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16 DE MAYO SAN ALIPIO Y SAN POSIDIO OBISPOS MEMORIA El recuerdo de Alipio y Posidio está íntimamente unido, como religiosos y como obispos, a la figura de san Agustín. Son los dos máximos representantes de su herencia espiritual. Cuanto Posidio escribe el capítulo II de la Vita Augustini tiene especial vigencia en él mismo y en Alipio (cf. segunda lectura). Alipio nació en Tagaste (hoy Souk Ahras, Argelia). Compartió con Agustín los errores de la juventud, la conversión religiosa y las fatigas del apostolado. Agustín le llama “hermano de mi corazón” y le describe como persona de índole religiosa, de gran nobleza e imparcialidad, y con un gran amor a la justicia. Estudió derecho en Roma y fue elegido obispo de su ciudad natal el año 394, antes de que Agustín lo fuera de Hipona. Las relaciones de Posidio con Alipio y Agustín datan, al parecer, de los tiempos de la fundación del primer monasterio de Hipona. Posidio fue el primer biógrafo de Agustín, con quien, según él mismo escribe, vivió “en dulce familiaridad cerca de 40 años”. Hacia el 397 fue elegido obispo de Calama. Viajó a Italia dos veces para defender los derechos de la Iglesia y participó con Agustín y Alipio en varios concilios africanos. Los tres aparecen unidos en la célebre asamblea reunida en Cartago el año 411 para buscar la paz entre católicos y donatistas. A ellos, junto con otros tres obispos, les tocó defender la postura de la Iglesia católica en representación de sus 266 obispos. Del común de pastores: obispo RITOS INICIALES ANTÍFONA Y MONICIÓN DE ENTRADA Recordamos hoy en nuestra celebración eucarística a los santos Alipio y Posidio, íntimamente unidos a la vida de san Agustín. Amigos entrañables y depositarios de su herencia espiritual. Con Alipio compartió la inquietud y la búsqueda que desembocaría en el bautismo cristiano recibido por los dos en la catedral de Milán. San Agustín le llama “hermano de mi corazón”. Posidio fue el primer biógrafo de san Agustín. Su relato, después de haber vivido con él “en dulce familiaridad” cerca de cuarenta años, es vivo y de un gran realismo. Los dos fueron obispos y participaron en distintos concilios de África como representantes de la Iglesia católica. Los dos cumplieron lo que dice el Señor por medio del profeta Jeremías (Jr 3, 15): Os daré pastores conforme a mi corazón, que os apacienten con ciencia y experiencia (T. P. Aleluya). Por intercesión de san Alipio y san Posidio, pedimos al Señor mantenernos fieles en su servicio y en nuestra vocación cristiana. ACTO PENITENCIAL Para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos humildemente nuestros pecados. SAN ALIPIO Y SAN POSIDIO (16 DE MAYO) ORACIÓN COLECTA Oh Dios, que hiciste a los obispos Alipio y Posidio, junto con San Agustín, defensores de la verdad y propagadores de la vida común, concédenos, te lo pedimos, que de tal manera seamos libres en la verdad y esclavos en el amor, que permanezcamos fieles en tu servicio y en nuestra vocación. Por nuestro Señor Jesucristo… R/. Amén. LITURGIA DE LA PALAB RA ORACIÓN DE LOS FIELES Oremos al Señor, nuestro Dios, en la memoria de los santos Obispos Alipio y Posidio. 1.- Por la Iglesia, animada por el Espíritu Santo; para que sea testigo ante los hombres de la nueva creación, que ha sido inaugurada por la Pascua de Jesús: roguemos al Señor… 2.- Por el Papa y los obispos, a quienes Cristo ha confiado el cuidado de todas las Iglesias: roguemos al Señor… 3.- Por los presbíteros, colaboradores de los obispos, responsables de la misión pastoral en las diócesis y por las vocaciones sacerdotales y consagradas: roguemos al Señor… 4.- Por los que viven marginados de la sociedad y los que se sienten desamparados, incomprendidos, desgraciados: roguemos al Señor… 5.- Por todos nosotros; para que nos comprometamos de verdad en la acción misionera de la Iglesia: roguemos al Señor… Escucha, Señor, nuestras súplicas que te dirigimos hoy confiando en la valiosa intercesión de los santos Alipio y Posidio, y concédenos lo que te pedimos. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén. LITURGIA EUCARÍSTICA ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Señor, Dios nuestro, los sacramentos que hemos recibido aumenten en nosotros el fuego de la caridad con el que los santos Alipio y Posidio se entregaron al servicio de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén. RITO DE LA COMUNIÓN ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Señor, Dios nuestro, los sacramentos que hemos recibido aumenten en nosotros la caridad con la que los santos Alipio y Posidio se entregaron al servicio de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén. Pág. 2 MISAL AGUSTINIANO APUNTE BIOGRÁFICO El recuerdo de los santos Alipio y Posidio está íntimamente unido, como religiosos y obispos, a la figura de san Agustín. Son los dos representantes más cualificados de la herencia agustiniana. Agustín habla de su amigo Alipio con admiración. Uno y otro son hermanos de corazón. Aunque distanciados por la edad, juntos viven una juventud azarosa, juntos reciben el bautismo y también él rigió una diócesis de África. Fue nombrado obispo de Tagaste el año 394, cuando Agustín era todavía sacerdote. Compartieron inquietudes religiosas e intelectuales, experiencias monásticas y un celo ferviente por defender la fe frente a las herejías de su tiempo. Experto en derecho, ejerció con brillantez y honestidad el cargo de asesor jurídico. Ya obispo, viajó varias veces a Roma, llevando libros de Agustín al Papa Bonifacio La relación de Posidio con Alipio y Agustín data, al parecer, de los tiempos de la fundación del primer monasterio de Hipona. Allí vivió hasta que, alrededor del año 400, ocupó como obispo la diócesis de Calama, ciudad de Numidia. Posidio, Alipio y algún otro obispo, fueron los grandes apoyos de Agustín en su defensa tenaz de la Iglesia católica. Estaban en juego el dogma y la pureza de la fe. Posidio participó en diferentes Concilios y en los años 409 y 410 se le encomendaron misiones oficiales ante el emperador Teodosio II. Al ser devastada Calama por los vándalos que mandaba Genserico, se retiró a Hipona al lado de su amigo Agustín. Por eso va a acompañarle en el trance de la muerte y se convertirá en el emocionado primer biógrafo del obispo de Hipona. Pudo regresar a Calama, pero al oponerse a Genserico que pretendía imponer la fe arriana en sus dominios, fue expulsado de su sede. Pág. 3