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UN BREVE PASEO POR ALGUNAS DE LAS ENFERMEDADES INMUNOMEDIADAS Y AUTOINMUNES EN PERROS Y GATOS Dr Rafael F: Colín Flores Departamento de Patología Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia Universidad Autónoma de Yucatán rfcolin@yahoo.com Introducción. La piel es el órgano más extenso del cuerpo, actúa como barrera protectora que aísla al organismo del medio que le rodea, protegiéndole y contribuyendo a mantener íntegras sus estructuras, al tiempo que actúa como sistema de comunicación con el entorno, regula la temperatura actúa como órganos sensorial y participa en la inmunidad innata y adaptativa así como en el proceso inflamatorio y de reparación. Consta de tres estratos principales que, de superficie a profundidad, son: la epidermis, la dermis y la hipodermis. De la piel dependen ciertas estructuras llamados anexos cutáneos que son el pelo, las uñas, las glándulas sebáceas y las sudoríparas, entre otras estructuras. La clasificación de las enfermedades de la piel se basa principalmente en los mecanismos patogénicos que las producen, dividiéndolas en: enfermedades bacterianas, micoticas, parasitarias, alérgicas, inmunomediadas, endocrinas, alopecias adquiridas, congénitas o hereditarias, defectos de la queratinizacion, psicogénicas, nutricionales y neoplásicas, principalmente. Diversos estudios señalan, que el 25% de toda la actividad clínica de pequeñas especies incluye el diagnóstico y tratamiento de los problemas de la piel y el pelaje (Chandler et al., 1984; Willemse, 1998; Rejas, 2000; Scott et al., 1997 y 2001). Sischo et al., (1989) comunicaron que las 10 dermatosis en perros domésticos más diagnosticadas en 11,456 casos fueron: Hipersensibilidad a la Picadura de Pulga, Pioderma bacteriana, Seborrea, Alergia, Demodicosis, Escabiosis, Dermatosis Inmunomediadas, Dermatosis Endocrinas y Dermatitis por Lamido. Otros reportes indican que las dermatosis más comunes en perros fueron: Foliculitis/furunculosis bacteriana (25.3%), Atopia (12.7%), Hipersensibilidad a la Picadura de Pulga (3.4%), Hiperadrenocorticismo (3.4%) e Hipotiroidismo (2.7%) (Scott et al, 2001). En 31,484 perros revisados en Estados Unidos, se encontraron que las patologías de piel más comunes fueron Dermatitis (4.9%), Infestación por pulgas (4.4%), Alergia (4%), Pioderma (3.4%), Dermatitis Alérgica (3.1%), Dermatitis Húmeda (2.2%) y Atopia (1.5-1.8%) (Lund et al.,1999). Otros autores señalan que de todas las afecciones en perros registradas por el servicio dermatológico de un Hospital Veterinario Universitario en Estados Unidos, las Dermatosis Inmunomediadadas representaron el 1.4% (Scott et al.,1997 y 2001). Mecanismos. Es de destacar que a pesar de los estudios realizados en dermatología veterinaria, diversos estudios indican que en medicina veterinaria está disponible muy poca información concerniente al desarrollo de las dermatosis en perros (Griffin, et al., 1994; Muller, et al., 1991; Scott et al., 1997; Morgan, 1999; Wilkinson, et al., 1998; Scott, et al., 2001). En México no existen datos publicados acerca de las dermatosis inmunomediadas. Las dermatosis inmunomediadas son bien reconocidas y se han dividido en primarias ó autoinmunes así como, inmunomediadas o secundarias. En el caso de las enfermedades autoinmunes, existen anticuerpos o linfocitos activados contra constituyentes del organismo e inducen lesiones, el desarrollo de estás enfermedades es debido a una pérdida en los mecanismos de control de la respuesta inmune, sin embargo, no se conoce con exactitud. Mientras que, en las enfermedades inmunomediadas el antígeno es “extraño” al organismo como fármacos, bacterias, virus, inmunogenos entre otros; lo cual estimula una reacción inmunopatológica y resulta en daño orgánico. El diagnóstico, requiere la demostración de cambios dermatopatológicos, autoanticuerpos, complejos inmunes o mediadores bioquímicos para lo cual es necesario realizar biopsias. La biopsia de piel, es hoy en día la herramienta más importante en la dermatología (Grant,1997; Scott et al.,1997 y 2001;Wilkinson y Harvey,1998; Hnilica,2004 y 2005), ya que puede reflejar adecuadamente el diagnóstico dermatológico en más del 90% de los casos a diferencia de las pruebas de cinta de acetato, raspado cutáneo, citologías entre otras, ya que son menos especificas y no son diagnósticas la mayoría de las veces, sino simplemente informativas o como herramientas de búsqueda (Wilkinson et al.,1998). En muchos casos dermatológicos, el diagnóstico diferencial principalmente incluye enfermedades que pueden reconocerse solo mediante la biopsia (Ettinger, 1992; Scott et al., 1997 y 2001; Rosychuk, 2004; De Boer, 2004 y 2005; Hnilica, 2004 y 2005). Guía práctica general que deberá observarse en biopsias en enfermedades inmunomediadas: 1.- Deberán tomarse múltiples biopsias siempre. 2.- Las muestras deben seleccionarse de las lesiones representativas, interfase con piel aparentemente sana. 3.- Las biopsias con dermatomo o “punch” deberán tomarse gentilmente en la medida de lo posible, aunque podría ser necesario una biopsia con bisturí 4.- Nunca deberán tomarse biopsias en animales bajo tratamiento de corticosteriodes o tratamiento inmunosupresivo. 5.- Deberán enviarse en formol al 10% (proporción de una parte de tejido con nueve a 1diez partes de fijador) a un Patólogo Veterinario con formación en Dermatopatología. ERITEMA MULTIFORME EN PERROS Dr Rafael F: Colín Flores Departamento de Patología Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia Universidad Autónoma de Yucatán rfcolin@yahoo.com Introducción. Las reacciones cutáneas adversas a medicamentos en perros son poco comunes, sin embargo en humanos es una de las más frecuentes. La incidencia de reacciones cutáneas adversas a medicamentos en perros ha sido reportada en un 2.2% de todos los pacientes hospitalizados (Scott et al, 1997 y 2001). Las reacciones cutáneas adversas causadas por medicamentos pueden mimetizar cualquier otra dermatopatia; en humanos las lesiones más comunes de la piel son eritema y urticaria o angioedema; en perros las reacciones más comunes son dermatitis por contacto, dermatitis exfoliativa, prurito, maculas, pápulas, eritema multiforme y necrolisis epidérmica toxica (Scott et al, 1997 y 2001; Gross et al, 1992 y 2006). Hoy en día los perros domésticos ocupan un lugar fundamental dentro del núcleo familiar por lo que se han modificado la mayoría de sus hábitos de convivencia, tratando el ser humano sea lo más similar en su trato hacia su mascota, como si fuera un integrante más de la familia, muchas veces cuando los dueños observan algún tipo de signo de enfermedad tratan de ayudar a su perro administrando medicamentos sin consultar al medico veterinario y sin saber si puede causarle daño a su mascota. Actualmente se sabe que el eritema multiforme es una reacción de hipersensibilidad asociada a fármacos principalmente, pero también se asocia a neoplasias (trastornos mieloproliferativos, tumor esplénico) e infecciones (Morgan, 1999). El eritema multiforme es raro en perros domésticos reportándose en un 0.4%, de todos los casos dermatológicos examinados en la practica de un hospital universitario (Scott et al, 1997 y 2001). Scott et al, 1997 y 2001, mencionan que el eritema multiforme se ha diagnosticado en perros con infecciones (foliculitis, saculitis de glándulas anales, endocarditis bacteriana); insecticidas ambientales, toxinas, y fármacos como: Cefalexina, L-Tiroxina, Gentamicina, Levamisol, TrimetropinSulfadiazina. En México, el único estudio realizado fue por Colin et al en 2006, donde revisaron 4193 casos, de perros remitidos para diagnóstico, en el período comprendido de Enero de 2004 a Diciembre del 2005, a la consultoría privada de “Patología Animal” S.C y al Depto. de Medicina Interna y Cirugía- Clínica para perros y gatos, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Yucatán. En los que, (0.43%) los cuales presentaron discreta hiperplasia epidermal acantótica con erosiones multifocales y ulceras, en la unión dermo-epidermicas se apreció edema severo difuso con infiltrado inflamatorio de interfase linfoplasmocitario con macrófagos, y necrosis coagulativa adyacente con incipiente separacion epidermal, dichos hallazgos se asocian con el diagnóstico de eritema multiforme. Patogénesis. A pesar del reconocimiento de causas etiológicas y desencadenantes múltiples, la patogenia de esta reacción no se comprende en su totalidad, actualmente se considera que es un proceso de reacción de hipersensibilidad y fue asociada con infecciones, medicamentos, neoplasias, entre otras, algunas son idiopaticas. Se ha propuesto que al menos alguna forma de eritema multiforme puede reflejar una apoptosis inducida por drogas y que en la necrolisis epidérmica toxica la apoptosis puede ser inducida, repentina y masiva, no así en el eritema multiforme la cual es más gradual Scott et al, 1997 y 2001; Zeiss, 2003; Gross et al,2006). La patogénesis esta representada por un ataque inmunomediado de linfocitos T citotóxicos a queratinocitos alterados, de este modo los linfocitos T sensibilizados producen IFNY cuando se exponen al antigeno, lo cual induce al queratinocito a expresar ICAM-1, molécula de adhesión que se une a LFA-1 en la superficie del linfocito que esta infiltrando. El TNF alfa producido por las células de Langerhans es activado por los queratinocitos actúa con el IFNY para promover la producción de IL-8, que es un poderoso quimiotactico para linfocitos, esto desencadena una retroalimentación positiva, por lo que la adherencia de los linfocitos a los queratinocitos facilita la citotoxicidad directa (Martín et al, 1999). Hallazgos clínicos. Se reconocen dos formas clínicas: 1.- la menor, en la cual los perros presentan erupciones maculo-paulosas, pero generalmente son asintomaticas y 2.- la mayor: necrolisis epidérmica toxica o Sindrome de Stevens Johnson, en la cual los animales presentan enfermedad sistémica, con formación generalizada de ampollas y lesiones ulcerativas que afectan a la piel y mucosas, llegando a producir malestar, fiebre, colapso, shock y muerte (Morgan, 1999). De este modo como lo sugiere el nombre multiforme, las lesiones del eritema son variables y se caracterizan por un inicio agudo mas que simétrico presentando maculas eritematosas, pápulas arciformes, localizadas frecuentemente en cojinetes plantares, plano nasal y centralmente (área inguinal) (Martín et al, 1999). Las lesiones en mucosas son generalmente vesiculares y ulcerativas. Las ulceras orales por lo general son hemorrágicas. Los sitios anatómicos mas comúnmente afectados en los perros incluyen: región axilar (65.9%), uniones mucocutáneas (47.7%), cavidad oral (31.8%), dorso (25%) y almohadilla plantar (20.5%) (Scott et al, 2001; Gross et al, 2006). Diagnóstico. En cuanto a los diagnósticos diferenciales deben considerarse a la foliculitis bacteriana, dermatofitosis, demodicosis, urticaria y otros procesos vesiculosos y pustulosos. El diagnóstico definitivo depende de la anamnesis, examen físico, pruebas de laboratorio y biopsia de piel (Scott et al, 1997 y 2001). Debido a las altas probabilidades de que el eritema multiforme esté producida por algún fármaco, es importante realizar una revisión cuidadosa de todos los tratamientos que el paciente este recibiendo en la actualidad o haya recibido en el pasado (Morgan, 1999). Las pruebas de laboratorio pueden revelar una leucocitosis, con neutropenia o neutrofilia, hipoproteinemia y alteraciones en la función renal. Las lesiones histopatológicas se localizan en la epidermis y la membrana basal, en las primeras fases se observa una degeneración hidropica de las células epidérmicas con un ligero infiltrado linfohistiocitario, todas las lesiones excepto las mas benignas, evolucionan hacia una necrosis completa de la epidermis con una infiltración de neutrofilos (Scott et al, 1997 y 2001). Manejo clínico. El eritema multiforme puede tener un curso leve, con regresión en forma espontánea en pocas semanas. La causa subyacente debe ser indagada y corregida, siempre que sea posible. La utilidad de los esteroides sistémicos y otros fármacos inmunomodulares es controvertida y las erupciones graves por lo general apenas responden a estas drogas (Gross et al, 2006). Bibliografía. Scott,D. W.;Miller,W.H. (1997): “Muller & Kirk, dermatología en pequeños animales”, 5ta. Edición, Ed. Intermedica, Buenos Aires, Argentina. Scott,D. W.;Miller,W.H; Griffin,C. (2001): “Muller & Kirk, Small Animal Dermatology”, 6ta. Edición, Ed. Saunders, U.S.A. Gross, T.; Meter, I.; Walter,E. (1992): “Skin diseases of the dog an the cat, clinical and histopathological diagnosis”, Editorial Blacwell. Gross, T.; Ihrke,P.; Walder,E.; Affolter, V. (2006): “Skin diseases of the dog an the cat, clinical and histopathological diagnosis”, Editorial Blacwell. Morgan, R.;(1999): “Clínica Hacourt,Madrid, España. de pequeños animals”,3era. Edicion, Ed. Martín, O. ;Romero,L.;Martinez,S.;Botero,C. )1999): “ Eritema Multiforme: Informe de un caso clínico-patológico en un felino domestico”, en: Memorias del VIII Congreso de la Sociedad Mexicana de Patólogos Veterinarios, del 9-12 de Junio, Mérida, Yucatán. Zeiss,C.J. (2003): “The apoptosis- necrosis continum: insights from generally altered mice”. Vet. Pathol.40. Necrolisis Epidérmal Toxica (NET) en perros domésticos. Dr Rafael F: Colín Flores Departamento de Patología Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia Universidad Autónoma de Yucatán rfcolin@yahoo.com Introducción. Las reacciones cutáneas adversas a medicamentos en perros son poco comunes, sin embargo en humanos es una de las mas frecuentes en el orden de 85-90%. La incidencia de reacciones cutáneas adversas a medicamentos en perros ha sido reportada en un 2.2% de todos los pacientes hospitalizados Scott et al, 1997 y 2001). Las reacciones cutáneas adversas causadas por medicamentos pueden mimetizar cualquier otra dermatopatia; en humanos las lesiones mas comunes de la piel son eritema y urticaria o angioedema; en perros las reacciones mas comunes son dermatitis por contacto, dermatitis exfoliativa, prurito, maculas, pápulas y necrolisis epidérmica toxica (NET)(Scott et al, 1997 y 2001; Gross et al, 1992 y 2006). En México, Colín, et al, informa 0.21% de frecuencia en un estudio realizado en 2006 Actualmente se sabe que la NET es una reacción de hipersensibilidad asociadas a fármacos principalmente, pero también se asocia a neoplasias (trastornos mieloproliferativos, tumor esplénico) e infecciones (Morgan, 1999). Scott et al, 1997 y 2001, mencionan que la necrolisis epidérmica toxica se ha diagnosticado en perros con infecciones (foliculitis, saculitis de glándulas anales, endocarditis bacteriana); insecticidas ambientales, toxinas, y fármacos como: Cefalexina, L-Tiroxina, Gentamicina, Levamisol, TrimetropinaSulfadiazina, Penicilina, y de naturaleza idiopatica. Patogénesis. A pesar del reconocimiento de causas etiológicas y desencadenantes múltiples, la patogenia de esta reacción no se comprende en su totalidad, actualmente se considera que es una reacción de hipersensibilidad y fue asociada con infecciones, medicamentos, neoplasias, o idiopatica. Se ha propuesto que al menos alguna forma de necrolisis epidérmica toxica puede la apoptosis puede ser inducida, repentina y masiva, no así en el eritema multiforme la cual es más gradual (Scott et al, 1997 y 2001; Zeiss, 2003; Gross et al, 2005). La patogénesis esta representada por un ataque inmunomediado de linfocitos T citotóxicos a queratinocitos alterados, de este modo los linfocitos T sensibilizados producen IFNY cuando se exponen al antígeno, lo cual induce al queratinocito a expresar ICAM-1, molécula de adhesión que se une a LFA-1 en la superficie del linfocito que esta infiltrando. El TNFalfa producido por las células de Langerhans es activado por los queratinocitos actúa con el IFNY para promover la producción de IL-8, que es un poderoso quimiotactico para linfocitos, esto desencadena una retroalimentación positiva, por lo que la adherencia de los linfocitos a los queratinocitos facilita la citotoxicidad directa (Martín et al, 1999). Hallazgos clínicos. Se reconocen dos formas clínicas: 1.- la menor, en la cual los perros presentan erupciones maculo-paulosas, pero generalmente son asintomaticas y 2.- la mayor: NET o Sindrome de Stevens Johnson, en la cual los animales presentan enfermedad sistémica, con formación generalizada de ampollas y lesiones ulcerativas que afectan a la piel y mucosas, llegando a producir malestar, fiebre, colapso, shock y muerte (Morgan, 1999). La NET es un raro trastorno vesiculoampolloso y ulcerativo, de dolor variable de la piel y mucosa bucal de perros, gatos y en humanos la cual se asocia a reacción a drogas en un 95% de los casos (Scott et al, 1997 y 2001). Clínicamente es caracterizada por signos agudos tales como pirexia, anorexia, letargia, depresión y enfermedad vesiculoajmpollar multifocal o generalizada, el dolor cutáneo es usualmente moderado a marcado (Scott et al, 2001). Diagnostico. En cuanto a los diagnósticos diferenciales deben considerarse a la foliculitis bacteriana, dermatofitosis, demodicosis, urticaria y otros procesos vesiculosos y pustulosos. El diagnostico definitivo depende de la anamnesis, examen físico, pruebas de laboratorio y biopsia de piel (Scott et al, 1997 y 2001). Debido a las altas probabilidades de que la necrolisis epidérmica este producida por algún fármaco, es importante realizar una revisión cuidadosa de todos los tratamientos que el paciente este recibiendo en la actualidad o haya recibido en el pasado (Morgan, 1999). Las pruebas de laboratorio pueden revelar una leucocitosis, con neutropenia o neutrofilia, hipoproteinemia y alteraciones en la función renal. Las lesiones histopatológicas se localizan en la epidermis y la membrana basal, en las primeras fases se observa una degeneración hidropica de las células epidérmicas con un ligero infiltrado linfohistiocitario, todas las lesiones excepto las mas benignas, evolucionan hacia una necrosis completa de la epidermis con una infiltración de neutrofilos (Scott et al, 1997 y 2001). Manejo clínico. El pronóstico para la NET es reservado a malo, con una tasa de mortalidad del 20 al 50%. Las secuelas y el pronóstico son similares a los de una quemadura de segundo grado masiva, debido a la perdida de líquidos, electrolitos, coloides y a las infecciones secundarias que suponen la ausencia de una barrera epidérmica normal. El tratamiento comprende la corrección de la causa primaria y medidas sintomáticas de sostén: líquidos, antibióticos, entre otras, el uso de glucocorticoides sistémicos es controvertido (Gross et al, 2006). Bibliografía. Scott,D. W.;Miller,W.H. (1997): “Muller & Kirk, dermatología en pequeños animales”, 5ta. Edición, Ed. Intermedica, Buenos Aires, Argentina. Scott,D. W.;Miller,W.H; Griffin,C. (2001): “Muller & Kirk, Small Animal Dermatology”, 6ta. Edición, Ed. Saunders, U.S.A. Gross, T.; Meter, I.; Walter,E. (1992): “Skin diseases of the dog an the cat, clinical and histopathological diagnosis”, Editorial Blacwell. Gross, T.; Ihrke,P.; Walder,E.; Affolter, V. (2006): “Skin diseases of the dog an the cat, clinical and histopathological diagnosis”, Editorial Blacwell. Morgan, R.;(1999): “Clínica Hacourt,Madrid, España. de pequeños animals”,3era. Edicion, Ed. Zeiss,C.J. (2003): “The apoptosis- necrosis continum: insights from generally altered mice”. Vet. Pathol.40. VASCULTITIS LEUCOCITOCLASTICA EN PERROS DOMÉSTICOS. Dr Rafael F: Colín Flores Departamento de Patología Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia Universidad Autónoma de Yucatán rfcolin@yahoo.com Introducción. Se estima que entre el 20 y 75% de los animales atendidos en la practica clínica presentan problemas de cutáneos como principal motivo de consulta (Chandler et al., 1984; Rejas, 2000;Scott et al.,2001 y Trapala,2003). Las vasculitis comprenden un grupo heterogéneo de entidades relativamente frecuentes de etiologías y manifestaciones diversas que se caracterizan por la inflamación de los vasos sanguíneos, lo cual compromete su función con el desarrollo de isquemia y necrosis. Muchas vasculitis cutáneas en los animales pueden ser atribuidas a mecanismos inmunomediados y solo un pequeño grupo de vasculitis resultan de enfermedades infecciosas sistémicas (Gross et al, 1992 y 2006). En Estados Unidos, la frecuencia es de en Hospitales veterinarios de enseñanza es de 0.73%, sin embargo muchos casos no se diagnostican. En México el primer informe fue en 1993 (Colín et al ), la información sobre la frecuencia es escasa, en el 2006 de alrededor de 5000 caso revisados en un periodo de tres años, (Colín et al), reporta una frecuencia del 1.4% La piel y el tejido subcutáneo se afectan frecuentemente en las vasculitis, esta afectación puede manifestarse de diversas formas, desde cambios en la coloración de la piel, edema, púrpura, equimosis y ulceras que pueden ser la manifestación inicial de una vascultitis sistémica o localizada. La elevada frecuencia de manifestaciones cutáneas de las vasculitis hace que el reconocimiento de estas lesiones sea importante para el diagnóstico de las mismas. Patogénesis. El diagnóstico y la clasificación de las vasculitis se basan en los mecanismos patogénicos que las producen. Se clasifican en base a tres mecanismos de producción que incluyen la infección directa de los vasos, mecanismos inmunes y vascultitis de causa desconocida (Falk et al, 2005). La mayor parte de las vasculitis se catalogan dentro de las causas infecciosas o en las inmunomediadas.En medicina veterinaria las vasculitis se clasifican a nivel histológico en formas neutrofilicas, linfociticas, granulomatosas y mixtas. Las formas neutrofilicas pueden ser leucocitoclástica o no leucocitoclastica (Scott et al, 2001). La patogenia de la mayoría de las vasculitis cutáneas supone la participación de reacciones de hipersensibilidad tipo III, pero las reacciones de tipo I pueden ser importantes en el inicio de la acumulación de los complejos inmunes en las paredes vasculares (Scott et al, 1997). La vascultitis cutánea se puede asociar con enfermedad coexistente (infecciones, tumores, lupus eritematoso o factores desencadenantes: drogas o idiopatica) cerca del 50% de todos los casos. Se puede presentar en perros de cualquier edad, raza o género, pero los Dashund y los Rottweilers pueden estar predispuestos. Dado que el tratamiento de las vascultitis infecciosas es totalmente diferente del de las vasculitis mediadas por daño inmunológico es importante realizar la distinción entre las formas de vasculitis, particularmente es importante descartar una causa infecciosa antes de instaurar un tratamiento (Falk et al, 2005). Hallazgos clínicos. Las manifestaciones mas características son el desarrollo de pústulas hemorrágicas, necrosis, ulceras y acrocianosis especialmente en extremidades (pabellón auricular, labios, cola, escroto y mucosa bucal) (Scott et al, 1997; Trejo, 2001; Falk et al, 2005). Las lesiones pueden o no ser dolorosas y puede haber signos generales como anorexia, depresión y pirexia (Gross et al, 1992 y 2006). El diagnóstico diferencial debe incluir vasculitis séptica, coagulación vascular diseminada, crioglobulinemia, congelación, neoplasia linforreticular y necrosis isquemica asociada a toxinas. La historia, medio ambiente, hallazgos de laboratorio y evidencia de enfermedad sistémica pueden ayudar a la diferenciación de estos signos clínicos similares (Gross et al, 1992 y 2006). El hallazgo histológico más frecuente es el de una vasculitis neutrofilica leucocitoclastica, que se caracteriza por la presencia de infiltrado inflamatorio con predominio de polimorfo nucleares afectando a la pared vascular con edema endotelial, leucocitoclastia, hemorragia y trombosis (Trejo, 2001; Falk et al, 2005). Diagnóstico. Cuando existe la sospecha clínica de que estamos ante una vasculitis los pacientes deben ser estudiados de forma cuidadosa par determinar la etiología, la extensión de la afectación vascular y para establecer el tratamiento. Las manifestaciones clínicas cutáneas de vascultitis en la piel orientan hacia el diagnóstico, pero son especificas de ninguna forma de vasculitis, las lesiones cutáneas son útiles como signo diagnóstico, pero su estudio histológico y mediante como inmunoflurescencia directa sirven para confirmar el diagnostico (Falk et al, 2005). No obstante esta prueba suele no ser necesaria, no es particularmente útil para el diagnóstico y si es realizada debe ejecutarse dentro de las cuatro horas después de formada la lesión (Scott et al,1997 y 2001). Manejo clínico. Es difícil predecir el curso de la enfermedad, pero pueden ocurrir episodios aislados que duren pocas semanas o un desorden crónico. El tratamiento de las vasculitis incluye: corrección de la causa promotora y administración de drogas inmunomoduladoras, tales como: Prednisona o Prednisolona a dosis de 2 a 4 mg/kg, vía oral, es eficaz (Scott et al,1997 y 2001; Gross et al, 1992 y 2006) así como inhibidores de calcineurina como el pimecolimus o tracolimus en ungüento, además del empleo de reológicos como la pentoxifilina. Si el proceso remite, reducir la dosis mas baja posible a días alternos hasta remisión de las lesiones. Bibliografía. -Scott,D. W.;Miller,W.H. (1997): “Muller & Kirk, dermatología en pequeños animales”, 5ta. Edición, Ed. Intermedica, Buenos Aires, Argentina . -Scott,D. W.;Miller,W.H; Griffin,C. (2001): “Muller & Kirk, Small Animal Dermatology”, 6ta. Edición, Ed. Saunders, U.S.A. -Chandler,E.A.;Sutton,J.B.;Thompson,D.J.(1984): Caninas. Acribia.Zaragoza, España. Medicina y Terapéuticas -Falk, J; Ledford, D. ; Lotti, T. (2005): ”Resumen de vasculitis”, en : Journal Am. 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El LED se considera una forma o variante benigna del Lupus eritematoso sistémico (LES). En los perros, el término en general implica un lupus cutáneo que afecta sobre todo al plano nasal y cara. En el hombre son numerosas las formas existentes del Lupus cutáneo, de benignas a graves y es factible que un espectro similar finalmente sea reconocido en los perros. Mecanismo. Se desconoce la patogenia exacta del LED. En la actualidad, las evidencias en el hombre incriminan a factores genéticos, luz solar y virus. Un mecanismo propuesto para el LED incluye la luz solar que causa la expresión de antígenos nucleares y citoplasmáticos sobre la superficie del queratinocito. Los anticuerpos específicos se unen al antigeno de superficie de la célula basal iniciando un proceso de citotóxico, los queratinocitos dañados liberan elementos que atraen linfocitos y se produce un infiltrado crónico que promueve la citótoxicidad celular, esto explicaría los diferentes tipos de infiltrados celulares observados (Griffin et al, 1994) Hallazgos clínicos. La lesión inicial a menudo es un área diminuta de despigmentación o eritema sobre el plano nasal, pliegue alar o labios. Estas lesiones progresan rápidamente a zonas atróficas y perdida de la arquitectura normal, a medida de que la enfermedad progresa aparecen erosiones, ulceras y costras. Las lesiones con menor frecuencia se observan a nivel periocular y auricular, extremidades distales y genitales. La mitad de los casos sufren exacerbación con la luz solar, por este motivo la enfermedad puede tener picos estaciónales y es más prevalente en regiones con climas soleados constantes (Gross et al., 1992; Jubb et al., 1993). Diagnóstico. El diagnostico del LED se efectúa sobre la base de una combinación de signos clínicos, dermatohistopatología de rutina e inmunohistoquímica (Muller et al.,1976; Gross et al.,1992; Jubb et al.,1993; Yager y Wilcock.,1994; Scott et al.,1997; Trigo,1998; Davison et al.,2000; Mcgavin et al.,2001; Scott et al.,2001). Las mejores muestras para la histopatología son las áreas despigmentadas, eritematosas y las lesiones escamosas o costrosas. Dermatopatología. Los cambios clásicos observados son hiperqueratosis epidérmica y folicular, engrosamiento de la membrana basal, variaciones vacuolares en la membrana basal, degeneración licuefactiva y queratinocitos apoptoticos, localizados en la epidermis inferior. En la dermis infiltrado subepidermico en forma de banda (patrón liquenoide) compuesto por linfocitos y células plasmáticas, en casos óptimos la técnica revela una banda granulosa o rugosa de depósitos de inmunoglobulina a lo largo de la zona de la membrana basal, la IgG, la IgM y la IgA son las únicas demostrables (Griffin et al, 1994).