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Biomedicina y Salud El 50% de las embarazadas incumple la dieta recomendable Una tesis de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche señala que más de la mitad de las embarazadas no consumen alimentos de forma adecuada durante su gestación. El estudio asocia la peor calidad de la dieta durante el embarazo con un retardo en el crecimiento fetal. Estas son algunas de las conclusiones de la tesis doctoral de Clara Liliana Rodríguez. sor de la Universitat de València y FISABIO-Valencia Ferrán Ballester y la profesora de la Universitat Jaume I de Castellón Marisa Rebagliato. Este trabajo se ampara en el Estudio INMA, un proyecto en multicéntrico prospectivo de cohortes con mujeres embarazadas y sus hijos, que se realiza en varias regiones españolas y en el que participa Jesús Vioque. También basado en el Estudio INMA, investigadores de la UMH han descrito por primera vez un efecto perjudicial del uso de altas dosis de suplementos de ácido fólico durante el embarazo (más de 5.000 u/día) sobre el desarrollo psicomotor del niño al año de nacer. El estudio ha sido publicado en la revista JAMA Pediatrics. La comisión evaluadora de la tesis de Clara Liliana Rodríguez Bernal. En la investigación se evidenció que gran parte de las mujeres (57,3%) no tomaban la dosis recomendada de ácido fólico durante la periconcepción (400 μg/d) y que un 25% de las mujeres ingirieron dosis superiores a 1.000 μg/d de suplementos de ácido fólico (un 3,5% consumían dosis >5.000 μg/d). Los niños cuyas madres tomaban dosis superiores a 5.000 μg/d durante el embarazo tuvieron una puntuación estadísticamente inferior en las Escalas Bayley, que miden el desarrollo neuropsicológico infantil (−4.35 puntos). La investigadora del Departamento de Salud Pública, Historia de la Ciencia y Ginecología de la UMH Desiré Valera Gran ha sido la primera firmante del trabajo. En el estudio se ha observado un elevado porcentaje de mujeres gestantes que consumían un exceso de grasas y que no alcanzaban las recomendaciones de consumo para alimentos relevantes durante el embarazo como cereales, legumbres, frutas, verduras, nutrientes como hidratos de carbono complejos y ácidos grasos omega 3 y 6, Folatos, vitamina D y Hierro. La investigación, además, ha demostrado que las gestantes más jóvenes con un menor nivel educativo y las fumadoras presentaron una peor calidad en la dieta. La tesis está codirigida por el profesor del Área de Medicina Preventiva y Salud Pública de la UMH Jesús Vioque, el profe- Asocian la dieta mediterránea con menor riesgo de cáncer de mama Un estudio asocia el consumo de la dieta mediterránea con una reducción del 30% del riesgo de cáncer de mama. El estudio, publicado en la revista científica British Journal of Cancer, está liderado por investigadoras del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III. Los resultados muestran que el patrón de la dieta occidental está asociado a un mayor riesgo de cáncer de mama, sobre todo en mujeres premenopáusicas. En cambio, la dieta mediterránea ofrece un efecto protector al asociarse con una reducción del riesgo de este tumor del 30%. Esa protección es más importante para los tumores triple negativos, que son los más agresivos. Se trata del primer estudio que demuestra una asociación entre la dieta mediterránea y su protección frente a tumores de mama triple negativo. En concreto, en el trabajo han participado 23 centros hospitalarios españoles y se ha evaluado la dieta de 1.017 mujeres sanas y de 1.017 mujeres diagnosticadas con cáncer de mama, mediante cuestionarios dietéticos que han desarrollado los investigadores de la Unidad de Epidemiología de la Nutrición de la Universidad Miguel Hernández de Elche. El cáncer de mama afecta a más de 26.000 mujeres al año en España. Tras analizar la dieta de las participantes, los investigadores han establecido tres tipos de patrones dietéticos: la dieta occidental, caracterizada por un alto consumo de productos grasos, carne procesada, dulces, bebidas calóricas y bajo consumo de cereales; la dieta prudente, que está constituida por alimentos bajos en grasas, frutas, verduras y zumos; y la dieta mediterránea, formada por una ingesta elevada de pescado, verduras, frutas, legumbres, patatas, aceite y bajo consumo de zumos envasados y bebidas calóricas. Otro de los resultados que se han obtenido en este estudio es que la dieta prudente, caracterizada por su contenido bajo en grasas, no ha sido vinculada con una reducción del riesgo de cáncer. Esta conclusión indica que evitar las grasas no es un factor determinante del riesgo y que hay que tener en cuenta que no todas las grasas son malas. Las peores –las grasas trans– están presentes, sobre todo, en la bollería industrial y tienen un efecto nocivo para otras enfermedades. 76