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arborvitae Boletín del Programa de Conservación de Bosques de la UICN no.37 2008 Alimentos y combustibles: Los precios son más importantes que nunca –y es mucho lo que está en juego. 4 Artículo: La demanda mundial de tierras para la producción de alimentos, combustible y leña posiblemente conducirá a un acaparamiento de tierras a gran escala. 8 Alimentos del bosque: Un problema complejo que exige soluciones complejas. 11 © FAO/Satip Tongnukkokgroud Cuando usted envía 1 kg de carne alrededor del mundo, realmente está enviando unos 16,000 litros de agua. 6 Producción y conservación: Soluciones temporales en paisajes dinámicos.15 Agricultura y Productividad – imperativos para la conservación Contenido: 2 Editorial 3 Medios de vida y paisajes 4-6 Alimentos y combustibles: ¿dictarán el futuro de los bosques? Los riesgos de los altos precios de los alimentos. Biocombustibles –¿un desperdicio de espacio? ¿Qué nos espera? El futuro de la agricultura y su impacto en los bosques 7 Agricultores en los bosques: Los agricultores ‘ocultos’ en los bosques de Tailandia 8-9 Artículo: La convergencia de los mercados de alimentos, combustibles y fibras: impulsando el cambio en los bosques del mundo 10-11 Alimentos de los bosques: Los bosques y la seguridad alimentaria. La carne silvestre: ¿otra crisis alimentaria en ciernes? 12-15 Producción y conservación: Sistemas agrícolas biodiversos: la clave para reconciliar la agricultura y la conservación. Tierras secas –ni caso desahuciado ni cesta del pan. SENSOR: La previsión de los impactos sobre la sostenibilidad de las políticas europeas de uso del suelo. Aceptar el cambio: conservando la biodiversidad en paisajes productivos 16 Noticias sobre publicaciones | | | | | | | AV37 Este arborvitae también está en Ingles, francés y español en www.iucn.org/ forest/av Los lectores opinan: Si tiene comentarios sobre algo publicado en un número reciente de arborvitae, nos gustaría conocer su opinión, escribiendo a: jennifer. rietbergen@wanadoo.fr Estimada UICN, Los felicito por su número 36 de arborvitae sobre los enfoques de conservación forestal basados en los derechos. Ameritaría abordar la otra cara: las responsabilidades de las comunidades en la conservación forestal, y cómo ayudarlas a concretarlas. Atentamente, David Waugh Director, Loro Parque Fundación Islas Canarias, España Este es el último ‘arborvitaespecial’, Learning parte de una from Landscapes serie esporádica para analizar en profundidad algunos temas sobre conservación forestal. Esta edición, Aprendiendo del Paisaje, examina el uso de los enfoques paisajísticos para reconciliar objetivos de conservación y desarrollo. The IUCN Forest Conservation Programme 2008 editorial 2 news Editorial La comunidad conservacionista ha tendido a rehuir el abordaje de la productividad agrícola. Cuando mucho, han ofrecido palabras vagas sobre cómo el funcionamiento de los ecosistemas y la biodiversidad apuntalan la producción alimentaria y mensajes esperanzadores sobre nuevas soluciones para favorecer a los consumidores y la conservación; en el peor de los casos, han recurrido a una retórica “anti-producción”, advirtiendo que estamos en vías de repetir los errores de la agricultura del siglo XX. Evidentemente, se cometieron y siguen cometiéndose errores producto de políticas e incentivos mal concebidos que impulsan la conversión de grandes extensiones de bosques, el uso indiscriminado de plaguicidas y fertilizantes y captación excesiva de ríos y acuíferos. Empero, según el IFPRI, los aumentos en la productividad agrícola han disminuido la inseguridad alimentaria de 37 por ciento en 1970 a 17 por ciento actualmente. Ciertamente, sin los dramáticos aumentos logrados en estos 50 años, ahora necesitaríamos otros 300 millones de hectáreas –equivalente al 10 por ciento de la cobertura forestal actual– para alimentar a la población mundial. En el siglo XXI, los objetivos de conservación deben abordarse considerando la urgencia de AV37 AV36 July 2008 2008 garantizar la seguridad alimentaria para una futura población mundial de nueve mil millones de personas. El dilema es cómo hacerlo protegiendo también los ecosistemas, bosques y recursos hídricos. Conforme aflora el debate actual sobre la reducción de las emisiones de la deforestación y la degradación, la realidad es que el destino de los bosques y tierras agrícolas está entrelazado. La presión aumenta y amenaza la pérdida de biodiversidad y la capacidad de las cuencas hidrográficas para apoyar la seguridad hídrica. Las recientes alzas en el petróleo parecen ser parte de una tendencia a largo plazo, y la evolución de la economía de cómo satisfacer nuestras necesidades básicas de alimento y calor significa que la producción se extenderá a las tierras productivas marginales donde los riesgos de la conservación suelen ser mayores. Este número de arborvitae examina algunas de estas tendencias y sus efectos sobre los bosques. El mensaje parece claro –los conservacionistas tendrán que prestar más atención a la productividad agrícola y trabajar a través de la compartimentación sectorial para desarrollar estrategias futuras sostenibles y realistas. Stewart Maginnis y Mark Smith Stewart es Jefe del Programa de conservación de bosques de la UICN y Mark es Jefe del Programa de agua de la UICN noticias en breve This arborvitae special reviews best practices in assessing landscape values. It is based upon on-the-ground experiences of the Ecoagriculture Partners Landscape Measures Initiative and IUCN’s Livelihoods and Landscapes Initiative. arborvitaespecial Tanto este arborvitaespecial como las ediciones anteriores, pueden descargarse de la sección del Programa de Conservación de Bosques de www.iucn.org. ¿Exorcizando la hierba bruja? Los científicos del ICRISAT han avanzado en la lucha contra hierba bruja, o Striga, la mayor amenaza del cultivo de cereales en África. Se estima en US$7000 millones los daños anuales causados por la hierba bruja a los cultivos de sorgo, maíz, mijo y arroz. El Dr. Dionysious Kiambi, un genetista molecular del ICRISAT, informó, “A través de la selección asistida por marcadores, hemos determinado con precisión los segmentos del genoma del sorgo que confieren resistencia a Striga, transfiriéndolos a las variedades preferidas por los agricultores mediante selección genética convencional con resultados prometedores”. ICRISAT replicará sus resultados en granjas, y si tuvieran éxito, podrían ayudar a impulsar el rendimiento, la seguridad alimentaria y los ingresos agrícolas en África. Fuente: www.afrol.com, 8 agosto 2008 DGIS es la Dirección General de Cooperación Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores de los Países Bajos Ayuda para proteger los polinizadores: El FMAM implementó un nuevo proyecto de US$26,45 millones para proteger mejor a las abejas, murciélagos, mariposas y aves esenciales para la producción de cultivos. La disminución de importantes poblaciones de abejas es una de las principales preocupaciones. Se estima que el 35 por ciento de los cultivos del mundo depende de los polinizadores (que hasta incluyen mosquitos), lo que hace a agricultores y consumidores sumamente dependientes de estas especies. Fuente: www.enn.com, 11 agosto 2008 Bosque devuelto en Australia: En agosto, Canberra entregó la porción restante más grande del bosque lluvioso tropical de Australia a sus tradicionales propietarios aborígenes. Los 1800 kilómetros cuadrados del McIlwraith Range, que anteriormente eran tierras de pastoreo en arrendamiento, serán prestados al Gobierno como parque nacional, administrado conjuntamente por grupos indígenas locales y guarda parques estatales. Fuente: www.planetark.com, 7 agosto 2008 medios de vida y paisajes 3 AV37 2008 Sylvia Mutonyi-Hutchinson Agricultura y conservación – buscando vínculos positivos en Uganda Sembrando coles cerca del Parque Nacional del monte Elgon Barbara Nakangu y Edmund Barrow de la UICN explican un proyecto para promover medios de subsistencia rurales contribuyendo a conservar un parque nacional. El ecosistema del Monte Elgon al este de Uganda es uno de los sitios de la iniciativa Medios de vida y paisajes de de la UICN. Aquí la iniciativa trabaja con el pueblo Benet –un grupo étnico cuyos medios de subsistencia han estado directamente relacionados con el Monte Elgon por siglos. Los Benet habitaban el bosque mucho antes de declararse reserva forestal. Tenían huertas, pastoreaban ganado, recolectaban plantas medicinales y alimentos y cazaban animales. Casi todo se hacía en forma sostenible, aunque aumentaban las presiones sobre uso del suelo. Empero, esto se terminó en 1983 cuando el Gobierno de Uganda declaró Parque Nacional al Monte Elgon y decidió desalojar y reasentar al pueblo Benet fuera del bosque. Las recientes presiones de población y uso del suelo entre las comunidades rurales han intensificado los conflictos sobre la utilización de recursos dentro del paisaje del Monte Elgon. La sobreexplotación en zonas en las que fueron reasentados los Benet ha dado lugar a una severa deforestación, degradación del suelo, deslizamientos de tierra, inundaciones repentinas y sedimentación de los cuerpos de agua. Como resultado, los Benet enfrentan frecuentes pérdidas de cosechas, aumento de la escasez alimentaria y reducción de la fertilidad del suelo. También carecen de recursos energéticos vitales como leña, y sus opciones de sustento se han reducido. Estos impactos, a su vez, han catalizado la invasión y degradación de los recursos del Parque Nacional del Monte Elgon, así como los recursos naturales fuera del área protegida, propiamente dentro del paisaje de los Benet. Dentro de esta compleja situación, Medios de vida y paisajes pretende promover una interacción positiva entre el desarrollo de medios de subsistencia sostenibles y procesos de conservación del paisaje. Algunas de las actividades acometidas incluyen: promoción de la conservación de suelos y agua y la gestión integrada de la fertilidad del suelo: La iniciativa y sus asociados apoyarán las comunidades locales para mejorar la productividad mediante la conservación de suelos y agua y la gestión integrada de la fertilidad del suelo. Capacitando a los agricultores en técnicas de conservación de suelos y agua, se promoverá la plantación de árboles indígenas y útiles como variedades medicinales y frutales. apoyo a actividades generadoras de ingresos para mujeres para promover la restauración y productividad de la tierra: Junto con las organizaciones comunitarias locales KACODA y KADLACC, promoverán actividades que ayuden a las mujeres a aumentar sus ingresos e invertir en conservación y en medios de subsistencia, incluyendo artesanía y huertos hortícolas. En cuanto a la artesanía, podrán usar las materias primas obtenidas del PN mediante acuerdos de gestión conjunta con la Autoridad de PN. También se reforzará su capacidad para evaluar y responder a las oportunidades de mercado. promoción de árboles multipropósito idóneos: Dada la aguda escasez de tierras y la competencia por sus usos, la iniciativa trabaja con el gobierno local para promover árboles multipropósito que producen bienes y servicios como ingresos, forraje, alimentos, mejoramiento de la fertilidad del suelo, etc. Se pondrá énfasis en especies probadas y adaptadas, incluyendo aguacates, cítricos, maracuyá y especies indígenas como Prunus africana, de importancia mundial para la cura del cáncer de próstata. El paisaje del Monte Elgon necesita facilitar los medios de vida de la población rural para continuar proporcionando beneficios de conservación para las generaciones presentes y futuras. Los objetivos de conservación y de medios de vida están entrelazados -y deben apoyarse mutuamente. Medios de subsistencia y paisajes y sus asociados ayudan a afianzar esos vínculos. Contacto: Barbara Nakangu, Barbara.nakangu@iucn.org 4 alimentos y combustibles: ¿dictarán el futuro de los bosques? AV37 2008 © FAO/Giulio Napolitano Los riesgos de los altos precios de los alimentos Los precios ascendentes de la carne amenazan los bosques David Kaimowitz de la Fundación Ford analiza los posibles costos de los altos precios de los alimentos para la conservación forestal. Entre más rentable sea la cría ganadera y la siembra de cultivos en zonas actualmente cubiertas de bosques, mayor será la probabilidad de desaparición de los bosques. ¡Así de simple! En los últimos cuarenta años, los precios internacionales de los alimentos disminuyeron constantemente. Mala noticia para los agricultores pero buena para los bosques. Los rendimientos de la agricultura fueron tan bajos que habría desaparecido por completo de muchas regiones tropicales de no ser por los subsidios y el hecho de que muchas familias rurales pobres no tenían otra opción. Esos días desaparecieron. Los mercados emergentes para biocombustibles y mas alimentos en China, Brasil e India han disparado la demanda de productos alimenticios, mientras que décadas de abandono de la agricultura y mala gestión de los recursos han mantenido baja la oferta. Y así, los precios de los alimentos están por las nubes. Eso hace más rentable quemar bosques que criar ganado y cultivar soya en la Amazonía, y sembrar palma aceitera en el sudeste asiático y Centroamérica; y eventualmente puede conducir a la expansión de caña de azúcar, maíz y otros cultivos en los mas reconditos bosques. Los altos precios del maíz encarecen su uso para producir pollos, huevos, leche y carne, y puede estimular el regreso a sistemas de ganadería extensiva que utilizan grandes extensiones de pastizales para alimentar al ganado, en lugar de maíz. Todo esto dificultará la conservación forestal y elevará el costo para reducir las emisiones de carbono reduciendo la deforestación. Y será más difícil defender las grandes áreas protegidas carentes de arraigo en las culturas y economías locales. Teóricamente, el nuevo contexto podría también abrir nuevas oportunidades para promover pequeñas explotaciones viables con sistemas de producción diversificados y ecológicos, sobre todo dados los elevados precios de los combustibles y fertilizantes. Las pequeñas granjas con cultivos perennes, arboledas, barbechos de bosque, árboles en cultivos y pastos, y el limitado uso de agroquímicos puede mantener mucho más biodiversidad de lo que se cree. Sin embargo, ello requiere políticas de desarrollo agrícola más dinámicas y equitativas. Para desarrollar estrategias eficaces para conservar la biodiversidad y otros recursos naturales y mejorar los medios de vida rurales en el nuevo contexto se requiere información y análisis de alta calidad. Entre los aspectos más problemáticos del decreciente interés en asuntos de naturaleza agrícola y rural en décadas recientes, ha sido una marcada reducción en la recolección de datos e investigación sobre las zonas rurales y el número de personas capacitadas y motivadas involucradas en esos campos. Como resultado, vamos a ciegas basándonos en gran parte en nuestra tradicional y recuerdos convencionales sobre el funcionamiento de las cosas en el pasado, y nuestra manera de pensar no se ha alineado con la velocidad del cambio. Los altos precios de los alimentos, aunado al efecto acumulativo de las tendencias a largo plazo en las sociedades rurales, plantean nuevos retos y oportunidades. En su mayoría los ambientalistas no entienden bien estos aspectos y están mal preparados para abordarlos. El antiguo enfoque de simplemente limitarse a establecer más y más grandes parques será más costoso y con menos probabilidades de éxito. Lo mismo es cierto de las estrategias basadas en consideraciones puramente biológicas o ecológicas. Los precios son más importantes que nunca –y los riesgos muy altos. Contacto: David Kaimowitz, D.Kaimowitz@fordfound.org. AV37 2008 alimentos y combustibles: ¿dictarán el futuro de los bosques? 5 Biocombustibles – ¿desperdicio de espacio? A nivel mundial, la productividad agrícola ha aumentado notablemente en estos cincuenta años. Pese a una duplicación de la población mundial, la producción de alimentos per cápita ha aumentado en un 30 por ciento desde 1960, impulsada por tecnologías mejoradas –plaguicidas, fertilizantes, riego y variedades mejoradas. En el decenio de 1950 se observaron “revoluciones verdes” en la productividad de los granos pequeños (trigo, maíz, arroz) en Europa y EE. UU., y en Asia en el decenio de 1970, mientras que los rendimientos en América Latina han aumentado más constantemente. Sólo África subsahariana no ha experimentado un aumento suficiente de la productividad –aquí ha disminuido la disponibilidad de alimentos per cápita. Son muchas las razones, y la subinversión agrícola es una de las principales. Nuestra capacidad para alimentar a la creciente población mundial puede peligrar no sólo por las amenazas a la base de recursos naturales (principalmente por el sobrepastoreo, la gestión insostenible de la tierra y la deforestación), sino también por dos importantes tendencias. La primera es el espectacular aumento del consumo mundial de carne y otros productos de origen animal. El crecimiento económico en países como India y China está generando cambios en la dieta, a medida que más personas pueden permitirse el lujo de comer carne. La industria láctea también está en auge –India es el mayor productor actual de lácteos. Esta tendencia demanda más granos y tierras agrícolas; para producir un kilogramo de carne vacuna se requiere ocho kilogramos de trigo. Esto no es de fácil “abordaje” y de continuar así, la “seguridad de los alimentos para animales” puede convertirse en grave problema. También está ejerciendo presión sobre la seguridad alimentaria conforme aumenta la competencia por buenas tierras agrícolas. Sin embargo, utilizando agricultura sofisticada en las mejores tierras, el problema puede superarse. La segunda tendencia que está minando la seguridad alimentaria mundial es el actual auge en la producción de biocombustibles. Impulsada en gran medida por los crecientes precios del petróleo, la rápida expansión de la producción de cultivos para biocombustibles IUCN Photo Library © IUCN/Jeffrey McNeely Rudy Rabbinge de la Universidad de Wageningen, Países Bajos, argumenta que el auge de los biocombustibles es un paso atrás en nuestros esfuerzos para aumentar la productividad agrícola. La invasión del maíz en los bosques. El uso actual más valioso del maíz es como materia prima para la producción de etanol, no como alimento o pienso para ganado es también responsable del aumento en los precios de los alimentos conforme el uso del suelo cambia de alimentos a combustibles. Las políticas gubernamentales en EE. UU. y Europa también están detrás de estas tendencias, debido al establecimiento de cuotas o subsidios para biocombustibles. El uso actual más valioso del maíz es como materia prima para etanol, lo que está presionando hacia el alza el precio de estos cultivos básicos, con ramificaciones generalizadas para los consumidores en todo el mundo. Nótese que, igual que con la producción ganadera, la producción de biocarburantes es un uso relativamente ineficiente del suelo y una conversión despilfarrada de energía solar. En los Países Bajos, por ejemplo, para cumplir con la meta de la UE de un 5,7 por ciento de uso de biocarburantes en el transporte, se requeriría 1,4 millones de hectáreas de colza –esa misma cantidad de petróleo podría cubrir los costos energéticos del consumo alimenticio diario de 100 millones de holandeses. Observando el rendimiento por unidad de área de producción de diversos productos agrícolas, el combustible representa el uso menos valioso del suelo. Con base en su rango de valor por hectárea, los productos agrícolas se clasifican en el siguiente orden: productos farmacéuticos, fragancias, sabores, flores, frutas, hortalizas, cultivos de alimentos, forraje, fibras y combustibles. Esto refleja que los agricultores comerciales que buscan maximizar la productividad económica de sus tierras harían mejor cambiando a cultivos de productos farmacéuticos de alto valor y uso intensivo del suelo en vez de los cultivos para biocombustible. Ello también aliviaría la presión sobre la producción de cultivos para alimentos –con evidentes beneficios para la seguridad alimentaria mundial– y para los bosques. Contacto: Rudy Rabbinge, rudy.rabbinge@wur.nl 6 alimentos y combustibles: ¿dictarán el futuro de los bosques? AV37 2008 ¿Qué nos espera? El futuro de la agricultura y su impacto en los bosques En julio, el WBCSD, con el apoyo de la UICN, publicó el informe Agricultural Ecosystems: Facts and Trends (disponible en www.wbcsd.org) que resume el estado de la agricultura mundial y los desafíos que se avecinan. Jamie Gordon de la UICN conversó con Eva Haden, coordinadora del proyecto, sobre algunos asuntos tratados y sus posibles repercusiones futuras para la agricultura y los bosques. El bosque en un paisaje mixto puede hacer mucho por la agricultura: conservar los parientes silvestres de plantas cultivadas; garantizar el suministro de agua, proporcionar suplementos dietéticos. ¿Qué puede contribuir la agricultura en términos de una mejor utilización y conservación forestal? Las buenas prácticas agrícolas pueden contribuir, directa o indirectamente, a la salud y conservación forestal, como por ejemplo, produciendo más alimentos con menos tierra y, así, reducir la presión de la conversión de la tierra, estableciendo hábitats silvestres, usando labranza mínima, utilizando cultivos más eficientes en términos del agua y maximizando el reciclaje de nutrientes en las granjas. Pero estos beneficios pueden extenderse a otros ecosistemas no forestales como humedales y ecosistemas urbanos. ¿Tiene sentido promover la producción de biocombustibles frente a un panorama de aumento en los precios de los alimentos y presión sobre la tierra de alta biodiversidad que nos queda? La producción de biocarburantes no es la única razón del aumento de los precios de los alimentos. En 2007-2008, sólo el 5 por ciento del uso mundial de cereales se destinó a la producción de biocarburantes, en comparación con el 83 por ciento para alimentos y piensos. Evidentemente, hay competencia por el uso del suelo para la provisión de combustible, alimentos, fibras y productos forestales, pero la producción de biocarburantes debe ser parte de las preocupaciones de cualquier sistema de gestión agrícola. Esto significa que las preocupaciones sobre la biodiversidad son las mismas, y también se necesita sistemas de gestión agrícola y enfoques de administración para la producción de biocarburantes, como la gestión integrada de cultivos y la agricultura de conservación. Usted señala que la expectativa de que los agricultores “conserven el suelo, mejoren la biodiversidad y protejan las fuentes hídricas” podría suponer una compensación. Estamos comenzando a ver el impacto de los pagos por servicios ambientales (PSA) en la gestión forestal. ¿Ha habido también avances en la agricultura? Sí los hay, y me gustaría referirme al informe de FAO de 2007 “El estado de la agricultura y la alimentación” que se centra en el pago por servicios ambientales. Más allá de la provisión de servicios como alimentos (por los que la mayoría ya paga), servicios como la polinización y el Y cuando envía 1 kg de carne alrededor del mundo, en realidad está enviando unos 16,000 litros de agua. suministro de agua potable están siendo valorados y pagados en algunos casos. Un ejemplo conocido es el de Vittel (Nestlé Waters) que paga a los agricultores locales en Francia por utilizar menos nitratos y plaguicidas para garantizar que el agua potable aguas abajo pueda ser embotellada. También el valor de las abejas para la polinización en la agricultura de EE. UU. representa más de US$146,000 millones –y a medida que las abejas escasean, han aumentado significativamente los costos de los apicultores (recomiendo el episodio 1 de Nature Inc. [www. natureinc.org/fruit.htm]. Como importante proveedor y beneficiador de los servicios de los ecosistemas, los ecosistemas agrícolas seguramente estarán cada vez más involucrados en tales acuerdos en el futuro. Por último, a nivel de políticas, la alineación del pensamiento entre los sectores silvícolas y agrícolas no será tarea fácil y este año vimos colapsar la Ronda de Doha en Ginebra. ¿Cuáles son los desafíos normativos que tenemos por delante? Lidiar con los marcos reguladores de políticas es complicado, y creo que el fracaso de esta Ronda de Doha no es bueno para nadie. Ahora, si empezamos a añadir el elemento de los ecosistemas a estas decisiones sobre políticas, aumentará la complejidad. Tomemos, por ejemplo, el agua: Usted necesita poco más de un litro de agua para producir una caloría de alimento. Y cuando envía 1 kg de carne alrededor del mundo, en realidad está enviando unos 16,000 litros de agua. En el documento del WBCSD “Water Scenarios to 2025”, apuntamos que para el 2020 podría haber un “virtual comercio de agua” similar al del carbono. De hecho, eso podría ser una buena noticia para algunos de los agricultores más pobres del mundo asentados en regiones con abundante agua… Contacto: haden@wbcsd.org AV37 2008 agricultores en los bosques 7 Los agricultores “ocultos” en los bosques de Tailandia impacto, orientadas a la subsistencia y a los bosques de producción agrícola, especialmente prácticas de cultivos de rotación con barbecho largo. Se dejó de lado la intensificación agrícola y la comercialización. Andrew Walker La segunda razón es que muchos activistas se basaron en opiniones anti-comerciales y consideraron que el individualismo del mercado socavaba las formas comunales de gestión de los recursos que defendían. Inevitablemente, se centraron en aspectos de la gestión local de recursos en los que sobresalían acuerdos no comerciales y acuerdos comunales, como la gestión de los “bosques sagrados” o la regulación de tierras en barbecho. Estaban menos interesados en el sector agrícola en general, en el que prevalecía la propiedad y gestión familiar individual. Siembra de ajo en una zona forestal Andrew Walker de la Universidad Nacional de Australia examina los motivos del fracaso de una campaña de silvicultura comunitaria en Tailandia. La mayoría de quienes habitan en o cerca de los bosques de Tailandia son agricultores que cultivan arroz para consumo familiar y dependen de varios cultivos comerciales y del trabajo lejos del hogar para atender los gastos familiares. Empero, millones carecen de titulación porque cultivan dentro de zonas declaradas reserva forestal, parque nacional, zona de conservación de vida silvestre, o cuenca protegida. Esta falta de tenencia formal resulta en restricciones reguladoras y créditos onerosos o inalcanzables. Tanto ONG como activistas académicos, convencidos de que las personas y los bosques pueden coexistir, han librado una campaña para que se reconozca los derechos de tenencia local. Algún éxito se logró cuando, en 2007, el Gobierno tailandés aprobó una Ley Forestal Comunitaria. Empero, el artículo 37 de la Ley declaró: “se prohíbe vivir o cultivar en zonas forestales comunitarias”. Esto sólo sirvió para reforzar la demarcación entre la conservación forestal y la actividad humana y flaco favor le hizo a los agricultores en las reservas forestales. Los activistas reaccionaron con ira y desaliento y la ley está ahora impugnada ante el Tribunal Constitucional. Pero, ¿yacían las semillas de estas disposiciones restrictivas en la propia campaña forestal comunitaria? La campaña se caracterizó por lo que llamo “arborealización”, proceso por el cual los medios de subsistencia agrícolas se representan como medios de subsistencia forestal, en los que los agricultores se presentan como habitantes de los bosques, y, en última instancia, en los que los derechos de gestión forestal tienen prioridad sobre los derechos a las tierras agrícolas. Sugiero dos razones principales por las que los activistas adoptaron este enfoque de arborealización. Primeramente, querían responder al argumento esgrimido por los organismos estatales de que la agricultura de Tailandia en zonas forestales es ambientalmente destructiva. En lugar de cuestionar su base científica, respondieron destacando selectivamente formas de bajo Pese al argumento de que la gente y los bosques pueden coexistir, la campaña se centró principalmente en la gestión forestal comunitaria, en lugar de los derechos de los agricultores a las tierras agrícolas. Las complejas realidades de los sistemas agrícolas contemporáneos simplemente no se ajustaban a la imagen que la campaña proyectaba de la arborealización de los medios de subsistencia rurales. Hasta las mejor intencionadas reformas al sector forestal serán insostenibles si no se basan en una comprensión realista de la forma en que la gente utiliza la tierra, el agua y los recursos forestales. La campaña tailandesa defendió los derechos de las personas en términos de una imagen selectiva de sus medios de subsistencia. Esto se ha convertido en una camisa de fuerza reguladora. Cuando una legislación para fortalecer los derechos a los recursos de los agricultores que habitan los bosques termina declarando ilegal la agricultura en esos mismos bosques, algo está mal. Andrew Walker es coautor (con Tim Forsyth) de Forest Guardians, Forest Destroyers: The Politics of Environmental Knowledge in Northern Thailand (University of Washington Press, 2008). El concepto de “arborealización” se examina en detalle en el documento de Andrew, de 2004, ‘Seeing farmers for the trees: community forestry and the arborealization of agriculture in northern Thailand’, Asia Pacific Viewpoint, 45: 311324. Contacto: Andrew Walker, andrew.walker@anu.edu.au. AV37 2008 8 articulo La convergencia de los mercados de alimentos, combustibles y fibras: impulsando el cambio en los bosques del mundo Demanda convergente, mercados que confluyen La convergencia de la demanda mundial por tierra para producir alimentos, fibras y combustibles puede conducir a un acaparamiento de tierras a gran escala, y los bosques son blanco fácil. Ciertamente, los bosques irán siendo convertidos a uso agrícola industrial para satisfacer estas crecientes demandas. Conservadoramente, la demanda futura de tierra será de por lo menos 515 millones de hectáreas: 200 para la agricultura, 290 para la producción bioenergética (incluyendo leña), y 25 para plantaciones industriales de árboles. Después de considerar las zonas construidas, tierras cultivadas, bosques, zonas sin vegetación, parques, montañas y praderas para la producción de carne, sólo queda entre 250 y 300 millones de hectáreas disponibles para producir biomasa. Los otros 200 millones de hectáreas necesarias para satisfacer la demanda futura sólo pueden provenir de los bosques (véase http://cofi.org/library_and_resources/ annual_convention/2008/pdf/Don%20 Roberts%20-%20CIBC%20World%20 Markets.pdf). La expansión mundial de biocarburantes se ve impulsada por crecientes preocupaciones sobre las consecuencias ambientales, económicas, y la seguridad nacional y política. Estas preocupaciones están también detrás de los ambiciosos objetivos para el uso de biocarburantes establecidos por muchos países, incluyendo algunas de las economías más grandes. China contará para 2020 con una capacidad de 30,000 MW de generación energética alimentada por biomasa. Consciente de la necesidad de no dejar que la producción de biocarburantes desplace la de alimentos, China está apoyando la producción de etanol celulósico –usando materia prima a base de madera o pasto, en lugar de maíz o caña de azúcar. También ha destinado 13,3 millones de hectáreas de tierras marginales para apoyar el sector bioenergético. En Brasil la producción anual de etanol de caña de azúcar crecerá de 18,000 millones de litros en 2006 a más de 40,000 millones en 2015. En Indonesia, la industria del aceite de palma ya tiene 6,5 millones de hectáreas de plantaciones en Sumatra y Kalimantan, estimándose que llegará a 16,5 millones de hectáreas en 2020. Y por último, a raíz de la rápida expansión impulsada por una combinación de subsidios y objetivos de contenido mínimo de combustible renovable, EE. UU. es actualmente el mayor productor de biocombustibles, principalmente de maíz. Debido a que alimentos y fibras son ahora convertidos en combustible en tan gran escala, una forma de entender el significado del “auge de biocarburantes” es considerando la convergencia de los mercados para estos tres grupos de productos. Estos tres mercados convergerán en el sentido de que sus principales materias primas tenderán a comercializarse según su “equivalencia energética”. Así, como materias primas sustitutas para la producción de biocarburantes, el maíz y los pellets de madera tenderán a tener precios similares en el mercado mundial. Para el sector forestal, los biocarburantes representan un nuevo e importante usuario de madera, especialmente de calidad inferior. Esto aumentará la presión al alza de los precios de la madera hasta que, como es de esperar, alcance un precio mínimo legal © Stora Enso Don Roberts, Andy White y Sten Nilsson examinan los factores responsables de la creciente presión sobre la tierra, y especialmente sobre los bosques. que refleje su equivalencia energética. En gran parte de América del Norte, el precio de aserrín y virutas se duplicó entre 2005 y principios de 2007. Así como los costos de materias primas (que representan hasta un 80 por ciento de los costos de producción de biocarburantes), las otras variables clave que impulsan la economía de los biocarburantes son el precio del petróleo (el principal sustituto), las regulaciones (que estimulan la demanda) y la tecnología de conversión. Actualmente, todas ellas se encuentran en estado de cambio, especialmente el precio del petróleo. La explosión de los precios del petróleo de los últimos meses explica el creciente interés de los países desarrollados y en desarrollo por el establecimiento de objetivos y subsidios para la producción de biocarburantes. El uso de la madera en la producción de biocarburantes tiene la desventaja de costes de transformación más elevados respecto de otras materias primas como azúcar y maíz. Empero, están declinando. La madera tiene otras ventajas, incluyendo AV37 2008 articulo 9 Flora EcoPower está invirtiendo US$77 millones en Oromia, como parte de una compra de más de 13,000 hectáreas de tierra para biocarburantes. En Laos, Stora Enso recientemente encargó un estudio de viabilidad para el establecimiento de 35,000 hectáreas de acacia y eucalipto en las provincias de Savannakhet y Salavane. Esas grandes inversiones indican que estos son ahora sitios valiosos para las empresas extranjeras, pese a las distancias y los posibles riesgos políticos inherentes, lo que también incide en aumentos desmesurados en los precios de la tierra rural y forestal. Los nuevos mercados de carbono y su influencia en la silvicultura también implicarán riesgos, incluyendo: un renovado y mayor aumento de control estatal y “experto” sobre los bosques; apoyo a la lucha contra el pueblo y los modelos excluyentes de conservación forestal; violaciones a tierras tradicionales y derechos territoriales; contratos comunitarios desiguales y abusivos; y especulación y acaparamiento de tierras. A medida que escasea la tierra, es dudoso que la gestión de bosques naturales pueda ser competitiva frente a los sectores del combustible y la alimentación. Plantación de eucalipto en Brasil. La producción de biocombustibles a partir de la madera podría disparar las economías de los países en desarrollo –pero, ¿a qué precio? Se estima que se requerirán otros 20–25 millones de hectáreas de tierra para atender la demanda mundial en 2020. almacenamiento más prolongado y barato, costos de transporte más bajos, uso menos intensivo de insumos, y sistemas de recolección establecidos. Aunque los costes de capital aún son mayores para la transformación de la madera, los costos variables pueden ser menores, haciendo de la madera una materia prima competitiva. ¿Cómo afecta esto los bosques? Los aumentos de precio en las materias primas de madera deben estimular una mayor producción; se estima que se requerirán otros 20–25 millones de hectáreas de tierra para atender la demanda mundial en 2020. Empero, debido a posibles disminuciones en la oferta de tierras para la silvicultura, los efectos serán mayormente percibidos en el hemisferio sur donde precios inferiores de la tierra se combinan con un mayor rendimiento de las cosechas y menores costes de mano de obra. Esta es una oportunidad para las naciones con una ventaja biológica natural, que no ha sido factible en la agricultura tradicional por las restricciones comerciales. Ya hay amplia evidencia de este cambio. En los últimos años, la presión para desarrollar biocarburantes y aceites no alimentarios ha dado lugar a una explosión de plantaciones de propiedad extranjera en los países en desarrollo. Una empresa china, ZTE Internacional, se ha comprometido a invertir US$1000 millones para establecer una plantación de tres millones de hectáreas de biocarburantes en la República Democrática del Congo. En Tanzania y Mozambique, las suecas Atlas Copco y Sekab han anunciado planes para desarrollar más de 400,000 hectáreas de tierra para bioenergía. Un proyecto similar está en marcha en Etiopía; la empresa alemana Estos problemas pueden verse agravados a medida que la producción de materias primas para biocarburantes (de madera u otro tipo) esté en el “margen extensivo” de las zonas boscosas conforme la cosecha y la siembra se extiendan a regiones más remotas en respuesta al aumento en los precios absolutos de la madera. Esto puede no ser tan buena noticia para quienes dependen de los bosques, que suelen estar entre los más pobres, especialmente aquellos con derechos territoriales débilmente definidos. El cambio a la producción de biocarburantes los dejará vulnerables al desplazamiento. Contacto: Andy White, awhite@rightsandresources.org Don Roberts es director gerente de CIBC World Markets Inc., y dirige el equipo de investigación de productos de papel y forestales de CIBC; es también responsable del sector bioenergético y miembro de la Junta Directiva de la Iniciativa de Derechos y Recursos. Andy White es el coordinador de la Iniciativa de Derechos y Recursos, una coalición internacional dedicada a fomentar acciones globales sobre política forestal y reformas de mercado para aumentar la propiedad y el control familiar y comunitario, así como los beneficios de los bosques y los árboles. Sten Nilsson es director en funciones de IIASA, organización internacional de investigación científica multidisciplinaria, experto en el análisis del sector forestal internacional y global, y miembro de la Iniciativa de Derechos y Recursos. La UICN es parte de la coalición de la Iniciativa de Derechos y Recursos, que es coordinada por el Grupo de Derechos y Recursos. AV37 2008 10 alimentos de los bosques Los bosques y la seguridad alimentaria Credit: © FAO/Roberto Faidutti. ingresos de los bosques son importantes para ayudar a los pobres a “enfrentar” la pobreza (alivio de la pobreza), es poco probable que puedan proporcionar una vía para salir de la crónica pobreza y escasez alimentaria a largo plazo (reducción de la pobreza). Por lo tanto, debemos cuidarnos de la dependencia de fuentes alimentarias y de ingresos de tan bajo valor que pueden convertirse en trampas de pobreza. Las intervenciones deben diseñarse para complementar y no socavar la capacidad de los hogares para satisfacer algunas de sus necesidades a través de su propia producción e ingresos. Venta de karité a la vera del camino, Burkina Faso. Los productos forestales pueden ser una importante fuente de ingreso familiar. Mike Arnold examina los vínculos entre los ecosistemas forestales y la seguridad alimentaria. Los vínculos entre los bosques y el acceso de los hogares rurales pobres a los alimentos son numerosos, e incluyen los impactos ambientales indirectos de los bosques en la capacidad de la tierra para producir alimentos. Más directamente, los bosques y los árboles son la fuente de una variedad de alimentos que completan y complementan lo que se obtiene de la agricultura y de una amplia gama de medicamentos y otros productos que contribuyen a la salud y la higiene. Los productos forestales no sólo llenan los vacíos estacionales y cíclicos de la disponibilidad de alimentos, sino que también actúan como una red de seguridad en tiempos de escasez por sequías, inundaciones, enfermedades, etc. El acceso a combustibles de madera afecta la disponibilidad de los alimentos cocinados. La venta de alimentos y otros productos forestales puede contribuir a los ingresos de los hogares en situación de riesgo nutricional, mejorando su capacidad para comprar alimentos e insumos en sus sistemas de producción alimentaria. A medida que las poblaciones han crecido y la agricultura se ha extendido a las zonas forestales, los alimentos y otros productos forestales provienen cada vez más de poblaciones de árboles y hábitats dominados por árboles que coexisten con la agricultura, así como de bosques cerrados. El barbecho forestal, la explotación de arbustos, los árboles que los agricultores mantienen o establecen en su tierra, y los recursos arbóreos en otras tierras, se han convertido en importantes fuentes de alimentos del bosque, combustibles e ingresos. Si bien la investigación sobre los ecosistemas y la seguridad alimentaria para la población rural pobre es limitada, el caso parece sólido para que las organizaciones conservacionistas trabajen en estos vínculos. Empero, pueden ser bastante complejos. Aunque es sabido que los alimentos e La comprensión del contexto local es primordial. Las iniciativas para aumentar la productividad y utilidad de los alimentos silvestres deben centrarse en las necesidades nutricionales y sanitarias de los usuarios, y en los cambios en dichas necesidades. El uso de alimentos forestales continúa siendo importante y creciente. Cuando declina puede reflejar la disponibilidad de mejores alternativas, cambios culturales, agotamiento de los recursos, erosión de los conocimientos tradicionales, o reducción de la disponibilidad de mano de obra y otros derechos para utilizar dichos recursos. El acceso es tan importante como la disponibilidad, y el acceso de los pobres a los recursos que pueden producir alimentos e ingresos forestales es todavía muy limitado por la debilidad e ineficacia política y los arreglos institucionales en apoyo del control local y la gestión forestal. Así, una amplia participación en este sentido exigiría el abordaje de estas limitaciones. Se debe ampliar la investigación sobre los vínculos entre los ecosistemas y la seguridad alimentaria para promover políticas y prácticas más sostenibles. Esta investigación será más eficaz si se diseña como parte de una estrategia general de medios de subsistencia para mejorar el bienestar de los hogares rurales pobres. Contacto: Mike Arnold, jem_arnold@yahoo.co.uk Mike es un consultor independiente y este artículo se basa en un documento preparado anteriormente para la UICN: “Managing Ecosystems to Enhance the Food Security of the Rural Poor: A Situational Analysis prepared for IUCN”.[http://cmsdata.iucn.org/downloads/ managing_ecosystems_to_enhance_the_food_security_of_ the_rural_poor__mike_arnold_final.pdf]. Para información adicional, sírvase contactar a Georgina Peard, Oficial de Conservación y Reducción de la Pobreza, georgina.peard@ iucn.org AV37 2008 La carne silvestre: ¿otra crisis alimentaria en ciernes? Robert Nasi de CIFOR pide un pensamiento más razonado para abordar el tema de la carne silvestre. ¿Qué es la “crisis de la carne silvestre”? Históricamente, la presión de la caza ha contribuido a la extinción de muchas especies (ballena franca, alca, zarapito boreal, paloma viajera…). Investigaciones recientes sugieren que la escala actual de caza en los bosques tropicales conducirá a la extinción de muchos mamíferos del bosque, y que la desnutrición aumentará considerablemente si esto no se resuelve pronto. Quienes más sufrirán los efectos de la disminución de los recursos de fauna silvestre son los millones de personas de África, América Latina y Asia que viven en los bosques y sus alrededores. Ellas suelen ser las pobres y marginadas, que por lo general carecen de educación y habilidades para encontrar otros empleos y acceder al capital o a los mercados agrícolas para encontrar medios alternativos de subsistencia o de fuentes alimentarias. ¿Cómo llegó a esto? La crisis de la carne silvestre es ante todo el resultado de la gestión insostenible de los recursos comunes por falta de marcos adecuados de gobernanza y políticas. Para la población rural sin acceso a capital, tierras o ganado, la cosecha de la carne silvestre a menudo ofrece el mejor retorno a la mano de obra. La carne de animales silvestres es fácilmente comercializada y transportada, cuesta poco preservarla, y tiene un alto valor respecto del peso. Y actualmente hay más acceso a los bosques y armas de fuego. En muchos casos, las políticas diseñadas para abordar el problema rayan en lo absurdo. En África Central, las leyes reconocen los derechos de los usuarios y permiten la caza tradicional pero prohíben, entre otras cosas, la caza durante la noche o con trampas metálicas, proscribiendo de manera efectiva la mayoría de las prácticas de caza locales. Las políticas son a menudo débiles porque se basan en investigaciones deficientes. Los vínculos entre el comercio de la fauna silvestre y los medios de subsistencia o las funciones de los ecosistemas son mal comprendidos o ignorados. Y la investigación se ve también comprometida por su frecuente asociación con grupos defensores del bienestar de los animales que no representan los intereses locales. ¿Y ahora qué? La crisis de la carne de animales silvestres es un problema complejo que exige soluciones complejas. Para comenzar planteamos tres. alimentos de los bosques 11 En primer lugar, reconocer que distintos casos y especies requieren soluciones diferentes. Ha habido programas exitosos para reducir la caza a niveles sostenibles, la mayoría de los cuales han girado en torno a una combinación de parques nacionales, reservas comunitarias, cogestión con el sector privado y regulación de la oferta. Por ejemplo, en Sarawak (Malasia), la Ordenanza de protección de la vida silvestre de 1998, prohibió todas las ventas comerciales de fauna silvestre, permitiendo a la población local la caza para su propia subsistencia. La ley fue ampliamente promovida, enérgicamente aplicada (en los mercados, tiendas de artesanía, tiendas de mascotas y restaurantes) y ha demostrado ser muy eficaz. Esto, sin embargo, es sólo un ejemplo, y lo que es bueno para Pedro no necesariamente lo es para Pablo. En muchos casos, las políticas diseñadas para abordar el problema rayan en lo absurdo. En segundo lugar, existe una urgente necesidad de eliminar el estigma sobre la carne silvestre. El aura de ilegalidad no es de mayor ayuda para el proceso de políticas, y está impidiendo una buena evaluación de las necesidades de gestión. Para legitimar el debate, debe separarse los intereses comerciales de los empresarios que practican una actividad ilícita con alto valor comercial (cuernos de rinoceronte o huesos de tigre) de los esfuerzos de las poblaciones rurales pobres para explotar lo que, para muchos, puede ser la única fuente de ingresos o alimento para sus familias. En tercer lugar, en términos de legitimidad, la resolución de la crisis de la carne silvestre sólo puede ser el producto de estrategias dirigidas a reforzar los derechos locales. Argumentar que el problema de los medios de subsistencia es más apremiante que los problemas de conservación no es sino reconocer que las decisiones sobre cuáles recursos conservar y consumir serán tomadas, en última instancia, por aquellos cuyas vidas se ven directamente afectadas por el recurso y cuyo mejor interés es la gestión sostenible de los recursos. Actualmente, quienes explotan los recursos de vida silvestre tienen poca capacidad o incentivo para gestionarlos sosteniblemente. Debemos proporcionar un marco aceptable para esta actividad económica que respalde las culturas locales y deje las decisiones en manos de la población local. Sólo confiriendo al cazador local el derecho a decidir qué, dónde y cómo puede cazar –así como los conocimientos necesarios para comprender las consecuencias de sus decisiones– podrá abrazar su responsabilidad para la caza sostenible. Contacto: Robert Nasi, r.nasi@cgiar.org. Para mayor información, véase Nasi, R.; Brown, D.; Wilkie, D.; Bennett, E.; Tutin, C.; van Tol, G.; Christophersen, T. 2007. Conservation and Use of Wildlife-Based Resources: The Bushmeat Crisis. Secretaría del CDB, Montreal, y CIFOR, Bogor. Technical Series no. 33.http://www.cbd.int/doc/ publications/cbd-ts-33-en.pdf AV37 2008 12 producción y conservación Sistemas agrícolas biodiversos: la clave para reconciliar la agricultura y la conservación © M. Hermann/Bioversity International. de los bosques siempre han cosechado especies silvestres para su uso y para la venta. Estos esfuerzos, sin duda, pueden mejorarse con investigación y desarrollo. Las cadenas de mercado, por ejemplo, suelen hacer poco para apoyar a los productores primarios. La selección de mejores especímenes y quizás mejorando su cultivo y cosecha –los primeros pasos hacia la domesticación– puede mejorar los rendimientos e ingresos, que a su vez añade valor a los bosques y ayuda a protegerlos contra la invasión y la destrucción. La biodiversidad trabaja para conectar a los productores de cacao con los chocolateros, para mejorar los ingresos locales y apoyar la diversidad de los árboles. Aquí los aldeanos hacen chocolate bajo la orientación de un experto chocolatero. Nunca habían saboreado su propio chocolate. Emile Frison, Directora General de Biodiversity International, destaca la importancia de la agricultura biodiversa para la conservación de la biodiversidad.. En casi todos los debates sobre la biodiversidad y la importancia de la conservación como asunto de interés propio, falta algo: la agricultura. Ciertamente, la agricultura suele verse como el enemigo de la biodiversidad. Además, poca atención se ha prestado a la diversidad de los ecosistemas agrícolas. En el pasado, la biodiversidad agrícola, incluyendo la importante diversidad contenida en los parientes silvestres de los cultivos y el ganado, ha sido considerada casi exclusivamente como fuente de características para mejorar variedades y razas. Esto sigue siendo cierto, pero la biodiversidad agrícola puede también ofrecer otros beneficios igualmente importantes. pero no el único. Los sistemas agrícolas diversos son mucho menos vulnerables a impactos externos, como plagas y enfermedades o perturbaciones climáticas. Como resultado, y especialmente en los entornos frágiles, donde los más pobres dependen de la agricultura, el uso más amplio de la biodiversidad agrícola puede prevenir la necesidad de someter más tierras silvestres a la producción. En esos entornos, es probable que la utilización de la biodiversidad para crear sistemas productivos y resilientes sea mejor que intentar introducir un sistema simplificado basado en mejores variedades y razas que –además– exige altos niveles de insumos para concretar su potencial y es más vulnerable a las conmociones. Una mejor nutrición basada en la diversidad de la alimentación es quizás el más obvio, La biodiversidad agrícola también ofrece oportunidades de ingresos. Los habitantes El cacao ofrece un bello ejemplo del aprovechamiento de la diversidad de árboles para mejorar los medios de subsistencia, y por ende, proteger los ecosistemas en los que crece. La demanda de nuevos e interesantes tipos de chocolate está explotando, y probablemente los pequeños agricultores serán la fuente de casi todo el cacao, ya que realmente no hay grandes economías de escala a recoger. En la actualidad, sin embargo, la transformación inicial de los granos es irregular y las conexiones entre los agricultores y los consumidores exigentes son débiles. Biodiversity ha estado trabajando con los pequeños agricultores para ayudarles a elevar la calidad de los granos, y con la industria para exponer a los chocolateros gourmet a la profundidad de la diversidad inmersa en las pequeñas explotaciones. Los agroecosistemas diversos también mejoran otras funciones de los ecosistemas con beneficios que trascienden las granjas, incluyendo una mejor polinización, mayor fertilidad del suelo, y reducción de la erosión. Confío en que con las nuevas ideas e investigaciones, ambos aspectos de la biodiversidad –el agrícola y el biológico– se reforzarán mutuamente y contribuirán al aumento sostenible de la producción que será esencial para nutrir el desarrollo humano y al mismo tiempo impedir la destrucción de los ecosistemas restantes. Contacto: Emile Frison, e.frison@cgiar.org AV37 2008 producción y conservación 13 Tierras secas – ni caso desahuciado ni cesta del pan recursos (agua, árboles, pasto, sal) que pueden cubrir grandes territorios. Comprender por qué hacen más hincapié en el ganado que en los cultivos. Entender su gestión en función de épocas secas y sequía. Aprovechar esos sistemas y apoyarlos con “conocimientos modernos y científicos” para mejorar la productividad y crear oportunidades de mercado. Agni Boedhihartono En las tierras secas existen oportunidades para el desarrollo sostenible: Cesta con bayas de jujube, un importante fruto de las tierras secas Masego Madzwamuse, Edmund Barrow y Caterina Wolfangel de la UICN consideran el potencial sin explotar de las tierras secas como paisajes productivos. Las tierras secas cubren más del 40 por ciento de la superficie terrestre y desempeñan un papel clave en la conservación de la biodiversidad y la alimentación del mundo. Muchos de los parques nacionales se encuentran en tierras secas; en Kenia más del 70 por ciento de los parques están en las zonas secas. Y, mientras estas suelen considerarse “tierras baldías”, realmente representan el 43 por ciento de las áreas cultivadas del mundo –incluyendo técnicas de cultivo inadecuadas que degradan el suelo y, en el caso del riego, dejan la capa freática agotada y salina. Al mismo tiempo, un porcentaje desproporcionadamente elevado de los 2 millones de personas que viven en las tierras secas carece de seguridad alimentaria –y esto corre el riesgo de acentuarse con el cambio climático. Empero, los gobiernos y la comunidad internacional han prestado poca atención a las tierras secas. La asistencia externa tiende a limitarse a ayuda humanitaria de corto plazo durante épocas de hambruna, o al desarrollo de soluciones simplistas que ignoran las duras realidades de las tierras secas. Parece que no hemos aprendido de los esfuerzos fallidos de la última mitad de siglo para llevar una “revolución verde” a las tierras secas. El hecho es que la producción agrícola será siempre una oportunidad limitada para estas zonas, habida cuenta de la precipitación baja, impredecible y errática y de que el agua superficial o subterránea es insuficiente para irrigación. Bien lo saben los pastores turkana de Kenia –cultivan algunas de las variedades de sorgo de más rápida maduración, pero incluso para ellos, el cultivo es oportunista; el ganado es su pilar. Los esfuerzos para asentarse en las tierras secas, para facilitar la prestación de servicios y apoyo, también han sido poco exitosos, y han contribuido a una mayor degradación ambiental dada la concentración de personas en zonas relativamente pequeñas, muy por encima de la capacidad de carga (para combustible, forraje, etc.) de las tierras circundantes. ¿Cuáles son los factores para el desarrollo exitoso de esas regiones? Primero, tenemos que respetar y aprovechar el inmenso conocimiento de la población local para la gestión de las tierras secas. Entender por qué tienen complejos sistemas de propiedad común para la gestión de la tierra y los Muchos productos naturales provienen de las tierras secas –y muchos son arbóreos. Incluyen gomas y resinas, aceites vegetales, pigmentos y muchos productos medicinales. Por ejemplo, Sudán es el mayor productor de goma arábiga, y las tierras secas del Cuerno de África producen la mejor calidad de incienso y mirra del mundo. Para el desarrollo de este tipo de productos se requiere el compromiso con mecanismos para la distribución equitativa de los beneficios, si han de contribuir a los medios de subsistencia locales. El mundo todavía necesita leche y carne –y el ganado en las tierras secas es el convertidor más eficiente de biomasa para uso humano (leche, carne). Cualquier mejora en la gestión ganadera pastoril debe basarse en y apoyar la gestión pastoril tradicional de la tierra y sistemas extensivos que incluyen pasteadores (ganado y ovejas) y ramoneadores (camellos y cabras). El pastoralismo es compatible con la conservación de la vida silvestre. Los pobladores de tierras secas deben estar en mejores condiciones de beneficiarse de la conservación a través de áreas conservadas por la comunidad y el turismo, y no tener sus mejores tierras alienadas en aras de la conservación. Los gobiernos deben reflexionar sobre el verdadero valor de las tierras secas en las estadísticas económicas y las cuentas nacionales, para que se les reconozca como tierras valiosas y no baldías. Una versión adaptada de este artículo se publicó en la web de la BBC: http://news.bbc.co.uk/1/hi/sci/ tech/7456973.stm 14 producción y conservación AV37 2008 Katharina Fricke SENSOR: La previsión de los impactos sobre la sostenibilidad de las políticas europeas de uso del suelo El paisaje de un estudio de caso de SENSOR, Estonia. David Edwards de Forest Research en Escocia describe nuevas herramientas para evaluar las opciones de políticas sobre uso del suelo en la UE. El potencial para conflictos entre la conservación forestal y la productividad agrícola puede verse influido significativamente por las nuevas políticas de la UE, como las reformas a la Política Agrícola Común (PAC) o la introducción de nuevos objetivos para energía renovable. Empero, las pruebas sobre los posibles impactos de estas políticas están lejos de ser completas. Para solucionar este problema, en los últimos cinco años la UE ha invertido fondos sustanciales en el desarrollo de un conjunto de modelos computarizados para apoyar la formulación de políticas para distintos sectores y en diferentes niveles estratégicos y escalas espaciales. los agricultores) y otros impulsores (como los precios del petróleo y los cambios demográficos), podrían repercutir en los patrones de uso del suelo en Europa durante los próximos 20 años, y a su vez el impacto de éstos en los valores de 40 diferentes indicadores de sostenibilidad (como empleo, PIB, y excedentes de nitrógeno). Para ayudar a interpretar estos cambios, los indicadores han sido ponderados y agregados para expresar los impactos en nueve “Funciones de uso del suelo”. Los valores actuales y futuros y la función de cada indicador se visualizan en los mapas de la UE, desglosados en 570 regiones administrativas. Un paso más adelante permite expresar la sostenibilidad de los riesgos de cada opción de política en términos del “espacio para opciones sobre sostenibilidad” que está disponible dentro de los límites legales, umbrales científicos y objetivos políticos, lo cual permite a los formuladores de políticas elegir la mejor opción y respaldar su elección con mejor evidencia. Se ha desarrollado y utilizado un prototipo de SIAT para analizar los impactos de las opciones para la reforma de la PAC. Los resultados preliminares sugieren que la liberalización (reducción del apoyo a los ingresos agrícolas y al nivel de protección de los mercados agrícolas de la UE) tendría un fuerte efecto negativo sobre la producción agrícola, los ingresos y los precios de la tierra. Los efectos variarían según las regiones, con zonas de ganadería intensiva reaccionando diferente a las regiones cultivables. Estos impactos son susceptibles de ser compensados por efectos positivos en otros sectores de uso del suelo. Empero, el retiro de tierras de la agricultura podría no conducir a valores más elevados de conservación forestal sin la implementación de políticas específicas. El segundo ámbito de políticas modeladas es la bioenergía, que permitirán al usuario evaluar los impactos de los cambios de tierras en barbecho a cultivos para biocombustible. Para cada área de política, los resultados de la herramienta se validan con los interesados directos locales en seis regiones de Europa, Una de las iniciativas más innovadoras y ambiciosas es y se está desarrollando una metodología para la futura “SENSOR” (“Herramientas para los efectos ambientales, sociales y económicos del uso multifuncional de la tierra en las participación de los interesados directos para uso junto con la regiones europeas”), un proyecto de cuatro años, coordinado herramienta. A medida que se modelen otros ámbitos de por el Centro Leibniz en Alemania, que ha reunido a equipos políticas dentro del SIAT, deberían ser de utilidad para una gama creciente de formuladores de políticas como herramienta de investigadores de 36 institutos en 15 países europeos, así de apoyo para decisiones y “debates” con base en la provisión como China, Brasil, Argentina y Uruguay. El objetivo es desarrollar “Herramientas para evaluación del impacto sobre la de una plataforma común para la participación crítica entre sostenibilidad” (SIAT) que apoyen la evaluación ex ante de las formuladores de políticas e interesados directos. Al hacerlo, SIAT puede ayudar a identificar conflictos potenciales entre nuevas políticas en seis sectores de uso del suelo: agricultura, los grupos de interés y resolverlos en una etapa temprana y silvicultura, conservación de la naturaleza, infraestructuras de no al cabo de 10 años. transporte, energía y turismo. SIAT utiliza “funciones de respuesta” para cuantificar la forma en que las variables clave que constituyen una determinada opción de política (por ejemplo, apoyo directo al ingreso de Para información adicional: contacte a David Edwards, david.edwards@forestry.gsi.gov.uk, o visite www.sensor-ip.eu. Forest Research (www.forestresearch.gov.uk) es el órgano de investigación de la Comisión Forestal del RU. AV37 2008 producción y conservación 15 Aceptar el cambio: conservando la biodiversidad en paisajes productivos Jamie Gordon y Stewart Maginnis de la UICN examinan las implicaciones de la conservación de la biodiversidad en paisajes dinámicos. Existe un dilema en torno a la gestión de paisajes productivos para la conservación de la biodiversidad. El clásico paradigma de la conservación es la creación de espacios de estabilidad institucional y socioeconómica en los que pueda dominar la dinámica biológica. El resultado espera asegurar la conservación permanente de especies y ecosistemas en un área protegida. Sin embargo, la conservación de la diversidad forestal en paisajes productivos implica la conservación donde la fluctuante dinámica institucional y socioeconómica tiene una influencia mucho mayor de lo que normalmente se puede tolerar en un área protegida. Ciertamente, la resiliencia de los paisajes productivos depende del constante ajuste de sus características biofísicas a esas dinámicas. La lógica de aceptar el beneficio de tal cambio es que también tenemos que aceptar que las partes de un paisaje cambiarán para mantener los valores de la biodiversidad. En cualquier parte de un paisaje los valores de la biodiversidad cambiarán con el tiempo. Una respuesta a esto podría ser la declaración oficial de áreas pequeñas como mini islas de permanencia de biodiversidad dentro de un paisaje de hábitats cambiantes dominados por el hombre. Esto podría funcionar, pero tiene sus problemas. En primer lugar, hay una cuestión de equidad. Las pequeñas islas de hábitat requieren que sus paisajes circundantes sean gestionados cuidadosamente para mantener su biodiversidad a largo plazo; los corredores biológicos son ejemplo de ello. Por tanto, los valores de la biodiversidad siempre tendrán que ser objeto de compensación en función de otros valores en otras partes del paisaje. En contraste, no se permitirán las compensaciones que pudieran favorecer la productividad en las áreas oficialmente declaradas. Y recuérdese que estos “otros” valores de producción no son abstractos –es probable que la productividad se relacione directamente con los alimentos sobre la mesa y el dinero para la matrícula escolar. Quién decide qué valores de la biodiversidad deben conservarse, y a qué costo para los medios de subsistencia de quiénes, de repente se convierten en cuestiones potencialmente divisivas con posibles consecuencias negativas. Si los agricultores descubren que sus bosques generadores de ingresos serán permanentemente protegidos, es probable que esto provoque resistencia y desincentivo para continuar la regeneración forestal. Luego viene un asunto práctico. ¿Tenemos realmente los recursos para proteger permanentemente los nichos de hábitat con una alta diversidad en todos los paisajes contra los impredecibles cambios sociales y económicos? La falta de valores de mercado para los recursos de la biodiversidad siempre los hará una inversión poco atractiva cuando, por ejemplo, los crecientes precios de los alimentos y combustibles ejercen presión sobre los recursos. Quizás debemos aceptar que los valores de la biodiversidad en un paisaje mixto no siempre deben verse como “no negociables”, sino más bien como parte del conjunto temporal y espacialmente fluctuante de compensaciones en el que se debe sustentar una buena gestión de paisajes. ¿Tenemos realmente los recursos para proteger permanentemente los nichos de hábitat con una alta diversidad en todos los paisajes contra los impredecibles cambios sociales y económicos? Hay límites evidentes a esta forma de pensar. La extinción temporal es un oxímoron, y a pocos les resultaría aceptable renunciar temporalmente al valor del agua limpia aguas abajo en favor de los beneficios de algún proceso contaminante aguas arriba. Sin embargo, también hay precedentes. La mayoría –si no todos– los hábitats con una biodiversidad de alto valor han sido sometidos a cambios antropogénicos en algún momento –y sus valores de biodiversidad permanecen intactos e incluso aumentados en casos en los que alguna perturbación crea otros nichos de hábitat. La práctica de rotación en la agricultura y la gestión forestal ha mantenido históricamente la diversidad en los paisajes; la pérdida de diversidad en una zona al principio de una rotación se ve compensada por su regreso en otros lugares a medida que el barbecho madura. La posibilidad de no encontrar soluciones permanentes ha comenzado a hacerse realidad en la planificación de la conservación. El Programa METSO en Finlandia (http://www.metsa.fi/page.asp?Section=1191) ensayó planes innovadores para compensar a los propietarios de bosques que acordaron apartar bosques de alta diversidad por un plazo determinado. El proyecto piloto resultó exitoso, donde la declaración oficial permanente había sido problemática, precisamente porque los propietarios de los bosques no tuvieron que renunciar permanentemente a los ingresos generados por los bosques. Obviamente, debe revisarse la compensación a medida que expiran los contratos de plazo fijo, pero una solución temporal que mantiene abiertas todas las opciones es mejor que una solución permanente proclive al fracaso. Quizás es hora de reconocer que no sólo hay lugares para la conservación de la biodiversidad; también hay momentos. Contacto: Jamie Gordon, james.gordon@iucn.org 16 noticias sobre publicaciones Una nueva asociación forestal mundial –acogida con reparos El próximo número de arborvitae saldrá en diciembre de 2008 (el cierre de la edición es a comienzos de noviembre) y versará sobre la conservación forestal en situaciones de conflicto. Si tiene algún material o comentarios sírvase contactar a: Jennifer Rietbergen-McCracken 85 chemin de la ferme du château 74520 Vulbens Francia jennifer.rietbergen@wanadoo.fr Cualquier comunicación sobre la lista de distribución de arborvitae (solicitudes de suscripción, cambios de dirección, etc.) debe enviarse a Sizakele Noko, sizakele.noko@iucn.org Los números atrasados de arborvitae se encuentran en: www.iucn.org/forest/av © FAO/Roberto Faidutti arborvitae Este boletín informativo ha sido editado por Jennifer Rietbergen-McCracken. La editora en jefe es Liz Schmid, UICN. arborvitae es financiado por la DGIS. Diseño por millerdesign.co.uk. La idea del Banco Mundial de una nueva asociación forestal ha sido bien recibida, si bien con la petición de un enfoque nacional de abajo hacia arriba. DGIS es la Dirección General de Cooperación Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores de los Países Bajos El año pasado el Banco Mundial propuso la creación de una asociación forestal mundial que enlace procesos locales y globales y promueva la reflexión sobre las necesidades y opiniones de los interesados directos locales en la toma de decisiones internacionales. Apartándose de sus prácticas tradicionales, el Banco Mundial encomendó al IIED una evaluación independiente sobre esta idea. Agradecimientos Mike Arnold (RU); Edmund Barrow (Kenia); David Edwards (RU); Emile Frison (Italia); Jamie Gordon (Suiza); Eva Haden (Suiza); David Kaimowitz (México); Masego Madzwamuse (Botsuana); Stewart Maginnis (Suiza); Barbara Nakangu (Uganda); Robert Nasi (Indonesia); Sten Nilsson (Austria); Rudy Rabbinge (Países Bajos); Don Roberts (Canadá); Jeff Sayer (Suiza); Liz Schmid (Suiza); Mark Smith (Suiza); Andrew Walker (Australia); Andy White (EE. UU.); Caterina Wolfangel (Kenia). Los editores y los autores son responsables de sus propios artículos. Sus opiniones no representan necesariamente las opiniones de la UICN. En julio, IIED divulgó el resultado de la evaluación –que recogió las opiniones de más de 600 expertos forestales que respondieron al estudio o participaron en grupos de concentración en Brasil, China, Ghana, Guyana, India, Rusia y Mozambique, o en reuniones internacionales. IIED también examinó más de 50 iniciativas para identificar los posibles socios y los vacíos que podrían llenar. La opinión general fue que la alianza sería una buena iniciativa pero que el papel del Banco Mundial debía circunscribirse a ser uno de los tantos facilitadores y no el “director” central. AV37 2008 Entre las principales recomendaciones sugeridas se incluyen: • Empoderamiento de los “interesados directos” clave, tales como los habitantes de los bosques, para situar en el centro sus derechos, conocimientos y necesidades; • Mejoramiento del apoyo financiero a actividades que apoyan necesidades locales o bienes públicos globales como el almacenamiento de carbono; y la • Interacción eficaz con otros sectores como los de agua y agricultura, en los que suelen incrustarse las causas subyacentes de los problemas de los bosques y sus soluciones. Daniela Gomes Pinto y Mario Monzoni de la Fundación Getulio Vargas, quienes ayudaron a coordinar el extenso proceso de consultas en Brasil, informaron: “Los brasileños consultados señalaron que se necesita una asociación forestal mundial para elevar el perfil de los bosques, detener las fuerzas de la deforestación, y apoyar a quienes desean practicar la gestión forestal sostenible. Debe diseñarse a nivel mundial, pero dirigirse a nivel nacional –una asociación para el mundo, no para el Banco Mundial”. El Banco Mundial acogió el informe, que solicita como siguiente paso la formación de un “grupo de desarrollo” de líderes forestales y ambientales, principalmente del Sur, que puedan reunirse y contribuir al desarrollo de la iniciativa. Contarían con el apoyo de un pequeño grupo de instituciones internacionales progresistas, incluyendo la UICN. Para información adicional: contacte a:Stewart.Maginnis@ iucn.org o a liz.carlile@iied.org o visitewww.iiedgfpconsultation.org Guías para la identificación de productos forestales sostenibles El WRI y el WBCSD publicaron recientemente dos guías sobre la adquisición de madera y productos de papel sostenibles. Están diseñadas para ayudar a los clientes del sector público o privado a desarrollar sus propias políticas de aprovisionamiento, sirviendo a la vez como herramienta de ventas y comercialización para los proveedores. El objetivo final es ayudar a expandir el mercado para productos sostenibles a base de madera y papel. Las guías giran en torno a diez preguntas que abarcan, por ejemplo, aspectos sobre la verificación de terceros, el uso de fibras recicladas, y los impactos sobre las comunidades locales y pueblos indígenas. Ambos documentos, Sustainable Procurement of Wood and Paper-based Products: an Introduction y Sustainable Procurement of Wood and Paper-based Products: Guide and Resource Kit, se pueden descargar desde www.SustainableForestProds.org.