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09 Semi 6826 urticaria 29/3/06 15:22 Página 1 Recordatorio de semiología Urticaria solar P. Eguino-Gorrochateguia y J. Gardeazabal-Garcíab aHospital bHospital Donostia. Donostia-San Sebastián. Gipuzkoa. de Cruces. Barakaldo. Bizkaia. España. Puntos clave • La urticaria solar pertenece al grupo de las fotodermatosis idiopáticas, y probablemente es una enfermedad infradiagnosticada. • Cursa con la aparición de habones minutos u horas después de una exposición a diferentes tipos de luz (visible/ultravioleta). • Las lesiones desaparecen en minutos u horas tras el cese de la exposición a la luz causante de la erupción, lo que la diferencia de la erupción polimorfa lumínica. • Las zonas afectadas son las que habitualmente no suelen estar fotoexpuestas; la cara y las manos suelen ser respetadas (fenómeno de habituación o hardening). • El espectro más frecuentemente responsable es la luz visible. • Buena respuesta a desensibilizaciones progresivas con luz ultravioleta A. ¿Qué es la urticaria solar? La urticaria solar (US) es una fotodermatosis caracterizada por la aparición de lesiones eritematosas o habonosas tras la exposición al sol u otras fuentes de luz visible o ultravioleta. Las lesiones son pruriginosas y, si se evita la exposición a los espectros de luz responsables de la erupción, desaparecen en menos de 24 h sin dejar ninguna marca residual. Las lesiones suelen aparecer en superficies fotoexpuestas, aunque también puede verse afectada la piel cubierta por la ropa si ésta es fina y de color claro, ya que permite el paso de algunas de las ondas de luz que provocan las lesiones. De la misma manera, es importante recordar que la US puede deberse también a radiaciones solares a través de cristal o a lámparas de luz artificial (cabinas de bronceado). Todas las áreas fotoexpuestas pueden resultar afectadas (fig. 1), aunque las lesiones aparecen con mayor frecuencia en las zonas de piel que normalmente no están expuestas al sol, por lo que en casi todos los casos se respetan la cara y el dorso de las manos (fenómeno de habituación o hardening). Los síntomas suelen comenzar en la juventud, alrededor de la tercera década de la vida, con ligero predominio en el sexo femenino (60%). Esto puede deberse a que la enfermedad es más frecuente en las mujeres, o bien a que éstas consultan más por su problema con el sol. Cuando la intensidad de la erupción es muy intensa, puede acompañarse de síntomas sistémicos, como astenia, cefalea y pérdida de conocimiento. El grado de reacción depende de la sensibilidad individual del paciente, la duración de la exposición y de la intensidad de la radiación solar. También influyen las actividades profesionales y recreativas del paciente, así como la altitud, la latitud y la estación del año (tabla I). Existe poca información acerca de la evolución clínica de estos pacientes, aunque las series publicadas describen que la intensidad de la reacción tiende a disminuir e incluso a desaparecer con el paso de los años. ¿Cómo se diagnostica la urticaria solar? Cuando el paciente acude a la consulta generalmente suele estar asintomático, por lo que en ocasiones es complicado realizar una historia clínica detallada. A partir de la sospecha clínica, el diagnóstico debe confirmarse con la realización de fototest, en el que se irradian zonas circunscritas de la piel del paciente con dosis crecientes de distintas longitudes de onda. El fototest debe realizarse en un área que no esté crónicamente expuesta al sol, porque la piel expuesta puede presentar tolerancia. Los resultados deben leerse inmediatamente y 30 min después de la irradiación. El propósito del fototest es determinar la longitud de onda responsable de la erupción y la dosis urticarial mínima (DUM) para las distintas longitudes de onda. La DUM es la dosis mínima de radiación capaz de reproducir las lesiones, y sirve para determinar la intensidad de afectación en cada paciente, conocer las dosis para iniciar los tratamientos de desensibilización, y valorar la eficacia terapéutica y el control evolutivo. Es importante remarcar que un fototest negativo para una fuente de luz determinada no excluye el diagnóstico de US. En tales casos debería continuarse realizando tests de provocación con otras fuentes de luz e incluso directamente con la Figura 1. Ejemplo de urticaria solar. JANO 7-13 ABRIL 2006. N.º 1.602 . www.doyma.es/jano 45 09 Semi 6826 urticaria 29/3/06 15:22 Página 2 Recordatorio de semiología Urticaria solar P. Eguino-Gorrochategui y J. Gardeazabal-García Tabla I. Características más frecuentes de la urticaria solar cas, con una amplia variedad de antihistamínicos: cetirizina, terfenadina, doxepina, cimetidina y fexofenadina. Mujeres (60%) > varones Exposición frecuente al sol Tercera década de la vida Habones minutos después de exponerse al sol/luz artificial Desaparecen en minutos-horas tras cubrirse No dejan marcas tras desaparecer No se afectan zonas habitualmente fotoexpuestas Diagnóstico: historia + fototest Espectros responsables: luz visible y UVA Tratamiento: Fotoprotectores/antihistamínicos: eficacia limitada Buena respuesta a desensibilizaciones con UVA luz solar. Las fuentes de luz artificial más frecuentemente utilizadas para la realización de fototest son las existentes en los servicios de dermatología para la fototerapia con luz ultravioleta A (UVA), luz ultravioleta B (UVB) y un proyector de diapositivas para la exploración del espectro de luz visible. ¿De qué entidades debe diferenciarse? En algunos casos debe establecerse el diagnóstico diferencial con la erupción polimorfa lumínica, pero el tipo de lesiones, el tiempo necesario para que aparezcan y la evolución de las mismas facilitan la diferenciación entre estos cuadros clínicos. Otro de los diagnósticos diferenciales que hay que plantearse siempre es la protoporfiria eritropoyética. Se han descrito pacientes con protoporfiria eritropoyética que empezaron con lesiones urticariformes tras la exposición solar, por lo que, ante la sospecha de urticaria solar, debe realizarse una determinación de protoporfirinas séricas para descartar esta posibilidad. ¿Cuál es el tratamiento de la urticaria solar? Ningún tratamiento parece influir en la evolución natural de la enfermedad y, cuando es eficaz, generalmente sólo lo es durante el tiempo que están recibiéndolo o hasta poco tiempo después de suspenderlo. A pesar de su amplio uso en el tratamiento de enfermedades fotosensibles, en la US no son eficaces los betacarotenos, la indometacina ni la hidroxicloroquina. Como en la mayoría de los pacientes con US el espectro responsable de la erupción se encuentra en las longitudes correspondientes a UVA y luz visible, los filtros solares suelen tener una eficacia muy limitada por su incapacidad para proteger eficazmente de esos espectros. En nuestra experiencia creemos que el tratamiento de estos pacientes debe basarse en las circunstancias que previsiblemente van a rodearle en su relación con el sol. En los pacientes con previsión de exposiciones al sol muy frecuentes (temporada estival, trabajos o actividades al aire libre, etc.) debe plantearse la desensibilización. La eficacia de este tratamiento se basa en los datos clínicos que pueden observarse en la mayoría de los pacientes que no muestran lesiones en la zonas habitualmente fotoexpuestas de la cara y el dorso de las manos. Independientemente de los espectros responsables de la US, se han descrito desensibilizaciones eficaces con los espectros de UVB banda ancha, UVB banda estrecha (311 nm), UVA, psoraleno más luz ultravioleta A (PUVA) y exposiciones progresivas al sol. Las exposiciones progresivas al sol, aunque eficaces, son difíciles de controlar por parte del paciente, y muchas veces se acompañan de malas experiencias iniciales (erupciones extensas muy pruriginosas) que le desaniman e impiden que se complete la desensibilización. Por ello, para proceder al acostumbramiento progresivo de la piel y la evitación de aparición de lesiones cuando se exponga al sol natural, se utilizan mucho más las fuentes de luz artificial. Es importante recordar que la tolerancia se induce únicamente en las zonas irradiadas, mientras que las que no se exponen a las radiaciones permanecen igualmente sensibles. Las pautas de desensibilización descritas con esas fuentes son las habituales para otras patologías más comunes: comenzando con la dosis urticarial mínima y dependiendo de la tolerancia individual de cada paciente, las dosis se van incrementando paulatinamente hasta conseguir la desensibilización. Se han realizado varios estudios para determinar el mecanismo patogénico por el que se produce la tolerancia tras irradiaciones progresivas en pacientes con US. De ellos se desprende que la desensibilización no está relacionada con el vaciamiento de los depósitos mastocitarios ni con la desaparición de los fotoalergenos en la piel. Probablemente se produzca un bloqueo de los receptores mastocitarios de la IgE por parte de los fotoalergenos, que de esta manera impiden la unión de estas inmunoglobulinas a los mastocitos y evitan la desgranulación de los mismos. Si el paciente no responde a los tratamientos descritos, pueden plantearse otras opciones, como la ciclosporina o el recambio plasmático. Aunque únicamente producen mejorías parciales y están sujetos a un amplio abanico de efectos secundarios, se pueden contemplar como alternativas en casos particularmente graves.J Bibliografía recomendada Beattie PE, Dawe RS, Ibbotson SH, Ferguson J. Characteristics and prognosis of idiopatic solar urticaria. A cohort of 87 cases. Arch Dermatol. 2003;139:1149-54. Eguino P, Gardeazabal J, Díaz-Pérez JL. Urticaria solar. Piel. 2003;18:481-7. Exposición esporádica al sol Eguino P, Lasa O, Gardeazabal J, Díaz-Pérez JL. Urticaria solar. Estudio de 20 casos. Actas Dermosifiliogr. 2005;96:26-30. Si por las circunstancias del paciente (laborales, época invernal, pocas aficiones al aire libre, etc.) no es previsible que se exponga al sol o lo haga de manera muy esporádica, recomendamos para esos días de posible exposición el uso de filtros solares y la toma de antihistamínicos. Se ha descrito un menor número de lesiones, además de menos intensas y sintomáti- Monfrecola G, Masturzo E, Riccardo AM, Balato F, Ayala F, Di Costanzo MP. Solar urticaria: a report on 57 cases. Am J Contact Dermat. 2000;11: 89-94. 46 JANO 7-13 ABRIL 2006. N.º 1.602 . www.doyma.es/jano Wei-Sheng Chong, Shih-Wee Khoo. Solar urticaria in Singapore: an uncommon photodermatosis seen in a tertiary dermatology center over a 10-year period. Photodermatol Photoimmunol Photomed. 2004;20:101-4