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6CFE01-245 2/17 Evidencias de selección local en genes candidatos y caracteres relacionados con la resistencia a la sequía a lo largo del rango de distribución del pino canario LÓPEZ, R1., LÓPEZ DE HEREDIA, U.1, COLLADA, C.1, CANO, F.J.1, EMERSON, B.C.2, COCHARD, H.3 y GIL, L.1 1 Grupo de Investigación de Genética y Fisiología Forestal. ETSI Montes. UPM. Grupo de Ecología y Evolución en Islas. IPNA-CSIC. 3 Physique et Physiologie Intégratives de l’Arbre Fruitier et Forestier. INRA. 2 Resumen Los actuales escenarios de calentamiento global indican que las masas forestales de climas mediterráneos se enfrentan a una creciente presión selectiva para adaptarse a condiciones más xéricas. En este contexto, la variación genética se presenta como un importante sustrato para que los procesos selectivos actúen y generen genotipos adaptados a nuevos ambientes. La adaptación de poblaciones o individuos al ambiente donde habitan puede estimarse a partir de la asociación entre la variación de parámetros ambientales y los caracteres fenotípicos obtenidos en ensayos de procedencia, tales como crecimiento o supervivencia, o bien con los SNPs (mutaciones puntuales) presentes en regiones codificantes o reguladoras de genes cuya función está potencialmente involucrada en la variación observada para un determinado carácter. El estudio del análisis de asociación entre SNPs y fenotipos de interés permite además la identificación de variantes alélicas (Quantitative Trait Nucleotides, QTNs), con la que se puede establecer una estrategia de selección asistida basada en genes candidatos. Esta metodología facilita la selección de genotipos de interés en base a su secuencia de ADN reduciendo el coste de pruebas fenotípicas y posibilitando la selección para caracteres complejos con alta interacción ambiental. En este trabajo analizamos los patrones de variación de genes candidatos de poblaciones a lo largo de todo el rango de distribución de Pinus canariensis. También en parámetros fisiológicos del xilema implicados en la conducción de agua hasta las hojas y la resistencia a la cavitación, relacionados los primeros con el crecimiento y los segundos con la supervivencia. Esta especie habita en un archipiélago donde la migración es limitada y donde se han sucedido procesos complejos de extinción y recolonización. El análisis de asociación mostró gradientes clinales ambientales pronunciados para algunos genes candidatos. En particular, la aridez parece ser el factor ambiental que ha ejercido mayor presión selectiva en la especie. Estos resultados se vieron reforzados por las diferencias entre poblaciones en lo referente a la resistencia a la cavitación del xilema y su alta correlación con la supervivencia en las regiones más áridas. Palabras clave Diferenciación genética, variación clinal, test de neutralidad, Fst, Qst, resistencia a la cavitación, conductividad hidráulica. 3/17 1. Introducción Aunque la disponibilidad de agua ha sido considerada como uno de los motores de la distribución de las especies (RAMÍREZ-VALIENTE ET AL., 2009), el aumento actual de las temperaturas y de los periodos de sequía en un escenario de cambio climático global puede superar el potencial de las especies longevas para hacer frente a las nuevas condiciones ambientales (IPCC, 2007). La facilidad de adaptación de estas especies a los cambios en el entorno es función a corto plazo de la capacidad de cada individuo para alterar su estructura y función (plasticidad fenotípica), mientras que a medio y largo plazo las migraciones y la variabilidad genética son más importantes, ya que permiten que los mecanismos de selección actúen y originen cambios en la estructura poblacional (NICOTRA ET AL., 2010). En este contexto, la identificación de los mecanismos de resistencia a la sequía y de los genes implicados permitiría comprender los procesos evolutivos que intervienen en la adaptación de las plantas al estrés hídrico y seleccionar aquellos genotipos potencialmente adaptados, así como asegurar la sostenibilidad de los bosques. Un objetivo importante de la genética de poblaciones es identificar la base genética de la diferenciación fenotípica adaptativa y la acción de los procesos selectivos en la misma (GONZÁLEZ-MARTÍNEZ ET AL., 2007). Dos categorías de procesos evolutivos determinan la diferenciación entre poblaciones. La primera incluye los procesos evolutivos neutrales (por ejemplo migración o deriva genética). La segunda está relacionada con la selección natural bajo distintas condiciones ambientales (STILL ET AL., 2005). Un procedimiento habitual para discernir entre la influencia de ambas categorías en la diferenciación poblacional consiste en la comparación entre el grado de diferenciación genética obtenida mediante marcadores neutrales (Fst; Wright, 1951) y la divergencia de caracteres cuantitativos fenotípicos (Qst; SPITZE, 1993). Cuando la diferencia de caracteres fenotípicos es mayor que la observada en caracteres moleculares neutrales (Qst > Fst) se considera como una evidencia de selección natural divergente, es decir que diferentes genotipos están favorecidos bajo condiciones ambientales diferentes (MERILÄ & CRNOKRAK, 2001). Los recientes progresos en genómica permiten mejorar los estudios de adaptación de las especies a diferentes entornos y proporcionan herramientas útiles para predecir su respuesta ante futuros escenarios ambientales (COCHARD ET AL., 2009; GRIVET ET AL., 2009). En particular, se pueden comprobar desviaciones de la neutralidad a través de tests desarrollados recientemente que son independientes de la demografía (LI ET AL., 2012) y, posteriormente, incorporados en comparaciones de Fst / Qst. Otra forma de poner de manifiesto la acción de la selección natural es detectar variación genética clinal a lo largo de gradientes ambientales (GRIVET ET AL., 2011). Para ello se intentan identificar correlaciones entre los patrones de frecuencias alélicas o regiones codificantes no neutrales de genes candidatos y las variables ambientales, que pueden actuar como agentes selectivos que promueven la selección natural (HANCOCK ET AL., 2011). De manera más intuitiva, podemos encontrar indicios sólidos de adaptación local a partir de la asociación de las variables ambientales con caracteres fenotípicos obtenidos a partir de ensayos de procedencia. La evidencia de selección cobra mucha más fuerza si se puede mostrar también una correlación entre el fenotipo / genotipo de interés (por ejemplo, el momento de brotación) y una medida de fitness (por ejemplo, el número de supervivientes de la progenie) (HANCOCK & DIRIENZO, 2008). 4/17 Las Islas Canarias constituyen un archipiélago sometido a vulcanismo activo desde hace más de 20,6 millones de años (CARRACEDO ET AL., 1998). La intensidad y recurrencia de los eventos volcánicos varían ampliamente dentro y entre islas (JUAN ET AL., 2000) y, junto con la heterogeneidad del hábitat y la actividad humana, se cree que son los principales determinantes de la diversidad genética y la ecología de la biota canaria (EMERSON, 2002; DE NASCIMENTO ET AL., 2009; LÓPEZ DE HEREDIA ET AL., 2010). Las condiciones climáticas de las islas son diversas debido a su fisiografía y localización geográfica. Los vientos Alisios húmedos de dirección noreste y los vientos saharianos secos del este provocan grandes clinas ambientales que varían conjuntamente con la xericidad y la edad de aparición de las islas: las islas occidentales (La Palma, El Hierro, Tenerife, La Gomera) son más húmedas, modernas y geológicamente menos estables que las islas orientales (Fuerteventura, Lanzarote, Gran Canaria). El pino canario es el único pino endémico del Archipiélago Canario. La expansión y diferenciación de sus poblaciones parecen ser resultado de una dinámica de extinciones locales y recolonización en las que el vulcanismo ha jugado un papel decisivo. En la actualidad abarca condiciones ambientales muy variadas. Crece espontáneamente desde casi el nivel del mar hasta cerca de 2.400m y existen masas naturales desde en ambientes subdesérticos con menos de 300 mm de precipitación anual hasta en bosques mixtos de pinos y frondosas con más de 1.500 mm. 2. Objetivos En este trabajo intentamos discernir entre efectos demográficos y procesos selectivos en la diferenciación genética de las poblaciones de pino canario mediante el análisis de genes candidatos y de la variación ambiental y fenotípica de caracteres cuantitativos obtenidos en ensayos de procedencias. Por un lado compararemos la estructura genética espacial del pino canario obtenida con a partir de los genes estudiados con la diferenciación fenotípica entre poblaciones obtenida en ensayos de procedencias para detectar procesos selectivos. Por otro, intentaremos identificar regiones génicas que se desvíen de la neutralidad para estudiar posteriormente si existe alguna correlación con las condiciones ambientales actuales de las poblaciones. Por último comprobaremos si existe alguna relación entre los caracteres fenotípicos y la diversidad genética molecular para identificar posibles genes candidatos, es decir genes implicados en alguno de los caracteres cuantitativos medidos en campo tales como la supervivencia, el crecimiento, la eficiencia hidráulica y la vulnerabilidad a la cavitación. 3. Metodología 3.1. Análisis de genes candidatos Hemos seleccionado 24 poblaciones naturales de P. canariensis para la secuenciación de genes candidatos (Figura 1). De cada población recogimos acículas de 24-26 árboles, excepto de las poblaciones marginales en las que el tamaño muestral se redujo a 3-10 árboles. Como grupo externo (outgroup) utilizamos 7 muestras de P. pinea, debido a su proximidad filogenética con P. canariensis (ECKERT y HALL, 2006). Para la extracción de DNA utilizamos el kit Invitek (Invisorb® Spin Plant Mini Kit). Se secuenciaron amplicones de 8 genes nucleares (Tabla 1) usando cebadores transferidos de P. pinaster (GRIVET ET AL., 5/17 2011), P. sylvestris (PALMÉ ET AL., 2008), P. taeda (BROWN ET AL., 2004) y varias especies del subgénero Strobus (TSUTSUI ET AL. 2009). Tabla 1. Genes nucleares secuenciados, función en la que están potencialmente implicados y tamaño de la secuencia analizada (en pares de bases). ID gen cad lp3-3 CCoAOMT gapCp eph phy pal rps10 Categoría funcional Biosíntesis de la lignina (fin de la ruta de biosíntesis del monolignol) Estrés hídricos (pertenece a la familia de genes ASR) Biosíntesis de la lignina (reforzamiento de la pared celular) Ciclo de Calvin en la fotosíntesis y glicólisis citosólica. Tiene un papel en el desarrollo de la raíz Respuesta frente a ataques de patógenos Proteínas azules de cobre involucradas en el transporte de electrones Biosíntesis de compuestos fenilpropanos en el desarrollo de la lignina Síntesis de proteínas Total (bp) Región codificante (bp) Región no codificante (bp) 412 301 111 404 237 167 511 264 247 566 197 369 642 332 310 484 223 261 408 283 125 392 298 94 La alineación de las secuencias la realizamos con CLUSTALW en el software BIOEDIT (http://www.mbio.ncsu.edu/BioEdit/page2.html). Para estimar dos haplotipos por individuo en cada locus utilizamos el programa PHASE (STEPHENS ET AL., 2001). En total obtuvimos entre 6 y 52 secuencias de haplotipos por población. A partir de las mismas calculamos varios estadísticos de diversidad molecular con el programa DnaSAM 5.1 (ECKERT ET AL., 2009). La diversidad de nucleótidos la estimamos con los parámetros θπ (Nei, 1987) y θW (WATTERSON, 1975), y para la diversidad haplotípica utilizamos el estadístico Hd de Nei (1987). Para construir las redes de haplotipos para cada gen seguimos el método Median Joining Network implementado en el programa SplitsTree 4 (HUSON & BRYANT, 2006). La distribución de la variabilidad genética individual, poblacional y entre islas la calculamos a través de un AMOVA para cada locus con el programa Arlequin 3.11 (EXCOFFIER ET AL., 2005). Obtuvimos las matrices de valores Fst considerando el modelo de sustitución para cada locus obtenido con jModeltest 0.1.1 (POSADA, 2008). Para detectar desviaciones de la neutralidad de cada gen candidato utilizamos distintos tests de selección obteniendo que para el pino canario estos genes pueden considerarse neutrales, es decir, en principio no sometidos a procesos selectivos. 6/17 Figura 1. Izquierda: Median Joining Network de los 22 haplotipos encontrados para P. canariensis y P. pinea. Los colores representan la frecuencia de cada haplotipo en cada isla (TF=Tenerife; GC=Gran Canaria; LP=La Palma; EH= El Hierro; LG=La Gomera; PP=Pinus pinea. Derecha: Localización de las poblaciones naturales muestreadas para el análisis molecular con la distribución de haplotipos del gen GapCP. 3.2. Supervivencia, crecimiento y parámetros hidráulicos de las poblaciones en un ensayo de procedencias multilocalidad De las 24 poblaciones utilizadas para el análisis genético, 19 están representadas en un ensayo de procedencias multilocalidad de pino canario. Para el propósito de este trabajo utilizamos tres de las parcelas de ensayo: Los Realejos, en el norte de Tenerife, como representativa de ambiente húmedo influenciado por el mar de nubes, su precipitación media anual varía entre 700-800 mm más la precipitación horizontal; Fasnia que se encuentra en una de las zonas más secas de Tenerife, con una valor medio de 460 mm de precipitación anual y orientación sudeste y Tirajana, en el sur de Gran Canaria, situada en un ambiente casi desértico con apenas 300 mm de precipitación anual y suelos con muy poca retención de agua (para una descripción más detallada del los ensayos ver LÓPEZ ET AL., 2007). Durante los seis primeros años tras el establecimiento de las plantaciones, en 1999, medimos la supervivencia, altura y diámetro de todos los árboles. En 2010 realizamos las curvas de vulnerabilidad a la cavitación en ramas de 8 procedencias utilizando la técnica del Cavitron (COCHARD ET AL., 2005). Utilizamos ramas de 16-28 individuos por procedencia de los dos sitios de ensayo más extremos, Los Realejos y Tirajana. A partir de las curvas de vulnerabilidad se estimaron los parámetros P12, P50 y P88 (potencial hídrico al que se produce el 12%. 50% y 88% de pérdida de conductividad hidráulica, respectivamente). En las mismas ramas evaluamos la eficiencia hidráulica a través de la conductividad específica, Ks y la conductividad específica foliar, Kl (más detalles acerca del cálculo de los parámetros hidráulicos en LÓPEZ ET AL., 2013). 7/17 La proporción de la variación total entre poblaciones de los caracteres fenotípicos se calculó con el estadístico Qst, dividiendo la varianza genética aditiva total en dos componentes: interpoblacional (σB) e intrapoblacional (σw): Qst = = donde h2 es la heredabilidad en sentido estricto, y n el número de sitios de ensayo. Asumimos un valor de h2 = 0.2 basándonos en valores en la bibliografía para otros pinos ya que no existen datos publicados de pino canario. Estimamos los componentes de la varianza: varianza de la población (Vα), varianza de la interacción población x sitio de ensayo (Vαβ) y varianza residual (Vε), utilizado la opción REML del procedimiento VARCOMP en SAS a partir del modelo: Yij = µ + αi + βj + αβij + ε donde Yij es el valor fenotípico de la procedencia i-ésima en el sitio j; µ es la media poblacional, αi es el efecto de la i-ésima procedencia, βj es el efecto del j-ésimo sitio, αβij es la interacción entre la i-ésima procedencia en el sitio j, y ε es el error experimental. La distribución e intervalos de confianza de los Qst los calculamos mediante bootstrapping. Para detectar diferencias entre los valores medios de los Fst y Qst, se generaron 1000 bootstrap para ambos estadísticos (WHITLOCK, 2008). Posteriormente comparamos los intervalos de confianza al 95% de las distribuciones de ambos estadísticos. 3.3. Caracterización ambiental de las poblaciones Medimos las coordenadas geográficas (X_UTM, Y_UTM y altitud) de cada población con un GPS. Las variables climáticas las obtuvimos a partir de las bases de datos del GRAFCAN (http://www.grafcan.es/) y de la AEMET (http://www.aemet.es/es/serviciosclimaticos/datosclimatologicos). Para la caracterización de las poblaciones seleccionamos: precipitación media anual, precipitación media estacional, precipitación máxima en 24 horas, temperatura media anual, temperatura mínima anual, temperatura máxima anual, temperatura media máxima, temperatura media mínima, rango anual de temperaturas, evapotranspiración potencial total y estacional, radiación solar, frecuencia de heladas, erosión potencial del suelo y duración del periodo de sequía. Como muchas de las variables están correlacionadas entre sí, aplicamos un Análisis de Componentes Principales (PCA) para reducir el número de variables en los análisis de correlaciones con los parámetros genéticos y variables fenotípicas. 8/17 Estimamos la edad de las poblaciones de pino canario a partir de la edad de las coladas volcánicas sobre las que se asientan basándonos en la literatura publicada (Tabla 2). Tabla 2. Localización, características climáticas y edad de las poblaciones de pino canario incluidas en los análisis moleculares. Se han señalado con un asterisco aquellas poblaciones representadas en los ensayos de procedencias. LA PALMA TENERIFE Isla Población X Y Altitud Ta (ºC) Pa (mm) Sq (meses) Edad (Ma) Anaga 373332 3159843 245 19,4 363 6,5 5,4 Arafo (*) 359227 3137506 940 15,4 658 4,0 1,2 La Esperanza (*) 364449 3144184 1060 13,2 785 13,2 0,69-0 La Guancha (*) 338033 3136348 1060 13,1 573 13,1 0,69-0 Vilaflor Alto (*) 336661 3119757 2145 11,5 372 4,5 0,69-0 Vilaflor Bajo 339148 3116789 1435 15,4 371 4,5 0,69-0 Chío (*) 326893 3130161 1450 13,3 443 3,0 0,69-0 Arico (*) 347929 3123062 1830 13,5 372 4,0 0,69-0 Ifonche 334324 3113839 1040 17,9 364 5,0 1,2 Tagoja (*) 225438 3181505 1650 11,7 528 4,0 0,5 Garafía (*) 219189 3189233 1040 14,7 953 3,5 1,65 El Fayal (*) 210305 3186846 782 16,5 573 4,0 0,531 Taburiente (*) 218606 3180918 845 15,4 705 3,5 0,5 El Paso (*) 222932 3174530 1085 14,20 811 3,5 0,659 Fuencaliente (*) 220535 3163050 1180 13,40 831 3,0 < 0,0001 El Julán (*) 203934 3068731 935 16,4 450 4,5 0.0002 Hoyo Morcillo (*) 199963 3069239 965 16,4 417 4,5 0.0002 Imada 278913 3108478 1080 16,1 484 4,5 8,6-7,8 Tamadaba (*) 431978 3103714 1.190 15,3 575 4,0 3,5 Gáldar 439376 3099201 1700 13,4 826 2,8 0,0029 Mogán (*) 430833 3087207 525 18,3 282 7,0 3,5 Inagua (*) 433324 3089930 995 17,0 382 4,5 3,5 Barranco de Soria (*) 434530 3088373 820 17,9 332 6,0 3,89 Tirajana (*) 441718 3089646 1150 18., 482 4,0 3,69 Arguineguín 434941 3077536 250 20,7 183 9,5 11,77 HIERRO GRAN CANARIA GOMERA 3.4. Variación de la diversidad genética según gradientes geográficos y ambientales Para identificar indicios de adaptación a ambientes locales, realizamos un análisis de correlación entre los parámetros de diversidad poblacional (Hd y θπ), las frecuencias 9/17 haplotípicas, las coordenadas geográficas y las tres primeras componentes principales de los datos climáticos. Se aplicó la corrección de Bonferroni para comparaciones múltiples. Implementamos test de Mantel en el software PASSaGE2 para examinar si la distancia geográfica entre las poblaciones estaba asociada con la diversidad poblacional o con las distancias entre caracteres fenotípicos cuantitativos, así como entre distancias genéticas moleculares y cuantitativas (significación del test obtenida con 1000 permutaciones). Es decir si las poblaciones más próximas son más parecidas genética y fenotípicamente entre sí que las que se encuentran más alejadas geográficamente. 4. Resultados y Discusión 4.1. Diferenciación neutral frente a variación adaptativa Las poblaciones se comportaron como una metapoblación más o menos panmíctica, superando los efectos de la deriva genética y con muy poca diferenciación local. Para los diez genes seleccionados se repitió un patrón con uno o dos haplotipos mayoritarios y un número variable de haplotipos raros, lo que se tradujo en valores de Fst bajos para todos los genes secuenciados, con un valor promedio de 0,065 (0,02; p<0,01). Los valores de Qst variaron entre 0,044 para la altura (0,09; p<0,001) y 0,452 (0,08; p<0001) para el P88 (Tabla 3). Los valores de Qst de la altura, diámetro y la eficiencia hidráulica no difirieron significativamente de los valores de Fst. Es decir, las pequeñas diferencias encontradas entre poblaciones en caracteres cuantitativos podrían ser resultado de la deriva genética u otros procesos de diferenciación genética neutrales. Sin embargo, en las variables relacionadas con la resistencia a la cavitación los valores de Qst fueron mayores que el de Fst (Tabla 3) indicando selección espacial divergente. De hecho el pino canario ha sido la primera conífera en la que se ha encontrado por una parte que existen diferencias entre poblaciones para los parámetros de resistencia a la cavitación pero que además, estas diferencias, mucho más acusadas cuando las plantas crecen en ambientes con un prolongado periodo de sequía, como sucede en el ensayo de Tirajana, están ligadas al clima de las masas de origen. Es decir las poblaciones de ambientes más secos son más resistentes a la cavitación que las de ambientes más húmedos (LÓPEZ ET AL., 2013). La construcción de un xilema más resistente a la cavitación en ambientes secos se ha visto de manera generalizada cuando se han realizado comparaciones entre especies (POCKMAN & SPERRY, 2000), por lo que se ha confirmado que es un carácter estrechamente ligado con la resistencia a la sequía y al crecimiento en lugares con baja disponibilidad hídrica. A pesar del elevado flujo genético entre islas (NAVASCUÉS ET AL., 2006) y entre poblaciones situadas a distintas altitudes en la mismas ladera (NAVASCUÉS ET AL., 2008), el amplio rango de condiciones ambientales y las frecuentes perturbaciones a las que están sometidas las masas de pino canario pueden haber ejercido presiones selectivas muy fuertes en el pasado, favoreciendo por un lado genotipos en general muy plásticos, es decir con gran capacidad de cambios en el fenotipo según el ambiente en el que crezcan, como ya se ha visto con anterioridad en otros caracteres como el reparto de biomasa, la capacidad de ajuste osmótico y la morfología foliar (LÓPEZ ET AL., 2009; 2010) pero que además están adaptados a las condiciones locales. 10/17 Tabla 3. Porcentaje de la varianza explicada y valores de significación (*P<0,05; **P<0,01; ***P<0,001) de los factores procedencia, sitio (localidad de ensayo) y su interacción para los valores de eficiencia hidráulica, resistencia a la cavitación y crecimiento obtenidos del modelo lineal general y valor de la diferenciación genética poblacional para cada variable cuantitativa (Qst ± desviación estándar). Ks: conductividad hidráulica específica; Kl: conductividad hidráulica foliar; P12, P50, P88: potencial hídrico que causa el 12%, 50% y 88% de pérdida de conductividad hidráulica respectivamente; H: altura a los 6 años del establecimiento del ensayo; Db: diámetro basal a los 6 años. Variable Sitio Eficiencia hidráulica Ks 15,33 *** Kl 10,53 *** Resistencia a la cavitación P12 34,35 *** P50 53,11 *** P88 42,75 *** Crecimiento H 94,12 *** Db 59.96 *** Procedencia Sitio x Proc Qst 1,45 3,58 1,28 0,076 (0,10) 0,089 (0,11) 0 5,48 *** 9,00 *** 4,96 5,50 * 8,39 ** 0,093 (0,08) 0,365 (0,09) 0,452 (0,08) 0,11 2.35 0 0 0,044 (0,09) 0,135 (0,09) 4.2. Relación entre las variables ambientales, la diversidad genética y la diferenciación fenotípica La estructura genética de las poblaciones no siguió un patrón de aislamiento por distancia según los resultados del test de Mantel (p > 0,3). Es decir, las poblaciones más próximas geográficamente no fueron las más cercanas genéticamente. La mayor parte de las clinas detectadas en la diversidad genética de 4 de los 8 genes analizados, tanto a nivel de SNPs como de haplotipos, fueron longitudinales. Las diversidades haplotípica (Hd) y nucleotídica (θπ) de los genes phy y cad aumentaron hacia el este mientras que la diversidad de los genes gapCp y eph siguió un patrón opuesto, siendo mucho menor en las poblaciones de Gran Canaria. Las tres primeras componentes principales de los datos climáticos (autovalor > 1,0) explicaron juntas el 84,9% de la varianza total de los datos. La primera componente principal (PC1; 55,1%) puede asimilarse a un índice de aridez: los climas más húmedos y templados se sitúan en un extremo (valores negativos), mientras que los más secos y cálidos en el otro (valores positivos). Este gradiente de aridez está además muy correlacionado con la longitud. La PC2 (20%) mostró correlaciones positivas con la altitud, temperaturas y precipitaciones estivales, el rango de temperaturas, las temperaturas máximas y la evotranspiración potencial en verano y negativamente con la precipitación, las temperaturas mínimas y la evotranspiración potencial en invierno. Por último la PC3 (12%) estuvo relacionada con la radiación solar, temperatura media estival y temperaturas máximas anuales. Las diversidades haplotípicas de tres de los genes candidatos (gapCp, CCoAOMT y pal) mostraron una fuerte correlación negativa con la PC1 (r = -0,55; -0,51; -0,53; p ≤ 0.02, respectivamente), sugiriendo la posibilidad de que la selección pueda haber actuado sobre la diversidad de estos genes (Figura 2). No obstante, ninguno de estos genes mostró evidencias 11/17 de selección para ninguno de los tests realizados. Es decir que, a pesar de que parece que estos genes presentan una clara variación clinal no podemos descartar que las diferencias entre las distintas poblaciones se deban a efectos demográficos. 1.0 1.0 a Hd gapCp Hd CCoAOMT b 0.8 0.8 0.6 0.4 0.6 0.4 0.2 0.2 0.0 0.0 -6 -4 -2 0 2 4 6 8 10 Factor 1 (Aridez) -6 -4 -2 0 2 4 6 8 10 Factor 1 (Aridez) 1.0 c Hd pal 0.8 El Hierro Gran Canaria La Palma Tenerife 0.6 0.4 0.2 0.0 -6 -4 -2 0 2 4 6 8 10 Factor 1 (Aridez) Figura 2. Correlaciones entre el índice de aridez obtenido mediante el análisis de componentes principales de 21 variables climáticas (ver material y métodos) y las diversidad de los genes CCoAOMT (a), gapCp (b) y pal (c). Cuando las correlaciones se efectuaron entre las variables climáticas y las frecuencias haplotípicas encontramos que seis de los genes sufrieron cambios direccionales en las mismas: la frecuencia de los haplotipos rps10_2 y pal_1 disminuyó con el aumento de la aridez, mientras que la frecuencia de rps10_1 y gapCp_2 se incrementó (p ≤ 0.01; Figura 3). De hecho, para el gen gapCp el segundo haplotipo está casi fijado en las poblaciones más xéricas (Figura 1). El haplotipo pal_1 se caracteriza por un SNP en la región codificante que se traduce en el cambio de un aminoácido entre las poblaciones más xéricas y las más húmedas. En el caso de los haplotipos gapCp_2, rps10_1 y rps10_2 no se encontraron SNPs en la región codificante que expliquen las correlaciones con la variación ambiental, por lo que estas correlaciones podrían estar sesgadas por la historia demográfica de las poblaciones. Sin embargo, no puede descartarse que los SNPs identificados en la región no codificante de estos genes estén ligados a otras regiones codificantes que sí estén sometidas a selección. 12/17 0.8 0.8 a b 0.6 rps10_2 rps10_1 0.6 0.4 0.2 0.4 0.2 0.0 0.0 -6 -4 -2 0 2 4 6 8 10 -6 -4 -2 Factor 1 (Aridez) 2 4 6 8 10 6 8 10 Factor 1 (Aridez) 1.0 0.6 d c 0.8 GapCp_2 0.4 pal_1 0 0.2 0.6 0.4 0.0 0.2 -6 -4 -2 0 2 4 Factor 1 (Aridez) 6 8 10 -6 -4 -2 0 2 4 Factor 1 (Aridez) Figura 3. Correlaciones entre el índice de aridez obtenido mediante el análisis de componentes principales de 21 variables climáticas (ver material y métodos) y las frecuencias haplotípicas de 2 haplotipos del gen rps10 (a y b) de un haplotipo del gen pal (c) y de un haplotipo del gen GapCP (d). Los símbolos representan las distintas islas (ver Figura 2). La sequía parece haber sido un agente selectivo importante para el pino canario. Si bien, el gradiente de aridez actual de las islas se superpone con la edad de emergencia de las mismas y su posterior colonización por el pino canario: las islas orientales son las más antiguas y también las más áridas. De hecho hay evidencias de la presencia de pino canario en Fuerteventura y Lanzarote en épocas pasadas (CLIMENT ET AL., 1996). La superposición de clima y antigüedad de las poblaciones podría ocasionar que parte de las correlaciones encontradas entre clima y diversidad genética estuvieran sobrestimadas debido a procesos de diferenciación neutral. Aunque tenemos que tener en cuenta estas posibles correlaciones espurias, se ha demostrado que los métodos basados en las relaciones entre datos genéticos y ambientales son prometedores ya que permiten el estudio de las adaptaciones y procesos específicos de una determinada especie al ambiente en el que habita utilizando las frecuencias alélicas o la estructura genética de sus poblaciones (JOOST ET AL., 2008). Estos métodos de correlación son además mucho más atractivos que los métodos basados en la detección de outliers (como en EVENO ET AL., 2008) ya que evidencian factores de selección particulares y permiten trabajar con hipótesis más concretas basándose en variables ambientales determinadas. 13/17 El análisis de correlación entre la localización y las variables ambientales con los valores fenotípicos medidos en los ensayos de procedencias reveló una fuerte correlación entre el gradiente de aridez y la supervivencia en los dos ensayos más secos, Fasnia (r= 0.75) y Tirajana (r = 0.57), así como con la altura y la resistencia a la cavitación en esta última parcela (r = 0.65) (Figura 4). Las poblaciones que se asientan en terrenos más secos presentan evidencias de adaptación local y sobreviven y crecen más en estos ambientes que las que habitan en las laderas de exposición norte de las islas, con condiciones mucho más húmedas y suelos más desarrollados. Parte de esta adaptación local podría deberse a una mayor resistencia a la cavitación. Las poblaciones más xéricas soportarían diferencias de potencial hídrico entre suelo y copa mucho mayores que las húmedas sin perder conductividad hidráulica, y por tanto podrían seguir realizando fotosíntesis aún en condiciones de cierto déficit hídrico. 1.0 1.0 b Supervivencia Fasnia Supervivencia Tirajana a 0.8 0.6 0.4 0.8 0.6 0.4 0.2 0.2 -6 -4 -2 0 2 4 -6 6 -4 -2 4 6 1.0 c d Supervivencia Tirajana Altura Tirajana 2 Factor 1 (Aridez) Factor 1 (Aridez) 80 0 70 60 50 40 0.8 0.6 0.4 0.2 -6 -4 -2 0 2 Factor 1 (Aridez) 4 6 0.0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 CCoAOMT_2 Figura 4. Correlaciones entre el índice de aridez obtenido mediante el análisis de componentes principales de 21 variables climáticas (ver material y métodos), la supervivencia en los dos ensayos de procedencias más secos, Tirajana (a) y Fasnia (b) y la altura en Tirajana (c). Correlación entre las frecuencias haplotípicas del gen CCoAOMT_2 y la supervivencia en Tirajana. Los símbolos representan las distintas islas (ver Figura 2). 14/17 4.3. Genes candidatos asociados a la eficiencia hidráulica y la resistencia a la cavitación Los resultados de los test de Mantel para los genes CCoAOMT y cad revelaron que el primero está correlacionado con los valores de P 50 (r = 0,587; p<0,05) y diámetro basal (r = 0,509; p<0,05), mientras que el segundo se relaciona con la conductividad específica foliar, Kl (0,433; p<0,05). Estudios anteriores con los genes CCoAOMT y lp3-3 han indicado que podrían estar implicados en la resistencia a la sequía en P. pinaster (EVENO ET AL., 2008) y P. halepensis (GRIVET ET AL., 2011). Nuestros resultados apuntan a la implicación del primero, descrito en procesos de formación de la pared secundaria celular, en la resistencia a la cavitación del sistema hidráulico de la planta y en el crecimiento diametral. El gen cad, que se expresa en tejidos que están llevando a cabo de forma activa procesos de lignificación (GRIMA-PETTENATI ET AL., 1993) y podría ser un gen candidato relacionado con la conducción de agua a través de la planta. Tenemos que señalar que los test de neutralidad realizados, tanto con el CCoAOMT como con el cad, no evidenciaron ninguna desviación de la misma a pesar de las correlaciones encontradas con procesos fisiológicos. Esto podría indicar que no son los genes bajo selección pero podrían estar ligados a genes que sí han sufrido procesos selectivos. El siguiente paso para confirmar el papel de estos genes candidatos en la resistencia a la sequía, sería el estudio de la expresión de los mismos en plantas sometidas a déficit hídrico. 5. Conclusiones Las dos aproximaciones utilizadas en este trabajo para distinguir procesos selectivos asociados a variables climáticas indican que la sequía parece haber sido un fuerte agente de selección natural en el pino canario. A pesar del elevado flujo genético entre sus poblaciones, hemos detectado selección divergente sobre caracteres relacionados con la resistencia a la cavitación. Se han detectado clinas ambientales en la diversidad de tres genes candidatos y además dos de ellos CCoAOMT y cad han sido identificados como potenciales genes candidatos en la resistencia a la cavitación y la eficiencia hidráulica de la planta. 6. Agradecimientos Nos gustaría agradecer al Gobierno de las Islas Canarias, a los Cabildos de Gran Canaria y Tenerife y al Parque Nacional de Taburiente por su apoyo y colaboración durante tantos años de estudio del pino canario. Gracias también a toda la gente involucrada en el establecimiento, cuidado y mediciones de los ensayos de procedencias, así como a Christian Bodet y Pierre Conchon por su ayuda con el Cavitron. Este estudio ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación a través del proyecto VULCAN (AGL2009-10606). 7. Bibliografía BROWN, G.R.; GILL, G.P.; KUNTZ, R.J.; LANGLEY, C.H.; NEALE, D.B.;2004. Nucleotide diversity and linkage disequilibrium in loblolly pine. PNAS 101 15255 - 15260 CARRACEDO, J.C.; DAY, S.J.; GUILLOU, H.; RODRÍGUEZ BADIOLA, E.; CANAS, J.A.; PÉREZ TORRADO, F.J.; 1998. Hotspot volcanism close to a passive continental margin: the Canary Islands. Geol Mag 135 591 – 604 15/17 CLIMENT, J.; GIL, L.; PARDOS, J.A.; 1996. Las regiones de procedencia de Pinus canariensis Chr. Sm. Ex DC. ICONA. 50 pp. Madrid COCHARD, H.; DAMOUR, G.; BODET, C.; THARWAT, I.; POIRIER, M.; AMÉGLIO, T.; 2005. Evaluation of a new centrifuge technique for rapid generation of xylem vulnerability curves. Physiol Plantarum 124 410 - 418 COCHARD, H.; HÖLTTÄ, T.; HERBETTE, S.; DELZON, S., MENCUCCINI, M.; 2009. New insights into the mechanisms of water-stress-induced cavitation in conifers. Plant Physiol 151 949 - 954 ECKERT, A.J.; Hall, B.D.; 2006. 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