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Evolución del régimen político ateniense y de sus instituciones Dracón En el transcurso del siglo VII se produjeron diversas revueltas en contra del gobierno de los nobles, lo que condujo a una necesaria recopilación de las leyes y su plasmación por escrito, para evitar todo tipo de abusos. Esta actividad fue encargada a Dracón, alrededor del año 621 a.C. Éste tipificó los homicidios suprimiendo la venganza de sangre y arrebatando a sus familiares el derecho a vengarse por cuenta privada. A partir de este momento será la comunidad ciudadana a través de los tribunales la que juzgue a los homicidas y la que proteja a todos los ciudadanos. Dracón estableció un cuerpo de 51 efetas que juzgarían si los homicidios habían sido intencionados o voluntarios. Solón A comienzos del siglo VI Atenas vivía una situación de enfrentamiento entre los distintos grupos aristocráticos que buscaban hacerse con el poder. A ello hemos de añadir un problema muy grave: el del endeudamiento de la población y su conversión en siervos. La situación era de crisis social (anarquía) cuando apareció la figura de Solón. Nombrado arconte con poderes especiales en el año 594 a. C., su función será actuar como mediador para restablecer la paz social. Solón va a desarrollar una intensa actividad legisladora, tanto en lo político como en lo social y económico. Entre las reformas sociales, decretó la libertad de aquellos sometidos a la esclavitud por deudas contraídas injustamente y les devolvió la plena propiedad de sus tierras. Ordenó el regreso de todos los atenienses vendidos como esclavos en el extranjero. También dividirá a los ciudadanos en cuatro grupos según su riqueza en productos agrícolas: La primera clase, tenían una renta igual o superior a los 500 quintales. La segunda clase, tenían una renta entre 300 y 499 quintales La tercera clase, tenían unas rentas de entre 200 y 299 quintales. La cuarta clase, que debían tener unas rentas inferiores a 200 quintales. En el ámbito político, Solón introdujo el sorteo para la elección de los arcontes. Cada una de las cuatro tribus existentes elegía 10 candidatos y de entre los 40 elegidos se escogían por sorteo a los nueve arcontes. También va a codificar el derecho ateniense creando y sustituyendo algunas leyes. Creó un tribunal, Tribunal de los Heliastas, a los que cualquiera podría acudir en caso de considerarse perjudicado por la acción de un magistrado. Creó otras instituciones políticas como: La Boulé o Consejo de los 400 (100 hombres por tribu), se encargaba de preparar las cuestiones a tratar por la asamblea y de controlar a los funcionarios públicos. A partir de este momento se cuenta con dos consejos, el aristocrático o Areópago y la Boulé, más democrático y que irá ganando peso en detrimento del otro. La Ecclesia, donde se admitió la entrada de todos los ciudadanos, que no habían podido acceder hasta ahora porque no eran propietarios. La asamblea elegía a los magistrados y decidía sobre los asuntos presentados por la Boulé. En el aspecto económico, Solón introdujo la moneda, con el símbolo de la lechuza grabado. Introdujo un nuevo sistema de pesas y medidas, liberalizó la exportación de aceite y prohibió la exportación de cereal. Recordemos que el Ática era deficitaria en cereal, por lo que Solón llegó incluso a obligar por ley a todo comerciante que saliese del Ática a traer cereal para venderlo dentro. Pisístrato Tras la marcha de Solón a Egipto, encontramos tras su ida a tres grupos que se disputarán el poder, por lo que reinará nuevamente la anarquía. En teoría cada uno defendía una ideología política, pero realmente sólo buscaban el poder. El grupo de la Costa, defendido por la familia de los alcmeónidas, quería mantener la constitución y todas las reformas hechas por Solón. El grupo de la Llanura buscaba una vuelta atrás en el sistema que restringiera los derechos de aquellos que no tenían riqueza. El grupo de la Montaña, dirigido por Pisístrato, defendía las reformas que beneficiaban a las clases populares. Tras dos intentos frustrados Pisístrato, logrará hacerse con el poder en el 546 a.C. Va a ser respetuoso con las magistraturas y a permitir que se desarrollen las estructuras creadas por Solón. Una importante medida que tomó fue la de conceder préstamos a los pequeños agricultores para que pudieran reconvertir sus cultivos al olivo y a la vid, consiguiendo así lo que no había conseguido Solón al emitir el decreto de liberación de deudas, mejorar las situación de los campesinos. Embelleció a Atenas con varios monumentos, además fomentó la industria y el comercio. Hipias e Hiparco A su muerte le van a suceder sus dos hijos, Hipías e Hiparco, siendo el primero el que llevaba las riendas del gobierno. Veremos una colaboración de los aristócratas con los tiranos. Esta situación, sin embargo, iba a cambiar tras el intento de asesinato de Hipías e Hiparco durante una procesión en honor a la diosa Atenea. Sólo sobrevivirá Hipíaas, que, como respuesta, va a iniciar una dura política de represión contra las familias aristocráticas que habían participado en la conjura. Los Alcmeónidas (eupátridas), que fueron desterrados, pidieron entonces ayuda a Esparta, la cual ayudó a apresar a la familia de Pisístrato. Hipias, para no perjudicar a su familia huyó a Persia. La tiranía cayó debido a la presencia del ejército espartano dirigido por Cleómenes. Clístenes Tras la caída de la tiranía encontramos a una figura que va a ser fundamental para el desarrollo del régimen democrático en Atenas, Clístenes. Ocupará en el 507 a.C. el arcontado epónimo e iniciará una serie de reformas que culminarán en un régimen democrático. Reestructurará al territorio en cien demos (pueblos o aldeas). Clístenes les dará un carácter de unidad administrativa. A partir de este momento todos los varones adultos de cada demos constituían una asamblea que elegía anualmente un magistrado presidente. En los demos había un registro y todos los atenienses mayores de edad debían inscribirse en él. Los demos fueron agrupados en tres grandes regiones: la ciudad, la costa y el interior. En cuanto a reformas políticas, la asamblea de los 400, la Boulé, creada por Solón, va a ser sustituida por la Asamblea de los 500, también llamada Boulé. Éste prepara las sesiones de la asamblea, redacta proyectos de ley para presentárselos, etc., es decir, las funciones son las mismas que antes. La nueva Boulé se componía de 50 miembros designados por sorteo. Una vez elegidos permanecían un año en el cargo. Ningún ciudadano podía ser miembro de la Boulé durante su vida más de dos veces. El ascenso de la Boulé hace que el Areópago vaya perdiendo protagonismo en la escena política y social de Atenas. Se creó el ostracismo. La institución recibe su nombre del ostrakón, la pieza fragmentada de cerámica donde los miembros de la Boulé escribían su votación. Cada año el pueblo era consultado para ver si se quería formular una petición de ostracismo. En caso afirmativo se efectuaba poco después, el pueblo se reunía en asamblea y cada ciudadano escribía en un ostrakón el nombre de la persona que querían expulsar de Atenas durante 10 años, por creer que el individuo en concreto constituía de algún modo una amenaza o un perjuicio para la comunidad. El exiliado no perdía en ese tiempo sus propiedades ni su dinero. Para desterrarlo se exigían un máximo de 6000 votos. Efialtes y Pericles El sistema que había acabado Clístenes necesitaba unos retoques aún: Efialtes en el 462 a.C. y Pericles se los darían. El primero iba a emitir unas leyes que quitarían todo el poder al Areópago, limitándolo a juzgar los asuntos criminales y a la administración del patrimonio sagrado de Atenas. También va a eliminar el control de los magistrados. Pericles será el político que controle la Asamblea entre el 460 y el 429 a.C. Entre sus reformas se encuentran: la disminución de los privilegios del Aereópago, la instauración de una retribución económica todo el que ocupara un cargo público. Esto último se hizo buscando la participación de todo el pueblo en la vida pública. Destinó importantes sumas para el embellecimiento de la ciudad y estimuló el florecimiento de la artes (el siglo de Pericles, siglo V).