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Confluencias y Fronteras de la Comunicación, vol. 1, núm. 1, 2001, pp. 43-53. Comunicación social de la ciencia. El divorcio: divulgación de la ciencia y sociedad. Navarrete, Marcela y Quiroga, Sergio. Cita: Navarrete, Marcela y Quiroga, Sergio (2001). Comunicación social de la ciencia. El divorcio: divulgación de la ciencia y sociedad. Confluencias y Fronteras de la Comunicación, 1 (1) 43-53. Dirección estable: http://www.aacademica.org/sergio.ricardo.quiroga/18 Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons. Para ver una copia de esta licencia, visite http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/deed.es. Acta Académica es un proyecto académico sin fines de lucro enmarcado en la iniciativa de acceso abierto. Acta Académica fue creado para facilitar a investigadores de todo el mundo el compartir su producción académica. Para crear un perfil gratuitamente o acceder a otros trabajos visite: http://www.aacademica.org. Navarrete, M. y Quiroga S. (2001). Comunicación social de la ciencia. El divorcio: divulgación de la ciencia y sociedad. Revista Confluencias y Fronteras de la Comunicación. Revista del Departamento de Ciencias de la Comunicación. Facultad de Humanidad y Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Jujuy. Págs. 43-53. Disponible en [https://comunicacionunju.files.wordpress.com/2015/09/revista-confluencias-yfronteras.pdf] Revista del Departamento de Ciencias de la Comunicación Facultad de Humanidad y Ciencias Sociales Universidad Nacional de Jujuy CONFLUENCIAS Y FRONTERAS DE LA COMUNICACION Octubre de 2001 Otero 262 San Salvador de Jujuy Provincia de Jujuy - República Argentina 41 Índice PRESENTACIÓN Roberto Bulacio RESÚMENES DE LOS TRABAJOS LA FORMACIÓN Y LA MEMORIA CARRERAS DE COMUNICACIÓN. PERSPECTIVAS ACTUALES DE LOS PLANES DE ESTUDIO EN ARGENTINA Claudia Laudano ACERCA DE LA FORMACIÓN DEL PROFESIONAL DE LA COMUNICACIÓN Mirta Launay MEMORIA, HORROR, HISTORIA Alejandro Kaufman EL VINCULO ENTRE LA CIENCIA LA TECNOLOGÍA Y LA SOCIEDAD INTRODUCCIÓN A LOS EFECTOS SOCIALES DE LAS TECNOLOGÍAS DE LA COMUNICACIÓN Pedro Lipcovich COMUNICACIÓN SOCIAL DE LA CIENCIA. EL DIVORCIO: DIVULGACIÓN DE LA CIENCIA Y SOCIEDAD Marcela Navarrete, Sergio Quiroga LA CIUDAD DE SAN SALVADOR ALGUNAS FUNDACIONES DE LA MUY OBSTINADA E INSENSATA SAN SALVADOR DE JUJUY Reynaldo Castro EL CINE Y LA LITERATURA CINE Y LITERATURA: NUNCA AL PIE DE LA LETRA Arturo Alvarez EL RITMO DEL SILENCIO Elena Bossi EL EJERCICIO DEL PERIODISMO SECRETO PERIODÍSTICO Iván Lello EL LIMITE DEL PODER Pastora Mamaní 42 COMUNICACIÓN SOCIAL DE LA CIENCIA. EL DIVORCIO: DIVULGACIÓN DE LA CIENCIA Y SOCIEDAD Marcela Navarrete y Sergio Ricardo Quiroga mhnavar@unsl.edu.ar – squiroga@unsl.edu.ar Introducción La sociedad mundial cambiando velozmente. Ese proceso afecta a un conjunto de factores que constituyen la realidad social, política, cultural y en ese sentido, hay que admitir que asistimos a una transformación profunda, distinta de la producida por la revolución industrial, que reposaba sobre un sistema técnico específico: hierro, vapor carbón. Los cambios aparecen hoy de la mano de la tecnología, de la microelectrónica, de las telecomunicaciones, de la imagen digital, del acceso a redes de información internacional y la aparición de nuevos núcleos fundantes. Por otro lado, el sistema económico neoliberal, hoy dominante en nuestro mundo occidental, presupone una concepción de la ciencia, del ser humano, de la sociedad, y de la política funcionales a la realización de una sociedad regida por las pautas económicas características de dicho sistema y que constituye el valor máximo a alcanzar (GOMEZ, R. 1995). Es falso sostener que la tradición económica-política neoliberal esté sustentada por la única versión aceptable del conocimiento científico. Se habla hoy de la ciencia de la postmodernidad, donde la complejidad, el caos, los fractales, son palabras clave que hablan de categorías y de teorías que no encuentran cabida dentro de los modelos cartesianos de la razón. La producción de conocimientos muestra hoy un carácter transdisciplinario (GIBBONS, MICHAEL, LIMOGES CAMILE y otros 1994 ) y tiene lugar gracias a la participación de organizaciones muy distintas, no exclusivamente laboratorios científicos, incluyendo multinacionales, redes de empresas, entes gubernamentales y otras instituciones que unen sus intereses y sus capacidades en función del conocimiento. No hay filosofía neutra. La filosofía se produce en un contexto en el que funciona determinado sistemas de valores (GOMEZ, 1995). En función de los valores que presupone, defiende o ataca, determinada filosofía ha de propugnar la consecución de determinados propósitos o ideales de conducta. Con la llegada del siglo XXI resulta necesario reconocer la significación que asume el conocimiento y la divulgación de la ciencia y por supuesto su correcta interpretación en función de potenciar el descubrimiento de la esencia de la especie humana y sus potencialidades de desarrollo. La responsabilidad de transmitir conocimientos científicos y divulgarlos adecuadamente no resulta una tarea sencilla, más cuando los conocimientos propios de una ciencia deben ser transmitidos a quienes no están familiarizados con el tema. Los historiadores de la ciencia tienen dos formas clásicas de enfocar la significación de la ciencia y la tecnología para la sociedad o la cultura en general: el enfoque internalista y el enfoque externalista (QUINTANILLA, Miguel. 1990). El primero de ellos entiende a la ciencia como una sucesión de teorías y como un proceso intelectual. La ciencia es una parte de la cultura y el historiador estudia su dinámica interna y su carácter intelectual: como se producen los descubrimientos científicos, como progresa la ciencia, como se suceden los descubrimientos y las teorías científicas. Esta concepción de la ciencia tiene su reflejo en el campo de la comunicación científica pero sobre todo en la política científica. Todos estos elementos son estudiados por una disciplina conocida como epistemología, de gran auge en nuestros días. El objetivo fundamental de la comunicación científica acorde con el enfoque internalista es °”informar sobre los nuevos descubrimientos científicos, las nuevas teorías, los nuevos 43 conocimientos y la nueva imagen de la naturaleza que la ciencia nos ofrece a cada momento” (QUINTANILLA, 1990:23). En el mundo de la comunicación actual, la divulgación tiene un gran componente de percepción internalista de la ciencia por su propio valor cultural, y una buena medida de la actividad del periodismo científico actual está perfectamente encuadrado en este esquema. Pero, ¿Porqué la ciencia tiene que comunicarse? La ciencia se encuentra en una encrucijada decisiva en lo que respecta a su relación con dependencia con la sociedad. El concepto de torre de marfil (MUÑOZ, 1990) se ha usado generalmente para referirse al alejamiento del trabajo científico de la realidad social y el aislamiento de los investigadores ante sus conciudadanos. Teniendo en cuenta el paradigma internalista (QUINTANILLA, 1990) se trata de informar a la sociedad de la nueva realidad que nos proporcionan los científicos. Es una dimensión comunicativa y de la divulgación científica, como ha sido y es de la propia realidad científica. Es este el enfoque tradicional de la comunicación científica. En esta concepción hemos de entender que la ciencia es todo "un fenómeno cultural, intelectual, cuya comunicación y divulgación cumplen el rol de difundir lo que tiene interés para el público” (QUINTANILLA, 1990:25). El paradigma externalista del estilo de divulgación y la comunicación científica esta contrapuesto a la idea internalista (QUINTANILLA, 1990). Este enfoque se corresponde con los cambios que se operaron en la consideración política y social de la ciencia y la tecnología a partir de la Segunda Guerra Mundial y del nacimiento de las políticas de desarrollo científico y tecnológico que brindaron las organizaciones internacionales como la UNESCO, la OCDE y la OEA en América Latina. El enfoque externalista de la ciencia la tecnología considera que el desarrollo industrial y económico son ante todo valores productivos. Las universidades y los centros de investigación son las centrales térmicas del siglo XXI en donde se produce el conocimiento científico. ¿Cómo se difunde o expande ese conocimiento a la sociedad? ¿De que forma las usinas de la ciencia producen canales de comunicación entre ellas y la sociedad? La comunicación social de la ciencia es un campo que sólo recientemente se he separado de la actividad investigadora, como resultado natural de la especialización de la actividad científica. Hasta hace pocos años, la comunicación pública de la ciencia la hacían los mismos científicos y para ellos no era difícil encontrar el lenguaje para hacerse entender, aunque no siempre lo conseguían. Todo el mundo reconoce que la ciencia y la tecnología son importantes para la sociedad. De ellas, dependen el desarrollo económico, la competitividad de las empresas pero también el bienestar de los individuos. Que se reconozca esta consideración, no quiere decir que se sepa gestionar adecuadamente éstas relaciones (QUINTANILLA, 1990). De hecho, vivimos rodeados de productos de la ciencia y a tecnología al mismo tiempo, inmersos en una cultura plagada de elementos anticientíficos y de prácticas incompatibles con la racionalidad tecnológica. Quintanilla (1999:24) ha expresado acertadamente que "el problema es que la cultura científica no se genera espontáneamente". 44 Calvo Hernando (en la web) ha señalado que el divulgador de ciencia desarrolla tres funciones: Función informativa del divulgador que transmite y hace comprensible el contenido difícil de la ciencia, al mismo tiempo que estimula la curiosidad del público, su sensibilidad, su responsabilidad moral. Si los medios de comunicación en general tienen el doble objetivo de difundir hechos e ideas, en la divulgación de la ciencia esta misión alcanza los fines más altos. Función del intérprete que precisa el significado y el sentido de los descubrimientos básicos y de sus aplicaciones, especialmente aquellas que están incidiendo más radical profundamente en nuestras vidas cotidianas: electrónica, telecomunicaciones, medicina, biología, nuevo materiales, etc. Función de control en nombre del público, para tratar de conseguir que las decisiones políticas se tomen teniendo en cuenta lo avances científicos y tecnológicos y con la vista puesta en el ser humano y especialmente al servicio de su calidad de vida y de su enriquecimiento cultural. La comunicación es esencial en la actualidad para la sobrevivencia y desarrollo de las organizaciones. Al respecto, Margarida Kunsch en su trabajo Universidade e Comunicaçao na Edificaçao da Sociedade (Brasil, 1992:44) dice: La comunicación institucional es la que posibilita a una organización tener un concepto y un posicionamiento favorable frente a la opinión pública. (…)La comunicación institucional reviste hoy la mayor importancia. No basta apenas, que una organización tenga un producto de calidad. Es preciso que ella se presente y se identifique, pues una sociedad quiere saber y tiene el derecho de saber quién es ella”. Dentro de las cuestiones básicas sobre las que se realizan los delineamientos de la comunicación institucional, se encuentran las finalidades propias de la institución. Las finalidades de la universidad, en tanto organización formal son: la generación de nuevos conocimientos, la enseñanza y la extensión. La universidad tiene la responsabilidad de comunicar todas las acciones concretas que se realizan para cumplir estas finalidades y sus resultados, fruto de decisiones conscientemente tomadas por los conductores de la institución. Esta responsabilidad se sustenta en el derecho que tiene la sociedad de conocer cómo se utilizan los recursos públicos, qué destino y distribución se les da. Comunicación científica y universidad La actividad con la cual se concreta la generación de conocimientos es la investigación científica y tecnológica, la cual representa el mayor compromiso que posee la universidad con el presente y el futuro de una sociedad. Cuando la universidad incorporó, como una de sus actividades fundamentales, a la producción científica reformuló sensiblemente su rol en la construcción de la modernidad. Leonardo Prota (1987) se refiere a Wilhem von Humboldt como uno de los precursores de esta perspectiva, cuando reseña que el inicio de la universidad moderna, volcada a las actividades científicas y con énfasis en la investigación y en la libertad de creación tiene inicio -coinciden algunos autores- en la Universidad de Berlín, Alemania, en 1910 con el citado estudioso alemán. Prota dice: “Humboldt ve a su universidad como el lugar de la verdad”. El mismo Humboldt diferencia a “instituciones de alta cultura” de “escuelas”. Las primeras consideran a la ciencia como un problema que no está nunca enteramente 45 resuelto, esto se da porque están en estado permanente de investigación. En tanto que la escuela se preocupa de los conocimientos acabados. Las ideas y el trabajo de Humboldt llegaron a América Latina y pudieron instaurarse gracias a las reformas universitarias que fueron desarrollándose en los diferentes países, a sus propios tiempos y que modernizaron la perspectiva que se tenía de las universidades. La investigación científica y tecnológica constituye desde aquel momento y con mayor fuerza en la actualidad una actividad fundamental para el desarrollo social y económico de un país y es determinante de su grado de inserción en el marco mundial. La sociedad reconoce sobre todo, el papel que desempeña la universidad como formadora de profesionales y como prestadora de servicios. Pero poco se conoce del trabajo de investigadores, que junto a sus tareas docentes, dedican día a día muchas horas de trabajo a la generación de nuevos conocimientos, a la solución de problemas que se presentan en diversas áreas del conocimiento y que son vitales para la sociedad. Este desconocimiento se debe, en gran parte, a la falta de proyectos comunicacionales integrales, que incluyan la comunicación científica como un componente prioritario. Esta apertura de la universidad a través de la comunicación es vital para su crecimiento como institución. Margarida Kunsch asegura: "En el mundo en que vivimos hoy, la universidad tiene no sólo el deber, sino la responsabilidad social de reproducir su investigación de forma abierta a toda la sociedad. No se justifica más una producción científica enclaustrada en archivos con restricto acceso a una minoría privilegiada. Es preciso democratizar la universidad. Un servicio de comunicación es el mejor camino para una apertura de nuevos canales de diálogo y democracia dentro y fuera de la universidad". Margarida Kunsch (1992:33). Entendemos que la comunicación científica incluye en sus procesos a medios, lenguajes, canales, emisores y perceptores que en distintas situaciones comunicativas ponen en común el devenir de las acciones científicas. Y en ese proceso se ponen de manifiesto sus actores, los principios que guían las acciones y el impacto de los nuevos conocimientos en la vida social. La comunicación científica se da a diferentes niveles y en diferentes ámbitos. Entre científicos: a través de simposios, congresos, teleconferencias, etc; entre instituciones y organismos públicos y/o privados; entre organismos y el público en general. Se trata de diferentes flujos de mensajes que circulan por distintos canales y utilizan diferentes medios y lenguajes. Este complejo fenómeno de la comunicación científica puede explicarse desde tres categorías fundamentales: 1) La divulgación científica. 2) El periodismo científico. 3) La diseminación científica. La divulgación científica constituye el uso de recursos, técnicas y procesos para transmitir informaciones científicas y tecnológicas en un lenguaje accesible al público en general, a través de diferentes medios. De la divulgación participan distintos actores sociales como científicos, escritores, periodistas, especialistas. El objetivo es tender un puente entre la ciencia y el hombre común, a través de distintos recursos. El periodismo científico es un área del periodismo, un campo especializado que se dedica a decodificar el lenguaje científico, tornándolo accesible al público. Es una especialización informativa que consiste 46 en divulgar la ciencia y la tecnología a través de los medios de comunicación de masas (Calvo Hernando, 1992). Jose Reis (1984:124) destaca que: "El periodismo científico sirve de apoyo a la ciencia, ayudando a la sociedad a comprenderla en su más puro sentido. Es esa comprensión fundamental, pues la investigación es financiada directa o indirectamente por la sociedad. Corresponde al periodismo científico, por tanto un papel informativo y formativo". La diseminación científica atiende un universo más restricto de un determinado segmento del público, aquel que “conoce del asunto”. Es un tronco de informaciones científicas entre especialistas de un área de conocimiento y otras, desde el que hay dominio conexo de contenido y de los códigos utilizados en el mensaje. Estas tres categorías en contexto se interrelacionan. La divulgación científica en la Universidad La divulgación científica se promueve desde la universidad en diferentes niveles y direcciones: abriendo canales directos con el público a través de productos nuevos y existentes (publicaciones, programas de radio, televisivos, etc) y con los medios masivos de comunicación, brindando informaciones a los periodistas que los estimulen a profundizar las temáticas científicas y difundirlas, apoyando con información fidedigna, clara y confiable. La universidad de acuerdo con Julio Abramczyk (1984:92)"Fue siempre –para los periodistas- la mejor generadora de informaciones para una divulgación científica correcta. Ella cuenta con el mayor galardón que podría recibir por parte de los periodistas: credibilidad y respeto". La divulgación científica estimula no sólo la difusión del quehacer científico, sino que prestigia e incentiva a sus investigadores revalidando su actividad al poner en conocimiento de la opinión pública aquello a lo cual dedican mucho tiempo y esfuerzo. También posibilita ganar espacios en los medios masivos, los cuales en gran parte, están ocupados por otras temáticas por causa, entre otras cosas, de las condiciones temporales y económicas en las que trabajan los periodistas y la escasez de periodistas científicos. Asimismo, facilita el acercamiento en la relación científicos-periodistas, la cual ha sido obstaculizada históricamente por imágenes y prejuicios que sólo han logrado perjudicar la difusión de la ciencia al público. Esta barrera entre ambos grupos –por suerte cada vez más débil- se ha sustentado en ideas erróneas: los científicos han sido escépticos del desempeño de los periodistas en materia científica, sospechándolos de poca capacidad e incompetencia para poder comunicar precisamente sus hallazgos científicos, los periodistas han mirado con recelo a los científicos, al considerarlos demasiado herméticos y hoscos a la hora de comunicarse, calificándolos de insensibles y distantes frente a la realidad social. Un centro de divulgación científica generado desde la universidad puede ayudar a destruir esas barreras y a superar prejuicios y frases hechas como: “el periodista no sabe cubrir la materia científica”, “el periodista es muy generalista”, “los medios no abren espacio para la ciencia” o “el científico no gusta hablar con la prensa”. Por esto, las tareas del centro se orientan hacia adentro y hacia fuera de la institución. En la comunicación interna, concientizando a las diferentes unidades académicas sobre la importancia de la divulgación científica, destacando los aspectos que favorecen a la institución y a los equipos de trabajo científico. En la comunicación el exterior, llegando a 47 diferentes públicos, a los medios masivos de comunicación y a otras organizaciones a través de bases de datos, redes, publicaciones especializadas, etc. Kunsch, luego de realizar un análisis en veintinueve universidades brasileñas sobre la implementación de estrategias comunicacionales de difusión científica, sugiere que la universidad como institución instale con bases sólidas un centro de divulgación científica vinculado a la estructura funcional de comunicación. Propone que se integre con los demás componentes de la comunicación, debido a que la divulgación científica es una rama especializada del periodismo científico y que necesitará inevitablemente del apoyo de las sub-áreas de relaciones públicas, prensa, publicaciones, propaganda y de todas las unidades académicas. La autora brasileña destaca que la importancia de un centro específico que concentre todas las actividades ligadas a la difusión, diseminación y divulgación científicas queda evidenciada cuando se tiene en cuenta el tratamiento especial que tiene que ser dado a los trabajos inherentes a la información científica. Para la creación de este centro, es importante reconocer la necesidad de una política planificada, ya que las iniciativas aisladas centradas en un producto o en actividades esporádicas pocos resultados ofrecen y propician el desaprovechamiento de recursos. También es conveniente tener cuenta la capacitación de recursos humanos en la materia, con vistas a una continuidad en el trabajo y por esto, se requiere del apoyo del cuerpo directivo de la universidad para poner en marcha esta iniciativa. Margarida Kunsch en su investigación concluye: "Acreditamos que, si la universidad adopta una política de transparencia en lo que se refiere a lo que es producido por ella en términos de investigaciones y producciones científicas, habrá un mejor delineamiento de proyectos de investigación y un mayor cuidado no sólo en la elaboración de su contenido, más también en cuanto al investimento realizado, tanto en el nivel personal del propio investigador como en la relación costo-beneficio para la universidad y consecuentemente para la sociedad". La autora del trabajo “Universidade e Comunicaçao no edificaçao da sociedade”, Margarida Kunsch afirma que distintas experiencias demuestran que cuando se planifican y ejecutan acciones concretas para difundir la producción científica de las universidades, la aceptación de los medios de comunicación y del público son importantes. En estos casos, las acciones responden a una planificación con objetivos bien definidos, los cuales tienen que estar interiorizados por parte del personal encargado de la divulgación científica, el que también debe estar capacitado específicamente para esta tarea. Así lo demuestran tres emprendimientos que la investigadora cita, éstos son una Agencia Universitaria de Noticias llevadas a cabo por José Marqués de Melo en 1971, en la Universidad de Sao Pablo (Brasil), la Pre-pauta creada en 1984 en la misma universidad y el Centro de Divulgación Científica Plaza Houssay de la Universidad de Buenos Aires (UBA). La experiencia de la Agencia Universitaria de Noticias de cinco años de duración fue evaluada muy positivamente por su autor, ya que consideró que la agencia “posibilitó la presencia de la ciencia brasileña en los medios de comunicación de Brasil, principalmente en los diarios del interior o las capitales de estados. La información ocupó lugares que antes eran privilegios de los boletines gubernamentales o de las noticias sutilmente diseminadas por embajadas extranjeras. 48 La segunda iniciativa, Pre.pauta, consistió en un boletín informativo para diarios, de frecuencia semanal que se enviaba a las redacciones de los órganos de divulgación impresa y electrónica con informaciones acerca de la producción científica de la USP. La tercera propuesta, de la UBA, fue creado en 1986 y el Centro de Divulgación Plaza Houssay está ubicado en la Facultad de Farmacia y Bioquímica. Su objetivo era elevar el nivel de la cultura científica del país y difundir el trabajo de sus investigaciones a través de los medios de comunicación. Su radio de acción abarca todos los centros de investigación de las facultades de la UBA (Ciencias Económicas, Medicina, Farmacia y Bioquímica, Odontología y Ciencias Sociales). El centro trabaja en tres líneas: la primera es la producción de material de divulgación -artículos y programas radiofónicos- la segunda es la formación de profesionales especializados en divulgación y la tercera es la realización de estudios e investigaciones sobre los problemas y las técnicas de divulgación en los medios de comunicación. Cuenta con un director, con quien colaboran profesionales de distintas especialidades y becados graduados en ciencias de la comunicación social formados en un curso de perfeccionamiento de divulgación en el que se dedican a la producción de artículos. En otro punto del planeta, precisamente en un país que ha desarrollado muy eficientemente y a conciencia este tipo de iniciativas podemos citar la experiencia de la Universidad de Munique, Alemania. Esta prestigiosa universidad creó una asesoría de comunicación que dependía directamente de las autoridades máximas de la casa de altos estudios, la cual se encargaba de coordinar las relaciones con los diferentes públicos. Dentro de las actividades de comunicación tenía un lugar relevante la divulgación científica, la que se realizaba con diferentes productos y a través de diferentes medios, dirigidas a públicos diferentes. Anualmente se hace una publicación de las tesis y todos los trabajos que realizan los docentes de la universidad y posee, entre otros productos, una publicación muy prestigiosa de frecuencia semestral: la Berichte aus der Froschung (Relatos de Investigación) que se distribuye a socios de todo el país y a los medios de comunicación. En la Universidad de Campinas, Brasil, también se le dio mayor importancia a la divulgación científica desarrolló su actividad de difusión de la investigación científica a través del proyecto Unicamp. Este proyecto parte del principio de que la investigación es también una actividad económica –y tiene una gran proyección en la región-. El Unicamp integra una asesoría en prensa y una en relaciones internacionales. Edita dos periódicos Jornal de Unicamp y Unicamp Noticias, donde se prioriza la información de carácter científica. Experiencias en la Región Central del País La Universidad Nacional de Córdoba lleva adelante una iniciativa que consiste en la producción de un boletín informativo realizado por los alumnos del último año de la Licenciatura en Ciencias de la Información, que cursan el seminario de Periodismo Científico coordinados por el doctor Eduardo Smania. Esta publicación, de frecuencia mensual tiene un formato A4, está impresa en dos colores y tiene cuatro páginas, en las que se desarrollan entre dos y tres notas. Al final de las notas se coloca un recuadro con el correo electrónico, teléfono y fax de los investigadores responsables de los trabajos, para aquellos interesados en contactarse para obtener información. La Secretaría de Ciencia y Técnica lleva actualmente adelante un Programa de Divulgación Científica que no sólo incluye las publicaciones, sino que también organiza jornadas con científicos especialmente invitados de otras universidades. Otra experiencia realiza la Universidad Nacional del Litoral, la cual edita una revista denominada Conciencia, dirigida a un público especializado, a través de la que se informa 49 acerca de los trabajos de investigación que se desarrollan en el ámbito de ese centro de estudios. Esta revista es distribuida en el ámbito de la universidad y en la región, además de las restantes universidades y centros de estudios del país. Es un producto gráfico de tamaño A4 con tapa a todo color a dos colores en su interior, de 24 páginas. El formato periodístico que predomina es la entrevista, las cuales son realizadas en su totalidad por quien es responsable de la edición de este medio, el licenciado en ciencias de la comunicación, Osvaldo Trozero. La Universidad Nacional de Río Cuarto cuenta con un área especializada, dependiente de la secretaría general del rectorado denominada Coordinación de Comunicación Institucional la que creció notablemente a partir de 1994. Cuenta con subáreas de gráfica, radio -Radio Universidad 97.7- de televisión, video, fotografía y oficina de prensa. Desde 1995, a partir de una propuesta analizada y aprobada en el seno del Consejo Superior, se comenzó a impulsar la divulgación científica considerándola como una prioridad dentro de las estrategias de comunicación institucional. La iniciativa consistió en la difusión a través de múltiples medios de la producción científica haciendo hincapié en su importancia para la región. Esta iniciativa ha sido evaluada en el trabajo final de licenciatura de comunicación por Deolinda Abatedaga y Sergio Martín, quienes tras aplicar un marco teórico pertinente y un modelo de análisis arribaron a una evaluación positiva -en generalde sus resultados y realizaron una propuesta de mejoramiento que consistió básicamente en respetar al máximo las características propias de los lenguajes específicos de cada medio y extender la cobertura. En la Universidad Nacional de San Luis, el viernes 13 de octubre de 2000, se presentó la revista de Divulgación Científica Eureka Esta revista constituye la primer acción concreta desde la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad tendiente a una divulgación científica, hasta este momento se realizaba diseminación científica y difusión a través de contactos directos de los investigadores. Esta revista se propone divulgar actividades científicas locales, nacionales e internacionales y cuenta para esto con un equipo de dos periodistas (uno de ellos es también diagramador) formados en la carrera de Periodismo de esta misma universidad, es dirigida por el secretario de ciencia y técnica Pedro Rosomando y colaboran científicos de la Universidad nacional de San Luis. Los objetivos propuestos con respecto al emprendimiento son, en primer lugar, darle continuidad, ya que se ha llegado a este producto con mucho esfuerzo por parte de la Institución y crecer cuantitativa y cualitativamente. La revista está en una etapa de formación del Consejo Editor, el cual estará integrado por científicos de distintas disciplinas. La distribución es actualmente una de las cuestiones más problemáticas, la idea de la secretaría es distribuir la revista en las escuelas secundarias para que pueda ser utilizada como material con fines didácticos. El financiamiento de la revista se hace a partir de recursos provenientes de la secretaría, de algunas empresas del medio y de la venta de los números. La revista cuenta con tres secciones, una de los que está ocurriendo en ciencia en general (en diferentes disciplinas), otra en la cual se refiere a la producción científica de la universidad de San Luis y la última de misceláneas en la cual también se incluye humor. Conclusiones La democratización de la información científica y tecnológica y la formación de divulgadores de ciencia especializados, sobre todo en los países latinoamericanos son condiciones básicas para que el periodismo científico contribuya a la construcción de un mundo mejor. El conocimiento científico, materia prima de la divulgación plantea algunos problemas a la hora de pensar en transmisión al público: la extensión y complejidad creciente del conocimiento, la aceleración del desarrollo de la ciencia, la explosión 50 informativa de publicaciones científicas, la sociología del conocimiento y las dificultades y la oscuridad en la expresión son algunos de los obstáculos para el estudio y difusión generalizada de la ciencia y la tecnología. Universidad e Información Las sociedades del III milenio necesitarán un nuevo tipo de comunicador que sea capaz de valorar, analizar, comprender y explicar lo que está pasando y en la medida de lo posible lo que ocurrirá especialmente en aquellos campos que resultarán estratégicos o que tienen un gran desarrollo y expansión como la energía, la biología, la genética, la biotecnología, y la información. La universidad está consagrada a estudiar la vida y conocimientos humanos en una perspectiva unificadora, debe contribuir a llenar la brecha entre tecnología y sociedad. La universidad ha comenzado a ser teorizada desde distintas perspectivas disciplinarias como la historia, la economía, la antropología, las ciencias políticas, los estudios de la organización etc. Desde esta última mirada disciplinaria se ha pasado en las últimas décadas de una comprensión cuyo modelo era el de la decisión racional, a un modelo de comprensión que centrado en el conflicto habla de la universidad como "organización compleja". La sociedad debe reconocer el papel que desempeña la universidad como formadora de profesionales y como prestadora de servicios. Pero, el trabajo de investigadores, que junto a sus tareas docentes, dedican día a día muchas horas de trabajo a la generación de nuevos conocimientos, a la solución de problemas que se presentan en diversas áreas del conocimiento y que son vitales para la sociedad debe ser percibido por la sociedad permanentemente. La tendencia futura de las organizaciones de conocimiento deberá construirse bajo la premisa básica de saber encontrar y gestionar la diversidad. Pero también de la flexibilidad, del compromiso con el individuo y del trabajo en equipo. Las escasas observaciones realizadas al interior de las universidades latinoamericanas conducen a pensar que éstas organizaciones siguen siendo estáticas, centradas en las mismas estructuras de poder. Aún debemos hacer mucho como organizaciones del conocimiento. Procesos tradicionales y de cambio ¿Deberíamos preguntarnos con mayor frecuencia porqué en América Latina los resultados de la ciencia y la tecnología mundialmente no se conocen y no se aplican aún más? (QUIROGA, 1999) La comunicación es hoy fundamental para el desarrollo de las organizaciones del conocimiento, ya que: Propicia la flexibilidad y agilidad necesaria para adaptarse y armonizar los cambios y para descomprimir la presión burocrática que distancia a la universidad de la sociedad. 51 La comunicación fortalece el vínculo entre los distintos públicos o audiencias y la institución, demostrando condiciones tales como la transparencia, comprensión y sensibilidad social. Todo indica que los gabinetes de información de las universidades latinoamericanas están aún lejos de constituirse y en el caso en que así sea, de cumplir con el papel social que todos esperamos de ellos. La producción y los intercambios de material de periodismo científico entre las universidades argentinas y latinoamericanas son apenas imperceptibles y están lejos de alcanzar un punto ideal. Es hora de establecer convenios e intercambios académicos entre las universidades y generar programas de desarrollo del periodismo científico. Gestionar la información científica es un nuevo reto de las universidades. Una cultura de la divulgación no surge por sí sola, necesitamos sembrarla. Bibliografía: ABATEDAGA DEOLINDA Y MARTIN, SERGIO (1996). “La Divulgación Científica en la Universidad Nacional de Río Cuarto”, Trabajo Final de la Licenciatura en Ciencias.de la Comunicación, Universidad Nacional de Río Cuarto. BRUNNER J JOAQUIN (1998). Globalización, Cultura y Postmodernidad. Fondo de Cultura Económica, Santiago de Chile. CALVO HERNANDO, MANUEL (1982). "Civilización Tecnológica e Información". Editorial Mitre, Barcelona. CALVO HERNANDO, Manuel (1992). Manual de Periodismo Científico. Ed. Mitre, Barcelona, España. CALVO HERNANDO, Manuel (1996). "Curso de periodismo científico" en Eiskonews & Media (http://www.eusko-ikastunza.org/euskonews/0023-zbk/haia2304rs.html). 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