Download ¿QUÉ ES LA ASTROLOGÍA? VISIÓN ESCÉPTICA DE LA
Document related concepts
Transcript
¿QUÉ ES LA ASTROLOGÍA? La astrología es un conjunto de conocimientos y de técnicas de observación, de cálculo y de interpretación de las posiciones de los astros que supuestamente pueden ejercer su influencia sobre la vida de las personas. Esta influencia incluye la determinación del carácter y personalidad de cualquier ser humano desde su nacimiento hasta el momento de su muerte, e incluso su destino en cuanto a economía, trabajo, relaciones sentimentales, y prácticamente cualquier aspecto de la vida y las relaciones humanas. Algunos astrólogos defienden que lo determinado por la influencia astral es mas bien las posibilidades de desarrollo de ese carácter y personalidad, son las llamadas potencialidades, las cuales, en ultimo término, están igualmente determinadas por las distintas posiciones astrales, limitando las posibilidades de desarrollo del ser humano. Esto significa que, al menos en sus grandes rasgos, con el mero conocimiento de las posiciones que ocupan diversos cuerpos celestes en el momento del nacimiento de cualquier persona, puede reconstruirse o predecirse su biografía. Para ello, la astrología se vale de complicados cálculos que incluyen las posiciones de los planetas, el sol y la luna, respecto a una banda del cielo observable conocido como zodiaco, dividido en doce secciones aparentemente relacionadas con doce constelaciones. Las variables incluidas van desde el lugar del cielo, en determinada constelación, que ocupa el sol en el momento del nacimiento, hasta el llamado ascendiente, que es la constelación que ocupaba el oriente celeste, el primer lugar, en ese mismo momento. En ese instante se define además la posterior influencia de esos astros en la vida del individuo según la posición ocupada por ellos en determinado momento. La fuerza mediante la cual los astros ejercen su influencia es vagamente definida como "energía cósmica" sin mas referencias a su cálculo o detección que no sean los supuestos efectos. La jerga técnica de la astrología incluye conceptos como carta astral, horóscopo, ascendiente, nodos, casas y otros, todos ellos, y su mutua relación, con influencia en la vida y el destino de los seres humanos. Mientras que algunos astrólogos parecen preferir la asociación mecánica, casi de manual, entre posiciones y carácter, destino, etc., otros proponen una posterior interpretación de los datos basada en la inspiración del interprete, proporcionando una especie de carácter artístico a la disciplina. VISIÓN ESCÉPTICA DE LA ASTROLOGÍA. Como hemos visto en el articulo ¿Qué es la Astrología?, uno de los aspectos que esta doctrina propugna es el de que la posición del Sol y la Luna en el cielo determinan aspectos fundamentales de la personalidad y el destino humano. Esta influencia física es uno de los aspectos más oscuros y carentes de evidencia de la doctrina astrológica. Las cuatro fuerzas físicas conocidas que actúan en el universo presentan problemas serios para ser las responsables de esta influencia. Las fuerzas nucleares fuerte y débil pueden ser rápidamente descartadas, la distancia a la que son efectivas apenas supera el tamaño de las partículas elementales sobre las que actúa. Ningún astrólogo defiende que tras la influencia astral estén algunas de estas dos fuerzas. La fuerza electromagnética presenta sus propios problemas graves para la astrología. El sol emite una fuerza electromagnética hacia la Tierra de tal magnitud que, en comparación con él, el resto de cuerpos celestes considerados por la doctrina astrológica son invisibles electro magnéticamente hablando, incluyendo un cuerpo tan cercano como la Luna. Debería ser el Sol, si es esta fuerza la que ejerce la supuesta influencia, el único relevante en cuanto a esta cuestión si se aceptara esta fuerza como la responsable del carácter y los destinos humanos. Además, otros cuerpos no considerados en las cartas astrales tienen un efecto electromagnético mucho mayor que el de los planetas o las estrellas supuestamente implicadas. El centro de nuestra galaxia, por ejemplo, es una fuente muy potente de fuerza electromagnética en forma de rayos X, tanto que si emitiera en luz visible, brillaría de manera comparable al propio Sol. Con todo, las fuentes de radiación electromagnética más potentes a las que nos vemos sometidos son artificiales. Proceden de los aparatos de radio y televisión y otros electrodomésticos, y, por supuesto, son ignoradas por los astrólogos. La fuerza de la gravedad es la más citada en astrología. Es la más evidente en cuanto a su actuación en la vida cotidiana en la Tierra y es ejercida por los cuerpos celestes, actuando a largas distancias. Pero precisamente la distancia, junto a la masa hace variar la intensidad de la acción, lo cual presenta los principales inconvenientes para la doctrina astrológica. Puesto que estas variables determinan la intensidad de la influencia gravitatoria, resulta que un recién nacido se ve mas afectado por el edificio que alberga la maternidad que por cualquier cuerpo celeste. La influencia del edificio es superior a la de la Luna, por ejemplo, en unas diez millones de veces. La del Sol es aproximadamente la mitad que la de la Luna, y la de planetas como Venus, unas veinte mil veces menor. A la hora de considerar la influencia gravitatoria de las estrellas implicadas, basta con considerar que Próxima Centauri, la estrella más próxima a nuestro sistema solar, ejerce una influencia doscientos mil millones de veces menor que la de la Luna. Algunos cuerpos celestes ignorados por la astrología en cuanto a su influencia, como por ejemplo el asteroide Ceres, tienen un efecto gravitatorio sobre la Tierra tres veces mayor que el que tiene Plutón junto a su satélite Caronte. Como vemos, si el efecto gravitatorio fuera el responsable de la influencia astral en la vida de los seres humanos, debería existir una astrología de los automóviles, mucho más influyentes a este respecto sobre los seres humanos debido a la ley del inverso del cuadrado de las distancias. Si la Astrología defiende la existencia de una fuerza alternativa, responsable del efecto astrológico, jamás a sido detectada o medida, y su comportamiento seria manifiestamente diferente al de cualquier otra fuerza de la naturaleza, actuando de manera independiente a la distancia, atravesando cuerpos de manera selectiva, etc. En cuanto a la variación de la influencia de los astros relativa a la posición ocupada en el cielo por los astros, los problemas no son menores. Ninguna de las fuerzas que podrían estar implicadas varía sensiblemente debido a las posiciones, ya que las distancias son enormes. Además, las constelaciones que atraviesan aparentemente el Sol, la Luna y los planetas en su camino celeste no tienen existencia real más allá de un mero efecto óptico. Solo aparecen agrupadas a nuestros ojos debido a un efecto de la perspectiva. Algunas de las estrellas que se asignan a una constelación, pueden estar más cercanas a estrellas de otras constelaciones que a la que tradicionalmente se ven asignadas. Mientras Denébola, estrella de la constelación de Leo, esta a 42 años luz de la Tierra, Eta Leonis, otra estrella asignada a la misma constelación, lo esta a más de mil años luz. Las estrellas que se toman arbitrariamente para definir una constelación, no son las únicas que aparecen visibles en esa determinada región celeste, y, en ocasiones, ni siquiera son las mas destacadas, Capricornio, Acuario, Piscis y Aries no cuentan con ninguna de ese carácter. Todo esto lleva a que sea muy difícil, cuando no imposible, identificar una forma determinada en estos agrupamientos, como demuestra el hecho de que, por ejemplo, donde los franceses ven una Cacerola, en Inglaterra vean un Arado, en China un Burócrata Celeste, en la Europa medieval una Carreta, para los egipcios tres figuras, un toro, un hombre y un hipopótamo con un cocodrilo a cuestas y, finalmente, para los griegos, la cola de un oso. Esto es importante, pues no debemos olvidar que la forma que adoptan, a través del nombre recibido, es lo que determina la influencia ejercida y no una característica objetiva de las estrellas que componen la constelación. Por ejemplo, los nacidos bajo la influencia de Libra, la balanza, son definidos como equilibrados. Algo parecido ocurre con los planetas, cuando propugnan que Marte, dios de la guerra en la mitología romana, define caracteres competitivos. Además, en el camino recorrido por el Sol en el cielo, en la banda del Zodiaco, aparecen dos constelaciones, Ofiuco y Cetus, cuya presencia es totalmente ignorada por los astrólogos, y que cumple todas las condiciones que cumplen las doce clásicas, por lo que su influencia debería ser tan importante como la de las demás. Tampoco se debería desdeñar el fenómeno conocido como precesión de los equinoccios que hace que en la actualidad, por ejemplo, el Sol no se halle en Capricornio ni uno solo de los días que se adjudican a este signo (19 diciembre- 20 Enero), sino en Sagitario. También las Casas y los Aspectos resultan problemáticos. Los aspectos son las relaciones posiciónales mutuas entre los planetas, los ángulos que forma entre si la proyección de la posición de dos planetas. Los aspectos tienen según la astrología también su influencia en la vida humana. Dado que los aspectos no varían de manera importante a lo largo del día, la hora de nacimiento de la persona, tan estimada por los astrólogos, pierde toda su importancia. Para superar este inconveniente, la astrología cuenta con las llamadas Casas, que no son más que la división arbitraria de la banda zodiacal en 12 secciones independientes de los cuerpos celestes que las ocupen. Cuales sean los astros y sus aspectos respectivos que ocupen determinada casa en un cualquier momento, tendrá su decisiva influencia en la biografía de cada persona. Las casas están separadas por unas líneas llamadas cúspides, y es el signo que atraviesa una cúspide en concreto el que determina cuestiones como el carácter, la vocación, etc. El problema más importante es que en aquellos lugares situados más al norte del círculo polar Ártico o más al sur del antártico, la Eclíptica coincide con el horizonte y no atraviesa ninguna casa. Es decir, las personas que nacen o viven en Groenlandia, norte de Canadá o Rusia, por ejemplo, no tienen horóscopo. Otros problemas de la Astrología A pesar de los problemas físicos que se exponían en Critica escéptica a la Astrología, los efectos que la Astrología postula, deberían ser identificados con cierta facilidad al examinar las biografías de ciertas personas y relacionarlas con la forma que la Astrología predice que tendrán. Manuel Toharia, en su libro sobre la Astrología, relaciona un gran número de estudios estadísticos que han buscado identificar este efecto. De ese libro extraemos la mayor parte de los datos que aparecen en ese artículo. En 1950, los Gauquelin, un matrimonio suizo, ambos psicólogos, recogieron datos y elaboraron estadísticas acerca de la influencia astral en la elección de las profesiones. En el caso de los deportistas y su nacimiento bajo la influencia del planeta Marte, parecieron detectar una relación que no podría ser explicada por la acción del azar. Los Gauquelin habían analizado a 1553 deportistas; de ellos, 332 nacieron cuando Marte estaba en las casas I y IV. La diferencia de 66 respecto a la media que se podía esperar por azar, 266, era excesiva, ya que, como explica Toharia, esto solo podría aparecer en uno de cada cinco millones de casos, si es que esto se debiera al mero azar. Durante años, estos datos fueron el más fuerte sostén estadístico de las afirmaciones astrológicas. Posteriores análisis de los datos y nuevos estudios acabaron por demostrar la inexistencia de relación causa efecto entre los deportistas y sus fechas de nacimiento. PARA, un comité belga, demostró en 1973 que existía un evidente sesgo, seguramente inconsciente, en el estudio de los Gauquelin. Un estudio parecido realizado por Dennis Rawlins, del CSICOP en 1984, analizando una muestra de 407 deportistas norteamericanos, resultó el golpe de gracia a las estadísticas de Gauquelin. El cálculo era muy simple: 12 sectores y 407 nacimientos; la probabilidad de que un nacimiento coincida con el paso de un planeta en un sector dado es de un doceavo, lo que significa unos treinta y cuatro nacimientos, con un margen de fluctuación de seis en más o en menos. En cada nacimiento, Rawlins determinó no solo el sector habitado por Marte, sino también el que ocupaban los otros planetas. El reparto del número de nacimientos por los distintos sectores dibujaba para cada planeta una curva de Gauss, característica de las distribuciones al azar. Rawlins dedujo que la teoría de Gauquelin era errónea. Existen docenas de estudios de este tipo, todos con resultados contrarios a las pretensiones astrológicas. En el libro de Manuel Toharia antes citado, el lector hallará una amplia relación de algunos de ellos. El autor de este articulo, tras un rápido vistazo a una enciclopedia sobre las fechas de nacimiento de políticos contemporáneos españoles, aún sin ser científicamente válido, detectó una distribución de los nacimientos semejante a la de la población general. Entre los presidentes del gobierno de la nación, Aznar es Piscis, lo mismo que Felipe González, mientras que Calvo Sotelo es Aries y Adolfo Suarez Libra. La ministra Esperanza Aguirre es Capricornio, Rodrigo Rato Piscis, Carlos Solchaga Géminis, Angel Acebes Cáncer y Alvarez Cascos Libra. Los presidentes autonómicos Puyol, Géminis, Chaves Cáncer, Bono Capricornio y Fraga Sagitario. Santiago Carrillo es Capricornio, Josep Borrell Tauro, lo mismo que Juan María Atutxa, mientras Rodríguez Zapatero es Leo, Arzallus Virgo y Julio Anguita Sagitario. Es destacable el hecho de que numerosos estudios demuestran que las personas se reconocen fácilmente en las características definidas por un horóscopo escogido al azar, sin ser el suyo, si se les sugiere que si lo es. Siempre que el horóscopo sea en general favorable a la persona y tienda a disculpar los defectos asignados o los compense con una buena dosis de virtudes. La determinación del carácter de las personas resulta así agradable en general. Seria curioso observar si el reconocimiento seria el mismo de ofrecer las predicciones astrológicas definiciones más o menos como estas, igualmente determinativas del carácter personal y referido a aspectos tan reales como la disposición para el amor o el trabajo: PISCIS: La mayoría de personas nacidas bajo este signo son alcohólicas sin remedio. Es difícil para los nacidos bajo la influencia de Piscis, superar cualquier tipo de adicción. Mantenga apartadas a estas personas de su mueble bar. También es recomendable que ignoren la ubicación exacta del botiquín domestico, sobre todo si incluye hipnóticos u otras pastillas semejantes. LEO: La agresividad que confiere el signo, acentuada aun más si Marte ocupa el ascendente, explica el hecho de que la mayoría de los asesinos más crueles de la Historia hallan nacido bajo la influencia de este signo. Las personas Leo no son de fiar a este respecto, evite contrariarlas y no vea partidos de fútbol junto a ellas, si es que son aficionados a equipos rivales al suyo. VIRGO: Pederastas, homosexuales, violadores y ninfómanas declarados, son habituales de este signo zodiacal. Si esta usted pensando en confiar sus hijos al cuidado de una canguro, o si cree que su hija pasa demasiado tiempo con su profesor, debería asegurarse de que éste no ha nacido bajo la influencia de este signo. Si es usted Virgo, recuerde que las autoridades sanitarias recomiendan el uso de preservativos en las relaciones sexuales, y las suyas, aun incluyendo animales, siguen siendo sexuales. CAPRICORNIO: La estupidez de los nacidos bajo la influencia de Capricornio, los convierte con facilidad en blanco de las bromas y abusos de quienes les rodean. Si es usted empresario y necesita personas dóciles y que no discutan sus decisiones, no dude en buscar a sus empleados entre los Capricornio. Para aquellas tareas que no exigen un nivel intelectual superior al de un niño de 10 años, son ideales. En cuanto al contrato laboral, no es necesario que se detenga en sutilezas que no entenderían. Seguramente, de incluir la astrología predicciones como las apuntadas, serian mucho más evidentes para el público los problemas de esta disciplina. Disciplina que ignora el papel de la genética en la conformación de la personalidad, que explica el hecho de que padres e hijos, nacidos bajo influencias contrarias, se parezcan como dos gotas de agua en su carácter. O el de la educación, lo cual hace inútil que usted niegue a sus hijos cualquier capricho o que intente asignarles alguna responsabilidad, según la Astrología sus hijos ya tienen definida su personalidad. O el de las condiciones socioeconómicas del entorno de nacimiento. Muchos astrólogos dicen que esto es un error, que lo que ellos predicen son tendencias. Pero si la personalidad y el destino de una persona se encuentran sometidas a la influencia de la genética, la educación, las condiciones socioeconómicas, etc., de su nacimiento, ¿cómo esperan los astrólogos defender una influencia que no es detectable físicamente y solo mediante el estudio estadístico de esa personalidad y destino podrían serlo? Somos conscientes de que el ambiente terrestre no es un ambiente cerrado, como diríamos en termodinámica. Nada tendría de extraño que ciertas influencias astrales tuvieran importancia en nuestra vida cotidiana. Cuando el astro es el sol, no hay discusión posible. Si el astro es la luna, tampoco podemos descartar ciertas influencias. Las mareas influyen en la biosfera, y las lunaciones proporcionan unos ciclos de iluminación tenue cuya influencia en las plantas o en el plancton no nos atrevemos a descartar a priori. Sin embargo, ciertas influencias dadas por ciertas por la opinión del común de los mortales, como la influencia de la fase de la luna en los nacimientos, gozan de una curiosa característica común a las creencias paranormales: desaparecen cuando se observan con ojo crítico. Sabíamos que se han realizado muchos estudios de dicha influencia. Nosotros hemos querido hacerlo también; sin pretender de ello un estudio novedoso en un tema en el que muchos otros se nos han adelantado. En todo caso, ahí están nuestros datos: e no es un ambiente cerrado, como diríamos en termodinámica. Nada tendría de extraño que ciertas influencias astrales tuvieran importancia en nuestra vida cotidiana. Cuando el astro es el sol, no hay discusión posible. Si el astro es la luna, tampoco podemos descartar ciertas influencias. Las mareas influyen en la biosfera, y las lunaciones proporcionan unos ciclos de iluminación tenue cuya influencia en las plantas o en el plancton no nos atrevemos a descartar a priori. Sin embargo, ciertas influencias dadas por ciertas por la opinión del común de los mortales, como la influencia de la fase de la luna en los nacimientos, gozan de una curiosa característica común a las creencias paranormales: desaparecen cuando se observan con ojo crítico. Sabíamos que se han realizado muchos estudios de dicha influencia. Nosotros hemos querido hacerlo también; sin pretender de ello un estudio novedoso en un tema en el que muchos otros se nos han adelantado. En todo caso, ahí están nuestros datos: ESTUDIO DE LA RELACION ENTRE LA FASE LUNAR Y LOS NACIMIENTOS HUMANOS. A fin de efectuar un estudio de la influencia de la fase lunar en el número de nacimientos, se ha escogido como población de estudio a las 1.056 personas pertenecientes a Telefónica S.A. en la provincia de Guipúzcoa. No es imaginable que tal muestra poblacional pueda ofrecer ningún sesgo respecto a la característica que se estudia: la edad de la luna en el momento del nacimiento de la persona. Se entiende por edad de la luna al número de días transcurridos desde la última luna nueva. Como no se dispone del dato de la hora de nacimiento, el cómputo se ha realizado para el valor entero de dicha edad a las 12.00 horas del día de nacimiento de todas las personas, según consta en el archivo de Personal de la citada empresa, que ha facilitado dichos datos para la realización del presente estudio. En el siguiente gráfico se muestra el histograma correspondiente a los datos obtenidos: Los datos obtenidos, basándose en los cuales se han elaborado los gráficos anteriores son: Efectuando la hipótesis de que la luna tenga influencia nula sobre el número de nacimientos, los 1.059 datos anteriores se distribuirían uniformemente entre los 29 apartados anteriores, por lo que cada persona concreta tendría una probabilidad de 1/29 de pertenecer a cada uno de ellos. El valor esperado de ocurrencias para cada día de edad lunar, bajo la hipótesis nula es de 1059/29=36,5172. Hemos contrastado la hipótesis con el test de bondad de ajuste El estadístico empleado es Bajo la hipótesis de que la distribución es uniforme, D tiene una distribución Ji cuadrado con (29-1) grados de libertad. Como la probabilidad de que una Ji cuadrado con 28 grados de libertad tenga un valor superior a 31 es de 0.3; los datos obtenidos no aportan absolutamente ninguna evidencia para rechazar la hipótesis inicial de la nula influencia de la fase lunar sobre los nacimientos. Pensamos que cualquier influencia, aún psicológica debería haber proporcionado unos valores significativamente mayores del estadístico estudiado. Fuente: El Martillo de la Razón http://anasazi.es.tripod.com/elmartillodelarazon/id10.html