamos posteriormente involucra producción e inflación. - 9 - Gráfico 2c. Curva de Phillips Trimestral 1990-1996 Gráfico 2d. Curva de Phillips Trimestral 1976-1996 41.2% 31.0% 33.7% Inflación Inflación 27.5% 24.0% 18.7% 20.5% 11.2% 17.0% 7.0% 26.2% 8.5% 10.0% Desempleo 11.5% 13.0% 6.5% 9.0% 11.5% 14.0% 16.5% Desempleo A pesar de que no parece existir una relación clara entre la inflación y el desempleo en Colombia, considerar la misma información en datos anuales, e incluso bajo componentes de “ciclo” económico señala que la relación de Phillips convencional se puede establecer en los datos colombianos. Para analizar el fenómeno de la curva de Phillips a bajas frecuencias (del ciclo económico) filtramos las series anteriores (desestacionalizadas) por el filtro de Hodrick y Prescott ([1980],1997) ya que son series que no poseen tendencias determinísticas estables. El hecho de apreciar una relación negativa entre las dos variables anteriores, señala una curva de Phillips en la economía colombiana9. En el gráfico 4, presentamos la evolución de las tasas de inflación y de desempleo para frecuencias anuales. Como apreciamos en la evidencia anterior, no se requieren procedimientos estadísticos sofisticados para detectar la presencia de la Curva de Phillips en las frecuencias del ciclo económico colombiano. 9 Fuhrer (1995) documenta un fenómeno similar para la economía norteamericana. - 10 - Gráfico 3a. Curva de Phillips (frecuencia del ciclo económico) Gráfico 3b. Curva de Phillips (frecuencia del ciclo económico) 0.28 0.13 0.26 0.28 0.26 0.12 0.11 0.22 0.24 Inflación 0.24 0.22 0.10 0.20 0.20 0.18 0.09 76 78 80 82 84 86 Inflación (escala izquierda) 88 90 92 94 0.18 0.09 96 0.10 0.11 0.12 0.13 Desempleo (escala derecha) Desempleo Gráfico 4. Curva de Phillips anual en Colombia 34.0% 30.0% Inflación 26.0% 22.0% 18.0% 14.0% 7.0% 8.5% 10.0% 11.5% 13.0% 14.5% Desempleo (4 Ciudades) 70 80 90 Adicional al hecho de observar ciertas regularidades empíricas en la tasa de inflación, queremos hacer más precisos los hallazgos en este sentido, incorporando la posibilidad de relaciones - 11 - no-lineales, y analizando la distribución conjunta de estas variables; debido a la importancia de asimetrías y no-convexidades potenciales [Clark y Laxton (1997), Gordon (1997) y Stiglitz (1997)]. Dada esta especificación, los resultados de la estimación del contorno [a niveles de (25,50,75) por ciento] arroja resultados que confirman nuestra hipótesis: En Colombia existe una curva de Phillips. Gráfico 5. Distribución de probabilidad conjunta (curva de Phillips bidireccional) 0.35 π 0.16 0.3 0.14 0.25 0.12 0.2 0.1 0.15 U 0.08 π U 0.1 0.06 0.08 0.1 0.12 0.14 0.16 0.06 0.1 0.15 0.2 0.25 0.3 Aun considerando la posibilidad de relaciones no-lineales, la curva de Phillips hallada anteriormente persiste en la economía Colombiana. Un mecanismo para estimar relaciones no-lineales es el LWR (Locally Weighted Regression) que relaciona dos variables ponderando las distancias para cada punto de la muestra [Lindberg y Söderlind (1994) emplean esta estimación para la tasa de cambio nominal, Cleveland et al. (1988) presentan la metodología detalladamente]. Los resultados se encuentran en el siguiente gráfico para un polinomio de orden 4 (los resultados son poco significativos a ordenes diferentes): 0.35 - 12 - Gráfico 6. Curva de Phillips no-lineal π 0.16 U 0.4 0.14 0.12 0.3 0.10 0.2 0.08 U π 0.06 0.06 0.08 0.10 0.12 0.14 0.16 0.2 0.3 0.4 Podemos concluir la sección anterior con algunas lecciones del análisis empírico precedente: 1- La curva de Phillips es un fenómeno existente en la economía colombiana para el periodo 1976-1998 entre la tasa de inflación y el desempleo para datos trimestrales. 2- Esta relación parece obedecer características de un proceso que se evidencia en cualquier dirección de causalidad (el Gráfico 5 permite ver este hecho, desde una perspectiva de función de probabilidad bivariada). 3- La curva de Phillips no es sensible a especificaciones no-lineales; las propiedades se mantienen en este caso (Gráfico 6). 4- Concentrándonos en las propiedades del “ciclo económico”, de la inflación y el desempleo podemos apreciar claramente la existencia de esta curva en el Gráfico 3a. 5- La curva de Phillips no parece ser del todo estable, ya que presenta desplazamientos observables en el gráfico 3b, que deben ser explicados desde fundamentos teóricos. 3. EL MODELO DE LUCAS Y LAS DECISIONES PRIVADAS10 Aún reconociendo la posibilidad de equivalencias observacionales en la interpretación de la evidencia de la sección anterior, hemos decidido imponer un criterio teórico a la representación de la relación de curva de Phillips en Colombia; para ello hemos seguido el desarrollo de Lucas11 (1972, 10 Una presentación más detallada se encuentra en Sargent (1987, Capítulo 17). El modelo de 1973 es una linealización del de 1972 en la cual se emplea la demanda agregada como la variable nominal, para ignorar el análisis de la transmisión internacional de los shocks monetarios, y 11 - 13 - 1973) que, basado en las ideas de Friedman y Phelps, introdujo las expectativas racionales en la formulación de la teoría de la tasa natural de desempleo. Una forma sencilla de entender el modelo es asumir un consumidor en mercados competitivos que se interesa por la evolución de los precios relativos, de forma que la única razón para sustentar la existencia de una curva de Phillips es la presencia de “ilusión monetaria” causada por la información imperfecta. Supongamos que cada productor se encuentra en un mercado localizado en una isla en la que no recibe información de otro mercado, la demanda de cada mercado es desigual y se ve afectada por dos tipos de shocks sobre el nivel de precios: un cambio en el precio relativo que induce a una respuesta mayor por parte del producto y un cambio en el nivel general de precios. Ante este cambio general, la decisión óptima de cada agente es mantener inalterado su nivel de producción. El agente tan solo observa el precio de su producto de forma que no puede diferenciar cual de los dos componentes esta cambiando, es decir el relativo o el general. Para solucionar el problema, cada agente debe emplear una proyección del precio (basada en su experiencia pasada) con el fin de inferir imperfectamente su efecto asignando una proporción del cambio a cada tipo de shock. En definitiva, la explicación general de la curva de Phillips se basa en la confusión de los productores respecto a los movimientos de precios absolutos o relativos. De acuerdo con Lucas (1980): “Nuestro fabricante hipotético se enfrenta a una variación estocástica de los precios que puede ser descrita como una combinación de elementos transitorios y permanentes que no pueden ser observados. Su respuesta óptima a variaciones en los precios depende [...] de la manera en que interpreta la información implícita en tales variaciones [...].” Más formalmente, el modelo analiza el comportamiento de un mercado caracterizado por un shock de demanda (z) y por el valor rezagado del logaritmo de su propio producto, donde las desviaciones cíclicas de la oferta de largo plazo son: c c c y t (z t , y t −1 ) = γ{p t (z) − E[p t | I t (z)]} + λy t −1 [1] se imponen las ecuaciones de oferta, en lugar de derivarlas óptimamente. A su vez el marco analítico de Lucas (1972) posee más fundamentos microeconómicos, aunque más complejidad analítica. La introducción de formulaciones basadas en programación dinámica y expectativas racionales, con las que había poca familiaridad, fue la causa de que el conocimiento de este modelo tardara en difundirse, sin embargo debemos reconocerlo, al igual que Sargent (1999), como la bandera de la “revolución de las expectativas racionales”. Fischer (1996) y Hall (1996) discuten analíticamente los principales resultados del modelo de 1972, con desarrollos muy sencillos. - 14 - los parámetros satisfacen γ>0 y 0<λ<1, ya que las desviaciones del precio relativo inducen a una mayor oferta representada como desviaciones respecto a una tendencia en la oferta de mercado. It(z) es la información disponible en el mercado z hasta el momento t. Esta variable hace referencia a un conjunto de información disponible para todos los agentes en el periodo12 t-1 y el precio del propio mercado z: I t (z) = [p t (z), I t −1 ] [2] p(z) es el logaritmo del precio del bien transado en el mercado z y p es el logaritmo del nivel general de precios calculado sobre todos los mercados13. La proyección que realizan los agentes sobre el nivel general de precios equivale a decir que se comportan bajo expectativas racionales en el sentido de Muth (1960). El objetivo de la proyección es determinar la proporción del shock observado correspondiente a factores propios y al conjunto de la economía. Como muestra Lucas (1973), al resolver el modelo podemos obtener la curva de oferta [1]: c c y t = γ θ {p t (z) − p t } + λy t −1 donde θ = Var(z t ) Var( ε t ) + Var(z t ) [3] . El parámetro θ es la fracción de la varianza condicional del propio precio causada por la variación de precios relativos, de tal forma que Var(z) mide la variabilidad del propio precio, mientras que Var(ε) mide la variabilidad del nivel de precios general. Cuando esta varianza es grande, el agente interpreta los cambios de precios de forma general y no responde en términos de producto, su efecto es nulo ya que la curva de oferta es casi vertical. Ahora bien, si la economía presenta un nivel de inflación constante tal que Var(ε) sea cero, θ será uno y todos los cambios en precios serán interpretados como ganancia relativa con una respuesta total de la oferta. Para completar el modelo debemos especificar una función de oferta agregada en la que tengamos en cuenta las desviaciones de la tendencia de largo plazo de la ecuación [3]. En este caso tenemos: 12 Esta información común a todos los mercados hace referencia a los shocks de demanda, al producto y los precios rezagados. 13 El nivel actual de precios es el promedio sobre todos los mercados: 1 N 1 N Lim ∑ p t (i) = p t + Lim ∑ z t (i) N → ∞ N i =1 N → ∞ N i =1 - 15 - yt = c yt + p [4] yt donde especificamos una tendencia determinística para el componente permanente de la oferta, y la ecuación [3] agregada para las desviaciones de esta tendencia (sin tener en cuenta el mercado z): p yt = α + β t c [5] c y t = γ θ {p t − p t } + λ y t −1 Combinando estas ecuaciones podemos reorganizar la producción de la siguiente forma: c y t = γ θ {p t − p t } + λy t −1 p + p yt y t = y t + γ θ {p t − p t } + λ( y t [6] − p y t −1 ) [7] Esta expresión que se conoce como la curva de oferta de Lucas y se compone de tres partes: i) un componente permanente, ii) la sorpresa de precios que hace referencia al exceso del precio respecto al nivel general de precios esperado14; donde la sorpresa esta ponderada por la experiencia pasada de los agentes sobre los cambios relativos respecto a la variabilidad del nivel general de precios, y iii) la desviación del producto relativo al componente permanente un periodo rezagado. Para completar el modelo anterior, en un ambiente de equilibrio general, debemos tener en cuenta el comportamiento de la demanda agregada. Lucas (1973) considera un caso sencillo en que la producción nominal esta determinada por la demanda de la economía. El comportamiento es: yt + pt = xt [8] donde x es el logaritmo del PIB nominal. En este caso la demanda agregada tiene elasticidad unitaria respecto al precio, de forma que los cambios en la oferta afectan los precios y el producto, pero no la relación entre ellos, tal que el PIB nominal se determina en el lado de la demanda agregada. Con las ecuaciones [7] y [8] se puede establecer un sistema en el que existen dos ecuaciones y dos incógnitas, el nivel de producto y el nivel de precios. La solución del modelo para el nivel de precios es: 14 La sorpresa es inducida cuando existen cambios en el nivel de precios que se desvían del precio esperado calculado con base en toda la información disponible. Si la información fuera completa (haciendo el nivel de precios agregado totalmente observable), las variables nominales no afectarían la producción. Por lo tanto, la información dispersa y las expectativas racionales son la causa de un mayor efecto real comparado con el caso de información parcial pero homogénea. - 16 - p p t = δ + η x t + ϕ x t-1 + ( λ - 1)y t − λ y t −1 [9] y para el nivel de producto: y t = α + β t + τ ∆x t + λy t −1 [10] Lucas (1973) estima la ecuación anterior para un conjunto de países con el objetivo de analizar como cambia el comportamiento del trade-off entre países con diferentes volatilidades en el nivel de precios. El análisis se realiza mediante un procedimiento iterativo: primero se estiman los parámetros τ para cada país (i), y luego se les relaciona de la siguiente forma: τ i = a + b σ ∆x i [11] En Lucas (1973), la variable del lado derecho es la volatilidad de la demanda agregada, para evitar las posibilidades de transmisión internacional de shocks monetarios. En el análisis empírico de Lucas, existe una relación negativa entre la volatilidad de la demanda agregada (o los precios) y el trade-off entre inflación y producción. En términos generales la evidencia de Lucas (1973), Alberro (1981) y, Kormendi y Meguire (1984) soporta este hecho: en países donde los precios generales han fluctuado mucho, las expectativas responden rápidamente a la inflación, mientras que en países con estabilidad de precios, las expectativas responden en menor proporción, permitiendo que se explote el resultado de corto plazo de la curva de Phillips. Por otro lado, Huberman y Schwert (1985) encuentran que la existencia de mercados secundarios y de mecanismos financieros alternativos permiten obtener información sobre los shocks de impacto agregado, no considerados por Lucas. Adicionalmente, Fama (1979) encuentra que no existe relación entre el producto y la inflación no esperado dentro de este modelo. 4. PARÁMETROS CAMBIANTES Y LA CRÍTICA DE LUCAS A partir del modelo anterior, la teoría económica desarrolló dos resultados influyentes sobre la forma de analizar los modelos económicos y econométricos. El primero es la inefectividad de la política económica analizado por Sargent y Wallace (1973, 1975), y el segundo es la crítica de Lucas (1976) sobre la evaluación econométrica de la política económica. Esta crítica se basa en el análisis de - 17 - modelos estructurales que asume parámetros constantes con el paso del tiempo y la evolución de la política. Brevemente, la critica de Lucas implica que los parámetros estimados econométricamente, que anteriormente se consideraban “estructurales” por el análisis econométrico de la política económica, dependen de la política seguida durante el periodo de estimación (por ejemplo, la pendiente de la curva de Phillips depende de la varianza de los shocks no observados de la oferta monetaria). Por consiguiente, los parámetros pueden cambiar con modificaciones en el régimen de política; sin embargo, para validar la critica debemos determinar la naturaleza y causa de estas “modificaciones”. Para analizar la posibilidad de cambios en los parámetros podemos recurrir a diversidad de técnicas empíricas como el análisis bayesiano (que pretende analizar un rango posible de parámetros y no valores puntuales), o los modelos con sistemas evolutivos en los coeficientes de regresión. La formulación que desarrollamos en la siguiente sección la hemos basado en el análisis del filtro de Kalman, reconocido desde sus primeras aplicaciones como una herramienta de “aprendizaje” para los agentes económicos. La versión que aplicamos es equivalente al uso de mínimos cuadrados recursivos, tal como demuestra Sargent (1999). El enfoque que seguimos nos permite analizar un algoritmo computacional con parámetros cambiantes en el caso de Colombia. Para desarrollar este algoritmo debemos tener presente la ecuación objetivo de una estimación basada en el criterio de mínimos cuadrados. Bajo este esquema, se considera de manera explícita el tiempo en la evolución del coeficiente de regresión; por lo que la idea es partir de un coeficiente con comportamiento estocástico y dinámico; que en este caso será τ proveniente de [10]: d τt dt = E{J(x t , y t , τ t )} [12] donde J hace referencia al criterio de minimizar el cuadrado del término de error en cada periodo de tiempo. En [12], τ reemplaza el valor de las variables independientes. Si hacemos la “traducción” al caso discreto podemos caracterizar el comportamiento del vector de parámetros mediante la siguiente expresión: τ t − τ t −1 1 ≈ E{J(x t , y t , τ t −1 ) } [13] la cual es una ecuación en diferencias ordinaria que nos permite aproximar el comportamiento del vector dinámicamente. Adicionalmente estamos asumiendo que el comportamiento de τ es estacionario de forma que el parámetro alcanza un estado estacionario: - 18 - d τt dt * = E{J(x t , y t , τ )} = 0 [14] Ahora bien, si aplicamos el método de gradiente de Newton para minimizar esta función tenemos [Sargent (1993)]: −1 τ t − τ t −1 = − φt J' ' ( τ t −1 ) J' ( τ t −1 ) [15] donde J nuevamente hace referencia al criterio de minimización de los errores al cuadrado. Si desarrollamos la primera y segunda derivadas en el caso de una función cuadrática llegamos a: −1 τ t − τ t −1 = − φt {E(x t x t ' ) }{E(x t y t − x t x t ' τ t −1 )} [16] En este caso diremos que hemos estimado los coeficientes mediante mínimos cuadrados recursivos. La relación entre esta representación y el filtro de Kalman aplicado a modelos con coeficientes variables que siguen un paseo aleatorio, es la clave de la utilidad de esta representación en la modelación de aprendizaje por parte de los agentes, por esta razón será un algoritmo empleado en las siguientes secciones del documento para caracterizar el problema que la autoridad monetaria enfrenta al tomar decisiones sobre curva de Phillips. 5. APLICACIONES AL CASO DE COLOMBIA Para hacer operativo el modelo de Lucas (1973) en el caso colombiano (reconociendo la importancia de los parámetros variables), debemos aplicar el algoritmo de parámetros cambiantes a la expresión [19] y capturar la evolución del coeficiente τ en cada año, para luego aplicarle a esta serie de tiempo un ajuste similar al presentado en [20]. En este caso la variable empleada como medida de la volatilidad en la demanda agregada es la desviación estándar de la inflación anual en términos interanuales, de forma similar al trabajo original de Lucas. Antes de llevar a cabo la estimación, es importante anotar que las restricciones impuestas por Lucas (1973) deben satisfacerse en el presente caso: los coeficientes del cambio en la demanda y de la tendencia determinística deben ser inferiores a uno para todos los periodos de estimación (similar al caso de todos los países analizado en muestras de corte transversal). La estimación de [10] considera el periodo entre 1965 y 1996, los resultados son15: 15 En paréntesis se encuentran los valores de la prueba t. - 19 - y t = 3.66 + 0.01 t + 0.15 ∆x t + 0.70 y t −1 + ξ t . ) (2.18) (3.43) ( 311 (8.20) [17] 2 R = 0.99 Sin embargo, el comportamiento de τ puede, y de hecho lo hace, cambiar en el tiempo respecto a la importancia de los shocks de demanda. Esta evolución dada por la ecuación [12] se presenta en el siguiente gráfico: Gráfico 7. Estimación recursiva del trade-off entre inflación y producto basado en Lucas (1973) 0.5 0.4 0.3 0.2 0.1 0.0 -0.1 70 72 74 76 78 80 82 84 86 88 90 92 94 96 τ La evolución del trade-off cambia de forma drástica; haciendo un análisis de largos de tiempo de tiempo, podemos ver la caída en el coeficiente de niveles de 0.25 puntos a 0.15 en la década de los setenta hasta los años noventa. Esta caída esta acompañada por un incremento substancial de esta relación en los primero años de la década de los setenta cuando los mecanismos de indexación iniciaron su aparición en el caso colombiano permitiendo pensar en mecanismos bajo los cuales se explotara la relación de Phillips. La presencia de estos movimientos en la pendiente de la curva de Phillips permite explicar la evidencia descrita en el Gráfico 3b sobre los desplazamientos del trade-off. El pico de dicha relación se presenta en 1975; a partir de ese año se evidencia una caída sostenida hasta el año de 1977-78; en el que la economía colombiana experimentó un boom de demanda a causa de la bonanza cafetera. Luego de esos años, la relación se estabiliza en el nivel estimado en la ecuación [29]. - 20 - De acuerdo con el modelo de Lucas, este hecho debió estar sustentado por la confusión aparente de los agentes económicos ante el crecimiento de la demanda agregada en esos años, por lo que debemos esperar que mayor volatilidad en la inflación conduzca una menor respuesta del producto. En este caso, de la misma forma que en Lucas (1973), el objetivo de la estimación no se relaciona con la determinación del trade-off de inflación-producción; sino, con la forma en que esta relación cambia en el tiempo (Lucas analiza cómo cambia entre países). El caso colombiano, reportado en el siguiente gráfico, es una confirmación de nuestros resultados. Gráfico 8.Curva de Phillips à la Lucas 0.45 0.06 0.40 0.05 0.35 0.30 0.25 0.20 0.03 Tau Std Precios 0.04 0.15 0.02 0.10 0.05 0.01 0.00 0.00 -0.05 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 Desviación Estándar de la Inflación T au La relación entre estas variables es evidentemente negativa tal como el modelo sugiere. El menor valor de τ se presenta en el año con mayor volatilidad de la inflación. Como señala el modelo anterior, en periodos de estabilidad, políticas monetarias que incrementen el ingreso nominal tienden a producir efectos iniciales fuertes sobre el nivel de producto, con menor impacto en la inflación; pero a medida que se explota dicho resultado, el trade-off disminuye. Este es el resultado que sugiere la presentación anterior. Brevemente, la explotación de la curva de Phillips en los primeros años de los setenta llevó a que dicha relación disminuyera en el tiempo hasta alcanzar el nivel más bajo cuando se llevó a cabo la política monetaria expansiva resultante del shock cafetero que alteró la demanda. De forma alternativa, la ecuación [17] se presenta como: - 21 - Gráfico 9. Curva de Phillips à la Lucas 0.5 0.4 Tau 0.3 0.2 0.1 0.0 -0.1 0.00 0.01 0.02 0.03 0.04 0.05 0.06 Desviación Estándar de la Inflación donde la estimación es: τ t = 0.09 − 2.041 σ ∆p + 0.63 τ t −1 + ξ t t (2.70) ( −1.79 ) (4.30) [18] 2 R = 0.47 Esta relación es negativa y moderadamente significativa reafirmando el poder explicativo del modelo de Lucas. A pesar de la alta explicabilidad de la volatilidad de la demanda agregada, en una formulación alternativa Ball, Mankiw y Romer (1988) analizan la relación inflación y producción, basándose en ideas keynesianas sobre la existencia de rigideces en los precios. Estas ideas son similares a las que planteamos anteriormente sobre la presencia de salarios rígidos como explicación de los desajustes del mercado laboral, pero analizando el caso específico de los precios de los bienes producidos por las firmas. En este caso, los efectos de los shocks en la demanda agregada se reflejan sobre unos costos de ajuste de los precios de los bienes que no se hacen de forma continua, sino mediante intervalos discretos. En general estos costos se llaman “costos de menú”. La principal diferencia de este modelo respecto a las ideas keynesianas anteriores es el hecho de presentar un comportamiento dinámico sobre la velocidad de ajuste derivado de firmas que se comportan - 22 - óptimamente, de forma que la tasa de ajuste de los precios se hace endógena para depender de la frecuencia de este ajuste. En este caso, el trade-off anterior evoluciona de acuerdo con el comportamiento de la inflación ya que este mayor incremento en los precios promedio conduce a ajustes en los precios propios más frecuentes; cuando se presenta un shock en la demanda agregada (igual que en el caso de Lucas) las firmas cambian los precios más frecuentemente y trasladan el efecto a los precios por lo cual hay un menor efecto real sobre la producción. La principal diferencia con el modelo anterior es que el trade-off depende de la inflación y no de su volatilidad. El procedimiento de estimación es igual al empleado en Lucas (1973), por lo que en nuestro caso recurriremos nuevamente a la secuencia de τ proveniente del sistema [17]. En el caso colombiano la relación es la siguiente: Gráfico 10. Curva de Phillips à la Ball, Mankiw y Romer 0.45 0.35 0.40 0.35 0.30 0.30 Inflación 0.20 0.15 0.20 0.10 0.15 0.05 0.00 0.10 -0.05 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 Inflación T au Tau 0.25 0.25 - 23 - Gráfico 11. Curva de Phillips à la Ball, Mankiw y Romer 0.5 0.4 Tau 0.3 0.2 0.1 0.0 -0.1 0.0 0.1 0.2 0.3 0.4 Inflación La estimación es: τ t = 0.17 − 0.51 ∆p t + 0.58 τ t −1 + ξ t (2.24) ( −1.67 ) (3.85) [19] 2 R = 0.47 El efecto de la inflación presenta poco impacto sobre la relación del trade-off; es más fuerte el impacto de la volatilidad de los shocks, en especial a partir de la segunda mitad de la década de los ochenta cuando el comportamiento de las dos series se separa. Ahora bien, si estimamos los dos efectos en forma conjunta, el resultado dominante es el que predice el modelo de Lucas, pero no descarta la influencia de los ajustes de precios y los costos de menú: τ t = 0.20 − 0.46 ∆p t − 1.86 σ ∆p + 0.59 τ t −1 + ξ t t . ) ( −1.67) (2.24) ( −155 (4.04) [20] 2 R = 0.53 Entre las extensiones del modelo anterior se encuentra la posibilidad de realizar estimaciones con términos no lineales y con estructuras diferentes; sin embargo, parece que la conclusión básica es que en los años con mayor volatilidad en el nivel de precios, el efecto de los shocks de demanda tiene un menor impacto real sobre el producto. De cierta manera, hemos desarrollado una explicación al - 24 - comportamiento de la posibilidad de periodos de inflación acompañados por bajo desempleo, y de cambios en la relación de la curva de Phillips asociada con esta evolución del trade-off. La principal limitación de este ejercicio es la ausencia de explicaciones a la persistencia de la inflación. El modelo permite entender la presencia de este fenómeno a través de una curva de Phillips, pero no determina los patrones de evolución de dicha variable. Retomando la discusión de Lucas y Sargent (1978), podemos afirmar que es claro que los cambios de nivel de la inflación determinan las posibilidades de explotación de la curva de Phillips; sin embargo, no conocemos aun los determinantes del nivel de inflación. 6. LA PERSISTENCIA DE LA INFLACIÓN Caracterizar el fenómeno inflacionario en Colombia, en términos de la duración de los efectos recibidos por shocks exógenos (persistencia), requiere una medición de dichos efectos. Como señala Quah (1992), esta medición necesita argumentos teóricos respecto a la definición que hagamos de persistencia, y a la identificación de las fuentes de los shocks. Uno de los principales mecanismos empleados para determinar la respuesta de una serie de tiempo a las perturbaciones del sistema económico son las pruebas de raíz unitaria; sin embargo, como es ampliamente conocido, la presencia de esta característica puramente estadística no permite discernir la naturaleza y fuente de los shocks, y por lo tanto no es informativa sobre su persistencia o transitoriedad. No obstante este hecho, en el siguiente gráfico hemos decidido presentar los resultados de la estimación recursiva del coeficiente de la inflación rezagada un periodo sobre el desempeño corriente de esta variable. - 25 - Gráfico 12. Estimación recursiva del coeficiente autorregresivo de la inflación 0.6 0.4 0.2 0.0 -0.2 66 68 70 72 74 76 78 80 82 84 86 88 90 92 94 96 φ La información derivada del gráfico anterior nos permite ver un incremento en la importancia de las condiciones históricas del proceso inflacionario a partir de los primeros años de la década de 1970. Este hecho es completamente consistente con la hipótesis anterior sobre la presencia de una curva de Phillips, explotada en esos años. Una medición más profunda de la persistencia de los shocks en la inflación, es a través de la descomposición desarrollada por Cochrane (1988). La idea general es identificar la importancia de un componente permanente con incrementos no correlacionados de la serie de inflación, suponiendo (arbitrariamente) la existencia de una única perturbación16. Cuando la importancia del componente de paseo aleatorio (o permanente) es muy alta, la caracterización estadística de la inflación asegura que la varianza (entre las observaciones en diferentes periodos de tiempo) crece linealmente con la distancia entre las observaciones de la medición; pero, si la importancia del componente transitorio es mayor, la varianza de la serie tenderá hacia un nivel estable. Cuando la serie se compone de ambos elementos, la varianza de la serie ponderada por la distancia entre las observaciones del cálculo, puede fluctuar entre cero (componente transitorio) y una constante dada por la varianza del componente transitorio. En el caso colombiano, la medida de Cochrane (1988) para la inflación entre 1955 y 1997 presenta el siguiente comportamiento: 16 Quah (1992) demuestra las malas interpretaciones a que conducen estas mediciones sin restricciones teóricas; sin embargo, es interesante aplicar estas descomposiciones en la medida en que la evolución de la inflación se afecte por un componente de paseo aleatorio no estacionario, que puede reflejar un proceso subyacente de la inflación como las expectativas de los agentes privados. En este ejemplo sencillo, los criterios de identificación de Quah (1992) fallan. - 26 - Gráfico 13. Persistencia à la Cochrane de la inflación (1955-1997) 4.0 3.5 3.0 2.5 2.0 1.5 1.0 0.5 0.0 1 15 29 43 57 71 85 99 113 127 141 155 169 183 197 211 225 239 253 Como la varianza ponderada (que hemos extendido hasta la mitad del número de observaciones) de la inflación se reduce a niveles cercanos a la tercera parte de la varianza de los shocks iniciales, de acuerdo con Cochrane (1988), podemos concluir que la varianza de una innovación del componente de paseo aleatorio se encuentra alrededor de una tercera parte de la inflación. En otras palabras, en la evolución de largo plazo de la inflación, tan solo la tercera parte puede ser atribuible a factores permanentes; el resto obedece a shocks de naturaleza transitoria. Ahora bien, de acuerdo con los desarrollos analíticos de las secciones anteriores, el proceso inflacionario (y su relación con el producto) registró un cambio de comportamiento en la década de 1970. Determinar el momento preciso a partir del cual se presentó el cambio no es sencillo; sin embargo, hemos realizado el mismo ejercicio anterior partiendo la muestra a partir de julio de 1977, mes en el que la inflación colombiana ha registrado su máximo nivel histórico. - 27 - Gráfico 14. Persistencia à la Cochrane de la inflación (1977-1997) 3.0 2.5 2.0 1.5 1.0 0.5 0.0 1 7 13 19 25 31 37 43 49 55 61 67 73 79 85 91 97 Cuando analizamos la muestra más reciente, los resultados señalan un cambio en las predicciones respecto al caso anterior. Parece que a partir de julio de 1977, la importancia de las condiciones permanentes de la evolución de la inflación en Colombia se han incrementado. Este hecho, es completamente consistente con las predicciones analíticas desarrolladas anteriormente. Ahora bien, a pesar de este hecho, realizar esta misma descomposición a partir de 1970 presenta resultados que sugieren que el componente permanente es cercano al 30%. El cambio en la naturaleza de la inflación asociado a las condiciones anteriores nos permite corroborar el cambio en la estructura a causa de la explotación de la curva de Phillips en esos años. A pesar de este punto, aun no hemos caracterizado la persistencia desde un fenómeno económico, ni el papel de la política económica en esta evolución. 7. LA POLÍTICA ECONÓMICA Y LA EXPLICACIÓN DEL CASO COLOMBIANO En las secciones anteriores hemos analizado la posibilidad de no neutralidades en la relación en la producción en el corto plazo a causa de problemas de información de precios por la presencia de shocks de demanda (y oferta); pero no hemos estudiado la intervención de la política económica en las fluctuaciones de la tasa de inflación; lo cual impone una serie de interrogantes sobre la evolución de las decisiones monetarias. Si aceptamos por completo la evidencia de la versión de Lucas de la curva de Phillips, debemos esperar que dicha curva tienda a desaparecer (o hacerse vertical) a medida que la - 28 - autoridad monetaria intenta explotarla. Si esto fuera del todo cierto, los hechos básicos que identificamos en la segunda sección del documento irían en contravía con la explicación del modelo: La curva de Phillips y la inflación persisten en Colombia. En la presente sección desarrollamos un modelo sencillo en el cual el papel del gobierno es restablecer la curva de Phillips con la pendiente tradicional. A continuación interpretamos la evidencia del caso colombiano como el resultado de interacciones entre la estructura económica y las decisiones de política de la autoridad monetaria. En este sentido, la curva de Phillips surge como interacciones de agentes privados y públicos, y no tan solo como el resultado de perturbaciones de oferta y demanda. La economía que consideramos se basa en Haldane y Quah (1998), y como sugiere Svensson (1997) puede derivarse de condiciones óptimas en un modelo de equilibrio general dinámico: y t = γ[ ∆m t − E t π t +1 ] + φE t y t +1 + g t [21] π t = λ t y t + θE t π t +1 + λ t a t [22] Donde (y) es el producto y (π) inflación. Las constantes γ, φ y θ son positivas con φ y θ<1; λ representa el inverso de una curva de oferta que varia en el tiempo (probablemente con las reglas de decisión de los agentes privados). ∆m es el crecimiento en la cantidad de dinero y, g y a representan shocks tradicionales en la literatura sobre demanda y oferta. Estos últimos han sido escalados por la pendiente de la curva de oferta λ. En la literatura ha sido tradicional asociar la ecuación [21] con una representación de la demanda agregada derivada de un modelo IS-LM, y a la ecuación [22] con una curva de oferta agregada. En el caso en que θ=1, el resultado sugiere la presencia de neutralidad monetaria de largo plazo; analíticamente los movimientos reales de la economía son independientes de las variables nominales bajo cualquier λ. Las expectativas se forman racionalmente, condicionadas en un conjunto de información público y privado Ω, el cual evoluciona dinámicamente como un proceso de Markov de primer orden. De igual forma, asumimos que la autoridad monetaria busca minimizar una función de pérdida de la forma: L= 1 2 ∗ 2 [ ωy t + ( π t − π ) ] 2 [23] que representa las preferencias del Banco Central. El coeficiente ω describe el peso relativo del objetivo de estabilidad de las variables reales respecto a su tasa natural (normalizada a cero). De - 29 - acuerdo con el mecanismo de decisión, y las expectativas de la autoridad monetaria, el equilibrio se determina por reglas de comportamiento. En el primer caso consideramos un Banco Central creíble y bien informado17. Con una dinámica de la información disponible, el problema de la autoridad monetaria puede transformarse en una ecuación de Bellman18: Vt ( Ω t ) = {− L(π t , y t ) + β E[Vt +1 (Ω t +1 ) | Ω t ]} Max ∆m t ∈ {Ω t } [24] donde β es el factor de descuento. La solución del problema requiere la siguiente condición de primer orden: ω ∗ πt − π = − λ yt t [25] Cuando se asigna importancia al producto en la función objetivo (ω>0), y la curva de oferta no es totalmente vertical (λ<∞), es óptimo permitir que la inflación se desvíe de su meta de acuerdo con la evolución de las variables reales. En este sentido, la inflación debe reducirse cuando el producto es alto para estabilizar las fluctuaciones de ambas variables. Debido a que el objetivo del problema anterior es derivar una regla de comportamiento (de política) de la autoridad monetaria, es necesario despejar la condición de primer orden en la ecuación inicial [21]: ∆m t − E t π t +1 = g −1 * * {λ t ( π t − π ) − φλ t +1 E t ( π t +1 − π )} − t γω γ [26] El crecimiento monetario debe ajustarse para igualar la tasa de inflación; pero, puede reducirse con el fin de contrarrestar el impacto de una perturbación positiva en la demanda, o de una inflación corriente elevada. Por la endogeneidad de la inflación y sus expectativas, es necesario 17 La solución al problema se define como un equilibrio de expectativas racionales. Sin embargo, de acuerdo con la secuencia en la cual se toman decisiones, el resultado difiere [Sargent (1999)]: El equilibrio de Ramsey se asocia con secuencias en las cuales el gobierno escoge primero conociendo el impacto que sus decisiones tienen en las expectativas de los agentes. El equilibrio de Nash asegura un timing en el que el gobierno decide luego de observar las expectativas de los agentes privados, por lo que tiene un incentivo a ser inconsistente dinámicamente. A causa de este hecho, a lo largo del documento analizamos conceptos de equilibrio tipo Ramsey. 18 Por las características del problema, la función indirecta de utilidad es cuadrática: 1 ∗ 2 V(•) = k ( π t − π ) 2 donde k se identifica por las condiciones de envolvente [Svensson (1997, apéndice B) desarrolla un ejemplo similar]. - 30 - resolver la ecuación anterior en términos de variables exógenas. Para obtener una solución cerrada es necesario que simplifiquemos la expresión [22] tomando en cuenta el caso de una política monetaria neutral en desviaciones de la meta inflacionaria [Haldane y Quah (1998) consideran el caso de políticas en las cuales el Banco Central se haya mal informado, o no cree, en la condición de neutralidad de largo plazo. Estos casos no los analizamos en el presente documento]: * * * π t − π = − (1 − θ) π − λ t a t − λ t y t + θ[ E t π t +1 − π ] [27] Si introducimos la condición de primer orden en la ecuación anterior, obtenemos una expresión de la tasa de inflación (en desviaciones) que pierde dependencia del producto: * π t − π = −λ t a t − λ 2t ω * * [ π t − π ] + [ E t π t +1 − π ] −1 ⎛ λ2 ⎞ * π t − π = −⎜ 1 + t ⎟ {λ t a t − [ E t π t +1 − π ]} ω ⎝ ⎠ [28] * Para hallar la solución de la ecuación anterior debemos despejar recursivamente la ecuación [41] y aplicar la ley de las expectativas iteradas: ∞ * πt − π = − j ∑∏ j= 0 t = 0 −1 2 ⎞ ⎛ ⎜1 + λ t ⎟ {λ t + j a t + j } ⎜ ω ⎟⎠ ⎝ [29] En el equilibrio, la inflación se desvía de su meta de acuerdo con el valor presente descontado de los shocks de productividad, ya que las perturbaciones de demanda han sido absorbidas completamente por la acomodación de la cantidad de dinero. Para ganar intuición sobre la ecuación [29], podemos apreciar que si los shocks de productividad tienen varianza positiva, y la curva de oferta es estable, la inflación no converge a la meta porque la inflación óptima se comporta como un proceso estacionario con varianza positiva (hereda la dinámica de la productividad). A pesar de esto, en el largo plazo la convergencia de la inflación esperada a dicha meta si ocurre cuando las perturbaciones de oferta (en el largo plazo) tienen valor esperado cero19. La prueba se halla en Haldane y Quah (1998). En este caso, la velocidad de dicha convergencia depende de los parámetros básicos del 19 Implícitamente asumimos que: ∀Ω t , Lim E[a t + j | Ω t ] = 0 j→∞ para cualquier estado de información, se espera que las perturbaciones de productividad (suficientemente adelante) sean cero. - 31 - modelo. En el ejemplo particular de shocks de productividad con comportamiento AR(1) y de una curva de oferta estable (λ constante), la evolución de la tasa de inflación es: * π t − π = −{1 + λ2 −1 − ρ} λa t ω [30] En este caso, la regla de decisión de política (sobre la cantidad de dinero) expresada en la ecuación [26], guía las decisiones con base en la inflación corriente y la esperada. Pero como mostramos en las ecuaciones [27] a [30], las proyecciones de la tasa de inflación dependen de la evolución de las perturbaciones de productividad; de hecho, en la ecuación [29], la dinámica de la inflación es paralela a la de los shocks de oferta determinando una política monetaria que sobrereacciona a la inflación esperada. Debido a que este caso tan solo se cumple con procesos autorregresivos de orden uno en la productividad y con pendientes de oferta restringidas, el análisis que desarrollamos a continuación pretende determinar la evolución del trade-off dadas las especificaciones alternativas de la pendiente de la curva de oferta (para cualquier proceso de shocks de productividad), consideramos cuatro casos: 1. 2. 3. 4. Analizamos una economía en la que el trade-off tiende a infinito a medida que pasa el tiempo, como escenario base (derivado del modelo Lucas y de los hallazgos anteriores). Cuando la autoridad supone que la pendiente de la curva de oferta es infinita en todos los periodos y no cree en el trade-off en el corto o el largo plazo. Cuando la autoridad piensa que la curva de oferta tiene pendiente estable e inferior a infinito en todo momento, pero la dinámica impone una tendencia hacia infinito. En otras palabras, no cree en las predicciones del modelo de Lucas. Analizamos marginalmente el caso en que la autoridad monetaria se equivoca en la especificación de la tasa natural de desempleo, lo cual sesga la política óptima y el resultado de la inflación. En el primer caso, cuando consideramos perturbaciones que aseguran que la pendiente de la curva de oferta λ es grande o tiende a infinito con el paso del tiempo, podemos apreciar en la ecuación [30] que la relación de Phillips tiende a hacerse vertical: en el “largo plazo” la tasa de inflación iguala a la meta inflacionaria. En este caso, independiente de la ponderación asignada al producto ω, el Banco Central se comporta de acuerdo con objetivos puramente inflacionarios. A pesar de la consistencia de este resultado de neutralidad, la percepción existente por parte de los agentes privados es diferente: los agentes pueden formarse expectativas que señalan una curva de Phillips positiva que se desprende de la condición de primer orden [25]. Esta condición de comportamiento óptimo del Banco Central corresponde a “lean against the wind policy”; cuando la inflación se halla por encima - 32 - de su meta, debe contraerse la cantidad de dinero para reducir la demanda agregada a niveles por debajo de su capacidad. En el caso anterior, cuando la autoridad monetaria aprecia un trade-off que se deteriora y toma decisiones de política óptima, la curva de Phillips se presenta con pendiente negativa: las variables reales tienen un rango de fluctuación mayor que la inflación [la prueba se halla en Haldane y Quah (1998)]. De las ecuaciones [21] y [22] cuando λ tiende a infinito se desprende20: yt = a t , πt = π * [31] por lo que la curva de Phillips aparece horizontal, a pesar de no tener un trade-off entre las variables reales y la inflación: debido a que las variables reales cambian mientras la inflación se mantiene en la meta, la ecuación [31] presenta una curva de Phillips horizontal. Como factor interesante, el análisis de Lucas de la tercera sección señala que cuando el trade-off es empleado por la autoridad monetaria, dicho trade-off se deteriora manifestándose en una curva de Phillips vertical en el largo y el corto plazo. En nuestro modelo, a medida que la relación entre variables nominales y reales se deteriora, con una autoridad monetaria óptima, la curva de Phillips reaparece con una pendiente horizontal. Cuando consideramos el segundo caso, es decir aquel sin curva de Phillips en el largo y el corto plazo, podemos apreciar que las autoridades monetarias ajustan la cantidad de dinero para suavizar las fluctuaciones en la demanda agregada y obtener una tasa de inflación esperada igual a la meta. Debido a que las fluctuaciones reales se mantienen cuando la tasa de inflación se halla en la meta, la percepción que genera este escenario es, nuevamente, una curva de Phillips horizontal. El tercer caso, cuando existe incertidumbre sobre las predicciones del modelo de Lucas (cuando la autoridad ignora la restricción de una curva de Phillips vertical en el largo plazo) es claro que por la condición de neutralidad de largo plazo, la tasa de inflación se encuentra cerca de la meta, adicionalmente, las preferencias de la autoridad monetaria conducen al proceso inflacionario a no desviarse demasiado de la meta. Sin embargo, las predicciones de este caso [tomadas directamente de Haldane y Quah21 (1998)] presentan una tasa de inflación de estado estacionario de la forma: En términos de probabilidad, la convergencia de las variables reales para λ grandes se da en un rango mayor que la convergencia de las nominales. En la ecuación [22], puede apreciarse que el límite cuando λ tiende a infinito conduce a que el producto iguale a la variable a; en este caso, la curva de Phillips se presenta completamente horizontal. 21 Para llegar a la ecuación [32] es necesario considerar el caso de dos agentes con diferentes predicciones sobre λ. Cuando reemplazamos el proceso autorregresivo de primer orden en la ecuación de acción de política, apreciamos la tasa de inflación de la ecuación [32]. 20 - 33 - 1 ⎛ ⎞ −1 −1 ⎟[ −λρ + γ (1 − φρ)(1 − ρ)]ρ a t 2 ⎝1 + λ / ω − ρ ⎠ πt − π = ⎜ * [32] En este caso, a diferencia de la ecuación [30], no es posible tomar el límite cuando λ tiende a infinito, λ surge de las predicciones de la autoridad monetaria. Como podemos apreciar, a diferencia del caso en que la autoridad de política toma en cuenta la curva de Phillips vertical, la tasa de inflación fluctúa alrededor de la meta generando una inflación más volátil, pero en promedio “alcanzando” la meta inflacionaria. El último caso, en el cual hay confusión sobre la tasa natural de desempleo, puede abordarse asumiendo un término no incluido en las preferencias de la autoridad monetaria, es decir, una normalización del producto diferente de cero. En este caso, la condición óptima de primer orden es: ∗ πt − π = − ω (y − y*) λt t [33] Aplicando esta regla de política, si el Banco Central sobrestima la tasa natural, generará una política monetaria más expansiva de lo necesario, lo cual induce a un sesgo positivo en la tasa de inflación, en la misma proporción del sesgo en la cantidad de dinero. A pesar de que hemos tomado los principales resultados del desarrollo de Haldane y Quah (1998) es interesante anotar que existe una gran gama de posibilidades asociadas a las percepciones de la autoridad monetaria sobre la curva de Phillips y sobre la evolución de la economía. Estas percepciones permiten, de una manera alternativa, explicar de forma deliberada los resultados que sobre inflación y curva de Phillips se obtienen en el caso colombiano. 8. COMENTARIOS FINALES En este punto es importante resumir varios de los hallazgos anteriores en forma concreta: 1. 2. 3. Existe una curva de Phillips en Colombia como resultado de la evidencia empírica, mas no como fenómeno de política explotable para las últimas décadas. Los desplazamientos en la pendiente de la curva de Phillips parecen responder a los patrones descritos por el modelo de Lucas: los periodos con mayor incertidumbre en los precios están asociados con una menor pendiente en la relación inflación-desempleo. Cualquier intento de explicar la inflación y la curva de Phillips en Colombia debe reconocer la persistencia de la inflación, en especial, la presentada después del shock de - 34 - 4. 5. 9. demanda de 197722 [consistente con los hechos estilizados del origen de las inflaciones moderadas de Ball (1995)]. Los procesos de aprendizaje y las expectativas de los agentes privados y de la autoridad monetaria (en muchos casos racionales) son fundamentales en la determinación del comportamiento de la tasa de inflación y la curva de Phillips. En este sentido, mayor conocimiento sobre el funcionamiento de la economía y sobre los determinantes de la inflación es fundamental para conseguir una política monetaria efectiva. Cuando existen errores de interpretación por parte de la autoridad monetaria respecto a la pendiente vertical de largo plazo de la curva de Phillips se produce un sesgo en la tasa de inflación. Lo mismo ocurre con una subestimación de la tasa natural de desempleo. 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Working Paper, New York University. 22 Como mencionamos en la segunda sección, no es tan solo el shock cafetero la causa de la expansión monetaria de finales de los setenta; en 1972, los medios de pago presentaron crecimientos superiores al 25% de acuerdo con Echeverry (1998). El efecto de la bonanza cafetera profundizó el impacto de la política monetaria laxa en el momento en que la autoridad quería llevar a cabo una contracción. - 35 - Clark, P. y Laxton, D. (1997) “Phillips Curves, Phillips Lines, and the Unemployment Costs of Overheating”. Discussion Paper 344, CEP. Cleveland, W., Devlin, S y Grosse, E. (1988) “Regression by Local Fitting”, Journal of Econometrics, pp. 87-114. Cochrane, J. (1988) “How Big is Random Walk in GDP?”, Journal of Political Economy, Vol. 96, pp. 87-101. Echeverry, J. (1998) “Summary of the Minutes of the Monetary Board, 1971-1998”, Borradores Semanales de Economía, Banco de la República. Fama, E. 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ARCHIVOS DE ECONOMIA No Título Autores Fecha 1 La coyuntura económica en Colombia y Venezuela Andrés Langebaek Patricia Delgado Fernando Mesa Parra Octubre 1992 2 La tasa de cambio y el comercio colombo-venezolano Fernando Mesa Parra Andrés Langebaek Noviembre 1992 3 ¿Las mayores exportaciones colombianas de café redujeron el precio externo? Carlos Esteban Posada Andrés Langebaek Noviembre 1992 4 El déficit público: una perspectiva macroeconómica. Jorge Enrique Restrepo Juan Pablo Zárate Carlos Esteban Posada Noviembre 1992 5 El costo de uso del capital en Colombia. Mauricio Olivera Diciembre 1992 6 Colombia y los flujos de capital privado a América Latina Andrés Langebaek Febrero 1993 7 Infraestructura física. “Clubs de convergencia” y crecimiento económico. José Dario Uribe Febrero 1993 8 El costo de uso del capital: una nueva estimación (Revisión) Mauricio Olivera Marzo 1993 9 Dos modelos de transporte de carga por carretera. Carlos Esteban Posada Edgar Trujillo Ciro Alvaro Concha Juan Carlos Elorza Marzo 1993 10 La determinación del precio interno del café en un modelo de optimización intertemporal. Carlos Felipe Jaramillo Carlos Esteban Posada Edgar Trujillo Ciro Abril 1993 11 El encaje óptimo Edgar Trujillo Ciro Carlos Esteban Posada Mayo 1993 12 Crecimiento económico, “Capital humano” y educación: la teoría y el caso colombiano posterior a 1945 Carlos Esteban Posada Junio 1993 13 Estimación del PIB trimestral según los componentes del gasto. Rafael Cubillos Fanny Mercedes Valderrama Junio 1993 14 Diferencial de tasas de interés y flujos de capital en Colombia (1980-1993) Andrés Langebaek Agosto 1993 15 Empleo y capital en Colombia: nuevas estimaciones (1950-1992) Adriana Barrios Marta Luz Henao Carlos Esteban Posada Fanny Mercedes Valderrama Diego Mauricio Vásquez Septiembre 1993 16 Productividad, crecimiento y ciclos en la economía colombiana (1967-1992) Carlos Esteban Posada Septiembre 1993 17 Crecimiento económico y apertura en Chile y México y perspectivas para Colombia. Fernando Mesa Parra Septiembre 1993 18 El papel del capital público en la producción, inversión y el crecimiento económico en Colombia. Fabio Sánchez Torres Octubre 1993 19 Tasa de cambio real y tasa de cambio de equilibrio. Andrés Langebaek Octubre 1993 20 La evolución económica reciente: dos interpretaciones alternativas. Carlos Esteban Posada Noviembre 1993 21 El papel de gasto público y su financiación en la coyuntura actual: algunas implicaciones complementarias. Alvaro Zarta Avila Diciembre 1993 22 Inversión extranjera y crecimiento económico. Alejandro Gaviria Diciembre 1993 ARCHIVOS DE ECONOMIA No Título Autores Fecha Javier Alberto Gutiérrez 23 Inflación y crecimiento en Colombia Alejandro Gaviria Carlos Esteban Posada Febrero 1994 24 Exportaciones y crecimiento en Colombia Fernando Mesa Parra Febrero 1994 25 Experimento con la vieja y la nueva teoría del crecimiento económico (¿porqué crece tan rápido China?) Carlos Esteban Posada Febrero 1994 26 Modelos económicos de criminalidad y la posibilidad de una dinámica prolongada. Carlos Esteban Posada Abril 1994 27 Regímenes cambiarios, política macroeconómica y flujos de capital en Colombia. Carlos Esteban Posada Abril 1994 28 Comercio intraindustrial: el caso colombiano Carlos Pombo Abril 1994 29 Efectos de una bonanza petrolera a la luz de un modelo de optimización intertemporal. Hernando Zuleta Juan Pablo Arango Mayo 1994 30 . Crecimiento económico y productividad en Colombia: una perspectiva de largo plazo (1957-1994) Sergio Clavijo Junio 1994 31 Inflación o desempleo: ¿Acaso hay escogencia en Colombia? Sergio Clavijo Agosto 1994 32 La distribución del ingreso y el sistema financiero Edgar Trujillo Ciro Agosto 1994 33 La trinidad económica imposible en Colombia: estabilidad cambiaria, independencia monetaria y flujos de capital libres Sergio Clavijo Agosto 1994 34 ¿’Déjà vu?: tasa de cambio, deuda externa y esfuerzo exportador Sergio Clavijo en Colombia. Mayo 1995 35 La crítica de Lucas y la inversión en Colombia: nueva evidencia Mauricio Cárdenas Mauricio Olivera Septiembre 1995 36 Tasa de Cambio y ajuste del sector externo en Colombia. Fernando Mesa Parra Dairo Estrada Septiembre 1995 37 Análisis de la evolución y composición del Sector Público. Mauricio Olivera G. Manuel Fernando Castro Q. Fabio Sánchez T. Septiembre 1995 38 Incidencia distributiva del IVA en un modelo del ciclo de vida. Juan Carlos Parra Osorio Fabio José Sánchez T. Octubre 1995 39 Por qué los niños pobres no van a la escuela? (Determinantes de la asistencia escolar en Colombia) Fabio Sánchez Torres Jairo Augusto Núñez M. Noviembre 1995 40 Matriz de Contabilidad Social 1992. Fanny M. Valderrama Javier Alberto Gutiérrez Diciembre 1995 41 Multiplicadores de Contabilidad derivados de la Matriz de Contabilidad Social Javier Alberto Gutiérrez Fanny M. Valderrama G. Enero 1996 42 El ciclo de referencia de la economía colombiana. Martin Maurer María Camila Uribe S. Febrero 1996 43 Impacto de las transferencias intergubernamentales en la distribución interpersonal del ingreso en Colombia. Juan Carlos Parra Osorio Marzo 1996 44 Auge y colapso del ahorro empresarial en Colombia: 1983-1994 Fabio Sánchez Torres Guillermo Murcia Guzmán Carlos Oliva Neira Abril 1996 45 Evolución y comportamiento del gasto público en Colombia: 1950-1994 Cielo María Numpaque Ligia Rodríguez Cuestas Mayo 1996 ARCHIVOS DE ECONOMIA No Título Autores Fecha 46 Los efectos no considerados de la apertura económica en el mercado laboral industrial. Fernando Mesa Parra Javier Alberto Gutiérrez Mayo 1996 47 Un modelo de Financiamiento óptimo de un aumento permanente en el gasto público: Una ilustración con el caso colombiano. Alvaro Zarta Avila Junio 1996 48 Estadísticas descriptivas del mercado laboral masculino y femenino en Colombia: 1976 -1995 Rocío Ribero M. Carmen Juliana García B. Agosto 1996 49 Un sistema de indicadores líderes para Colombia Martín Maurer María Camila Uribe Javier Birchenall Agosto 1996 50 Evolución y determinantes de la productividad en Colombia: Un análisis global y sectorial Fabio Sánchez Torres Jorge Iván Rodríguez Jairo Núñez Méndez Agosto 1996 51 Gobernabilidad y Finanzas Públicas en Colombia. César A. Caballero R Noviembre 1996 52 Tasas Marginales Efectivas de Tributación en Colombia. Mauricio Olivera G. Noviembre 1996 53 Un modelo keynesiano para la economía colombiana Fabio José Sánchez T. Clara Elena Parra Febrero 1997 54 Trimestralización del Producto Interno Bruto por el lado de la oferta. Fanny M. Valderrama Febrero 1997 55 Poder de mercado, economías de escala, complementariedades intersectoriales y crecimiento de la productividad en la industria colombiana. Juán Mauricio Ramírez Marzo 1997 56 Estimación y calibración de sistemas flexibles de gasto. Orlando Gracia Gustavo Hernández Abril 1997 57 Mecanismos de ahorro e Inversión en las Empresas Públicas Colombianas: 1985-1994 Fabio Sánchez Torres Guilllermo Murcia G. Mayo 1997 58 Capital Flows, Savings and investment in Colombia: 1990-1996 José Antonio Ocampo G. Camilo Ernesto Tovar M. Mayo 1997 59 Un Modelo de Equilibrio General Computable con Competencia imperfecta para Colombia. Juan Pablo Arango Orlando Gracia Gustavo Hernández Juan Mauricio Ramírez Junio 1997 Javier A. Birchenall J. Julio 1997 Alberto Castañeda C. Gabriel Piraquive G. Julio 1997 60 El cálculo del PIB Potencial en Colombia. 61 Determinantes del Ahorro de los hogares. de su caída en los noventa. 62 Los ingresos laborales de hombres y mujeres en Colombia: 1976-1995 Rocío Ribero Claudia Meza Agosto 1997 63 Determinantes de la participación laboral de hombres y mujeres en Colombia: 1976-1995 Rocío Ribero Claudia Meza Agosto 1997 64 Inversión bajo incertidumbre en la Industria Colombiana: 1985-1995 Javier A. Birchenall Agosto 1997 65 Modelo IS-LM para Colombia. Relaciones de largo plazo y fluctuaciones económicas. Jorge Enrique Restrepo Agosto 1997 66 Correcciones a los Ingresos de las Encuestas de hogares y distribución del Ingreso Urbano en Colombia. Jairo A. Núñez Méndez Jaime A. Jiménez Castro Septiembre 1997 67 Ahorro, Inversión y Transferencias en las Entidades Territoriales Colombianas Fabio Sánchez Torres Mauricio Olivera G. Giovanni Cortés S. Octubre 1997 Explicación ARCHIVOS DE ECONOMIA No Título Autores Fecha 68 Efectos de la Tasa de cambio real sobre la Inversión industrial en un Modelo de transferencia de precios. Fernando Mesa Parra Leyla Marcela Salguero Fabio Sánchez Torres Octubre 1997 69 Convergencia Regional: Una revisión del caso Colombiano. Javier A. Birchenall Guillermo E. Murcia G. Octubre 1997 70 Income distribution, human capital and economic growth in Colombia. Javier A. Birchenall Octubre 1997 71 Evolución y determinantes del Ahorro del Gobierno Central. Fabio Sánchez Torres Ma. Victoria Angulo Noviembre 1997 72 Macroeconomic Perforrmance and Inequality in Colombia: 1976-1996 Raquel Bernal Mauricio Cárdenas Jairo Núñez Méndez Fabio Sánchez Torres Diciembre 1997 73 Liberación comercial y salarios en Colombia: 1976-1994 Donald Robbins Enero 1998 74 Educación y salarios relativos en Colombia: 1976-1995 Determinantes, evolución e implicaciones para la distribución del Ingreso Jairo Núñez Méndez Fabio Sánchez Torres Enero 1998 75 La tasa de interés “óptima” Carlos Esteban Posada Edgar Trujillo Ciro Febrero 1998 76 Los costos económicos de la criminalidad y la violencia en Colombia: 1991-1996 Edgar Trujillo Ciro Martha Elena Badel Marzo 1998 77 Elasticidades Precio y Sustitución para la Industria Colombiana. Juán Pablo Arango Orlando Gracia Gustavo Hernández Marzo 1998 78 Flujos Internacionales de Capital en Colombia: Un enfoque de Portafolio Ricardo Rocha García Fernando Mesa Parra Marzo 1998 79 Macroeconomía, ajuste estructural y equidad en Colombia: 1978-1996 José Antonio Ocampo María José Pérez Camilo Ernesto Tovar Francisco Javier Lasso Marzo 1998 80 La Curva de Salarios para Colombia. Una Estimación de las Relaciones entre el Desempleo, la Inflación y los Ingresos Laborales: 1984- 1996. Fabio Sánchez Torres Jairo Núñez Méndez Marzo 1998 81 Participación, Desempleo y Mercados Laborales en Colombia. Jaime Tenjo G. Rocio Ribero M. Abril 1998 82 Reformas comerciales, márgenes de beneficio y productividad en la industria colombiana Juán Pablo Arango Orlando Gracia Gustavo Hernández Juán Mauricio Ramírez Abril 1998 83 Capital y Crecimiento Económico en un Modelo Dinámico: Una presentación de la dinámica Transicional para los casos de EEUU y Colombia Alvaro Zarta Avila Mayo 1998. 84 Determinantes de la Inversión en Colombia: E videncia sobre el capital humano y la violencia. Clara Helena Parra Junio 1998. 85 Mujeres en sus casas: Un recuento de la población Femenina económicamente activa Piedad Urdinola Contreras Junio 1998. 86 Descomposición de la desigualdad del Ingreso laboral Urbano en Colombia: 1976-1997 Fabio Sánchez Torres Jairo Núñez Méndez Junio 1998. ARCHIVOS DE ECONOMIA No Título Autores Fecha 87 El tamaño del Estado Colombiano Indicadores y tendencias: 1976-1997 Angela Cordi Galat Junio 1998. 88 Elasticidades de sustitución de las importaciones para la economía colombiana. Gustavo Hernández Junio 1998. 89 La tasa natural de desempleo en Colombia Martha Luz Henao Norberto Rojas Junio 1998. 90 The role of shocks in the colombian economy Ana María Menéndez Julio 1998. 91 The determinants of Human Capital Accumulation in Colombia, with implications for Trade and Growth Theory Donald J. Robbins Julio 1998. 92 Estimaciones de funciones de demanda de trabajo dinámicas para la economía colombiana, 1980-1996 Alejandro Vivas Benítez Stefano Farné Dagoberto Urbano Julio 1998. 93 Análisis de las relaciones entre violencia y equidad. Alfredo Sarmiento Lida Marina Becerra Agosto 1998. 94 Evaluación teórica y empírica de las exportaciones no tradicionales en Colombia Fernando Mesa Parra María Isabel Cock Angela Patricia Jiménez Agosto 1998. 95 Valoración económica del empleo doméstico femenino no remunerado, en Colombia, 1978-1993 Piedad Urdinola Contreras Agosto 1998. 96 Eficiencia en el Gasto Público de Educación. María Camila Uribe Agosto 1998. 97 El desempleo en Colombia: tasa natural, desempleo cíclico y estructural y la duración del desempleo: 1976-1998. Jairo Núñez M. Raquel Bernal S. Septiembre 1998. 98 Productividad y retornos sociales del Capital humano: Microfundamentos y evidencia para Colombia. Francisco A. González R. Carolina Guzmán R. Angela L. Pachón G. Noviembre 1998. 99 Reglas monetarias en Colombia y Chile Jorge E. Restrepo L. Enero 1999. 100 Inflation Target Zone: The Case of Colombia: 1973-1994 Jorge E. Restrepo L. Febrero 1999. 101 ¿ Es creíble la Política Cambiaria en Colombia? Carolina Hoyos V. Marzo 1999. 102 La Curva de Phillips, la Crítica de Lucas y la persistencia de la inflación en Colombia. Javier A.Birchenall Abril 1999.